Leche Cruda vs. Leche Pasteurizada— ¿Cuál Es Más Segura?

Por el Dr. Mercola, julio de 2014

Los Estados Unidos están muy por detrás de muchos otros países en lo que respecta a la seguridad alimentaria y las recomendaciones nutricionales, y esto es quizá particularmente cierto cuando se trata de la leche cruda o sin procesar.

El hecho es que los grandes productores de leche que operan bajo el modelo de granja industrial simplemente no pueden producir leche cruda para el consumo humano.

Son demasiado grandes, y por lo tanto terminan siendo invernaderos de contaminación patógena. Asimismo, no cuentan con pastizales para que decenas de miles de vacas pasteen continuamente.

La limpieza y el pasto son parámetros críticos para que la producción de leche saludable sea apta para su consumo en crudo. Así que en realidad, la guerra contra la leche cruda se reduce al control—control de la competencia, que es la venta de un producto superior. NO es una cuestión de seguridad en absoluto.

De hecho, varios estudios han demostrado la seguridad superior de la leche cruda en comparación con la pasteurizada, sin embargo, la difamación de la leche cruda sigue sin disminuir–la ciencia y las estadísticas serán condenadas…

Los Europeos Pueden Comprar Leche Cruda por Medio de Máquinas Expendedoras

En comparación con los Estados Unidos algunas naciones europeas venden leche cruda en máquinas expendedoras. Y contrariamente a la creencia popular (Americana), las muertes NO son provocadas por este consumo. Según lo informó Modern Farmer:1

“La aceptación de las máquinas expendedoras de leche cruda en Europa no es una novedad. Tales intrépidas dispensadoras de productos lácteos sin pasteurizar pueden ser encontradas en Francia, Croacia, Suiza, Austria, Holanda y como lo muestra el mapa,2 por todo el territorio Italiano.”

Las medidas de seguridad son notablemente simples. Si la temperatura de la leche se eleva por encima del nivel regulado, la máquina detendrá el expendio de leche, y el agricultor es notificado a través de un mensaje de texto. El tubo por donde sale la leche es esteriliza por una luz UV entre cada compra.

En los Estados Unidos, varios estados han prohibido rotundamente la venta de leche cruda, por temor a la leche contaminada a pesar del hecho de que, estadísticamente, esos temores no tienen ningún fundamento.

La investigación realizada por el Dr. Ted Beals, MD,3 presentada en la edición del verano del 2011 Wise Traditions, la revista trimestral de la Fundación Weston A. Price, muestra que en realidad tenemos probabilidades de 35,000 veces más de enfermarnos por otros alimentos que por la leche cruda.

Los Productos Lácteos Pasteurizados y los Alimentos Procesados ​​Encabezan la Lista de los ‘Más Peligrosos’

La gran mayoría de las enfermedades transmitidas por los alimentos en los Estados Unidos están relacionadas con los alimentos altamente procesados y fabricados a gran escala y no por los alimentos crudos. Por ejemplo, a finales del año pasado, el yogur Griego Chobani fue retirado del mercado después de varios reportes de enfermedades gastrointestinales.4 Se encontró que el yogur, que es pasteurizado y no crudo, estuvo contaminado con un hongo llamado Murcor circinelloides.

En el 2011, Cargill retiro del mercado una cifra sorprendente de 36 millones libras de carne molida de pavo.5 Una cepa resistente a los antibióticos de la Salmonella en la carne terminó provocando 107 enfermedades y una muerte.

Una investigación reveló que esta cepa de Salmonella se había encontrado cuatro veces en el transcurso de un año, sin embargo, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), no tomó ninguna acción contra el productor. Y entre el momento en que se informó de la primera enfermedad y el retiro del producto, pasaron cinco meses, lo que generó más de un centenar de personas enfermas debido a la carne contaminada.

Una parte importante del problema es que, a pesar de estar a cargo de la vigilancia de la seguridad alimentaria de la carne y las aves de corral, la USDA no tiene la autoridad de tomar medidas contra un productor de carne o ave, a pesar de superar varias veces los límites permisibles de contaminación patógena.

Claramente, esto no predice nada bueno para la seguridad alimentaria. Como se explicó en un artículo anterior en Food Safety News que discutió este caso:6