El COVID ha disparado los casos de síndrome del corazón roto

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 27 de julio del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • El síndrome del corazón roto es una afección cardíaca provocada por un estrés físico o emocional severo, que puede causar un suceso que parece un ataque cardíaco
  • Una diferencia importante es que las personas que experimentan el síndrome del corazón roto se pueden recuperar por completo y la afección rara vez es mortal
  • A medida que los niveles de estrés aumentan durante la pandemia, algunos expertos esperan que el impacto psicológico provoque una mayor cantidad de suicidios, al igual que en 2008, cuando los números alcanzaron su punto máximo por la gran recesión
  • El estrés es causado por la pérdida de control. Algunas formas de reducir el estrés, son: practicar la técnica de libertad emocional, tomar el control de su salud, elevar sus niveles de vitamina D y limitar los medios de comunicación convencionales

¿Ha escuchado la expresión, “Ella murió de un corazón roto”? Los médicos saben que es más que un mito o una vieja historia. De hecho, la afección se conoce de forma coloquial como “síndrome del corazón roto” y el término médico es miocardiopatía de Takotsubo (MTC), que lleva el nombre de un recipiente utilizado por los pescadores japoneses para atrapar pulpos.

El diagnóstico se presentó por primera vez por un científico japonés en 1991. Sin embargo, esta fue la primera vez que se describió la afección desde que se descubrió que las personas la padecían. Después de que se publicó el artículo, aparecieron varios casos en los próximos 10 años, pero no se reconoció lo suficiente fuera de la cultura oriental, ya que la mayoría de los documentos fueron escritos por científicos japoneses.

Después del terremoto en Japón el 23 de octubre de 2004, 16 personas fueron diagnosticadas con MTC. Esta gran cantidad en un período de tiempo tan corto llamó la atención de los occidentales. El nombre de “síndrome del corazón roto” fue acuñado a principios de la década de 2010, en referencia a aquellos que experimentaron la afección después de la muerte de un ser querido.

Aunque los médicos reconocen la MTC, nadie sabe con certeza cómo o por qué sucede. Los médicos saben que puede ser causada por una enfermedad física grave, una cirugía o situaciones estresantes que provocan emociones extremas.

El síndrome del corazón roto está incrementando durante la pandemia de COVID-19

El creciente estrés y la falta de control, han sido algunas características de la pandemia de COVID-19, las cuales hicieron que los investigadores de la Clínica Cleveland investigaran la incidencia de la MTC en un grupo de personas que ingresaron en el campus principal de la Clínica Cleveland y en la Clínica Akron General de Cleveland.

Los cardiólogos reunieron una cohorte de 1 914 pacientes que presentaron síndrome coronario agudo antes y después del 1 de marzo de 2020. En el grupo, había 258 paciente que fueron al hospital entre el 1 de marzo de 2020 y el 30 de abril de 2020; los otros fueron atendidos antes de que se anunciara la pandemia. Estos se convirtieron en el grupo control, que se separaron por fecha y en cuatro grupos. Después del grupo que se reunió después de la pandemia, eran en total cinco grupos comparativos.

Después de un análisis del número de personas, los investigadores encontraron que hubo un aumento significativo en las personas que fueron evaluadas por MTC durante el período de intervención. Esto alcanzó una incidencia de 7.8 % en comparación con el rango de 1.5 % a 1.8 % antes de la pandemia, en los cuatro grupos de control.

Además del aumento en el número de personas que reciben tratamiento para esto, los datos demostraron que aquellas que presentaron miocardiopatía por estrés durante la pandemia experimentaron estadías hospitalarias más prolongadas, pero no tuvieron diferencias en la mortalidad. El Dr. Grant Reed de la Clínica Cleveland, y autor del estudio, dijo en un comunicado de prensa:

“Aunque la pandemia sigue su curso, el autocuidado durante este momento tan difícil es fundamental para la salud de nuestro corazón y nuestra salud en general. Para aquellas personas que se sienten abrumadas por el estrés, es importante comunicarse con su proveedor de atención médica. El ejercicio, la meditación y la conexión entre familiares y amigos, mientras que se mantienen la distancia física y las medidas de seguridad, también pueden ayudar a aliviar la ansiedad”.


Es posible que parezca un ataque al corazón, pero no lo es

Los médicos de la Clínica Cleveland dicen que las personas con MTC a menudo experimentan síntomas que se sienten como si fuera un ataque cardíaco. Estos pueden incluir dificultad para respirar y dolor en el pecho. Sin embargo, después de la prueba y el examen, sus arterias coronarias están abiertas sin ningún daño al músculo por falta de oxigenación.

Una persona también podría experimentar diferentes síntomas, incluyendo latidos cardíacos irregulares, presión arterial baja y desmayos. En el examen y las pruebas, los médicos podrían presenciar el agrandamiento del ventrículo izquierdo. Los médicos creen que una reacción física al estrés emocional o físico aumenta la liberación de las hormonas del estrés que pueden disminuir la efectividad del corazón para bombear sangre.

Aunque la miocardiopatía por estrés y el ataque cardíaco pueden parecer similares, los pacientes que experimentan MTC se recuperan en unos días o semanas y la afección rara vez es mortal. En ocasiones, los pacientes han presentado otros eventos cardíacos y cerebrovasculares más graves provocados por la MTC.

Por lo general, los médicos tratarán la presión arterial alta y administrarán medicamentos para disminuir la frecuencia cardíaca. Además, la Clínica Cleveland informa que se podrían recetar medicamentos para controlar el nivel de estrés de la persona. El cardiólogo Ankur Kalra dirigió el estudio y dijo:

“La pandemia del COVID-19 ha provocado múltiples niveles de estrés en la vida de las personas de todo el país y del mundo. Las personas están preocupadas de que ellos mismos o sus familias se enfermen, y además enfrentan problemas económicos y emocionales, sociales y posible soledad y aislamiento.

El estrés puede tener efectos físicos en nuestros cuerpos y nuestros corazones, tal y como lo demuestran los diagnósticos crecientes de miocardiopatía por estrés que experimentamos hoy en día”.

Un caso inesperado y famoso que algunos han especulado podría atribuirse al síndrome del corazón roto, fue la muerte de la actriz Debbie Reynolds poco después de la muerte de su hija Carrie Fisher, quien murió por un ataque cardíaco en 2016.

Aunque Reynolds murió de un derrame cerebral, después de un derrame cerebral más pequeño que tuvo meses antes, la proximidad a un estrés emocional importante se puede atribuir a que el evento cerebrovascular se desencadene por la miocardiopatía del estrés.

A medida que los niveles de estrés se disparan, los problemas de la economía agravan el riesgo

La Asociación Americana Psiquiatría realizó una encuesta en marzo de 2020 y descubrió que el 36 % de las personas que viven en los Estados Unidos creían que el SARS-CoV-2 tenía un impacto severo en su salud mental y el 59 % creía que había un impacto grave en su vida diaria.

Algunas de las principales preocupaciones fueron un efecto negativo en sus finanzas, el temor de quedarse sin comida, medicamentos u otros suministros, y que la pandemia causará efectos duraderos en la economía. Como descubrió el equipo de la Clínica Cleveland, afrontar con éxito el estrés es muy importante. Sin embargo, según la encuesta Annual Stress in America de 2020:

“El nivel de estrés promedio reportado en los adultos de Estados Unidos relacionado con la pandemia de coronavirus es de 5.9. Cuando se les pidió que calificaran su nivel de estrés en general, el estrés promedio reportado en los adultos fue de 5.4.

Esto es un poco más alto que el nivel de estrés promedio reportado en la encuesta Annual Stress in America de 2019, que fue del 4.9, y marca el primer aumento en el estrés promedio reportado desde que comenzó la encuesta en 2007″.

El impacto psicológico de la pandemia continúa a medida que los factores estresantes que afectan la salud mental, como el distanciamiento y los encierros, son reemplazados por el temor de volver a la vida pública.

Una revisión de la investigación realizada por académicos del King’s College de Londres reveló que, durante el distanciamiento, han experimentado miedo de infección, mayores niveles de frustración y aburrimiento e información inadecuada para darle sentido a todo. Una vez que se levanten estas medidas, el estrés podría atribuirse a la pérdida financiera y el miedo a ser tratado como portador sospechoso o ser evitado por personas que tienen miedo de enfermarse.

Los expertos también saben que existe una fuerte conexión entre los desafíos financieros y los problemas de salud mental; esto incluye el suicidio. Durante la Gran Depresión, las tasas de suicidio alcanzaron un máximo histórico, que se disparó nuevamente entre 2008 y 2010 cuando ocurrieron al menos 10 000 “suicidios por la crisis económica”.

La línea directa de salud mental dirigida por la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias tuvo un aumento de llamadas del 1 000 % en abril 2020 en comparación con abril de 2019. Benjamin F. Miller, director de estrategia de Well Being Trust, una fundación nacional dedicada a la salud mental, social y espiritual, dijo:

“Sin lugar a dudas, los legisladores deben enfocarse en reducir los efectos del COVID. Sin embargo, si el país ignora el daño colateral, en especial la salud mental de nuestra nación, no habrá manera de recuperarnos de esto”.

Reducir el estrés es importante para la salud general

Los efectos del estrés se sienten en todo el cuerpo, desde el daño al corazón hasta la llegada de las canas. Aunque, desde una perspectiva evolutiva, la respuesta al estrés es un acto que salva vidas, el estrés crónico tiene el efecto contrario. Los datos de un estudio de hermanos demuestran que las personas que tienen trastornos relacionados con el estrés tienen muchas más probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares en comparación con los hermanos de la misma familia y sin un trastorno de estrés.

El término “enfermedad cardiovascular” no se relaciona con la MTC, sino que incluye enfermedades como la cardiopatía isquémica, enfermedad cerebrovascular, hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca y los trastornos de la conducción de la arritmia. Cabe destacar que, dentro del primer año de ser diagnosticado con un trastorno de estrés, el riesgo de enfermedad cardiovascular aumenta un 64 % más que un hermano sin problemas de salud relacionados con el estrés. Los autores escribieron:

“La mayoría de las personas están expuestas a traumas psicológicos o eventos estresantes en algún momento de sus vidas, como la muerte de un ser querido, el diagnóstico de alguna enfermedad mortal, desastres naturales o violencia.

La evidencia acumulada sugiere que tales adversidades podrían elevar el riesgo de un sinnúmero de enfermedades importantes (incluyendo la morbilidad cardiovascular, lesiones, infecciones y ciertas enfermedades autoinmunológicas, pero no de cáncer) y mortalidad, con el mayor incremento en el riesgo observado entre las personas que desarrollan trastornos psiquiátricos como resultado de un trauma”.

El caos aumenta los niveles de estrés: descubra cómo tomar el control

Uno de los principales factores que provocan estrés es la percepción de pérdida de control. Ya sea que se trate de una pérdida de control físico, mental o financiero, el caos puede aumentar sus niveles de estrés y provocar enfermedades físicas.

Podría reducir sus niveles de estrés al tener una medida de control en su vida. Una de mis técnicas favoritas para ayudar a reducir el estrés y aumentar la resolución creativa de problemas son las Técnicas de libertad emocional (EFT). El proceso también se llama tapping y es una herramienta que puede ayudarlo a liberar su mente para tratar los desafíos sin temor.

Tomar el control de la situación podría significar aprender más sobre cómo la pandemia afecta su salud y lo que puede hacer para reducir el riesgo potencial de sufrir alguna enfermedad grave. Descubrirá más información sobre esto en mi página informativa sobre el Coronavirus, donde encontrará artículos sobre cómo combatir la enfermedad, los signos y síntomas a los que debe prestar atención, además de las noticias más recientes.

Una de las estrategias más sólidas a seguir es aumentar su nivel de vitamina D a entre los 60 ng/ml y 80 ng/ml. Encontrará una gran cantidad de información en mi artículo, “El reporte más importante que ha escrito el Dr. Mercola” además de un enlace para descargar un informe gratuito para ayudarle a usted y a su familia a aumentar sus niveles de vitamina D de manera efectiva.

También es importante evitar ver de manera continua o excesiva las noticias o redes sociales. Los programas de noticias ganan dinero por cada vista y por cada clic. Mientras más llamativos y temerosos sean los titulares, mayor será el número de lectores. Sin embargo, lo que es bueno para ellos, es malo para su salud.

Si le gusta estar al tanto de las noticias, elija de manera sabia sus programas y mire o lea durante un tiempo determinado cada día para mantener sus niveles de miedo y ansiedad al mínimo.

¿Qué prueba es más efectiva para detectar el COVID, la prueba del olfato o la de temperatura?

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 24 de julio del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Los estudios han demostrado que del 25 al 41 % de personas que dieron positivo al COVID-19 presentaron alteraciones en el olfato
  • Algunos expertos solicitan que se incluya una prueba de olor en las evaluaciones, esto de acuerdo con un estudio que demostró que solo el 30.7 % de personas tenía fiebre al estar en el hospital
  • El COVID-19 a menudo afecta el olfato y el gusto, pero no es claro cómo lo hace; el zinc podría estar relacionado con esto
  • Haga esta sencilla prueba en casa para evaluar su nivel de zinc. Si elige usar un suplemento de zinc, considere esta recomendación para reducir el riesgo latente en su sistema inmunológico

A medida que las empresas y los grupos fluctúan entre reunirse o no, muchos han comenzado a hacer una verificación de síntomas con la esperanza de reducir la exposición al SARS-CoV-2. Por lo general, consiste en hacer varias preguntas, tales como si ha estado expuesto a alguien con una infección activa o si ha tenido síntomas.

Los CDC recomiendan realizar evaluaciones de temperatura sin contacto en refugios y campamentos para personas sin hogar. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud y los CDC reconocen que esto puede ser inadecuado, ya que las personas asintomáticas pueden transmitir el virus.

Algunas compañías estadounidenses ordenaron que se practicaran controles de temperatura a los trabajadores que regresan al trabajo. Amazon anunció que hacen esto en más de 100 mil trabajadores por día.

Sin embargo, en un estudio de 5 700 personas que fueron hospitalizadas por COVID-19, los investigadores encontraron que solo el 30.7 % tenía fiebre. El Dr. Amesh Adalja infectólogo del Johns Hopkins Center para la Seguridad de la Salud, habló con un periodista de Health y dijo:

“La detección de fiebre puede ser una parte de un sistema más amplio, pero aún no es claro cuál es el margen de beneficio. Prevenir la infección del nuevo coronavirus es una labor multifacética. Incluso con la prueba en camino, es muy importante lavarse las manos y tener una buena higiene durante el día. Para quienes tienen riesgo alto, también es importante que continúen con el distanciamiento social, incluso en lugares abiertos”.

Los datos demuestran que el deterioro del gusto y el olfato predicen el COVID-19

No ha habido un estudio definitivo sobre el número de personas con COVID-19 que también tienen fiebre. Una nueva investigación publicada en JAMA proporciona una pista de que la fiebre puede no ser tan común con el virus como se creía al inicio.

Hasta que haya más información disponible, los científicos confían en los datos de la epidemia de SARS de 2003, para evaluar a los pacientes con COVID-19. En una revisión de la literatura publicada en 2009 después del SARS, los investigadores encontraron que la fiebre tenía un valor predictivo negativo que oscilaba entre 86.1 y 99.7 %.

Esto significa que las personas sin fiebre probablemente no tenían SARS. Sin embargo, no se puede decir lo mismo del COVID-19, ya que algunas personas son contagiosas antes de tener fiebre y otras simplemente no la presenten. Algunos expertos sugieren que agregar una prueba de olfato a los exámenes sería más efectivo, pues si bien la toma de temperatura puede resultar efectiva para un menor número de personas con una enfermedad viral.

También es importante recordar que se puede tener fiebre por razones distintas al COVID-19. Cada vez hay más pruebas que sugieren que las personas con el virus tienen una tasa más alta de disfunción del olfato y el gusto, incluyendo la pérdida completa, que se denomina anosmia (pérdida del sentido del olfato) y ageusia (sabor). Andrew Badley es líder de un laboratorio de virus en la Clínica Mayo. Y le dijo a un periodista del Stat News lo siguiente:

“Veo que la anosmia es un síntoma previo al COVID-19 en relación con la fiebre y algunas personas infectadas pueden tener anosmia y nada más. Por lo tanto, esto puede ser una prueba más efectiva en pacientes asintomáticos”.


¿Cuáles son los números?

En Abril Badley y sus colegas publicaron un estudio en el que evaluaron las notas clínicas de 77 167 pacientes que se habían sometido a pruebas de PCR para el COVID-19. Compararon esos resultados con los registros de salud electrónicos de los pacientes y encontraron que 2 317 dieron positivo y 74 850 dieron negativo.

Después, el equipo identificó y analizó los síntomas asociados al COVID-19, que incluyen fiebre y escalofríos, dificultad respiratoria, tos, dolor muscular, diarrea y disfunción del olfato. Los que dieron positivo fueron 27.1 veces más propensos a tener disfunción olfativa y gustativa que los que dieron negativo.

Esto resultó más significativo que cualquier otro síntoma analizado. El más contundente fue la fiebre y los escalofríos, que presentaron una probabilidad 2.6 veces mayor de que la persona tuviera el virus. En un estudio separado publicado en the International Forum of Allergy and Rhinology, los investigadores hicieron una revisión retrospectiva de los pacientes que acudieron al sistema hospitalario de San Diego entre el 3 de marzo de 2020 y el 8 de abril de 2020.

Incluyeron a aquellos con una infección positiva confirmada que también tuvieron una evaluación de la función del olfato y el gusto. 128 cumplieron con los criterios. De ellos, el 20.1 % requirió hospitalización. En un análisis más detallado, el equipo demostró:

“La admisión por COVID‐19 se relacionó con la disfunción del sentido del olfato y el gusto, mayor edad, la diabetes y los parámetros subjetivos y objetivos asociados a la insuficiencia respiratoria. En el análisis ajustado, la anosmia se relacionó de forma estrecha e independiente con la atención ambulatoria”.

Los datos recopilados de 220 encuestados en los Estados Unidos, demostraron que el síntoma de pérdida de olfato o sabor fue aún mayor. De los encuestados, el 42 % dio positivo al COVID-19, mientras que el 58 % no. El 37.7 % presentó pérdida o alteración del olfato y el gusto como primer o único síntoma.

Aparte se realizó una revisión de la literatura para incluir 24 estudios de 8 438 pacientes con COVID-19 con diagnostico positivo confirmado por laboratorio de 13 países. Los investigadores encontraron que la disfunción del olfato se encontró en el 41 % y la disfunción del gusto en el 38.2 % de la población.

¿Por qué el olor y el gusto resultan afectados?

El Dr. Justin Turner del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, cree que la prevalencia de anosmia en la población con COVID-19 es del 25 % y puede llegar al 80 %, según los informes subjetivos de los pacientes. También planteó la hipótesis de cómo puede suceder. Él cree que la causa principal es una reacción inflamatoria provocada por el virus dentro de la cavidad nasal cerca del nervio olfativo. Explica que:

“en la enfermedad del COVID-19, creemos que la pérdida del olfato es recurrente, ya que los receptores del COVID-19 que se localizan en el tejido humano se expresan con mayor frecuencia en la cavidad nasal y en las células de soporte del tejido olfativo. Estas células de soporte rodean las neuronas del olfato y les permiten sobrevivir”.

La infección del epitelio nasal también parece ser más recurrente en adultos. Los autores de un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association vincularon la tasa baja de infección en niños (menos del 2 %) con la hipótesis de que tienen una menor expresión de receptores ACE2 que los adultos.

Descubrieron que la edad era un factor de riesgo en la cantidad de receptores ACE2 en la cavidad nasal, “el primer punto de contacto para el SARS CoV-2 y el cuerpo humano”. Su sentido del gusto depende del olfato, por lo que tiene sentido que cuando se altera el olor también tenga una alteración en el gusto.

También me pregunto qué rol desempeña la deficiencia o insuficiencia de zinc con la pérdida del olfato. Los datos recopilados para un estudio publicado en el Foro Internacional de Alergia y Rinología demostraron que aquellos que ingresaron por una enfermedad más grave tenían una disfunción del sentido del gusto y el olfato. Uno de los síntomas de la deficiencia de zinc es la pérdida del sentido del olfato.

Sabemos que el cuerpo usa el zinc de manera intracelular, para detener la replicación viral y ralentizar o detener la infección. Podría ser posible que las personas que introducen más zinc en las células y lo usan para frenar la infección también tengan síntomas de insuficiencia o deficiencia de zinc a medida que su cuerpo usa el oligoelemento para combatir el virus.

Cómo evaluar la deficiencia de zinc

El zinc es importante para todos los órganos y los tipos de células, lo que explica los síntomas variados relacionados con la deficiencia. Alrededor de 100 enzimas lo requieren y es crucial para la función inmunológica, sanación de heridas, división celular y crecimiento y desarrollo. Los investigadores creen que la deficiencia de zinc:

“… es sorprendentemente común, afecta hasta una cuarta parte de la población en los países subdesarrollados, pero también afecta a distintas poblaciones en el mundo desarrollado como resultado del estilo de vida, la edad y los factores mediados por la enfermedad”.

En América del Norte, la deficiencia evidente es poco común y está relacionada con un consumo inadecuado, mayores pérdidas o requisitos. Por ejemplo, la biodisponibilidad es menor con una dieta a base de plantas y algunos han descubierto que los vegetarianos necesitan 50 % más de la cantidad diaria recomendada que las personas que comen carne.

Aunque, no es raro tener una insuficiencia de zinc leve o moderada. Dado que el oligoelemento es importante para combatir los virus, incluido el SARS-CoV-2, podría considerar realizar una simple prueba de zinc en casa para determinar su estado.

En el siguiente video, el Dr. Donald Ozello nos demuestra una prueba de sabor simple que puede decirle su nivel de deficiencia o insuficiencia de zinc. Solo coloque dos cucharadas de una solución de zinc a temperatura ambiente en su boca y sostenga. Los resultados se basan en lo que detecte después de 10 segundos.

  • Grado 1: un mal sabor inmediato, lo que significa que no tiene deficiencia
  • Grado 2: un sabor moderadamente malo, lo que indica que tiene una deficiencia leve
  • Grado 3: un sabor ligeramente desagradable o un sabor tardío, lo que significa que tiene deficiencia
  • Grado 4: sin sabor, lo que significa que tiene una deficiencia severa

Combine la quercetina y el zinc para reforzar de manera fuerte el sistema inmunológico

Para que el zinc funcione, primero debe ingresar a la célula. Su cuerpo usa ionóforos de zinc, o sustancias que abren la membrana celular para que pase. Los medicamentos como la cloroquina y la hidroxicloroquina son ionóforos de zinc, lo que hace posible la explicación de cómo afecta a las personas con COVID-19 cuando dichos medicamentos se combinan con el zinc.

La buena noticia es que hay otras sustancias que tienen la misma acción sin los efectos secundarios. En un estudio de laboratorio publicado en 2014, los científicos evaluaron la quercetina y el galato de epigalocatequina (EGCG encontrado en el té verde) para determinar si la actividad biológica puede aumentar la absorción celular de zinc. Por lo que concluyeron lo siguiente:

“La actividad ionófora de los polifenoles alimenticios podría ser el soporte para incrementar los niveles de zinc activados en las células por los polifenoles y, como consecuencia, mejorar muchas de sus acciones biológicas”.

La quercetina y el EGCG también tienen la ventaja de inhibir una enzima utilizada por el coronavirus para infectar a las células sanas. Además de esto, la quercetina tiene una potente actividad antiviral por derecho propio. Al consumir suplementos, es importante recordar que el consumo excesivo zinc puede aumentar los riesgos en la salud. Los efectos secundarios agudos incluyen náuseas, vómitos, diarrea, calambres abdominales y dolores de cabeza.

Otro factor importante relacionado con la salud inmunológica es el equilibrio entre el cobre y el zinc; incrementar el consumo de zinc podría ayudar. Chris Masterjohn escribe que consumir una cantidad pequeña como 60 miligramos de zinc por día podría causar problemas. Por lo general, el cobre reduce la actividad de la enzima superóxido dismutasa, a veces llamada SOD. Esto es decisivo para su defensa inmune. Él recomienda:

“Zinc, que se ingiere para llegar a los pulmones, como una manera preventiva, en lugar de tomarlo a en cuento empiecen los síntomas, ya que toma mucho tiempo en elevar las reservas sistémicas de zinc.

De manera preventiva prefiero usar de una a tres pastillas de zinc por día, para que los tejidos de la nariz y la garganta tengan reservas en zinc tan pronto como se encuentren con el virus. Sin embargo, a diferencia del zinc ingerido, estas pastillas diseñadas para esparcir el zinc, se pueden tomar en altas dosis para contrarrestar los síntomas, ya que su capacidad de propagar el zinc a través de estos tejidos no está limitada por los transportadores intestinales de zinc”.

El resveratrol podría mejorar la densidad ósea

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 23 de julio del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • El resveratrol, un fitonutriente que se encuentra en las uvas rojas, las bayas y otras frutas, ha demostrado combatir y prevenir la osteoporosis
  • Un estudio publicado en el Journal of Bone and Mineral Research encontró mejoras en la densidad ósea en mujeres posmenopáusicas que recibieron un tratamiento de resveratrol
  • La investigación en la revista Nutrients encontró que la ciruela pasa, una fruta rica en resveratrol, mejoró la salud ósea en animales y en humanos
  • En los Estados Unidos, 46 millones de mujeres están en riesgo de padecer osteoporosis, mientras que los medicamentos disponibles tienen efectos secundarios dañinos, lo que hace que el resveratrol sea una opción más segura
  • Estudios han demostrado que el resveratrol ha mejorado la debilidad ósea causada por la obesidad o el consumo excesivo de alcohol

La osteoporosis (pérdida de densidad y calidad ósea) es un problema de salud grave y común. A medida que aumenta la fragilidad y porosidad ósea, las personas corren mayor riesgo de sufrir daños, lo que es muy importante para las personas mayores, en especial si están postrados en cama. De todas las personas con más de 50 años, cerca del 50 % de las mujeres y el 25 % de los hombres sufrirán una fractura en los próximos años.

Algunos factores que pueden contribuir al desarrollo de osteoporosis son el envejecimiento, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, una mala alimentación, los efectos secundarios de los medicamentos, la predisposición genética o la pérdida de hormonas después de la menopausia.

Según la National Osteoporosis Foundation, la osteoporosis posmenopáusica afecta a 46 millones de mujeres en los Estados Unidos, ya que la duración de la menopausia ocupa un tercio de la vida de una mujer.

Las hormonas de reemplazo y los bifosfonatos, medicamentos que inhiben la reabsorción y la pérdida ósea por los osteoclastos, se han utilizado para tratar la osteoporosis, pero, como se mencionó en un estudio en Nutrients, sus efectos secundarios pueden ser tan peligrosos que podrían ser más importantes que los beneficios. Por esta razón, es una buena noticia que se haya encontrado que el resveratrol, un fitonutriente que se encuentra en las uvas rojas y las bayas, combate y previene la osteoporosis.

El resveratrol podría mejorar la densidad ósea en mujeres posmenopáusicas

En un estudio publicado en el Journal of Bone and Mineral Research que se realizó en la Universidad de Newcastle en Nueva Gales del Sur, los investigadores detectaron mejoras en la densidad ósea en mujeres posmenopáusicas que recibieron un tratamiento de resveratrol.

En el estudio, conocido como “Resveratrol for Healthy Ageing in Women (RESHAW)”, las mujeres tomaron 75 miligramos (mg) de resveratrol dos veces al día o un placebo durante 12 meses, luego los investigadores midieron su densidad ósea mediante una densitometría ósea de rayos X, comúnmente conocida como prueba DXA.

“El aumento en la densidad mineral ósea en el cuello femoral con resveratrol resultó en una mejora en el puntaje T de la población del estudio y una menor probabilidad de riesgo de fractura mayor en un periodo de 10 años”, dijo Peter Howe, autor del estudio y profesor emérito de la universidad.

La puntuación T se utiliza para medir la densidad ósea. En el análisis de los resultados del estudio, las personas que complementaron el resveratrol con vitamina D y calcio mostraron una mejoría más significativa, agregó Howe.

Según los investigadores, el resveratrol mejoró la densidad ósea y redujo el riesgo de fractura incluso en mujeres sin señales de osteoporosis:

“Después de 12 meses de resveratrol o placebo, se registraron efectos positivos sobre la densidad ósea en la columna lumbar y el cuello del fémur, acompañados de niveles 7.24 % menores de colágeno telopéptido tipo 1 C-terminal, que es un marcador de reabsorción ósea, en comparación con el placebo.

Esta mejora fue mayor en las mujeres con un mal estado de biomarcadores de salud ósea. El consumo de 75 mg de resveratrol dos veces al día puede disminuir la pérdida ósea en la columna lumbar y el cuello femoral, que son zonas de fractura comunes en mujeres posmenopáusicas sin señales de osteoporosis”.


Las ciruelas pasas ayudan a la densidad ósea

Otros estudios han identificado los beneficios del resveratrol para fortalecer los huesos. En una investigación publicada en la revista Nutrients, los científicos descubrieron que las ciruelas pasas, que son ricas en resveratrol, mostraron beneficios para la salud ósea en estudios en animales y humanos.

Los investigadores extirparon los ovarios de las ratas para crear un modelo animal de menopausia humana y descubrieron que la “ovariectomía disminuyó la densidad mineral ósea (DMO) de la cuarta vértebra lumbar y el fémur, así como en la zona del hueso trabecular tibial.”

Sin embargo, cuando las ratas recibieron una alimentación compuesta de 25 % de ciruela pasa durante 45 días, no experimentaron ninguna pérdida ósea, lo que llevó a los investigadores a concluir que “la ciruela pasa previene la pérdida ósea al aumentar la tasa de formación de hueso, pero no a través de inhibir la reabsorción ósea”. Es posible perder hueso por falta de formación ósea o por reabsorción ósea, que es causada por células de macrófagos conocidas como osteoclastos.

Los autores de otros estudios también han demostrado que la ciruela beneficia la salud ósea de las mujeres, según los investigadores. Las mujeres posmenopáusicas que recibieron resveratrol tuvieron menos pérdida de DMO que los controles, mientras que los beneficios se mantuvieron incluso cuando no continuaron consumiendo ciruela pasa. Los investigadores explicaron lo siguiente:

“De las 100 mujeres que completaron el ensayo clínico, 20 de ellas regresaron para una visita de seguimiento. Todas las mujeres, sin importar el grupo, informaron que no consumían ciruela pasa de manera regular.

Descubrimos que las personas que recibieron ciruela pasa en nuestro ensayo clínico conservaron la DMO del cúbito y la columna lumbar en mayor medida que las personas que recibieron manzana deshidratada”.

Beneficios del resveratrol

Los autores de un estudio sobre el efecto del resveratrol en los huesos de las ratas publicado en el International Journal of Biomedical Science también encontraron que los suplementos de resveratrol benefician la salud ósea.

Al señalar que la terapia de reemplazo hormonal (TRH) estaba relacionada con un “mayor riesgo de cáncer de mama y útero”, los investigadores escribieron que las mujeres a menudo buscan alternativas alimenticias para prevenir enfermedades, incluyendo los alimentos que contienen resveratrol, como las uvas, el cacahuate y el vino.

Al igual que en el estudio anterior, se les removieron los ovarios a las ratas y perdieron densidad ósea, tal como sucede con las mujeres en la menopausia. Después del tratamiento con resveratrol, los tres grupos de ratas tuvieron mediciones de densidad mineral ósea similares al de las ratas de control que no se les extirpó los ovarios.

Además, según los investigadores, la densidad ósea de las ratas con la extirpación de los ovarios fue superior a las de las ratas que recibieron reemplazo de estrógenos después del tratamiento de resveratrol. Además, la densidad de la región lumbar era casi idéntica que la del grupo de control.

Los beneficios para la salud ósea del resveratrol podrían desarrollarse a través de dos mecanismos diferentes, explicaron los investigadores: la promoción de los osteoblastos, que crean el hueso, y la inhibición de los osteoclastos, que causan la reabsorción ósea.

“El trans-resveratrol podría promover la formación ósea al mejorar la actividad de los osteoblastos y estimular la proliferación y diferenciación de los osteoblastos. Asimismo, los estudios informaron efectos inhibidores significativos del trans-resveratrol en la expresión o producción de citoquinas que mejoran las actividades de los osteoblastos y reducen la reabsorción ósea”.

Los autores de un estudio publicado en Molecular Medicine Reports sobre la importancia del resveratrol en la enfermedad periodontal también identificaron acciones antiinflamatorias relacionadas con las citoquinas.

“El presente estudio es el primero en demostrar que el resveratrol mejora la osteogénesis de las hPDLSC [células madre del ligamento periodontal humano] y también ejerce efectos antiinflamatorios al activar esta vía. En última instancia, el resveratrol disminuye la secreción de citocinas inflamatorias mediada por TNF-α.

Por lo tanto, el resveratrol puede ser un buen candidato para un agente antiinflamatorio que puede inducir la curación ósea en respuesta a un microambiente inflamatorio”.

Una alternativa segura para las mujeres con menopausia

Como mencioné anteriormente, el uso de la TRH para tratar la menopausia estuvo bien establecido Data Safety and Monitoring Board for the Women’s Health Initiative Clinical Trials en 2002 indicó que “no proporcionó un beneficio medido por” un “índice global de enfermedad coronaria, cáncer de mama invasivo, derrame cerebral, embolia pulmonar, cáncer de endometrio, cáncer colorrectal, fractura de cadera y muerte por otras causas”.

Sin embargo, otros investigadores han argumentado que la TRH fue eficaz para prevenir la pérdida ósea y las fracturas relacionadas. Debido a que el TRH estaba perdiendo la atención de millones de mujeres, las farmacéuticas lanzaron los medicamentos conocidos como bisfosfonatos para mantener el interés. Por desgracia, estos medicamentos, que incluyen las marcas de Fosamax y Boniva, tienen efectos secundarios, algunos de los cuales pueden ser bastante desagradables (consulte el gráfico a continuación).

En primer lugar, la percepción de los medicamentos está equivocada. En lugar de tratar la causa de la osteoporosis, los bifosfonatos solo detienen la pérdida de calcio en los huesos al eliminar los osteoclastos, lo que a su vez evita o detiene el deterioro de la densidad ósea.

A medida que se utilizan cada vez más los medicamentos, hay informes de mujeres que sufren fracturas graves en los huesos del muslo, una situación que es inusual. Los huesos, que no habían sido curados, “se partieron como una rama”, según los informes, incluso durante las actividades cotidianas normales. Normalmente, el fémur es uno de los huesos más fuertes del cuerpo.

Otro efecto secundario grave es la osteonecrosis de mandíbula, que puede causar fractura, dolor e infecciones. Las fracturas, son uno de los muchos efectos secundarios de esta clase de medicamentos que supuestamente deberían ser preventivos. Otros efectos secundarios incluyen los siguientes:

Inflamación ocular grave, uveítisProblemas gastrointestinales, flatulencia, diarrea, náuseas
Dolores muscularesPérdida de cabello
Cáncer de esófagoDolor e inflamación articular
Reflujo ácido y esofagitisReacciones cutáneas
Hipocalcemia (niveles de calcio demasiado bajos)

Estos peligrosos medicamentos óseos no se limitan a los bifosfonatos. Las farmacéuticas también comercializan un medicamento para tratar la osteoporosis posmenopáusica conocida como Prolia.

Al igual que muchos de los medicamentos que se inyectan y son especializados, Prolia es un medicamento “biológico”, lo que significa que contiene proteínas humanas genéticamente modificadas en lugar de químicos sintéticos. Algunos productos biológicos, como el popular Enbrel, contienen células de ovario de hámster genéticamente modificadas.

Dado que Prolia funciona de la misma manera que los bifosfonatos, al no permitir la recuperación del hueso, no sorprende que sus efectos secundarios sean similares. También inhibe el sistema inmunológico, lo que puede causar infecciones. Las advertencias sobre Prolia incluyen las siguientes:

Reacciones alérgicas gravesMenores niveles de calcio en la sangre
Daños en la mandíbulaFracturas inusuales en el hueso del muslo
Mayor número de fracturas, incluso en la columna vertebralMenor capacidad para combatir infecciones
Dermatitis, erupción cutánea y eccemaDolor de huesos, articulaciones o músculos

En los Estados Unidos, la aprobación de los medicamentos, la publicidad y los precios tan elevados revelan la relación entre las farmacéuticas y la FDA.

El resveratrol podría mejorar la salud ósea en personas con obesidad

Encontrar una alternativa alimenticia que pueda mantener la resistencia ósea y prevenir fracturas sin recurrir a medicamentos peligrosos y costosos es una buena noticia para las mujeres mayores. Pero también es una buena noticia para los hombres que padecen obesidad. La investigación publicada en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism señala que las personas con obesidad y síndrome metabólico tienen riesgo de osteoporosis.

“La obesidad y el síndrome metabólico (SME) son los principales problemas de salud a nivel mundial, y debido a varias comorbilidades graves, los costos de atención médica son elevados. El SME está relacionado con la inflamación de bajo grado, mientras que la inflamación es una causa importante de pérdida ósea local y sistémica, causada por la reabsorción ósea excesiva y la mala formación ósea”.

Los autores realizaron un estudio aleatorizado y controlado con placebo de los efectos del resveratrol (RSV) en los huesos y encontraron lo siguiente:

“El marcador de formación ósea BAP aumentó hasta un 16 % después de 4 semanas en el grupo de dosis alta de VSR en comparación con el placebo y se mantuvo elevado durante todo el estudio, lo cual es impresionante si consideramos el corto período de intervención de 16 semanas, la edad y el fenotipo de las personas de prueba. Consideramos que un aumento del 2.6 % durante un período más corto en una población de hombres con obesidad y sin osteoporosis hace que valga la pena investigar más el potencial antiosteoporótico del VSR”.

El resveratrol podría mejorar la osteoporosis relacionada con el alcohol

Las personas que consumen alcohol en exceso son otro grupo que podría sufrir de osteoporosis además de las mujeres posmenopáusicas y las personas que padecen obesidad y síndrome metabólico. Según una investigación publicada en el Iranian Journal of Basic Medical Sciences:

“Un factor importante para la osteoporosis inducida por el alcohol es la generación excesiva de radicales libres, que a su vez causa estrés oxidativo. Estas reacciones conducen a la formación de especies reactivas de oxígeno. [También puede] causar a un aumento en la producción de citoquinas, lo que podría inducir daños en muchos órganos, incluyendo los huesos”.

Otra manera en la que el consumo excesivo de alcohol puede degradar la calidad ósea es al disminuir la producción de testosterona en los hombres y los niveles de estrógeno en las mujeres, mientras aumenta los niveles de cortisol, lo que puede reducir la densidad ósea. Sin importar el mecanismo de pérdida ósea, los investigadores encontraron lo siguiente en ratas mayores y con niveles elevados de alcohol:

“Estos hallazgos demuestran que el resveratrol aumenta la microestructura ósea y las propiedades mecánicas óseas en ratas mayores, lo que sugiere que el resveratrol podría usarse como terapia para combatir el envejecimiento para resistir la pérdida ósea inducida por la edad”.

Un nuevo beneficio para un compuesto valioso

El resveratrol se ha relacionado con muchos beneficios. Suprime la inflamación cerebral, mejora el flujo sanguíneo cerebral y protege contra la depresión. Puede inhibir la acumulación de placa, disminuir la fatiga y tiene propiedades antioxidantes y antimicrobianas. Los beneficios para la salud ósea le añaden otra perspectiva a este maravilloso compuesto.

La deficiencia de vitamina E está fuera de control

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 22 de julio del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • La vitamina E es una importante vitamina soluble en grasa y un antioxidante que ayuda a combatir la inflamación y a fabricar glóbulos rojos. También ayuda al cuerpo a aprovechar la vitamina K, la cual es importante para la salud cardíaca
  • 6 mil millones de personas alrededor del mundo tienen deficiencia de vitamina E, lo cual les provoca un aumento en el riesgo de disfunción inmunológica, deterioro cognitivo y enfermedad cardiovascular
  • Entre el 75 % y el 90 % de las personas en los Estados Unidos tiene deficiencia de vitamina E
  • Para lograr un nivel saludable de 30 μmol/L, usted necesita tomar una dosis diaria de por lo menos 50 IU de vitamina E. El consumo diario recomendado para las personas de más de 14 años es de 15mg de vitamina E
  • Al tomar suplementos, asegúrese de que estén fabricados con vitamina E natural (no sintética) y que tengan un equilibrio de los ocho compuestos de vitamina E. Incluimos criterios adicionales para reconocer los suplementos de vitamina E de alta calidad’

La vitamina E es una importante vitamina soluble en grasa y un antioxidante que ayuda a combatir los radicales libres dañinos. También ayuda al cuerpo a fabricar glóbulos rojos y a aprovechar la vitamina K, la cual es importante para la salud cardíaca.

Desafortunadamente, se estima que alrededor de 6 billones de personas alrededor del mundo tienen deficiencias de este micronutriente básico; en los Estados Unidos, entre el 75 % y el 90% de las personas no logran alcanzar la cantidad diaria recomendada (RDA) de vitamina E.

La RDA para las personas de más de 14 años son 15 miligramos (mg) de vitamina E al día, pero la mayoría de las personas en los Estados Unidos solo obtienen la mitad de dicha cantidad.

La insuficiencia de vitamina E puede aumentar el riesgo de padecer una gran variedad de enfermedades, como la disfunción inmunológica, deterioración cognitiva y enfermedad cardiovascular. Los niveles adecuados de vitamina E, como micronutriente esencial, son especialmente cruciales para los más pequeños, las personas mayores y las mujeres que están o podrían estar embarazadas.

La deficiencia de esta vitamina sucede con una frecuencia alarmante, y los efectos de esto son menos obvios a corto plazo, pues afectan todo desde la fertilidad al Alzheimer.

¿Qué tanta vitamina E necesita para tener una salud óptima?

De acuerdo con una revisión, apenas un 21% de las personas que se estudiaron tenían un nivel protector de tocoferol alfa sérico (vitamina E), el cual los estudios han relacionado a 30 micromoles por litro (μmol/L).

Este parece ser el umbral por el cual se obtienen los “efectos definibles en la salud humana en múltiples áreas”. Los estudios en humanos también han encontrado que para poder lograr un nivel de 30μmol/L, necesita un consumo diario de al menos 50 unidades internacionales (IUs) de vitamina E.

No es de sorprender que la principal razón para el esparcimiento de tal deficiencia es el hecho de que la mayoría de las personas consumen principalmente alimentos procesados, los cuales no solamente tienden a ser deficientes en vitamina E sino también en muchos otros antioxidantes y micronutrientes importantes, como las grasas saludables.

La vitamina E es soluble en grasa, y si usted lleva una alimentación baja en grasas podría simplemente tener muy poca grasa como para absorber adecuadamente la vitamina E presente en los alimentos o suplementos que consume.

De hecho, los estudios muestran que su cuerpo solamente podrá absorber alrededor del 10% de la vitamina E de un suplemento cuando lo ingiere sin la presencia de grasa. Este es otro efecto secundario de la recomendación errónea de llevar una alimentación baja en grasas.

Signos, síntomas y efectos en la salud que provocan deficiencia de vitamina E

Los signos y síntomas de una deficiencia grave de vitamina E son:

Debilidad muscular y pasos inestablesPérdida de masa muscularArritmias
Problemas de visión, como restricción del campo visual; movimientos anormales de los ojos; cegueraDemenciaProblemas hepáticos y renales

Como se mencionó, la vitamina E es importante durante la vida, pero su deficiencia durante el embarazo puede ser especialmente problemática. Mundialmente, alrededor de 13% de personas tienen niveles de vitamina E más debajo del umbral de “deficiencia funcional” de 12μmol/L, y la mayoría de estos son recién nacidos y niños pequeños.

Los bebés con deficiencia de vitamina E tienen un mayor riesgo de padecer problemas inmunológicos y de visión. Tener deficiencia de vitamina E durante el embarazo también aumenta el riesgo de aborto involuntario.

Los estudios también han encontrado que los niveles bajos de vitamina E tienden a estar relacionados con un riesgo más alto de padecer cáncer y enfermedades cardíacas

Vale la pena señalar que aunque algunos estudios han encontrado que los suplementos de vitamina E en realidad podrían aumentar el riesgo de padecer cáncer y que no tienen ningún efecto benéfico en la salud cardíaca, dichos estudios parecen demostrar la diferencia entre la vitamina E sintética y la vitamina E natural, lo cual analizaré en un momento.

La vitamina E sintética es derivada de los petroquímicos y es conocida por sus efectos tóxicos; aun así, el tocoferol alfa sintético es el tipo más común que se utiliza en las investigaciones de los efectos en la salud por la vitamina E. Por ende, no es de sorprender que los suplementos sintéticos de vitamina E no logran proporcionar ciertos beneficios para la salud, e incrementan potencialmente ciertos riesgos.Publicidad


El síndrome metabólico aumenta el riesgo de deficiencia de vitamina E

Las personas obesas que padecen de síndrome metabólico están en mayor riesgo de tener deficiencias de vitamina E, en parte debido a que para empezar necesitan más vitamina E (debido al mayor estrés oxidativo), y en parte debido a que su trastorno altera el uso que el cuerpo tiene de dicha vitamina.

El síndrome metabólico se trata de un conjunto de síntomas que incluyen el exceso de grasa abdominal, hipertensión, colesterol HDL bajo, alto contenido de azúcar y triglicéridos elevados. Como lo señaló MaretTraber, Ph. D., quien es la directora del Linus Pauling Institute:

“La vitamina E se relaciona con los lípidos, o las grasas que se encuentran en la sangre, pero es principalmente sólo un micronutriente que viaja por el torrente… Los tejidos de las personas con obesidad rechazan el consumo de estos lípidos debido a que ya cuentan con grasa suficiente…en el proceso también rechazan la vitamina E que viene relacionada.”

Tomar vitamina E con algo de grasa saludable, como el aceite de coco o de aguacate puede ayudar a aumentar la biodisponibilidad de la vitamina E.

La vitamina E natural versus la sintética

La vitamina E incluye un total de compuestos diferentes, y al tener un equilibrio de los ocho ayuda a optimizar sus funciones antioxidantes. Estos compuestos se dividen en los siguientes dos grupos de moléculas:

•Tocoferoles

◦Alfa

◦Beta

◦Gama

◦Delta

•Tocotrienoles

◦Alfa

◦Beta

◦Gama

◦Delta

Los tocoferoles son considerados la vitamina E “verdadera”, y muchos aseguran que es la única que cuenta con beneficios para la salud. Parte del problema se debe a que los tocotrienoles simplemente no han recibido mucha atención científica. Los estudios que analizan a los tocotrienoles representan apenas el 1% del total de la literatura de la vitamina E.

A pesar de eso, los estudios sugieren que los tocotrienoles podrían ayudar a respaldar los niveles normales de colesterol, proteger contra el daño de radicales libres y de los efectos normales del envejecimiento, y en combinación con los tocoferoles parece que promueven la salud del cerebro.

En mi punto de vista, es seguro asumir que se beneficiaría del balance de todos ellos y no de uno solo. Los alimentos son la fuente ideal de vitamina E, ya que los ocho compuestos de dicha vitamina están disponibles en la naturaleza.

Los suplementos sintéticos de vitamina E generalmente incluyen solo uno de los ocho, el tocoferol alfa. Un suplemento no le dirá en realidad si es sintético, pero usted generalmente puede darse cuenta si lee cuidadosamente la etiqueta.

  • El tocoferol alfa sintético generalmente está escrito con un “dl” (por ejemplo, dl tocoferol alfa)
  • El que no es sintético o proviene de la naturaleza generalmente está escrito con una “d” (dl tocoferol alfa)

Los suplementos de vitamina E que hay que evitar

Yo recomiendo evitar los suplementos sintéticos de vitamina E ya que se ha demostrado que tienen efectos tóxicos en cantidades altas y/o a largo plazo. Así que, si opta por un suplemento, asegúrese de consumir un suplemento de vitamina E natural bien equilibrado, no uno sintético.

Otro problema grande que tienen la mayoría de los suplementos es que, si toma altas cantidades de tocoferol alfa aislado, podría potencialmente agotar los otros tocoferoles y tocotrienoles de su cuerpo.

Esto es cierto sin importar si toma uno natural o uno sintético, así que recomiendo que busque uno que el tocoferol alfa no sea la única forma de vitamina E. Muchos suplementos de vitamina E también pueden contener otros ingredientes dañinos, como la soya, la cual contiene una variedad de compuestos problemáticos, como:

  • Bociógenos que pueden bloquear la síntesis de la hormona tiroidea e interferir con la metabolización del yodo
  • Isoflavones que se asemejan al estrógeno humano y podrían alterar la función endócrina
  • Ácido fítico, el cual se adhiere a los iones metálicos y evita la absorción de ciertos minerales benéficos, como el calcio, magnesio, hierro y zinc

Por estas razones, en general recomiendo evitar los alimentos y suplementos que contengan soya sin fermentar y especialmente si contienen aceite de soya. La mayoría de la soya que se cultiva en los Estados Unidos tiene la desventaja adicional de ser transgénica (OGM), lo cual significa que podría estar contaminada fuertemente con el herbicida tóxico ‘Roundup’.

Alimentos ricos en vitamina E

Es mejor tomar suplementos como algo adicional y no en lugar de tener una alimentación saludable, y solamente si en verdad los necesita. Una manera de evaluar si necesita vitamina E u otro suplemento es utilizar un evaluador de nutrientes, como el Cronometer.com/Mercola, el cual es el más preciso en el mercado debido a su capacidad para eliminar los datos imprecisos que provienen de la multitud.

Se puede obtener fácilmente la vitamina E a través de una alimentación saludable, así que antes de considerar tomar un suplemento, recomiendo ampliamente añadir más alimentos ricos en vitamina E a su alimentación. Las tres categorías generales de alimentos que contienen cantidades altas de vitamina E son:

  • Las verduras verdes (espinacas, acelga, lechugas, etc.)
  • Los alimentos altos en grasas como las nueces, semillas y mariscos/pescados grasosos, como los camarones y sardinas
  • Las plantas ricas en aceites/grasas como las olivas y los aguacates

Es mejor comer crudos la mayoría de estos alimentos, ya que cocinarlos destruirá algunos de sus nutrientes naturales. Por supuesto que existen excepciones obvias. Por ejemplo, no coma camarón crudo. Ejemplos más específicos de alimentos ricos en vitamina E son:

AlimentoPorciónVitamina E (mg)
Aceite de germen de trigo1 cucharada20.3 mg
Semillas de girasol1 onza7.4 mg
Almendras1 onza6.8 mg
Aceite de girasol1 cucharada5.6 mg
Avellanas1 onza4.3 mg
Aguacate (en rebanadas)½ de un aguacate entero2.0 mg
Brócoli (hervido/a vapor)½ taza1.2 mg
Mango (en rebanadas)½ taza0.7 mg
Espinacas (crudas)1 taza0.6 mg

Cómo identificar un suplemento de vitamina E de alta calidad

Si decide tomar un suplemento, asegúrese que sea un suplemento de alta calidad hecho con ingredientes completamente naturales. Aquí hay una variedad de criterios a considerar para cuando haga su elección:

Hecho con vitamina E natural. Las versiones sintéticas se identifican generalmente por la “dl al principio (dl tocoferol alfa), mientras que las que no son sintéticas utilizan una “d” (d tocoferol alfa).

Libre de soya o derivados del aceite de soya. Debido a los riesgos potenciales (mencionados anteriormente), evite los suplementos de vitamina E que contengan cualquier tipo de soya.

Libre de ingredientes transgénicos (OGM). Esto puede ser casi un desafío ya que los fabricantes no están obligados a indicar datos específicos de ingredientes transgénicos.

Sin embargo, dado que la vitamina E se obtiene de varias plantas naturales y muchas de esas plantas son ahora transgénicas, (especialmente cuando se cultivan en los Estados Unidos), recomiendo evitar los suplementos que estén hechos de elote, frijol de soya y semillas de algodón.

Tenga un balance de los cuatro tocoferoles. Si se trata de una forma sintética de vitamina E, es muy probable que no contenga cualquiera de los otros tocoferoles (beta, gama y delta). Yo creo que estos son importantes para su salud general y deberían estar incluidos.

Tenga un balance de los cuatro nutrientes tocotrienoles. Es raro encontrar estos compuestos importantes escritos en las etiquetas de las vitaminas E y la razón para ello es debido a que las fórmulas sintéticas no contienen tocotrienoles. Desde mi punto de vista, son una parte importante de una fórmula bien equilibrada.

¿Los aceites de semillas podrían estar detrás la mayoría de las enfermedades de este siglo?

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 18 de julio del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • El oftalmólogo, Dr. Chris Knobbe, indica que la mayoría de las enfermedades crónicas —como las enfermedades cardíacas, cáncer, presión arterial alta, derrame cerebral, diabetes, obesidad, síndrome metabólico, enfermedad de Alzheimer y degeneración macular— podrían tener cierta relación con el consumo de aceites de semillas procesadas
  • Knobbe indica que el alto consumo de aceite de semillas rico en omega-6 en la alimentación es tan peligroso que se considera “el experimento humano a nivel mundial… sin consentimiento informado”
  • Los ácidos grasos poliinsaturados —también llamados PUFA— que se encuentran presentes en los aceites vegetales, aceites comestibles, aceites de semillas, grasas trans y aceites provenientes de plantas, existen gracias a la “tecnología del molino de rodillos”, que reemplazó la tecnología del molino de piedra y eliminó su carga de nutrientes
  • En la actualidad, muchas personas consumen 80 gramos de PUFA al día, lo que equivale a 720 calorías y un tercio de su consumo calórico
  • Los resultados de los estudios realizados en grupos tribales y animales han demostrado los efectos nocivos de los PUFA

¿Qué tienen en común las enfermedades cardíacas, cáncer, hipertensión arterial, derrames cerebrales, diabetes, obesidad, síndrome metabólico, enfermedad de Alzheimer, degeneración macular y otros padecimientos crónicos? En las últimas décadas, las cifras de estas enfermedades han aumentado de forma impactante. Y todas están relacionadas al consumo de aceites de semillas.

En un discurso reciente en el Sheraton Denver Downtown Hotel, titulado como “Diseases of Civilization: Are Seed Oil Excesses the Unifying Mechanism?”, el Dr. Chris Knobbe reveló evidencia sorprendente de que los aceites de semillas, que son tan frecuentes en la alimentación actual, podrían ser los responsables de la mayoría de los casos de enfermedades crónicas de la sociedad moderna.

Knobbe, es oftalmólogo y fundador de la fundación sin fines de lucro Cure AMD, dedicada a prevenir la pérdida de la vista por degeneración macular relacionada con la edad (AMD, por sus siglas en inglés). Es profesor clínico asociado y emérito del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas.

Su investigación indica que el alto consumo de aceite de semillas ricos en omega-6 en la alimentación diaria es el principal promotor y unificador de las enfermedades degenerativas crónicas de la civilización moderna. Dice que haber inundado la alimentación occidental con demasiados aceites de semillas dañino es “un experimento humano a nivel mundial… sin consentimiento informado”.

El video está disponible solo en inglés

El auge de los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA)

Las grasas trans y ácidos grasos poliinsaturados, también llamados PUFA, presentes en los aceites vegetales, aceites comestibles, aceites de semillas y aceites provenientes de plantas, son una invención muy reciente e incluyen a las semillas de algodón, colza, girasol, cártamo, salvado de arroz, soya, maíz y otros aceites populares.

Los PUFA existen gracias a la “tecnología del molino de rodillos”, que alrededor de 1880, reemplazó la tecnología del molino de piedra, utilizada para moler el trigo y convertirlo en harina.

La tecnología del molino de rodillos facilitó la eliminación del salvado y germen de un grano por completo, al dejar solo el endospermo, un producto refinado sin nutrientes. En un reporte que Knobbe escribió en el sitio web de la Fundación Cure AMD dice:

El primero de estos [PUFA] fue el aceite de semilla de algodón. Después se creó la hidrogenación e hidrogenación parcial del aceite de semilla de algodón, lo que desarrolló la primera grasa trans creada de forma artificial.

Este último fue introducido por Proctor & Gamble en 1911 bajo el nombre ‘Crisco’, que se comercializó como ‘la alternativa más saludable a la manteca de cerdo… y más económica que la mantequilla'”.

Crisco, el antecesor de los PUFA producidos comercialmente o grasas trans, aún genera grandes ventas. De acuerdo con Knobbe, el plan de los productores de aceite vegetal era vender menor cantidad y, por lo tanto, reemplazar las grasas animales, que tenían un precio más alto. Y su plan fue exitoso.

Los PUFA se hicieron tan populares que hoy en día representan el 63 % de la alimentación en los Estados Unidos, están incluidos en las recomendaciones alimenticias del USDA, así como en 600 000 alimentos procesados que se venden actualmente en los Estados Unidos. En 1909, los habitantes de los Estados Unidos consumían 2 gramos de aceite vegetal al día, indica Knobbe, y para el 2010 consumían 80 gramos de aceite vegetal al día.

Hay diversos motivos por los que los PUFA son perjudiciales, señala Knobbe. A diferencia de las grasas de origen animal, los PUFA son deficientes en nutrientes, ya que carecen de las vitaminas A, D y K. Pueden contribuir a la mayoría de las enfermedades crónicas relacionadas con la civilización moderna. Asimismo, los PUFA pueden contribuir a la epidemia de obesidad.

Los 80 gramos de PUFA al día que los habitantes de los Estados Unidos consumen actualmente ascienden a 720 calorías, señala Knobbe, lo que significa que un tercio de las calorías de la mayoría de las personas “se producen en las fábricas”.Publicidad


Los PUFA elevan las cifras de enfermedades crónicas

Muchas personas saben muy bien de que la diabetes, obesidad, cáncer, enfermedades cardíacas, síndrome metabólico y otros padecimientos fueron menos comunes en la primera parte del siglo XX, que en la época actual. Pero, el aumento en las cifras de estos padecimientos es más dramático de lo que muchos consideran. Según Knobbe:

  • En 1900, el 12.5 % de la población de los Estados Unidos falleció por enfermedades relacionadas con padecimientos cardiacos; para 2010, esa cifra era del 32 %
  • En 1811, 1 de cada 118 personas murió de cáncer; y en 2010, 1 de cada 3 murió de cáncer
  • En 80 años, la incidencia de diabetes tipo 2 aumentó 25 veces
  • En el siglo XIX, el 1.2 % de las personas en los Estados Unidos padecía obesidad; en 2015, el 39.8 % padecía obesidad
  • En 1930, no hubo más de 50 casos de degeneración macular; en 2020, había 196 millones de casos

Entonces, ¿estas cifras elevadas de padecimientos crónicos están correlacionados con un mayor consumo de PUFA? Por supuesto que sí, dijo Knobbe en su conferencia. Y proporciona la siguiente explicación:

“Estos trastornos, desde las enfermedades cardíacas hasta la aterosclerosis, diabetes tipo 2, degeneración macular y cáncer, todos comparten una característica. Todos ellos tienen una mala función mitocondrial… Y es lo primero que sucede cuando falla la cadena de transporte de electrones… comienza a enviar especies reactivas de oxígeno, que son los radicales hidroxilo y superóxido…

Estos radicales libres crean mutaciones del ADN mitocondrial nuclear… lo que puede contribuir a la insuficiencia cardíaca… degeneración macular, enfermedad de Parkinson y Alzheimer… y luego, a una catastrófica reacción en cadena de peroxidación lipídica [que] puede originar aldehídos tóxicos”.

Knobbe indica que la causa de las reacciones bioquímicas dañinas producidas por los aceites de semillas se debe al ácido linoleico, que es una grasa omega-6 con 18 carbonos. El ácido linoleico es el principal ácido graso presente en los PUFA y representa alrededor del 80 % de los aceites vegetales totales. Debe haber una proporción equilibrada entre las grasas omega-6 y grasas omega-3 para que no produzcan daño.

“Cuando la mayor parte de este ácido linoleico se oxida, puede generar hidroperóxidos lipídicos y, posteriormente, estos rápidamente se convierten en metabolitos de ácido linoleico oxidado”, señala Knobbe.

Y los metabolitos del ácido linoleico oxidado son una tormenta perfecta, ya que son citotóxicos, genotóxicos, mutagénicos, cancerígenos, aterogénicos y trombogénicos, indica Knobbe. En particular, la aterosclerosis y actividad trombogénica son preocupantes, porque pueden producir coágulos y derrames cerebrales.

Los PUFA pueden crear resistencia a la insulina

Dado a que la alimentación de los Estados Unidos ha dependido de los PUFA, se ha producido una epidemia de diabetes, resistencia a la insulina y síndrome metabólico. Hoy en día, se estima que casi el 70 % de los habitantes en los Estados Unidos sufre de exceso de peso u obesidad y un gran número de ellos no cuenta con un metabolismo saludable.

Esta situación puede poner en riesgo a las personas de padecer diabetes tipo 2, así como muchas enfermedades crónicas relacionadas con la resistencia a la insulina, desde el cáncer hasta la enfermedad de Alzheimer. En su conferencia, Knobbe explica cómo se desarrollan estos padecimientos:

“Cuando consume cantidades excesivas de omega-6… se combina con especies reactivas de oxígeno, como los radicales hidroxilo… así que comienza una catastrófica reacción en cadena de peroxidación lipídica: estas grasas poliinsaturadas se acumulan [en] sus células, membranas, mitocondrias y provocan una reacción de peroxidación”.

Debido a que hay tantas especies reactivas de oxígeno que pueden promover el desarrollo de una resistencia a la insulina a nivel celular y producción de microgotas lipídicas en el hígado, Knobbe explica:

“… eso puede crear un proceso lipídico catastrófico o retroalimentar la peroxidación lipídica… así que ahora las persona ya no queman grasa como combustible, por lo que aumentarán de peso y se enfermarán por algo llamado dependencia a los carbohidratos, la glucólisis seguirá funcionando, pero… comenzará a almacenar grasa, lo que finalmente podría promover la obesidad”.

En un podcast, el Dr. Paul Saladino, quien es un periodista del ámbito médico, dice que el ácido linoleico es responsable de este proceso dañino.

El ácido linoleico puede “interrumpir la sensibilidad a la insulina en las células grasas”, las vuelve más sensibles a la insulina y, dado que las células grasas pueden controlar la sensibilidad a la insulina del resto del cuerpo al liberar ácidos grasos libres, podría generarse una resistencia a la insulina.

Estudios en ratas y pueblos tribales han confirmado los efectos de los PUFA

Los estudios en animales han demostrado de forma drástica los efectos nocivos que pueden provocar los PUFA. Knobbe cita un estudio en el que, dos grupos de ratas recibieron una alimentación similar, excepto que un grupo recibió 5 % de aceite de semilla de algodón y el otro recibió 1.5 % de grasa láctea. Los resultados del estudio indicaron:

“… las ratas que recibieron el aceite de semilla de algodón solo desarrollaron el 70 % de su tamaño normal y vivieron 555 días en promedio; fueron pequeñas ratas enfermizas, débiles y frágiles.

Las ratas que recibieron grasas lácteas fueron saludables; pudieron crecer hasta el tamaño normal y vivir 1020 días, por lo que crecieron casi el doble del tamaño [que las ratas alimentadas con aceite de semillas de algodón], vivieron el doble de tiempo y fueron infinitamente más saludables”.

Si bien, se sugiere que la Asociación Americana del Corazón y otros grupos médicos podrían descartar tales estudios, al denominarlos como potencialmente paradójicos, también hay ejemplos de los efectos positivos de las grasas saturadas y de origen animal en la salud humana, señala Knobbe.

Por ejemplo, las personas de Tokelau que viven en islas en el Pacífico Sur, entre Hawái y Australia, llevan una alimentación casi exclusivamente a base de coco, pescado, tubérculos amiláceos y frutas. Entre el 54 % y 62 % de sus calorías provienen del aceite de coco, que contiene grasas saturadas, señala Knobbe.

Sin embargo, un estudio sobre la población masculina de Tokelau entre los 40 y 69 años descubrió que no presentaban ataques cardíacos, obesidad ni diabetes. Eran “increíblemente saludables”, explica Knobbe.

Ya sea que hablemos de estudios realizados en animales o personas que no viven en países occidentales, al menos el 80 % de la obesidad y enfermedades crónicas en los países occidentales provienen de alimentos procesados, concluye Knobbe. “Esta es la causa de los aceites vegetales y grasas trans… casi todos los restaurantes de comida rápida cocinan con aceite de soya y de canola”.

Otros expertos concuerdan con Knobbe

En un boletín anterior que comenta sobre el podcast de Saldino citado previamente, expuse cómo Saladino y la periodista Nina Teicholz denunciaban la popularidad y ubicuidad de los PUFA en el sistema alimenticio moderno y consideran los beneficios saludables de las grasas saturadas.

En el podcast, Saladino y Teicholz analizaron la historia del desprestigio de de las grasas saturadas y el colesterol, que según dicen, comenzó con una hipótesis defectuosa en 1960 a 1961 que indica que las grasas saturadas pueden causar enfermedades cardíacas.

La hipótesis fue respaldada por las primeras directrices alimenticias para los habitantes de los Estados Unidos, promulgadas en los años 80s, las cuales recomendaban limitar el consumo de grasas saturadas y colesterol, mientras exoneraban a los carbohidratos hechos con PUFA.

No debería sorprendernos que la hipótesis y directrices alimenticias estuvieran relacionadas con un rápido aumento de las cifras de obesidad y enfermedades crónicas, como las enfermedades cardiacas.

En el podcast, Saladino y Teicholz debaten la razón por la que se ha permitido la persistencia de este mito, a pesar de que existe una evidencia científica que lo contradice.

Si se reconociera que las grasas animales saturadas son saludables y se expusiera que los aceites vegetales industriales y granos no son saludables, bajarían las ganancias de las principales industrias de alimentos procesados y comida rápida, que dependen de los aceites y granos de origen vegetal.

Asimismo, esto afectaría las ventas de las estatinas y otros productos de la industria farmacológica. La gran industria farmacéutica y alimentaria tienen motivos financieros para mantener ocultos los beneficios de los alimentos reales.

Al igual que Knobbe, los expertos están convencidos de que, el aumento masivo en el consumo de ácido linoleico por la ubicuidad en los aceites vegetales industriales y alimentos procesados, es un promotor metabólico de la obesidad, enfermedades cardíacas, cáncer y otras enfermedades crónicas.

De igual manera, destacan que es incorrecta la creencia de que el alto contenido de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), denominadas como colesterol “malo”, es un factor de riesgo de enfermedades cardíacas y que al reducir sus niveles de LDL podría disminuir el riesgo de un ataque cardíaco. Dicen que la ciencia aun no lo ha confirmado. La razón de ello es porque no todas las partículas de LDL son iguales.

Saladino explica que al disminuir el consumo de carne roja y grasas saturadas y consumir mayor cantidad de aceite vegetal, podría disminuir la cantidad de LDL, pero que estos no se oxidarán. Cuando los LDL se oxidan pueden desencadenar la resistencia a la insulina y otros problemas relacionados, incluyendo las enfermedades cardíacas, algo que las pruebas de LDL no detectan.

Por otro lado, al consumir grasas saturadas puede aumentar la cantidad de LDL, pero esas partículas serán grandes, esponjosas y no causarán daño arterial, señala Saladino.

La conclusión del Dr. Knobbe y el Dr. Saladino es que los aceites de semillas podrían ser los responsables de la gran mayoría de las enfermedades actuales, y que, para estar saludables, lo más recomendable seria evitarlos.