Lucha por la Alimentación: Reformando la Granja

Así que, ¿qué pasaría si la agricultura fuera un poco menos intensiva y tuviera un poco más de biodiversidad, que los polinizadores pudieran tener bastante para comer por otras 50 semanas del año cuando los almendros no están floreciendo?

Las granjas dependen de los servicios de ecosistemas, y si las intensificas tanto, los servicios del ecosistema fallan. Así que pienso que el reto es cultivar en lo silvestre, en vez de cosechar lo silvestre. Las granjas altamente diversas son lugares donde hay mucha vida silvestre, y eso también provee corredores de un área salvaje a otra.

Es posible combinar un hábitat excelente con muy buena agricultura. Tenemos la idea fija en nuestras cabezas de que deber ser naturaleza o cultura. La idea de que podrías mezclarlas en cualquier forma hermosa o productiva es un anatema en mucho del pensamiento estadounidense, especialmente entre ambientalistas. Esto tiene sentido, dado que las raíces del movimiento son en defensa de la vida silvestre.

Para atacar realmente al cambio climático, ¿nos debemos convertir todos en vegetarianos?

Necesitamos muchos más vegetarianos de los que tenemos. No hay duda de que la cantidad de carne que estamos comiendo – nueve onzas por persona, por día en este país en promedio – es una de las partes más significativas de la huella climática. Y necesitamos reducirla porque el resto del mundo quiere comer carne de la misma forma que nosotros. Así que la primera cosa es reducir tu consumo de carne, aún si no lo eliminas. Creo que eso es más importante que nada más de lo que podrías hacer.

¿Qué pasa con el valor de identificar y explotar otras fuentes de proteína? Insectos, por ejemplo.

Bueno, hay muchos y muy buenos argumentos de que deberíamos comer más insectos – porque es una forma relativamente sustentable de proteína.

Pero existe un gran tabú contra comer insectos en este país. ¿Lo podemos superar? Se necesitará un mercadeo muy bueno. Lo superamos en el caso de la langosta, lo cual era muy parecido a comer insectos en el siglo 19. Existían leyes donde sólo tenías permitido alimentar con langostas a los prisioneros dos veces por semana. Cualquier otra cosa era cruel e inusual porque era un alimento tan tabú. Y por supuesto, superamos el tabú de comer pez fresco, el cual ahora comemos felizmente. Así que es posible. Aunque sólo espera hasta que tengamos criaderos para grillos. Encontrarán una forma de producirlos tan eficientemente que habrá externalidades que no te van a gustar.

¿Últimos pensamientos?

Hemos visto el rápido crecimiento de este sistema alimenticio alternativo – tanto local y orgánico – salir de la nada. Los individuos están ejerciendo su elección como consumidores en una forma muy diferente, dejando que sus identidades como ciudadanos inflijan sus decisiones como consumidores. Y esa es una cosa muy poderosa. Puede que no sea suficiente, como lo dije, pero es necesaria. Nos pone en la posición correcta para hacer cambios políticos, y es una práctica para vivir de una forma diferente. Así que tengo mucha esperanza en esto.

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Michael Pollan es el autor de La botánica del deseo, el dilema del omnívoro, y, más recientemente, Cocinado: Una Historia Natural de Transformación.