Cómo Revertir la Diabetes Tipo 2, Por Qué la Insulina Podría Acelerar la Muerte, y Otros Aspectos Ignorados

Causas Arraigadas de la Resistencia a la Insulina, Pre-Diabetes, Síndrome Metabólico y Diabetes Tipo 2

La diabetes tipo 2 implica la pérdida de la sensibilidad a la insulina y leptina. Esto hace que sea fácil de prevenir y revertirla casi al 100 por ciento sin medicamentos. Una de las fuerzas impulsadoras detrás de la diabetes tipo 2 es un consumo excesivo de fructosa, que tiene efectos adversos en todas las hormonas metabólicas, incluyendo dos factores clave: insulina y leptina.

No hay duda en mi mente que el consumo regular de más de 25 gramos de fructosa por día aumentará dramáticamente el riesgo de resistencia a la insulina/leptina, síndrome metabólico y las enfermedades crónicas, como la obesidad, diabetes tipo 2, cáncer, enfermedades del corazón, artritis, y Alzheimer. Es importante entender que a pesar de que la fructosa tiene relativamente un “bajo índice glicémico” al final, en realidad reduce la afinidad del receptor insulina, lo que podría causar resistencia crónica a la insulina y niveles elevados de azúcar en la sangre. Así que, mientras que probablemente no vea un aumento de azúcar en la sangre inmediatamente después de consumir de fructosa, es posible que esté cambiando la capacidad de que su sistema endocrino funcione correctamente…

Otra de las principales causas de la diabetes tipo 2 es el consumo de glucosa derivada de una alimentación alta en carbohidratos lo que ha sido recomendado por el último medio siglo tanto por la medicina convencional como por los medios de comunicación. Todos los carbohidratos que no son de fibra se metabolizan rápidamente en azúcar y no tiene mucho sentido comer grandes cantidades de azúcar para mantener más bajos sus niveles de azúcar en la sangre.

La idea errónea de la causa de la diabetes puede ser el mayor problema. La medicina convencional describe la diabetes como una enfermedad que se caracteriza por niveles elevados de azúcar en la sangre. Esta “desregulación del control del azúcar en la sangre” se explica generalmente como “la incapacidad del cuerpo para producir suficiente insulina.” Para controlar la diabetes con este punto de vista, sería racional recetar insulina o medicamentos que eleven la insulina para contrarrestar los niveles elevados de azúcar en la sangre. La realidad sin embargo es que la diabetes tipo 2 no es el resultado de una producción insuficiente de insulina. En realidad es el resultado de un exceso de insulina que se produce de forma crónica principalmente por el alto consumo de carbohidratos y  una alimentación baja en grasa recomendada por la ADA y la AHA con el fin de prevenir y tratar este problema.

Esto abruma y “ensordece” sus receptores de insulina, de ahí el término “resistencia a la insulina.” Son los niveles de insulina crónicamente elevados los que crean esa “resistencia” para entender las señales enviadas por la insulina. Esto también ocurre con la leptina. Es muy importante tener en cuenta que la diabetes T2 no es causada por niveles elevados de azúcar en la sangre o por la mima “deficiencia de insulina”. La causa principal es la resistencia a la insulina y leptina, es por esa razón que recetar insulina es un ERROR para la diabetes tipo 2, ya que en realidad empeorara su resistencia a la insulina y la leptina con el tiempo. Usted no necesita más insulina. Es necesario restaurar la sensibilidad de sus receptores de insulina y leptina, manteniendo bajos sus niveles.

Si todavía tiene problemas para entender por qué tomar insulina es una terrible elección en la diabetes tipo 2, considere esto; cuando el nivel de azúcar en la sangre se eleva, se libera insulina que se almacena directamente como energía extra (azúcar). Una pequeña cantidad se almacena como un almidón llamado glucógeno, pero la mayoría se almacena como grasa. Por lo tanto, el papel principal de la insulina no es bajar el nivel de azúcar en la sangre, sino más bien almacenar esta energía extra en forma de grasa para los requerimientos futuros cuando los alimentos no estén disponibles. El hecho de que la insulina disminuye el azúcar en la sangre es simplemente un “efecto secundario” de este proceso de almacenamiento de energía. Tomar más cantidad de insulina sólo lo hará engordar más.

Las células del cuerpo se vuelven insensibles a la insulina, leptina y otras hormonas, debido a la exposición exagerada a estas hormonas–ya sea por el consumo de alimentos que provoca una secreción excesiva o por inyección. Por lo tanto, los tratamientos para la diabetes que se enfocan simplemente en reducir el azúcar en la sangre agregando insulina, tienden a empeorar en lugar de remediar el problema real de la mala comunicación metabólica.