Estudia la UNAM un azúcar de agave que mejora la digestión

Aunque el consumo habitual de esa legumbre es beneficioso, los científicos quisieron saber si una “píldora de tomate” tendría los mismos efectos. Para determinarlo, los especialistas de la Fundación Británica del Corazón, el Instituto Nacional de Investigación en Salud y de la Universidad de Cambridge reclutaron a 36 voluntarios diagnosticados con enfermedad cardiaca y un número igual de personas saludables.

Los voluntarios recibieron una tableta diaria, la mitad una “píldora de tomate” y la otra un placebo. Para comparar, los expertos midieron el flujo sanguíneo del antebrazo, que es predictivo de riesgo cardiovascular.

La “píldora de tomate” mejoró el flujo sanguíneo del antebrazo de manera significativa, mientras que el placebo no reportó efecto alguno. El investigador principal, Joseph Cheriyan, dijo que los hallazgos son prometedores, pero puntualizó que el consumo de dicha píldora “no es un sustituto” en la alimentación.