México: En Tetela, Puebla, “sin oro vivimos, pero sin agua morimos”

Pero este compás de espera no ha sido un tiempo muerto para “Tetela hacia el futuro”, el resto de la comunidad, y demás personas solidarias que apoyan la lucha para preservar la naturaleza. En estos meses se informan, difunden cómo opera este tipo de minería –que es la forma de exploración más agresiva–, y la gente les pregunta si no van a hacer nada. Pero es difícil, porque todos son personas que trabajan y la difusión de la resistencia contra la explotación minera tiene que ser en sus tiempos libres, mientras que para la empresa FRISCO es trabajo de tiempo completo.

Desde la carretera, llegando a Tetela entre cerros y nubes, ya se ven letreros. Algunos son lonas de plástico bien amarradas, otros cartulinas de colores fluorescentes y pintas en bardas. “No queremos oro… Tetela, nuestro Tesoro”, “No a la mina, sí a la vida”, “Tetela no se vende”, “Sin oro vivimos, sin agua morimos”. En el centro de la ciudad, que es la cabecera municipal donde los habitantes de todas las comunidades cercanas se reúnen, hay junto a la estación de autobuses un altar a la Virgen de Guadalupe, con un letrero: “Virgencita, libra a mi familia de las minas”.

Puebla, campo minado

En toda la entidad, que tiene casi 6 millones de habitantes, hay alrededor de 75 minas. A pesar de la insistencia de Grupo FRISCO, la empresa nacional no es la que controla la actividad de explotación, y tampoco una de las más experimentadas.

Canadá es quien tiene prácticamente el monopolio estatal de explotación minera, al menos en cuanto a proyectos con capital extranjero. La base de datos del Servicio Geológico Mexicano, actualizado por última vez en octubre de 2013 (justo cuando la SEMARNAT otorgó el permiso a la empresa de Slim), de los diez proyectos actuales en Puebla, nueve están a cargo de mineras canadienses. Almaden Minerals tiene cinco, entre ellas el complejo “Ixtaca”, localizado en Ixtacamaxtitlán, municipio también de la Sierra Norte de Puebla que colinda con Tetela de Ocampo.