Fundamental para la salud del mexicano la medicina tradicional

herbolaria medicinal, herbal medicinePor Milenio, 11 de julio de 2012

Por su herbolaria medicinal, es la primera de América Latina. Se trata de un sistema de conceptos, creencias, prácticas y recursos materiales y simbólicos para la atención y tratamiento de diversos padecimientos y procesos desequilibrantes

Ciudad de México • La medicina tradicional forma parte del sistema real de salud de los mexicanos, junto a la académica (alópata, que se estudia en la Universidad, y homeópata, en el Instituto Politécnico Nacional), la casera y las llamadas alternativas, o complementarias, dijo Carlos Zolla, coordinador de Investigación del Programa Universitario México Nación Multicultural (PUMC), de la UNAM.

Para el universitario, aquélla constituye un recurso fundamental para la salud de la población en áreas rurales del país, así como en amplias zonas urbanas y semi-urbanas.

Es una de las más importantes del planeta. Por su flora medicinal, es la segunda o tercera en diversidad de especies en el mundo, y en América Latina, ocupa el primer lugar, comentó

Se estima que nuestro territorio tiene entre cinco mil y 10 mil especies medicinales, o potencialmente curativas. Sin embargo, afirmar que “medicina tradicional es igual a plantas medicinales”, no es del todo cierto.

Más que herbolaria medicinal, sostuvo, es un sistema de conceptos, creencias, prácticas, recursos materiales y simbólicos para la atención y tratamiento de diversos padecimientos o procesos desequilibrantes.

Todo eso y más se muestra en la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana, proyecto de la UNAM coordinado por Zolla y Arturo Argueta (Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias). Se basa en la obra impresa dirigida también por ambos investigadores en el entonces Instituto Nacional Indigenista (INI, hoy Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas). La enciclopedia digital se puede consultar en www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx

Patrimonio intangible y tangible

Componente esencial de una nación multicultural, patrimonio intangible y tangible, es heredera de las culturas prehispánicas. Francisco Hernández, protomédico de la Corona, por encargo de Felipe II, produjo una obra con más de tres mil plantas, gran parte de ellas medicinales, con información que le proporcionaron los médicos indígenas del centro de México, relató.

A través de los años, se ha nutrido de otras culturas médicas: la europea (la humoral, la renacentista), la africana, y más tarde, por las llamadas medicinas modernas. Ha variado también por los cambios en el perfil epidemiológico de las poblaciones, y por factores económicos, ecológicos, culturales y religiosos.

Hoy recibe la influencia de las alternativas o complementarias, como la de China y su acupuntura, la Ayurveda de la India, diversas formas de naturismo, la digitocumpura, la iridología y la fitoterapia (flores de Bach), entre otras. De pronto, éstas “se emparentan con prácticas de la medicina ancestral del pueblo mexicano”.

Los médicos tradicionales son conocidos popularmente como curanderos, parteras, hueseros, hierberos, rezanderos, sobadores o graniceros. En algunas lenguas indígenas se les llama h’men (mayas), mara’akáme (huicholes), e h’ilol (tzeltales, tzotziles).

Son un recurso extenso, importante numérica y técnicamente y, sobre todo, culturalmente. En un estudio del INI en estados del país donde había unidades médicas rurales del IMSS-Coplamar (hoy IMSS-Oportunidades), Zolla detectó que la relación de médico tradicional-unidad médico rural, fue de cuatro a uno.

Hace unos 10 años ejercían 13 mil médicos rurales y tres mil 25 alópatas en territorio nacional, sin contar Nuevo León, Tamaulipas y Zacatecas. No se incluyeron porque el INI no tenía entonces infraestructura en esos sitios.

¿Cómo diagnostican, cómo generan apoyo psicológico, psicosomático en sus pacientes? Además de compartir claves culturales (misma lengua, creencia en santos y en lugares peligrosos o benéficos), el médico tradicional usa sus sentidos: palpa, mira, huele, platica, utiliza el sueño (del paciente o de él) y, naturalmente, dialoga con el paciente o con un acompañante.

Aunque las plantas son uno de sus recursos materiales y simbólicos más conocidos, tiene también animales y minerales medicinales, así como la hidroterapia (temazcal, toritos, baños de tina, de asiento, termales).

El campo de demanda de atención de la medicina tradicional es mucho mayor que el de las enfermedades: no sólo atiende situaciones patológicas, sino también procesos normales (embarazos, partos, puerperio) y procedimientos desequilibrantes.

Para la medicina tradicional, explicó Zolla, nos movemos permanentemente entre el frío y el calor, de modo que hay estados corporales, enfermedades, plantas, alimentos, bebidas y medicinas frías y calientes.