Celebración del Día Nacional del Maíz

Integrantes de la Campaña Nacional sin Maíz no Hay País se manifestaron contra el maíz transgénico en México

Por Mercedes López Martínez, Vía Orgánica, 30 de septiembre de 2012

El 29 de septiembre, Día Nacional del Maíz, integrantes de organizaciones de la Campaña realizaron una caminata que partió del zócalo de la ciudad de México y culminó en el monumento a la Revolución, en protesta por el otorgamiento de permisos del gobierno mexicano para la siembra experimental y comercial de maíz transgénico.Las y los integrantes de la campaña denunciaron que están por liberarse tres permisos más para cultivar transgénicos en dos millones 500 mil hectáreas en el país; de las cuales un millón cien mil se siembra en el sur (Yucatán y Quintana Roo) y un millón 400 en el norte (Sinaloa y Tamaulipas).

Estos permisos, liberados por la Semarnat y Sagarpa, ponen en riesgo las especies nativas de país y la salud de la población, según publicó el Journal Food and Chemical Toxicology, sobre el daño a la salud en ratas experimentales alimentadas con maíz genéticamente modificado.

En el periodo actual, de transición gubernamental, el maíz y la soberanía alimentaria se encuentran en riesgo ante la complacencia gubernamental hacia compañías transnacionales como Monsanto, que pretenden adueñarse de los derechos del maíz mediante la propiedad de variedades transgénicas del producto, lo que generaría dependencia de los campesinos hacia las proveedoras de semillas y pondría en riesgo la diversidad cultural de este producto ancestral.

Durante la caminata, un grupo de manifestantes, con los cuerpos pintados de negro y el cabello amarillo –haciendo referencia a un pasaje del libro sagrado de los quiché, El Popol Vuh-  arrastraron por las calles una gran paca de maíz seco, la cual se iba desmoronando durante su recorrido, representando la agonía del campo, ante la falta de apoyo gubernamental.

La marcha, que inició de forma fúnebre fue volviéndose festiva, para demostrar que aún existe esperanza, si se detiene la siembra e importación de maíz genéticamente modificado, y se apoya a los productores del campo, fortaleciendo la siembra de cultivos tradicionales libres de transgénicos y productos químicos.

La caminata fue acompañada por música de jóvenes integrantes de la Murga Puma, que hicieron bailar a integrantes de la caminata, artistas de teatro, bailarinas y público que se fue sumando a la manifestación. Desde un camión al frente de la marcha, Jesusa Rodríguez arengaba a la población a protestar contra el maíz transgénico de Monsanto y por el abandono del campo.

Frente a Bellas Artes se realizó una parada artística, donde se presentó un grupo de teatro que representó los orígenes ancestrales del maíz, así como una bailarina; mientras que un artista personificando a Monsanto, daba latigazos al público, con una coca cola en la mano, símbolo del imperialismo transnacional.

La caminata concluyó en el Monumento a la Revolución, donde luego de un comunicado final y espectáculos artísticos, se ofreció una elotiza, bajo la consigna: ¡El campo agoniza, súmate y sálvalo!.