La OMS admite que las pruebas PCR pueden dar falso positivo ¿Existe una agenda oculta?

Por Mercola, 29 de diciembre del 2020

La Organización Mundial de la Salud (finalmente) admite en su reporte del 14 de diciembre que la prueba PCR considerada como “el estándar dorado” de las pruebas para SARS-CoV 2 da un resultado falso positivo. 

De acuerdo con el reporte: “El principio del diseño de la RT-PCR implica que para pacientes con altos niveles del virus en la sangre (carga viral) se necesitan pocos ciclos de detección de este, por lo que el Ct será muy bajo. Contrario a ello, cuando los especímenes regresan a un valor Ct elevado, significa que se requieren varios ciclos para detectar el virus. Bajo ciertos parámetros, es difícil distinguir entre el ruido de fondo y la presencia actual del virus objetivo”.

Dichas pruebas PCR tienen altas tasas de falsos positivos, lo cual los expertos ya han mencionado a las personas, incluso al inicio de la pandemia por COVID-19. Entre mayor sea el umbral del ciclo (CT, por sus siglas en inglés), por ejemplo, el número de la amplificación de los ciclos que se utilizan para detectar las partículas de ARN, mayores serán las posibilidades de un falso positivo. Aun así los CDC recomiendan realizar las pruebas PCR en CT de 40, a pesar de que cualquiera con un nivel 35 debería considerarse como injustificable.

Así que ¿Por qué la OMS señala esta falla de las pruebas PCR?

Un comentario en ZeroHedge nos dice por qué: “es simple, se busca apoyar la efectividad de la vacuna para el COVID-19”.

Una vez que la población se haya vacunado, de acuerdo con los nuevos estatutos de la OMS las pruebas PCR solamente realizarán de 25 a 30 ciclos en lugar de más de 35. Así que los casos de falsos positivos disminuirán de manera significativa, lo que dará el efecto de que la vacuna funciona. El artículo resalta: 

“Después de meses de inundar los datos con resultados falsos positivos, etiquetar erróneamente las muertes, y agregar “muerte relacionada por COVID-19 en cada certificado de defunción, ya no hay nada más que hacer. Crearon una “pandemia” que fácilmente se puede erradicar.

Siempre y cuando hagamos lo que se nos pide, por ejemplo, no oponernos a la vacuna. De lo contrario el valor CT puede aumentar nuevamente y revivir la pandemia”.

FUENTES:

Zero Hedge
WHO

La salud intestinal podría influir en el riesgo de enfermedad

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 31 de diciembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Una parte significativa del sistema inmunológico reside en el tracto gastrointestinal. Los investigadores de Harvard identificaron la población específica de bacterias intestinales que modifican las respuestas inmunes localizadas y sistémicas para protegerse de los invasores
  • Las Bacteroides fragilis y otras bacterias de la familia Bacteroides inician una señalización que ayuda a liberar el interferón beta, que combate la invasión viral al estimular las células inmunitarias para atacar el virus y provocar la autodestrucción de las células infectadas por el virus
  • La permeabilidad intestinal mediada por la zonulina es importante para la patogénesis de muchas enfermedades inflamatorias crónicas. La zonulina se produce como respuesta a las bacterias dañinas, la cual elimina las bacterias al abrir las uniones estrechas
  • Aparte del crecimiento excesivo de bacterias, el gluten ayuda a liberar la zonulina, ya que esta considera al gluten como un componente dañino de un microorganismo
  • Las enfermedades inflamatorias crónicas relacionadas con la mala regulación de la zonulina y el intestino permeable incluyen trastornos autoinmunes, trastornos metabólicos, enfermedades intestinales, enfermedades neuroinflamatorias y cáncer cerebral y hepático

Se está prestando más atención a la salud intestinal y esto es comprensible, si consideramos que una gran proporción del sistema inmunológico reside en el tracto gastrointestinal. Como tal, es importante mejorar la salud del microbioma intestinal, ya que tendrá muchos efectos en la salud física y emocional.

La evidencia científica también sugiere que la nutrición se enfoca en nutrir las bacterias que promueven la salud en el intestino (y en otras partes del cuerpo). Al hacerlo, aleja a los microbios dañinos y refuerza la protección frente a las enfermedades crónicas.

La enfermedad comienza en el intestino

Algunos de los problemas de salud influenciados por el microbioma intestinal incluyen: TDAH, autismo, problemas de aprendizaje, obesidad, diabetes y enfermedad de Parkinson. Una revisión científica del año 2020 concluyo que toda enfermedad inflamatoria comienza en el intestino. La higiene excesiva es una de las causas principales. Es decir, la limpieza excesiva puede ser perjudicial.

Pero la alimentación también es importante. El artículo aborda la función de la permeabilidad intestinal mediada por la zonulina en la patogenia de las enfermedades inflamatorias crónicas (EIC). De acuerdo con el autor, el Dr. Alessio Fasano, un gastroenterólogo pediatra, investigador y director del Centro de Investigación y Tratamiento de la Celiaquía:

“Los tres elementos que causan EIC son la composición genética, exponerse a desencadenantes ambientales, una mayor permeabilidad intestinal (que puede agravarse por la composición de la microbiota intestinal), la agresividad del sistema inmunológico responsable del equilibrio de la tolerancia y la respuesta inmune, así como la composición del microbioma intestinal y su influencia en la expresión genómica.

Durante la última década, muchas publicaciones se han enfocado en la genética humana, el microbioma intestinal y la proteómica, lo que sugiere que la pérdida de la barrera mucosa, en especial en el tracto gastrointestinal, puede afectar el tráfico de antígenos, lo que influye en la interacción bidireccional entre el microbioma intestinal y el sistema inmunológico.

Esta interferencia influye mucho en la configuración del sistema inmunológico del intestino, así como en el cambio de la predisposición genética al resultado clínico. Esta observación genero una revisión de las posibles causas de las epidemias de EIC, lo que sugiere que la permeabilidad intestinal es un factor importante.

Los estudios preclínicos y clínicos demostraron que la familia de las zonulinas, que es un grupo de proteínas que modifican la permeabilidad intestinal, está relacionada con una variedad de EIC, incluyendo las enfermedades autoinmunes, infecciosas, metabólicas y tumorales. Estos datos ofrecen nuevos objetivos terapéuticos para una variedad de EIC en los que la vía de la zonulina está relacionada con su patogenia”.

Las bacterias gobiernan la salud

El Dr. Fasano señala que no tenemos suficientes genes para explicar la infinidad de enfermedades crónicas que pueden dañarnos. Los genes tampoco pueden explicar cuándo puede aparecer una enfermedad. Para resolver estos misterios, debemos observar al microbioma, ya que “la interacción entre nosotros y el entorno dicta nuestro destino clínico”.

La condición de la mucosa intestinal también es importante, además de los microbios. “Aunque esta interfaz mucosa (200 m2) no es visible, es un factor importante a través de sus interacciones con una variedad de factores que provienen de nuestro entorno, incluyendo microorganismos, nutrientes, contaminantes y otros materiales”, explica Fasano.

Aunque las uniones intracelulares solían considerarse estáticas e impermeables, ahora sabemos que no es el caso. Como explica Fasano, la zonulina modula la permeabilidad intestinal. Sin embargo, aunque la zonulina es un biomarcador de la permeabilidad intestinal y es un factor importante en muchas enfermedades inflamatorias crónicas, el intestino permeable no causa todas las EIC.

Eventos que desarrollan las EIC

El gráfico a continuación, incluido en la revisión de Fasano pero que procede de un artículo anterior titulado como “Zonulin, a Regulator of Epithelial and Endothelial Barrier Functions, and Its Involvement in Chronic Inflammatory Diseases”, coescrito por Fasano y Craig Sturgeon, detalla los “eventos que desarrollan las enfermedades inflamatorias crónicas”.

Pérdida de la homeostasis inmunitaria de la mucosa

En circunstancias normales, se mantiene una homeostasis saludable en el revestimiento del intestino, de modo que cuando ingresa un antígeno, no se produce una reacción excesiva (anergia). En el n. ° 2 del gráfico, se establece la disbiosis intestinal (es decir, un desequilibrio en la cantidad y diversidad de la microbioma intestinal), lo que provoca una mayor producción de zonulina, que a su vez aumenta la permeabilidad del revestimiento intestinal.

De acuerdo con Fasano, el crecimiento excesivo de bacterias y el gluten son los dos desencadenantes más poderosos de la liberación de zonulina. La zonulina se produce como respuesta a las bacterias dañinas. Ayuda a eliminar las bacterias al abrir las uniones estrechas, por lo que es lógico el crecimiento excesivo de bacterias. Pero, ¿por qué responde al gluten?

Resulta curioso que la zonulina considera al gluten como un componente dañino de un microorganismo. Por esta razón el gluten causa la liberación de zonulina. Aunque Fasano no lo menciona, el herbicida glifosato también activa la zonulina y es mucho más potente que el gluten.

La permeabilidad posterior permite que el antígeno derivado de la microbiota y la endotoxina migre desde el flujo luminoso a la lámina propia (el tejido conectivo que forma parte de la membrana mucosa que recubre el intestino), lo que genera la inflamación.

A medida que el proceso continúa empeorando (número 3 en el gráfico), se activa la respuesta adaptativa, lo que genera la producción de citoquinas proinflamatorias, incluyendo el interferón gamma (IFN-γ) y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α). Estas citoquinas empeoran aún más la permeabilidad, lo que crea un círculo vicioso. Al final (No. 4), se descompone la tolerancia de la mucosa por completo, lo que resulta en una enfermedad inflamatoria crónica.

Enfermedades inflamatorias crónicas relacionadas con el intestino permeable

La enfermedad inflamatoria crónica que surge de todo esto depende de la composición genética, en parte por los tipos de exposición y por la composición del microbioma intestinal. Como explica Fasano:

“Además de la predisposición genética y la exposición a factores ambientales, la patogenia de muchas EIC parece involucrar cambios por la permeabilidad intestinal/tráfico de Ag, la activación inmune y cambios en la composición/función del microbioma intestinal.

La zonulina modula las funciones de la barrera epitelial y endotelial. La disbiosis intestinal puede liberar zonulina que genera la transferencia del contenido luminal a través de la barrera epitelial, lo que provoca la liberación de citoquinas proinflamatorias que provoca una mayor permeabilidad y establece un círculo vicioso que genera una afluencia masiva de Ag alimenticios y microbianos que activan las células T.

Dependiendo de la composición genética, las células T pueden permanecer dentro del tracto gastrointestinal, lo que causa EIC del intestino, o pueden migrar a varios órganos diferentes para causar EIC sistémica”.

Las enfermedades inflamatorias crónicas relacionadas con la mala regulación de la zonulina incluyen:

  • Trastornos autoinmunes como enfermedad celíaca, diabetes tipo 1, enfermedad inflamatoria intestinal, esclerosis múltiple y espondilitis anquilosante
  • Desordenes metabólicos tales como obesidad, resistencia a la insulina, enfermedad del hígado graso no alcohólico, diabetes gestacional, hiperlipidemia y diabetes tipo 2
  • Enfermedades intestinales como el síndrome del intestino irritable, la sensibilidad al gluten no celíaca y la disfunción entérica ambiental (una enfermedad crónica que afecta al intestino proximal)
  • Enfermedades neuroinflamatorias como el trastorno del espectro autista, esquizofrenia, trastorno depresivo y fatiga crónica/encefalomielitis miálgica
  • Cáncer cerebral y hepático

Los microbios intestinales influyen en los genes y en el riesgo de cáncer

Aunque la inclusión del cáncer puede parecer extraña, algunos investigadores consideran que el microbioma intestinal puede ayudar a prevenir y tratar el cáncer.

No solo se ha demostrado que las bacterias intestinales influyen en la expresión genética, al activar algunos genes y desactivar otros, la investigación publicada en el año 2018 encontró que los microbios intestinales controlan las respuestas inmunitarias antitumorales en el hígado y que los antibióticos pueden alterar la composición de las células inmunes en el hígado, lo que causa el crecimiento tumoral.

Los investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard han identificado la población de microbios intestinales que modifican la respuesta inmune localizada y sistémica para protegerse de los invasores.

Ciertas bacterias intestinales también promueven la inflamación, que es un factor subyacente en casi todos los tipos de cáncer, mientras que otras bacterias la detienen. Incluso se ha demostrado que la presencia de ciertas bacterias intestinales estimula la respuesta a los medicamentos para combatir el cáncer.

Una forma en que las bacterias mejoran la eficacia del tratamiento contra el cáncer es al activar el sistema inmunológico y permitir que funcione de mejor manera. Los investigadores descubrieron que es posible que ciertos medicamentos no funcionen en absoluto cuando estos microbios están ausentes.

Las bacterias intestinales son parte de la defensa antiviral

La investigación demuestra que las bacterias intestinales están involucradas en la defensa antiviral. De acuerdo con lo reportado por la Facultad de Medicina de Harvard el 18 de noviembre de 2020:

“Por primera vez, los investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard identificaron la población específica de microbios intestinales que modifica la respuesta inmunitaria localizada y sistémica para protegerse de los invasores. La investigación identifica un grupo de microbios intestinales y una especie que hace que las células inmunes liberen interferones tipo 1, que son químicos que repelen los virus.

Los investigadores identificaron la molécula compartida por muchas bacterias intestinales que desbloquea la protección inmunológica. Según los investigadores, dicha molécula no es difícil de aislar y podría convertirse en la base de los medicamentos que refuerzan la inmunidad antiviral”.

Aunque aún se deben confirmar y replicar los ensayos, apuntan a la posibilidad de que pueda mejorar la inmunidad antiviral al repoblar el intestino con Bacteroides fragilis y otras bacterias de la familia Bacteroides.

Estas bacterias inician una señalización que genera la liberación de interferón beta para combatir la invasión viral al estimular a las células inmunitarias para que ataquen al virus y provoquen la autodestrucción de las células infectadas.

“Sobre todo, una molécula que reside en la superficie de la bacteria ayuda a liberar el interferón beta al activar la señalización conocida como TLR4-TRIF”. Harvard explica. “Esta molécula bacteriana estimula la señalización inmunológica que se activa por uno de los nueve receptores tipo toll (TLR) que forman parte del sistema inmunológico innato”.

Importancia de la vitamina D

La investigación también destaca la importancia de la vitamina D en la salud intestinal y en la autoinmunidad sistémica. El artículo, publicado el 21 de enero de 2020 en Frontiers in Immunology, señala lo siguiente:

“Las enfermedades autoinmunes tienden a compartir una predisposición a la deficiencia de vitamina D, que altera el microbioma y la integridad de la barrera epitelial intestinal.

En esta revisión, resumimos la influencia de las bacterias intestinales en el sistema inmunológico, exploramos los patrones microbianos que han surgido sobre las enfermedades autoinmunes y explicamos cómo la deficiencia de vitamina D puede contribuir a la autoinmunidad a través de los efectos sobre la barrera intestinal, la composición del microbioma o los efectos directos sobre las respuestas inmunitarias”.

Como se señaló en esta revisión, la vitamina D tiene varios efectos directos e indirectos en el sistema inmunológico, incluyendo promover las células T reguladoras (Tregs), inhibir la diferenciación de las células Th1 y Th17, deteriorar el desarrollo y la función de las células B, reducir la activación de los monocitos y estimular los péptidos antimicrobianos de las células inmunes.

Dicho esto, la relación entre la vitamina D y la autoinmunidad es complicada. Aparte de la inmunosupresión, la vitamina D parece mejorar los trastornos autoinmunes por la forma en que afecta la composición de la microbiota y de la barrera intestinal.

La revisión cita investigaciones que demuestran que los niveles de vitamina D alteran la composición del microbioma intestinal. En general, la deficiencia de vitamina D tiende a aumentar la población de Bacteriodetes y Proteobacteria, mientras que un mayor consumo de vitamina D tiende a aumentar la prevalencia de Prevotella y reducir ciertos tipos de Proteobacteria y Firmicutes.

Aunque la investigación aún es escasa en lo que respecta al impacto de la vitamina D en las bacterias intestinales, en especial en personas con enfermedades autoinmunes, la deficiencia de vitamina D y las enfermedades autoinmunes son padecimientos conocidos y a menudo se recomienda la suplementación con vitamina D para estas personas.

Vitamina D es necesaria para mantener las uniones

La vitamina D es bien conocida por apoyar las defensas de las células inmunitarias e intestinales en el intestino. De hecho, la vitamina D es uno de los componentes necesarios para mantener las uniones estrechas. Como explica esta revisión:

“El epitelio intestinal interactúa de manera constante con el entorno externo. La integridad de la barrera y la función antimicrobiana en las superficies epiteliales son importantes para mantener la homeostasis y prevenir la invasión de especies microbianas.

Un epitelio intestinal y una capa mucosa sanas son importantes para protegerse frente la invasión de organismos patógenos, mientras que la vitamina D ayuda a mantener dicha función. Muchos estudios encontraron que la señalización de vitamina D3/VDR modifica la cantidad y distribución de las proteínas de unión.

Como proteína que permite la transferencia de iones hacia el flujo luminoso, la expresión de claudina-2 en la deficiencia de vitamina D puede contribuir al desarrollo de colitis.

La vitamina D regula ascendentemente el ARNm del péptido antimicrobiano y la expresión de proteínas, incluyendo la catelicidina, defensinas y la lisozima. Los péptidos antimicrobianos, secretados por las células de Paneth en el intestino, son mediadores de la composición del microbioma. Las defensinas son secretadas por las células epiteliales, las células de Paneth y las células inmunes. Y son componentes importantes de la respuesta innata en el intestino”.

La vitamina D podría contribuir a las enfermedades autoinmunes

De acuerdo con los autores, la deficiencia de vitamina D puede contribuir a la enfermedad autoinmune al afectar el microbioma y el sistema inmunológico de la siguiente manera:

  1. La deficiencia o la suplementación de vitamina D modifica el microbioma, mientras que manipular la composición bacteriana afecta la manifestación de la enfermedad.
  2. La falta de señalización de vitamina D debido a una deficiencia puede afectar la integridad de la barrera física y funcional del intestino, lo que permite que las interacciones bacterianas estimulen o inhiban las respuestas inmunitarias.
  3. Las defensas inmunológicas pueden verse comprometidas si sufre de una deficiencia de vitamina D.
deficiencia de vitamina D

Cómo mejorar el microbioma intestinal

Toda esta información debería enfatizar la importancia de mejorar el microbioma intestinal y el nivel de vitamina D para una buena salud. Al repoblar el intestino con bacterias beneficiosas, es posible controlar los microbios y hongos patógenos al evitar que se reproduzcan, mientras que mejorar los niveles de vitamina D ayudará a evitar el intestino permeable.

Consumir alimentos fermentados es la maneras más fácil, efectiva y económica de mejorar la salud del microbioma intestinal. Las opciones saludables incluyen lassi (un Bebida de yogur indio), productos lácteos orgánicos de vacas alimentadas con pastura, como kéfir, yogur, natto (soya fermentada) y vegetales fermentados de todo tipo.

Aunque no recomiendo tomar muchos suplementos (ya que creo que la mayoría de los nutrientes deben provenir de los alimentos), los probióticos son una excepción si no consume alimentos fermentados de manera regular. Los probióticos a base de esporaspueden ser muy buenos cuando está tomando antibióticos. También ayudan a complementar los probióticos habituales.

Los probióticos a base de esporas, que consisten de la pared celular de las esporas de bacilo, ayudan a fomentar la tolerancia inmunológica y no se ven afectados por los antibióticos debido a que solo contienen las esporas de bacilo, que es la capa que protege el ADN y su mecanismo de trabajo.

Tal vez ya sepa que los antibióticos matan las bacterias intestinales, tanto las buenas como las malas. Por esta razón las infecciones secundarias y una mala función inmunológica son efectos secundarios de los antibióticos. Tomar bajas dosis de antibióticos de manera constante a través de los alimentos también afecta el microbioma intestinal, lo que puede provocar una enfermedad crónica y un mayor riesgo de resistencia a los medicamentos. Por último, pero no menos importante, también es bueno evitar los factores que dañan el microbioma, los cuales incluyen:

  • Consumir antibióticos, a menos que sean muy necesarios
  • Consumir carne criada de manera convencional y otros productos animales, ya que estos animales consumen muchos antibióticos, además de granos GM o tratados con glifosato
  • Consumir alimentos procesados (ya que el exceso de azúcares alimenta a las bacterias patógenas)
  • Consumir agua clorada y fluorada
  • Utilizar jabón antibacterial y productos que contienen triclosán

Los problemas más prevalentes del COVID-19

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 30 de diciembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Ivor Cummins entrevista al Dr. Reid Sheftall sobre las inconsistencias del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19 y las medidas relacionadas para erradicarlo
  • El SARS-CoV-2 tiene una tasa de mortalidad por infección igual o menor que la gripe, lo que hace que el cierre de escuelas sea innecesario
  • Las personas asintomáticas se realizan pruebas de COVID-19 a un ritmo sin precedentes y son un desperdicio de recursos que va en contra de las buenas prácticas médicas
  • Sheftall estudió el uso cubrebocas y descubrió que esto no cambiaba la cantidad de casos o de muertes como se esperaba
  • Los países donde las personas usaban muy pocos cubrebocas y no tenían confinamientos obligatorios tenían una mejor situación que los países vecinos que si aplicaban esas medidas
  • “Es obvio que existen grandes organizaciones mundiales que necesitan esta crisis y que han inculcado el pánico desde hace ocho meses”, dijo Cummins. “Se puede argumentar por qué lo hacen, pero el hecho de que lo hacen es claro y obvio”

Ivor Cummins es un ingeniero bioquímico con experiencia en dispositivos médicos y equipos líderes en resolución de problemas. En su sitio web, TheFatEmperor.com, ofrece orientación sobre cómo decodificar la ciencia para transformar su salud. En un podcast del 11 de diciembre de 2020, entrevistó al Dr. Reid Sheftall sobre el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.

Sheftall es un cirujano inteligente, con una puntuación del 99.95 en el SAT y fuera de la escala en sus exámenes médicos y quirúrgicos. Explica que el SARS-CoV-2 es un cuarto más pequeño que el virus del SARS-2, que tiene solo 100 nanómetros de diámetro.

Utilizó las redes sociales para escribir ensayos sobre diferentes aspectos del virus y sobre las políticas que se crearon debido a lo que él llama “errores que se cometieron al principio” de la pandemia. Éstas son siete de las predicciones y correcciones de Sheftall, junto con la fecha en que las hizo:

  1. El SARS-CoV-2 tiene una tasa de mortalidad por infección igual o menor que la gripe (15 de marzo).
  2. Los cubrebocas no reducirán la transmisibilidad, pero los expertos dicen que sí. (15 de marzo)
  3. Los confinamientos no funcionarán y además causarán muchas muertes y destrucción, incluyendo la pérdida de empleos, seguros, ahorros de vida y otros recursos, hasta la pérdida de la vida. Los expertos todavía obligan a las personas a seguir con los confinamientos. (17 de marzo)
  4. No debemos cerrar las escuelas, ya que no las cerramos por causa de la gripe, aunque es una enfermedad mucho más mortal que el SARS-2 en ese grupo de edad. (18 de marzo)
  5. La razón por la que los casos y las muertes son tan bajos en los países asiáticos no se debe a mejores pruebas, apresuramientos y confinamientos, como los expertos han dicho y firman. Se debio a la “inmunidad establecida” debido a la reactividad cruzada del SARS-2 con coronavirus que se encontraron antes. Esto está mediado por células B y T de memoria de reacción cruzada, IgA secretora. (10 de agosto, aún no probado)
  6. No experimentamos “segundas oleadas” en los Estados Unidos, son primeras oleadas en diferentes partes del país a medida que el virus avanza a través de diferentes tipos de clima en diferentes regiones. (10 de agosto)
  7. En Estados Unidos no hay 40 millones de casos, al menos hay 160 millones. (17 de octubre)

La tasa de mortalidad por infecciones ha sido incorrecta desde el principio

Al principio de la pandemia, las tasas de mortalidad por infección variaban del 2.7 % al 7 %, y la mayoría se situaba en el rango del 4 %. De acuerdo con Sheftall, eso es “40 veces muy alto” y causó pánico y miedo en todas las personas. Se dio cuenta de que la tasa de mortalidad por infecciones estaba mal al notar que las amplias fluctuaciones en las tasas de mortalidad no cuadraban:

“Como cirujano, notamos que los resultados quirúrgicos son muy similares. Desde un muy buen cirujano hasta uno muy malo, la mortalidad y la morbilidad es muy similar.

Sin embargo, cuando escuché lo que había sucedido en Italia, donde supuestamente el 7 % de las personas infectadas morían y en Alemania, donde el porcentaje era mucho menor, pensé que no tenía sentido porque los italianos llamaban a sus colegas alemanes para investigar si hacían algo de manera diferente que cambiará la situación, la tasa debería ser muy cercana a la misma. Entonces, supe que había un problema”.

Sheftall sugirió que se utilizaba el sesgo de selección en el recuento de casos. Organizaciones como la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, subestimaban la cantidad de personas infectadas, lo que aumentó la tasa de mortalidad. “Cuando analicé la cantidad, la tasa de mortalidad por infección fue del 0.14 % y ahí descubrí que había algunos errores”.

Sheftall publicó sus hallazgos en Facebook para que le dijeran que estaba equivocado. Luego escribió cartas para Fox y CNN, con la esperanza de compartir la información con el público, pero no tuvo respuesta.

“Por desgracia todas las personas aceptaron esa cantidad como la pura verdad, por así decirlo, y procedieron a hacer modelos que estaban muy lejos de ser reales. Los epidemiólogos aparecieron en la televisión y estaban muy equivocados.

La población en general, como dije antes, comenzó a entrar en pánico y luego los políticos (no digo que fueran nefastos en esto) pudieron instituir algunas políticas, que fueron muy destructivas, yo no creo que todas las personas hubieran aceptado los confinamientos, por ejemplo, si supiera que la tasa de mortalidad por infección es del 0.1 %, igual que la gripe”.

Otros expertos, como el Dr. John Ioannidis, presidente de prevención de enfermedades de la Universidad de Stanford, un epidemiólogo que ha ganado popularidad al exponer la mala ciencia, también criticó las medidas de confinamiento al decir que se implementaron según los modelos defectuosos y datos poco confiables. Al igual que Sheftall, Ioannidis sugirió que la tasa de mortalidad por infección en realidad era del 0.05 % al 1 %, con un promedio de alrededor del 0.25 %.

El cierre de escuelas ‘no tiene ningún sentido’

Sheftall cita las tasas de supervivencia de COVID-19 por edad, publicadas por los CDC el 10 de septiembre de 2020, que son las siguientes:

  • Desde el nacimiento hasta los 19 años: 99.997 %
  • De 20 a 49 años: 99.98 %
  • De 50 a 69 años: 99.5 %
  • 70 años en adelante: 94 6 %

Esto se traduce en una tasa de mortalidad por infección del 0.1 % y los CDC son unas de las agencias que citaron una tasa de mortalidad por infección del 4 % desde el principio. Sheftall no encontró información de la tasa de supervivencia en niños de edad escolar de 5 a 17 años, pero sí descubrió que se reportaron 51 muertes por COVID-19 en ese rango de edad desde el 1 de marzo hasta el 10 de septiembre de 2020.

“Ahora hay 56.4 millones de estudiantes en primaria, secundaria y preparatoria en los Estados Unidos, lo que significa que las posibilidades por población, no por infección, son menos de 1 en un millón por año para un estudiante, y eso es muy importante porque cerramos las escuelas en Estados Unidos, lo que causa muchos problemas”, dijo.

Con esta cantidad, el hecho de cerrar las escuelas “no tiene ningún sentido”, ya que se señaló que cada año, más de 200 niños en edad escolar, mueren de gripe durante una temporada de cinco meses. “Entonces, si quiere ser coherente y cerrar las escuelas por el SARS-CoV-2, debería cerrarlas todos los años debido a la gripe porque en realidad es mucho más grave en ese grupo de edad escolar”.

Pero el cierre de escuelas tiene consecuencias, como se demostró durante la pandemia. Las interrupciones en el aprendizaje son comunes, “hicieron una encuesta en Boston y solo la mitad de los niños tomaban el aprendizaje virtual”, dijo Sheftall, mientras que otros no tienen dinero para una computadora ni conexión a Internet. Otros posibles problemas que eran detectables en la escuela, como problemas de visión, audición o casos de abuso, también podrían pasar desapercibidos.

Realizarles pruebas a personas asintomáticas va en contra de las buenas prácticas

De acuerdo con el proyecto de seguimiento del COVID-19 de The Atlantic, en Estados Unidos se realizaron más 230.3 millones de pruebas de COVID-19 hasta el 20 de diciembre de 2020, las cuales incluyen una cantidad desconocida de pruebas realizadas en personas asintomáticas.

Los costos de tales pruebas se podrían usar para un propósito más productivo, según Sheftall. Cummins también señala que “no es ético y va en contra de las buenas prácticas” realizar pruebas a personas asintomáticas a un ritmo tan elevado. “Toda la base de la medicina”, dice, es evaluar a las personas con síntomas para poder averiguar qué está mal y brindarles el tratamiento adecuado. Sheftall continúa:

“De 2017 a 2018, entre 70 y 80 millones de personas en Estados Unidos contrajeron la gripe, casi nadie se dio cuenta ni se hicieron la prueba. Soy médico y recuerdo que fue una mala temporada de gripe. Eso fue todo. Y, sin embargo, con el COVID-19 analizamos a tantas personas, que la cantidad sería imposible de creer”.

Durante una conferencia de prensa del 8 de junio de 2020, Maria Van Kerkhove, líder del manejo de la pandemia de COVID-19 para la OMS, dejó muy claro que la transmisión asintomática es muy inusual, lo que significa que es muy poco probable que una persona asintomática que obtuvo un resultado positivo en la prueba transmita el virus a otras personas.

Un estudio publicado en Nature Communications también descubrió que “no había evidencia que demostrara que las personas positivas y asintomáticas transmitieran el virus a personas cercanas”. Mientras tanto, las pruebas de COVID-19 son problemáticas.

Estas pruebas positivas de reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa (RT-PCR, por sus siglas en inglés) se utilizaron para mantener el confinamiento durante casi todo el 2020, a pesar de que las Pruebas de PCR demostraron ser poco fiables con muchos resultados falsos.

En realidad, una prueba positiva no significa que la infección se encuentre activa. El hisopo de la prueba recolecta el ARN de la cavidad nasal. Este ARN luego se transcribe de forma inversa en ADN. Sin embargo, es necesario amplificar los fragmentos genéticos que son tan pequeños para que sean visibles.

Esto amplifica cualquier secuencia diminuta de ADN viral que podría estar presente hasta el punto de que la prueba arroje un resultado “positivo” incluso si la carga viral es muy baja o si el virus está inactivo. De acuerdo con Sheftall:

“Cuando vemos todos estos casos positivos, algunos son más viejos de lo que dicen. Y los llaman casos nuevos. Comprendamos que la prueba busca fragmentos de ARN mensajero en la faringe oral. Es la prueba del hisopo. Se trata de una prueba de antígeno, a diferencia de una prueba de anticuerpos.

Y esos fragmentos pueden permanecer allí durante meses después de que el paciente se haya recuperado. Eso es lo primero y en segundo lugar piense en el nombre: es reacción en cadena de la polimerasa. La prueba de PCR es una prueba de amplificación. Se puede tomar un pequeño fragmento y amplificarlo en mil millones de fragmentos.

Existen diferentes tipos de respuestas inmunológicas a un patógeno, uno de los cuales es la inmunidad de barrera. Es posible que tenga fragmentos de ARN mensajero en su faringe oral y que nunca se haya enfermado por el virus, ni siquiera registrado en la balanza porque la inmunidad de la barrera destruyó los virus desde el principio y los rompió en pedazos, luego la PCR lo toma como una nueva prueba”.

Los cubrebocas y los confinamientos no funcionan

Sheftall también recopiló nuevas muertes diarias de seis países, incluyendo el Reino Unido, Francia, Italia, España, Alemania y Suecia. Todos estos tienen curvas de muerte similares, a pesar de que hayan o no aplicado medidas de confinamiento. También descubrió una gráfica en la que los científicos compararon la cantidad de casos en una región con cuán estrictas fueron las medidas del gobierno, incluyendo el grado de confinamiento, restricciones de grupo y mandatos del uso del cubrebocas.

“Puede ver que no hay una correlación inversa como se esperaría, si las medidas no son estrictas, debería ver más casos, de acuerdo con su pensamiento, aunque es justo lo contrario de lo que decía la gente”, dijo Sheftall. De hecho, la gráfica demuestra que hubo menos casos cuando se tomaron medidas menos estrictas.

“Es lo mismo con los cubrebocas”, agregó Cummins. “Si mira alrededor de 10 o 12 países donde se aplicaron los mandatos del uso del cubrebocas, no hubo ningún impacto en la curva, por lo que la ciencia empírica nos demuestra que los cubrebocas y los confinamientos en realidad no hacen un gran cambio, tal vez un poco, pero nadie lo sabe. Ahora es una ideología. Y una religión”.

Sheftall estudió el uso de cubrebocas y descubrió que no cambiaba la cantidad de casos o de muertes como deberían si en realidad disminuyeran la transmisibilidad. Los países donde las personas usaban muy pocos cubrebocas, tenían una mejor situación que los países vecinos que obligaron el uso de cubrebocas.

“Debido a declaraciones de expertos y comerciales de CNN que afirman que los cubrebocas previenen la propagación viral, la histeria aumentó en el mundo por el uso de cubrebocas”, dijo. Existen casos donde las personas arrojaron café caliente en la cara a quienes no usaban cubrebocas, multas y mucha histeria, por una medida que no aun ha demostrado su eficacia.

De hecho, en el primer ensayo controlado aleatorio de más de 6000 personas para evaluar la efectividad de los cubrebocas quirúrgicos contra la infección por SARS-CoV-2, se descubrió que no reducían la incidencia de infección. Entre las personas que usaban cubrebocas, el 1.8 % dio positivo al SARS-CoV-2, en comparación con el 2.1 % del grupo de control.

Cuando eliminaron a las personas que no se adhirieron al uso adecuado de los cubrebocas, los resultados representaron el mismo 1.8 %, lo que sugiere que su uso no hace ninguna diferencia.

La llegada del “Gran Reinicio”

Cuando la ciencia se opone a las restricciones impuestas, queda claro que existe una agenda oculta. Mucha de la élite mundial necesita esta crisis y ha “inculcado el pánico durante los últimos ocho meses”. Se puede argumentar por qué lo hacen, pero el hecho de que lo hacen es claro y obvio”, dijo Cummins, y agregó:

“La OMS utilizó los cubrebocas cuando era una medida anticientífica. No son personas incultas, entonces, ¿por qué hicieron eso? La OMS igual conoce la ciencia sobre los confinamientos y los análisis, pero hace poco hicieron obligatorios de nuevo los confinamientos y les piden a los gobiernos que los impongan con fuerza, y tienen que saber que eso es algo incorrecto.

Entonces puede recurrir al Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). Dejaron en claro que esta es una gran oportunidad para traer “El Gran Reinicio” y reestructurar el mundo”.

En última instancia, Cummins cree que no hay un “solo genio malvado detrás de este plan” que organizó una conspiración, sino que el COVID-19 presentó una oportunidad que múltiples entidades han utilizado para promover sus propias agendas. Lo que puede hacer ahora es mantener los ojos y los oídos abiertos a la ciencia, para no ser víctima del pánico y del miedo innecesario que quieren causar:

“China explotó un nuevo virus desagradable y lo vio como una oportunidad para los grupos vulnerables de occidentales. ¿Por qué no? Y el WEF fue muy claro en sus objetivos y es implacable en impulsarlos.

La OMS, ONU y las alianzas europeas de vacunas, ya tienen planes para pasaportes de vacunas para el 2021 que se publicaron desde hace uno o dos años. Imagínese que querían crear los pasaportes de salud y de vacunas para 2021 y luego apareció el Corona.

¿Se imagina cómo se sentiría? Se quedaría con la boca abierta y vería la gran lógica de la oportunidad de hacer grandes planes y de completarlos en seis meses. No hay teoría de la conspiración. Es lamentable que una gran cantidad de cuerpos muy poderosos vean una gran oportunidad en el SARS-CoV-2, y luego, en mayor o menor medida, se hablen entre sí y se comuniquen.

Entonces, es como si todos tuvieran el gran día de pago ahora y creo que lo que vemos es el resultado de este gran impulso implacable hacia la histeria, porque permitirá los objetivos de todos y toda la industria farmacéutica está ansiosa. Es solo uno de esos fenómenos que, por desgracia, se ha explotado más allá de lo creíble”.

Pruebas para analizar su riesgo de padecer alguna enfermedad crónica y COVID-19

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 29 de diciembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • El glaucoma y la enfermedad de Alzheimer se presentan juntas. El glaucoma se puede considerar como “enfermedad de Alzheimer del ojo” y el Alzheimer como “glaucoma cerebral”
  • Las cataratas son una respuesta inmunológica innata contra alguna infección aguda. La infección es lo que provoca la respuesta de proteína desplegada
  • Las cataratas tempranas son una mala señal de longevidad. La mayoría de las personas con cataratas mueren muy jóvenes a causa de algún evento vascular
  • Muchas pruebas de laboratorio pueden informarle sobre su estado de salud, pero para conocer el estado de su sistema inmunológico hay 11 pruebas especiales
  • La evaluación de la retina y varios análisis de laboratorio pueden identificar cualquier problema que se encuentre en desarrollo para después tratarlo con estrategias como suplementos nutricionales y cambios en el estilo de vida

Thomas Lewis, autor del libro “The End of Alzheimer’s: A Differential Diagnosis Toward a Cure,” es un microbiólogo con un Ph.D. del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Por mucho tiempo se ha dedicado a investigar sobre pruebas de diagnóstico y, en esta entrevista, analizamos cómo la evaluación de la retina y otras pruebas de laboratorio se pueden utilizar para determinar factores de riesgo de enfermedad crónica y de COVID-19. Lewis publicó hace poco tiempo un excelente artículo sobre esto.

Nos conocimos hace casi dos años en la Academy for Comprehensive Integrative Medicine en Orlando, Florida, donde hizo una presentación sobre cómo la evaluación de la retina puede servir como una herramienta de diagnóstico para evaluar su riesgo de varias enfermedades.

La conexión ojo-cerebro

Como ejemplo, el glaucoma y la enfermedad de Alzheimer se presentan juntas, como sucedió en el caso del padre de Lewis. Su padre desarrolló glaucoma varios años antes de que él desarrollara Alzheimer.

El glaucoma es la “enfermedad de Alzheimer del ojo” y la enfermedad de Alzheimer es el “glaucoma del cerebro”. De manera similar, las cataratas son una respuesta inmunológica innata contra una infección aguda.

Lewis se refiere al glaucoma como “enfermedad de Alzheimer del ojo” y al Alzheimer como “glaucoma del cerebro”. De manera similar, las cataratas son una manifestación de su respuesta inmunológica innata contra una infección aguda. Por ejemplo, si tiene 50 años y tiene cataratas nucleares a edad temprana, es una mala señal, ya que es una indicación de una infección crónica.

La infección es lo que causa el desarrollo lento de esta respuesta a la proteína desplegada. De acuerdo con Lewis, “si tiene una catarata a edad temprana, es una mala señal de longevidad. La mayoría de las personas con cataratas mueren muy jóvenes a causa de algún evento vascular”.

Sus ojos son una ventana a su salud

Lewis explica la teoría general de utilizar el ojo como biomarcador de enfermedades sistémicas:

“Cuando mira la enfermedad, el sistema alopático determina si está sano o enfermo. Pero en realidad nos encontramos en un proceso continuo de salud. Vivimos cuatro procesos diferentes, los cuales determinan la salud, el estilo de vida, los riesgos, etc. Para determinar la salud fisiológica, evaluamos la sangre, heces y la orina.

Para la patología, que en la mayoría de los casos se ignora, realizamos ecografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas que evalúan los cambios en los tejidos. El ojo es muy bueno en eso ya que es transparente, y la metodología que se utiliza para revisar el ojo es de bajo costo y no invasiva, pero muy precisa y fiable.

Por ejemplo, la tomografía de coherencia óptica (OCT, por sus siglas en inglés) es mucho más precisa para observar micro vasos, capilares, en comparación con la resonancia magnética, ya que la longitud de onda de la luz que utilizan para crear la interferencia es una longitud mucho más corta. En otras palabras, ofrece muchos más detalles que una resonancia magnética”.

La OCT es un tipo de tomografía que utiliza ondas de luz seguras y no ionizantes. Tiene un costo aproximado de 50 USD y también es una herramienta de diagnóstico asequible que puede decirle que sucede en su cuerpo.

Estaba intrigado con la prueba y busqué a un optometrista local para que me la realizara. No me había hecho un examen de la vista desde hace varias décadas, así que pensé que sería un buen chequeo. Y bueno, no tenía glaucoma, mi visión era de 20/20, de cerca y de lejos sin lentes, al igual que mi OCT era totalmente normal, como la de un adulto joven. Es genial saber que los cambios en el estilo de vida funcionan. El próximo mes compartiré un artículo sobre lo que estos cambios han hecho por mi cuerpo.

De nuevo, debido a que el ojo es transparente, la OCT permite ver todos los micro vasos, lo que sucede en este tejido carotídeo (la vasculatura en su ojo) y en el resto de su cuerpo, ya que la carótida es el tejido más vascularizado.

“Mientras que el cerebro utiliza 10 veces más oxígeno que la mayoría de los tejidos por masa, la retina, que constantemente convierte fotones en electrones, utiliza más oxígeno por masa. Si es una persona vulnerable, el ojo es un signo de esa vulnerabilidad”. Lewis explica.

“Es por eso que utilizamos esta prueba. Es muy sencillo saber si hay riesgos para la vida o riesgos fisiológicos que después se transforman en riesgos patológicos. Cuando presenta algún riesgo patológico, significa que se aproxima un mal final ya que básicamente tiene un daño tisular”.

La relación con el COVID-19

Muchas pruebas comunes de laboratorio también pueden decirle mucho sobre su salud y el estado de su sistema inmunológico. Cuando iniciaron los brotes por COVID-19, los investigadores chinos dijeron que los pacientes tenían una tasa elevada de ferritina y sedimentación de eritrocitos (SED), entre otras cosas. Lewis comparó los paneles de laboratorio de COVID-19 con el trabajo que había hecho durante los últimos 15 años y descubrió que coincidían.

“No se trata de tratar el COVID-19, se trata de medir qué tan lleno está su vaso con estos marcadores que crean la tormenta de citoquinas, inflamación y muerte, para poder modularlos”, dice Lewis.

“¿Por qué el Z-Pak alivia el COVID-19? Esa es una mentira. Trata la infección bacteriana, pero todas las personas tenemos una carga infecciosa bacteriana subclínica y esa carga se apodera del sistema inmunológico, lo que lo hace menos incapaz de combatir algo tan viral como el COVID-19. Por eso dicen que el Z-Pak funciona.

No hay nada especial sobre el COVID-19 y nuestra respuesta inmunológica, porque esta es innata y adaptativa. Se trata de poder evaluar mejor su estado inmunológico. Y casi todo lo que medimos es reversible a través de procesos muy simples como suplementos, actividades de estilo de vida, tratamientos para la infección y tratamientos para el virus preexistente”.

Funcionamiento de las citoquinas

Uno de los aspectos más letales del COVID-19 es la tormenta de citoquinas. Una citoquina es una proteína de señalización de corta duración que tiene propiedades reguladoras en las células cercanas. Podría ser beneficiosa o perjudicial. Podría ser proinflamatoria o antiinflamatoria.

Entonces, las citoquinas no son malas y en realidad son muy necesarias ya que sin ellas estaría muerto, pero cuando se salen de control, pueden matarlo. Eso es lo que se conoce como tormenta de citoquinas, de la que he hablado en artículos anteriores. La vitamina D desempeña un papel muy importante, ya que detiene la mayoría de las tormentas de citoquinas al modular la respuesta inmunológica.

Comparación de riesgo con el diagnóstico

Lo que puede hacer la evaluación de la retina y otros análisis de laboratorio es identificar un problema, que luego se puede tratar con estrategias como suplementos nutricionales y cambios en el estilo de vida.

“Si las personas supieran donde se encuentra ese proceso sería muy valioso”, Lewis dice, “Y esa es la prueba que hacemos y tratamos de promover”.

Sin embargo, la clave es no estar dentro de los rangos de referencia “normales” para los marcadores de enfermedades, ejemplos de los cuales incluyen fibrinógeno, dímero D, tasa de SED o proteína C reactiva. Lo que ha hecho Lewis es determinar el momento en el que existe un incremento estadístico de la mortalidad temprana. “Eso establece un conjunto muy diferente de rangos normales para los biomarcadores, que es lo que usamos. No diagnosticamos a las personas, corremos el riesgo de asignarles un puntaje”, explica.

Pruebas de laboratorio eficaces

Las pruebas de detección que pueden ayudar a evaluar su estado de salud y sistema inmunológico incluyen:

1-25 Dihidroxi. Esta es la forma activada de vitamina D. La Vitamina D incrementa los péptidos antimicrobianos (AMP) y mejora la actividad de los neutrófilos (glóbulos blancos que combaten las bacterias).
Magnesio RBC. El magnesio es un cofactor importante para activar la vitamina D. Tomar magnesio puede reducir la cantidad vitamina D oral que necesita para optimizar sus niveles.
Relación de neutrófilos a linfocitos (NLR). Este marcador por sí solo determina el pronóstico en la mayoría de los tipos de tumores cancerígenos sólidos. Los neutrófilos aumentan cuando existe una infección bacteriana, mientras que los virus eliminan los linfocitos. Como explicó Lewis, “La NLR es una especie de barómetro amplificado para su carga infecciosa. La cantidad absoluta debe ser 1.5 o menos”. Cualquier cantidad por encima del 55 % de neutrófilos demuestra que existe una infección crónica, probablemente bacteriana.
Amplitud de distribución de glóbulos rojos o amplitud de distribución eritrocitaria (RDW, por sus siglas en inglés). Los glóbulos rojos nacen pequeños y mueren grandes. Si su RDW es amplio, es probable que tenga placas y arterias carótidas inflamadas. Un nivel por encima de 16 o 17 significa que el RDW podría ser un signo de anemia, pero entre 12.5 y 16, es solo un signo de inflamación.
Proteína C-reactiva. Un marcador de inflamación. El nivel debe ser 0.6 o menos.
Fibrinógeno. El fibrinógeno es un buen marcador de que tan bien su cuerpo puede repararse a sí mismo, ya que es una molécula de señalización para la reparación de tejidos. Si su nivel de fibrinógeno está entre 150 y 285, es probable que su reparación y recuperación supere el desgaste, lo que le permitirá sanar y recuperarse de forma correcta.Por encima de 285, tal vez se deteriore más rápido de lo que se repara. El fibrinógeno también es un marcador de factor de coagulación, por lo que en el COVID-19 y la sepsis, por ejemplo, el nivel alto de fibrinógeno indica que existe una tormenta de citoquinas. Los niveles de tormenta previa a las citoquinas también indican varias enfermedades crónicas, como el ataque cardíaco y el cáncer.
Ferritina. La ferritina es una proteína de transporte de hierro que aumenta en el COVID-19 y en otras enfermedades graves. El hierro cataliza el crecimiento de patógenos bacterianos. Por lo general, cuando un patógeno ataca a sus células sanguíneas, su cuerpo responde al ocultar el hierro del antígeno (la infección) en la proteína ferritina, lo que da como resultado anemia (bajo contenido de hierro) y ferritina alta.Si tiene niveles altos de ferritina, es posible que el hierro no esté disponible para el patógeno, pero si para las células de su cuerpo.El hierro es un poderoso estresante oxidante que incrementará las especies oxidadas, las especies reactivas de oxígeno (ROS) y las especies reactivas de nitrógeno, lo que activa el inflamasoma NRLP3 e incrementa los mediadores inflamatorios y las citoquinas. La solución para mantener niveles altos de ferritina es donando sangre. Si su nivel de ferritina está por encima de 100, considere donar sangre de forma periódica.
El nivel de insulina en ayunas. La resistencia a la insulina es un contribuyente fundamental a la mayoría de las enfermedades crónicas e incrementa el riesgo de complicaciones y muerte por la infección del SARS-CoV-2. Medir la glucosa en ayunas también es una prueba ideal que puede hacer en casa.
Ácido úrico. El ácido úrico es un marcador inflamatorio multifactorial. También ayuda a proteger contra la hipoxia.
Homocisteína. La homocisteína es una toxina vascular que se relaciona con enfermedades cardíacas y sus niveles de vitamina B influyen en ella. Como lo explicó Lewis:“LabCorp cambia sus valores normales de referencia y ahora llegan hasta los 17. Pero el estudio de Framingham demuestra que con una línea de base de 9, cada cinco puntos más de homocisteína provoca un aumento del 40 % en la demencia porque es una toxina vascular”.
Tasa de ESR. La tasa ESR es una medida de qué tan rápido se depositan los glóbulos rojos en un tubo de ensayo. Los glóbulos rojos tienen una carga repulsiva en el exterior de sus membranas (potencial zeta) que les permite mantenerse flotantes. Cuando no hay esta carga repulsiva, se asientan más rápido. Como lo explicó Lewis:“La tasa de SED es un sustituto de lo bien que funciona su sistema, que luego uso como un sustituto de su intestino y lo bien que le está yendo para digerir y producir minerales biodisponibles, porque es la bomba de sodio y potasio”.En teoría, si su potencial zeta es bueno y alto, su tasa de SED debería ser cero. Cuanto más bajo, mejor. Cuanto mayor sea su tasa de SED, peor estará, ya que esto significa que la “batería” de sus glóbulos rojos se descarga, lo que creará problemas sistémicos y niveles bajos de energía. Por lo general, su tasa de SED mejorará una vez que comience a sanar y reequilibrar su intestino.

Dónde hacerse estas pruebas

Su médico de atención primaria puede recomendarle todas estas pruebas de laboratorio. Sin embargo, es posible que no puedan orientar por completo su tratamiento en función de sus resultados, que es en lo que se especializan Lewis y su equipo.

“Venga con nosotros y lo ayudaremos a resolver su problema” dice Lewis. “En nuestra pestaña de servicios, tenemos un servicio de COVID-19 y allí tenemos cinco niveles diferentes de paneles, desde solo una evaluación de la población hasta una inmersión muy profunda. Principalmente, todos los marcadores de los que hablamos hoy y más.

En cuanto a los lípidos, se incluye la química, función hepática, metabolismo y todo eso. No aceptamos seguros, pero puedo solicitar estas pruebas. Mi equipo puede solicitar estas pruebas en cualquier parte del país.

Combinamos la prueba de laboratorio con una encuesta de admisión funcional. Lo que hicimos y publicamos en un artículo, fue que creamos un puntaje de riesgo para cada pregunta y respuesta que se encuentra en un cuestionario de admisión funcional, y lo digitalizamos para que esté disponible en línea.

Le damos una calificación con letras, que es una especie de reflejo de su de riesgo total y luego subsecciones de calificaciones. Después, le damos un informe de código de colores muy detallado, que se convierte en su plan de tratamiento, por así decirlo. Queremos mejorar estos detalles diferentes. Tenemos consejeros de salud para explicarle porque algunas cosas deben hacerse en serie y otras en paralelo.

Cualquier persona que se realice un análisis de sangre lo obtendrá. Además, nuestro equipo está capacitado para ayudarlo a comprender sus análisis desde una perspectiva crónica muy detallada, pero también mirar los factores de riesgo y mostrarle cuáles podrían haber causado un aumento. Entonces, podrá apreciar una correlación muy clara.

Le damos una calificación con letras, pero existe un número debajo. Luego le damos lo que llamamos la temperatura de nuestra enfermedad crónica, que es la fusión de 20 de estos importantes biomarcadores en una sola puntuación. Tenemos un gráfico de la temperatura de nuestra enfermedad crónica frente a nuestra evaluación de enfermedad crónica.

Es algo muy lineal que le demuestra que sus riesgos están ligados a su salud fisiológica. Hemos demostrado en las poblaciones con las que trabajamos, que cuando reducimos su tasa de riesgo (solo las cosas del estilo de vida como la salud bucal, mejorar el intestino, alimentación, desintoxicación), su puntuación fisiológica desciende, lo cual es bueno porque queremos que su puntuación sea lo más baja posible.

Eso es lo que hacemos. Tenemos médicos funcionales, médicos habituales y entrenadores de salud”.

Superamos sus expectativas

Aunque la mayoría de los problemas de salud se pueden abordar con éxito con cambios nutricionales y de estilo de vida, es importante controlar sus expectativas de cuánto tiempo tardará. Como señaló Lewis:

“Tengo una explicación muy sencilla para establecer expectativas. Si tardó 10 años en conseguir algo, le llevará al menos 10 meses salir de eso. Y eso es con diligencia, consistencia y el tratamiento adecuado. Cuando tenemos gente complaciente [que se empeña en la recuperación] de la artritis reumatoide, psoriasis, confusión mental, conseguimos nuestros objetivos a los cinco meses.

¿Por qué sucede eso? Porque todo en la naturaleza es logarítmico lineal. Estamos programados para entender eso implícitamente, pero la sociedad nos ha enseñado la gratificación instantánea. Creemos que, si hacemos una cosa, obtendremos un resultado. Pero en realidad todo es una asíntota, cuando se enferma está en una línea asíntota, esta entubado y sigue entubado, hasta que algo de repente sale mal.

Aunque salir de ese estado es lo opuesto a eso, le toma mucho tiempo cambiar la situación y comenzar a sentirse mejor. Y de repente, llega a ese punto de inflexión y se siente mejor.

Todo en la naturaleza, incluyendo la salud, es una relación lineal logarítmica para llegar a donde quiere estar. Cuando las personas entienden y compran ese concepto, pueden mantener el rumbo y podemos mejorarlosNo es algo que ocurra de la noche a la mañana. Eso es lo único que trato de hacer”.

La misteriosa desaparición de la gripe

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 28 de diciembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Los CDC informaron que, desde el inicio de la pandemia, el porcentaje de muestras respiratorias que se enviaron para las pruebas de influenza que dieron positivo disminuyó de más del 20 % al 2.3 %
  • Señalaron que a pesar del cambio de temporada que se dio a partir del 18 de septiembre de 2020, las pruebas positivas de influenza “se han mantenido en niveles históricamente bajos (0.2 % versus 1 a 2 %)”
  • Además, se observó una reducción similar en todo el mundo, incluso en los países del hemisferio sur de Australia, Chile y África del Sur, que suelen servir como centinelas de la actividad de la influenza en los Estados Unidos
  • Las muertes por “COVID” que han reportado los CDC en realidad son la combinación de muertes por neumonía, gripe y COVID, que ahora se clasifican como neumonía, influenza, COVID (PIC, por sus siglas en ingles)
  • Pero la gripe no desapareció de forma misteriosa, sino que es muy probable que han cometido el error de clasificar los casos de gripe como COVID-19
  • Según los CDC, los casos de gripe comenzaron a disminuir en respuesta a “las medidas que se toman para reducir la transmisión del SARS-CoV-2”, pero la pregunta sería ¿por qué esas medidas funcionan para erradicar la gripe, pero no el COVID-19?

Con el COVID-19 en todos los titulares, todos se han olvidado que estamos en temporada de influenza (gripe). Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos rastrean semanalmente las muertes por influenza (gripe) y neumonía con el Sistema de Reportes de Mortalidad del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (NCHS).

También crea una estimación preliminar de la carga de la influenza estacional, con base en las tasas brutas de hospitalizaciones por influenza confirmadas por laboratorio. Tales estimaciones tienen como objetivo dar una idea de cuántas personas se han enfermado o muerto a causa de la gripe en una temporada determinada.

“El 4 de abril de 2020 fue la última semana en que se proporcionaron estimaciones preliminares de la carga de influenza”, escribieron los CDC en su página web de la temporada de influenza 2019-2020 en Estados Unidos. La razón por la que las estimaciones se detuvieron en abril es porque los casos de gripe disminuyeron tanto que se volvió muy difícil rastrearlos. En una actualización que se publicó el 3 de diciembre de 2020, los CDC declararon:

“El modelo que utilizaron para generar las estimaciones preliminares de la carga de influenza durante la temporada utiliza datos de hospitalización por influenza de la temporada actual. Las hospitalizaciones por influenza que se reportaron son tan bajas en este momento que no se puede generar una estimación”.

También dijeron que “desde que comenzaron a hacer este tipo de estimaciones jamás habían registrado un estimado total de hospitalizaciones tan bajo a final de temporada”.

Mientras aumentan los casos de COVID se reducen las muertes por influenza

A finales del verano de 2020, comenzó el rumor de que el mundo podría sufrir “otra pandemia” pero ahora de influenza y COVID-19. Hasta el momento no ha pasado nada. En los Estados Unidos, los CDC informaron que, desde el inicio de la pandemia, el porcentaje de muestras respiratorias que se enviaron para las pruebas de influenza que dieron positivo disminuyó de más del 20 % al 2.3 %.

Señalaron que a pesar del cambio de temporada que se dio a partir del 18 de septiembre de 2020, las pruebas positivas de influenza “se han mantenido en niveles históricamente bajos (0.2 % versus 1 a 2 %) influenza en los Estados Unidos, y que del 29 de septiembre de 2019 al 29 de febrero de 2020 y del 1 de marzo al 16 de mayo de 2020, notaron una disminución del 98 % en la actividad de la influenza.

Además, se observó una reducción similar en todo el mundo, incluso en los países del hemisferio sur de Australia, Chile y África del Sur, que suelen servir como centinelas de la actividad de la influenza en los Estados Unidos.

Las tres áreas tuvieron una actividad de influenza muy baja durante junio a agosto de 2020, que es su temporada alta de influenza. De abril a julio de 2020, solo se detectaron 33 resultados positivos de influenza en Australia; 12 en Chile; y seis en Sudáfrica, lo que dio un total de 51 pruebas positivas. A modo de comparación, durante abril a julio de 2017 a 2019, se registraron 24 512 muestras positivas de influenza.

Al principio se pensó que esta disminución tan marcada en la actividad de la influenza se debía a que se realizaron menos pruebas, lo que probablemente se debió a que las personas con síntomas respiratorios se realizaron la prueba del COVID-19 en lugar de la prueba de influenza. Sin embargo, según los CDC, los funcionarios de salud pública hicieron un esfuerzo concertado con el fin de realizar pruebas para detectar influenza, y que a pesar de que se realizaron varias pruebas, se detectaron muy pocos casos de personas infectadas con este virus.

Mientras que, en Australia, esta temporada analizaron “más muestras de influenza” de lo habitual, detectaron muy pocos casos de influenza. Entonces, ¿qué pasó con la gripe?

El rastreo que hacen los CDC combina muertes por COVID, gripe y neumonía

Las muertes por “COVID” que han reportado los CDS en realidad son la combinación de muertes por neumonía, gripe y COVID, que ahora se clasifican como neumonía, influenza, COVID.

Su página web COVIDView, que proporciona un resumen del rastreo semanal de la actividad de COVID-19 en Estados Unidos, afirma que desde septiembre de 2020 aumentaron los niveles de SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19 y las “enfermedades asociadas”, mientras que a partir de octubre aumentó el porcentaje de muertes por neumonía, gripe y COVID-19.

Como señaló el profesor William M. Briggs, consultor estadístico y asesor de políticas del Heartland Institute, un grupo de expertos del libre mercado, “Hasta julio de 2020, los CDC contaban las muertes por gripe y neumonía por separado, siempre lo habían hecho de esta manera, pero misteriosamente dejaron de hacerlo… Se ha vuelto muy difícil diferenciarlas”, refiriéndose al rastreo combinado de muertes por “PIC”. Incluso utilizan el PIC para afirmar que los casos están por encima del umbral epidémico:

“Según los datos del certificado de defunción, para la semana 49, el porcentaje de muertes a causa de PIC fue del 14.3 %, que se mantiene por encima del umbral epidémico.

Los porcentajes semanales de muertes a causa de PIC aumentaron durante siete semanas desde principios de octubre hasta mediados de noviembre y se espera que aumenten en las últimas semanas a medida que se presenten datos adicionales. También se espera que aumenten las tasas de hospitalización a medida que se presenten datos adicionales”.

¿Cómo influyeron el uso de cubrebocas y el confinamiento en las tasas de gripe?

Pero una teoría es que la gripe no desapareció de forma misteriosa, sino que han cometido el error de clasificar los casos de gripe como COVID-19. Otra teoría se centra en la interferencia viral, que es el fenómeno en el que una célula infectada por un virus se vuelve resistente a otros virus; es decir, las células rara vez se infectan con más de un virus, por lo que COVID-19 hace que la influenza desaparezca.

Sin embargo, dado que el COVID-19 es un virus tan novedoso y, según se informa, solo una minoría de la población ha estado expuesta, la otra parte de la población aún corre el riesgo de contraer influenza.

Según los CDC, los casos de gripe comenzaron a disminuir en respuesta a “las medidas que se toman para reducir la transmisión del SARS-CoV-2”. En otras palabras, creen que los casos de gripe disminuyeron gracias al uso de cubrebocas, distanciamiento social y confinamiento.

El 18 de septiembre de 2020 publicaron su reporte semanal de MMWR en el que afirman: “En los Estados Unidos, la circulación del virus de la influenza disminuyó de forma significativa después de dos semanas de declarar estado de emergencia por COVID-19 e implementar las medidas comunitarias para mitigar el virus que incluyeron cerrar escuelas, implementar distanciamiento social y utilizar cubrebocas, aunque el momento exacto varía según el lugar”.

Pero una vez más, este tipo de declaraciones deja más preguntas que respuestas y la principal es, ¿por qué esas medidas funcionan para erradicar la gripe, pero no el COVID-19? Básicamente, los dos virus se propagan de la misma manera. Como lo expresó el periodista científico irlandés Peter Andrews en RT:

“Quieren que creamos que la gripe desapareció gracias a las medidas que se implementaron para combatir el Covid como el uso de cubrebocas, distanciamiento social y confinamiento.

Según todos están de acuerdo con esto. Pero, si estas medidas han sido tan efectivas contra la gripe, que nos ha afectado durante miles de años, entonces ¿por qué los casos de Covid siguen en aumento? ¿Podría el cubrebocas ser efectivo para un virus, pero no para el otro?

Los defensores de esta teoría tienen una explicación. Afirman que el Covid es más contagioso que la gripe. Tiene un ‘período de incubación’ más largo que el de la gripe, y su ‘tasa R’ es tres veces mayor que la de la gripe. Pero incluso si todo esto fuera cierto, aún queda una pregunta sin respuesta ¿por qué la gripe desapareció por completo?”

Problemas con el confinamiento

Cuando se le preguntó a Briggs si creía que el confinamiento había ayudado a terminar con la gripe, contestó “Para nada. El confinamiento solo provoca que la gripe se propague… Aislar a las personas sanas es una locura”. Briggs cree que el confinamiento solo aumenta los casos de infección porque el virus se propaga más rápido cuando las personas están en espacios cerrados, muy cerca las unas de las otras, sin flujo de aire.

También señaló que el confinamiento no ha servido de nada y que la ciudad de Nueva York es un ejemplo de ello. En abril de 2020, en la ciudad de Nueva York, la tasa de mortalidad por COVID-19 superó las 50 muertes por millón al día, a pesar de que en marzo se implementó el confinamiento obligatorio. El estado ordenó a los asilos de ancianos aceptar a pacientes con COVID-19 hasta el 10 de mayo que fue cuando se revirtió esta orden, pero para entonces el virus había cobrado una factura muy alta en sus residentes.

“Al facilitar la transmisión del virus de los hospitales a los asilos de ancianos, se maximizó la tasa de propagación entre la población de personas de edad avanzada y se puso en duda cualquier posible beneficio del confinamiento entre la población joven y sana”, dijo el Dr. Gilbert Berdine, profesor asociado de medicina en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica de Texas.

Entonces, no se sabe si el distanciamiento social y el uso de cubrebocas promueven o combaten la gripe

Los CDC quieren aprovecharse del número misteriosamente bajo de casos de gripe de esta temporada para sugerir que utilizar cubrebocas, cerrar las escuelas e implementar distanciamiento social podría convertirse en la estrategia principal para hacerle frente a la temporada de gripe cada otoño:

“Si se siguen implementado estas medidas durante el otoño, la actividad de influenza en los Estados Unidos podría permanecer a la baja, por lo que la temporada de gripe podría retrasarse o incluso mitigarse. En el futuro, algunas de estas medidas comunitarias podrían implementarse durante las epidemias de influenza para reducir la transmisión, en especial entre las poblaciones con mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves o complicaciones”.

Y a pesar de que afirman que esta temporada los casos de gripe son casi inexistentes y que las medidas que implementaron para combatir el COVID-19 han ayudado a frenar su propagación, aún recomiendan vacunarse contra la influenza, “en especial esta temporada”.

“Dado a que el virus del COVID-19 y la incertidumbre de las medidas comunitarias para combatirlo son temas muy recientes, es importante controlar la influenza en los Estados Unidos, en especial durante el otoño y el invierno. Vacunar contra la influenza de todas las personas de ≥6 meses sigue siendo el mejor método para prevenir la influenza y se ha vuelto aún más importante esta temporada en la que el SARS-CoV-2 y el virus de la influenza puede circular”.

Pero si quiere ser proactivo, es importante recordar quelas vacunas contra la gripe son controversiales y sus probabilidades de contraer influenza después de vacunarse siguen siendo superiores al 50/50 en un año determinado.

Por ejemplo, según los datos de los CDC, la eficacia de la vacuna contra la influenza estacional en la temporada 2017-2018 contra la “infección por los virus de la influenza A y B relacionadas con una enfermedad respiratoria aguda asistida por un médico”, fue solo del 36 %. Mientras tanto, ya sabemos que optimizar los niveles de vitamina D es una gran estrategia, no solo para combatir el COVID-19 sino también la influenza.