La censura del tratamiento con vitamina C contra el COVID-19

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 15 de diciembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • El Dr. Andrew Saul, editor en jefe del Servicio de Noticias de Medicina Ortomolecular, presenta información sobre la importancia de la vitamina C para tratar enfermedades como el COVID-19
  • Las dosis muy elevadas de vitamina C son capaces de combatir los virus, ya que actúan como un medicamento antiviral
  • Saul afirma que, con base en décadas de investigación, es posible detener la pandemia de coronavirus con el uso generalizado de vitamina C en dosis elevadas
  • Facebook bloqueo gran parte de la información relacionada con la vitamina C y el COVID-19, al alegar que es falsa según la opinión de verificadores de información, quienes no cuentan con una formación médica formal
  • El gobierno de Shanghai, China, recomienda tratar el COVID-19 con una dosis de 300 mg de vitamina C por vía intravenosa por cada kg de peso corporal, la Asociación Médica China publicó este protocolo
  • Saul considera que la vitamina C es la terapia más importante para las personas que se encuentran muy enfermas y en riesgo de morir por COVID-19, también es el tratamiento preventivo más económico para las personas

El Dr. Andrew Saul, editor en jefe del Servicio de Noticias de Medicina Ortomolecular, presenta información sobre la importancia de la vitamina C para tratar enfermedades como el COVID-19. Pero, lamentablemente esta información está siendo silenciada a través de la censura organizada.

Su presentación en Tokio, denominada “Orthomolecular Medicine and Coronavirus Disease: Historical Basis for Nutritional Treatment”, destaca el hecho de que cuando se utiliza como tratamiento, se necesitan altas dosis de vitamina C, a menudo 1000 veces más que la cantidad diaria recomendada en los Estados Unidos.

La dosis es un elemento fundamental de la ciencia médica ya que afecta los resultados del tratamiento, pero la terapia con vitaminas no se acepta de la misma manera que la terapia con medicamentos. La mayoría de las investigaciones sobre la vitamina C han utilizado dosis poco adecuadas, que no conducen a resultados clínicos.

“La literatura médica ha ignorado más de 80 años de estudios clínicos y de laboratorio sobre la terapia con vitamina C en dosis elevadas”, señala Saul, y añade que, aunque se sabe que la vitamina C es beneficiosa para combatir enfermedades, existe controversia sobre su eficacia. “Las dosis moderadas ofrecen una prevención eficaz”, mientras que “las dosis elevadas son terapéuticas”.

Los pioneros de la terapia con vitamina C

La vitamina C también es conocida como ácido ascórbico y es más famosa por sus propiedades antioxidantes que mantiene debido a su capacidad para donar electrones a las moléculas oxidadas. La vitamina C, incluso en pequeñas cantidades, protege las proteínas, los lípidos e incluso el ADN y el ARN en el cuerpo de las especies reactivas de oxígeno, que se generan durante el metabolismo normal y por las toxinas (como el humo del cigarro y la contaminación del aire).

La vitamina C también fomenta la biosíntesis de colágeno, carnitina y catecolaminas. Según Patrick, como tal, “beneficia a la función inmunológica, la curación de heridas, el metabolismo de los ácidos grasos, la producción de neurotransmisores y la formación de vasos sanguíneos, así como otros procesos importantes”.

Las dosis muy elevadas de vitamina C son capaces de combatir los virus, ya que actúan como un medicamento antiviral. Aunque tiene actividad antiinflamatoria que ayuda a prevenir la cascada de citoquinas relacionada con casos graves de SARS-CoV-2, su capacidad antiviral quizás está relacionada con que es un eliminador de radicales libres sin límites de frecuencia. Los pioneros de la terapia con vitamina C incluyen a:

El Dr. Claus Washington Jungeblut: Profesor de bacteriología en el Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia e investigador pionero de la poliomielitis, quien fue el primero en reportar que la vitamina C es una antitoxina antiviral. La vitamina C se utilizó para prevenir y tratar la polio. El Dr. Jungeblut publicó esto por primera vez en 1935.

“Es asombroso que, si se hubiera demostrado en 1930 que la vitamina C era un antiviral, incluso en pequeñas dosis, se estuviera utilizando para prevenir y tratar el COVID y otras enfermedades”, dice Saul.

El Dr. Frederick Robert Klenner: Durante décadas, Klenner, un especialista en el tórax con sede en Carolina del Norte, trató a las personas con inyecciones de vitamina C de 300 a 1200 mg por kilogramo (kg) de peso corporal por día, lo que permite tratar la poliomielitis, la neumonía y otras enfermedades graves.

Klenner, el primer médico con 40 años de experiencia en usar la terapia con vitamina C, dijo: “El ácido ascórbico es capaz de destruir todos los organismos del virus cuando se utiliza en dosis adecuadas”.

El Dr. Robert F. Cathcart III: Era un médico y cirujano ortopédico de California que desarrolló el uso de la vitamina C como antiviral, al incluir dosis orales y por vía intravenosa de hasta 200 000 mg por día. A finales de la década de 1960, Cathcart utilizó dosis elevadas de vitamina C para tratar enfermedades virales como la influenza, la neumonía, la hepatitis y el SIDA.

En 1981, Cathcart describió cómo es posible determinar si una persona ha consumido vitamina C en exceso. Con un exceso de dosis orales, el cuerpo desarrollará heces blandas. Sin embargo, esto no sucede con la vitamina C por vía intravenosa. La vitamina C liposomal permite consumir dosis mucho más elevadas sin desarrollar heces sueltas.

Es posible tomar hasta 100 gramos de vitamina C liposomal y obtener niveles sanguíneos equivalentes o superiores a los de la vitamina C por vía intravenosa. Sin embargo, se debe considerar como un tratamiento extremo.

Los verificadores de información calificaron esto como falso

Cathcart, un médico con décadas de experiencia en el uso de vitamina C para tratar enfermedades virales, explicó en Facebook: “Aún no se ha observado ninguna gripe que no se haya curado o mejorado con dosis masivas de vitamina C”. Saul considera que esto aplica para cualquier enfermedad viral, incluyendo el COVID-19, lo cual fue marcado como “información falsa” según los verificadores de información:

“Algunos de los verificadores de información de Facebook, decidieron que esta declaración es falsa. No entiendo cómo la opinión de un médico se puede considerar como falsa. Quizás no están de acuerdo con él, pero no es información falsa. Si esta es la opinión profesional de un médico, es un punto de vista válido. Pero, no para Facebook”.

El 12 de febrero de 2020, Saul declaró en Facebook que, con base en la investigación de Jungeblut, Klenner y Cathcart, “Es posible detener la pandemia de coronavirus con el uso generalizado de dosis elevadas de vitamina C”. Facebook inmediatamente bloqueó su publicación al alegar que era falsa, con base en la opinión de verificadores de información que no tienen capacitación médica formal.

Él respondió: “La prevención y el tratamiento de infecciones respiratorias con grandes cantidades de vitamina C son bien conocidas. Las personas que consideran que la vitamina C es buena, pero que las dosis masivas no son eficaces o que son dañinas, deberían leer los artículos originales”.

Saul agrega que, aunque existen otros nutrientes importantes, la vitamina C es la terapia más importante para las personas que se encuentran en la unidad de cuidados intensivos, muy enfermas y en riesgo de morir por COVID-19, así como también es el tratamiento preventivo más económico para las personas.

“Después de publicar esto sobre la vitamina C y el COVID, la vitamina C comenzó a agotarse y desapareció de los estantes de las tiendas de todo el mundo”, según Saul. Los verificadores de información llegaron un poco tarde. Pero, en última instancia, detuvieron la difusión sobre los virus que se tratan con vitamina C”.

Médicos chinos recomiendan la vitamina C para tratar el COVID

Saul también destaca un estudio, publicado en chino, que detalló los relatos de cuatro personas con COVID-19 que fueron ingresadas en el Segundo Hospital de la Universidad de Xi’an Jiaotong y que se recuperaron en febrero de 2020.

“Las dosis elevadas de vitamina C lograron buenos resultados en aplicaciones clínicas”, afirmaron los investigadores, y añadieron que “es importante iniciar el tratamiento con vitamina C lo antes posible después de ingresar al hospital”, “ya que esto puede mejorar los niveles antivirales, así como prevenir y tratar la lesión pulmonar aguda y la dificultad respiratoria aguda”.

Los medios de comunicación no publicaron esta información, aunque Saúl la compartió. Otra cita del Dr. ZhiYong Peng, jefe de cuidados intensivos del Hospital Zhongnan de la Universidad de Wuhan, explica lo siguiente:

“En mi departamento y en otros hospitales recomendamos a las personas que consuman entre 12 000 y 24 000 mg de vitamina C al día. Eso reduce la severidad del COVID-19. En mi hospital, todos los profesionales médicos reciben entre 1000 a 2000 mg de vitamina C en polvo. Escuché que la mayoría de los hospitales de Wuhan ofrecen vitamina C en polvo a sus profesionales médicos”.

Según Saul, el gobierno de Shanghai, China, recomienda tratar el COVID-19 con 200 mg de vitamina C por vía intravenosa por cada kg de peso corporal, así como una dosis de 16 000 mg/día para adultos. La Asociación Médica China publicó este protocolo. Facebook y sus verificadores de información, no estuvieron de acuerdo, al marcar esta información como “parcialmente falsa”.

“Nunca me contactaron para verificar las fuentes, los hospitales, los expertos o al gobierno de Shanghai”, explicó Saul. “Solo decidieron que era información falsa. Creo que ocultar la información sobre el tratamiento con vitamina C, es considerado como negligencia. Acuso a los medios de comunicación de negligencia”.

La vitamina C como “terapia de rescate”

Un comentario publicado en The Lancet: Respiratory Medicine, en marzo de 2020, afirma: “Las dosis elevadas de vitamina C también se pueden considerar como terapia de rescate” en personas con insuficiencia respiratoria por síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) causado por el COVID-19. “Por desgracia, no han aprovechado esta información”, afirma Saul, a pesar de haber estado disponible desde los primeros meses de la pandemia.

También han censurado o eliminado otros artículos y videos de YouTube de médicos que apoyan el uso de la vitamina C para combatir el COVID-19. Otra objeción sobre las dosis elevadas de vitamina C es que es peligrosa, pero como señala Saul, es una de las terapias más estudiadas de la historia.

En 2007, un estudio publicado en el Journal of the Royal Society of Medicine por Harri Hemila, considerado una eminencia en vitamina C, calificó los daños potenciales como “infundados” y afirmó que las personas con neumonía pueden consumir hasta 100 gramos de vitamina C al día sin desarrollar diarrea, “debido a los cambios en el metabolismo de la vitamina C provocados por la infección grave”.

Investigaciones anteriores de Hemila y sus colegas encontraron que una dosis de 17 000 mg/día de vitamina C por vía intravenosa redujeron hasta en un 44 % la estancia en la unidad de cuidados intensivos. De acuerdo con Saul, el Dr. Richard Cheng, un médico chino-estadounidense, reportó que se trataron cerca de 50 casos de infección moderada a grave de COVID-19 con dosis elevadas de vitamina C, que incluyeron 10 000 mg para casos moderados y 20 000 mg para casos más severos, durante siete a 10 días.

No solo mejoraron todos los pacientes, sino que no se informaron efectos secundarios de la terapia con vitamina C. Pero, nuevamente los verificadores de información lo consideraron como falso. Facebook lo considera como falso, al igual que otros medios de comunicación.

Censura organizada

En febrero de 2020, la Organización Mundial de la Salud se reunió con una docena de empresas de tecnología, incluyendo Google, Amazon y YouTube, para ordenarles que detuvieran la propagación de información errónea sobre el coronavirus. El grupo, que tenía previsto reunirse cada cierto tiempo, se ha enfocado en información relacionada con tratamientos de salud natural como la vitamina C, al considerarlos como noticias falsas y conspiraciones.

Pero en realidad, etiquetar a la vitamina C como noticias falsas es una censura organizada. Esto encaja con la descripción de conspiración. Están tratando de evitar que se divulgue la información sobre la vitamina C, y, por desgracia, lo han logrado.

Incluso, el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, explicó lo siguiente en el año 2016, “La vitamina C puede mejorar las defensas contra los microbios”. Durante la pandemia lo mencionó de nuevo, en una entrevista de Instagram, donde explicó que la vitamina D ayuda al cuerpo a resistir las infecciones y añadió que: “La otra vitamina es la vitamina C por sus propiedades antioxidantes, por lo que es bueno consumirla”.

Cheng también entrevistó a una familia en Wuhan, China, que tomó dosis elevadas de vitamina C y no contrajo la infección, a pesar haber tenido contacto con una persona con COVID-19. Pero, el video fue eliminado de YouTube. “No puedo creer que esto esté sucediendo”, dijo Cheng.

El Dr. Paul Marik demostró un tratamiento con vitamina C por vía intravenosa (IV) con hidrocortisona y tiamina (vitamina B1) que mejora las tasas de supervivencia en personas con sepsis. Dado que la sepsis es una de las razones por las que las personas mueren a causa del COVID-19, el tratamiento con vitamina C podría ser importante durante esta pandemia.

Dicho tratamiento requiere de 1500 mg de ácido ascórbico cada seis horas y es muy efectivo. Sin embargo, recomendaría consumir dosis aún más elevadas de vitamina C liposomal si es por vía oral.

No considero prudente que las personas que no están enfermas consuman dosis tan elevadas de vitamina C de forma regular. Considero que la vitamina C en dosis elevadas es una intervención muy segura y eficaz para las infecciones graves de las vías respiratorias superiores, porque se convierte en peróxido de hidrógeno, que el cuerpo utiliza para combatir las infecciones. Sin embargo, no creo que sea necesario tomarla durante largos períodos de tiempo. El potencial de la vitamina C para tratar enfermedades graves y para ayudar a prevenirlas es algo que debe compartirse.

Las vacunas de emergencia contra el COVID-19 podrían causar muchos efectos secundarios

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 14 de diciembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • A principios de noviembre de 2020, Pfizer anunció que su vacuna tiene una efectividad superior al 90 %. Una semana después, Moderna, la empresa que diseñó su candidata a la vacuna en solo dos días, afirmó que contaba con un porcentaje de efectividad del 94.5 %
  • Los datos de los ensayos clínicos omiten información crucial, como el umbral del ciclo que utilizaron para la prueba de PCR, si los “casos” presentaron síntomas o no y cuánto tiempo dura la protección de la vacuna
  • Ningún ensayo del COVID-19 está diseñado para saber si la vacuna disminuye las tasas de hospitalización o la cantidad de muertes. Solo tienen como objetivo descubrir si reduce los síntomas en caso de infectarse

Dado a que las vacunas contra el COVID-19 están a punto de distribuirse de forma masiva, los medios de comunicación no dejan de hablar sobre quién la recibirá primero y cuál será el proceso. Sin embargo, cuando se trata de estas vacunas, jamás hablan sobre la definición de “eficacia”.

A principios de noviembre de 2020, cuando Pfizer anunció que su vacuna tiene una efectividad superior al 90 %, el mercado bursátil se fue por los cielos. Una semana después, Moderna, la empresa que diseñó su candidata a la vacuna en solo dos días, afirmó que contaba con un porcentaje de efectividad del 94.5 %.

Sin embargo, si lee los comunicados de prensa de Pfizer y Moderna, así como otra información sobre ensayos clínicos, notará que omiten información crucial. Por ejemplo:

  • No dicen cuántos ciclos utilizaron para las pruebas de PCR que tomaron en cuenta para contar los casos de COVID-19, lo cual es crucial para determinar la precisión de ese tipo de pruebas.
  • No dicen si los “casos” eran sintomáticos o asintomáticos.
  • No mencionan nada sobre hospitalizaciones o muertes, lo que significa que no hay indicios de que las evite.
  • No mencionan el tiempo que dura la protección de la vacuna cuando realmente es efectiva y protectora. Algunas indicaciones sugieren que para que la vacuna sea eficaz, es posible que deba aplicársela cada tres a seis meses.

La razón de probabilidad puede ser engañosa

En un artículo que publicó el Instituto Mises, el Dr. Gilbert Berdine, profesor asociado de medicina en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica de Texas, escribió:

“El estudio de Pfizer involucró a 43 538 participantes y comenzó su análisis a partir de los 164 casos. Lo que significa que solo unos 150 de 21 750 participantes (menos del 0.7 %) obtuvieron resultado positivo en la prueba de PCR en el grupo de control y alrededor de una décima parte de ese número obtuvo un resultado positivo en la prueba de PCR en el grupo de vacuna.

El ensayo de Moderna contó con 30 000 participantes. Hubo 95 “casos” en los 15 000 participantes de control (alrededor del 0.6 %) y cinco “casos” en los 15 000 participantes de vacuna (alrededor de una vigésima parte del 0.6 %). Las cifras de “eficacia” citadas son razones de probabilidad …

Cuando el riesgo de un evento es bajo, la razón de probabilidad puede ser engañosa con respecto al riesgo absoluto. Una medida de eficacia más significativa sería el número [necesario] a vacunar para prevenir una hospitalización o una muerte. Esas cifras no están disponibles.

Una estimación del número [necesario] a tratar del ensayo de Moderna para prevenir un solo “caso” sería de 15 000 vacunas para prevenir 90 “casos” o 167 vacunas por “caso” prevenido, lo cual no suena tan bien como efectividad del 94.5%”.

Número necesario a vacunar de Pfizer es 256

En una carta al editor, el Dr. Allan Cunningham, un pediatra jubilado en Nueva York, también señala que el porcentaje de efectividad del 90 % de Pfizer no presenta la información de una manera en que las personas puedan entenderla, solo es el estimado del número necesario a vacunar. Señala que:

“Aunque no se proporcionan datos específicos es fácil dar los números aproximados, es decir, con base en los 94 casos en un ensayo que involucró a 40 000 participantes: 8 casos en el grupo de vacuna de 20 000 participantes y 86 casos en el grupo de placebo de 20 000 participantes.

Esto produce una tasa de incidencia de COVID-19 de 0.0004 en el grupo de vacuna y 0.0043 en el grupo de placebo. Riesgo relativo (RR) de la vacunación de 0.093, lo que se traduce en una “efectividad de la vacuna” del 90.7 % [100 (1-0.093)]. Y aunque esto suena impresionante, la reducción absoluta del riesgo para un individuo es solo de unos 0.4 % (0.0043-0.0004 = 0.0039).

El número necesario a vacunar (NNTV) es de 256 (1/0.0039), lo que significa que para prevenir un solo caso de COVID-19, se deben vacunar 256 personas; mientras que las otras 255 personas no obtienen ningún beneficio, pero sí corren el riesgo de sufrir los efectos secundarios de las vacunas, que aún no sabemos cuáles son”.

Aún no se sabe mucho sobre cuestiones importantes de seguridad

De hecho, cuando se trata de seguridad, es importante señalar que debido a que solo unos cuantos voluntarios sanos han estado expuestos a la vacuna real, los probadores beta reales serán los cientos de miles de personas que reciban la vacuna una vez que esté disponible en el mercado.

En su artículo, Berdine enfatiza que aún no ha encontrado un colega médico que esté dispuesto a estar entre los primeros en recibir la vacuna experimental. La mayoría dice que antes de considerar administrarse la vacuna, quieren revisar los datos de seguridad después de alrededor de un año de uso.

“Estos colegas están preocupados por los posibles efectos secundarios autoinmunes que podrían aparecer meses después de la vacunación”, escribe Berdine. Vale la pena señalar que ninguno de los ensayos en curso incluye voluntarios inmunodeprimidos, por lo que se desconocen por completo los efectos de estas vacunas en personas con una función inmunológica deficiente.

Este es un problema grave, ya que se estima que entre 14.7 y 23.5 millones de las personas que viven en Estados Unidos padecen alguna forma de enfermedad autoinmune, y estas personas también tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones por COVID-19 y muerte.

Si la vacuna agrava los problemas autoinmunes, el resultado podría ser devastador para una gran cantidad de personas. Todos los voluntarios que están inscritos en los ensayos son más saludables que la persona promedio, sin embargo, los efectos secundarios parecen ser comunes incluso entre este grupo de “élite”.

Lo que podemos esperar de la vacuna contra el COVID-19

Un artículo del 20 de octubre de 2020 que se publicó en Observer, enumera los efectos secundarios conocidos que han surgido en los diversos ensayos. Escalofríos, fiebre, dolores corporales y dolor de cabeza son los más comunes, pero también se han producido al menos dos casos de mielitis transversa (inflamación de la médula espinal).

Incluso los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advierten que los efectos secundarios de la vacuna “deben tomarse en serio” y Saad Omer, director del Instituto de Yale para la Salud Global, enfatizó la necesidad de una campaña de divulgación de gran alcance para discutir la realidad de los efectos secundarios, ya que existe la posibilidad de que los pacientes no regresen por la segunda dosis requerida si los efectos secundarios los toman por sorpresa.

El Dr. Eli Perencevich, profesor de medicina interna y de epidemiología de la Universidad de Iowa, sugirió que los trabajadores esenciales deben recibir tres días de licencia después de recibir la vacuna, ya que muchos se sentirán demasiado enfermos para trabajar.

Un artículo de CNBC publicado el 1 de diciembre de 2020, que analizó la frecuencia de las reacciones adversas, señaló que entre el 10 % y el 15 % de los participantes en los ensayos de Pfizer y Moderna reportaron efectos secundarios “considerables”.

En la parte inferior del artículo se encuentra una sugerencia de un antiguo miembro del comité asesor, que propone cambiar la nomenclatura de “reacción adversa grave” a “respuesta inmunológica”, esto con el fin de que las personas cambien la idea que tienen sobre estos efectos secundarios, incluso si terminan sin ir al trabajo debido a ellos.

El artículo también admite que no tienen idea de las reacciones a largo plazo, si es que las hay, lo que significa (como ya sabíamos) que este es un gran experimento de salud pública y, por supuesto, cualquier cosa que suceda después de la comercialización se considerará una “coincidencia”.

En noticias relacionadas, un participante en el ensayo de AstraZeneca en la India, ahora está demandando a la compañía al declarar que la vacuna causó “daños neurológicos graves”. Un grupo de investigadores advierte que las vacunas contra el COVID-19 podrían aumentar su riesgo de infección por VIH. Además, también existe la preocupación de que la vacuna contra el COVID-19 pueda alterar su ADN de forma permanente y convertirlo en un transhumano. Como puede ver, hay muchas cosas que debe considerar antes de administrarse esta vacuna.

La pregunta es si realmente necesitamos una vacuna contra el COVID-19

Berdine también señala que la mayoría de sus colegas creen que “las dudas sobre la seguridad superan lo que perciben como un pequeño beneficio”. De hecho, en este punto, mucha información sugiere que la vacuna contra el COVID-19 podría ser innecesaria. Por ejemplo:

•La mortalidad por COVID-19 es muy baja fuera de los asilos de ancianos: el 99.7 % de las personas se recupera del COVID-19. Si tiene menos de 60 años, su probabilidad de morir por influenza estacional es mayor que su probabilidad de morir por COVID-19.

•Los datos demuestran que el COVID-19 no ha aumentado excesivamente los casos de mortalidad general, lo que significa que el mismo número de personas que mueren durante un año determinado, en promedio, ha muerto en este año de la pandemia. Esto aplica incluso entre los ancianos, como se evidencia en un artículo de la Universidad Johns Hopkins que se publicó justo antes del Día de Acción de Gracias. De acuerdo con el artículo:

“Las muertes de personas de edad avanzada se mantuvieron igual antes y después del COVID-19. Dado que el COVID-19 afecta principalmente a las personas de edad avanzada, los expertos esperaban un aumento en el porcentaje de muertes entre este grupo poblacional. Sin embargo, los CDC no incluyen este incremento en sus datos. De hecho, los porcentajes de muertes entre todos los grupos de edad siguen siendo casi los mismos”.

Tan pronto como el artículo comenzó a ser tendencia en Twitter, Johns Hopkins lo eliminó y declaró que “se estaba utilizando para respaldar datos falsos y peligrosos sobre el impacto de la pandemia”.

Porcentaje del total de muertes por categoría de edad

•Estudios sugieren que la inmunidad contra la infección por SARS-CoV-2 es mayor de lo que se sospechaba, gracias a la reactividad cruzada con otros coronavirus que causan el resfriado común.

•Es muy poco probable que las personas asintomáticas propaguen el SARS-CoV-2: un estudio que analizó los datos de las pruebas PCR de casi 10 millones de residentes en la ciudad de Wuhan, descubrió que ni uno solo de los que habían estado en contacto cercano con un individuo asintomático (alguien que dio positivo, pero no tenía síntomas) había sido infectado con el virus. En todos los casos, los cultivos de virus de personas que dieron positivo pero que no presentaron síntomas también dieron negativo para el virus vivo.

Pero, ¿qué tan cierto es que las vacunas contra el COVID-19 salven vidas?

Peter Doshi, editor asociado de The BMJ, también cuestiona la efectividad de las vacunas contra el COVID-19, al señalar que los ensayos actuales no están diseñados para decirnos si las vacunas realmente salvarán vidas. Y, si no lo hace, ¿para qué exponerse a sus efectos secundarios? Doshi escribe:

“¿Qué significa exactamente cuando una vacuna se declara como “efectiva”? Para el público, esto parece bastante obvio. “El objetivo principal de una vacuna contra el COVID-19 es evitar que las personas se enfermen gravemente y mueran”, dijo en una transmisión de la Radio Pública Nacional …

Sin embargo, los ensayos de fase III no están diseñados para demostrar este punto. Ninguno de los ensayos en curso está diseñado para detectar una reducción en cualquier resultado grave, como ingresos hospitalarios, uso de cuidados intensivos o muertes. Tampoco se están estudiando las vacunas para determinar si pueden interrumpir la transmisión del virus”.

Doshi señala que, en una entrevista, cuando se le preguntó al Dr. Paul Offit, si un “evento” registrado en estos ensayos significaba una enfermedad de moderada a grave, respondió que sí, “así es”. Pero, de hecho, eso no es correcto. Todos los ensayos de fase 3 incluyen síntomas leves como tos, como un “evento de COVID-19”, y todos finalizarán sus análisis después de que solo 150 o 160 de los voluntarios desarrollen COVID-19 sintomático, independientemente de la gravedad.

“Parte de la razón pueden ser los números. Es poco probable que se desarrolle una enfermedad grave que requiera ingreso hospitalario en un número significativo de participantes en los ensayos, ya que esto solo ocurre en una pequeña fracción de todos los casos sintomáticos de COVID-19.

A finales de abril los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades publicaron datos que reportaron una tasa total de hospitalización de casos sintomáticos del 3.4 %, la cual se divide en 1.7 % en personas de 0 a 49 años, 4.5 % en personas de 50 a 64 años y 7.4% en personas de 65 años en adelante.

Debido a que la mayoría de las personas con COVID-19 sintomático solo experimentan síntomas leves, incluso los ensayos con 30 000 pacientes o más presentaron un número relativamente bajo de casos de enfermedad grave”, dice Doshi.

“Los ingresos hospitalarios y las muertes por COVID-19 son tan poco comunes en la población de estudio como para que una vacuna efectiva demuestre diferencias estadísticamente significativas en un ensayo de 30 000 personas”.

Estos ensayos tampoco nos dicen nada sobre la capacidad de la vacuna para prevenir la transmisión, ya que esto requeriría hacer pruebas a los voluntarios dos veces por semana durante largos períodos de tiempo, una estrategia que es “operativamente insostenible”, según Tal Zaks, director médico de Moderna.

La distribución de la vacuna COVID-19 enfrenta desafíos

También han surgido dudas sobre la posibilidad de que las vacunas contra el COVID-19 “se echen a perder” debido a un almacenamiento inadecuado. La vacuna contra de Pfizer debe almacenarse a una temperatura extremadamente fría: -70 °C. (-94 °F). La de Moderna es un poco menos extrema, “solo” se necesita una temperatura de -20 °C. (-94 °F). Ambas vacunas representan todo un desafío para los proveedores que las administrarán.

Para tener una idea de por qué las vacunas deben congelarse, NPR las compara con chocolates que se derriten fácilmente. La razón por la que las vacunas son tan frágiles es porque están hechas con ARN mensajero (ARNm), que convierte sus propias células en pequeñas fábricas que producen la proteína de SARS-CoV-2, que a su vez desencadena la producción de anticuerpos.

El problema es que el ARNm se descompone fácilmente, por lo que necesita temperaturas bajo cero para mantenerse estable. Pfizer dijo que su empaque especial, con ayuda de hielo seco, mantiene las vacunas congeladas. Aun así, los proveedores deberán seguir directrices estrictas, una de las cuales dice que el compartimento del congelador que almacena las vacunas no se puede abrir más de dos veces al día y, cuando se abre, se debe cerrar dentro de un periodo de un minuto. Una vez descongelada, la vacuna se puede mantener refrigerada durante cinco días.

Toda esta situación hace que la distribución también sea todo un desafío, ya que el pedido mínimo es de 975 dosis. Eso significa que lo más probable es que las vacunas tengan que ir a lugares donde tengan que administrar una gran cantidad de vacunas en un corto período de tiempo para evitar que se echen a perder. ¿Que pasaría si se echan a perder o no se cuidan de la manera apropiada? Nadie sabe. En el mejor de los casos, perderán su efectividad. En el peor de los casos, puede provocar efectos secundarios completamente inesperados.

La prisa por crear una vacuna y la indemnización a los fabricantes es un hecho preocupante

El hecho de que los fabricantes de vacunas estén indemnizados por cualquier daño causado por el uso de las vacunas es muy preocupante.

En 2011, la vacuna contra la gripe porcina Pandemrix (utilizada en Europa, pero no en Estados Unidos durante 2009-2010) se relacionó causalmente con la narcolepsia infantil.

Varias vacunas experimentales se lanzaron de forma apresurada al mercado después de que la OMS declaró la pandemia de la gripe porcina en el año 2011. Una de esas vacunas provocó que miles de niños y adolescentes europeos desarrollaran narcolepsia crónica y cataplejía (el colapso repentino debido a la pérdida del control muscular voluntario desencadenado por emociones fuertes o risa).

En los años siguientes, la vacuna contra la gripe porcina con adyuvante ASO3 Pandemrix (lanzada en Europa y no en los Estados Unidos) se ha relacionado con la narcolepsia infantil, la cual se disparó en varios países. Niños y adolescentes en Finlandia, el Reino Unido y Suecia fueron los más afectados.

Otros análisis detectaron un aumento en los casos de narcolepsia entre los adultos que recibieron la vacuna, sin embargo, este vínculo no fue tan obvio como en los niños y adolescentes.

Un estudio de 2019 reportó que encontró una “relación novedosa entre la narcolepsia con la Pandemrix y el gen de ARN no codificante GDNF-AS1”, un gen que se piensa regula la producción de factor neurotrófico derivado de la línea de células gliales o GDNF, una proteína que desempeña un papel importante en la supervivencia neuronal.

También confirmaron una fuerte relación entre la narcolepsia inducida por la vacuna y un cierto haplotipo, que sugirió “la variación en los genes relacionados con el sistema inmunológico y la supervivencia neuronal para aumentar la susceptibilidad a la narcolepsia inducida por Pandemrix en ciertas personas”.

Ahora, en medio de otra controvertida pandemia, nos enfrentamos a una situación similar: las compañías farmacéuticas están ansiosas por aprovecharse de la primera vacuna contra el COVID-19, lo que plantea la misma pregunta una vez más: “¿Nos están haciendo lo mismo de nuevo?”.

La práctica hace al maestro

Durante siglos hemos presenciado muchas pandemias, pero en los últimos años han sido un medio de manipulación para beneficiar a las corporaciones, en particular a las farmacéuticas.

Por ejemplo, la epidemia de la gripe aviar en 2015, que supuestamente mataría de 2 a 150 millones de personas. En 2015, solo mató a 98 personas en todo el mundo, a 115 en 2006 y 86 en 2007. En los Estados Unidos nadie murió a causa de esta infección. Este engaño me llevó a escribir mi libro de la lista Best-seller del New York Times “The Great Bird Flu Hoax”.

En 2006, 2007 y otra vez en 2008, las advertencias publicitadas sobre la gripe aviar se expusieron como lo que eran, un engaño cruel, diseñado para infundir miedo y llenar los bolsillos de la industria y de varias personas con derechos adquiridos. En 2009, apareció el engaño de la gripe porcina, cuya campaña de vacunación, como se mencionó, fue todo un desastre.

En el verano de 2012 se hicieron terribles predicciones sobre la gripe aviar al decir que sus mutaciones eran capaces de crear una pandemia humana, por lo que surgieron vacunas de revisión acelerada. Todas esas “pandemias” fueron sumamente engañosas y el COVID-19 no es diferente. Como se mencionó anteriormente, no hay evidencia de que este novedoso virus tenga un gran número de casos de mortalidad.

Sin embargo, la pandemia de COVID-19 difiere de las anteriores, ya que se está utilizando no solo para enriquecer a las compañías farmacéuticas y justificar las investigaciones de tipo ganancia de función, sino también para marcar el inicio de una era en la que los tecnócratas están al mando de la economía mundial. Mientras que las economías de todo el mundo están en bancarrota debido a la pandemia, el sistema del banco central no ha sabido enfrentar este problema y está a punto de desparecer.

La deuda mundial es tan alta que los países ni siquiera pueden pagar los intereses y, por lo tanto, el sistema dejó de funcionar. Necesita “restablecerse”, pero en lugar de deshacerse del sistema del banco central y restablecerlo a algo estable (como regresar a un sistema respaldado por oro), los tecnócratas a cargo están marcando el comienzo de una moneda centralizada totalmente digital que les dará el control total de las finanzas de cada ser humano en la tierra.

Es más, el reinicio económico solo es una parte de apoderarse de todo el sistema. La vacuna contra el COVID-19 es la herramienta perfecta para controlar a todas las personas del mundo y, de esta forma, conectar esta vigilancia médica con la economía digital.

Nadie se hace responsable de los daños causados por las vacunas

Como lo señaló Barbara Loe Fisher, cofundadora del Centro Nacional de Información sobre Vacunas (NVIC), con base en los fracasos históricos de vacunas previas contra el coronavirus, una vacuna contra el COVID-19 de revisión acelerada podría convertirse en uno de los mayores desastres de salud pública de la historia.

Y al igual que sucedió con GlaxoSmithKline que jamás se hizo responsable de los casos de narcolepsia causados por Pandemrix, ninguno de los involucrados se hará responsable de las repercusiones. Lo que sucederá es que, mientras todas las personas se exponen a los riesgos relacionados con estas vacunas, los fabricantes solo se harán más y más ricos.

Incluso cuando los efectos secundarios graves son poco comunes, si hablamos de vacunar a 7 mil millones de personas, incluso este pequeño porcentaje equivale a millones de personas afectadas.

La “teoría del triaje”: optimice su consumo de vitaminas y minerales a largo plazo para un envejecimiento saludable

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 11 de diciembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Los niveles de vitaminas y minerales requeridos para disminuir las enfermedades no son los mismos que los niveles requeridos para optimizar la longevidad; en muchos casos, el consumo recomendado de vitaminas no es suficiente para optimizar la longevidad
  • La “teoría del triaje” de Bruce Ames postula que cuando una célula se está quedando sin alguna vitamina, comienza a racionarla, por lo que les da prioridad a las enzimas proteicas esenciales para la supervivencia inmediata, por encima de aquellas que ayudan a prevenir las enfermedades a largo plazo como el cáncer y las enfermedades cardíacas
  • Otros nutrientes que parecen ser muy importantes para la longevidad incluyen la ergotioneína (un aminoácido producido en los hongos), NAC, NAD, carotenoides, colina, acetil L-carnitina y ácido alfa lipoico
  • Si desea tener una salud óptima, es muy importante obtener una proporción adecuada de grasas omega-6 y omega-3, en especial para la salud cardíaca y cerebral. La proporción ideal de omega-3 y omega-6 varía de 1:1 a 1:5

En esta entrevista, Bruce Ames, Ph. D., antiguo profesor emérito de bioquímica y biología molecular de la Universidad de California en Berkeley, habla sobre la importancia de las vitaminas y minerales para la longevidad y explica su “teoría del triaje”.

Es importante recordar que Bruce Ames es el creador de la famosa prueba de Ames, la cual evalúa la mutagenicidad de los compuestos.

En los últimos años, dejó de estudiar la mutagenicidad y comenzó a investigar sobre la nutrición para un envejecimiento saludable. Hace poco, publicó un artículo sobre este tema en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Los requisitos nutricionales para prevenir las enfermedades son diferentes a los requeridos para optimizar la longevidad

En el artículo del PNAS, Ames propone que el nivel recomendado de muchas vitaminas no es suficiente para optimizar la longevidad. En otras palabras, los niveles requeridos para disminuir las enfermedades no son los mismos que los niveles requeridos para optimizar la longevidad. Ames explica:

En 2006, comencé a interesarme en las vitaminas. Empecé a estudiar las mitocondrias, que son los orgánulos en la célula que producen la adenosina trifosfato (ATP), la principal fuente de energía del metabolismo. Pero uno de los efectos secundarios es que elimina los oxidantes. Los oxidantes son mutagénicos, por lo que pueden dañar el ADN.

Al igual que la radiación, también pueden dañar las proteínas y otras cosas. La radiación y algunas de las mismas sustancias provienen de las mitocondrias, que comienzan a deteriorarse con la edad. De cualquier manera, pensaba, “si la vitamina C y E pueden hacer todas esas cosas buenas, me pregunto, qué pueden hacer las demás vitaminas”.

Comencé a pensar mucho al respecto y se me ocurrió que el cuerpo sufre de deficiencia de vitaminas todo el tiempo, debido a que las personas no llevan tipos de alimentación muy saludables. Consumen demasiadas bebidas endulzadas y carbohidratos vacíos, que no tienen muchas vitaminas.

Necesitamos 30 vitaminas y minerales diferentes… Su cuerpo no puede producir minerales, por lo que tiene que obtenerlos de la alimentación. Los mismo sucede con las vitaminas“.

En el año 2006, publicó un artículo puramente teórico en el que postuló que cuando las células se están quedando sin alguna vitamina, comienzan a racionarla, por lo que les dan prioridad a las enzimas proteicas esenciales para la supervivencia inmediata por encima de aquellas que ayudan a prevenir las enfermedades a largo plazo como el cáncer y las enfermedades cardíacas.

Cada vitamina se encuentra en muchas proteínas. Por ejemplo, el zinc, se encuentra en 2000 proteínas; mientras que el magnesio en 500. La biotina, que se encuentra en el menor número de proteínas, solo está en cinco.

Ahora bien, desde el momento en que comienza a producirse este racionamiento de nutrientes, puede pasar una década o más, antes de desarrollar alguna enfermedad crónica como cáncer o enfermedades cardíacas.

“Entonces, lo que estamos haciendo es intercambiar la salud a largo plazo por la salud a corto plazo”, dice Ames. “Puede verse perfectamente bien, pero si no lleva una alimentación adecuada, envejecerá rápidamente”.

La “teoría del triaje” desarrollada por Ames

Ames denominó a esta teoría como la teoría del triaje, tomó el nombre del término francés triaje que utilizaban los médicos durante la Primera Guerra Mundial. Debido a que carecían de personal, dividían a los soldados heridos en tres grupos: los que sobrevivirían sin atención médica, los que morirían a pesar de la atención médica y los que podrían sobrevivir con atención médica. Los médicos decidían tratar a los pacientes del tercer grupo, ya que, en ese grupo, su tiempo y energía podrían ser de mayor utilidad.

Un día en el laboratorio, una excelente científica, la Dra. Joyce McCann, dijo: Probemos esta teoría. Revisemos la bibliografía sobre una vitamina y un mineral… Seleccionó la vitamina K2, que está involucrada con 16 proteínas y el selenio, un mineral que solo está involucrado con 25 proteínas.

En 9 meses, encontró un artículo científico que demostraba que ambos nutrientes cuentan con esta teoría del triaje“, dice Ames.

Es fácil explicar el caso de la vitamina K2, ya que muchas proteínas de vitamina K están involucradas en la coagulación de la sangre. Está claro que la coagulación de la sangre es esencial para la supervivencia, sin la vitamina K2, sangraríamos hasta morir.

Hay muchas proteínas que dependen de la vitamina K y que están involucradas en la coagulación de la sangre. Así que, primero absorben la vitamina K2.

Muchas personas son deficientes en nutrientes que son cruciales para la longevidad

En su artículo, Ames clasifica los nutrientes en términos de importancia y de acuerdo con el requisito promedio estimado (EAR, por sus siglas en inglés) muchas personas son deficientes en estos nutrientes. Por ejemplo:

  • Vitamina D. Con base en el criterio EAR, el 70 % de las personas no obtiene la cantidad suficiente de este nutriente.
  • Vitamina E. Con base en el criterio EAR, el 60 % de las personas no obtiene la cantidad suficiente de este nutriente.
  • Magnesio. Con base en el criterio EAR, el 45 % de las personas no obtiene la cantidad suficiente de este nutriente.

No obstante, el criterio EAR no es una estimación óptima, incluso para la prevención de enfermedades, ya que no toma en cuenta la salud a largo plazo. Por ejemplo, la evidencia sugiere que el nivel ideal de vitamina D es entre 60 y 80 nanogramos por mililitro (ng/mL), lo que significa que es probable que del 85 % al 90 % de la población sea deficiente en este nutriente.

La vitamina D se obtiene principalmente de la exposición al sol. También se le denomina la vitamina de la “luz del sol” porque cuando la luz ultravioleta (UV) entra en contacto con su piel, el derivado de colesterol se convierte en vitamina D activa. Esta es una hormona esteroide esencial porque desempeña un papel muy importante en la activación de los genes.

El mismo Ames admite “tomar muchas vitaminas”, pero también ha llevado una alimentación saludable la mayor parte de su vida. Lo ideal es obtener la mayoría de las vitaminas a través de sus alimentos. Por ejemplo, el magnesio se encuentra en el centro de la molécula de clorofila, por lo que los vegetales de hoja verde son una buena fuente.

Del mismo modo, el ácido fólico proviene de la palabra latina “folia” que significa hoja. “Mi mentor en el Instituto de Tecnología de California (Caltech) aisló el ácido fólico de 4 toneladas de espinaca”, dice Ames y señala que, “el folato solo es la sal y el ácido fólico el ácido”.

La proporción de omega-6 y omega-3 también es importante para un envejecimiento saludable

Las grasas omega-6 y omega-3 también son cruciales para un envejecimiento saludable. Como lo señaló Ames:

Las grasas omega-3 son muy importantes para el cerebro. Necesitamos ambos tipos de grasas. Sin embargo, nuestros aceites de cocina contienen una gran cantidad de grasas omega-6 y el cuerpo necesita tener una proporción adecuada. A menos que comamos mucho pescado, todos o la mayoría de nosotros tenemos deficiencia de grasas omega-3.

La causa genética del Alzheimer es un gen llamado apolipoproteína E4 (ApoE4). Si tiene una copia de este gen, entonces tiene un riesgo tres veces mayor de desarrollar Alzheimer. Si tiene dos copias, su riesgo aumenta 15 veces.

Si tiene una copia del gen y sufre una conmoción cerebral, desarrollará Alzheimer. Esto es muy importante. Ella elaboró el mecanismo y demostró que está estrechamente relacionado con el transporte de ácidos grasos omega-3 al cerebro.

La barrera hematoencefálica se deteriora con la edad. Así que, cuando se llega a mi edad —cumplí 91 años en noviembre de 2019 — el sistema para transportar las grasas omega-3 al cerebro no funciona adecuadamente. Y la Dra. Patrick reunió las pruebas que demuestran que esto es lo que está causando el Alzheimer“.

La proporción ideal de omega-3 y omega-6 varía de 1:1 a 1:5, pero en el tipo de alimentación occidental esta proporción tiende a ser de entre 1:20 y 1:50. La mayoría de las personas, en especial las que viven en los Estados Unidos, tienen esta desproporción entre las grasas omega-3 y omega-6, y para corregirla se necesitan dos cosas:

1.Reducir significativamente el consumo de grasas omega-6 dañadas al evitar los alimentos procesados y los alimentos cocinados a altas temperaturas con aceites vegetales.

Las fuentes más comunes de grasas omega-6 dañinas que debe evitar incluyen el aceite de maíz, aceite de canola, aceite de soya, grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas, margarina y manteca vegetal.

2.Aumentar el consumo de grasas omega-3 de origen animal. Las fuentes ideales incluyen pescados grasos pequeños como las sardinas, anchoas, arenque, salmón silvestre de Alaska o un suplemento como el aceite de kril.

Otros nutrientes muy importantes para la longevidad

Además de las vitaminas y minerales, el artículo de Ames también menciona otros nutrientes que clasifica como “condicionalmente esenciales” y que parecen ser particularmente importantes para la longevidad, incluyendo la ergotioneína (un aminoácido producido por los hongos). Ames explica que:

Algunas vitaminas solo se encuentran en pocas fuentes. Aunque la ergotioneína no se considera oficialmente como una vitamina, algunas personas sugieren que debería serlo. Ya que hace algunas cosas muy útiles en el cuerpo y proviene de los hongos“.

Otros suplementos muy valiosos para la longevidad (no todos fueron incluidos en el artículo de Ames) son:

N-acetil cisteína (NAC, por sus siglas en inglés), un precursor necesario para la biosíntesis de glutatión.Muchos de sus beneficios se relacionan con el hecho de que ayuda a aumentar la producción de glutatión, un antioxidante importante producido por su cuerpo de forma natural que ayuda a reducir el daño causado por los radicales libres y que además desempeña un papel muy importante en la desintoxicación de metales pesados y de otras sustancias dañinas.
Nicotinamida adenina dinucleótido (NAD, por sus siglas en inglés) es un derivado de la vitamina B3 (niacina), que es una coenzima muy importante en el metabolismo.Obtener la cantidad suficiente de NAD es muy importante para el suministro de una enzima llamada poli ADP-ribosa polimerasa o PARP, que se cree es uno de los principales mecanismos de reparación del ADN dañado. Como lo explica Ames:“Hay 50 enzimas que se topan con su ADN en busca de problemas. Cuando ven un bulto que no debería estar allí, lo cortan y lo rellenan. Eso ayuda a reparar el ADN. Todas necesitan magnesio, por lo que el magnesio también tiene un papel importante aquí. Aún no está comprobado, pero sospecho que la deficiencia de magnesio causa más mutaciones”.Tomar la cantidad suficiente de niacina ayudará a garantizar que tenga niveles adecuados de la coenzima NAD.Sin embargo, aunque su cuerpo tiene una vía de recuperación muy efectiva que recicla la mayoría de la NAD en su cuerpo, si está abusando de su cuerpo al exponerlo a campos electromagnéticos y a otras formas de estrés oxidativo que causan daño al ADN y, además, agota los niveles de NAD al consumir PARP, entonces debería considerar algún tipo de estrategia para aumentar sus niveles de NAD.
Carotenoides como la zeaxantina, luteína y astaxantina.
La colina es necesaria para la desintoxicación de las toxinas solubles a las que estamos expuestos de manera regular. Aunque su cuerpo produce algo de colina, no produce los niveles suficientes.Puede tomarla en forma de suplemento, pero por lo general se vende como fosfolípido, en forma de fosfatidilcolina. Una de las fuentes principales de colina en la alimentación son las yemas de huevo. Es más fácil transportar las grasas omega-3 al cerebro cuando están unidas a la fosfatidilcolina.
La acetil-L-carnitina (no la L-carnitina regular) parece ser particularmente beneficiosa para mejorar la memoria. Lo ideal es obtener de 2000 a 2500 miligramos al día. La mayoría de las personas comienzan a notar los cambios después de unas cuantas semanas.
Ácido alfa lipoico, un antioxidante que mejora la salud mitocondrial e inhibe la progresión del Alzheimer.

Más información

Ames habla sobre la importancia de la suplementación con vitamina D en personas de piel oscura; ya que las personas no producen la cantidad suficiente de vitamina D en las latitudes septentrionales.

“Estamos tratando de ver si eso explica por qué los afroamericanos tienen mayores tasas de ciertos defectos de nacimiento, así como de cáncer y enfermedades cardíacas. Creo que la vitamina D podría explicar esta situación”, dice. “La vitamina D activa y desactiva 2700 genes. Es una sustancia muy importante …

Los nutrientes no son medicamentos. Si se realiza un ensayo clínico sobre un medicamento, nadie lo tiene en su cuerpo. Pero si se hace con un nutriente, es probable que la mitad de la población lo tenga en su cuerpo y eso afecta los estudios, por lo que todos son negativos.

Tiene que medirlo al principio y no hacer pruebas con personas que tienen la cantidad suficiente. Y después medirlo al final para asegurarse de haber administrado la cantidad necesaria para llegar a un nivel correcto”.

El Nuevo Orden Mundial está listo para manipularnos

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 10 de diciembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • En la reunión del Foro Económico Mundial del 2016, los expertos sugirieron que se podían incorporar diferentes maneras de escanear y mapear el cerebro en el sistema legal para que los abogados lo utilizaran como parte del juicio
  • Si esto sucediera, tendría consecuencias jurídicas importantes, de modo que, si una persona elige no confesar, su cerebro podría hacerlo
  • En la actualidad no existe una ley que proteja la “libertad de pensamiento” como la que protege la libertad de expresión, tal como sucede con la “privacidad mental”. Sin embargo, la tecnología de decodificación cerebral está programada para utilizarse frente a las personas
  • Un experto del Foro Económico Mundial explicó que es solo cuestión de tiempo antes de que se desarrolle una tecnología de decodificación cerebral que identifique el lenguaje de manera muy rápida
  • “Todos utilizarían esta tecnología, porque se ha demostrado que las personas están muy dispuestas a renunciar a la privacidad por conveniencia”; mientras que este prototipo podría estar listo durante la próxima década

Davos es una ciudad de Suiza, conocida por ser un excelente lugar para esquiar como por ser la sede de la reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). La reunión se describe como “la fuerza más creativa para involucrar a los principales líderes del mundo en actividades colaborativas para crear las agendas globales, regionales y de la industria al comienzo de cada año”.

Esta oligarquía de élite, está detrás de un plan tecnocrático que busca gobernar la sociedad a través de la tecnología programada por científicos y automatizada por medio de inteligencia artificial, en lugar de políticos y líderes gubernamentales elegidos por medio de la democracia. El video anterior demuestra fragmentos de la reunión del Foro Económico Mundial del 2016, con el discurso de Truthstream Media.

Se compara con las reuniones del Grupo Bilderberg, creado por el príncipe Bernhard de los Países Bajos en 1954 para “fomentar el diálogo entre Europa y América del Norte”, pero a diferencia de las reuniones de Bilderberg, cuyos detalles no se publican, el WEF es un foro abierto que puede ser divulgado al público.

Esta discusión es muy respetuosa, pero eso no hace que su contenido sea menos escalofriante.

Buscan manipular nuestros pensamientos en nuestra contra

¿Qué pasaría su pudieran leer los pensamientos? Los expertos del WEF sugirieron que se podían incorporar diferentes maneras de escanear y mapear el cerebro en el sistema legal para que los abogados lo utilizaran como parte de los juicios.

De acuerdo con uno de los expertos, Jack Gallant, director de The Gallant Lab en UC Berkeley, “es posible descodificar cualquier elemento presente en la conciencia, es solo cuestión de [encontrar las] tecnologías más adecuadas”.

Si esto sucediera, tendría consecuencias jurídicas importantes, de modo que, si una persona elige no confesar, su cerebro podría hacerlo. Esto ya sucedió en la India, cuando se utilizó esta tecnología para condenar a una persona de manera penal al basarse en los datos recibidos de su cerebro, y no a través de sus palabras.

Es posible decodificar señales tan detalladas cómo para poder desarrollar una película, incluyendo no solo los objetos y acciones en la película, sino los sentimientos causados con respecto a la película.

En 2017, investigadores de los Laboratorios de Neurociencia Computacional ATR de Japón y la Universidad de Kyoto crearon un programa para reconstruir imágenes a partir de la actividad cerebral. En un ejemplo, una persona se imaginó a un guepardo, lo que llevó al programa a reconstruir dicha imagen, aunque con un aspecto algo abstracto.

Además, cada emoción deja un rastro en el cerebro que se puede “identificar”. Leer la mente, entonces, ya no es una obra de ciencia ficción. El WEF citó un estudio realizado por investigadores de la Universidad Carnegie Mellon que están utilizando esta tecnología para decodificar pensamientos complejos. De acuerdo con la OMS:

“Esta tecnología es capaz de comprender eventos complejos, expresados como oraciones, y características semánticas, como personas, lugares y acciones, para predecir qué tipo de pensamientos se están contemplando. Después de acceder a los desencadenantes de 239 oraciones, el programa fue capaz de predecir una frase hasta con un 87 % de precisión.

Marcel Just, quien dirige la investigación, explicó lo siguiente: ‘Este avance nos permite decodificar pensamientos que contienen varios conceptos. La mayoría de los pensamientos humanos se encuentran conformados por esto’”.

‘El peor dispositivo posible’

En la actualidad no existe una ley que proteja la “libertad de pensamiento” como la que protege la libertad de expresión, tal como sucede con la “privacidad mental”; Sin embargo, la tecnología de decodificación cerebral está programada para utilizarse frente a las personas. Sin embargo, esta tecnología de decodificación está programada para usarse contra las personas.

Gallant declaró: “Ahora existe un programa gubernamental que busca mejorar la tecnología para medir la neurociencia, ya que ayuda a la investigación para que podamos medir mejor el cerebro, y así decodificar el cerebro y la función cerebral que será aplicable a la ley”.

Otro experto, Brian Knutson, profesor de psicología y neurociencia en Stanford, describe pensamientos y sentimientos que quizás no pueda verbalizar, que aún dejan un rastro en el cerebro. “Y seriamos capaces de decodificarlo”, explicó.

Uno de sus objetivos podría ser decodificar el cerebro de una persona incluso sin su consentimiento. Rana Foroohar, editora de la revista TIME a cargo de economía y negocios, explicó lo siguiente:

“Si pudiéramos llegar al punto, en el que se puede descodificar el cerebro de un sospechoso de alguna manera, los sistemas legales no se basan en ninguna presunción de que podamos lograrlo y, por lo tanto, no hay protección legal que se le otorgue.

Entonces, si nos centráramos en buscar si existen los derechos humanos, existen protecciones constitucionales para la libertad de pensamiento o la privacidad mental, pero no para los derechos humanos”.

Los científicos ya han decodificado varios aspectos del lenguaje, como la fonética, la sintaxis y la semántica. A partir de ahí, es solo cuestión de tiempo antes de que el habla, los pensamientos y la mente, se puedan decodificar.

“Cuando se tiene todo esto es posible decodificar el lenguaje, dijo Gallant. Ahora, por supuesto, con esto se busca decodificar el dialogo interno. Y una vez que se logra, se crea el peor dispositivo de decodificación cerebral posible, o el mejor, según el punto de vista. El dispositivo de decodificación cerebral más controvertido”. Entonces los expertos se ríen.

Los dispositivos portátiles de decodificación podrían estar listos en pocos años

Gallant explicó que cree que es solo cuestión de tiempo antes de que exista una tecnología de decodificación que decodifique el lenguaje muy rápidamente: “Todas las personas lo usarán, porque ha observado que están muy dispuesta a otorgar su privacidad por conveniencia”. Un prototipo podría estar listo en la próxima década.

Aunque plantean todas las preguntas que esto genera, no hay duda de si deberían continuar. Esto ya está sucediendo.

“La tecnología está a punto de traernos una era en la que las autoridades tengan la capacidad de leer la mente de las personas sin su consentimiento, incluso en los tribunales y clasificar a las personas, incluyendo los niños, como posibles delincuentes en función de las ondas cerebrales. y todo esto se discutió de manera informal en Davos”, señaló Truthstream Media.

De hecho, Kent Kiehl, de la Universidad de Nuevo México y MIND Research Network, ha utilizado escáneres cerebrales para descubrir lo que él cree que es un rastro específico de la psicopatía. También señaló: “Mucha evidencia sugiere que las características centrales de la psicopatía son de naturaleza evolutiva, con rasgos persistentes que se hacen evidentes antes de los 10 años”.

Sería maravilloso descifrar que persona puede convertirse en psicópata a través de la decodificación cerebral e identificarlo a la edad de 10 años. Los científicos también están tratando de usar la decodificación para averiguar qué tan probable es que una persona vuelva a cometer un crimen, con el fin de influir en la sentencia penal.

El panel del WEF incluso realizó una encuesta pública para averiguar en quién confiarían las personas para acceder a sus pensamientos y recuerdos: ¿el gobierno, la policía, los médicos, su empleador, su cónyuge o ninguno de los anteriores? El 3 % explicó que cedería el acceso al gobierno, en comparación con el 25 % a su cónyuge.

Podrían implantar recuerdos falsos

Parte de lo que hace que la decodificación y leer la mente sean tan aterradores es que pueden implantar los recuerdos. Elizabeth Loftus, profesora de psicología en UC Irvine, ha realizado una investigación que demuestra que la memoria no solo no es confiable, sino que se manipula fácilmente.

“Podemos distorsionar los recuerdos por los detalles de un evento experimental”, dijo a The Guardian en 2003. “Y también se pueden implantar recuerdos completamente falsos, los cuales son detallados y extensos”. Lo que han demostrado sus décadas de investigación es que la memoria no siempre funciona como un dispositivo de grabación que solo reproduce los escenarios.

“La memoria funciona como una página de internet”, dijo a NPR. “Es posible modificarla, lo cual puede suceder con la ayuda de otras personas”. Entonces, pueden implantar los recuerdos en la mente de las personas, y eso no es todo.

Otra área de investigación es detectar el dolor, al comprender los circuitos que lo causan. Si eso se puede lograr, es posible que lo puedan usar como una medida coercitiva en el sistema legal, señalaron los expertos del WEF. “Eso es maravilloso”, respondió uno de ellos.

El gobierno tiene experimentos de control mental

Si esto suena muy conspirativo como para ser verdad, considere laCIA’s top-secret MK-Ultra project, que se dedicó a experimentos de control mental, tortura humana y otros estudios médicos, incluyendo grandes cantidades de LSD para “descifrar la mente y destruir la conciencia”.

En décadas pasadas, los tecnócratas, que es la élite mundial que dirige la gestión de las naciones a nivel mundial, solicitaron un “nuevo orden mundial”. En la actualidad, se están utilizando términos como “el gran reinicio”, “la cuarta revolución industrial” y “una mejor reconstrucción”, como miedo y control social, provocados por la Pandemia del COVID-19.

Términos como “la cuarta revolución industrial” y “una mejor reconstrucción” se refieren a la misma agenda a largo plazo para desmantelar la democracia y las fronteras nacionales en favor de un control global y la vigilancia tecnológica para mantener el orden público.

Las señales de advertencia están a nuestro alrededor, si estamos dispuestos a observarlas por lo que realmente son. La única pregunta ahora es si suficientes personas están dispuestas a resistirse para marcar la diferencia.

La vitamina D disminuye la cantidad de muertes por cáncer

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 09 de diciembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Varios estudios demuestran que la vitamina D podría tener un impacto beneficioso en su riesgo de cáncer, tanto en términos de prevención como en el tratamiento
  • Un análisis secundario del estudio VITAL descubrió que los pacientes sin antecedentes de cáncer que tomaron 2000 UI de vitamina D diarios, disminuyeron en un 17 % su riesgo de tener cáncer metastásico y muerte
  • El riesgo de cáncer metastásico y muerte disminuyó hasta en un 38 % en las personas que mantuvieron un peso saludable
  • Otro metaanálisis descubrió que los suplementos con vitamina D disminuyeron en un 30 % los resultados de cáncer colorrectal. La vitamina D también mejoró los resultados en los pacientes diagnosticados con cáncer colorrectal
  • Una investigación también demostró que las mujeres que tienen un nivel de vitamina D igual o superior a los 60 ng/mL (150 nmol/L) tienen un riesgo 82 % menor de sufrir cáncer de mama en comparación con aquellas que tienen niveles inferiores a 20 ng/mL (50 nmol/L)

Existen buenas noticias para las personas que decidieron optimizar su nivel de vitamina D. Varios estudios demuestran que la vitamina D puede tener un impacto beneficioso en su riesgo de cáncer, tanto en términos de prevención como en el tratamiento.

La vitamina D disminuye la mortalidad por cáncer

En el primer estudio, que incluyó a 25 871 pacientes, se descubrió que los suplementos con vitamina D disminuyen un 17 % el riesgo de tener cáncer metastásico y muerte. El riesgo disminuyó hasta en un 38 % en las personas que mantuvieron un peso saludable.

Este estudio estuvo mal, ya que a los participantes solo se les proporcionó 2000 UI al día y nunca analizaron sus niveles en sangre. Si no hubiera existido una mejora, no me hubiera sorprendido, pero el hecho es que, el cáncer metastásico y la muerte disminuyeron en un 17 %, y descubrieron que existía un mayor beneficio en las personas que no tenían problemas de obesidad.

Esto es extraordinario, pero no tan bueno como los estudios epidemiológicos que demuestran una disminución del 50 % al 78 % en personas con niveles óptimos de vitamina D, como se sugiere en un estudio siguiente. Dicho esto, UPI dio a conocer los resultados y dijo:

“Los beneficios de la vitamina D3 para limitar las metástasis, la propagación de la enfermedad a otros órganos y la gravedad se observaron en todos los tipos de cáncer, pero, fue más notable en los participantes que mantuvieron un peso saludable.

“El mensaje principal [de nuestro estudio] es que la vitamina D podría disminuir la posibilidad de desarrollar cáncer metastásico o fatal en adultos que no tienen un diagnóstico de cáncer”, dijo para la UPI la Dra. Paulette Chandler, coautora del estudio”.

El estudio, publicado en JAMA Network Open, es un análisis secundario del Estudio VITAL que buscaba determinar si el consumo diario de 2000 UI de vitamina D disminuiría el riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas o derrames cerebrales en personas sin antecedentes.

El propio estudio VITAL, que analizó a los pacientes durante un promedio de 5.3 años, no encontró diferencias estadísticas en las tasas de cáncer en los que tomaron vitamina D3, pero hubo menos muertes relacionadas con el cáncer, que es lo que impulsó al siguiente estudio.

La obesidad podría limitar los beneficios de la vitamina D

El hecho de que los pacientes con un peso saludable obtengan un beneficio mucho mayor (38 % menos probabilidades de desarrollar cáncer metastásico y muerte en comparación con el 17 % en general) sugiere que su peso corporal podría desempeñar un papel muy importante para saber si los suplementos con vitamina D ofrecen los beneficios anticancerosos que busca.

La obesidad podría causar resistencia a los efectos de la vitamina D. ~ Dra. Paulette Chandler

De acuerdo con la coautora del estudio, la Dra. Paulette Chandler, profesora asistente de medicina en el Hospital Brigham and Women’s de Boston, “Nuestro estudio destaca que la obesidad podría causar resistencia a los efectos de la vitamina D”.

Es posible que exista algo de cierto en eso. La investigación publicada en 2010 descubrió que la fructosa alimenticia dificulta la absorción intestinal de calcio, lo que disminuye los niveles de vitamina D en personas con enfermedad renal crónica.

El nivel de vitamina D tiende a ser más bajo en las personas con obesidad, ya que es un nutriente soluble en grasa, y por lo consiguiente se “diluye de manera volumétrica”. Como se explica en el artículo titulado “Vitamin D in Obesity”, que se publicó en 2017:

“Los niveles séricos de vitamina D son más bajos en las personas con obesidad; es importante comprender el mecanismo de este efecto y, en especial si indica una deficiencia clínica. La vitamina D es soluble en grasa y se distribuye en la grasa, los músculos, el hígado y el suero.

Cuando existen problemas de obesidad, aumenta el volumen, por lo que es posible que los niveles bajos vitamina D expresen un efecto de dilución de volumen, y las reservas de vitamina D en todo el cuerpo podrían ser adecuadas. Las personas con obesidad necesitan dosis más altas de vitamina D para lograr la misma cantidad sérica de 25-hidroxivitamina D como peso normal”.

Aunque ese documento enfatiza que el hecho de que las personas tengan obesidad y además un nivel bajo de vitamina D, no significa que tengan deficiencia; existen otros investigadores que no están de acuerdo.

Por ejemplo, un estudio descubrió que por cada incremento del 10 % en el índice de masa corporal, existe una disminución del 4.2 % en los niveles de vitamina D en la sangre. De acuerdo con los autores de ese estudio en particular, la obesidad podría ser un factor causal en la deficiencia de vitamina D.

La vitamina D también mejora los resultados del cáncer colorrectal

Una revisión científica publicada en la edición de septiembre de 2020 del British Journal of Cancer señaló que tener niveles bajos de vitamina D se relaciona con una mala supervivencia al cáncer colorrectal.

Para evaluar si los suplementos con vitamina D podrían mejorar la supervivencia en estos pacientes, revisaron los hallazgos de siete ensayos, donde se incluyeron pacientes diagnosticados con cáncer colorrectal desde el principio y cuatro ensayos poblacionales que reportaron la supervivencia en casos incidentes.

En general, el metaanálisis descubrió que los suplementos causaron una disminución del 30 % de cáncer colorrectal. La vitamina D también mejoró los resultados en los pacientes diagnosticados con cáncer colorrectal. De acuerdo con los autores:

“El metaanálisis demuestra el beneficio de los suplementos con vitamina D en los resultados de supervivencia [del cáncer colorrectal]. Se necesitan más ECA diseñados y con el poder estadístico adecuado para [determinar] cuál es la mejor dosis”.

Los niveles bajos de vitamina D se relacionan con una mayor incidencia de cáncer

Otra revisión y metaanálisis, publicados en noviembre de 2019 en Bioscience Reports, analizó los suplementos con vitamina D en la incidencia del cáncer y la mortalidad en general. El análisis incluyó diez ensayos controlados aleatorios con 81 362 participantes.

Aunque la tasa de incidencia de cáncer fue muy similar entre el grupo de intervención con vitamina D y el grupo de control con placebo (9.16 % en comparación con 9.29 %), la disminución del riesgo de mortalidad se consideró “significativa”. De acuerdo con lo informado por los autores:

“La tasa de mortalidad por cáncer fue del 2.11 % (821 casos) y del 2.43 % (942 casos) en el grupo de intervención con vitamina D y en el grupo placebo, respectivamente, lo que dio como resultado una disminución del riesgo (RR = 0.87).

No hubo heterogeneidad observable ni sesgo en la publicación. Nuestros hallazgos apoyan un efecto beneficioso del suplemento de vitamina D en la disminución de la mortalidad por cáncer, sobre todo en subpoblaciones sin antecedentes de cáncer, uso adicional de vitamina D o suplementos de calcio”.

La vitamina D protege contra el cáncer de mama

Varios estudios han destacado el beneficio de la vitamina D para el cáncer de mama. Por ejemplo, un análisis de GrassrootsHealth publicado en junio de 2018 en PLOS ONE demostró que las mujeres con un nivel de vitamina D igual o superior a los 60 ng/ml (150 nmol/L) tenían un riesgo 82 % menor de sufrir cáncer de mama en comparación con aquellas que tienen niveles inferiores a 20 ng/ml (50 nmol/L).

Un estudio anterior, que analizó a mujeres en el Reino Unido, descubrió que tener un nivel de vitamina D por encima de los 60 ng/ml disminuyo en un 83 % el riesgo sufrir cáncer de mama, que es casi idéntico al análisis de GrassrootsHealth de 2018.

Uno de los metaanálisis más recientes sobre el cáncer de mama se publicó el 28 de diciembre de 2019 en la revista Aging. Aquí, revisaron 70 estudios observacionales, y descubrieron que por cada incremento de 2 ng/mL (5 nmol/L) en el nivel de vitamina D hubo una disminución del 6 % en la incidencia de cáncer de mama.

En general, esto se traduce a un riesgo 71 % menor si incrementa su nivel de vitamina D de 20 ng/mL a 60 ng/mL. La siguiente gráfica creada por GrassrootsHealth, ejemplifica la respuesta a la dosis entre los niveles de vitamina D y el riesgo de cáncer de mama que se encontró en este estudio.

Dosis respuesta del nivel de vitamina D y el riesgo de cáncer de mama

El análisis de GrassrootsHealth de 2018 en PLOS ONE también analizó esta relación de dosis. Para hacer eso, observaron el porcentaje de participantes sin cáncer de mama en varios grupos de vitamina D, desde deficientes (menos de 20 ng/ml) hasta óptimos (de 60 ng/ml o más), en un lapso de cuatro años.

Como era de esperar, cuanto mayor sea el nivel de vitamina D en sangre, menor será la incidencia de cáncer de mama. La siguiente gráfica ejemplifica esta protección que se relaciona con la dosis. A los cuatro años, el porcentaje de mujeres a las que se les había diagnosticado cáncer de mama en el grupo que tenía 60 ng/ml era un 78 % más bajo que entre las que tenían niveles inferiores a los 20 ng/ml.

Porcentaje sin cáncer de mama por grupo de vitamina D

Cómo optimizar su nivel de vitamina D

Si vive en el hemisferio norte, en donde ya casi es invierno, llegó el momento de verificar sus niveles de vitamina D y si están por debajo de los 40 ng/mL (100 nmol/L) debe hacer todo lo que esté en sus manos para aumentar su nivel. Como puede ver en los estudios anteriores, se recomienda tener un nivel de vitamina D de 60 ng/ml (150 nmol/L) o más si desea protegerse contra el cáncer.

Una forma fácil y económica de medir su nivel de vitamina D es ordenar el kit de prueba de vitamina D de GrassrootsHealth. Una vez que conozca su nivel actual, use la calculadora de vitamina D de GrassrootsHealth para determinar cuánta vitamina D necesita para alcanzar su nivel objetivo. Para optimizar la absorción y uso de la vitamina D, asegúrese de tomar la vitamina D con vitamina K2 y magnesio.

Por último, recuerde volver a realizarse la prueba en tres o cuatro meses para asegurarse de haber alcanzado el nivel que desea. De ser así, sabrá que está tomando la dosis correcta. Si todavía tiene niveles bajos (o ha alcanzado un nivel superior a 80 ng/mL), deberá ajustar su dosis según lo requiera y volver a realizarse la prueba en otros tres o cuatro meses.