La censura del tratamiento con vitamina C contra el COVID-19

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 15 de diciembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • El Dr. Andrew Saul, editor en jefe del Servicio de Noticias de Medicina Ortomolecular, presenta información sobre la importancia de la vitamina C para tratar enfermedades como el COVID-19
  • Las dosis muy elevadas de vitamina C son capaces de combatir los virus, ya que actúan como un medicamento antiviral
  • Saul afirma que, con base en décadas de investigación, es posible detener la pandemia de coronavirus con el uso generalizado de vitamina C en dosis elevadas
  • Facebook bloqueo gran parte de la información relacionada con la vitamina C y el COVID-19, al alegar que es falsa según la opinión de verificadores de información, quienes no cuentan con una formación médica formal
  • El gobierno de Shanghai, China, recomienda tratar el COVID-19 con una dosis de 300 mg de vitamina C por vía intravenosa por cada kg de peso corporal, la Asociación Médica China publicó este protocolo
  • Saul considera que la vitamina C es la terapia más importante para las personas que se encuentran muy enfermas y en riesgo de morir por COVID-19, también es el tratamiento preventivo más económico para las personas

El Dr. Andrew Saul, editor en jefe del Servicio de Noticias de Medicina Ortomolecular, presenta información sobre la importancia de la vitamina C para tratar enfermedades como el COVID-19. Pero, lamentablemente esta información está siendo silenciada a través de la censura organizada.

Su presentación en Tokio, denominada “Orthomolecular Medicine and Coronavirus Disease: Historical Basis for Nutritional Treatment”, destaca el hecho de que cuando se utiliza como tratamiento, se necesitan altas dosis de vitamina C, a menudo 1000 veces más que la cantidad diaria recomendada en los Estados Unidos.

La dosis es un elemento fundamental de la ciencia médica ya que afecta los resultados del tratamiento, pero la terapia con vitaminas no se acepta de la misma manera que la terapia con medicamentos. La mayoría de las investigaciones sobre la vitamina C han utilizado dosis poco adecuadas, que no conducen a resultados clínicos.

“La literatura médica ha ignorado más de 80 años de estudios clínicos y de laboratorio sobre la terapia con vitamina C en dosis elevadas”, señala Saul, y añade que, aunque se sabe que la vitamina C es beneficiosa para combatir enfermedades, existe controversia sobre su eficacia. “Las dosis moderadas ofrecen una prevención eficaz”, mientras que “las dosis elevadas son terapéuticas”.

Los pioneros de la terapia con vitamina C

La vitamina C también es conocida como ácido ascórbico y es más famosa por sus propiedades antioxidantes que mantiene debido a su capacidad para donar electrones a las moléculas oxidadas. La vitamina C, incluso en pequeñas cantidades, protege las proteínas, los lípidos e incluso el ADN y el ARN en el cuerpo de las especies reactivas de oxígeno, que se generan durante el metabolismo normal y por las toxinas (como el humo del cigarro y la contaminación del aire).

La vitamina C también fomenta la biosíntesis de colágeno, carnitina y catecolaminas. Según Patrick, como tal, “beneficia a la función inmunológica, la curación de heridas, el metabolismo de los ácidos grasos, la producción de neurotransmisores y la formación de vasos sanguíneos, así como otros procesos importantes”.

Las dosis muy elevadas de vitamina C son capaces de combatir los virus, ya que actúan como un medicamento antiviral. Aunque tiene actividad antiinflamatoria que ayuda a prevenir la cascada de citoquinas relacionada con casos graves de SARS-CoV-2, su capacidad antiviral quizás está relacionada con que es un eliminador de radicales libres sin límites de frecuencia. Los pioneros de la terapia con vitamina C incluyen a:

El Dr. Claus Washington Jungeblut: Profesor de bacteriología en el Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia e investigador pionero de la poliomielitis, quien fue el primero en reportar que la vitamina C es una antitoxina antiviral. La vitamina C se utilizó para prevenir y tratar la polio. El Dr. Jungeblut publicó esto por primera vez en 1935.

“Es asombroso que, si se hubiera demostrado en 1930 que la vitamina C era un antiviral, incluso en pequeñas dosis, se estuviera utilizando para prevenir y tratar el COVID y otras enfermedades”, dice Saul.

El Dr. Frederick Robert Klenner: Durante décadas, Klenner, un especialista en el tórax con sede en Carolina del Norte, trató a las personas con inyecciones de vitamina C de 300 a 1200 mg por kilogramo (kg) de peso corporal por día, lo que permite tratar la poliomielitis, la neumonía y otras enfermedades graves.

Klenner, el primer médico con 40 años de experiencia en usar la terapia con vitamina C, dijo: “El ácido ascórbico es capaz de destruir todos los organismos del virus cuando se utiliza en dosis adecuadas”.

El Dr. Robert F. Cathcart III: Era un médico y cirujano ortopédico de California que desarrolló el uso de la vitamina C como antiviral, al incluir dosis orales y por vía intravenosa de hasta 200 000 mg por día. A finales de la década de 1960, Cathcart utilizó dosis elevadas de vitamina C para tratar enfermedades virales como la influenza, la neumonía, la hepatitis y el SIDA.

En 1981, Cathcart describió cómo es posible determinar si una persona ha consumido vitamina C en exceso. Con un exceso de dosis orales, el cuerpo desarrollará heces blandas. Sin embargo, esto no sucede con la vitamina C por vía intravenosa. La vitamina C liposomal permite consumir dosis mucho más elevadas sin desarrollar heces sueltas.

Es posible tomar hasta 100 gramos de vitamina C liposomal y obtener niveles sanguíneos equivalentes o superiores a los de la vitamina C por vía intravenosa. Sin embargo, se debe considerar como un tratamiento extremo.

Los verificadores de información calificaron esto como falso

Cathcart, un médico con décadas de experiencia en el uso de vitamina C para tratar enfermedades virales, explicó en Facebook: “Aún no se ha observado ninguna gripe que no se haya curado o mejorado con dosis masivas de vitamina C”. Saul considera que esto aplica para cualquier enfermedad viral, incluyendo el COVID-19, lo cual fue marcado como “información falsa” según los verificadores de información:

“Algunos de los verificadores de información de Facebook, decidieron que esta declaración es falsa. No entiendo cómo la opinión de un médico se puede considerar como falsa. Quizás no están de acuerdo con él, pero no es información falsa. Si esta es la opinión profesional de un médico, es un punto de vista válido. Pero, no para Facebook”.

El 12 de febrero de 2020, Saul declaró en Facebook que, con base en la investigación de Jungeblut, Klenner y Cathcart, “Es posible detener la pandemia de coronavirus con el uso generalizado de dosis elevadas de vitamina C”. Facebook inmediatamente bloqueó su publicación al alegar que era falsa, con base en la opinión de verificadores de información que no tienen capacitación médica formal.

Él respondió: “La prevención y el tratamiento de infecciones respiratorias con grandes cantidades de vitamina C son bien conocidas. Las personas que consideran que la vitamina C es buena, pero que las dosis masivas no son eficaces o que son dañinas, deberían leer los artículos originales”.

Saul agrega que, aunque existen otros nutrientes importantes, la vitamina C es la terapia más importante para las personas que se encuentran en la unidad de cuidados intensivos, muy enfermas y en riesgo de morir por COVID-19, así como también es el tratamiento preventivo más económico para las personas.

“Después de publicar esto sobre la vitamina C y el COVID, la vitamina C comenzó a agotarse y desapareció de los estantes de las tiendas de todo el mundo”, según Saul. Los verificadores de información llegaron un poco tarde. Pero, en última instancia, detuvieron la difusión sobre los virus que se tratan con vitamina C”.

Médicos chinos recomiendan la vitamina C para tratar el COVID

Saul también destaca un estudio, publicado en chino, que detalló los relatos de cuatro personas con COVID-19 que fueron ingresadas en el Segundo Hospital de la Universidad de Xi’an Jiaotong y que se recuperaron en febrero de 2020.

“Las dosis elevadas de vitamina C lograron buenos resultados en aplicaciones clínicas”, afirmaron los investigadores, y añadieron que “es importante iniciar el tratamiento con vitamina C lo antes posible después de ingresar al hospital”, “ya que esto puede mejorar los niveles antivirales, así como prevenir y tratar la lesión pulmonar aguda y la dificultad respiratoria aguda”.

Los medios de comunicación no publicaron esta información, aunque Saúl la compartió. Otra cita del Dr. ZhiYong Peng, jefe de cuidados intensivos del Hospital Zhongnan de la Universidad de Wuhan, explica lo siguiente:

“En mi departamento y en otros hospitales recomendamos a las personas que consuman entre 12 000 y 24 000 mg de vitamina C al día. Eso reduce la severidad del COVID-19. En mi hospital, todos los profesionales médicos reciben entre 1000 a 2000 mg de vitamina C en polvo. Escuché que la mayoría de los hospitales de Wuhan ofrecen vitamina C en polvo a sus profesionales médicos”.

Según Saul, el gobierno de Shanghai, China, recomienda tratar el COVID-19 con 200 mg de vitamina C por vía intravenosa por cada kg de peso corporal, así como una dosis de 16 000 mg/día para adultos. La Asociación Médica China publicó este protocolo. Facebook y sus verificadores de información, no estuvieron de acuerdo, al marcar esta información como “parcialmente falsa”.

“Nunca me contactaron para verificar las fuentes, los hospitales, los expertos o al gobierno de Shanghai”, explicó Saul. “Solo decidieron que era información falsa. Creo que ocultar la información sobre el tratamiento con vitamina C, es considerado como negligencia. Acuso a los medios de comunicación de negligencia”.

La vitamina C como “terapia de rescate”

Un comentario publicado en The Lancet: Respiratory Medicine, en marzo de 2020, afirma: “Las dosis elevadas de vitamina C también se pueden considerar como terapia de rescate” en personas con insuficiencia respiratoria por síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) causado por el COVID-19. “Por desgracia, no han aprovechado esta información”, afirma Saul, a pesar de haber estado disponible desde los primeros meses de la pandemia.

También han censurado o eliminado otros artículos y videos de YouTube de médicos que apoyan el uso de la vitamina C para combatir el COVID-19. Otra objeción sobre las dosis elevadas de vitamina C es que es peligrosa, pero como señala Saul, es una de las terapias más estudiadas de la historia.

En 2007, un estudio publicado en el Journal of the Royal Society of Medicine por Harri Hemila, considerado una eminencia en vitamina C, calificó los daños potenciales como “infundados” y afirmó que las personas con neumonía pueden consumir hasta 100 gramos de vitamina C al día sin desarrollar diarrea, “debido a los cambios en el metabolismo de la vitamina C provocados por la infección grave”.

Investigaciones anteriores de Hemila y sus colegas encontraron que una dosis de 17 000 mg/día de vitamina C por vía intravenosa redujeron hasta en un 44 % la estancia en la unidad de cuidados intensivos. De acuerdo con Saul, el Dr. Richard Cheng, un médico chino-estadounidense, reportó que se trataron cerca de 50 casos de infección moderada a grave de COVID-19 con dosis elevadas de vitamina C, que incluyeron 10 000 mg para casos moderados y 20 000 mg para casos más severos, durante siete a 10 días.

No solo mejoraron todos los pacientes, sino que no se informaron efectos secundarios de la terapia con vitamina C. Pero, nuevamente los verificadores de información lo consideraron como falso. Facebook lo considera como falso, al igual que otros medios de comunicación.

Censura organizada

En febrero de 2020, la Organización Mundial de la Salud se reunió con una docena de empresas de tecnología, incluyendo Google, Amazon y YouTube, para ordenarles que detuvieran la propagación de información errónea sobre el coronavirus. El grupo, que tenía previsto reunirse cada cierto tiempo, se ha enfocado en información relacionada con tratamientos de salud natural como la vitamina C, al considerarlos como noticias falsas y conspiraciones.

Pero en realidad, etiquetar a la vitamina C como noticias falsas es una censura organizada. Esto encaja con la descripción de conspiración. Están tratando de evitar que se divulgue la información sobre la vitamina C, y, por desgracia, lo han logrado.

Incluso, el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, explicó lo siguiente en el año 2016, “La vitamina C puede mejorar las defensas contra los microbios”. Durante la pandemia lo mencionó de nuevo, en una entrevista de Instagram, donde explicó que la vitamina D ayuda al cuerpo a resistir las infecciones y añadió que: “La otra vitamina es la vitamina C por sus propiedades antioxidantes, por lo que es bueno consumirla”.

Cheng también entrevistó a una familia en Wuhan, China, que tomó dosis elevadas de vitamina C y no contrajo la infección, a pesar haber tenido contacto con una persona con COVID-19. Pero, el video fue eliminado de YouTube. “No puedo creer que esto esté sucediendo”, dijo Cheng.

El Dr. Paul Marik demostró un tratamiento con vitamina C por vía intravenosa (IV) con hidrocortisona y tiamina (vitamina B1) que mejora las tasas de supervivencia en personas con sepsis. Dado que la sepsis es una de las razones por las que las personas mueren a causa del COVID-19, el tratamiento con vitamina C podría ser importante durante esta pandemia.

Dicho tratamiento requiere de 1500 mg de ácido ascórbico cada seis horas y es muy efectivo. Sin embargo, recomendaría consumir dosis aún más elevadas de vitamina C liposomal si es por vía oral.

No considero prudente que las personas que no están enfermas consuman dosis tan elevadas de vitamina C de forma regular. Considero que la vitamina C en dosis elevadas es una intervención muy segura y eficaz para las infecciones graves de las vías respiratorias superiores, porque se convierte en peróxido de hidrógeno, que el cuerpo utiliza para combatir las infecciones. Sin embargo, no creo que sea necesario tomarla durante largos períodos de tiempo. El potencial de la vitamina C para tratar enfermedades graves y para ayudar a prevenirlas es algo que debe compartirse.