La “teoría del triaje”: optimice su consumo de vitaminas y minerales a largo plazo para un envejecimiento saludable

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 11 de diciembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Los niveles de vitaminas y minerales requeridos para disminuir las enfermedades no son los mismos que los niveles requeridos para optimizar la longevidad; en muchos casos, el consumo recomendado de vitaminas no es suficiente para optimizar la longevidad
  • La “teoría del triaje” de Bruce Ames postula que cuando una célula se está quedando sin alguna vitamina, comienza a racionarla, por lo que les da prioridad a las enzimas proteicas esenciales para la supervivencia inmediata, por encima de aquellas que ayudan a prevenir las enfermedades a largo plazo como el cáncer y las enfermedades cardíacas
  • Otros nutrientes que parecen ser muy importantes para la longevidad incluyen la ergotioneína (un aminoácido producido en los hongos), NAC, NAD, carotenoides, colina, acetil L-carnitina y ácido alfa lipoico
  • Si desea tener una salud óptima, es muy importante obtener una proporción adecuada de grasas omega-6 y omega-3, en especial para la salud cardíaca y cerebral. La proporción ideal de omega-3 y omega-6 varía de 1:1 a 1:5

En esta entrevista, Bruce Ames, Ph. D., antiguo profesor emérito de bioquímica y biología molecular de la Universidad de California en Berkeley, habla sobre la importancia de las vitaminas y minerales para la longevidad y explica su “teoría del triaje”.

Es importante recordar que Bruce Ames es el creador de la famosa prueba de Ames, la cual evalúa la mutagenicidad de los compuestos.

En los últimos años, dejó de estudiar la mutagenicidad y comenzó a investigar sobre la nutrición para un envejecimiento saludable. Hace poco, publicó un artículo sobre este tema en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Los requisitos nutricionales para prevenir las enfermedades son diferentes a los requeridos para optimizar la longevidad

En el artículo del PNAS, Ames propone que el nivel recomendado de muchas vitaminas no es suficiente para optimizar la longevidad. En otras palabras, los niveles requeridos para disminuir las enfermedades no son los mismos que los niveles requeridos para optimizar la longevidad. Ames explica:

En 2006, comencé a interesarme en las vitaminas. Empecé a estudiar las mitocondrias, que son los orgánulos en la célula que producen la adenosina trifosfato (ATP), la principal fuente de energía del metabolismo. Pero uno de los efectos secundarios es que elimina los oxidantes. Los oxidantes son mutagénicos, por lo que pueden dañar el ADN.

Al igual que la radiación, también pueden dañar las proteínas y otras cosas. La radiación y algunas de las mismas sustancias provienen de las mitocondrias, que comienzan a deteriorarse con la edad. De cualquier manera, pensaba, “si la vitamina C y E pueden hacer todas esas cosas buenas, me pregunto, qué pueden hacer las demás vitaminas”.

Comencé a pensar mucho al respecto y se me ocurrió que el cuerpo sufre de deficiencia de vitaminas todo el tiempo, debido a que las personas no llevan tipos de alimentación muy saludables. Consumen demasiadas bebidas endulzadas y carbohidratos vacíos, que no tienen muchas vitaminas.

Necesitamos 30 vitaminas y minerales diferentes… Su cuerpo no puede producir minerales, por lo que tiene que obtenerlos de la alimentación. Los mismo sucede con las vitaminas“.

En el año 2006, publicó un artículo puramente teórico en el que postuló que cuando las células se están quedando sin alguna vitamina, comienzan a racionarla, por lo que les dan prioridad a las enzimas proteicas esenciales para la supervivencia inmediata por encima de aquellas que ayudan a prevenir las enfermedades a largo plazo como el cáncer y las enfermedades cardíacas.

Cada vitamina se encuentra en muchas proteínas. Por ejemplo, el zinc, se encuentra en 2000 proteínas; mientras que el magnesio en 500. La biotina, que se encuentra en el menor número de proteínas, solo está en cinco.

Ahora bien, desde el momento en que comienza a producirse este racionamiento de nutrientes, puede pasar una década o más, antes de desarrollar alguna enfermedad crónica como cáncer o enfermedades cardíacas.

“Entonces, lo que estamos haciendo es intercambiar la salud a largo plazo por la salud a corto plazo”, dice Ames. “Puede verse perfectamente bien, pero si no lleva una alimentación adecuada, envejecerá rápidamente”.

La “teoría del triaje” desarrollada por Ames

Ames denominó a esta teoría como la teoría del triaje, tomó el nombre del término francés triaje que utilizaban los médicos durante la Primera Guerra Mundial. Debido a que carecían de personal, dividían a los soldados heridos en tres grupos: los que sobrevivirían sin atención médica, los que morirían a pesar de la atención médica y los que podrían sobrevivir con atención médica. Los médicos decidían tratar a los pacientes del tercer grupo, ya que, en ese grupo, su tiempo y energía podrían ser de mayor utilidad.

Un día en el laboratorio, una excelente científica, la Dra. Joyce McCann, dijo: Probemos esta teoría. Revisemos la bibliografía sobre una vitamina y un mineral… Seleccionó la vitamina K2, que está involucrada con 16 proteínas y el selenio, un mineral que solo está involucrado con 25 proteínas.

En 9 meses, encontró un artículo científico que demostraba que ambos nutrientes cuentan con esta teoría del triaje“, dice Ames.

Es fácil explicar el caso de la vitamina K2, ya que muchas proteínas de vitamina K están involucradas en la coagulación de la sangre. Está claro que la coagulación de la sangre es esencial para la supervivencia, sin la vitamina K2, sangraríamos hasta morir.

Hay muchas proteínas que dependen de la vitamina K y que están involucradas en la coagulación de la sangre. Así que, primero absorben la vitamina K2.

Muchas personas son deficientes en nutrientes que son cruciales para la longevidad

En su artículo, Ames clasifica los nutrientes en términos de importancia y de acuerdo con el requisito promedio estimado (EAR, por sus siglas en inglés) muchas personas son deficientes en estos nutrientes. Por ejemplo:

  • Vitamina D. Con base en el criterio EAR, el 70 % de las personas no obtiene la cantidad suficiente de este nutriente.
  • Vitamina E. Con base en el criterio EAR, el 60 % de las personas no obtiene la cantidad suficiente de este nutriente.
  • Magnesio. Con base en el criterio EAR, el 45 % de las personas no obtiene la cantidad suficiente de este nutriente.

No obstante, el criterio EAR no es una estimación óptima, incluso para la prevención de enfermedades, ya que no toma en cuenta la salud a largo plazo. Por ejemplo, la evidencia sugiere que el nivel ideal de vitamina D es entre 60 y 80 nanogramos por mililitro (ng/mL), lo que significa que es probable que del 85 % al 90 % de la población sea deficiente en este nutriente.

La vitamina D se obtiene principalmente de la exposición al sol. También se le denomina la vitamina de la “luz del sol” porque cuando la luz ultravioleta (UV) entra en contacto con su piel, el derivado de colesterol se convierte en vitamina D activa. Esta es una hormona esteroide esencial porque desempeña un papel muy importante en la activación de los genes.

El mismo Ames admite “tomar muchas vitaminas”, pero también ha llevado una alimentación saludable la mayor parte de su vida. Lo ideal es obtener la mayoría de las vitaminas a través de sus alimentos. Por ejemplo, el magnesio se encuentra en el centro de la molécula de clorofila, por lo que los vegetales de hoja verde son una buena fuente.

Del mismo modo, el ácido fólico proviene de la palabra latina “folia” que significa hoja. “Mi mentor en el Instituto de Tecnología de California (Caltech) aisló el ácido fólico de 4 toneladas de espinaca”, dice Ames y señala que, “el folato solo es la sal y el ácido fólico el ácido”.

La proporción de omega-6 y omega-3 también es importante para un envejecimiento saludable

Las grasas omega-6 y omega-3 también son cruciales para un envejecimiento saludable. Como lo señaló Ames:

Las grasas omega-3 son muy importantes para el cerebro. Necesitamos ambos tipos de grasas. Sin embargo, nuestros aceites de cocina contienen una gran cantidad de grasas omega-6 y el cuerpo necesita tener una proporción adecuada. A menos que comamos mucho pescado, todos o la mayoría de nosotros tenemos deficiencia de grasas omega-3.

La causa genética del Alzheimer es un gen llamado apolipoproteína E4 (ApoE4). Si tiene una copia de este gen, entonces tiene un riesgo tres veces mayor de desarrollar Alzheimer. Si tiene dos copias, su riesgo aumenta 15 veces.

Si tiene una copia del gen y sufre una conmoción cerebral, desarrollará Alzheimer. Esto es muy importante. Ella elaboró el mecanismo y demostró que está estrechamente relacionado con el transporte de ácidos grasos omega-3 al cerebro.

La barrera hematoencefálica se deteriora con la edad. Así que, cuando se llega a mi edad —cumplí 91 años en noviembre de 2019 — el sistema para transportar las grasas omega-3 al cerebro no funciona adecuadamente. Y la Dra. Patrick reunió las pruebas que demuestran que esto es lo que está causando el Alzheimer“.

La proporción ideal de omega-3 y omega-6 varía de 1:1 a 1:5, pero en el tipo de alimentación occidental esta proporción tiende a ser de entre 1:20 y 1:50. La mayoría de las personas, en especial las que viven en los Estados Unidos, tienen esta desproporción entre las grasas omega-3 y omega-6, y para corregirla se necesitan dos cosas:

1.Reducir significativamente el consumo de grasas omega-6 dañadas al evitar los alimentos procesados y los alimentos cocinados a altas temperaturas con aceites vegetales.

Las fuentes más comunes de grasas omega-6 dañinas que debe evitar incluyen el aceite de maíz, aceite de canola, aceite de soya, grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas, margarina y manteca vegetal.

2.Aumentar el consumo de grasas omega-3 de origen animal. Las fuentes ideales incluyen pescados grasos pequeños como las sardinas, anchoas, arenque, salmón silvestre de Alaska o un suplemento como el aceite de kril.

Otros nutrientes muy importantes para la longevidad

Además de las vitaminas y minerales, el artículo de Ames también menciona otros nutrientes que clasifica como “condicionalmente esenciales” y que parecen ser particularmente importantes para la longevidad, incluyendo la ergotioneína (un aminoácido producido por los hongos). Ames explica que:

Algunas vitaminas solo se encuentran en pocas fuentes. Aunque la ergotioneína no se considera oficialmente como una vitamina, algunas personas sugieren que debería serlo. Ya que hace algunas cosas muy útiles en el cuerpo y proviene de los hongos“.

Otros suplementos muy valiosos para la longevidad (no todos fueron incluidos en el artículo de Ames) son:

N-acetil cisteína (NAC, por sus siglas en inglés), un precursor necesario para la biosíntesis de glutatión.Muchos de sus beneficios se relacionan con el hecho de que ayuda a aumentar la producción de glutatión, un antioxidante importante producido por su cuerpo de forma natural que ayuda a reducir el daño causado por los radicales libres y que además desempeña un papel muy importante en la desintoxicación de metales pesados y de otras sustancias dañinas.
Nicotinamida adenina dinucleótido (NAD, por sus siglas en inglés) es un derivado de la vitamina B3 (niacina), que es una coenzima muy importante en el metabolismo.Obtener la cantidad suficiente de NAD es muy importante para el suministro de una enzima llamada poli ADP-ribosa polimerasa o PARP, que se cree es uno de los principales mecanismos de reparación del ADN dañado. Como lo explica Ames:“Hay 50 enzimas que se topan con su ADN en busca de problemas. Cuando ven un bulto que no debería estar allí, lo cortan y lo rellenan. Eso ayuda a reparar el ADN. Todas necesitan magnesio, por lo que el magnesio también tiene un papel importante aquí. Aún no está comprobado, pero sospecho que la deficiencia de magnesio causa más mutaciones”.Tomar la cantidad suficiente de niacina ayudará a garantizar que tenga niveles adecuados de la coenzima NAD.Sin embargo, aunque su cuerpo tiene una vía de recuperación muy efectiva que recicla la mayoría de la NAD en su cuerpo, si está abusando de su cuerpo al exponerlo a campos electromagnéticos y a otras formas de estrés oxidativo que causan daño al ADN y, además, agota los niveles de NAD al consumir PARP, entonces debería considerar algún tipo de estrategia para aumentar sus niveles de NAD.
Carotenoides como la zeaxantina, luteína y astaxantina.
La colina es necesaria para la desintoxicación de las toxinas solubles a las que estamos expuestos de manera regular. Aunque su cuerpo produce algo de colina, no produce los niveles suficientes.Puede tomarla en forma de suplemento, pero por lo general se vende como fosfolípido, en forma de fosfatidilcolina. Una de las fuentes principales de colina en la alimentación son las yemas de huevo. Es más fácil transportar las grasas omega-3 al cerebro cuando están unidas a la fosfatidilcolina.
La acetil-L-carnitina (no la L-carnitina regular) parece ser particularmente beneficiosa para mejorar la memoria. Lo ideal es obtener de 2000 a 2500 miligramos al día. La mayoría de las personas comienzan a notar los cambios después de unas cuantas semanas.
Ácido alfa lipoico, un antioxidante que mejora la salud mitocondrial e inhibe la progresión del Alzheimer.

Más información

Ames habla sobre la importancia de la suplementación con vitamina D en personas de piel oscura; ya que las personas no producen la cantidad suficiente de vitamina D en las latitudes septentrionales.

“Estamos tratando de ver si eso explica por qué los afroamericanos tienen mayores tasas de ciertos defectos de nacimiento, así como de cáncer y enfermedades cardíacas. Creo que la vitamina D podría explicar esta situación”, dice. “La vitamina D activa y desactiva 2700 genes. Es una sustancia muy importante …

Los nutrientes no son medicamentos. Si se realiza un ensayo clínico sobre un medicamento, nadie lo tiene en su cuerpo. Pero si se hace con un nutriente, es probable que la mitad de la población lo tenga en su cuerpo y eso afecta los estudios, por lo que todos son negativos.

Tiene que medirlo al principio y no hacer pruebas con personas que tienen la cantidad suficiente. Y después medirlo al final para asegurarse de haber administrado la cantidad necesaria para llegar a un nivel correcto”.