OGMs: ¿Prohibirlos o etiquetarlos?

Asimismo, la ley de etiquetado de alimentos OGMs en Europa tuvo efectos positivos en 1997 y 1998, cuando los activistas presionaron a grandes cadenas de supermercados, incluyendo a Carrefour, Co-Op,  Tesco, Waitrose y Marks & Spencer, y a compañías productoras de comida, como Unilever y Nestlé, para que se mantuvieran libres de OGMs. Al sentir la presión de los activistas y al darse cuenta de que el etiquetado obligatorio de OGMs sería el “beso de la muerte” para sus productos y reputaciones, los grandes supermercados, cadenas de productores alimenticios y restaurantes, incluyendo multinacionales originarias de Estados Unidos como General Mills, Kellogg’s, McDonald’s, Starbucks y Walmart, eliminaron los OGMs de sus cadenas. Como consecuencia, casi ningún derivado alimenticio no-OGM, con excepción de carne y productos animales, han sido vendidos en tiendas europeas o restaurantes desde 1997 hasta ahora.

Sin un mercado para los OGMs, los agricultores europeos se negaron a cultivarlos. Los activistas europeos señalan que si la carne, los huevos y los productos lácteos derivados de animales alimentados con granos OGM tuvieran que ser etiquetados, no habría OGMs en Europa. Punto final.

La Pelea de los Frankenalimentos se calienta en Estados Unidos

En Estados Unidos la batalla contra alimentos y cosechas GM ha sido mucho más difícil. Desde 1994, las agencias regulatorias gubernamentales se han negado a exigir etiquetas en los OGMs, o a exigir pruebas de seguridad independientes, alejadas de la investigación –obviamente- parcial de Monsanto y otras compañías de modificación genética.

A pesar de la oposición del gobierno y de la industria, y del patrocinio, un creciente número de activistas pro-orgánico y anti-OGM impulsaron campañas de educación al público, presión a los mercados y boicots entre 1994 y 2012, con el objetivo ya sea de prohibir o etiquetar los OGMs.

Aunque las propuestas de etiquetado de OGMs –que de acuerdo a varias encuestas son apoyadas por una mayoría importante de estadounidenses- fueron presentadas al congreso una y otra vez en las dos pasadas décadas, ninguna ha reunido el apoyo nominal de los legisladores ni de los medios, al menos hasta la iniciativa de etiquetado de OGMs en California (Proposición 37) y la iniciativa ciudadana del estado de Washington en 2013 (I-522). Este tipo de iniciativas han sido escasas, con medios de comunicación escupiendo propaganda falsa acerca de que la industria de los OGMs es segura, sustentable ambientalmente y necesaria para alimentar a una población global creciente.

No obstante, la corriente está empezando a cambiar. Más agricultores están rechazando las semillas OGM, más consumidores están pidiendo alimentos no-OGM, o por lo menos, etiquetas en los alimentos OGM. Y los medios comienzan a publicar sobre los movimientos anti-OGM si no lo justo, al menos dedican un poco de tinta más a comparación de décadas recientes.

Los agricultores sonaron la alarma sobre la contaminación OGM

Entre 1994-2012, el número de acres en Estados Unidos plantados con cosechas OGM ha crecido significativamente. Hoy, 169 millones de acres – casi la mitad de lo cultivado en tierras estadounidenses – están sembrando cosechas OGM.

A pesar de la proliferación de cosechas OGMs, existe una demanda creciente por semillas no-OGM. Esto es en parte porque los agricultores se están frustrando por tener que comprar más y más pesticidas y herbicidas para las cosechas OGM, ya que las hierbas y pestes crecen de forma increíblemente resistente, en productos como el Roundup de Monsanto.

Y también porque los agricultores orgánicos y no-OGM están denunciando la contaminación de sus cosechas por cultivos OGM cercanos. Justo esta semana, una nueva encuesta publicada por Vigilancia de Alimentos y Agua reveló que una tercera parte de los agricultores orgánicos de Estados Unidos reportaron problemas por contaminación de cosechas OGM cercanas, y más de la mitad de los agricultores encuestados dijeron que se les rechazaron envíos de granos por la contaminación.

Los consumidores exigen no-OGM

La creciente demanda de cosechas no-OGM viene de las preocupaciones sobre la salud de consumidores, quienes están solicitando mayores cultivos y alimentos no-OGM y orgánicos. El punto de inflexión en el movimiento anti-OGM en Estados Unidos se dio entre 2012 y 2013, cuando organizaciones orgánicas y anti-GM, dirigidas por la Asociación de Consumidores Orgánicos, Democracia Alimenticia Ahora, Centro para la Seguridad Alimenticia, Alianza para la Salud Natural, junto con compañías orgánicas y de salud natural como Mercola.com, los jabones del Dr. Bronner, Nature’s Path, las granjas familiares de Lundberg, Natural News Y nUTIVA, decidieron saltarse al gobierno federal y lanzar iniciativas ciudadanas estatales de alto perfil, para el etiquetado obligatorio de OGMs en los estados de California y Washington.