La astaxantina ayuda a prevenir la tormenta de citoquinas

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 11 de mayo del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Parte de lo que hace que el COVID-19 sea una enfermedad tan peligrosa es porque puede desencadenar una tormenta de citoquinas que conduce a la sepsis, insuficiencia orgánica y muerte
  • La astaxantina, que es un potente suplemento antioxidante derivado de las microalgas, tiene numerosos efectos sobre la salud que lo convierten en un elemento ideal para combatir el COVID-19
  • La astaxantina es un poderoso antioxidante, inmunoestimulante, antiinflamatorio, neuroprotector e inmunomodulador con efectos antibacterianos y antiapoptóticos
  • La astaxantina bloquea el daño oxidativo del ADN, disminuye la proteína C reactiva y otros biomarcadores de inflamación, inhibe la muerte celular en las células epiteliales alveolares, modula la respuesta inmunológica y mucho más
  • Los estudios han demostrado que ayuda a tratar la tormenta de citoquinas, la lesión pulmonar aguda, el síndrome respiratorio agudo y la sepsis, que son comunes en casos graves de COVID-19

Parte de lo que hace que el COVID-19 sea una enfermedad tan peligrosa es porque puede desencadenar una tormenta de citoquinas que conduce a la sepsis, insuficiencia orgánica y muerte.

En artículos anteriores, he explicado los diferentes suplementos naturales que combaten los virus, calman la inflamación y regulan el proceso inflamatorio. Los ejemplos incluyen: vitamina Cmelatonina y raíz de regaliz. Puede encontrarlos en mi Página de recursos contra el coronavirus.

Es importante limitar la tormenta de citoquinas

Hace poco, el documento “COVID-19: Potential of Microalgae Derived Natural Astaxanthin as Adjunctive Supplement in Alleviating Cytokine Storm”, publicado el 21 de abril del 2020 en el sitio web de la biblioteca de investigación del Social Science Research Network (SSRN), menciona el uso de la astaxantina, que es un potente suplemento antioxidante hecho de las microalgas.

Según los autores del estudio:

“Existen evidencias preclínicas de efectividad y seguridad de que utilizar la astaxantina para otras indicaciones y justificar su posible inclusión como adyuvante en combinación con medicamentos antivirales beneficiará a las personas con COVID-19 al mejorar su salud y reducir el tiempo de recuperación.

De manera clínica, la astaxantina natural ha mostrado tener diversos beneficios y ha informado que detiene el daño oxidativo del ADN, menores niveles de proteína C reactiva (PCR) y otros biomarcadores de inflamación. Estudios anteriores informaron que la astaxantina natural es un factor positivo para aliviar la tormenta de citoquinas, lesión pulmonar aguda, síndrome respiratorio agudo, etc.

Los conocimientos actuales con base en evidencias acumuladas sugieren que el SARS-CoV-2 induce una mayor respuesta inflamatoria potencial a las consecuencias secuenciales de la lesión pulmonar aguda (LPA), síndrome de dificultad respiratoria aguda (ARDS, por sus siglas en inglés) que una grave consecuencia mortal de shock séptico con mayor expresión de los genes relacionados con la inflamación junto con infecciones secundarias inevitables, en lugar de una mayor carga viral.

Atenuar la tormenta de citoquinas al enfocarse en los pasos más importantes del proceso puede ofrecer mejores resultados.

Shi y sus colaboradores sugirieron un enfoque de dos fases para tratar a las personas con COVID-19: la primera fase se basa en la defensa inmunológica para casos leves de COVID-19 y la segunda fase que se basa en la inflamación para personas con casos graves de COVID-19.

Zhang y sus colaboradores presentaron una revisión crítica, que indica la importancia de bloquear la tormenta de citoquinas en el momento adecuado, seguido de una terapia antiinflamatoria para reducir la tasa de mortalidad. Una serie de antioxidantes ofrece una recuperación rápida al reducir los efectos secundarios posteriores al tratamiento”.

Uso de astaxantina

El artículo sobre la astaxantina cita investigaciones que demuestran que “puede ser importante para regular la inmunidad y la etiología de la enfermedad” gracias a sus diversas actividades.

Es un poderoso antioxidante y un refuerzo inmunológico, antiinflamatorio, neuroprotector, inmunomodulador, antibacteriano y antiapoptótico. Se cree que es el más poderoso de todos, en términos de poder antioxidante. Como se señala en el documento sobre la astaxantina:

“La actividad antioxidante de la astaxantina supera los antioxidantes existentes con una capacidad de eliminar los ROS hasta 6 000 veces mayor que la vitamina C, 800 veces mayor que la coenzima Q10, 550 veces mayor que la vitamina E, 200 veces mayor que los polifenoles, 150 veces mayor que las antocianinas, y 75 veces mayor que el 𝛼-ácido lipoico”.

Es importante destacar que, cómo se explica en este documento, la astaxantina tiene una estructura molecular que le permite penetrar en la membrana celular de dos capas.

La capacidad de extinguir las especies reactivas de oxígeno (ROS) y radicales libres en las capas interna y externa de la membrana celular le permite ofrecer una mayor protección para combatir el estrés oxidativo, en comparación con otros antioxidantes.

La vitamina E y el betacaroteno, solo funcionan en el lado interno de la membrana, mientras que la vitamina C solo funciona en el lado externo. Además:

“El efecto antioxidante de la astaxantina trabaja junto con sus acciones antiinflamatorias al regular las enzimas antioxidantes (superóxido dismutasa) y las enzimas pro-oxidativas (óxido nítrico sintetasa).

La astaxantina también es conocida por proteger las células beta pancreáticas al reducir el estrés oxidativo y la toxicidad del azúcar, mejorar los niveles de adiponectina y HDL, y aumentar el flujo sanguíneo y la circulación”, afirman los autores, al añadir lo siguiente:

“Las evidencias indican que la mala regulación de las citocinas en la inflamación es lo más importante para mediar, amplificar y perpetuar el proceso de sepsis o LPA.

El exceso de varias citocinas proinflamatorias, en especial el TNF-α, IL-6, IL-1β, IL-12 e IL-8, inician una respuesta inflamatoria sistémica que conduce a la simulación de la respuesta inmunológica adaptativa y la tormenta de citoquinas, lo que resulta en una lesión celular aguda para desarrollar sepsis o LPA.

Estas observaciones, junto con las evidencias acumuladas sobre el COVID-19, sugieren que el proceso inflamatorio involucra una relación con la LPA y la sepsis, que están relacionadas con la SDRA.

Esto garantiza que los tratamientos antioxidantes y antiinflamatorios deben administrarse de manera estratégica para tratar a las personas con COVID-19.

Los tratamientos antiinflamatorios y antioxidantes para intervenir en la producción excesiva de citocinas, incluyendo IL6 y TNF-α, pueden ser una excelente estrategia para prevenir y tratar la LPA y la sepsis, que están relacionadas con la SDRA inducida por el COVID-19″.

Según los autores, la astaxantina puede ser la mejor opción para este propósito. La astaxantina, “puede ser uno de los tratamientos más prometedores para combatir el COVID-19, gracias a su actividad antiinflamatoria y antioxidante respaldada por múltiples ensayos preclínicos y humanos y su perfil de seguridad”, explicaron.Publicidad

Cómo puede detener el daño del SARS-CoV-2

Los autores consideran que la astaxantina puede ayudar a minimizar el impacto de la infección por SARS-CoV-2 de la siguiente manera:

Al inhibir el factor nuclear kappa-B (NF-kB), que es una vía de señalización de la transcripción involucrada en la respuesta inmunológica innata. Esto reduce la relación de fenotipo de macrófagos M1 / M2, que es una parte importante para reducir los niveles de citocinas inflamatorias.EL NF-kB también controla la inflamación en la lesión pulmonar aguda y, según los autores, “Estudios anteriores informaron que el efecto antiinflamatorio de la [astaxantina] suprime la activación del NFkB en la SDRA”
Al inhibir la producción de IL6, que es una causa de sepsis, lesión pulmonar aguda y SDRA
Al inhibir la producción de TNF-alfa, que disminuye los niveles de varias citocinas proinflamatorias
Al inhibir la apoptosis (muerte celular) en células epiteliales alveolares
Al aumentar el Sirtuin 1 (SIRT1), que según los autores “puede ser importante para regular el SIRT1 y atenuar la lesión pulmonar y la inflamación” en la lesión pulmonar aguda inducida por la sepsis
Al inhibir la vía de señalización del receptor 4 Toll-like (TLR 4), que reduce la respuesta proinflamatoria. Como señalaron los autores, “los TLR son un grupo de receptores de reconocimiento de patrones que son cruciales para el sistema inmunológico innato”
Al disminuir la inflamación de la pared alveolar
Al inhibir el líquido de lavado bronquioloalveolar en la lesión pulmonar aguda y supresión del edema pulmonar
Al reducir la disminución de los alvéolos pulmonares en el tejido pulmonar
Al modular la respuesta inmune estimulando la proliferación de linfocitos (un tipo de glóbulo blanco que combate las infecciones), al aumentar la citotoxicidad de las células asesinas naturales y el número de células T y células B (dos componentes principales de la respuesta inmunológica adaptativa)
Al regular descendentemente el inflamasoma del receptor 3 tipo NOD (NLRP3), que forma parte de la respuesta inmunológica innata durante la infección pulmonar y la apoptosis, así como en las respuestas inflamatorias posteriores
Al reducir la proteína C reactiva, que es un marcador de la inflamación

El siguiente gráfico ilustra y resume los efectos de la astaxantina y cómo puede ayudar a calmar la tormenta de citoquinas que es responsable de la sepsis, la lesión pulmonar aguda, la SDRA y los trastornos multiorgánicos que se observan en personas con casos graves de COVID-19. Según los autores del estudio:

“Especulamos que las implicaciones de la astaxantina como tratamiento adyuvante del COVID-19 pueden ofrecer un doble propósito, tanto como compuesto antioxidante como antiinflamatorio, con el poder de reducir la mortalidad y ofrecer una recuperación más rápida”.

La astaxantina es uno de los antioxidantes más poderosos de la naturaleza

En resumen, la astaxantina cumple muchos requisitos importantes cuando se trata del COVID-19, incluyendo regular la respuesta inmunológica y mejorar las respuestas inmunológicas mediadas por las células, así como proteger de manera simultánea contra el daño oxidativo y la inflamación.

Además de ser efectiva para combatir el COVID-19 y otras enfermedades respiratorias, también se ha demostrado que la astaxantina proporciona beneficios para la salud, al proteger contra la radiación y promover la salud de la piel, los ojos, el cerebro y el corazón.

Para obtener más información sobre este antioxidante, consulte mi artículo “Investigación sobre la astaxantina demuestra que tiene beneficios significativos en todo el cuerpo“.

Terapia de oxígeno hiperbárico para tratar el COVID-19

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 16 de mayo del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • El Hospital General Opelousas en Louisiana ha implementado el “uso compasivo y sin autorización” de la terapia de oxígeno hiperbárico (TOHB) para todos los pacientes que tienen COVID-19 con hipoxemia resistente al oxígeno
  • Durante la TOHB, usted respira aire u oxígeno en una cámara presurizada, lo que permite que el oxígeno se absorba directamente a sus tejidos. No se envía el flujo de aire a los pulmones, por lo que de esta manera se evita el daño pulmonar por la ventilación mecónica
  • La TOHB ayuda a tratar el COVID-19 al revertir la hipoxia, reducir la inflamación en los pulmones, aumentar las especies de oxígeno reactivo viricida, regular ascendentemente los péptidos de defensa que aumentan el HIF y reducir las citocinas proinflamatorias como IL-6
  • Los médicos chinos informan “resultados prometedores” después de tratar a 5 pacientes que tenían COVID-19 con TOHB: dos estaban en estado crítico y cinco en estado grave. Los pacientes experimentaron un alivio rápido de los síntomas hipóxicos, una corrección de la hipoxemia, una mejor patología pulmonar y una reversión general de las afecciones, incluyendo los síntomas gastrointestinales
  • NYU Langone Health recluta a 40 pacientes con COVID-19 para realizar un estudio con la TOHB

Desde hace meses he dicho que la terapia con oxígeno hiperbárico (TOHB) sería un excelente complemento para el tratamiento contra el COVID-19 y una alternativa superior a los respiradores, que han demostrado causar daño en muchos pacientes y aumentar el riesgo de muerte.

La ventilación mecánica puede dañar muy fácil los pulmones por que impulsa el aire con tanta fuerza que provoca una enfermedad en la que los alvéolos están comprometidos y llenos de líquido de las citocinas inflamatorias debido a la resistencia a la insulina.

La TOHB evita este problema al suministrar oxígeno al 100 % en una cámara presurizada, lo que permite que su cuerpo evite este defecto y absorba oxígeno directamente en sus tejidos.

Por lo que no se forza el aire a los pulmones. La TOHB también mejora la función mitocondrial y ayuda a desintoxicar, inhibir y controlar la inflamación, así como a optimizar la capacidad natural de curación del cuerpo.

El Hospital de Luisiana implementa la TOHB como tratamiento para el COVID-19

El 23 de abril de 2020, la WGNO, una estación de noticias local de Luisiana informó que el Hospital General Opelousas en Luisiana tiene un centro hiperbárico y ha implementado su “uso compasivo y sin autorización” de la TOHB como una alternativa para pacientes, que de lo contrario habrían requerido ventilación. El Dr. Kelly Thibodeaux le dijo a WGNO:

“Podemos apreciar en los pacientes graves con COVID-19 una complicación con la incapacidad de transportar oxígeno además del problema de los pulmones. No es solo una lesión pulmonar. El virus provoca reacciones en los glóbulos rojos de algunos pacientes…

Estar dentro de cámaras hiperbáricas no causará lesiones. Es una forma menos invasiva de administrar oxígeno que no requiere meter un tubo por la tráquea”.

El Dr. Thibodeaux presentó los hallazgos de su caso en un seminario reciente (ver enlace, disponible solo en inglés) organizado por la Association for the Advancement of Wound Care (AAWC). Por desgracia, no podemos insertar el video, por lo que deberá hacer clic en el enlace para ver la presentación.

La TOHB como tratamiento para el COVID-19

Como se explica en el seminario web, la TOHB puede ayudar con el tratamiento de COVID-19 al:

  • Revertir la hipoxia
  • Reducir la inflamación en los pulmones
  • Aumentar las especies viricidas de oxígeno reactivo
  • Regular ascendentemente péptidos de defensa que aumentan el HIF
  • Reducir las citocinas proinflamatorias como IL-6, IL-1B, IL 18, TNF alfa y NF kappa B

El Dr. Thibodeaux, que está certificado por la junta en cirugía general y cuidado de heridas, colaboró con el Dr. Amer Raza, médico de neumología y cuidados críticos, para desarrollar un tratamiento inclusivo con la TOHB una vez al día durante 90 minutos.

Thibodeaux revisa los detalles de los primeros 5 casos. Todos encontraron mejoras rápidas en sus frecuencias respiratorias y reducciones en el PCR (un marcador inflamatorio) y el dímero D (una medida de la coagulación de la sangre). El número de tratamientos requeridos varió entre 1 y 9.

Cuando se grabó ese video, 11 pacientes recibieron TOHB. Ninguno requirió ventilación mecánica y 5 fueron dados de alta con éxito. Estos resultados positivos provocaron que el Hospital General Opelousas utilizara la TOHB para todos los pacientes con hipoxemia resistente al oxígeno.Publicidad


Médicos chinos informan resultados positivos con la TOHB

La decisión del Hospital General Opelousas de incluir la TOHB para uso compasivo, fue en parte respaldada por los hallazgos de médicos chinos que informaron “resultados prometedores” después de tratar a 5 pacientes que tenían COVID-19 con TOHB: 2 estaban en estado crítico y 3 eran severos. Según lo informado por la Asociación Internacional de Medicina Hiperbárica:

“Se agregó oxígeno hiperbárico, a una dosis de 90-120 minutos a presiones de tratamiento de 1.4 a 1 fi.ATA, a los tratamientos integrales actuales que se realizan en el hospital en pacientes con COVID-19.

Los resultados fueron muy alentadores ya que estos cinco pacientes mostraron grandes beneficios terapéuticos que incluyeron un rápido alivio de los síntomas después de la primera sesión.

La razón para incorporar este procedimiento es ayudar a combatir la hipoxemia progresiva (niveles bajos de oxígeno en la sangre) causada por el COVID-19. El oxígeno hiperbárico tiene la capacidad de proporcionarle al torrente sanguíneo un suministro sustancial adicional de oxígeno… “

La TOHB tiene muchos beneficios sobre las alternativas

El informe de China afirma que los pacientes con casos graves de COVID-19 experimentaron un alivio rápido de los síntomas hipóxicos, una rápida corrección de la hipoxemia, una mejor patología pulmonar y una reversión general de las afecciones, incluyendo los síntomas gastrointestinales, el apetito, dolor de cabeza y el estado mental.

El informe también detalla algunos de los mecanismos detrás de la TOHB y las razones por las que beneficia al tratamiento para el COVID-19. Es importante destacar que el suministro de oxígeno a presión permite una mayor absorción de oxígeno por el tejido pulmonar inflamado.

También mejora la absorción del oxígeno celular, y la medida que la oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), que implica oxigenar la sangre del paciente fuera del cuerpo y luego bombearla de nuevo en la circulación.

Y, aunque se recomienda ECMO para pacientes jóvenes con pocas comorbilidades que no responden al tratamiento con respirador, el trabajo del Hospital General de Opelousas muestra que la TOHB puede usarse con éxito en pacientes mayores que tienen varias comorbilidades.

Además, como se señaló en el informe chino, la TOHB no entra en conflicto con otros medios convencionales de tratamiento:

“La TOHB no es un tratamiento etiológico para el COVID-19, es un tratamiento sintomático de la hipoxia en pacientes con COVID-19, y es un complemento para el tratamiento de oxígeno existente…

Además de la TOHB, los médicos de la UCI son responsables del cuidado diario de los pacientes graves mencionados. No existe conflicto en la tecnología de tratamiento. Por el contrario, puede proporcionar más apoyo para otros tratamientos”.

La prueba de la TOHB para tratar el COVID-19 está en curso

NYU Langone Health también recluta pacientes con COVID-19 para realizar un estudio de la TOHB. El estudio se publicó el 2 de abril de 2020 y se espera que finalice en julio de 2020. Como se detalla en el sitio web ClinicalTrials.gov:

“Este es un estudio de cohorte piloto prospectivo de un solo centro, el cual tiene el objetivo de evaluar la seguridad y la eficacia de la terapia con oxígeno hiperbárico (TOHB) como un dispositivo de investigación de emergencia para tratar a pacientes con la nueva enfermedad de coronavirus, COVID-19…

El paciente recibirá 90 minutos de oxígeno hiperbárico a 2.0 ATA con o sin interrupciones de aire según lo recomiende el médico especializado. Al finalizar el tratamiento, el paciente volverá a la unidad médica y continuará con el cuidado estándar…

Después de la etapa de intervención del estudio, se compararán los resultados de los pacientes de intervención con los pacientes que recibieron estándar de cuidado”.

Este estudio también examinará si la TOHB reduce la reacción de tormenta de citoquinas que es muy frecuente entre pacientes con infección grave por COVID-19, y cómo podría afectar el proceso de recuperación.

En total, se inscribirán 40 pacientes. Los pacientes seleccionados deben dar positivo al COVID-19 y ser diagnosticados con dificultad respiratoria. Todos los pacientes serán reclutados del Hospital Winthrop NYU.

La hipoxia es la primera indicación de TOHB

Como se mencionó, el Hospital General Opelousas usa la TOHB en todos los pacientes que presentan hipoxemia resistente al oxígeno. Del mismo modo, el informe chino afirma que “la hipoxia es la primera indicación de la TOHB”. Otra indicación para la TOHB es un diagnóstico de anoxia, es decir, hipoxia severa donde el paciente se ve privado de oxígeno.

“El efecto terapéutico de cinco pacientes fue muy significativo, y los índices clínicos subjetivos y objetivos mostraron que el deterioro de la hipoxia se interrumpió de inmediato y todo el cuerpo se recuperó después de la primera TOHB”, según el informe chino.

“Una respuesta al tratamiento tan consistente, no puede ser por casualidad, según la ley de estadística. El mecanismo anterior demostró que la eficacia de la TOHB en 5 pacientes no fue accidental…

Hay una enorme cantidad de artículos científicos relevantes, literatura y trabajos. La capacidad de la TOHB para tratar la hipoxia severa en pacientes con COVID-19 está respaldada por estudios científicos.

A diferencia de la etapa de tratamiento que se desarrolló hace poco o la eficacia de la medicina que todavía está en la etapa de hipótesis científica, la TOHB no necesita verificación de ensayos clínicos y otros métodos de oxigenoterapia que se hayan utilizado de forma clínica, como ventilación mecánica o ECMO, puede ser muy usada.”

Tanto Thibodeaux como el informe chino revisan el excelente historial de seguridad de la TOHB. En realidad, no existen inconvenientes en el tratamiento, aparte de que algunos pacientes pueden ser muy vulnerables para ser transportados a la cámara.

En general, parece claro que la TOHB puede ser un complemento muy valioso en el tratamiento para el COVID-19 y puede ayudar a reducir la tasa de mortalidad. Puede obtener más información sobre la TOHB, cómo funciona y cuáles son sus beneficios, en mi artículo anterior, “La terapia de oxígeno hiperbárico para la curación adjunta“.

Otros usos de la TOHB

Es emocionante ver que esta valiosa intervención proporciona resultados tan prometedores para el tratamiento del COVID-19, que es justo lo que predije. Sin embargo, la TOHB también es efectiva para una amplia cantidad de otros trastornos, como la lesión cerebral traumática (TBI), accidente cerebrovascular, heridas e incluso tratamientos complementarios contra el cáncer.

Existen dos tipos diferentes de cámaras hiperbáricas: la de cubierta blanda de bajo costo que cuestan de 5000 a 30 000 dólares o cámaras de cubierta dura de grado hospitalario profesional.

Dentro de la cámara de cubierta dura, algunos usan concentradores de oxígeno para proporcionar el oxígeno, pero las mejores usan oxígeno 100 % líquido. Estas cámaras suelen superar los 100 000 dólares. La más común está hecha por Sechrist, que es la que usan en el centro hiperbárico del Hospital General Opelousas, que tiene seis cámaras.

La raíz de regaliz podría reducir la gravedad de la infección por coronavirus

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 18 de mayo del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • El liquiritin es un compuesto que se encuentra en la raíz y el extracto de regaliz, el cual ayudo a prevenir la reproducción del SARS-CoV-2 en el laboratorio
  • El compuesto también es un antiinflamatorio y neuroprotector en estudios con animales; al parecer, funciona al apoyar el sistema de defensa del cuerpo
  • La glicirricina, que también se encuentra en la raíz de regaliz, ayuda a combatir el SARS-CoV-1 con pocos efectos tóxicos, la cual se ha utilizado para combatir la gripe y la neumonía a lo largo de la historia
  • También es importante reducir el riesgo de infección al lavarse las manos, mantener una buena hidratación, y al apoyar el sistema inmunológico con niveles adecuados de vitamina D

Las plantas medicinales han sido parte de la historia humana desde siempre. Muchos medicamentos resultan de aislar un compuesto vegetal y replicarlo en el laboratorio. A través de muchos años de combatir enfermedades e infecciones, los humanos han aprendido a confiar en las plantas medicinales para aliviar los síntomas.

La Organización Mundial de la Salud informa que muchos países continúan usando y confiando en tratamientos herbales para ayudar a satisfacer las necesidades médicas. De 133 países encuestados, 110 informaron haber utilizado medicamentos herbales. Una encuesta del 2007 encontró que el 40 % de los adultos informaron haber usado terapias de medicina complementaria y alternativa (CAM, por sus siglas en inglés).

El resurgimiento de las terapias de hierbas medicinales puede estar impulsado por una mayor tasa de mortalidad por todos los virus, incluyendo la gripe y el SARS-CoV-2. Los científicos han observado el uso de plantas medicinales y han tratado de comprender su mecanismo de acción en el laboratorio. La raíz de regaliz ofrece más de un compuesto para combatir el COVID-19.

La liquiritina puede ser antiviral

La liquiritina es un glucósido de flavanona que se encuentra en la raíz de regaliz. El regaliz chino es una planta con flores que se usa en la medicina tradicional china (MTC) junto con otras hierbas. La raíz se ha utilizado para mejorar otros ingredientes en la medicina, reducir los efectos nocivos y mejorar el sabor.

Pero los investigadores de la Universidad de Pekín y la Academia de Ciencias Militares de China descubrieron que un compuesto en la raíz de regaliz puede aumentar la efectividad de otras hierbas. Dicho compuesto es la liquiritina, que descubrieron que puede ayudar a evitar que el SARS-CoV-2 se reproduzca en el laboratorio.

Los investigadores encontraron la raíz de regaliz en su búsqueda de un tratamiento antiviral para combatir el COVID-19. El estudio aún no ha sido revisado por expertos, pero se ha publicado en un documento preliminar.

Los investigadores encontraron que las terapias antivirales parecían enfocarse en bloquear el virus. Consideraron buscar un método que aumentara la función protectora del huésped. El estudio comenzó al analizar productos naturales y medicamentos aprobados por la FDA en busca de un compuesto con potencial antiviral.

El equipo utilizó una plataforma de inteligencia artificial conocida como InfinityPhenotype para predecir la eficacia de 3 682 medicamentos y productos naturales para combatir el conjunto de genes del SARS-CoV-2 informado en investigaciones anteriores. Durante el análisis encontraron que la liquiritin tenía la puntuación más alta sobre los medicamentos aprobados por la FDA y otros productos naturales.

Luego verificaron los resultados en el laboratorio y descubrieron que la liquiritina tenía la capacidad de detener el crecimiento del SARS-CoV-2 en las células del mono al imitar el interferón tipo I. Los investigadores evaluaron la toxicidad en ratones y encontraron que no se registraron muertes cuando se les administró dosis elevadas durante una semana. También reconocen lo siguiente:

“actúa como antioxidante y tiene efectos antidepresivos, neuroprotectores, antiinflamatorios y terapéuticos sobre las enfermedades del sistema cardíaco. El liquiritin tiene un fuerte efecto protector sobre las células endoteliales vasculares en el modelo de lesión por isquemia-reperfusión miocárdica. También puede proteger la lesión de las células epiteliales del pulmón, causada por fumar”.

En conclusión, los investigadores escribieron lo siguiente:

“Dado que la liquiritina es uno de los principales ingredientes de las pastillas de la raíz de regaliz, es posible que sea segura. De hecho, no demostró toxicidad y efectos secundarios en dos experimentos independientes. En resumen, consideramos que es necesario evaluar la liquiritina en personas que padecen COVID-19.

Debido a que el interferón tipo I responde a la mayoría de los virus que infectan a los vertebrados, esperamos que la liquiritina tenga una función antiviral amplia y potente para enfrentar a otros patógenos virales, como el VHB, el VIH, etc.”


Efectos antiinflamatorios

Los compuestos en la raíz de regaliz han demostrado tener un efecto antiinflamatorio en el cuerpo y la capacidad de modular el sistema inmunológico. Además de combatir las infecciones virales, también es importante para apoyar los sistemas de defensa del cuerpo y reducir los efectos del sistema respiratorio.

Una revisión de la literatura de 29 estudios evaluó las preparaciones a base de hierbas para tratar el asma y mejorar la función pulmonar. Los investigadores descubrieron que cuando se usaban las terapias a base de hierbas, incluyendo la raíz de regaliz, junto con medicamentos, los resultados mejoraban aún más que con el uso de los medicamentos por sí solos.

Los investigadores también han estudiado los efectos antiinflamatorios del extracto de la raíz de regaliz, incluyendo el ácido glicirricico y la liquiritina. Los resultados sugirieron que las afirmaciones de la medicina tradicional china eran el resultado de los componentes bioactivos:

“Además, el extracto la raíz de regaliz inhibió los niveles de expresión de las citocinas proinflamatorias (TNF-α, IL-1β e IL-6) en el hígado de los ratones tratados con t-BHP.

Este resultado sugiere que la evidencia que respalda las afirmaciones tradicionales del extracto de regaliz y sus tres componentes bioactivos se puede aplicar para tratar trastornos relacionados con la inflamación, como el daño oxidativo del hígado y las enfermedades inflamatorias”.

Inhibir las citocinas proinflamatorias puede ser un efecto importante ya que los primeros estudios han demostrado un aumento en el número de citocinas IL1B, IL6, IL12, IFNγ, IP10 y MCP1 en las personas con COVID-19, descubrieron que el extracto de regaliz inhibió dos de ellas (IL1B, IL6).

Otro estudio del 2008 demostró que la liquiritina tenía un efecto antidepresivo en modelos animales. El equipo de investigación considera que esto sucedió por un aumento de norepinefrina y serotonina. Esto es interesante ya que la noradrenalina mejora la expresión de COX-2. Los investigadores explican que sus hallazgos demostraron lo siguiente:

“El papel de la [norepinefrina] en la inflamación del SNC. La NE a través de la inducción de COX-2 y PGE-2 [prostaglandina] puede tener una función fisiológica protectora en lugar de ser perjudicial”.

La serotonina también se intensifica con la raíz de regaliz y es un factor importante en la función de las células inmunes. Por ejemplo, modula la secreción de citoquinas y puede suprimir la TNFα e IL1B, que son citocinas importantes que se liberan en una infección por COVID-19.

La glicirricina tiene efectos antivirales

Un segundo compuesto en la raíz de regaliz que ha demostrado ser efectiva para combatir el SARS-CoV-1 en 2003 es la glicirricina. Se descubrió su compuesto activo en una búsqueda de terapias antivirales que pueden reducir la gravedad y mortalidad de la infección por coronavirus del SARS.

En un estudio publicado en The Lancet, los científicos evaluaron la actividad antiviral en personas con SARS-CoV-1 que fueron ingresados en la Universidad de Frankfurt en Alemania. Después de evaluar el resultado de cada uno de los compuestos, la glicirricina fue la más activa para detener la reproducción del virus del SARS-CoV-1. Por lo que concluyeron lo siguiente:

“Sin embargo, aunque se han usado altas dosis de glicirricina en ensayos clínicos, este compuesto tuvo pocos efectos tóxicos en comparación con los otros compuestos, y se informó que era clínicamente efectivo”.

Otro estudio demostró la capacidad antiviral de la glicirricina para enfrentar el virus Coxsackie A16 y el enterovirus 71 responsables de la fiebre aftosa humana. Esta es una infección viral contagiosa que se propaga entre los niños. El extracto se utilizó en el laboratorio y demostró tener una capacidad dependiente de la dosis para bloquear la reproducción del enterovirus 71 y el coxsackievirus A16.

A lo largo de la historia, la glicirricina ha sido un activo valioso para tratar la tos y las infecciones virales del tracto respiratorio en China, India y Grecia. El estudio actual ha demostrado que es un excelente antiviral con efectos demostrados contra el herpes, el VIH, la hepatitis, la gripe y la neumonía. En estudios con animales, la glicirricina redujo la mortalidad por encefalitis herpética y neumonía por influenza A.

La raíz de regaliz tiene una larga historia de uso medicinal

La raíz de regaliz también se conoce como “raíz dulce”, ya que contiene un compuesto casi 50 veces más dulce que el azúcar de caña. Se han utilizado preparaciones tópicas para tratar el eccema y otras afecciones de la piel. En la medicina oriental y occidental, se ha utilizado para tratar resfriados comunes y como expectorante para ayudar a eliminar las flemas.

Cuando el historiador griego Heródoto estaba en el área del Mar Negro, después de ser exiliado de Atenas, observó cómo se usaba la raíz de regaliz en el Imperio de Escitia. Sugirió que podía ser beneficioso para los griegos. Theophrastus abogó por su uso en el siglo III a. C. para tratar el asma y las enfermedades respiratorias. Lo recomendaba para tratar heridas y úlceras en combinación con la miel.

Entre 1400 y 1650, los herbolarios notaron que la raíz de regaliz tenía efectos positivos en la boca y descubrieron que diferentes extractos tenían beneficios diferentes. Para garantizar los mismos beneficios con cada planta o extracto, fue necesario estandarizar el crecimiento y uso de la planta.

Cómo reducir el potencial de infección

Aunque es alentador que la raíz de regaliz haya demostrado que puede afectar el virus SARS-CoV-2 de manera positiva, también se recomienda reducir el riesgo de enfermarse, así como minimizar la gravedad de los síntomas en caso de enfermarse.

•Lavarse las manos: Lavarse las manos de manera adecuada puede ayudar a reducir el riesgo de infección respiratoria, como lo demostraron los militares. Al lavarse las manos de manera adecuada y aumentar la frecuencia, lograron reducir hasta un 45 % las infecciones de las vías respiratorias en una clase de nuevos reclutas.

•Humedad e hidratación: Mantener la humedad de la habitación entre 40 % y 60 % puede reducir la transmisión de virus y apoyar el sistema inmunológico. Thomas Pietschmann, del Centro de Investigación Experimental y de Infección Clínica, lo explica de esta manera:

“Los virus tienen una mayor estabilidad a bajas temperaturas. Esto es similar a la comida que se mantiene más tiempo en el refrigerador. En los días fríos y secos de invierno, las pequeñas gotas, junto con los virus, flotan en el aire más tiempo que cuando la humedad del aire es alta”.

Mantener el cuerpo hidratado es otra manera de proteger las membranas mucosas.

•Vitamina D: Un número creciente de análisis demuestra que las personas con niveles adecuados de vitamina D están experimentando casos con menor gravedad y una menor mortalidad.

•Vitamina C: Esta vitamina reduce los efectos dañinos de los virus respiratorios y está siendo utilizada por médicos en Nueva York para reducir las tasas de mortalidad en personas con COVID-19.

•Sueño: El sueño es un factor importante en el sistema inmunológico y tiene una relación bidireccional con el microbioma intestinal. Si necesita ayuda para dormir bien por la noche, consulte el artículo “¿Quiere dormir bien durante la noche? Optimice su rutina y santuario para dormir“.

El mayor riesgo del COVID-19 podría ser la inactividad

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 15 de mayo del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Las medidas de permanecer en casa para reducir la propagación del COVID-19 pudieron afectar sus hábitos de ejercicio, lo que ocasionará problemas inesperados de salud
  • La inactividad puede reducir la sensibilidad a la insulina y disminuir la síntesis de proteínas en su cuerpo; no todos los adultos mayores se pueden recuperar después de volver a las actividades normales
  • La inactividad se relaciona con un riesgo mayor de sufrir afecciones no transmisibles, como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, dolor lumbar y trastornos de la salud mental
  • El ejercicio regular y la actividad física también reducen el riesgo de tener infecciones a través de la influencia antiinflamatoria y la regulación inmunológica
  • Desarrolle una rutina de actividad en casa que incluya “actividades cortas”, mantenerse en movimiento y la descarga del óxido nítrico

La investigación sobre el estado físico ha durado décadas y es un recordatorio de que la actividad física es una de las mejores medidas preventivas. Es uno de los pilares para gozar de buena salud, junto con la nutrición, el sueño y la hidratación. La evidencia ha demostrado el efecto que el ejercicio desempeña sobre la calidad del sueño, salud mental, enfermedades cardíacas y las condiciones metabólicas.

Por ejemplo, en un metaanálisis de 305 ensayos controlados aleatorios que incluyeron 339 274 participantes, los investigadores compararon el ejercicio con las intervenciones farmacológicas sobre mortalidad por diabetes y enfermedad cardíaca. Descubrieron que no existía una diferencia detectable en aquellos que hacían ejercicio o que tomaban medicamentos para prevenir la enfermedad coronaria o diabetes.

El ejercicio también es un factor clave para la longevidad. Aquellos que realizan alguna actividad física de manera regular tienen un riesgo menor de mortalidad por todas las causas. Otro estudio publicado en JAMA concluyó que “la aptitud cardiorrespiratoria está inversamente relacionada con la mortalidad a largo plazo” y que “es un indicador modificable de la mortalidad a largo plazo”.

Aplicar medidas de permanecer en casa

Un artículo reciente en el Journal of Sport and Health Science advierte que las recomendaciones oficiales para restringir el movimiento no significan que la actividad física también se deba limitar. Los beneficios relacionados con la actividad deberían alentar a las personas a hacer al menos 30 minutos de ejercicio diario.

Stuart Phillips, Ph.D., es profesor en la Universidad McMaster en el departamento de kinesiología. Y plantea la preocupación de que las medidas prolongadas de permanecer en el hogar durante la pandemia de COVID-19 pueden ocasionar problemas de salud inesperados debido a la inactividad.

Hace poco tiempo compartió información con atletas olímpicos canadienses sobre cómo reducir el impacto en el rendimiento y evitar lesiones a medida que regresan a un entrenamiento intenso después de levantas las restricciones. Comentó en un comunicado de prensa:

“A medida que nos protegemos contra los riesgos del COVID-19, pasamos más tiempo sentados y menos tiempo caminando o en haciendo alguna actividad física. Los períodos prolongados de inactividad tienen un efecto muy perjudicial. Nuestra salud física nunca había sido más importante que ahora”.

Phillips dirigió un equipo que publicó un artículo en The Journals of Gerontology en el que evaluaron el efecto de dos semanas de inactividad en la sensibilidad a la insulina. El equipo involucró a 22 adultos con prediabetes y sobrepeso entre 65 y 73 años y les pidió que limitaran su actividad a 1 000 pasos por día.

Esto se hizo para imitar el tipo de actividad que una persona hospitalizada o una persona confinadas que podría sufrir después de una enfermedad. Descubrieron que el período de dos semanas de poca actividad condujo a una tasa menor de síntesis de proteínas y deterioro del control de azúcar en la sangre.

Sin embargo, a diferencia de los adultos más jóvenes, algunos de los parámetros de las personas mayores no se recuperaron después de volver a sus actividades normales. Phillips explicó las implicaciones de estos datos durante la pandemia:

“El modelo experimental de menos pasos demuestra lo que una persona mayor que contrajo gripe podría experimentar si fuera hospitalizada durante tres o cuatro días por presentar problemas respiratorios y luego permaneciera confinada en su hogar durante dos semanas. La mayoría de las personas están en casa durante esta pandemia. Para las personas mayores, el deterioro puede ser peor por la falta de actividad física y el distanciamiento social”.


La inactividad aumenta varios riesgos

Si permanecer en casa ha disminuido su nivel de actividad y aumentado la cantidad de horas que está sentado, entonces puede estar en riesgo de sufrir afecciones con efectos a largo plazo.

La Organización Mundial de la Salud cree que sus datos demuestran que la inactividad física es la causa principal de discapacidad y enfermedad en todo el mundo. Se estima que cada año, 3.2 millones de muertes podrían estar relacionadas con la inactividad física.

La mayor parte de la investigación sobre el estado físico y el ejercicio se ha centrado en el impacto que tiene en las enfermedades no transmisibles y la longevidad. Se realizó una evaluación de los riesgos relacionados y los investigadores estimaron que, al ser más activo, eliminaría entre el 6 % y el 10 % de todas las principales enfermedades no transmisibles.

Estos resultados generaron titulares que comparaban la inactividad con el tabaquismo, ya que el número de muertes es casi igual. Las personas que son menos activas tienen un mayor riesgo de sufrir presión arterial alta, diabetes tipo 2, enfermedad coronaria, depresión y ansiedad. Otros efectos de la inactividad incluyen:

Menor quema de caloríasDebilidad muscular
Mala aptitud aeróbicaPérdida ósea
Metabolismo lentoMala circulación sanguínea
Mayor inflamaciónPosible desequilibrio hormonal

Evite el dolor de espalda o las afecciones médicas que se agravan con el tiempo

Otro riesgo de la inactividad es el dolor lumbar, una de las quejas de salud más comunes y una de las principales causas de discapacidad laboral. También es uno de los desencadenantes más comunes para una receta de dolor con opioides que puede generar dependencia. Hacer ejercicio y mantenerse en movimiento son dos tratamientos fundamentales para tratar el dolor lumbar.

Una revisión sistemática de la literatura encontró que aquellos que hicieron ejercicio redujeron su riesgo de desarrollar dolor de espalda en un 33 % y las personas que tenían dolor de espalda al comienzo de una intervención también redujeron la gravedad. Los investigadores concluyeron que se recomienda una combinación de entrenamiento de fuerza con estiramiento o ejercicios aeróbicos dos o tres veces por semana con el fin de prevenir el dolor lumbar.

Durante los períodos de distanciamiento, las personas con afecciones médicas subyacentes pueden experimentar un empeoramiento de afección médica debido a su inactividad. En un comentario en Nature Review Rheumatology, los autores advierten sobre los peligros potenciales en las peronsas con enfermedades reumáticas.

Las personas con estas afecciones tienen un mayor riesgo de sufrir infección o complicaciones por enfermedades respiratorias, como el COVID-19. El comportamiento sedentario ya era común antes de que existiera la medida de permanecer en casa. Los efectos clínicos y negativos en la población pediátrica con enfermedades reumatoides incluyen atrofia muscular, debilidad, fatiga, resistencia a la insulina y menor capacidad física.

Aunque el reposo en cama era un tratamiento que se utilizaba en el pasado, los datos demuestran que esto destruye las articulaciones. Dado que la inactividad puede aumentar con el distanciamiento social y las medidas de permanecer en casa, las personas con enfermedad reumatoide que eran hipoactivas antes de la pandemia pueden correr el riesgo de empeorar su enfermedad, síntomas y comorbilidades si no permanecen activos.

Cómo mejora su sistema inmunológico con el ejercicio

Existe una enorme evidencia epidemiológica de que el ejercicio regular y la actividad física reducen la cantidad de enfermedades infecciosas que los adultos mayores pueden experimentar. Aunque existe mucha evidencia de que el ejercicio tiene beneficios a largo plazo, está en curso el análisis del efecto de una sola sesión.

Un estudio revisó la ciencia del ejercicio para demostrar que después de hacer ejercicio una vez, el cuerpo tiene una mejor función de vigilancia y regulación inmunológica. También creen, en términos fisiológico, que con la actividad física existe una limitación o retraso en el envejecimiento del sistema inmunológico.

Una segunda revisión resumió la evidencia de la investigación, incluyendo los resultados del ejercicio agudo y crónico sobre el sistema inmunológico y el efecto sobre la inmunosenescencia (envejecimiento del sistema inmunológico). Los datos demuestran una relación lógica e inversa en aquellos que hacen ejercicio moderado y su riesgo de enfermedad.

Los principales fisiólogos, James Turner y John Campbell hace poco publicaron un análisis en el que argumentan que es más probable que un mayor número de infecciones esté relacionado a una “alimentación inadecuada, estrés psicológico, sueño insuficiente, viajes y, peor aún, la exposición a patógenos en eventos de reunión social como maratones y no el ejercicio en sí”. Turner comentó:

“Pero, las personas no deben ignorar la importancia de mantenerse en forma, activas y saludables durante este período. Si el ejercicio diario se realiza lejos de las demás personas, ayudará a mejorar el funcionamiento del sistema inmunológico, no lo suprimirá”.

Richard Simpson, Ph.D., escribió en el American College of Sports Medicine que cree que el ejercicio durante la pandemia de COVID-19 es necesario para impactar de forma positiva el sistema inmunológico y contrarrestar los efectos del estrés debido al distanciamiento. Simpson escribe sobre de la importancia que tiene en las personas mayores y dice:

“El ejercicio es muy beneficioso para los adultos mayores que son más susceptibles a cualquier infección ya que han sido identificados como una población muy vulnerable durante este brote de COVID-19”.

La inactividad pone en peligro a los adultos mayores

Por desgracia, la tendencia a la inactividad aumenta con la edad. Además de que la inactivad incrementa los problemas de salud y debilita el sistema inmunológico en las personas mayores, también aumenta el riesgo de problemas de equilibrio, fracturas de huesos y discapacidad.

En los adultos mayores con artritis, la inactividad se ha relacionado con una disminución en la capacidad de realizar actividades cotidianas, como la preparación de comidas, comprar alimentos, tomar medicamentos y administrar el dinero.

En este estudio, la capacidad funcional se deterioró más en mujeres que en hombres, lo que los investigadores atribuyeron a un número más alto de comorbilidades, como diabetes, accidente cerebrovascular, depresión y deterioro cognitivo. Otro estudio de adultos mayores encontró que aquellos que tenían más probabilidades de ser sedentarios desarrollaron problemas para caminar después de 10 años.

Desarrolle una rutina de actividad en su hogar

Trabajar o permanecer en casa puede desencadenar malos hábitos de movimiento. Si estaba acostumbrado a levantarse cada 30 minutos en la oficina o pasar horas de pie, el hecho de que ahora vea televisión o juegue en su computadora puede arruinar esos hábitos.

Como regla general, debe hacer algo de ejercicio y actividad física. Evite permanecer sentado, ya que el simple hecho de soportar peso sobre sus piernas ayuda a reducir el riesgo de graves problemas de salud.

Existe una variedad de formas de realizar ejercicios seguros, simples y fáciles en casa que también reducen su exposición a infecciones virales transmitidas en el aire como el COVID-19. Aquí mostramos varias sugerencias que pueden ayudarlo a incrementar la cantidad de tiempo que está de pie y a realizar al menos 30 minutos de ejercicio diario.

•Actividades cortas: Phillips sugirió que “los períodos prolongados de permanecer sentados, se deben dividir en actividades cortas como una pequeña caminata o subir y bajar escaleras. Una pequeña caminata diaria ofrece muchos beneficios desde una perspectiva física y psicológica. No es necesario correr un maratón”.

En otras palabras, los movimientos pequeños pueden ofrecer grandes beneficios. Considere dar un paseo por la mañana y otro por la tarde si el clima lo permite. Estar al aire libre tiene beneficios adicionales para su sistema inmunológico, en especial por su exposición a los rayos del sol que pueden aumentar su producción de vitamina D.

•Mantenerse en movimiento: este tipo de actividad puede ser tan importante como el ejercicio. Intente levantarse de su silla al menos cada 30 minutos o más para estirarse y moverse. Si trabaja desde casa o pasa mucho tiempo frente a una computadora o pantalla de televisión, considere una pelota suiza.

Puede ordenar estas pelotas en línea y ya incluyen una bomba. Sentarse en una de estas pelotas cuando está en su escritorio o mientras mira la televisión fomenta el movimiento y ayuda a fortalecer los músculos centrales.

•Fortalecimiento: Con la inactividad puede perder masa muscular y fuerza. No es necesario un gimnasio o un equipo sofisticado para entrenar. De hecho, no tiene que salir de casa. Para obtener más información sobre cómo hacer un entrenamiento de fuerza en casa, consulte mi artículo “Si no tiene tiempo para ir al gimnasio, intente esto en casa“.

•Ejercicio en lugares cerrados: Hacer alguna actividad aeróbica y ejercicio en casa es más fácil de lo que cree. Si no tiene un video de ejercicios aeróbicos favorito, considere subir las escaleras en su casa o comprar una bicicleta estacionaria, que le pueden entregar en la puerta de su casa.

•Descarga de óxido nítrico: su rutina de ejercicios en el hogar no estaría completa sin la descarga de óxido nítrico desarrollada por el Dr. Zach Bush. La rutina que demuestro en el siguiente video funciona mejor si la realiza tres veces al día, y descansa al menos dos horas entre sesiones, que es el tiempo que tarda el óxido nítrico en sintetizarse para liberarse del cuerpo.

La pandemia de la resistencia a la insulina

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 04 de mayo del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Después de la vejez, la obesidad parece ser el factor de riesgo más destacado entre aquellos hospitalizados con COVID-19, lo que duplica el riesgo de hospitalización en personas con menos de 60 años
  • La mayoría de las personas con COVID-19 tiene más de un problema de salud subyacente. Un estudio que analizó a 5 700 personas de la ciudad de Nueva York encontró que el 88 % padecía más de una comorbilidad (ocurrencia simultánea de dos o más enfermedades en una misma persona). Solo el 6.3 % mostraba solo un problema de salud subyacente y el 6.1 % no tenía ninguno
  • La obesidad también desarrolla una mayor vulnerabilidad a las enfermedades infecciosas ya que disminuye la función inmunológica
  • Los niveles de glucosa en la sangre parecen ser un factor importante en la replicación viral y el desarrollo de las tormentas de citoquinas. Al parecer la verdadera pandemia es la mala regulación del metabolismo de la glucosa; es decir, la resistencia a la insulina
  • Los datos sugieren que, incluso en lugares cerrados y repletos de personas, la tasa de infección es bastante baja, mientras que las personas sanas tienen mayores probabilidades de no desarrollar síntomas cuando padecen la infección por SARS-CoV-2

Según una actualización de enero del 2019 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, más de 122 millones de adultos tienen diabetes o prediabetes en los Estados Unidos, las cuales han demostrado aumentar las posibilidades de contraer e incluso morir de COVID-19. Como se señaló en un informe del 16 de abril del 2020 en The New York Times:

“La obesidad puede ser uno de los indicadores más importantes de los casos más graves de coronavirus, según nuevos estudios. Esto es alarmante para los Estados Unidos, ya que tienen una de las tasas de obesidad más elevadas a nivel mundial”.

La obesidad podría ser un factor de riesgo para el COVID-19

Después de la vejez, la obesidad parece ser el factor de riesgo más destacado para el COVID-19, lo que duplica el riesgo de hospitalización en personas con menos de 60 años, incluso si las personas no tienen otro tipo de problemas de salud. Un estudio francés también encontró que las personas con obesidad que fueron tratadas por el COVID-19 tenían más probabilidades de necesitar ventilación mecánica.

La Dra. Leora Horwitz, directora del Center for Healthcare Innovation and Delivery Science en NYU Langone, quien ayudo a redactar el documento “Factors Associated with Hospitalization and Critical Illness Among 4,103 Patients With Covid-19 Disease In New York City”, le explicó lo siguiente a The New York Times:

“La obesidad es el factor de riesgo principal para requerir hospitalización que la presión arterial alta o la diabetes (aunque a menudo están relacionadas), así como la enfermedad coronaria, el cáncer, la enfermedad renal, o la enfermedad pulmonar”.

La mayoría de las personas con COVID-19 padecen más de una comorbilidad

Aunque la obesidad puede ser el factor principal de la lista de comorbilidades (condiciones subyacentes que empeoran el diagnóstico), las investigaciones revelan que la mayoría de las personas con COVID-19 tienen más de un problema de salud subyacente.

Un estudio que analizó a 5 700 personas de la ciudad de Nueva York encontró que el 88 % tenía más de una comorbilidad. Solo el 6.3 % tenía una condición de salud subyacente y el 6.1 % no tenía ninguna.

La verdadera pandemia parece ser la mala regulación del metabolismo de la glucosa; es decir, la resistencia a la insulina es una condición inducida por la alimentación.

En este estudio publicado en JAMA, la presión arterial alta (53.1 %) superó a la obesidad (41.7 %) como la comorbilidad más común entre las personas hospitalizadas, seguida de la diabetes (31.7 %) y la enfermedad de las arterias coronarias (10.4 %).

La coautora Karina Davidson, vicepresidenta senior de los Institutos Feinstein de Investigación Médica, le explicó para la revista Time:

“Padecer comorbilidades graves aumenta el riesgo, por lo que es necesario que las personas con enfermedades crónicas graves tomen una precaución especial y busquen atención médica temprana, en caso de que comiencen a mostrar signos y síntomas de infección.”

La obesidad reduce la función del sistema inmunológico

Según The New York Times, la obesidad podría empeorar el diagnostico de COVID-19 debido a que causa inflamación crónica. Una mayor cantidad de citocinas proinflamatorias aumenta el riesgo de experimentar una tormenta de citoquinas. La obesidad también desarrolla una mayor vulnerabilidad a las enfermedades infecciosas ya que disminuye la función inmunológica.

Como se señaló en uno de estos estudios, “hay un ciclo de retroalimentación entre la inflamación local en el tejido adiposo y las alteraciones de la respuesta inmune a causa de la obesidad”. Sin embargo, otra revisión científica señaló que “existen pruebas que indican que el exceso de adiposidad afecta la función inmunológica y las defensas del huésped en personas con obesidad”.

Un artículo del 2018 explicó lo siguiente:

“El tejido adiposo se considera como un órgano endocrino muy activo que secreta hormonas que se parecen a las citocinas, conocidas como adipocinas, que son factores pro o antiinflamatorios que unen el metabolismo al sistema inmunológico.

La leptina es una de las adipocinas más relevantes, que cuenta con funciones fisiológicas importantes en el control central del metabolismo energético y en la regulación de la interacción metabolismo-sistema inmunológico, algo que la convierte en el pilar del campo emergente del inmunometabolismo.

De hecho, el receptor de la leptina se expresa en todo el sistema inmunológico y se ha demostrado que regula las respuestas inmunológicas innatas y adaptativas”.


El metabolismo de la glucosa influye en las tormentas de citoquinas

Un artículo del 15 de abril del 2020 en The Scientist también revisa la evidencia que explica por qué la obesidad y la diabetes son factores de riesgo tan importantes para la infección grave por COVID-19.

Es decir, los niveles más elevados de glucosa en la sangre parecen ser importantes en la replicación viral y el desarrollo de tormentas de citoquinas. Aunque la investigación analizó las tormentas de citocinas inducidas por la influenza tipo A, estos hallazgos también podrían aplicar en el COVID-19.

El sistema inmunológico libera citocinas como respuesta a los invasores extraños. Ellos, a su vez, actúan cómo mensajeros que ordenan a otras células a combatir el patógeno. En algunos casos, esta respuesta se dispara, lo que provoca una “tormenta de citoquinas” que puede causar daños graves en los tejidos y provocar la muerte.

Esta respuesta en tormenta de citoquinas suele ser la razón por la cual las personas mueren a causa de las infecciones, ya sea la gripe estacional, el ébola, la infección del tracto urinario o el COVID-19. El factor de transcripción factor de regulación de interferón 5 (IRF5), es un factor importante en la producción de citoquinas. En ratones, la eliminación genética de IRF5 los protege de las tormentas de citoquinas inducidas por la gripe.

Resulta curioso que, “la respuesta inflamatoria a las infecciones por influenza aumenta el metabolismo de la glucosa”, “para que las células inmunes tengan la energía necesaria para generar una respuesta fuerte, y también porque el virus necesita el azúcar para replicarse”, según The Scientist.

Según los investigadores del Laboratorio Estatal de Virología de la Universidad de Wuhan, la ruta de biosíntesis de hexosamina (que es una ruta del metabolismo de la glucosa), es la responsable de activar la producción de citocinas inducida por IRF5 en células y ratones. Consideran que esta vía también es responsable de la replicación viral. Según lo informado por The Scientist:

“La biosíntesis de hexosamina comienza con glucosa y resulta en un producto final conocido como uridina difosfato N-acetilglucosamina (UDP-GlcNAc). El equipo de Liu ahora demuestra que la O-GlcNAcylation de IRF5 es necesaria para producir citocinas del factor de transcripción.

El equipo también demostró que las personas infectadas con influenza tienen niveles más elevados de glucosa en la sangre y una mayor cantidad de O-GlcNacylation de IRF5 que las personas sanas. Además, los niveles de glucosa en la sangre se relacionaron con los niveles de citocinas inflamatorias.

Los resultados demuestran que “existe una relación [entre] la infección por el virus de la influenza, el metabolismo de la glucosa y la tormenta de citoquinas, a través de la O-GlcNAcylation de IFR-5″, Mengji Lu, virólogo del Hospital Universitario de Essen y coautor del estudio, le explicó a The Scientist”.

En un comunicado de prensa de Science Advances, el coautor Shi Liu afirma lo siguiente:“Creemos que el metabolismo de la glucosa contribuye a varios resultados de COVID-19 ya que tanto la influenza como el COVID-19 pueden inducir una tormenta de citoquinas, y dado que las personas con diabetes que contraen COVID-19 han demostrado una mayor mortalidad”.

La resistencia a la insulina es la verdadera pandemia

Entonces, la verdadera pandemia parece ser la mala regulación del metabolismo de la glucosa; es decir, la resistencia a la insulina, que es demasiado frecuente en los Estados Unidos, es una condición inducida por la alimentación.

Los alimentos procesados, que están repletos de azúcares añadidos, granos procesados y aceites vegetales omega-6 procesados, son los principales culpables de la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2 y la obesidad, y según el sitio web FoodNavigator.com, los médicos por fin están comenzando a considerar el papel de la industria alimentaria en la pandemia del COVID-19.

“Un cardiólogo ha culpado a la industria alimentaria por “normalizar” la comida chatarra a medida que surgen más pruebas que sugieren que una mala alimentación es la causa principal del aumento de la mortalidad por COVID-19″, afirma FoodNavigator, y añade lo siguiente:

“Los médicos quieren que se actualice el mensaje de salud pública debido a la creciente evidencia de que la obesidad y la mala alimentación aumentan el riesgo de una respuesta severa a la infección por COVID-19. Lo que significa, que la industria alimentaria se está preparando para las regulaciones, como prohibiciones de publicidad e impuestos.

El Dr. Aseem Malhotra, un cardiólogo con sede en Londres, explicó para BBC que si el Gobierno y la Salud Pública de Inglaterra no le explica al público que cambie su alimentación representaría un acto de ‘negligencia e ignorancia’.

Aseem considera que la pandemia es un interés común, ya que es necesario asegurarse que la población sea lo más saludable posible, incluyendo aquellos en la industria alimentaria”.

Cada vez más presión sobre la industria de comida chatarra

Esto es oportuno, al considerar un informe de Corporate Accountability anunciado el 21 de abril del 2020, que destaca “la importancia” del Instituto Internacional de Ciencias de la Vida (ILSI, por sus siglas en inglés), un grupo de la industria financiado por Coca-Cola, en dar forma a las políticas nutricionales a nivel mundial. De acuerdo con el comunicado de prensa de Corporate Accountability:

“Se descubrió que más de la mitad del Comité Asesor de Guías Alimentarias del 2020, el organismo que informa sobre la política nacional de nutrición y los hábitos alimenticios de las personas en los Estados Unidos, tiene una conexión con ILSI.

La importancia de la industria de alimentos en obstaculizar las políticas de salud pública y propagar mala información también está adquiriendo nuevas dimensiones durante la pandemia.

El aumento de enfermedades relacionadas con la alimentación detrás de una de cada cinco muertes al año, está aumentando el riesgo de muchas personas de una enfermedad grave por COVID19.

‘Durante décadas, Coca-Cola, su competencia y sus sustitutos como ILSI han publicado mala información, han cooptado a funcionarios públicos y han intimidado a defensores como yo’, explicó la Dra. Esperanza Ceron. ‘Pero no seremos silenciados, ya que hay muchas cosas en juego’.

‘Es momento de que Coca-Cola fabrique productos de mejor calidad’, mencionó Ashka Naik, directora de investigación de responsabilidad corporativa y coautora del informe.

‘Coca-Cola les dice a los inversionistas que se preocupa por la salud pública, pero financia a ILSI para bloquear las garantías de salud pública. Todas estas mentiras son una responsabilidad que solo crecerá’.

Un acuerdo le solicita a Coca-Cola que aclare todo sobre sus daños y responsabilidades en la salud pública. Necesitaría una auditoría pública e independiente de cómo está contribuyendo a la crisis de las enfermedades relacionadas con la alimentación, ya sea a través de sus productos, su comercialización, su interferencia política o la mala información”.

Es posible que el COVID-19 no sea una amenaza significativa

En el podcast de Fundamental Health presentado anteriormente, el Dr. Paul Saladino entrevista al Dr. Kirk Parsley sobre los factores que están contribuyendo al aumento de casos de COVID-19 en los Estados Unidos.

Saladino cita hallazgos que demuestran que de los 4 800 tripulantes del portaaviones USS Theodore Roosevelt, 660 obtuvieron un resultado positivo por SARS-CoV-2 (a partir del 23 de abril, 840 miembros de la tripulación obtuvieron un resultado positivo después de haber evaluado a todos).

Sin embargo, como lo señaló Saladino y Business Insider, el 60 % no desarrolló síntomas. Solo un miembro de la tripulación ha muerto y hasta el 23 de abril, ninguno estaba en cuidados intensivos.

Del mismo modo, entre los 3 711 pasajeros y la tripulación a bordo del crucero Diamond Princess, 712 (19.2 %) obtuvieron un resultado positivo para el SARS-CoV-2, mientras que el 46.5 % de ellos no había desarrollado síntomas al momento de la prueba. De las personas que desarrollaron síntomas, solo el 9.7 % requirió cuidados intensivos y el 1.3 % falleció.

Como era de esperar, el personal militar tiende a ser más saludable que la población en general. Aun así, los datos de estos dos incidentes revelan varios puntos importantes que se deben considerar. Esto sugiere que incluso en lugares cerrados y repletos de personas, la tasa de infección es bastante baja.

Solo el 17.5 % de la tripulación del USS Theodore Roosevelt se infectó, que es un poco menos que el 19.2 % de las personas a bordo del Diamond Princess, que tenía una mayor cantidad de personas mayores.

Las personas sanas y en forma son menos propensas a desarrollar síntomas, ya que el 60 % del personal naval en comparación con el 46.5 % de los civiles a bordo del Diamond Princess no desarrollaron síntomas a pesar de obtener un resultado positivo.

Saladino y Parsley continúan discutiendo los esfuerzos actuales de respuesta a la pandemia, como la recomendación o mandato de usar un tapabocas para salir de casa. Ambos están convencidos de que esta solución es completamente inútil, por el simple hecho de que el virus es tan pequeño que puede ingresar por la tela con facilidad.

Parsley también revisa las estadísticas a partir del 21 de abril del 2020, por medio de los datos del Worldometer, que demuestran que solo el 1.7 % de los casos de COVID-19 en Estados Unidos requieren hospitalización, mientras que una proporción aún menor morirá. Quizás no sea necesario cerrar todo el país y poner a todos bajo distanciamiento social por una tasa de hospitalización del 1.7 %.

Los llamados “casos de COVID-19”, solo significan personas que han obtenido un resultado positivo por medio de una prueba de RT-PCR (reacción de cadena de polimerasa de transcripción inversa), que se utiliza para diagnosticar una infección activa mediante la detección de la presencia del material genético del SARS- CoV-2.

Tasas de mortalidad sobreestimadas

En la vida real, la hospitalización es inferior al 1.7 %, ya que pocas personas se han sometido a la prueba. Los hallazgos preliminares publicados el 17 de abril del 2020 revelan que la tasa de infección real en el condado de Santa Clara, California, es entre 50 y 85 veces mayor que la cantidad de casos confirmados.

Esto se basa en datos de seroprevalencia, lo que significa pruebas de anticuerpos. Si una persona desarrolla anticuerpos contra un patógeno en particular, es por una exposición anterior, tanto si desarrolla síntomas o no, por lo que desarrolla una inmunidad contra dicho patógeno.

Entre el 3 y el 4 de abril, 3 330 residentes del condado de Santa Clara fueron examinados para detectar anticuerpos contra el SARS-CoV-2 por medio de un inmunoensayo de flujo lateral. En un esfuerzo por garantizar que los resultados sean lo más precisos posible, se ajustaron para las características de rendimiento de la prueba por medio de tres estimaciones:

  1. Evaluar los datos del fabricante
  2. Una muestra de 37 controles positivos y 30 negativos evaluados en Stanford
  3. Una combinación de ambos

Según los autores del estudio:

“La prevalencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en el condado de Santa Clara fue de 1.5 %, mientras que la prevalencia ponderada por la población fue de 2.81 %. En los tres escenarios para las características de rendimiento de la prueba, la prevalencia de la población de COVID-19 en Santa Clara varió del 2.49 % al 4.16 %.

Estas estimaciones representan un rango entre 48 000 y 81 000 personas infectadas en el condado de Santa Clara a principios de abril, que es 50 a 85 veces más que el número de casos confirmados.

La prevalencia de la población de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en el condado de Santa Clara implica que la infección está mucho más extendida de lo que indica el número de casos confirmados. Se pueden utilizar las estimaciones de prevalencia de la población para calibrar las proyecciones de epidemia y mortalidad”.

Las pruebas aleatorias de anticuerpos realizadas en Nueva York demuestran que más del 20 % de la población de Nueva York ha sido infectada, lo que sugiere que el virus se ha propagado mucho más de lo que se conoce.

Esto también es un fuerte apoyo para una menor tasa de mortalidad, ya que las pruebas de PCR anteriores solo se realizaron en personas enfermas y se desconocía cuántas personas habían sido infectados. Dado a que el número de personas infectadas es mayor, esto aumenta el denominador en el cálculo y disminuye la tasa de mortalidad.

Los medicamentos para la presión arterial pueden empeorar la enfermedad

Para empeorar las cosas, los medicamentos que se utilizan para tratar enfermedades inducidas por el estilo de vida, como la presión arterial alta, la diabetes y las enfermedades cardíacas, también pueden estar contribuyendo a resultados adversos en personas con COVID-19. Según Reuters:

“Un gran número de personas hospitalizados por COVID-19 tienen presión arterial alta. Las teorías sobre por qué esta condición desarrolla una mayor vulnerabilidad han provocado un feroz debate entre los científicos sobre el impacto de los medicamentos recetados para la presión arterial.

Los investigadores coinciden en que los medicamentos afectan las mismas vías que el nuevo coronavirus toma para ingresar a los pulmones y al corazón. Difieren sobre si esos medicamentos facilitan el contagio del virus o funcionan como protección.

Los medicamentos son conocidos como inhibidores de la ECA y BRA. En una entrevista reciente, Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del gobierno de Estados Unidos, citó un informe que demuestra tasas de hipertensión igualmente elevadas entre las personas con COVID-19 que fallecieron en Italia, además sugirió que los medicamentos, pueden actuar como un acelerador del virus, en lugar de la afección subyacente.

Existe evidencia de que los medicamentos pueden aumentar la presencia de la enzima ACE2, que produce hormonas que reducen la presión arterial al ensanchar los vasos sanguíneos. Eso es algo bueno.

Pero el coronavirus también se dirige al ACE2 y ha desarrollado spikes que pueden adherirse a la enzima y penetrar en las células. Por lo tanto, una mayor cantidad de enzimas ofrece más objetivos para el virus, lo que aumenta la posibilidad de infección o aumenta su gravedad.

Sin embargo, otra evidencia sugiere que la interferencia de la infección con ACE2 puede desarrollar niveles más elevados de una hormona que causa inflamación, lo que puede resultar en dificultad respiratoria aguda, que es una acumulación peligrosa de líquido en los pulmones.

En ese caso, los BRA pueden ser efectivos ya que bloquean algunos de los efectos dañinos de la hormona”.

Esto representa desafíos importantes para las personas y los médicos, ya que no existe un consenso significativo sobre si las personas deben suspender los medicamentos. El Centro de Medicina Basada en la Evidencia de la Universidad de Oxford en Inglaterra recomienda cambiar a otros medicamentos para la presión arterial en personas que tienen presión arterial un poco elevada y tienen un alto riesgo de COVID-19.

Un artículo en NEJM enfatizó los beneficios de los medicamentos, al explicar que las personas deberían continuar su consumo. Sin embargo, varios de los científicos que redactaron ese artículo han realizado “una extensa investigación que apoya a la industria sobre los medicamentos antihipertensivos”, señala Reuters.

El Dr. Kevin Kavanagh, fundador del grupo de defensa de pacientes Health Watch USA, considera que no sería prudente permitir que los científicos financiados por la industria farmacéutica ofrezcan instrucciones clínicas en este momento. “Hay que dejar que otros médicos sin un conflicto de intereses tomen las decisiones”, explicó´.

Restaure la sensibilidad a la insulina para disminuir su riesgo

Si queremos que las personas sobrevivan a la próxima pandemia, es necesario mejorar la salud pública en el futuro. Esperar una cura o una vacuna es bastante tonto.

La atención médica necesita comenzar a enfatizar estrategias para mejorar la salud general en lugar de lanzar medicamentos que no tratan las causas subyacentes. Necesitamos fortalecer el sistema inmunológico para combatir el COVID-19, y lo mismo sucede con todas las demás enfermedades infecciosas.

Cuando se trata de mejorar la salud, es importante abordar la resistencia a la insulina, ya que es un factor en casi todas las enfermedades crónicas. Para lograrlo, es necesario reducir los alimentos procesados de manera drástica.

Como lo señaló la Dra. Sandra Weber, presidenta de la American Association of Clinical Endocrinologists, en The New York Times, “sabemos que, si no tiene un buen control de la glucosa, existe un alto riesgo de infección, incluyendo virus y quizás [COVID-19], pero al [mejorar el control de la glucosa] es posible mejorar el resultado debido a una mejor función del sistema inmunológico”.

Para mayor información sobre cómo revertir la resistencia a la insulina, consulte “¿Quiere vencer al coronavirus? Trate su diabetes e hipertensión“. “En dicho artículo, también resumo varias estrategias para mantenerse saludable. Para mayor información sobre soluciones y consejos para combatir el COVID-19, consulte mi Página informativa sobre el coronavirus.

Para mayor información sobre cómo mejorar su flexibilidad metabólica y revertir la resistencia la insulina, consulte mi libro Contra el cáncer. El cual ofrece un programa integral que ayudará a optimizar su flexibilidad metabólica y fortalecer su sistema inmunológico, los cuales son cruciales para la salud y prevenir enfermedades.