Jardines Ecológicos

Meritxell Solé Estiu

La tendencia hacia el paisajismo sustentable y ecológico está en auge. Los jardineros se están cuestionado la necesidad y el valor del césped y están incorporando especies nativas, atrayentes de polinizadores, plantas comestibles, flores y árboles para transformar estos monocultivos de hierba en auténticos jardines ecológicos: biodiversos, bonitos y productivos.

La semana pasada un grupo de jardineros que trabajan en el paisajismo de fincas y casas particulares en San Miguel de Allende visitó el Rancho-escuela de Vía Orgánica para aprender cómo dar manejo a los jardines con métodos orgánicos. Su intención es dejar de usar los químicos que hasta ahora han estado aplicando – cipermetrina, malathion o hormigol entre otros- y hacer la transición hacia un paisajismo ecológico, creando jardines que incorporen gran diversidad de plantas nativas, atrayentes de polinizadores, flores, arbustos y árboles.

En efecto, muchos jardineros y personas que trabajan sus jardines se están dando cuenta que el césped, que hasta ahora ha tenido el monopolio de nuestros jardines, consume una cantidad significativa de recursos. Un césped bien mantenido requiere mucho riego, así como altas dosis de agroquímicos y, sin embargo, es totalmente improductivo. Si lo pensamos bien, el césped es un cultivo – o más bien un monocultivo- muy extendido y común en jardines privados, parques y áreas verdes tanto públicas como privadas – hoteles, restaurantes, centros recreativos, etc. Y uso el término monocultivo porque en la mayoría de los casos encontramos grandes extensiones de césped únicamente, quizás en el mejor de los casos combinado con alguna unidad de árboles, arbustos o plantas ornamentales.

Muchos argumentan que los costos de estos insumos y los efectos negativos sobre medio ambiente y salud son demasiado altos cuando lo único que obtienes con todo esto es un césped bonito, bien mantenido y verde. Sin embargo, todos estos recursos podrían utilizarse mejor creando espacios productivos que requieran muy pocos insumos y que se auto-mantengan.

Una de las muchas cosas que aprendieron estos jardineros y que más les sorprendió es que las plagas en nuestro jardín se pueden manejar con muchos métodos naturales. Por ejemplo, ciertas plantas aromáticas como la lavanda repelan ciertos insectos no deseados a la vez que atraen polinizadores. Preparados naturales a base de ajo, cebolla y chile o la tierra de diatomea también pueden ayudarnos a manejar enfermedades y plagas. Estos son métodos que no dañan la salud del suelo, ni la de las plantas, ni de los insectos benéficos que queremos en nuestro jardín, y especialmente, no dañan nuestra salud. Por lo contrario, con el uso de agroquímicos en los jardines, estamos eliminando tanto los insectos que dañan nuestras plantas como los benéficos que se encargan de tareas tan importantes como la polinización. Por otro lado, estos herbicidas y pesticidas químicos envenenan nuestras aguas, nuestros suelos, otros seres vivos y nuestros propios cuerpos. Estos productos contienen agentes carcinogénicos, disruptores endocrinos y neurotóxicos. Estas sustancias pueden ser causa de perjuicios para la salud como el cáncer, trastornos neurológicos o alteraciones del comportamiento y anomalías reproductivas, entre muchos otros.

¿Y cómo transformamos nuestros jardines en espacios ecológicos que requieran bajo mantenimiento? El mejor modelo para este tipo de sistemas es la misma naturaleza, donde encontramos comunidades saludables de plantas diversas que interactúan entre ellos y con otros elementos y se nutren mutuamente. Los jardines ecológicos que imitan estos principios de la naturaleza combinan de forma armoniosa características de los paisajes salvajes, jardines comestibles, huertos de vegetales y los convencionales jardines de flores y plantas ornamentales. Un jardín ecológico es como un ser vivo, con una esencia propia y única. Estos jardines se basan en conceptos relativamente nuevos como la permacultura o el diseño ecológico, aunque realmente implementan técnicas ancestrales usadas por las comunidades indígenas o campesinos tradicionales. Estos sistemas combinan el bajo o nulo impacto ambiental, bajo mantenimiento (una vez establecido) y alta productividad con una elegante estética[1].

Y tú, ¿te animas a transformar tu jardín en un espacio ecológico, productivo y hermoso a la vez? A continuación encontrarás algunos consejos para empezar con esta transición:

  • Evita el uso de agroquímicos totalmente
  • Usa plantas nativas y adaptadas a las condiciones locales
  • Haz tu propia composta con los desechos de la cocina y el jardín
  • Siembra hierbas culinarias y aromáticas
  • Siempre mantén el suelo cubierto con coberturas vegetales
  • Como más biodiversidad haya en tu jardín, más resiliente y productivo será
  • Usa sistemas de riego eficientes: captación de agua de lluvia, sistema por goteo, ollas de barro, etc.

¿Quieres aprender más?

  • Te invitamos a visitar nuestro rancho-escuela y tomar nuestros recorridos guiados que ofrecemos diariamente a las 10am, 1pm y 3pm (más información sobre nuestros recorridos guiados y cabalgatas aquí).
  • O aún mejor, participa en el próximo taller “Cultiva tus alimentos con el método biointensivo” el próximo 24 de junio en el Rancho de Vía Orgánica (más información sobre este taller aquí).

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[1] HEMENWAY, T. (2009) Gaia’s Garden: a Guide to Home-Scale Permaculture. White river Junction, VT: Chelsea Green Publishing Company