La salud y el medio ambiente

Por Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible, junio de 2014

Declaración del Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible en marco al Día Mundial del Medio Ambiente que se conmemoro el pasado 5 de junio

El 5 de Junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente. Como todos los años, alguna gacetilla informativa procurará darnos los mejores consejos para mejorar el entorno donde día a día nos desenvolvemos y que repercute en nuestra salud. Las recomendaciones sobre cómo usar responsablemente el agua, separar nuestra basura entre orgánica e inorgánica o deshechos secos y húmedos, ser conscientes de la electricidad que desperdiciamos diariamente, y demás, son claramente válidas, aunque poco llevadas a la práctica. Nuestra actitud frente al cuidado de la tierra, es fundamental para proyectar una sociedad culturalmente diferente a la que tenemos hoy, se trata de generar hábitos que pongan en jaque a los que hoy tenemos.

¿Y con esto nos salvamos?

Pero esto solo no cambia nada. Nuestro aporte es insuficiente ante el tenaz avance de las mega-empresas y la biopolítica contra la naturaleza. Para dar algunos ejemplos, la Alumbrera, empresa de megaminería en Catamarca, utiliza el 80% de la energía que utiliza Tucumán, además de contaminar millones de litros de agua por día, agua que luego es faltante en la población.

En Argentina en general, solo el 20% de la energía es de uso doméstico. Ante estos datos nos preguntamos ¿para quién y para qué es necesario la producción de toda esta energía? Los nuevos acuerdos entre Chevron e YPF, que se basan en la extracción de petróleo de manera “no convencional”, (no convencional = hidrofractura = fracturar los suelos con presión de agua, produciendo filtraciones de gases y metales pesados que llegan a las napas subterráneas, desde donde sale el agua que nosotros consumimos, produciendo además erosión e invasión territorial de los pueblos originarios, para conseguir, luego de la filtración de la tierra, algo de combustible fósil) dejan a la vista la complicidad estatal en el genocidio ambiental. Al ser un contrato entre empresas privadas, no se dan a conocer los “detalles”, entre los cuales están los químicos que contaminan las aguas (pequeño detalle).

De las sustancias que se conocen, el 80% afectan la salud de los humanos. Como aún no se sabe, a ciencia cierta, el nivel de contaminación que produce la hidrofractura, ya que no deben estar muy bien financiados los estudios que demuestren tal grado de destrucción ambiental, los países de Europa y Norte América decidieron prohibir los métodos no convencionales, hasta que no haya investigaciones que demuestren su inocuidad.

La ciencia al servicio del pueblo, un ejemplo de lucha.

Como otro pilar de mega-empresa no amigable con la tierra y con la vida que en ella se desarrolla, pero si amigo muchos gobernantes, se erige Monsanto, productora de agrotóxicos y de semillas transgénicas (es decir modificadas genéticamente para que solo sus productos puedan ser utilizados en ellos). Andrés Carrasco, científico fallecido el 10/05/2014, demostró que algunos de los tóxicos que utiliza esta empresa (el glifosfato sobre todo) produce malformaciones en embriones de anfibios (animales que se usan como parámetro de lo que le puede suceder a los humanos). Este descubrimiento, que fue tapa de diarios, sacó a la luz, no solo los efectos perjudiciales que estas empresas producen en la salud del hombre, sino también la complicidad que existe entre esas empresas, los grandes productores y el Estado. “No descubrí nada nuevo. Digo lo mismo que las familias que son fumigadas, sólo que lo confirmé en un laboratorio”, decía, con humildad, el científico que ante tamaño descubrimiento se ganó la censura, el apriete y persecución.

No existe razón de Estado ni intereses económicos de las corporaciones que justifiquen el silencio cuando se trata de la salud pública. Hay que dejarlo claro, cuando se tiene un dato que sólo le interesa a un círculo pequeño, se lo pueden guardar hasta tener ajustado hasta el más mínimo detalle y, luego, se lo canaliza por medios que sólo llegan a ese pequeño círculo. Pero cuando uno demuestra hechos que pueden tener impacto en la salud pública, es obligación darle una difusión urgente y masiva.” (Andrés Carrasco)

Andrés Carrasco optó por tomar otro camino: cuestionar un modelo de corporaciones y gobiernos y decidió caminar junto a campesinos, madres fumigadas y pueblos en lucha. Como Carrasco, nos debemos plantear ese camino saludable, el de la organización y la lucha por cambiar las relaciones sociales que atentan contra la naturaleza y toda la vida en la tierra, denunciando lo más cruel del capitalismo y luchando día a día por un cambio social.