Biocombustibles y Especuladores Elevan Precio de Granos Básicos

La Jornada, 9 Agosto, 2009

Después de varios meses de relativa estabilidad, el precio de alimentos básicos, cuya alza fue una de las causas de que 5 millones de mexicanos cayeran en la pobreza entre 2006 y 2008, volvió a repuntar en el segundo trimestre de este año, mientras el país mantuvo en aumento las compras foráneas de granos, oleaginosas y carnes, indicó información oficial.

Detrás del incremento en el precio internacional de los alimentos, cuya variación mueve los costos internos en México, está el regreso de la especulación en los mercados de futuros de granos y una renovada demanda por parte de las empresas productoras de biocombustibles. Tal como ocurrió antes de 2006.

Los precios internacionales de maíz, soya y trigo repuntaron 10.8, 35 y 12.7 por ciento, respectivamente en el segundo trimestre de 2009, añadiendo, en el caso de México, una carga adicional a la crisis económica que ha eliminado cerca de 650 mil empleos y reducido la capacidad de compra de la población.

Los precios internacionales de los granos más relevantes por su impacto en la inflación interna de México continuaron en el segundo trimestre con la trayectoria alcista iniciada a principios de año, indicó un reporte del Banco de México publicado la semana pasada.

México es un país dependiente del exterior para satisfacer su demanda de alimentos. En el último año, la balanza comercial alimentaria fue deficitaria en 2 mil 901 millones de dólares.

En 2008, el país importó maíz con un valor de 2 mil 391 millones de dólares. Entre enero y mayo de este año, las compras al exterior del grano representaron una erogación de 611 millones de dólares, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Especulación

En la actualidad existe un amplio acuerdo en que la especulación en los mercados de futuros fue la causa principal del alza en los precios de granos y carnes, principalmente, que llevó a la crisis alimentaria mundial de 2008, explicó en un reporte Eric Holt-Giménez, director de Food First, una organización no gubernamental en Oakland, California.

En la Bolsa Mercantil de Chicago, donde se negocian contratos para entrega a futuro de unos 30 productos alimenticios de gran consumo mundial, las inversiones totales en los índices de maíz, soya y carnes de res y porcino aumentaron de 10 mil millones a 42 mil millones de 2006 a 2007, de acuerdo con la consultoría Ag Resource. Era una forma en que fondos de inversión con alta liquidez colocaban recursos en activos de fácil realización. La Asociación Nacional de Granos y Alimentación de Estados Unidos, publicó el año pasado un reporte en el que señaló que fondos especuladores controlaban 30 por ciento del total de los contratos futuros no liquidados o listos para entrega.

Estos fondos especulativos, como los fondos de cobertura o hedge funds, fondos mutuos y fondos que operan con divisas optaban entonces por invertir en el mercado de alimentos debido a la devaluación del dólar y los problemas que, en ese tiempo, comenzaban a hacer crisis en Estados Unidos y que llevaron al sistema financiero de ese país a colapsarse el otoño pasado.

Holt-Giménez asegura en su reporte que todos los ingredientes tóxicos de la burbuja especulativa de 2008 en el mercado de alimentos siguen presentes a mediados de 2009. Aunque algunos precios de productos básicos han disminuido, inversionistas en mercados financieros ya están apostando a un repunte en el tercer o cuarto trimestre de este año, considera. Y este año, añade, el fantasma de una sequía en algunas regiones del mundo se añade a la mezcla.

Incluso un pequeño déficit en la producción mundial de alimentos, o la amenaza de él, combinado con un dólar débil y el aumento de precios del petróleo, que puede ocurrir si la actividad económica mundial comienza a revertir este año la caída de los pasados nueve meses podría ser suficiente para crear otra explosión de la actividad especulativa de alimentos básicos.

En 2009, con la economía en la recesión más pronunciada en siete décadas, y un creciente desempleo en todo el mundo, un pequeño repunte en el precio internacional de los alimentos podría convertirse en un verdadero desastre mundial, señala el experto.

La crisis alimentaria de 2008 provocó un incremento de 100 millones en el número de pobres en el mundo, según el Banco Mundial. Diez millones de esos pobres fueron latinoamericanos, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

En meses recientes, el precio internacional de algunos alimentos básicos ha ido en aumento, aun cuando no existen indicios –al menos por ahora– de un crecimiento en la demanda.

El precio internacional del maíz fue en junio pasado de 179 dólares por tonelada, 11 dólares más que en diciembre de 2008 y 57 dólares arriba del nivel reportado para finales de 2006, el último año de precios estables, de acuerdo con datos del sistema de seguimiento de precios de materias primas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

En el caso del trigo, la tonelada tuvo un precio de 253 dólares por tonelada al cierre del primer semestre de este año, 25 dólares más que en diciembre anterior y 61 dólares más que en 2006.

Respecto del arroz –que junto con el maíz y el trigo constituyen la base de la pirámide alimenticia en el mundo– el precio internacional en junio llegó a 623 dólares por tonelada en julio, 44 dólares más que en diciembre pasado y 319 dólares más que en 2006, reportan los datos del Fondo.

Desequilibrio

El consumo mundial de maíz en el ciclo 2009-2010 llegará a un récord de 788 millones de toneladas, un aumento de 2.3 por ciento respecto del año previó, estimó la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU, por sus siglas en inglés) en un reporte elaborado este mes. La mayor parte del incremento en el consumo está determinado por la producción de etanol a base de maíz en Estados Unidos, indicó.

La utilización de maíz para fines industriales consumirá 200 millones de toneladas, 12 millones más que en el año previo, y de ese total 120 millones de toneladas serán usadas para la producción de etanol.

Precisamente el aumento en la producción de etanol a base de maíz detonó la crisis de precio de ese grano y provocó en México, al inicio de 2007, las primeras protestas mundiales por el incremento en los precios de los alimentos.

Según EIU, la producción de maíz en 2009 será de 778.4 millones de toneladas, poco menos de las 780.7 millones de toneladas de 2008.

Las reservas de maíz están en manos de un pequeño número de países productores, con Estados Unidos y China en poder de 70 por ciento del inventario mundial del grano, de acuerdo con EIU. El año pasado, la reserva total de maíz en el mundo fue de 138 millones de toneladas.

La EIU estima que el precio internacional del maíz será este año de 175 dólares por tonelada en promedio, pero subirá a 195 dólares en 2010.