Por Dr. Mercola, Mercola, 31 de enero de 2023.

HISTORIA EN BREVE

• El término artritis se refiere a más de 100 tipos de artritis y enfermedades relacionadas; las cuatro más comunes son la osteoartritis, la artritis inflamatoria autoinmune, la artritis infecciosa y la gota
• Los pequeños cambios en la alimentación pueden ayudar a disminuir el dolor de artritis. Por ejemplo, las verduras crucíferas con alto contenido de sulforafano, un azufre orgánico que beneficia la función celular, nos ayuda a bloquear las enzimas que deterioran las articulaciones y a reducir la inflamación que provoca el dolor
• Las antocianinas que se encuentran en las bayas de color rojo y morado reducen el estrés oxidativo, la inflamación y ayudan a la salud gastrointestinal, lo cual es crucial para mejorar el control del dolor y la inflamación
• Los pescados grasos de origen marino son ricos en omega-3 de cadena larga, que son biodisponibles y esenciales para reducir la inflamación provocada por un desequilibrio entre las grasas omega-3 y omega-6

Por el Dr. Mercola

La comida es medicina, si se usa de la manera correcta.  Dicho de otra manera, eres lo que comes. Su cuerpo requiere nutrientes para funcionar de manera óptima, y estos nutrientes provienen de los alimentos que consume.

Las pequeñas elecciones que hace, como comer una dona al mediodía o un helado en la noche después de la cena, le afectaran. Los alimentos tienen un gran impacto en el control del dolor de artritis.

Los alimentos hacen la diferencia en el nivel de dolor e incluso en la progresión de la enfermedad.  Los fabricantes de alimentos quieren hacerlo creer que una caloría es solo una caloría y que es todo lo que su cuerpo necesita para sobrevivir. Pero si hay algo que hemos aprendido en los últimos años, es que la comida marca una gran diferencia en la salud.

Antes de conocer algunos alimentos que pueden reducir el dolor, tomemos un minuto para entender el término “artritis”.

La artritis no es una simple enfermedad dolorosa

Es muy importante entender varias cosas acerca de la artritis. Por ejemplo, la palabra artritis es un término que se refiere a más de 100 tipos de artritis y enfermedades relacionadas. Los síntomas de la artritis común incluyen dolor, rigidez e hinchazón y puede dañar las articulaciones.

Se pueden experimentar formas leves o graves de la enfermedad y pueden o no tener síntomas. En algunos casos, los mismos síntomas se mantienen durante años, y en otros, la enfermedad empeora con el tiempo. Existen cuatro categorías principales de artritis. ¹

1.       Osteoartritis: es la más común y puede encontrarse en casi cualquier articulación del cuerpo. Aparece con mayor frecuencia en las rodillas, caderas, columna y manos. Se pensaba que era una enfermedad de desgaste por uso, pero la evidencia actual demuestra que afecta a toda la articulación y no solo al cartílago, lo que debilita el hueso y deteriora el tejido conectivo.

2.       Artritis inflamatoria autoinmune: es un término global que incluye a la artritis reumatoide, artritis psoriásica, artritis juvenil y espondiloartritis axial. A pesar de que aún no se encuentra una causa exacta, el microbioma intestinal desempeña un papel fundamental.

3.       Artritis infecciosa: esta enfermedad es provocada por una infección que comienza en otra parte del cuerpo y se pasa a las articulaciones. Los síntomas pueden aparecer de la nada y causar inflamación intensa, dolor y fiebre. El tratamiento puede aliviar la enfermedad.

4.       Gota (artritis metabólica): es el resultado de una acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, por lo general en el dedo gordo del pie. Los cristales de ácido úrico son un derivado de las purinas, que se encuentran en la carne roja, las vísceras, algunos mariscos y en el alcohol. Existe evidencia que sugiere que la osteoartritis o la disbiosis intestinal también pueden favorecer a la gota.

El sulforafano tiene propiedades curativas

Algunas verduras crucíferas como el brócoli, las coles de Bruselas, la coliflor y el repollo contienen un compuesto llamado sulforafano. Este es un azufre orgánico que ayuda a la función y división celular, y al mismo tiempo causa la apoptosis (muerte celular programada) en ciertos tipos de cáncer. ^2,3,4

Cuando se analizó el sulforafano en ratones y cultivos de células humanas,⁵ tuvo la capacidad de atacar las células madre del cáncer de mama, lo que ayuda a prevenir la formación y propagación de tumores. Pero esos no son los únicos beneficios del sulforafano. También ha demostrado reducir la inflamación al aminorar las especies reactivas de oxígeno hasta en un 73 %, ⁶ lo que, a su vez, reduce el daño celular.

El sulforafano también ayuda a reducir el riesgo de osteoartritis,⁷ al bloquear las enzimas que están involucradas con la destrucción de las articulaciones. ⁸ Un equipo de investigadores de la Universidad de East Anglia publicó un estudio⁹ en la revista Arthritis and Rheumatism, que demuestra que las sustancias en las verduras crucíferas podrían retardar la progresión de la osteoartritis o incluso prevenirla.

El sulforafano hace esto al inhibir las metaloproteinasas que están implicadas en el desarrollo y progresión de la osteoartritis. En estudio animales y en laboratorio, los investigadores descubrieron que bloqueó la inflamación para proteger contra la destrucción del cartílago.

Las antocianinas son antiinflamatorias

Se ha demostrado que los alimentos de color morado son muy poderosos.  ¹⁰ Las bayas de color morado y rojo tienen un alto contenido de antocianinas, que son metabolitos secundarios que las plantas producen para defenderse de los depredadores. Las antocianinas producen efectos beneficiosos en la salud humana.

Se sabe que reducen la inflamación y el estrés oxidativo, lo que ayuda a controlar el dolor en pacientes que tienen una afección provocada por la inflamación, como lo es la artritis.  La ciencia demuestra que las antocianinas reducen la progresión del deterioro cognitivo y protegen el corazón, los riñones y el tracto gastrointestinal.

Los investigadores han demostrado que las cerezas y otras bayas contienen antocianinas, que ayudan a regular el metabolismo de los lípidos y la glucosa. Las bayas de saúco son ricas en antocianina, vitamina C y zinc. Estas bayas tienen una actividad moduladora antiinflamatoria.¹¹ que ayuda a controlar el dolor en pacientes con artritis. También son conocidas por estimular la función inmunológica e inhibir los resfriados y la gripe mucho antes de la pandemia de COVID-19.

Un estudio realizado en 2004¹²encontró que 15 mililitros (poco menos de 1 cucharada) de jarabe de saúco, cuatro veces al día durante cinco días, aliviaron los síntomas de la influenza cuatro días más rápido que un placebo. Una investigación realizada en 2019¹³ explicó la manera en que el jarabe de sauco protege contra los ataques virales. El Science Daily menciona:¹⁴

“… El estudio mostró que los compuestos de las bayas de saúco pueden inhibir la entrada y replicación del virus en las células humanas y ayudan a fortalecer la respuesta inmunológica contra el virus”.

Dele sabor a la comida

La comida insípida nunca se disfruta. Pero ¿sabía usted que al agregarle algunas especias podría reducir su nivel de dolor? Los investigadores descubrieron que el ajo, el jengibre, la canela y la cúrcuma ayudan a controlar el dolor de artritis.

En un estudio de 2018¹⁵se encontró que la suplementación con canela es un tratamiento seguro que ayuda a mujeres con artritis reumatoide. El ensayo clínico duró ocho semanas e incluyó a 36 mujeres, las cuales se dividieron en dos grupos: las que recibieron canela y las que recibieron un placebo.

A pesar de que el estudio fue pequeño y solo con mujeres, los resultados demostraron un gran impacto en las articulaciones hinchadas y sensibles, sin alterar las enzimas hepáticas, el perfil de lípidos, el azúcar en sangre en ayunas o la tasa de sedimentación de eritrocitica (ESR).

El jengibre es otra especia que se ha estudiado por su capacidad para reducir los síntomas de la osteoartritis.  Un estudio de 2001¹⁶ encontró que, usar un extracto altamente purificado y estandarizado, es seguro y podría reducir esos síntomas.

Un artículo publicado en 2020¹⁷confirmó que el jengibre es seguro y ayuda a reducir el dolor. Los investigadores revisaron diferentes ensayos en los que se usó el jengibre para aliviar el dolor, incluido el de la osteoartritis. Se llegó a la conclusión de que el jengibre es seguro y prometedor, pero se necesitaron más estudios para saber la cantidad necesaria para una terapia a largo plazo.

El ajo es un ingrediente básico en muchas gastronomías como la italiana, china y mexicana, pero, es más que una especia cualquiera.  Un estudio de 2020 encontró¹⁸ que la suplementación con ajo durante ocho semanas mejoró el estrés oxidativo y las evaluaciones médicas en 62 mujeres con artritis reumatoide.

La cúrcuma es famosa por sus propiedades antiinflamatorias. En el 2016 algunos ensayos clínicos ¹⁹evaluaron el uso de extracto de cúrcuma y curcumina en el tratamiento para los síntomas de la artritis. Si bien los resultados fueron positivos, el número de ensayos y el tamaño de la prueba no fueron suficientes para llegar a una conclusión definitiva.

Otro artículo publicado en 2021²⁰comparó la cúrcuma con placebos, y encontró un beneficio sobre el dolor y la función de la osteoartritis en la rodilla. Según algunos estudios, se creía que los efectos eran similares a los analizados en medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE).

Un ensayo de 2021²¹comparó la cúrcuma con el paracetamol, un analgésico también conocido como acetaminofeno. Los resultados de este estudio demostraron que el extracto de cúrcuma fue tan efectivo como el paracetamol contra el dolor y los síntomas de la osteoartritis en la rodilla, y fue más efectivo y seguro para reducir el factor de necrosis tumoral alfa (TNF alfa) y la proteína C reactiva (CRP).

Equilibre sus grasas omega-3 y omega-6

En el pasado, la alimentación humana tenía una proporción de omega-6 a omega-3 cercana a 1 a 1. Sin embargo, en la actualidad la dieta occidental tiene una proporción de 20 a 1,²²lo que aumenta la inflamación y tiene un impacto sobre el dolor.

La mayoría de los alimentos procesados y los aceites de semillas tienen un alto contenido de ácidos grasos omega-6. Si bien algunas plantas contienen omega-3, solo los pescados grasos de origen marino tienen grasas omega-3 de cadena larga, ácido eicosatetraenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA), que son biodisponibles y esenciales para una buena salud.

Cuando la proporción de omega-6 a omega-3 está desequilibrada, aumenta el riesgo de obesidad²³ y de inflamación, lo cual afecta el control del dolor en la artritis. La única manera de saber si tiene suficiente omega-3 es con un análisis de sangre: llamado índice de omega-3.  ²⁴ Este mide el EPA y DHA en las membranas de los glóbulos rojos y brinda información sobre su alimentación.

Los alimentos ayudan a la salud intestinal y reducen el dolor de la artritis

Si bien ningún alimento ayuda por completo a la salud intestinal, la elección de estos es muy importante. Por ejemplo, una dieta rica en alimentos ultraprocesados cambia el microbioma intestinal, lo que las promueve enfermedades inflamatorias.  ²⁵

La Arthritis Foundation menciona que su tracto gastrointestinal desempeña un papel fundamental en algunos tipos de artritis inflamatoria.  ²⁶ Los investigadores descubrieron que, las personas con artritis reumatoide tienen diferentes niveles de bacterias en el intestino, y que los bebés que reciben pecho tienen una menor probabilidad de desarrollar espondilitis anquilosante, ya que la lactancia beneficia la microbioma intestinal. ²⁷

Un estudio de 2021²⁸analizó la relación entre el microbioma intestinal y los síntomas de la osteoartritis. Hicieron un resumen de la evidencia que respalda el eje de la articulación intestinal y la interacción entre el microbioma intestinal y los factores que afectan la osteoartritis, incluyendo el género, la edad, el metabolismo y la lesión articular.

Los datos demostraron que la microbiota intestinal puede predecir la progresión de la osteoartritis, lo que indica que vigilar el microbioma intestinal ayudaría a monitorear la eficacia de la intervención terapéutica.  Debido a que es una fuente de glucosinolato, un precursor del indol-3 carbinol (I3C), el brócoli es un alimento que beneficia la salud intestinal y podría reducir el dolor de artritis.  ²⁹

En el estómago, el I3C genera 3,3′-diindolilmetano (DIM). El I3C es un poderoso antioxidante, y en un estudio con animales, los que fueron alimentados con vegetales crucíferos con I3C tenían una mejor salud intestinal y menor probabilidad de inflamación.³⁰El I3C activa una proteína llamada receptor de hidrocarburo de arilo (AhR), que se comunica con las células inmunitarias y epiteliales del revestimiento intestinal, lo que reduce la inflamación causada por bacterias patógenas.

El AhR ayuda a las células madre a convertirse en células productoras de mucosidad en el revestimiento intestinal. De esta manera, las células ayudan a extraer nutrientes de los alimentos, lo cual se traduce en una mejor salud y función intestinal.

Como puede ver, hay varios alimentos que, al reducir la inflamación y mejorar la salud intestinal, ayudan a controlar el dolor. La artritis es una enfermedad que puede cambiarle la vida y afectar sus actividades diarias. Considere estos pequeños pasos para ayudar a controlar el dolor sin necesidad de medicamentos y para tener un mejor control de su vida.

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Fuentes y Referencias

• ¹ Arthritis Foundation, What Is Arthritis?
• ² Cancer Research, 2000;60(5)
• ³ Science Direct, 2012;1823(8)
• ^4, 5 Clinical Cancer Research, 2010;16(9)
• ⁶ Diabetes, 2008;57(10) Results/2nd subhead/ 1st para 35% DTP
• ⁷ CNN Health August 29, 2013
• ⁸ Live Science May 30, 2013
• ⁹ Arthritis & Rheumatism 2013;65(12)
• ¹⁰ Nutrients, 2022;14(10)
• ¹¹ International Journal of Molecular Sciences, 2017;18(3)
• ¹² Journal of International Medical Research, 2004;32(2)
• ¹³ Journal of Functional Foods,2019; 54
• ¹⁴ Science Daily April 23, 2019 para 2-5
• ¹⁵ Journal of the American College of Nutrition, 2018;37(8)
• ¹⁶ Arthritis and Rheumatism, 2001;44(11)
• ¹⁷ Phytotherapy Research, 2020; 34(11) Abstract
• ¹⁸ International Journal of Clinical Practice, 2020;24(7)
• ¹⁹ Journal of medicinal food, 2016; 19(8)
• ²⁰ BMJ Open Sport and Exercise Medicine, 2021;7(1)
• ²¹ Trials, 2021;22(105)
• ^22, 23 Nutrients, 2016;8(3)
• ²⁴ Omegaquant, What Is the Omega-3 Index?
• ²⁵ Nutrients, 2018;10(3)
• ²⁶ Arthritis Foundation, inflammatory arthritis and gut health
• ²⁷ Arthritis Health, October 5, 2017
• ²⁸ Arthritis Research and Therapy, 2021; 23(42)
• ²⁹ Oregon State University, Indole-3-Carbinol
• ³⁰ Newsweek August 14, 2018

Imagen de Jai79 en Pixabay 

Por Kennia Velázquez, Pie de Página, 26 de enero de 2023.

El investigador Javier Franco-Pérez explica cómo este endulzante altera las capacidades cognitivas y provoca deterioro cerebral.

La fructosa es un azúcar que se encuentra en las frutas principalmente, pero por su bajo costo se ha utilizado intensivamente por la industria alimentaria en bebidas azucaradas, panes, salsas de tomate, cereales, aderezos, yogures, entre otros comestibles ultraprocesados y por supuesto no tiene el mismo valor nutrimental que cuando se consume en productos naturales.

Al encontrarse en una gran cantidad de productos de la dieta actual solemos consumirla en exceso – aún sin saberlo- lo que lo convierte en un nutriente crítico, es decir, que al ingerirlo “por arriba de los valores nutrimentales recomendados son considerados como factores de riesgo asociados con enfermedades no transmisibles”.

Además de estar asociada a la obesidad y a factores de riesgo de síndrome metabólico, la hipertensión, la resistencia a la insulina y la glucemia elevada en ayunas, hay evidencia científica de que la ingesta crónica de fructosa provoca alteraciones metabólicas que pueden estar asociadas con el deterioro de la función cerebral, específicamente en el ciclo sueño-vigilia y la locomoción en ratas, así como deterioro de capacidades cognitivas como el aprendizaje y la memoria espacial.

El investigador en ciencias médicas Javier Franco-Pérez explica en esta entrevista que cuando se ingiere la fructosa “de manera natural en frutas o en miel, las concentraciones pueden ser bajas, pero si hablamos de que la consumimos diariamente en refrescos, caramelos, panecillos, entonces las concentraciones son altas. Nosotros hicimos un cálculo que si tomamos medio litro de refresco todos los días, entonces al año calculamos que estaríamos ingiriendo aproximadamente 10 kilogramos de fructosa”.

Franco Pérez explicó que en su investigación con ratas encontró que, después de que por varias semanas consumieran fructosa hubo un incremento en los niveles de dopamina, ésta es “un neurotransmisor, que está relacionado con la motivación, con el placer. Pero también se incrementa en procesos de adicciones, es decir, con drogas estimulantes como la cocaína o la metanfetamina”.

Las ratas recibieron durante 12 semanas fructosa, al quitárselas, las pusieron en un laberinto del cual conocían la salida, pero las que consumieron fructosa, no encuentran la salida o se tardan muchísimo en encontrar el escape, a diferencia de aquellas que sólo tomaron agua durante ese tiempo. “Estas ratas tienen un déficit en la memoria espacial, también vimos que tienen procesos inflamatorios en el cerebro”, señala el investigador.

Cada vez hay más estudios que demuestran que el estado intestinal afecta al cerebro, Franco Pérez recuerda que “el consumo constante o diario de fructosa puede ser un factor de riesgo muy alto para la enfermedad de Alzheimer por ejemplo. Hay otro estudio en el que vieron que las ratas que consumen fructosa tienen una peor recuperación o un déficit de recuperación después de un infarto cerebral. Estamos frente a un fenómeno en donde este consumo puede estar empeorando muchas condiciones más allá de lo que ya conocemos del síndrome metabólico, de diabetes, obesidad, hipertensión, puede estar empeorando algunas otras patologías, por ejemplo, del sistema nervioso central”.

Por lo que el investigador sugiere que “tenemos que aprender a cambiar nuestra alimentación, a veces es complicado, pero a final de cuentas yo creo que ahora nos estamos dando cuenta que muchas de las enfermedades tienen que ver con lo que comemos”.

Les invitamos a escuchar la entrevista completa en el POPCast del Laboratorio de Periodismo y Opinión Pública.

Imagen de Pete Linforth en Pixabay