Cómo influye el microbioma en el sistema inmunológico

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 22 de octubre de 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • Su sistema inmunológico y el microbioma intestinal comparten una relación simbiótica y su función inmunológica depende del estado de su intestino
  • Más del 99 % de sus genes provienen de microbios y no de sus cromosomas
  • El mejor indicador de su salud es su microbioma intestinal al nacer. Se sabe que la cesárea y los tratamientos con antibióticos, tanto en la madre como en el bebé, degradan el microbioma del bebé, pero, por suerte se puede compensar
  • Además del tracto vaginal, el bebé también recibe microbios muy valiosos a través del contacto piel a piel, incluyendo el contacto oral con el tejido mamario, así como por la leche materna, por esa razón la lactancia materna es muy importante y puede generar un impacto en la salud de su hijo en el futuro. Las exposiciones ambientales al suelo, a los alimentos y a los animales también desempeñan un papel muy importante

En esta entrevista, Rodney Dietert, profesor emérito de inmunotoxicología en la Universidad de Cornell, analiza la interrelación entre su sistema inmunológico y su microbioma intestinal.

Por décadas investigó y les enseñó a los estudiantes información muy valiosa sobre el sistema inmunológico. Como señaló Dietert, su microbioma intestinal es esencial para la función inmunológica y para su estado de salud en general, ya que influye en casi todos los demás sistemas fisiológicos.

Comprendió la importancia del intestino cuando tuvo la oportunidad de escribir un artículo de investigación sobre qué biomarcador sería el mejor para predecir la salud futura de un bebé.

“Pensé que era una pregunta muy intrigante y que valía la pena desarrollar un artículo sobre el tema”, dice, “además estaba seguro de que las décadas de trabajo sobre el sistema inmunológico en los jóvenes, prenatales y neonatales, podrían darme una respuesta.

Me sentí muy frustrado porque escribí un par de párrafos que no fueron convincentes y me fui a la cama completamente decepcionado. Desperté a media noche con una idea en la cabeza que podría darme la respuesta.

La respuesta fue que todo se basaba en la medida en que el recién nacido termina su desarrollo, y ese autodesarrollo es la manera en que se construye el microbioma, la madre contribuye en gran parte, pero en general son ambos padres; las recomendaciones son parto vaginal cuando sea posible, contacto piel a piel y luego, por supuesto, seguir con la lactancia materna la mayor cantidad de tiempo posible”.

Microbiomas ancestrales

Dietert señala que “más del 99 % de sus genes provienen de microbios, no de sus cromosomas”. Tiene casi 3.3 millones de genes microbianos, principalmente bacterianos. En toda la población humana, existen menos de 10 millones de genes microbianos diferentes, por lo que es muy probable que no tenga todos.

También tiene entre 22 000 y 25 000 genes cromosómicos (estos genes son los que se analizaron por medio del Proyecto Genoma Humano), lo que significa que tiene 2000 genes cromosómicos más que una lombriz. Como señaló Dietert, debido a que tenemos alrededor de 3.3 millones de genes microbianos, eso significa que en términos de genética tenemos más del 99 % de microbios.

Es por eso que concluyó que el mejor indicador de la salud es el microbioma intestinal al nacer. Por supuesto, su microbioma se puede alterar por medio de la alimentación y de las exposiciones ambientales, lo cual afectará e influirá a lo largo de su vida. Pero originalmente, el microbioma infantil es el mejor indicador general de la salud futura.

“Eso provocó una gran cantidad de conferencias, libros, artículos de revistas científicas y la aparición en un documental titulado ‘MicroBirth’, que es una película maravillosa. Ganó el premio de ciencias de la vida en el 2014 por documentales. Eso lanzó una segunda carrera, ya que todo fue resultado de un sueño y de prestar atención a eso, en lugar de enfocarse en la progresión lineal de más de 30 años de investigación”.

De acuerdo con Dietert, no existe ninguna especie bacteriana que prediga cómo será su salud. En realidad, el indicador más importante es el proceso en el que se construye el microbioma. Si al nacer, el bebé pasa por un proceso ideal, tiene más posibilidades de gozar de buena salud.

Los microbiomas saludables se relacionan con los que tenían sus antepasados, los cuales se han perdido a través de prácticas comerciales e instalaciones tecnológicas. Tratar de enfocarnos en esa dirección es mucho más constructivo que tratar de modificar algo por completo para un grupo de microbios que sus antepasados nunca conocieron. ~ Rodney Dietert

Por ejemplo, se sabe que la cesárea y los regímenes de antibióticos, tanto en la madre como en el bebé, degradan el microbioma.

“Estos [microbiomas] surgieron en nuestros antepasados dependiendo de su geografía, alimentación y de una gran cantidad de factores que se perfeccionaron durante miles de años.

Por ejemplo, a mis 60 años intenté modificar mi salud de manera constructiva al hacer un cambio en mi microbioma y, en mi caso, hubiera sido un gran logro conseguir un microbioma asiático, ya que esa no era mi ascendencia. No fue el lugar donde crecí, ni donde viví y menos los alimentos que consumí.

Por lo tanto, los microbiomas saludables se relacionan con los que tenían sus antepasados, los cuales se han perdido a través de prácticas comerciales e instalaciones tecnológicas. Tratar de enfocarnos en esa dirección es mucho más constructivo que tratar de modificar algo por completo para un grupo de microbios que sus antepasados nunca conocieron”.

Prácticas compensatorias

El dogma anterior decía que el sistema inmunológico del bebé estaba desarrollado al nacer, sin importar nada más. Ahora comprendemos que esto no es cierto. Por ejemplo, si la madre tiene una enfermedad crónica, afectará el desarrollo inmunológico del bebé en el útero. Luego, esto se debe reequilibrar y la mejor manera de hacerlo es balancear el microbioma del bebé, ya que del 60 % al 70 % de sus células inmunológicas se encuentran en el intestino.

Como se mencionó antes, someterse a una cesárea pone a su recién nacido en riesgo de desarrollar una población microbiana menos óptima. Por supuesto que en algunos casos es necesaria la cesárea, pero, la buena noticia es que puede compensar la pérdida de microbios importantes que ocurre durante este procedimiento.

Gloria Dominguez, Ph.D., de la Universidad de Rutgers, pionera de este trabajo, utiliza una técnica de frotis vaginal en la que los microbios de la vagina de la madre se transfieren de forma manual al bebé justo después del nacimiento. “Aunque no es equivalente al 100 %, es muy buena”, dice Dietert.

“Ese tipo de estrategias son las que debemos seguir para ayudar a los padres a poder transmitir la mayor parte de la genética al bebé. Esos genes microbianos producen proteínas y enzimas, modifican lo que vemos en el ambiente externo, cambian nuestra alimentación a través del metabolismo microbiano antes de que nuestras células mamíferas y humanas vean algo.

En efecto, si analiza la interferencia al momento de repoblar el microbioma, yo la considero como un defecto de nacimiento. Si le faltara un órgano o una extremidad, sería un defecto de nacimiento. Y en este caso, le falta la mayor parte de su genética.

Sin embargo, ese es un defecto congénito que se puede corregir y debemos tenerlo en cuenta. Ese sería el impulso y el objetivo, garantizar que el bebé pueda tener, tan pronto como sea posible después del nacimiento, el microbioma resistente que por lo general debería tener.

Por experiencia sabemos que el estado del microbioma afecta aspectos como el riesgo de sufrir asma a los 7 años y otros riesgos posteriores. Incluso también se pueden detectar indicios de aterosclerosis, que ahora se pueden medir en niños, aunque el inicio de la enfermedad tal vez tarde décadas.

Si crece en una granja, consume leche sin pasteurizar y está expuesto a animales y a los microbios que acompañan ese entorno, resulta que eso lo protege bastante contra el asma y las alergias posteriores, siempre y cuando no esté en contacto directo con pesticidas que puedan eliminar el beneficio.

Esas exposiciones microbianas en la primea etapa de la vida son las que nuestros antepasados tuvieron para desarrollar un sistema inmunológico equilibrado y bien regulado. Si no hacemos eso, entonces podría exponerse a sufrir un estado proinflamatorio y la regulación de su inmunidad no será la correcta.

A medida que se desarrollan en conjunto, el microbioma debe tener alguna compatibilidad con el sistema inmunológico. Cuando se obtienen microbiomas extraños para un sistema inmunológico, el sistema inmunológico responde con una fuerte respuesta inflamatoria, por lo que se genera un autoataque”.

Además del tracto vaginal, el bebé también recibe microbios valiosos a través del contacto piel a piel, incluyendo el contacto oral con el tejido mamario, así como de la leche materna. Por esa razón la lactancia materna es muy importante y puede generar un impacto en la salud de su hijo en el futuro. Como se mencionó antes, las exposiciones ambientales al suelo, a los alimentos y a los animales también desempeñan un papel muy importante.

Interacciones epigenéticas

Su microbioma también influye en la expresión epigenética de sus genes. Por ejemplo, Dietert cita el trabajo de Curtis Klaassen, ex presidente de la Sociedad de Toxicología y experto en metabolismo hepático, quien hace años cambió el enfoque hacia el metabolismo del microbioma, ya que en términos epigenéticos los microbios influyen en el metabolismo del hígado.

“Los microbios encuentran primero nuestra comida. Ellos se enfrentan primero a los químicos ambientales. Llegan primero a los medicamentos a través de la mayoría de las vías de administración y lo que hacen con ellos determina lo que recibe su cuerpo. Entonces, son nuestros guardianes y filtros para nuestra existencia ambiental.

Como resultado es importante saber qué es lo que sucede allí. Un ejemplo son las terapias contra el cáncer. La mayoría tiene que ser metabolizada por el microbioma. Si manejamos el microbioma de manera más efectiva, es muy probable que podamos aumentar la eficacia de esos medicamentos en muchos pacientes.

Creo que el Reino Unido dijo que tienen una efectividad del 50 %. Eso podría aumentar porque hemos ignorado el microbioma y su función, aunque estos medicamentos no funcionan a menos que sean metabolizados por el microbioma”.

Cómo afecta su microbioma intestinal a la inmunosenescencia

Desde siempre se ha sabido que la glándula del timo es muy importante para el desarrollo del sistema inmunológico y, en las personas mayores, el deterioro del sistema inmunológico se relaciona con el deterioro del timo. La buena noticia es que esto se puede compensar al mejorar su microbioma intestinal. Dietert explica:

“El envejecimiento del sistema inmunológico depende de la alimentación. Por lo tanto, no tiene que aceptar el hecho de que solo hay un fin para el sistema inmunológico de una persona de 80 años, senescencia, respuestas más bajas a ciertos agentes de enfermedades infecciosas y mayor riesgo de autorreactividad. En realidad, no tiene que creer en eso, ya que la alimentación y el metabolismo microbiano influyen en todo”.

Un factor que desempeña un papel importante en la destrucción de su microbioma intestinal es el uso de medicamentos. De acuerdo con Dietert, del 25 % al 50 % de todos los medicamentos, incluyendo los de venta libre, dañan su microbioma de alguna manera.

“Por ejemplo, este es solo un caso histórico: la digoxina, un medicamento para el corazón muy recomendado, se debe metabolizar por una especie bacteriana específica. Ahora, dependiendo del nivel que tenga en su intestino de esa especie, el medicamento puede ser ineficaz debido al nivel metabólico, puede ser efectivo o tóxico y matará al paciente.

Es un problema muy pequeño en términos de prescripción, aunque puede ser un medicamento muy eficaz. Una vez que se conoce eso y se sabe que es una bacteria específica la cual podría medirse y complementarse, el nivel podría cambiar o el nivel del medicamento podría cambiar”.

Cuantos más medicamentos utilice, mayor será la degradación de su microbioma con el paso del tiempo. Cuando se combina con una alimentación deficiente termina con inmunosenescencia, que es el deterioro gradual de su sistema inmunológico, pero no es un hecho solo porque envejece.

“Como siempre, cuando se trata del sistema inmunológico y de la inflamación, es una cuestión de integridad del tejido y la cuestión de saber si provocó daño a algún órgano el cuál será difícil reparar”, dice Dietert. “Debe hacer estas correcciones antes de perder por completo el buen funcionamiento debido al daño inflamatorio que se ocasionó por décadas”.

Evite la exposición innecesaria a los antibióticos

Una estrategia simple que protegerá su microbioma es evitar los antibióticos. Aunque podrían ser necesarios para combatir una infección activa, la mayoría de los antibióticos a los que está expuesto provienen de los alimentos. Los animales criados en operaciones concentradas de alimentación de animal (CAFO, por sus siglas en inglés) se alimentan de forma rutinaria con antibióticos que consumimos al comer a ese animal.

Esa es una de las razones por las que apoyo y recomiendo consumir alimentos orgánicos, ya que a los animales criados de forma orgánica no reciben antibióticos a menos que en realidad estén enfermos. Los animales de las CAFO también son más propensos a portar bacterias resistentes a los antibióticos.

La pandemia de COVID-19 también incrementó el uso de productos antibacteriales. Las personas piensan que matan gérmenes dañinos, pero, en realidad, solo matan su sistema inmunológico. Como explica Dietert:

“Tiene que apoyar a todo su cuerpo y también a su sistema inmunológico. Por ejemplo, yo diría que el glifosato es un antimicrobiano. Primero, destruye los microbios del suelo, luego los microbios de las plantas y luego ingresa en los animales y en nosotros. Estamos expuestos de forma directa y a través de los alimentos.

Una vez más, es un producto que está muy extendido y es solo un ejemplo. Puede tomar los plastificantes, bisfenol-A y otros, donde estas cosas nunca se examinaron de forma correcta y nunca se prestó atención al microbioma. Ese es un gran error y debemos solucionarlo de inmediato.

Soy un gran defensor de la agricultura regenerativa. Considero que la gestión ecológica de los microbios y la diversidad de plantas, animales y nuestra producción de alimentos son fundamentales. Me gustaría señalar que el COVID-19 es una tormenta de citoquinas.

Es una respuesta inmunológica inadecuada del huésped que provoca una patología pulmonar y un mayor riesgo de muerte. Sin embargo, casi no se ha prestado atención a todos los factores que influyen en el sistema inmunológico, es decir, la inflamación y lo que se llama ‘resistencia a la colonización’”.

Resistencia a la colonización de patógenos

Como explicó Dietert, usted lleva el coronavirus en las vías respiratorias. La mayoría de las personas tiene algo de coronavirus en las vías respiratorias, pero si tiene un microbioma saludable, éste no causará ninguna enfermedad. Un microbioma saludable de las vías respiratorias se respalda y promueve por cosas como el ejercicio físico y pasar tiempo al aire libre donde la exposición a los rayos del sol optimizará su nivel de vitamina D.

“Es muy importante cultivar nuestros propios alimentos, salir al aire libre, visitar granjas de animales, exponerse a microbios de una manera saludable, incrementar nuestro nivel de vitamina D, cuidar nuestro sistema inmunológico y nuestra salud en general”, dice.

“Cuanto más fuerte sea el microbioma, mejor será la resistencia a la colonización contra estos patógenos, incluyendo las infecciones bacterianas secundarias que surgirán al combinar cambios en el entorno pulmonar y en el estado proinflamatorio.

Deberíamos haber hecho eso desde el principio, pero, por desgracia, tenemos algunos científicos y burócratas que se concentraron en una sola cosa y, en mi opinión, no fue en la salud humana”.

Solo como un ejemplo de cómo las bacterias saludables pueden prevenir la infección, el Lactobacillus acidophilus ha demostrado bloquear la infección por salmonela que se propaga en las aves de corral. A principios de la década de los 90, las intervenciones probióticas salvaron a la industria avícola que tenía un problema masivo de salmonela, pero nunca se dio a conocer nada sobre eso.

“Creo que esto demuestra que necesitamos controlar la forma en que producimos nuestros alimentos. Necesitamos reconocer los beneficios de muchos suplementos. En realidad, creo que eso es lo que nos ayudará a salir de la rutina de la polifarmacia en la que nos encontramos”.

Es un ejemplo de inhibición competitiva y funciona de la misma manera en el cuerpo humano. De acuerdo con Dietert, tan solo 15 bacterias beneficiosas pueden combatir una bacteria de la salmonela y de esa forma evitan que se multiplique sin control y que causen enfermedades.

Por lo tanto, si tiene una gran diversidad de bacterias beneficiosas en su intestino, puede bloquear las infecciones a pesar de estar expuesto a patógenos peligrosos. Comprenda que la composición de su microbioma también desempeñará un papel importante en qué tan bien puede manejar las “trampas” alimenticias o la indulgencia ocasional de la comida chatarra. Como señaló Dietert:

“Si tiene un microbioma fuerte, es probable que sea más resistente a un fin de semana donde solo come comida chatarra. Si es una persona con disbiosis o un microbioma débil debido a afecciones crónicas, polifarmacia o exposición al glifosato, entonces es probable que sea vulnerable a otros cambios.”

Del intestino al cerebro

Las bacterias beneficiosas protegen su salud por medio de la producción de butirato y mucina, la capa mucosa que protege el intestino. Los microbios intestinales también producen péptidos neuroactivos y neurotransmisores. Se ha desarrollado todo un campo llamado psicobióticos que se enfoca en el uso de bacterias para la salud neurológica y mental.

Por ejemplo, ciertas especies y cepas bacterianas producirán serotonina. Otras producen dopamina. Algunas producen GABA o acetilcolina. Aunque la mayoría de los neurotransmisores que se producen en el intestino no pueden penetrar la barrera hematoencefálica y, por lo tanto, no incrementarán los niveles en el cerebro de forma directa, aún tienen un efecto indirecto y medible, dice Dietert.

Cómo abordar el intestino permeable

La mayoría de los médicos convencionales reconocen el intestino permeable como una afección que contribuye a otras patologías y enfermedades crónicas. Una estrategia importante para abordar el intestino permeable es optimizar su nivel de vitamina D, ya que ayuda a regular su sistema inmunológico innato e incrementa la capacidad de su cuerpo para reparar el daño de las células epiteliales y los daños en la barrera intestinal.

Dietert también recomienda complementar con especies de bacterias clave como el género Akkermansia, que participa en la regulación de la mucina. Solo existe un par de bacterias que hacen eso. Él enfatiza que, aunque la vitamina D es importante para la reparación intestinal, también se necesitan bacterias para ayudar a mantener la capa de mucina, ya que eso es lo que evita que las bacterias y partículas inflamatorias se filtren a través de la barrera intestinal.

El bicarbonato de sodio o el bicarbonato de potasio también pueden ser muy eficaces. Prefiero el bicarbonato de potasio porque la mayoría de nosotros tiene exceso de sodio y no la cantidad suficiente potasio. Yo tomo media cucharadita de bicarbonato de potasio tres veces al día. Utilizo un pH urinario para conocer y ajustar mi dosis. El pH de su orina debe ser de casi 7, ya que eso se considera como un nivel neutral. Esto también ayudará a prevenir que se filtren minerales de sus huesos.

Su salud comienza en su intestino

Para terminar, Dietert nos recuerda y nos invita a “hacer cosas que apoyen a todo su cuerpo, cosas que apoyen a su sistema inmunológico, incluso cuando esté enfocado en una enfermedad específica o un patógeno específico”. La razón para hacer esto es porque todo está conectado.

“Ahora nos damos cuenta de que el límite entre las enfermedades infecciosas o transmisibles y las enfermedades no transmisibles podría no ser tan rígido como pensábamos”, dice Dietert.

“Las personas han demostrado que si instalan el microbio incorrecto en su microbioma intestinal, uno que sea disfuncional y débil, pueden tener un riesgo mayor de sufrir enfermedades crónicas o no transmisibles muy específicas.

Nunca pensamos que ese fuera el caso, pero, en los últimos años se ha demostrado que [las enfermedades crónicas] tienen relación en como manejamos los microbios. Entonces, comprender su cuerpo, su genética y aprovecharlo, puede ayudarle a estar sano de manera natural”.

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¿Las vacunas antiCOVID funcionan?

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 21 de octubre de 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • Un informe reciente detalla un brote de la variante Delta del SARS-CoV-2 en un hospital israelí, donde el 96 % (238 de 248) de los pacientes y del personal médico habían recibido la vacuna ARNm de Pfizer
  • De las 238 personas completamente vacunadas, 39 (16 %) estaban infectadas, al igual que 3 de las 10 personas sin vacunar que se expusieron
  • Mientras todo el personal enfermo se recuperaba, 5 pacientes infectados murieron y 9 se convirtieron en casos graves o críticos. Todas las muertes y los casos graves o críticos involucraron a personas completamente vacunadas. Dos pacientes sin vacunar que se infectaron solo desarrollaron una enfermedad leve
  • Este brote nos demuestra que las vacunas antiCOVID no pueden crear inmunidad colectiva. También sugiere que las personas vacunadas podrían ser más propensas a sufrir infecciones graves y letales que las personas sin vacunar
  • De 41 552 pacientes hospitalizados en los Estados Unidos, el 73 % de los pacientes sin vacunar, el 71 % de los parcialmente vacunados y el 72 % de los completamente vacunados recibieron un diagnóstico de enfermedad similar al COVID (CLI, por sus siglas en inglés) entre el 1 de enero de 2021 y el 22 de junio de 2021

Llevamos 10 meses aplicando la vacuna antiCOVID, pero ¿qué podemos decir sobre su efectividad? ¿De verdad funciona? De acuerdo con los datos de Israel (que son los mejores datos en el mundo, gracias a la dedicación de los israelíes por recopilar datos y ser transparentes), parece que las noticias no son nada buenas.

En un artículo del 3 de octubre de 2021,1 Alex Berenson analiza un informe reciente de Eurosurveillance2 sobre un brote de la variante Delta del SARS-CoV-2 en una sala de diálisis israelí. Eurosurveillance es una revista publicada por los Centros Europeos para el Control de Enfermedades.

Un brote hospitalario demuestra la ineficacia de las vacunas antiCOVID

Un paciente de diálisis sin identificar acudió para recibir tratamiento debido a que tenía fiebre y tos. Después de varios días, su condición empeoró, pero permaneció en la unidad de diálisis del Centro Médico Meir.

Las medidas de COVID en el hospital incluyen el uso rutinario del equipo de protección completo por parte de todo el personal de la unidad de COVID, incluyendo el cubrebocas N-95, careta, bata, guantes y cubierta para el cabello. Los pacientes también utilizan cubrebocas quirúrgicos cuando comparten habitación con otro paciente.

Cuando examinaron y diagnosticaron al paciente enfermo con COVID-19, tenía un umbral de ciclo de PCR (CT) de 13.6, lo que significa que tenía una carga viral casi 1 millón de veces más alta que una persona con una infección leve.

Este mensaje desafía la suposición de que las altas tasas de vacunación causarán una inmunidad colectiva y que evitarán los brotes de COVID-19. En el brote que se describe aquí, el 96.2 % de la población expuesta se vacunó. ~ Eurosurveillance 3 de octubre de 2021

La infección se propagó muy rápido entre los pacientes y el personal, desde la sala de diálisis hasta la sala de COVID-19 y otras unidades. En el momento del brote, el 96% (238 de 248) de los pacientes y del personal médico habían recibido la vacuna de ARNm de Pfizer. De las 238 personas completamente vacunadas, 39 (16 %) estaban infectadas, al igual que 3 de las 10 personas sin vacunar que se expusieron.

La tasa de vacunación es muy elevada para no existe la inmunidad colectiva

Mientras todo el personal enfermo se recuperaba, cinco pacientes infectados murieron y nueve se convirtieron en casos graves o críticos. Todos las muertes y los casos graves o críticos involucraron a personas completamente vacunadas. Dos pacientes sin vacunar que estaban infectados solo desarrollaron una enfermedad leve. Como señalaron los autores:3

“La tasa de ataque que se calculó entre todos los pacientes y el personal expuesto fue del 10.6 % (16/151) para el personal y del 23.7 % (23/97) para los pacientes, en una población con una tasa de vacunación del 96.2 % (238 vacunados/248 personas expuestas).

Además, probablemente ocurrieron varias transmisiones entre dos personas que utilizaban cubrebocas quirúrgicos y, en un caso, que usaban EPP completo, incluyendo el cubrebocas N-95, careta, bata y los guantes.

Este brote nosocomial es un ejemplo de la alta transmisibilidad de la variante delta del SARS-CoV-2 entre las personas que ya recibieron las dos dosis de la vacuna y que utilizan cubrebocas. Esto sugiere cierta disminución de la inmunidad, aunque todavía brinda protección a las personas sin comorbilidades.

Este mensaje desafía la suposición de que las altas tasas de vacunación causarán la inmunidad colectiva y que evitarán los brotes de COVID-19.

En el brote que se describe aquí, se vacunó al 96.2 % de la población expuesta. La infección avanzó muy rápido (muchos casos se volvieron sintomáticos dentro de los 2 días posteriores a la exposición) y la carga viral fue alta.

Otra opinión aceptada es que cuando existe un posible desajuste entre la variante del SARS-CoV-2 y la vacuna, o un nivel bajo de inmunidad, la combinación de vacuna y cubrebocas debería proporcionar la protección necesaria.

Aunque pudo haber ocurrido alguna transmisión entre los miembros del personal que no utilizaron cubrebocas, todas las transmisiones entre los pacientes y el personal ocurrieron en las personas que utilizaban cubrebocas y que estaban vacunadas, de la misma manera que el brote en Finlandia”.

Este caso nos dice varias cosas importantes. Primero, que incluso en una población donde más del 96 % de las personas están completamente vacunadas, se producirán brotes. Esto significa que las vacunas no crean ningún tipo de inmunidad colectiva. De hecho, existen brotes en poblaciones donde la tasa de vacunación era del 100 %.4

En segundo lugar, las personas sin vacunar que se enfermaron solo tenían una enfermedad leve, mientras que las personas completamente vacunadas terminaron con una infección grave. Las personas sin vacunar se recuperaron sin problemas, mientras que varios de los pacientes completamente vacunados murieron.

En tercer lugar, podemos ver que los cubrebocas, caretas y los guantes brindan una falsa sensación de seguridad. En conjunto, este informe es una prueba de que todo lo que hacemos es una tontería.

Enfermedad similar al COVID entre las personas vacunadas

En los Estados Unidos, los datos están mucho más manipulados, tal como lo revela la siguiente sección. El estudio5 en cuestión, titulado: “Effectiveness of COVID-19 Vaccines in Ambulatory and Inpatient Care Settings”, se publicó el 8 de septiembre de 2021 en The New England Journal of Medicine.

Los investigadores identificaron un total de 103 199 hospitalizaciones entre el 1 de enero de 2021 y el 22 de junio de 2021. De ellas, 41 552 cumplieron con los criterios del estudio (la cantidad real son 41 159, ya que hay un error matemático6). Los pacientes incluidos tenían 50 años o más y tenían una “enfermedad similar al COVID” (CLI, por sus siglas en inglés), definida como síntomas de COVID y una prueba de PCR positiva.

Las hospitalizaciones excluidas que no cumplieron con los criterios del estudio fueron pacientes menores de 50 años, sin registro de vacunación, con recaídas, que no obtuvieron resultados de la prueba COVID y los que habían recibido la segunda dosis de la vacuna de ARNm (o la primera y única dosis de la vacuna Janssen) en los últimos 14 días y, por lo tanto, no se consideraron completamente vacunados.

La exclusión de las personas que recibieron la vacuna dentro de los 14 días de su hospitalización es más que lamentable y está diseñada para crear información errónea, al igual que resultados sesgados a favor de la vacuna. Los investigadores determinaron que durante los primeros 14 días tiene un mayor riesgo de infección, ya que aún no ha alcanzado los niveles adecuados de anticuerpos.

Un estudio sueco7 publicado el 21 de abril de 2021, descubrió que “la efectividad estimada de la vacuna para prevenir la infección ≥7 días después de la segunda dosis fue del 86 %, pero solo del 42 % ≥14 días después de una dosis única”. Aunque la efectividad máxima no se alcanza hasta los 14 días, ¿por qué no cuentan las hospitalizaciones que ocurren dentro de esas dos semanas?

De acuerdo con el informe de The New England Journal of Medicine, la efectividad de las vacunas de ARNm contra la infección por SARS-CoV-2 confirmada en laboratorio, 14 o más días después de la vacuna, fue de aproximadamente el 89 %. La efectividad entre las personas mayores de 85 años, las que padecen enfermedades crónicas, así como los adultos de raza negra e hispanos, varió entre el 81 % y el 95 %.

La efectividad de la “vacuna” de Janssen contra la infección confirmada por laboratorio que provocó la hospitalización fue del 68 % y del 73 % contra la infección que requirió atención de emergencia. Eso suena muy bien, pero no cuenta toda la historia.

Información adicional

En un hilo de Twitter,8 Ben M. verificó dos veces y recalculó la efectividad de la vacuna, al tener en cuenta todas las admisiones de CLI y no solo en las que el paciente se había vacunado al menos 14 días antes. Al agregar a los pacientes previamente excluidos, Ben M. presentó una tasa de efectividad de la vacuna del 13 %.

También descubrió que si observa cuántas personas en realidad tenían un código de diagnóstico clínico de CLI entre los 41 552 pacientes incluidos, la tasa de diagnóstico entre las personas sin vacunar, las parcialmente vacunadas y las completamente vacunadas era casi idéntica: 73% para las personas sin vacunar, 71 % para las parcialmente vacunadas y 72% para las completamente vacunadas.

Aquí es donde se pone interesante. Cuando observa la tasa de CLI y agrega la tasa de pruebas PCR positivas, las diferencias entre los grupos se vuelven más evidentes. Solo el 2 % de las personas completamente vacunadas tuvo una prueba de PCR positiva, en comparación con el 6 % de las parcialmente vacunadas y el 18% de las personas sin vacunar.

enfermedad similar al covid

Ben M. observa que los pacientes vacunados se evalúan de forma menos rutinaria (una frecuencia 12.5 % menor para ser exactos), o que los pacientes sin vacunar se evalúan de manera más rutinaria (una frecuencia 11 % mayor que los vacunados). Pero podría haber otra explicación. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos en realidad tienen dos conjuntos diferentes de criterios de prueba, según el estado de vacunación del paciente.

Las personas completamente vacunadas, que se sospecha que contrajeron COVID-19, se deben evaluar con un CT de 28 o menos, mientras que los pacientes sin vacunar se deben sevaluar con un CT de 40.

Se ha demostrado que cualquier valor de CT superior a 35 produce un 97 % de falsos positivos,9 por lo que esta guía de prueba sesgada garantiza que los pacientes vacunados tienen más probabilidades de dar negativo en la prueba, mientras que los pacientes sin vacunar tienen más probabilidades de obtener un falso positivo.

Las personas parcialmente vacunadas son las más sintomáticas de CLI

Es más, cuando Ben M. observó los síntomas, descubrió que las personas parcialmente vacunadas son las más sintomáticas de CLI (29.2 %), seguidas por las completamente vacunadas (28.1 %) y luego las personas sin vacunar (27.4 %).

Cuando volvió a calcular la efectividad de la vacuna, basándose solo en la CLI sintomática (es decir, con o sin una prueba positiva), volvió a dar negativo: -6 % en las personas parcialmente vacunadas y -3 % en las completamente vacunadas. Ben M. señaló lo siguiente: “Esto significa que a pesar de la vacuna antiCOVID-19, las personas se enferman y terminan hospitalizadas como antes (si, no es que más)”.

En resumen, lo que Ben M. descubrió es que:10

•La tasa de admisión, diagnóstico y de síntomas de CLI es casi idéntica entre las personas sin vacunar y las vacunadas, por lo que no hay indicios de que la vacuna antiCOVID minimice el CLI.

•Las exclusiones de muestras distorsionan los datos y hacen que las vacunas antiCOVID parezcan más efectivas.

•De las hospitalizaciones incluidas por CLI, el 53 % involucró a personas vacunadas parcial o completamente, en comparación con el 47 % sin vacunar.

Al 15 de junio de 2021, el 48.7 % de las personas en Estados Unidos estaban completamente “vacunadas”,11 por lo tanto, la distribución de personas sin vacunar y completamente vacunadas que ingresaron en el hospital debería haber sido cercana al 50/50 para el 22 de junio de 2021, que fue la fecha límite en este estudio.

La tasa de personas parcialmente vacunadas mostró una tendencia entre un 8 % y un 10 % más alta, lo que situaría la proporción de personas vacunadas frente a personas sin vacunar en alrededor de 60/40. Si asume que la cantidad de personas vacunadas mayores de 50 años fue la misma que de las personas sin vacunar, o solo un poco más alta, el hecho de que el 53 % de los casos de CLI estaban vacunados y el 47 % se trataba de personas sin vacunar, sugiere que la tasa de CLI es casi idéntica sin importar el estado de vacunación.

•Para descubrir por qué las personas vacunadas desarrollan CLI al mismo ritmo que las personas sin vacunar, necesitamos datos de hospitalización y muerte por todas las causas, al igual que el estado de vacunación, pero a pesar de que los CDC han reconocido que tienen estos datos, negaron la solicitud realizada por Ben M. para obtenerlos.

No existe correlación entre las tasas de vacunación y los casos de COVID

En noticias relacionadas, el portal Blaze Media reportó hace poco los hallazgos de los investigadores de Harvard, quienes descubrieron “que no había ninguna correlación entre las tasas de vacunación y los casos de COVID a nivel mundial”.12

Según los autores del artículo, titulado: “Increases in COVID-19 Are Unrelated to Levels of Vaccination Across 68 Countries and 2,947 Counties in the United States.”:13

“Se argumenta que la narrativa relacionada con el aumento de nuevos casos en los Estados Unidos está motivada por áreas con bajas tasas de vacunación. También se ha observado una narrativa similar en los países.

Utilizamos los datos de COVID-19 proporcionados por Our World in Data para el análisis entre países, actualizado al 3 de septiembre de 2021. Incluimos 68 países que cumplían con los siguientes criterios: tenían datos disponibles de vacunas de segunda dosis, datos de casos de COVID-19, datos de población y que la última actualización de datos sucedió dentro de los 3 días anteriores o el 3 de septiembre de 2021.

Para los 7 días anteriores al 3 de septiembre de 2021, calculamos los casos de COVID-19 por 1 millón de personas para cada país, así como el porcentaje de población que está completamente vacunada. El aumento porcentual de los casos de COVID-19 se calculó con base en la diferencia en casos de los últimos 7 días y los 7 días anteriores a ellos.

A nivel de país, no parece haber ninguna relación discernible entre el porcentaje de población completamente vacunada y los nuevos casos de COVID-19 en los últimos 7 días. De hecho, la línea de tendencia sugiere una relación positiva, de modo que los países con un mayor porcentaje de población completamente vacunada tienen más casos de COVID-19 por 1 millón de personas.

En particular, Israel, con más del 60 % de su población completamente vacunada, tuvo los casos más altos de COVID-19 por 1 millón de personas en los últimos 7 días. La falta de una relación entre el porcentaje de población completamente vacunada y los nuevos casos de COVID-19 se ejemplifica aún más, por ejemplo, en la comparación de Islandia y Portugal.

Ambos países tienen más del 75 % de su población completamente vacunada y tienen más casos de COVID-19 por 1 millón de personas, comparados con países como Vietnam y Sudáfrica, que tienen alrededor del 10 % de su población completamente vacunada.

También en los condados de Estados Unidos, el promedio de casos nuevos de COVID-19 por cada 100 000 personas en los últimos 7 días, es muy similar en las categorías de porcentaje de la población completamente vacunada. Tampoco parece haber señales de que los casos de COVID-19 disminuyan con porcentajes más altos de la población completamente vacunada.

La dependencia exclusiva de la vacuna se debe reexaminar como estrategia principal para reducir el COVID-19 y sus consecuencias adversas. Es posible que sea necesario implementar otras intervenciones farmacológicas y no farmacológicas junto con las altas tasas de vacunación.

Tal corrección de curso, en especial en lo que respecta a la narrativa política, se vuelve primordial con la evidencia científica emergente sobre la efectividad de las vacunas en el mundo real.

Por ejemplo, en un informe publicado por el Ministerio de Salud de Israel, se reportó que la efectividad de 2 dosis de la vacuna BNT162b2 (Pfizer-BioNTech) para prevenir la infección por COVID-19 era del 39 %, una cantidad menor comparada con la del ensayo de 96 %.

También surge la posibilidad de que la inmunidad derivada de la vacuna Pfizer-BioNTech no sea tan fuerte como la inmunidad adquirida cuando se recupera del virus del COVID-19. También se ha reportado que disminuye el nivel de la inmunidad de las vacunas de ARNm 6 meses después de la inmunización.

Aunque las vacunas protegen a las personas de la hospitalización grave y la muerte, los CDC reportaron un aumento del 0.01 al 9 % y del 0 al 15.1 % (entre enero y mayo de 2021) en las tasas de hospitalizaciones y muertes, respectivamente, entre las personas completamente vacunadas”.

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“Inconcebible”: Pfizer y Moderna se llevarán 93.000 millones de dólares en ventas de vacunas COVID en 2022

Por The Defender, 19 de octubre de 2021.

Un informe del grupo de análisis de datos sanitarios, Airfinity, proyecta ventas y beneficios “sin precedentes” para Pfizer y Moderna en 2022. Según la “People’s Vaccine Alliance”, las empresas están fijando los precios de sus vacunas hasta 41.000 millones de dólares por encima del coste estimado de producción.

Se prevé que los fabricantes de vacunas Pfizer y Moderna generen unas ventas combinadas de 93.200 millones de dólares en 2022, casi el doble de lo que se espera que recauden este año, según Airfinity, un grupo de análisis de datos sanitarios.

Airfinity cifra en 124.000 millones de dólares las ventas totales del mercado de vacunas COVID en 2022, según “The Financial Times”.

Se prevé que las ventas de vacunas de Pfizer alcancen los 54.500 millones de dólares en 2022, y las de Moderna los 38.700 millones. Las estimaciones hacen saltar por los aires las cifras anteriores: 23.600 millones de dólares para Pfizer y 20.000 millones para Moderna.

“Las cifras no tienen precedentes”, dijo Rasmus Beck Hansen, director general de Airfinity, a “The Financial Times”.

Las ventas de las inyecciones de ARNm seguirán aumentando en 2022 debido a las dosis de refuerzo y a los países que hacen acopio de existencias para protegerse de las variantes, según Airfinity.

Pfizer generará el 64% de sus ventas, y Moderna el 75% de las mismas, a partir de los países de renta alta en 2022, prevén los analistas.

En abril, Pfizer predijo que las ventas de la vacuna COVID en 2021 ascenderían a 26.000 millones de dólares. Tras conocerse los resultados del segundo trimestre, Pfizer elevó la cifra a 33.500 millones de dólares. El analista de Bernstein, Ronny Gal, dijo que la empresa podría sumar 10.000 millones de dólares más en ventas de vacunas en 2021.

Gal escribió:

“Las cifras van a ser mucho más altas. La previsión de 33.500 millones de dólares refleja los contratos firmados hasta hoy, que reflejan el compromiso total de vender 2,1 millones de dosis (a un precio medio de 15,95 dólares). Pfizer señala que espera fabricar 3 millones de dosis. Es de suponer que gran parte de ellas se venderán también, aunque a un precio medio inferior, ya que el consumo se desplaza a los mercados emergentes. Esto supone probablemente otros 10.000 millones de dólares”.

“El segundo trimestre fue notable en varios aspectos”, dijo Albert Bourla, director general de Pfizer. “Lo más visible es que la velocidad y la eficacia de nuestros esfuerzos con BioNTech para ayudar a vacunar al mundo contra el COVID-19 no han tenido precedentes, ya que se han suministrado más de mil millones de dosis de BNT162b2 en todo el mundo.”

En una conferencia telefónica, Bourla dijo que aunque “es muy pronto para hablar” de las expectativas de ventas de la compañía para el próximo año, situó la capacidad de producción de Pfizer para 2022 en 4.000 millones de dosis.ORDER TODAY: Robert F. Kennedy, Jr.’s New Book — ‘The Real Anthony Fauci’

Moderna, Pfizer y BioNTech obtienen beneficios “astronómicos y desmesurados

Según “ActionAid International” -una federación mundial que trabaja por un mundo libre de pobreza e injusticia-, Moderna, Pfizer y BioNTech están obteniendo “beneficios astronómicos y desmesurados” debido a sus monopolios de las vacunas de ARNm COVID.

Moderna y BioNTech declaran unos márgenes de beneficio del 69%, y Moderna y Pfizer pagan pocos impuestos, según informó el 15 de septiembre “People’s Vaccine Alliance”.

Gracias a los monopolios de patentes de las vacunas COVID – cuyo desarrollo contó con 100.000 millones de dólares de financiación pública obtenida de los contribuyentes de Estados Unidos, Alemania y otros países- las tres empresas obtuvieron más de 26.000 millones de dólares de ingresos en la primera mitad del año, al menos dos tercios de ellos como beneficio puro para Moderna y BioNTech.

La Alianza también estimó que las tres empresas están cobrando en exceso, fijando el precio de sus vacunas hasta en 41.000 millones de dólares por encima del coste estimado de producción.

“El modelo de negocio de las grandes farmacéuticas -recibir miles de millones en inversiones públicas, cobrar precios exorbitantes por medicamentos que salvan vidas, pagar pocos impuestos- es oro en paño para los ricos inversores y los ejecutivos de las empresas, pero es devastador para la salud pública mundial”, afirmó Robbie Silverman, responsable de participación del sector privado en Oxfam.

Silverman dijo que las compañías farmacéuticas están priorizando sus propios beneficios al imponer sus monopolios y vender sus vacunas al mejor postor. “Ya es suficiente: debemos empezar a anteponer las personas a los beneficios”, dijo Silverman.

Según un análisis de “People’s Vaccine Alliance”, basado en el trabajo de los científicos del MRNA en el Imperial college, Moderna y Pfizer-BioNTech han cobrado hasta 24 veces el coste potencial de producción de sus vacunas.

El análisis de las técnicas de producción de Pfizer-BioNTech y Moderna, que se desarrollaron sólo gracias a 8.300 millones de dólares de financiación pública, sugiere que estas mismas vacunas podrían fabricarse por tan sólo 1,20 dólares la dosis.

A pesar de beneficiarse de una inversión pública multimillonaria en el desarrollo de sus vacunas, los gigantes farmacéuticos no han pagado su parte justa de impuestos, informó “ActionAid International”.

En el primer semestre de 2021, Moderna pagó un tipo impositivo del 7% en Estados Unidos y Pfizer pagó un tipo impositivo del 15%, muy por debajo del tipo legal del 21%.

BioNTech, la empresa alemana que produjo la receta de la vacuna de Pfizer, pagó un tipo impositivo significativamente más alto, del 31%, en Alemania, mientras cosechaba un margen de beneficios del 77%.

Moderna prevé unas ventas totales de vacunas de 20.000 millones de dólares en 2021. En lo que va de año, Moderna sólo ha pagado 322 millones de dólares en impuestos, a pesar de haber obtenido miles de millones de beneficios.

La vacuna de Pfizer representa ahora más de un tercio de los ingresos totales de la empresa. Pfizer vendió más de 11.000 millones de dólares en vacunas en el primer semestre de este año, y ahora proyecta 33.500 millones de dólares en ventas totales de vacunas para 2021, lo que convierte a la vacuna en uno de los productos farmacéuticos más vendidos este año y potencialmente en la historia de la industria farmacéutica.

Pfizer ha declarado que los márgenes de beneficio de sus vacunas son inferiores al 30%, pero como la empresa no revela sus gastos, no fue posible verificar de forma independiente sus márgenes de beneficio, informó “ActionAid International”.Double your impact! When you make a donation to Children’s Health Defense, your donation will be matched — up to $1 million! Donate Now!

J&J obtuvo 502 millones de dólares en ventas de vacunas en el tercer trimestre en medio de la aprobación de refuerzos

Johnson & Johnson (J&J) dijo que obtuvo 502 millones de dólares en ventas de su vacuna COVID en el tercer trimestre, según un informe de resultados publicado el martes.

El negocio farmacéutico de J&J, que desarrolló la vacuna COVID de una sola dosis, generó unos ingresos de 12.900 millones de dólares, lo que supone un aumento del 13,8% interanual, informó la CNBC.

Las ventas de la vacuna de J&J fueron más ligeras de lo esperadola, la analista de “Edward Jones”, Ashtyn Evans, dijo en un informe a los clientes. Sin embargo, la empresa de “Dow Jones” sigue esperando que este año se vendan 2.500 millones de dólares en vacunas COVID.

La compañía también dijo que ha mantenido sus perspectivas de ventas de vacunas para el año, y que planea enviar todo lo que pueda durante el resto del año, dijo el director financiero Joseph Wolk en “Squawk Box“.

El informe de J&J fue criticado por la forma en que la empresa manejó la crisis de los opioides y el desarrollo de una vacuna COVID comparativamente menos efectiva bajo el presidente ejecutivo saliente, Alex Gorsky.

El 15 de octubre, el Comité Consultivo de Vacunas y Productos Biológicos Relacionados (“Vaccines and Related Biological Products Advisory Committee”, VRBPAC por sus siglas en inglés) de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (“Food and Drug Administration”, FDA por sus siglas en inglés) recomendó por unanimidad administrar una segunda dosis de refuerzo a todos los receptores de la vacuna COVID de J&J mayores de 18 años.

El panel de la FDA no impuso ninguna restricción sobre quién debe recibir una dosis adicional de J&J, a diferencia de lo que hizo con las vacunas de ARNm, cuyo uso está autorizado sólo para ciertos grupos de alto riesgo. El VRBPAC dijo que la segunda vacuna no debería administrarse antes de dos meses después de la primera.

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Los estudios demuestran la superioridad de la inmunidad natural contra el COVID

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 19 de octubre de 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • Durante una audiencia del 30 de septiembre de 2021, en el Senado de los Estados Unidos, el senador Rand Paul denunció al secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, por ignorar la ciencia de la inmunidad natural
  • Un estudio israelí que incluyó a 700 000 personas, descubrió que las personas con infecciones previas al SARS-CoV-2 tenían una probabilidad 27 veces menor de desarrollar una infección sintomática por segunda vez, en comparación con las personas que recibieron la vacuna
  • Un informe de Public Health England del 11 de junio de 2021, demostró que un paciente hospitalario tiene una probabilidad seis veces mayor de morir de la variante del COVID si está completamente vacunado, comparado con aquellos que no se han aplicado ninguna vacuna antiCOVID
  • Además de contar con la mejor protección, las personas con inmunidad natural también enfrentan riesgos más altos cuando se aplican la vacuna antiCOVID, ya que su inmunidad preexistente los hace más propensos a los efectos secundarios

Durante una audiencia del 30 de septiembre de 2021, en el Senado de los Estados Unidos, el senador Rand Paul se enfrentó con el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra. Paul denunció a Becerra por ignorar la ciencia de la inmunidad natural.

Becerra, que no es médico ni científico (Paul indicó que Becerra ni siquiera tiene una licenciatura en ciencias) recorre el país y les dice a las personas que son “terraplanistas” por creer que no necesitan la vacuna si ya tuvieron COVID, dijo Paul.

“Nos parece muy insultante. Va en contra de la ciencia”, dijo Paul. Becerra hace esto a pesar de un estudio israelí1,2,3 de 2.5 millones de personas que descubrió que el grupo vacunado tenía una probabilidad siete veces mayor de infectarse con COVID, comparado con las personas que poseen inmunidad natural debido a una infección anterior.

Cuando Becerra dijo que no estaba familiarizado con ese estudio, Paul lo reprendió por su ignorancia y dijo que tomaba decisiones por 100 millones de personas en Estados Unidos que ya tuvieron COVID cuando él ni siquiera sabía que sucedía con la ciencia.

“Tú solo estás en un puesto muy alto y has tomado estas decisiones, eres un abogado sin formación científica ni título médico. Es una arrogancia unida a un autoritarismo indecoroso y que va en contra de las personas en Estados Unidos”, dijo Paul. “Señor, usted es el que ignora la ciencia”.

Otro estudio israelí4 que incluyó a 700 000 personas, publicado el 25 de agosto de 2021 en el servidor de preimpresión medRxiv, descubrió que las personas con infecciones previas por SARS-CoV-2 tenían una probabilidad 27 veces menor de desarrollar una infección sintomática por segunda vez, en comparación con las personas que recibieron la vacuna.

Un informe de Public Health England del 11 de junio de 2021,5 demostró que un paciente hospitalario tiene una probabilidad seis veces mayor de morir de la variante del COVID si está completamente vacunado, comparado con aquellos que no se han aplicado ninguna vacuna antiCOVID.

El 4 de octubre de 2021, la organización Project Veritas publicó un video6 en el que un científico de Pfizer afirma lo siguiente: “Cuando alguien es naturalmente inmune significa que tal vez tiene más anticuerpos contra el virus”, y de manera correcta explica que “cuando contraiga el virus real, comenzará a producir anticuerpos contra muchas partes del virus, por lo que es probable que sus anticuerpos sean mejores que con la vacuna [antiCOVID]”.

De igual manera, otro científico de Pfizer, Chris Croce, dice que “está protegido por más tiempo” si tiene anticuerpos naturales del COVID, lo cual no sucede con los anticuerpos generados por la vacuna antiCOVID. Croce agrega que trabaja “para una corporación malvada” que “funciona con dinero del COVID”.

La inmunidad natural parece fuerte y duradera

Como señaló Paul, existen muchos estudios que demuestran que la inmunidad natural de una infección previa es sólida y duradera, algo que no se puede decir de las vacunas antiCOVID. La inmunidad natural suele durar toda la vida, y los estudios demostraron que la inmunidad natural contra el SARS-CoV-2 es, como mínimo, más duradera que la inmunidad inducida por las vacunas.

Aquí hay una muestra de las publicaciones académicas que han investigado la inmunidad natural en lo que respecta a la infección por SARS-CoV-2:7

Science Immunology descubrió en octubre del 20208 que “los anticuerpos dirigidos a RBD son excelentes marcadores de infecciones anteriores y recientes, que las mediciones diferenciales de isotipos pueden ayudar a distinguir entre infecciones recientes y más antiguas, y que las respuestas de IgG persisten durante los primeros meses después de la infección y están correlacionadas con los anticuerpos neutralizantes”.
La revista The BMJ, en enero de 2021,9 concluyó que “de los 11 000 trabajadores de la salud que demostraron evidencia de infección durante la primera ola de la pandemia en el Reino Unido, entre marzo y abril de 2020, ninguno tuvo reinfección sintomática en la segunda ola del virus entre octubre y noviembre de 2020″.
La revista Science en febrero de 2021,10 reportó que “se genera una memoria inmune sustancial después del COVID-19, que involucra a los cuatro tipos principales de memoria inmune [anticuerpos, células B de memoria, células T CD8 + de memoria y células T CD4 + de memoria]. Alrededor del 95 % de las personas retuvieron la memoria inmunitaria ~ 6 meses después de la infección.Los títulos de anticuerpos circulantes no fueron predictivos de la memoria de las células T. Por lo tanto, las pruebas serológicas simples para los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 no reflejan la intensidad y durabilidad de la memoria inmunológica contra el SARS-CoV-2. Un estudio de 2800 personas no encontró reinfecciones sintomáticas durante un período de ~ 118 días, mientras que un estudio de 1246 personas no observó reinfecciones sintomáticas durante 6 meses”.
Un estudio de febrero de 2021, publicado en el servidor de prepublicación medRxiv,11 concluyó que “la infección natural parece provocar una fuerte protección contra la reinfección con una eficacia del ~ 95 % durante al menos siete meses”.
Un estudio realizado en abril de 2021 y publicado en medRxiv,12 reportó que “el nivel estimado de protección contra una infección previa por SARS-CoV-2 para la infección documentada es del 94.8 %; hospitalización 94.1 %; y enfermedad grave 96.4 %. Nuestros resultados cuestionan la necesidad de vacunar a las personas previamente infectadas”.
Otro estudio realizado en abril de 2021, publicado en el servidor de preimpresión BioRxiv,13 concluyó que “después de un caso típico de COVID-19 leve, las células T CD8 + específicas del SARS-CoV-2 no solo persisten sino que se diferencian de manera coordinada hasta la convalecencia, en un estado característico de memoria de larga duración y autorrenovación”.
Un informe realizado en mayo de 2020 en la revista Immunity,14 confirmó que se detectan anticuerpos neutralizantes específicos del SARS-CoV-2 en personas que se recuperaron de COVID-19, así como respuestas inmunitarias celulares. Aquí, encontraron que los títulos de anticuerpos neutralizantes se correlacionan con el número de células T específicas del virus.
Un artículo de la revista Nature realizado en mayo de 2021,15 descubrió que la infección por SARS-CoV-2 induce células plasmáticas de la médula ósea de larga vida, que son una fuente muy importante de anticuerpos protectores. Incluso después de una infección leve, los anticuerpos de la proteína Spike anti-SARS-CoV-2 se detectaron después de los 11 meses posteriores a la infección.
Un estudio realizado en mayo de 2021 en la revista E Clinical Medicine,16 descubrió que “la detección de anticuerpos es posible durante casi un año después de la infección natural por COVID-19”. De acuerdo con los autores: “Con base en la evidencia actual, planteamos la hipótesis de que los anticuerpos contra las proteínas S y N, después de la infección natural, podrían persistir durante más tiempo de lo que se pensaba antes, lo que proporciona evidencia de sostenibilidad que podría influir en la planificación pospandémica”.
Datos de Cure-Hub17 confirman que aunque las vacunas antiCOVID pueden generar niveles de anticuerpos más altos que la infección natural, esto no significa que la inmunidad inducida por la vacuna sea más protectora. Es importante destacar que la inmunidad natural confiere una protección mucho más amplia, ya que su cuerpo reconoce las cinco proteínas del virus y no solo una. Con la vacuna antiCOVID, su cuerpo solo reconoce una de estas proteínas, que es la proteína Spike.
Un artículo de Nature de junio de 2021,18 señala que “Wang et at. demuestran que entre 6 y 12 meses después de la infección, la concentración de anticuerpos neutralizantes no cambia. El análisis confirma que las células B de memoria específica del SARS-CoV-2, en la sangre de las personas convalecientes a lo largo del año, sugiere que la reacción inmunológica aguda se extiende incluso más allá de los seis meses.Estas células B de memoria mejoran la reactividad de sus anticuerpos específicos del SARS-CoV-2, a través de un proceso conocido como hipermutación somática. La buena noticia es que la evidencia hasta ahora predice que la infección con SARS-CoV-2 induce la inmunidad a largo plazo en la mayoría de las personas”.
Otro artículo de Nature concluyó19 que “en ausencia de reactividad de anticuerpos de vacunación [al dominio de unión al receptor (RBD, por sus siglas en inglés) del SARS-CoV-2], la actividad neutralizante y el número de células B de memoria específicas de RBD permanecen estables de 6 a 12 meses.” De acuerdo con los autores, los datos sugieren que “la inmunidad en las personas que ya se recuperaron será muy duradera”.
Un artículo de septiembre de 2021,20 publicado en el European Journal of Immunology, evaluó la persistencia de anticuerpos séricos después de la infección por SARS-CoV-2 de tipo salvaje a los 8 y 13 meses después del diagnóstico en 367 pacientes. A los 13 meses, los anticuerpos neutralizantes contra el virus de tipo salvaje persistieron en el 89 % de los casos, mientras que la inmunoglobulina G (S-IgG) de la proteína Spike del SARS-CoV-2 persistió en el 97 % de los casos.

¿Qué hace que la inmunidad natural sea mejor?

La razón por la que la inmunidad natural es mejor que la inmunidad inducida por las vacunas, es porque los virus contienen cinco proteínas diferentes. La vacuna antiCOVID induce anticuerpos contra solo una de esas proteínas, la proteína Spike, y ninguna inmunidad de células T. Cuando está infectado con el virus completo, desarrolla anticuerpos contra todas las partes del virus, además de las células T de memoria.

Las vacunas antiCOVID en realidad promueven la producción de variantes para las que prácticamente no brindan protección alguna, mientras que las personas con inmunidad natural no causan variantes y están protegidas casi de forma universal contra ellas.

Esto también significa que la inmunidad natural ofrece una mejor protección contra las variantes, ya que reconoce varias partes del virus. Si hay alteraciones significativas en la proteína Spike, como con la variante Delta, se puede eludir la inmunidad inducida por la vacuna. No sucede lo mismo con la inmunidad natural, ya que aún se reconocen y atacan a las otras proteínas.

No solo eso, las vacunas antiCOVID promueven la producción de variantes para las que prácticamente no brindan protección alguna, mientras que las personas con inmunidad natural no causan variantes y están protegidas casi de forma universal contra ellas.

Las personas con inmunidad natural tienen un mayor riesgo de desarrollar efectos secundarios

Además de contar con la mejor protección, las personas con inmunidad natural también enfrentan riesgos más altos cuando se les aplican la vacuna antiCOVID, ya que su inmunidad preexistente los hace más propensos a los efectos secundarios.

Una encuesta internacional,21 publicada a mediados de marzo de 2021, encuestó a 2002 personas que recibieron la primera dosis de la vacuna antiCOVID-19, y descubrió que las personas que habían tenido COVID-19 experimentaron una “incidencia y severidad mayor” de efectos secundarios, en comparación con las que no tenían inmunidad natural.

Las vacunas antiCOVID-19 de ARNm se relacionaron con una mayor incidencia de efectos secundarios en comparación con las vacunas antiCOVID-19 basadas en vectores virales, pero tendieron a ser reacciones locales más leves. Las reacciones sistémicas, como anafilaxia, enfermedad similar a la gripe y dificultad para respirar, fueron más probables con las vacunas del vector viral del COVID-19.

Con base en estos hallazgos, los investigadores pidieron a los funcionarios de salud que reevaluaran sus recomendaciones de vacunas para las personas que ya tuvieron COVID-19:22

“Las personas con exposición previa al COVID-19 se excluyeron de los ensayos de vacunas y, como resultado, la seguridad y reactogenicidad de las vacunas en este grupo no se han evaluado por completo. Por primera vez, este estudio demuestra una relación entre una infección previa por COVID19 y una incidencia y gravedad significativamente más elevada de efectos secundarios autoinformados después de la vacuna antiCOVID-19.

De manera consistente, en comparación con la primera dosis de la vacuna, encontramos una mayor incidencia y gravedad de los efectos secundarios autoinformados después de la segunda dosis, cuando los receptores estuvieron expuestos al antígeno viral.

En vista de la rápida acumulación de datos que demuestran que los sobrevivientes de COVID-19 tienen una inmunidad natural durante al menos 6 meses, podría ser apropiado reevaluar la recomendación de vacunar a este grupo”.

La inmunidad natural se ha convertido en un problema político

Al parecer, algunos se niegan a reconocer la realidad de la inmunidad natural porque parece relacionarse por completo con algún tipo de plan geopolítico. En realidad, no hay razones médicamente válidas para afirmar que la inmunidad inducida por las vacunas es el único camino a seguir. Esa narrativa se basa solo en consideraciones financieras. Como señaló Ryan McMaken en un artículo reciente de Mises Wire:23

“Desde el 2020, los tecnócratas de la salud pública y sus aliados entre los funcionarios electos, se han aferrado a la posición de que todas las personas que puedan recibir la vacuna anticovid deberían hacerlo.

Tanto el sitio web de la Clínica Mayo como el sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, por ejemplo, insisten en que “la investigación aún no ha demostrado” que las personas que se han recuperado del COVID tengan algún tipo de protección confiable.

Esta narrativa se refleja en el hecho de que los mandatos de las vacunas son una política única para todas las personas, y que insisten en que todos los adultos, independientemente de si ya tuvieron la enfermedad o no, reciban una vacuna antiCOVID.

El régimen se ha adherido a una política de vacunar a todas las personas, sin importar nada más, y un cambio repentino sería políticamente problemático. Así que no es de extrañar que haya tan poco interés en el tema.

De hecho, en una entrevista del 10 de septiembre, el tecnócrata sénior del COVID, Anthony Fauci, afirmó que el tema de la inmunidad natural ni siquiera se discutía en las agencias de salud del gobierno.

Pero algunos médicos no están tan obsesionados con impulsar los mandatos de las vacunas como Anthony Fauci, mientras que la evidencia a favor de la inmunidad natural cada vez es más innegable, hasta el punto que incluso las publicaciones principales comienzan a admitirlo.

En un artículo de opinión para el Washington Post,24 Marty Makary de la Facultad de Medicina Johns Hopkins, sostiene que la profesión médica dañó su credibilidad al pretender que la inmunidad natural es virtualmente irrelevante para la ecuación del COVID.

Además, la posición dogmática de ‘vacunarse’ constituye una falta de honestidad sobre los datos. El sesgo de la política a favor de las vacunas también ignora muchos otros hechos, como los riesgos relativos de las vacunas, en especial para los jóvenes”.

La vacuna antiCOVID podría dañar su corazón

De hecho, los datos israelíes demuestran que la miocarditis (inflamación del corazón) ocurre en una tasa de 1 en 3000 a 1 en 6000 entre los hombres de 16 a 24 años que reciben la vacuna Pfizer.25 Esta afección puede causar síntomas similares a los de un infarto, tales como dolor de pecho, dificultad para respirar, anomalías en la frecuencia cardíaca y fatiga.26

Cuando una persona desarrolla miocarditis, la capacidad de su corazón para bombear sangre es mucho menor y esto podría causar arritmias que le ocasionen la muerte. En casos muy graves, la miocarditis puede causar un daño permanente al músculo cardíaco y provocar insuficiencia cardíaca, infarto, accidente cerebrovascular y muerte súbita cardíaca.27

Otro estudio israelí,28 publicado en The New England Journal of Medicine y que analizó todos los grupos de edad y géneros, descubrió que la vacuna de ARNm de Pfizer se relaciona con un riesgo 3.24 veces mayor de miocarditis,29 lo cual genera una tasa de uno a cinco para eventos adicionales por cada 100 000 personas.30

De igual manera, se identificaron otros riesgos que aumentaron después de recibir la vacuna antiCOVID, los cuales incluyen: linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), apendicitis y herpes zóster.31

Aunque las autoridades sanitarias califican a la miocarditis como un riesgo aceptable e insignificante, ya que la mayoría de los casos son “leves” y “transitorios”, algunos médicos no están de acuerdo y señalan que no hay nada “leve” o “transitorio” en la miocarditis.

Entre ellos se encuentra el Dr. Charles Hoffe, un médico de familia de Lytton, Columbia Británica, quien advirtió a los funcionarios de salud sobre las ramificaciones de la miocarditis.32 Hoffe explicó que sus pacientes varones de corta edad “han sufrido un daño permanente en el corazón”:33

“No importa lo leve que sea, no podrán hacer lo que solían hacer porque el músculo cardíaco no se regenera. La perspectiva a largo plazo es muy desalentadora y, con cada dosis, el daño será aún mayor. El daño es acumulativo porque cada vez se dañan más capilares sanguíneos, de forma progresiva”.

El análisis de riesgo-beneficio es un compromiso personal

Si una persona tiene un riesgo muy bajo de desarrollar una enfermedad grave o de morir por COVID-19, como los niños, los que no tienen comorbilidades crónicas y casi cualquier persona menor de 60 años, entonces los riesgos relacionados con la vacuna podrían superar cualquier otro beneficio. Pero la única persona que puede tomar esa determinación es el paciente (o el padre en el caso de los niños). Como señaló McMaken:34

“En el mundo real, muchos medicamentos, incluyendo estas nuevas vacunas, conllevan riesgos que deben comparar con los posibles beneficios. Estas decisiones solo se pueden tomar a nivel individual, ya que los pacientes deben tomar sus propias decisiones sobre qué sustancias introducir en sus propios cuerpos.

En otras palabras, las políticas generales que proclaman que ‘todas las personas deben recibir este tratamiento médico de inmediato’ contradice la realidad de las incertidumbres y de los diferentes niveles de riesgo que afectan a las personas.

Los factores de la incertidumbre y del consentimiento informado alguna vez se consideraron un pilar de la ética médica y de cualquier ideología política que en realidad respete la autodeterminación y los derechos humanos básicos. Por desgracia, la filosofía de la “salud pública” parece no estar interesada en tales trivialidades.

En este punto, sería vergonzoso que el sistema admita lo que la investigación científica real ha demostrado: que la inmunidad natural es mejor que recibir la vacuna. Al régimen no le gusta sentirse avergonzado, ni tampoco a los innumerables médicos y enfermeras que por mucho tiempo han seguido la línea política del régimen. Así que espere más de lo mismo”.

Aunque podemos esperar que continúe la retórica irracional de nuestros supuestos líderes, nunca debemos resignarnos a su versión orwelliana de la realidad. Están equivocados y, por fin, la verdad se volverá tan obvia que su narrativa se derrumbará.

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Médico argentino habla sobre la eficacia de la ivermectina para el COVID

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 17 de octubre de 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • En Argentina tienen mucha experiencia con la ivermectina. La utilizaban mucho antes de la pandemia del COVID-19 para tratar el dengue, que es endémico en aquel país
  • Al comienzo de la pandemia, el Dr. Héctor Carvallo, un profesor de medicina jubilado en Argentina, diseñó dos ensayos para evaluar la eficacia de la ivermectina contra el SARS-CoV-2. Sus protocolos de tratamiento se utilizan en cinco provincias argentinas, en una de ellas, la tasa de mortalidad se redujo a un tercio en menos de un mes y en pleno brote
  • Como enfoque preventivo, la ivermectina se administra junto con la carragenina, que también tiene propiedades antivirales
  • Mientras que la ivermectina se combina con aspirina para los casos leves, con aspirina y corticosteroides para los casos moderados y con enoxaparina (un medicamento anticoagulante) para los casos graves
  • Estas combinaciones de medicamentos se seleccionaron con base en lo que se sabía sobre otros virus que causan efectos similares al SARS-CoV-2, como el efecto del rabdovirus en la neurología, el paramixovirus, que causa hiperinflamación en los pulmones y el virus del dengue, que desencadena una respuesta inmunológica excesiva

En esta entrevista, hablamos sobre el COVID-19 con el Dr. Héctor Carvallo, un médico argentino que creó un enfoque que se utiliza desde principios de 2020 para prevenir y tratar esta enfermedad en aquel país.

Carvallo se graduó de la escuela de medicina en 1981, el mismo año en que el SIDA se convirtió en una pandemia mundial. En los dos primeros años, el SIDA mató a 2 millones de personas. Desde 1981, ha cobrado la vida de unos 35 millones de personas. Ya llevaba un par de años jubilado, cuando en el 2020 la pandemia lo obligó a salir del retiro.

“El primer gran desafío al que me enfrenté fue el SIDA. He dedicado toda mi vida a ensañar y ayudar. Me gradué como profesor en 1996 y trabajé como profesor de la Facultad de Medicina de Buenos Aires, que es pública. Después, fui profesor de medicina interna en dos facultades de medicina de universidades privadas, hasta que me jubilé hace un par de años”.

La ivermectina es un poderoso antiviral

De manera curiosa, desde antes de la pandemia del COVID, Carvallo ya estaba familiarizado con la ivermectina, ya que los médicos argentinos la utilizan para tratar el dengue, que es una enfermedad endémica en aquel país. Así que cuando surgió la pandemia del SARS-CoV-2, decidieron analizar este medicamento para descubrir si podría ayudar a combatir el problema.

“Supimos que personas como la Dra. Kylie Wagstaff estaban realizando algunos estudios en la Universidad de Monash en Australia”, dijo Carvallo. “Nos dimos cuenta de que eso sería muy útil porque ya se tenía conocimiento sobre su efecto antiviral, por lo que decidimos replicar su trabajo, pero in vivo, incluso antes de que publicaran sus primeros hallazgos. Es decir, no en el laboratorio sino en seres humanos”.

A principios de abril de 2020, Carvallo y su equipo desarrollaron dos ensayos que enviaron a la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, uno fue para preexposición1 (prevención) y el otro para tratamiento. En ambos casos, la ivermectina se utilizó como complemento de otros compuestos, ya que no se trata de una solución milagrosa.

Para fines preventivos, utilizaron ivermectina con carragenina, un emulsionante y espesante de alimentos que tiene un largo historial de uso tanto en alimentos como en medicamentos. Según Carvallo, la carragenina también tiene efectos antivirales, así que se utilizó una versión tópica, que se administró por la nariz y por las membranas mucosas de la boca.

Mientras que, en el ensayo de tratamiento, la ivermectina se combinó con aspirina para los casos leves, con aspirina y corticosteroides para los casos moderados y con enoxaparina (un medicamento anticoagulante) para los casos graves.

Estas combinaciones de medicamentos se seleccionaron con base en lo que se sabía sobre otros virus que causan efectos similares al SARS-CoV-2, como el efecto del rabdovirus en la neurología; el paramixovirus, que causa hiperinflamación en los pulmones y el virus del dengue, que desencadena una respuesta inmunológica excesiva.

El tratamiento temprano es crucial

Al igual que muchos otros médicos, Carvallo supo desde el principio que el tratamiento temprano sería crucial y que decirles a los pacientes que esperaran en casa hasta que ya no pudieran respirar sería una sentencia de muerte.

“Desde que eres estudiante de medicina sabes que cuanto antes se trate una enfermedad, más posibilidades de éxito tiene el tratamiento. Hay que actuar rápido. Esto es lógico. No se tiene que ser un genio para saberlo. Pero de manera inexplicable, en este caso, les dijeron a los médicos que no hicieran nada.

Decidieron mantener a los pacientes solos en sus hogares con Tylenol, que sabemos no sirve para nada, como su único tratamiento, y así hasta que ya no podían respirar bien. Hasta ese momento, los hospitalizaban. Bajo cualquier ley de cualquier país eso es abandono al paciente.

Es como si sale a la calle y ve que la casa del vecino se está incendiando, puede llamar al 911 o bien, puede jugar al héroe y entrar a la casa y tratar de salvarlos. Puede gritar para pedir ayuda. Lo único que no debe hace es quedarse parado sin hacer nada.

Creo que es muy importante hacer todo lo que está en nuestras manos para que un paciente se mantenga estable. Lo que no puedo aceptar como médico, porque va en contra de nuestro juramento, es quedarme con los brazos cruzados hasta que su condición empeore. Aunque eso es ilegal, lo hacen por una razón y esta razón se resume en una sola palabra: codicia”.

Se eligió la aspirina por sus efectos anticoagulantes. Otra opción que recomiendan los médicos estadounidenses es la NAC, un suplemento que no requiere receta médica y que previene los coágulos sanguíneos, o que también ayuda a deshacerlos cuando ya se formaron. La NAC también tiene otros beneficios que ayudan a combatir el COVID-19. En Argentina no se permite la venta de suplementos sin receta, por lo que este ensayo no utilizó suplementos alimenticios.

“Eso no significa que no son buenos”, dijo Carvallo. “Pero decidimos utilizar lo que teníamos a la mano. Creemos en la eficacia de la hidroxicloroquina. Creemos en la eficacia de la azitromicina. La vitamina D, zinc, doxiciclina. Creemos que todos estos compuestos pueden ser muy útiles, solo que no los hemos probado”.

Situación actual en Argentina

Hasta ahora, solo cinco de las 24 provincias argentinas han autorizado estos protocolos que se basan en la ivermectina para la prevención y el tratamiento temprano, y aunque le falta más apoyo, su situación es mejor que en los Estados Unidos, donde prohibieron su uso. En muchos hospitales estadounidenses, los médicos que se atreven a recetar este medicamento corren el riesgo de que los despidan.

Como resultado, esas cinco provincias tienen menos tasas de infección, hospitalización y muerte. De hecho, en una de esas provincias, la tasa de mortalidad se redujo a un tercio en menos de un mes y en pleno brote, cuando aún no había vacunas disponibles.

Argentina lanzó su campaña de vacunación en marzo de 2021, pero su tasa aún es baja. Carvallo estima que menos del 40 % de la población tiene su esquema de vacunación completo.

Cree que su aceptación ha sido lenta, en parte debido a problemas logísticos y en parte debido a la indecisión por miedo a los riesgos de seguridad. “Muchas personas prefieren recurrir a métodos alternativos antes que a las vacunas”, dijo. Todavía hay probabilidades de que en Argentina implementen la vacunación obligatoria.

“Pero hacer que un experimento sea obligatorio y utilizar a los medios de comunicación para convencer a la población, no es algo nuevo”. dijo Carvallo. “Sucedió durante la Segunda Guerra Mundial. Josef Mengele y Joseph Goebbels hicieron exactamente lo mismo.

Uno se aprovechó de las personas desesperadas e indefensas para hacer sus experimentos. Mientras que el otro se encargó de hacer la propaganda para convencer a las personas de que todo estaba bien. Lo mismo que estamos viviendo. No solo se han olvidado de la ciencia, sino también del sentido común”.

Carvallo se vio en la necesidad de ponerse la vacuna antiCOVID china porque requería del certificado de vacunación para viajar a Europa. Ahora, toma aspirina e ivermectina para contrarrestar los posibles efectos secundarios relacionados con los coágulos sanguíneos. “Aún tomo ivermectina, ya llevo más de un año tomándola”, dijo.

Dosis recomendada

En los Estados Unidos, la ivermectina ha sido objeto de burlas y ataques, incluso dijeron que se trataba de un medicamento veterinario. Pero se ha utilizado en humanos durante décadas y ganó el Premio Nobel de Medicina en 1995, en aquel entonces se referían a la ivermectina como un medicamento milagroso.

“Incluso los funcionarios de los CDC se atrevieron a decir: ‘Usted no es un caballo. Usted no es una vaca. ¿Por qué quiere tomar ivermectina?’ Yo les respondería, si consideran que la ivermectina solo es para uso veterinario, entonces no son ni caballos ni vacas, son asnos. Nosotros utilizamos ivermectina de forma semanal para el ensayo de preexposición, es decir como enfoque preventivo. La dosis es de 0.2 mg por kilo de peso corporal. (Para calcular libras en kilos, divida su peso en libras entre 2.2).

Ajustamos la dosis al peso del paciente. Una de las peores comorbilidades para alguien que contrae el virus es la obesidad. No se puede administrar la misma dosis a una persona delgada y a una persona con obesidad u obesidad mórbida. Entonces, la dosis debe personalizarse.

La utilizamos una vez a la semana. Ahora que llegó la variante Delta a Sudamérica, estamos considerando reducir este periodo a tres o cuatro días entre dosis. ¿Sabe por qué la utilizamos de forma semanal? Porque la ivermectina ejerce su protección durante unos 3.5 días. Los demás días está expuesto.

Puede contraer el virus, pero incluso antes de que el virus se replique lo suficiente como para pasar del período de incubación al período de invasión, volverá a tomar ivermectina. Por lo que no causará ningún problema. Ni siquiera se dará cuenta de que contrajo la enfermedad. Pero su sistema inmunológico detectó el virus, por lo que crea inmunidad.

Y seguimos con la misma dosis durante cuatro meses. Se deja de tomar durante un par de meses porque la ivermectina se acumula en el tejido graso. Después de dos meses de descanso, comenzamos a tomarla otra vez”.

Carvallo también señala que la inmunidad natural es mucho más fuerte que la inmunidad artificial que producen las vacunas antiCOVID. Pero ya lo sabíamos, porque es lo mismo que pasa con todos los demás virus. La clave es evitar que la infección se desarrolle por completo. Así que el tratamiento temprano ayudará a superar la infección sin problemas y producirá una inmunidad sólida que podría durarle toda la vida.

Seguridad de la ivermectina

En cuanto a la seguridad de la ivermectina, estudios en África utilizaron dosis 10 veces superiores a los 0.2 mg/kg recomendados para el COVID y no hubo efectos tóxicos. Por otro lado, la hidroxicloroquina tiene un menor margen de seguridad. Esto se establece en varios estudios y se utilizó como arma para desacreditar este medicamento. Como explica Carvallo:

“Lo que hicieron con la hidroxicloroquina para desacreditarla fue fácil. La hidroxicloroquina también es muy efectiva contra el COVID. Pero tiene menor margen de seguridad, así que utilizaron tres veces la dosis recomendada con el fin de causar toxicidad. Hubo 200 estudios a favor de la hidroxicloroquina.

Solo hubo uno que hablaba de la toxicidad, y toda la comunidad científica del mundo se aferró al único estudio en contra. Es una locura. En el caso de la ivermectina, no pudieron hacerlo porque no podían justificarlo. Así que optaron por desacreditarla”.

Aunque existen formulaciones veterinarias de la ivermectina, no es el tipo que debe utilizar, ya que suelen contener polietilenglicol (PEG), que es tóxico para los humanos. De forma irónica, las vacunas antiCOVID contienen PEG. Muchas personas tienen alergia a esta sustancia, razón por la que la anafilaxia representa uno de los efectos secundarios graves de estas vacunas.

Las vacunas antiCOVID son peligrosas

Hasta el 24 de septiembre de 2021, el Sistema Nacional de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS) había recibido 15 937 reportes de muerte, 71 036 reportes de hospitalizaciones y más de 752 800 reportes de eventos adversos relacionados con las vacunas antiCOVID.2

Los cálculos de Steve Kirsch, director ejecutivo del COVID-19 Early Treatment Fund, que se basan en datos del VAERS, sugieren que la cifra real de muertes podría ser de unas 212 000 personas.3 Además, estima que los efectos secundarios y las muertes que se reportan están por debajo del número real, lo que significa que en realidad podría haber entre 2 millones y hasta 5 millones de lesiones causadas por las vacunas antiCOVID.

Incluso si tuviéramos que aceptar los números oficiales del VAERS, estas cifras son una locura. Bajo circunstancias normales, se retiraría la vacuna después de 50 reportes de muerte. Pero no explican por qué, si ya causó más de 16 000 muertes, aún insisten que las personas de todo el mundo deben ponerse esta vacuna.

Estamos recreando el libro “1984” de George Orwell, en el que casi todo lo que dicen las autoridades gubernamentales y sanitarias es todo lo contrario a la verdad. Derecha es izquierda. Arriba es abajo. Negro es blanco. Para aquellos que conocen los hechos, es algo completamente surrealista. La doble moral es una de las características principales de esta nueva normalidad. Como señaló Carvallo:

“La vacuna es casi sagrada. Es como una Biblia. Todo lo que digamos a favor de otros tratamientos es pecado. Ganadores del Premio Nobel de Medicina, como Luc Montagnier y Satoshi Omura, han sido censurados por los medios de comunicación. Repito, es una locura”.

Además, ya tenemos pruebas de que las vacunas no sirven de nada. Pierden su efectividad muy rápido. Y ¿cuál es su respuesta? Pues vacunas de refuerzo. En Israel ya se habla de una cuarta dosis y ni siquiera ha pasado un año desde su lanzamiento.

“Si toma un medicamento y si después de unos días no lo ayuda a mejorar, se reconsidera su diagnóstico o tratamiento”, dijo Carvallo. “Si no sirve, no vuelve a tomarlo porque no tiene sentido insistir en lo mismo y tratar de obtener resultados diferentes”.

La razón por la que aparecen más variantes es porque la vacuna tiene “fallas”. No evita que se infecte, por lo que el virus comienza a mutar para evadir el anticuerpo que induce la vacuna. Carvallo está de acuerdo y agrega que también le parece ilógico que las vacunas solo estén diseñadas para producir anticuerpos contra una parte del virus: la proteína Spike y no contra la patogénesis del virus.

Según las proyecciones, podríamos volvernos testigos de miles de millones de casos de muerte o de discapacidad permanente a causa de estas vacunas experimentales. ¿Cómo los cuidaremos a todos? ¿Quién pagará por su cuidado?

Al recuperarse de una infección natural, tiene inmunidad humoral y celular, y aunque la inmunidad humoral (anticuerpos) disminuirá en unos pocos meses, le queda la inmunidad celular que entrará en acción siempre que sea necesario.

Las vacunas antiCOVID no proporcionan inmunidad celular, por lo que no se podrá alcanzar la inmunidad colectiva, aunque se vacune el 100 % de la población. Carvallo también señala que el virus SARS-CoV-2 ya se ha debilitado bastante. Así que, en este punto, el verdadero enemigo es toda la propaganda que tiene como objetivo sembrar miedo.

Es momento de tomar control de su salud

Carvallo es uno de esos casos extraños que ha podido realizar investigaciones que a otros no les permiten. Él está jubilado, por lo que no tiene financiación ni carrera que perder. Espera que, con el tiempo, más médicos hagan conciencia y retomen su juramento de no hacer daño, así podrán enfocarse en lo que es mejor para sus pacientes y no en la burocracia que actualmente dicta lo qué pueden y no pueden hacer.

Según las proyecciones, podríamos volvernos testigos de miles de millones de casos de muerte o de discapacidad permanente a causa de estas vacunas experimentales. ¿Cómo los cuidaremos a todos? ¿Quién pagará por su cuidado? Los programas de asistencia social en los Estados Unidos (Seguridad Social, Medicare y Medicaid) están al borde de la bancarrota.

Según el Dr. David Martin,4 para el 2028, los programas de pensiones y los programas de prestaciones ya no serán una opción viable, y cuando desaparezcan, la industria farmacéutica también colapsará, ya que ellos son los que más se benefician de este tipo de programas. Además, Medicare y Medicaid están detrás del problema de la drogodependencia que impera en los Estados Unidos.

Entonces, en tan solo unos años, enfrentaremos una convergencia de colapsos en múltiples frentes y, al mismo tiempo, es posible que gran parte de la población esté muy enferma y que dependa por completo de estos sistemas para sobrevivir.

La sociedad también requiere de todo tipo de infraestructura, y si una gran parte de la sociedad está discapacitada o muerta, entonces la sociedad colapsará por la falta de personal calificado. Así que como puede ver, las vacunas antiCOVID solo están empeorando una situación ya precaria, porque el sistema financiero comenzó a colapsar desde hace mucho tiempo.

Lo único que puede hacer ahora mismo para prepararse para esta convergencia de colapsos, es reforzar su salud. Haga todo lo que esté en sus manos para estar lo más sano posible. Por ejemplo, optimice sus niveles de vitamina D y evite las toxinas de todo tipo. Comience a cultivar sus propios alimentos y busque formas de proteger su dinero para el retiro.

Información adicional

Para obtener más información sobre la ivermectina, puede descargar el libro electrónico gratuito del Dr. Carvallo y su equipo. No solo contiene sus estudios argentinos, sino también otros artículos científicos revisados por pares que detallan los beneficios de la ivermectina en la lucha contra el COVID-19. En iniciatherapeutics.com podrá encontrar la versión en inglés y en español del libro titulado “Ivermectin in COVID-19: Profilaxis and Treatment”.

Photo by Adam Nieścioruk on Unsplash