Un muro contra Monsanto

Por Graciela Vizcay Gomez, Zero Biocidas, 21 de mayo de 2015

Sin dudas el Congreso GMO Free Eu realizado en Berlín del 6 al 8 de mayo sigue produciendo chispas y adhesiones en todo el mundo. Mas de 60 países enviaron sus representantes para culminar con una Declaración.

El mismo día de clausura del evento, el 8 de mayo, Ministros de Alemania mediante una Resolución pidieron “Prohibir el suministro y uso por particulares del herbicida glifosato por razones de precaución”.

“El plaguicida no debe encontrarse en jardines, parques o en las zonas de juegos infantiles. Tampoco creo que el uso en jardines privados sea adecuado “, dijo el Ministerio de Alimentación, Agricultura y Protección del Consumidor de Baja Sajonia Christian Meyer. La resolución del ministro de Estado llega en un momento crítico: la aprobación de la UE para Glifosato expirará a finales de 2015.

La Comisión Europea actualmente está llevando a cabo un nuevo procedimiento de aprobación, incluyendo un análisis de riesgo, que no puede desconocer la calificación reciente del herbicida estrella, por el IARC -OMS como 2A posible cancerígeno.

Teniendo en cuenta que Instituto Federal de Análisis de Riesgos (BfR) que es alemán, aunque suene una incongruencia, certificó el herbicida como exhibiendo toxicidad relativamente baja

El ministro Meyer dejó en claro que “es un deber de los políticos proteger la salud de las personas”, por su parte su colega en la facción del Partido Verde, Harald Ebner, dijo que la re-evaluación de glifosato por el IARC es alarmante y pidió respuestas inmediatas.

Sumado a ello, una protesta pública sobre el tema llegó justo por delante de la decisión de los ministros de Estado.

El jueves 7 de mayo, alrededor de 80 ambientalistas se manifestaron contra el uso de glifosato y presentaron un escrito al Ministro Meyer, acompañado de 200.000 firmas en apoyo de una prohibición inmediata de uso comercial y privado del herbicida.

El efecto dominó llegó a la cadena REWE Group, que el día 11 de mayo anunció la eliminación total del glifosato en los productos de sus tiendas, algo que ya venía graduando desde el 2013, la medida concluiría en septiembre de este año con la eliminación total.

 

Link al video de la ponencia de Ronnie Cummins en el Congreso

 

Desde USA representando a la Asociación de Consumidores Orgánicos (OCA) y el Fondo de Consumidores Orgánicos, Ronnie Cummins fue contundente al plantear otra realidad que pasa desapercibida: “Qué usamos, cómo llegan a la tienda, qué hay en nuestras prendas de vestir?

 

-“Vas a la tienda de ropa y ves algo etiquetado como “puro algodón”, bueno debería decir “Todo algodón genéticamente modificado, rociado con cantidades de plaguicidas cuyo producto de desecho se encuentra en los alimentos que usted está comiendo” dice Cummins, “tenemos que empezar a plantearnos también qué usamos, además de qué comemos” agregó.

 

Y es justamente ese algodón Bt que está diseñado para producir su propio insecticida dentro de la propia planta. Monsanto y la EPA afirmaron que la toxina sería completamente destruida en el sistema digestivo humano y que no tendría impacto alguno, al igual que comer el maíz Bt.

 

Sin embargo en el año 2011 el estudio “La exposición materna y fetal a los plaguicidas asociados a los alimentos modificados genéticamente en los municipios del este de Quebec, Canadá” (Aris A , Leblanc S,) publicado en Elsevier Inc, demostró la existencia de la toxina Bt en la sangre de las mujeres embarazadas y sus bebes, así como en las mujeres no embarazadas, destrozando por completo las afirmaciones de la industria.

 

En una charla más distendida, Cummins planteó la necesidad de realizar un proyecto de laboratorios independientes que puedan realizar análisis públicos, con especial énfasis en las mujeres y los niños en los Estados Unidos.

La idea es realizar una prueba de glifosato pública, con laboratorios y científicos independientes, que puedan detectar restos del herbicida en la sangre, orina, agua y leche materna.

El sueño de tantos científicos sin apoyo, cuyos datos y estadísticas podrían proporcionar la base de estudios epidemiológicos y pruebas contundentes de la contaminación, directa e indirecta del uso y abuso del tóxico más usado en el mundo.

 

Cummins ha publicado numerosos artículos y aboga para los estadounidenses se animen a boicotear todos los productos cárnicos y animales de cría industrial. “Somos lo que comemos.