Enterrando el Carbono: Revirtiendo el Calentamiento Global

Volver a estabilizar el clima implica poner término a las plantaciones de soya y de aceite de palma modificados así como a las operaciones de deforestación. Implica preservar los bosques tropicales y plantar y nutrir cientos de billones de árboles autóctonos en zonas urbanas y rurales deforestadas.

Revertir el calentamiento global implica poner fin a las prácticas agrícolas y de procesamiento industrial genéticamente modificado de los alimentos, basadas en químicos que no solo están destruyendo nuestra salud pública sino también torturando a los animales, contaminando el agua, sobre pastoreando las pasturas y praderas, forzando a los campesinos a abandonar sus tierras y destruyendo la biodiversidad, así como bombeando billones de toneladas de CO2, metano, óxido de nitrógeno y hollín en el aire.

Revertir el cambio climático también implica detener la agricultura industrial de continuar de arrojar billones de litros de fertilizantes químicos y pesticidas en un suelo ya muy arado, comparto y erosionado, prácticas que destruyen  la habilidad natural del planeta de capturar grandes cantidades de carbonos. Según el prominente experto Dr. Rattan Lal, estas prácticas agrícolas y ganaderas poco sustentables ya han causado la liberación de 25-70 por ciento (cientos de billones de toneladas) de todo el carbono originalmente secuestrado en los suelos agrícolas

Como consecuencia de la decarbonificación y la destrucción de la cobertura terrestre, casi un cuarto de toda la tierra arable del planeta es poco productiva. Pero como ha demostrado un estudio realizado por Sangia Labs el Dr David Johnson de la Universidad Estatal de New Mexico, al implementar prácticas orgánicas regenerativas, “Los índices de producción de biomasa que se observan bajo este sistema poseen la capacidad de capturar suficiente CO2 (50 toneladas de CO2/acre) para compensar las emisiones antrópicas de CO2 en menos del 11 por ciento de las tierras de cultivo del mundo. Más del doble de esta cantidad de tierra está improductiva a nivel mundial.” ( “El suelo nos salvará” (The Soil Will Save Us), Kristin Ohlsen p. 233)

Como comentara la renombrada autora Kristin Ohlsen al Dr. Johnson en una conversación telefónica acerca de su impactante afirmación: “¿No tienes miedo de decir esto? ¿No tienes miedo de que al decirlo harás que las compañías petroleras y gasíferas queden completamente sin responsabilidad, o aquellos que queman bosques y todos nosotros con nuestra gran huella ecológica? ¿No te da temor?

Ohlsen continuó: “De alguna manera sentí a través del teléfono cómo se encogía de hombros.”

El Dr. Johnson contestó:” No veo de qué manera la efectividad de este enfoque puede ser cuestionada. No vamos a disminuir nuestras emisiones de dióxido de carbono en el corto plazo, dado que dependemos mucho del petróleo y el gas y el resto del mundo desea copiar nuestro estilo de vida. La idea es conseguir algo que pueda funcionar ahora, en todo el mundo, para lograr un impacto significativo en la reducción del dióxido de carbono en la atmósfera. .” (“El suelo nos salvará” (The Soil Will Save Us), pp. 233-34.)

Si la agricultura industrial y los OGM fueran marginados a través del etiquetado obligatorio, la presión del mercado y el cambio de políticas públicas, si el consumo de combustibles fósiles en todos los sectores es reducido y se implementan a nivel global acciones de agricultura orgánica regenerativa, enfocándose en un 22 por ciento del suelo del planeta que está degradado y no tiene capacidad de producir, podríamos capturar 100 por ciento of de las emisiones de dióxido de carbono anuales (35 giga toneladas)..

Los pequeños agricultores pueden enfriar el planeta. Los 2 billones y medio de agricultores indígenas y pequeños agricultores actualmente producen 70 por ciento de los alimentos del mundo en 25 por ciento del territorio mundial. Estos llamados “agricultores de subsistencia”, quienes siempre han luchado por sobrevivir, hallan ahora que el cambio climático, la continua expansión de los OGM y la agricultura industrial, del mismo modo que los así llamados acuerdos de “Libre Comercio “, están haciendo su agricultura y su supervivencia mucho más difícil.

Pero estos mismos pequeños agricultores y campesinos, pastores y habitantes de los bosques, quienes en la mayoría de los casos han conservado prácticas y conocimientos tradicionales, que incluyen la conservación de semillas y el pastoreo de animales, están abiertos a adoptar prácticas orgánicas regenerativas aún más poderosas. Y por cierto estas prácticas que respetan el clima y necesitan de poca tecnología aumentarán el rendimiento, reducirán la pobreza rural, conservarán el agua, mejorarán la salud del suelo y van a prevenir la erosión. Numerosos estudios han mostrado que los pequeños ranchos ecológicos pueden producir más que aquellos industriales y a su vez secuestrar carbono.