Mujeres del mundo llaman a una acción urgente sobre el cambio climático

Por Alison Rose Levy, Nation of Change, 28 de octubre de 2013, Traducción de Mariana Escalante, Vía Orgánica AC

Estamos comprometidas por la transición de un futuro de peligro hacia otro de promesas, reuniendo a las mujeres de todo el mundo en acciones contundentes que permitan resolver la crisis climática

El 69 por ciento de estadounidenses confían en un 95 por ciento de científicos, quienes consideran que el cambio climático es inducido por los humanos.

Los estadounidenses viven bajo esta amenaza, sin saber cuándo o cómo tomarán el control de sus vidas. A pesar de desastres naturales como Katrina o Sandi, inundaciones  recientes, la fracturación hidroeléctrica en Colorado o los tsunamis y colapsos nucleares como Fukushima, los negocios que atentan contra el medio ambiente siguen actuando en el mundo.

Pero no todas las personas están esperando más tragedias para buscar soluciones contra el cambio climático. El mes pasado, se efectuó la Reunión Internacional de Mujeres sobre la Tierra y el Clima, en Suffern, Nueva York, donde participaron cien delegadas, entre ellas, generadoras de leyes de primer nivel, organizadoras de base y jefas indígenas de todo el mundo. Desde el corazón de la Selva del Amazonas y los bosques del Congo, hasta las faldas del Himalaya; organizadoras y líderes tribales de África, Asia, América Latina, Europa y Norteamérica se mantuvieron juntas; con lenguajes, atuendos y culturas diferentes, pero todas devotas de la salud de la Tierra.

Vinieron desde lejos para practicar lo que las mujeres saben hacer: hablar y escuchar, compartir y apoyarse, organizarse, tejer estrategias y planear maneras concretas de promover la preservación de la vida humana en la Tierra.

“Necesitamos valorar la habilidad de las mujeres que han cultivado la tierra para alimentar a sus familias, para contrarrestar otro tipo de habilidades que sólo sirven para destruir la Tierra, para explotarla y recompensar a los explotadores,” dijo Vandana Shiva en la conferencia.

Las participantes compartieron la percepción de que el primer mundo raramente ve el caos climático, la destrucción ecológica de las tierras, océanos y fuentes de agua, el desarraigo de los hogares y comunidades pobres, el despojo de alimentos y agua; que son el pan de cada día para muchas regiones de la Tierra actualmente.

Para los estadounidenses, una interrupción en los servicios celulares es desastrosa, pese a que en muchas partes del mundo, no existe electricidad, agua o alimento.

“Regábamos el maíz con el agua del río, pero como ahora no tenemos lluvia, el río se ha secado,” les dijo Rosemary Enie de Tanzania a las otras delegadas.

Las historias de precipitaciones que ya no caen, cosechas de alimentos que mueren, bosques que se vuelven desiertos, glaciares que se derriten, especies que mueren y poblaciones e insectos que desaparecen, acercaron el daño distante al encuentro. Casos como el florecimiento de los cerezos de Japón tres semanas antes de lo programado, aunque parezcan cambios inocuos, a nivel ecológico son significativos.