Por Dr. Mercola, Tome Control de su Salud, 27 de diciembre de 2023.
HISTORIA EN BREVE
- Los probióticos de esporas (sporebiotics) tienen una pared celular de esporas de bacilos, que tienen una larga historia de éxito como modulador inmunológico
- Los probióticos de esporas aumentan la tolerancia inmunológica de forma significativa y, a menudo, son capaces de resolver intolerancias a los alimentos en niños autistas y en aquellas personas con enfermedades neurológicas, tales como esclerosis múltiple, párkinson, ALS y Lyme
- Dado que los probióticos de esporas en realidad no contienen las cepas de bacilo vivas, solo esporas, no se ven afectados por los antibióticos y le brindan un excelente apoyo al microbioma cuando necesita tomar dichos medicamentos
- La mayoría de las personas están expuestas todos los días a campos electromagnéticos, pesticidas, aluminio volátil y otros factores ambientales altamente inflamatorios. Los probióticos de esporas trabajan en todos los niveles como antídoto de dichas exposiciones
- El género bacillus convierte el azúcar en vitamina C. También está involucrado en la producción de vitamina K en el intestino, la cual funciona sinérgicamente con la vitamina D
A estas alturas probablemente sabe que los probióticos son beneficiosos, pero es probable que no conozca los probióticos de esporas y cómo pueden beneficiarle para combatir una amplia variedad de problemas de salud, incluyendo el autismo y otras enfermedades neurológicas e inmunológicas.
El Dr. Dietrich Klinghardt es un antiguo mentor mío y un experto en el tema. En esta ocasión nos centraremos en los probióticos de esporas, que son un excelente complemento de los probióticos regulares.
¿Qué son los probióticos de esporas?
Los probióticos de esporas (sporebiotics) son parte de un grupo de derivados del microbio llamado bacilo. Este género tiene cientos de subespecies, la más importante de ellas es bacillus subtilis. En esencia, los probióticos de esporas tienen una pared celular de esporas del bacilo.
El primer producto de este tipo se originó en Alemania en el año de 1935 y fue creado por Gunther Enderlein, un microbiólogo alemán.
Contrario a la creencia popular, en realidad, el cuerpo humano tiene la capacidad de producir su propia vitamina C.
Esto es gracias a una especie de microbios intestinales específicos, los bacilos, que convierten el azúcar en vitamina C. También están involucrados en la producción de vitamina K, que funciona en sinergia con la vitamina D. El Dr. Klinghardt nos explica a continuación:
“Fue una revolución para mí cuando lo descubrí. Otras especies tienen la función de crear aminoácidos. De hecho, hay un famoso investigador suizo, Bircher-Benner, quien inventó el muesli… Bircher-Benner fue un excelente investigador y médico que en los años 40 visitó diferentes partes del mundo con el fin de observar cuánto tiempo vivían las personas y con qué se alimentaban.
Encontró una subcultura en el Caribe, donde las personas vivían bien después de cumplir los cien años, pero sólo consumían un alimento, las batatas. Pensó: ‘¿Cómo es que estas personas sobreviven con batatas?’ Ya que no contienen aminoácidos ni ácidos grasos. Apenas si contienen vitaminas.
Lo que encontró es que estos habitantes tenían una especie de clostridium en su intestino. De hecho, producían toda la gama de aminoácidos esenciales y todas las variedades de ácidos grasos esenciales [en sus intestinos]”.
Los probióticos de esporas son un instrumento importante para aumentar la tolerancia inmunológica
En su intestino residen por lo menos 2500 especies de microbios y la mayoría le sirven a su cuerpo de manera simbiótica.
Ya sea que produzcan algo que el cuerpo necesita, metabolicen los productos tóxicos para que puedan ser eliminados de forma segura, o que ayuden a restablecer o equilibrar su inmunotolerancia y sistema inmunológico, lo cual va más allá de combatir la inflamación. Como señaló Klinghardt:
“Muchos de nosotros hemos perdido tolerancia a los factores que se encuentran en el medio ambiente. Muchos pacientes han perdido la tolerancia hacia alimentos que les servirían de muchas formas y sin embargo no pueden tolerarlos.
La verdad es que en la actualidad, entre más saludable sea una persona, es más inmunotolerante. Esto significa que el entorno electromagnético no les afecta demasiado.
Son las personas que evitan los químicos que están en el aire y en los alimentos, el aluminio volátil y el glifosato de los alimentos.
La pregunta siempre ha sido: ‘¿La inmunotolerancia es consecuencia de la buena salud?’ O ‘¿La inmunotolerancia en realidad es el factor que hace saludables a las personas?’ Yo propondría lo último.
Entonces, las esporas de bacilos… aumentan nuestra tolerancia inmunológica de forma significativa. Con ello no sólo se convierten en una de las muchas cosas que puede hacer por su salud, sino también en una de las muchas otras cosas que puede probar o incorporar en su programa, se convierten en una cuestión básica.
Tenemos muy pocas herramientas para predecir el aumento de la tolerancia inmunológica en un paciente y, en la actualidad, las esporas son la principal”.
Los probióticos de esporas son ideales si está tomando antibióticos
Como se mencionó anteriormente, estos probióticos de esporas no contienen cepas de bacilos vivos, sólo contienen sus esporas, el revestimiento protector alrededor del ADN y el mecanismo de trabajo de dicho ADN. Como consecuencia, no se ven afectados por los antibióticos.
Muchos están sobreexpuestos a los antibióticos, ya sea por medio de la medicina o a través de nuestros alimentos (debido a que el 80 % de los antibióticos que se venden en los Estados Unidos se utilizan en la producción de alimentos).
Sin duda, los antibióticos matan bacterias sin distinción alguna, tanto las buenas como las malas. Esta es la razón por la que las infecciones secundarias y la disminución de la función inmunológica son efectos secundarios comunes de los antibióticos.
La exposición crónica a dosis bajas por medio de los alimentos también tiene consecuencias en su microbioma intestinal, lo cual puede desencadenar una mala salud, sin mencionar el hecho de que la exposición continua aumenta el riesgo de resistencia a los medicamentos.
Lo bonito de los probióticos de esporas es que pueden ayudar a restablecer su microbioma intestinal de forma más eficaz, ya que no son destruidos por los antibióticos.
Además, la mayoría de los productos acidófilos tienen la desventaja de no ser capaces de sobrevivir al ácido estomacal si los consume con el estómago vacío, lo cual hace la mayoría de las personas. Es posible que los probióticos de mala calidad ya ni siquiera estén vivos en el momento que los toma.
La importancia de una biopelícula saludable
Si toma sus probióticos después de una comida, el pH de su estómago estará ligeramente elevado, esto permitirá que algunos sobrevivan, sin embargo, aún es poco probable obtener al menos el 25 % de las unidades indicadas del producto. De acuerdo con Klinghardt:
“Para que los probióticos se activen y realmente funcionen, tienen que germinar. Eso es lo primero. Empiezan a germinar en el intestino delgado y luego tienen que establecerse en el interior. Eso significa que en realidad tienen que hablar con los otros microbios y ser aceptados por ellos. Las demás especies básicamente tienen que darles la bienvenida y estar de acuerdo con cierto número de ellos para que puedan residir ahí.
Debido a que la especie de bacilos es un habitante innato regular de nuestra microflora intestinal normal, las esporas, una vez que germinan, son totalmente aceptadas en la comunidad de nuestro microbioma intestinal establecido y de esa manera liberan las propiedades de su contribución simbiótica en el intestino…
La investigación es muy clara acerca de que las esporas, cuando germinan, establecen una residencia permanente durante su vida útil y comienzan a replicarse en el intestino…
Por cierto, las esporas de bacilo también tienden a estar involucradas muy activamente en la creación de una biopelícula saludable, y creo que esto es importante que lo sepan las personas, ya que la biopelícula se ha ganado una muy mala reputación desde hace poco tiempo.
Todos nuestros microbios residentes tienen un modelo de sí mismos y dejan una capa de germinación en una biopelícula saludable, la cual recubre todo el intestino… La biopelícula patógena es una criatura completamente distinta, sin embargo, debemos tener cuidado con las estrategias absurdas que destruyen toda la biopelícula.
Los microbios intestinales saludables tienen un modelo de sí mismos que recubre todo el intestino, en forma de biopelícula, y los bacilos están muy involucrados en la creación de una biopelícula saludable.
Una biopelícula es como un vivero para los microbios que necesitamos para ayudar a descomponer los alimentos, metabolizarlos, comunicarnos con el sistema inmunológico, crear inmunotolerancia y todo eso”.
Cómo las esporas de bacilos ayudan a mejorar la función inmunológica
Una vez establecidas en su intestino, las esporas ayudan a servir en una variedad de funciones importantes. Una es mejorar la función de la barrera intestinal. La barrera mucosa en el intestino es lo que decide qué nutrientes son absorbidos y cuáles deben ser excretados.
La barrera intestinal también es un elemento importante en la función inmunológica. Por lo tanto, para absorber los nutrientes de los alimentos, primero los alimentos deben ser disueltos de forma correcta en el proceso digestivo, después el sistema inmunológico ayuda a decidir qué componentes están permitidos y cuáles no.
Como se mencionó, las esporas aumentan la tolerancia inmunológica, lo que significa que ayudan a reparar el daño que hay en la barrera intestinal. Según Klinghardt, se ha descubierto que desempeñan un papel importante en el alivio del intestino permeable.
En segundo lugar, las esporas de bacilo se comunican con el sistema inmunológico para dar instrucciones con el fin de aumentar la tolerancia hacia diferentes partículas de los alimentos y aumentar la absorción de estos. De acuerdo con Klinghardt:
“Es un paso increíble para toda la medicina porque hemos estado observando todas las otras medidas que no funcionaron, la glutamina y otros probióticos que en realidad nunca hicieron una diferencia de esta manera. Ahora, los bacilos sí la hacen. Es totalmente hermoso lo que hacen.
La investigación también demuestra que aumenta la IgA, una inmunoglobulina protectora en el intestino. Los bacilos tienen un efecto fantástico en el aumento real de la inmunidad innata, la inmunidad basada en Th1 y la inmunidad mediada por células.
Hoy en día, el problema común de las personas que son tan alérgicas e intolerantes al medio ambiente en realidad tiene que ver con una regulación del cambio Th2.
Por lo general, el sistema inmunológico adaptativo se activa a costa del sistema inmunológico mediado por células y las vacunas desempeñan un gran papel ahí. Hay un estudio reciente que demuestra que los niños vacunados tienen 14 veces mayor incidencia de alergias y trastornos graves del desarrollo.
Y es por eso que lo maravilloso de los bacilos es que pueden revertir esto. Regresan el Th1 que es suprimido por las vacunas a su punto de equilibrio. Hemos observado en la comunidad de niños autistas beneficios increíbles.
Algunos de los daños causados de forma iatrogénica son revertidos con solo consumir este producto en pequeñas cantidades. Es posible que un niño de cinco años solo necesite el contenido de un cuarto de cápsula una o dos veces al día para reiniciar el sistema”.
Cómo se comunican los microbios con su sistema inmunológico
Este bacilo modula las citoquinas de forma muy eficaz. Las citoquinas antiinflamatorias están reguladas de forma positiva, mientras que las citoquinas inflamatorias son reguladas a la baja, lo cual restaura el equilibrio entre las dos.
Esto es importante, ya que la mayoría de nosotros estamos expuestos a diario a los campos electromagnéticos (EMF, por sus siglas en inglés), los alimentos contaminados con glifosato y atrazina, el aluminio volátil y otros factores ambientales altamente inflamatorios. Los probióticos de esporas funcionan en todos los niveles como antídoto para tales exposiciones.
Klinghardt cita una investigación de Luc Montagnier, quien descubrió el virus del SIDA. Él pasó los últimos años observando cómo los microbios se comunican entre sí y con nuestro sistema inmunológico.
Resulta que lo hacen a través de las emisiones de ondas electromagnéticas de luz y el espectro de microondas. Algunos también están en el espectro de frecuencias más bajo. Por lo tanto, los microbios se reconocen entre sí y se comunican con nuestro sistema inmunológico por medio de señales electromagnéticas. En realidad, las señales químicas son secundarias. Klinghardt lo explica de la siguiente manera:
“Un microbio envía un espectro de frecuencias y el otro microbio responde enviando el mismo patrón de frecuencias… Por lo tanto, si utilizara un instrumento de medición en este caso, no encontraría nada, ya que las dos frecuencias son un reflejo entre ellas mismas… Se anulan mutuamente.
Cuando se incorpora un nuevo microbio que no es bienvenido en el intestino, no existe ningún microbio establecido en nuestro sistema inmunológico que suprima su frecuencia.
Así es como el sistema inmunológico reconoce al microbio extraño y prepara una gran respuesta para él.
Es un mecanismo que está antes de la excreción de citoquinas, y cuando hablamos de intestinos permeables y los diferentes mecanismos involucrados en ellos, Montagnier descubrió que los mecanismos electromagnéticos se encuentran muy involucrados y pueden provocar prácticamente cualquier disfunción”.
La radiación de celulares y microondas daña su microbioma
Es importante destacar que la exposición a niveles crónicos y excesivos de radiación de microondas, tales como las de su celular, wifi, computador, tableta, mouse inalámbrico y más, interferirá con esta comunicación.
Esta es una manera más en la que este tipo de radiación no ionizante puede afectar su salud. Como señaló Klinghardt, su microbioma se daña “enorme y directamente por las ondas electromagnéticas a las que lo está exponiendo”.
Para poner esto en una perspectiva más amplia y para entender por qué es tan importante la protección de los microbios de su cuerpo, considere lo siguiente: el peso del ADN en sus células es sólo el 2 % del peso total de todo el ADN de su cuerpo, el resto le pertenece a los microbios que viven en el intestino, senos nasales, nariz, ojos, piel y otras partes dentro y sobre su cuerpo.
Combatir las exposiciones a los EMF ha sido una parte (no negociable) de las prescripciones clínicas de Klinghardt desde hace mucho tiempo.
El Dr. Klinghardt ni siquiera aceptará atenderlo como paciente a menos que acceda a corregir su exposición a los EMF, lo cual usualmente implica una consulta con un biólogo de la construcción.1 Por lo general traen medidores muy sofisticados con un valor de 10 000 dólares, para identificar y cuantificar con exactitud su exposición a las frecuencias magnéticas, eléctricas y de radio.
Sentí que era muy importante realizar esta consulta, por lo cual la llevé a cabo en mi hogar, y aunque solucioné la mayor parte de mi exposición a las radiofrecuencias, pudieron identificar que estaba expuesto a los campos de muy baja frecuencia provenientes del suministro continuo de electricidad de mi computadora, lo cual era necesario mover para mantenerme seguro.
Las esporas de bacilos aumentan la producción de otros microbios beneficiosos
Klinghardt descubrió que, con el tiempo, los probióticos de esporas alivian por completo la disfunción de la barrera mucosa gastrointestinal y los problemas que se le relacionan.
En muchos casos, el alivio completo puede tomar de cuatro a seis meses, pero como señaló Klinghardt, “nunca habíamos tenido un producto que pudiera hacer esto”. La investigación también ha demostrado que estas esporas aumentan de forma masiva la reproducción de acidófilos, bífidos y otros microbios en el intestino por medio de los mensajes electromagnéticos que envían.
Esto es algo completamente único. Los probióticos regulares principalmente cuidan de sí mismos. Por su parte, las esporas de bacilos realmente aumentan muchos de los otros microbios beneficiosos.
Las esporas de bacilos también crean 24 sustancias distintas que tienen poderosas propiedades antimicrobianas, pero no matan indiscriminadamente. Suprimen patógenos en específico, lo cual es una valiosa contribución en general. Sobre esto, Klinghardt afirma lo siguiente:
“Creo que es importante que las personas sepan que la antigua idea de que hay bichos buenos y bichos malos ya no es verdad. Sabemos que los bichos malos se convierten en bichos buenos en el momento en que se integran a nuestro microbioma y en el momento en que son alimentados con la comida que realmente los hace comportarse de forma adecuada.
Todos los alimentos que consume son probióticos. Y están nutriendo a los microbios simbióticos de su sistema o a los patógenos, o (esto es más importante) hacen patógenos a los microbios simbióticos, los cuales ahora se comportan de una forma que nos daña, o los alimentos adecuados pueden convertir a los bichos patógenos en simbióticos.
Sé que esta es un área que no ha sido debidamente investigada o entendida, pero en realidad no hay tal cosa como un patógeno. Se convierten en patógenos cuando los alimentamos de forma incorrecta; cuando los amenazamos con ondas electromagnéticas.
Hace años realicé investigaciones que demostraron que hay hongos que viven en el intestino de forma natural, los cuales en realidad podrían haber intervenido en nuestra salud, ya que resultan ser altamente patógenos bajo la influencia de microondas”.
Observaciones clínicas
Algunos de los pacientes más difíciles de tratar son los niños autistas. En la mayoría de ellos se acumuló la parte Th2 del sistema inmunológico, por ejemplo, por medio de la estimulación excesiva a causa de las vacunas y a costa del sistema Th1.
Para puntualizar, en su cuerpo hay dos partes del sistema inmunológico que combaten las enfermedades. Uno es el sistema inmunológico innato que siempre está listo para trabajar y el otro es el sistema inmunológico adaptativo.
A su vez, el sistema inmunológico adaptativo consta de dos ramas separadas que son conocidas como Th1 y Th2. El Th1 es comúnmente conocido como la parte mediada por células, mientras que el Th2 es conocido como la parte humoral o de anticuerpos.
La mayoría de las vacunas estimulan preferentemente el Th2 o la parte humoral del sistema inmunológico que produce anticuerpos.
El resultado de que los niños autistas tengan un sistema Th2 hiperactivo y un Th1 hipoactivo, es que a menudo tienen serias intolerancias a los alimentos. Hay quienes sólo pueden tolerar dos o tres alimentos, lo cual limita demasiado su nutrición. En este tipo de casos, se ha demostrado que los probióticos de esporas aumentan la tolerancia de los niños a una amplia variedad de alimentos en pocos meses.
Otro grupo de pacientes que es difícil de tratar son aquellos con enfermedades neurológicas crónicas intratables, como esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, ALS y enfermedad de Lyme. “En esa comunidad, las esporas han sido invaluables”, dice Klinghardt, y agrega lo siguiente:
“Es posible que hayan tenido 60 diferentes alergias alimenticias previamente documentadas, pero en cuestión de unos meses, podrían tener solo cinco o seis”.
Con las esporas también se observa una mejoría significativa en los síntomas neurológicos generales, así como en la visión. En general, casi todos los pacientes que atiende Klinghardt experimentan mejoras tangibles cuando se les administran probióticos de esporas.
La enfermedad de Lyme es la responsable de otras enfermedades
La enfermedad de Lyme es considerablemente difícil de diagnosticar y de tratar, y debido a que los síntomas difieren enormemente de una persona a otra, la mayoría ni siquiera sabe que está infectado. Ahora, Klinghardt y Marco Ruggiero han desarrollado una forma de probar las falanges para mejorar el diagnóstico de Lyme.
Asombrosamente, de los primeros 150 pacientes que examinó en su consultorio, sólo dos estaban libres de la enfermedad. Según Klinghardt:
“Cuando ampliamos la definición de la enfermedad de Lyme e incluimos otras infecciones crónicas persistentes, como la bartonelosis y el micoplasma, es probable que entre el 80 y 90 % de la población de los Estados Unidos esté sufriendo síntomas causados por infecciones crónicas persistentes, y que la comunidad… mejorará bastante o de muchas maneras al incorporar este excelente modulador inmunológico.
Sabemos que en las infecciones crónicas los síntomas en realidad no son causados por los microbios, sino que se deben a las reacciones inmunológicas hacia el microbio o la falta de tolerancia inmunológica simbiótica hacia los microbios, y al administrar un probiótico de esporas, tenemos acceso a dicha expresión de la enfermedad. Entonces, ¿por qué ahora tenemos que lidiar con todas estas infecciones crónicas persistentes?
Bueno, son los mismos factores los que las impulsan, la radiación electromagnética es el mayor de ellos. En conjunto son inmunosupresores e inflamatorios al mismo tiempo. Y ese es el entorno de las toxinas.
En realidad, esos dos factores son los que han trastornado nuestro sistema inmunológico de tal manera que ya no es capaz de controlar o eliminar los bichos que no están integrados en nuestro microbioma saludable…
Y por eso, con el Mega Sporebiotic, con el aumento de la tolerancia inmunológica… nuestro sistema inmunológico deja de atacar a los microbios y realmente comienzan a comportarse. Cuando dejan de ser atacados, empiezan a conducirse de manera simbiótica…
El patógeno está tratando de ser aceptado en una comunidad más grande de microbios distintos, y el Mega Sporebiotic ha sido el estimulador mágico del sistema que hace tolerantes a las personas… Honestamente, el tener un probiótico que realmente funciona, elimina 50 productos diferentes que nuestros pobres pacientes tienen que tomarse todos los días”.
Los probióticos de esporas podrían ayudar a quienes son electrosensibles
Otros pacientes que se puede beneficiar de los probióticos de esporas son aquellos que tienen problemas de electrosensibilidad. Una estimación moderada sugiere que el 3 % de las personas, y quizá hasta el 10 o 15 % de ellas, son hipersensibles a los campos electromagnéticos.
Dicho esto, vale la pena señalar que varios estudios indican que cualquier persona expuesta a la radiación de los teléfonos celulares tiene daños a nivel celular, independientemente de si tiene síntomas o no.
Aquellas personas que son hipersensibles y que sienten los efectos de forma muy intensa, en realidad tienen la ventaja de poseer una señal de advertencia temprana. Su incomodidad los incita u obliga a implementar estrategias correctivas para minimizar su exposición. De acuerdo con Klinghardt:
“Todos los días conozco personas que están sufriendo de esto y que ya no pueden habitar en el ambiente actual de las ciudades o ni siquiera en el campo, por lo que necesitan buscar refugios donde puedan vivir.
Descubrimos que hay evidencia [significativa] de que estas personas llevan una carga elevada de metales pesados en sus sistemas, la cual funciona como una antena que concentra la radiación en el sistema, o lo que es más común, padecen de enfermedad de Lyme sin diagnosticar.
Hemos tenido éxito en disminuir la hipersensibilidad, en gran medida gracias a que las personas se incorporan a mi protocolo de Lyme sin antibióticos, además de protegerse de las ondas electromagnéticas, lo cual es parte de mi protocolo de Lyme.
Y, por lo tanto, al protegerse por un tiempo, seguir medidas radicales de protección durante cerca de seis meses y tratar la enfermedad de Lyme, la mayoría de las personas con electrohipersensibilidad dejan de padecer dicha sensibilidad.
También administro altas dosis de folato metilado durante un tiempo. Este es un grupo que por lo general se beneficia de 20, 30 o 40 miligramos de folato metilado. Es excelente para estabilizar a gran parte de las personas de esta categoría”.
