Estos antioxidantes en niveles altos se relacionan con menos demencia

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 23 de mayo de 2022.

HISTORIA EN BREVE

  • Un estudio de 7 283 personas mayores de 16 años demostró que las que tenían niveles más altos de luteína, zeaxantina y beta-criptoxantina tenían un riesgo menor de desarrollar demencia
  • La luteína y la zeaxantina han sido valoradas durante mucho tiempo por su capacidad para proteger los ojos; de hecho, cuando se combinan con vitamina E parecen mejorar la función pulmonar y cuando se combinan con beta-criptoxantina y vitamina E se correlacionan de manera inversa con insuficiencia cardíaca congestiva
  • La astaxantina es otro antioxidante que se relaciona con la desaceleración del envejecimiento cerebral; desempeña un papel muy importante en la protección de la piel desde adentro hacia afuera y es efectiva contra la demencia, enfermedades cardíacas y la enfermedad de Parkinson
  • El sulforafano es un compuesto organosulfurado que combate la enfermedad de Alzheimer y activa las respuestas antioxidantes y antiinflamatorias, incluyendo el aumento del papel del glutatión, el “antioxidante maestro”

Un estudio respaldado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento y publicado en la revista Neurology demuestra que las personas que tienen niveles más altos de antioxidantes específicos en la sangre podrían reducir su riesgo de desarrollar demencia.1,2

Los antioxidantes son sustancias que ayudan a proteger el cuerpo contra el daño celular de los radicales libres. El cuerpo produce radicales libres como parte del metabolismo normal, después de que se expone a algunos contaminantes ambientales y al ejercicio.3 En niveles altos pueden dañar las células y el material genético.

Los radicales libres tienen un electrón menos, lo que los hace inestables. El radical libre busca robar el electrón necesario de cualquier sustancia cercana y la convierte en un radical libre. El daño de los radicales libres también puede cambiar la forma en que funciona una célula, lo que provoca estrés oxidativo y enfermedades crónicas.4

El cuerpo utiliza antioxidantes para luchar contra los radicales libres porque donan un electrón adicional al radical libre sin convertirse en un radical libre. Algunos de los antioxidantes con los que tal vez esté familiarizado incluyen carotenoides, manganeso, selenio, vitamina E, vitamina C y betacaroteno.

Aunque todos los antioxidantes tienen funciones similares, no todos son intercambiables, lo que significa que tienen propiedades únicas y ninguna sustancia por sí sola puede hacer todo el trabajo. En la última década, los investigadores descubrieron que muchas de las enfermedades y trastornos crónicos de la sociedad moderna se relacionan con un aumento en la inflamación.

Un desequilibrio entre los antioxidantes naturales y la producción de radicales libres puede aumentar la respuesta inflamatoria que se relaciona con la diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedad inflamatoria intestinal, obesidad y la artritis.5

Los investigadores saben que los antioxidantes son indispensables para prevenir la demencia.6,7,8 El estudio presentado identificó tres antioxidantes específicos que podrían desempeñar un papel importante para reducir el riesgo de desarrollar demencia.9

La luteína, la zeaxantina y la beta-criptoxantina reducen el riesgo de desarrollar demencia

Los investigadores estaban interesados en descubrir cómo los antioxidantes podrían influir el desarrollo de la demencia. May A. Beydoun, Ph.D., MPH, un autor del estudio, del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de los Institutos Nacionales de Salud en Baltimore, Maryland, comentó sobre la necesidad de enfocarse en el funcionamiento cognitivo de las personas mayores:10

“Extender el funcionamiento cognitivo de las personas es un importante desafío de salud pública. Los antioxidantes podrían ayudar a proteger el cerebro del estrés oxidativo, que puede causar el daño celular. Aún se necesitan más estudios para comprobar si agregar estos antioxidantes puede ayudar a proteger el cerebro contra la demencia”.

De acuerdo con la Asociación de Alzheimer,11 para 2050, existirán casi 13 millones de personas con ésta enfermedad. De hecho, hoy en día mueren más personas de Alzheimer que de cáncer de mama y cáncer de próstata combinados y, en 2020, el COVID contribuyó a un aumento del 17 % en las muertes de personas con demencia y Alzheimer.

En 2022, la Asociación de Alzheimer estimó que la demencia cuesta $ 321 mil millones, lo que podría aumentar a casi $ 1 billón para 2050. Una estimación publicada en 2022 en The Lancet12 y financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates, estimó que la cantidad de personas con todas las formas de demencia aumentaría de 57.4 millones a 152.8 millones en 2050.

Los redactores del estudio señalaron que “el crecimiento y la cantidad demuestran la necesidad de esfuerzos y políticas para planificar la salud pública y abordar las necesidades de este grupo”.13 El estudio apoya la inversión de la Fundación en la demencia,14 incluyendo el interés en las vacunas15 con una alianza con la industria farmacéutica.16

Una revisión sistemática y metanálisis publicados en 202017 descubrió que la cantidad de personas con demencia casi se duplica cada cinco años y la prevalencia es mayor en mujeres que en hombres. Estas cantidades demuestran la importancia de encontrar estrategias que puedan ayudar a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.

El estudio18 involucró a 7 283 personas a las que se les realizaron análisis de sangre junto con un examen físico y luego se les dio seguimiento durante un promedio de 16 años. Todos los participantes tenían al menos 45 años al comienzo. Los investigadores calcularon los niveles de tres antioxidantes: luteína, zeaxantina y beta-criptoxantina.

Dividieron a los participantes en tres grupos y descubrieron que,19 a diferencia de los que tenían niveles más bajos, los que tenían niveles de luteína y zeaxantina más altos, tenían un riesgo menor de desarrollar demencia. Por cada desviación estándar de aumento de estos dos antioxidantes, los participantes tuvieron una reducción del riesgo del 7 %.

También descubrieron que por cada aumento de la desviación estándar en la beta-criptoxantina, los participantes tenían un riesgo 14 % menor de desarrollar demencia. Beydoun indicó que existían varias limitaciones en el estudio, incluyendo que cuando se consideraron otros factores en el análisis, como la educación y la actividad física, disminuyó el riesgo de desarrollar demencia.

Los escritores también descubrieron que los antioxidantes se midieron al principio y al final del estudio. Sin embargo, es posible que esto no refleje el nivel de antioxidantes que una persona tuvo a lo largo de su vida. Los alimentos ricos en luteína y zeaxantina20 incluyen vegetales de hojas verdes oscuras como la espinaca, chícharos, calabaza de verano, calabaza y el brócoli. Los alimentos ricos en beta-criptoxantina incluyen pimientos, calabaza, calabaza squash, naranjas y caquis.21

La luteína y la zeaxantina son importantes para la salud de los ojos

La luteína y la zeaxantina han sido apreciadas durante mucho tiempo por sus propiedades para mejorar la visión, ya que son los dos únicos antioxidantes que llegan hasta la retina.22 Los investigadores escriben que están “únicamente concentrados en la retina y el cristalino, lo que indica que cada uno tiene una posible función específica en estos dos tejidos oculares tan importantes”.23

Los estudios en animales demostraron que los alimentos que no son óptimos en los primates causan problemas patológicos en la mácula. Los investigadores creen que estos antioxidantes son “nutrientes esenciales, pero con algunas condiciones”.24

Ambos son carotenoides que son los principales contribuyentes a los pigmentos amarillos y rojos que se encuentran en los vegetales. Cada vez existen más pruebas de que la luteína puede mejorar o prevenir la enfermedad macular que se relaciona con la edad y tiene un efecto positivo en otras afecciones, como la función cognitiva, el cáncer y la salud del corazón.25

Los niveles altos de estos carotenoides ayudan a evitar las enfermedades oculares que se relacionan con la edad, como las cataratas y la degeneración macular. La alimentación influye en el riesgo de tener una visión saludable. De acuerdo con Loren Cordain, biólogo evolutivo de la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins, tener niveles altos de insulina afecta el desarrollo de su globo ocular, lo que lo alarga de manera anormal, y con ello, causa la miopía.26

Los niveles altos de insulina por el consumo excesivo de carbohidratos pueden aumentar la resistencia a la insulina y perturbar la delicada coreografía que por lo general coordina el alargamiento del globo ocular y el crecimiento del cristalino. Cuando el globo ocular se alarga, el cristalino ya no puede aplanarse lo suficiente como para enfocar una imagen nítida en la retina.

Esta teoría es congruente con las observaciones de que es más probable que desarrolle miopía si tiene sobrepeso27 o diabetes tipo 2,28 ya que ambos aumentan los niveles de insulina. También se descubrió que la luteína promueve la salud de otras maneras, que incluyen:

  • Los alimentos ricos en carotenoides betacaroteno, luteína y licopeno ofrecen una resistencia mayor a la oxidación del colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL),29 que es indispensable en el desarrollo de la aterosclerosis. Asimismo, una mayor concentración plasmática de carotenoides se relacionó con un menor daño en el ADN.30
  • La luteína y la zeaxantina junto con la vitamina E parecen mejorar la función pulmonar.31
  • Los niveles en plasma de antioxidantes como la luteína, zeaxantina, vitamina E, beta-criptoxantina, licopeno y el alfa y beta-caroteno se correlacionan de manera inversa con la gravedad de la insuficiencia cardíaca congestiva.32
  • Los niveles de carotenoides en plasma también se relacionan con el cáncer de próstata.33

La astaxantina retarda el envejecimiento del cerebro

La astaxantina es otro carotenoide que es responsable del color rosado o rojo del salmón salvaje de Alaska. De acuerdo con Science Direct,34 “la astaxantina se destaca por sus propiedades y a menudo se le conoce como el rey de los antioxidantes, en comparación con otros antioxidantes como el licopeno, la vitamina E y la vitamina A”.

Se deriva de la microalga Haematococcus, que produce astaxantina como mecanismo protector para protegerse de la luz ultravioleta (UV).35 Los datos demuestran cómo la astaxantina ayuda a proteger su piel desde adentro hacia afuera.36

Su cuerpo utiliza astaxantina para protegerse de las especies reactivas de oxígeno (ROS) y la oxidación, lo que desempeña un papel muy importante en la protección contra la demencia, enfermedades cardíacas, envejecimiento y la enfermedad de Parkinson.37 Los suplementos con antioxidantes ayudan cuando no obtiene la cantidad necesaria en su alimentación, lo que ayuda a aliviar el daño oxidativo.

Los investigadores que escribieron en la revista Marine Drugs,38 reconocieron el desafío de mantener la función cerebral a medida que aumenta la esperanza de vida humana. En su revisión de la literatura, identificaron varias vías que la astaxantina podría tomar para retrasar el envejecimiento del cerebro. Descubrieron varios estudios donde la astaxantina moduló los mecanismos biológicos, uno de los principales factores fue el gen forkhead box 03 (FOXO3).

Este es uno de los únicos genes con un impacto importante en la longevidad humana. También descubrieron que la astaxantina aumenta el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) en el cerebro y atenúa el daño oxidativo al ADN, los lípidos y las proteínas. Después de revisar la literatura, concluyeron que era posible que la astaxantina pudiera promover la longevidad y retrasar el envejecimiento debido a sus propiedades neuroprotectoras.39

Retrasar el envejecimiento del cerebro es importante ya que el proceso de envejecimiento neurológico se relaciona de forma directa con la función cognitiva. Algunos cambios cognitivos que pueden ocurrir con el envejecimiento, pero que no son normales,40 incluyen dificultad para recordar palabras, realizar múltiples tareas, recordar nombres o prestar atención.

Aunque la astaxantina es un carotenoide, su estructura molecular es única y es más potente que otros carotenoides. Una de las diferencias más notables es que dona grandes cantidades de electrones, ya que neutraliza los radicales libres.41,42 Otro factor único es que puede proteger tanto las partes de la célula solubles en agua como las solubles en grasa.43 Esto hace que la astaxantina sea un poderoso antioxidante, que de acuerdo con los datos es mayor que el ácido alfa lipoico, las catequinas del té verde, la CoQ10 y la vitamina C.44

La mayoría de los carotenoides antioxidantes son solubles en agua o solubles en grasa, pero la efectividad de la astaxantina se debe a la capacidad de interactuar entre el agua y la grasa. También puede cruzar la barrera hematoencefálica, donde ejerce una protección mayor en la salud neurológica.45 Aunque se encuentra en el salmón salvaje, puede comprar suplementos de astaxantina de alta calidad o considerar los suplementos de aceite de kril, que tienen el beneficio adicional de ácidos grasos omega-3.46

El sulforafano activa las respuestas antioxidantes

El sulforafano es un compuesto organosulfurado que los investigadores creen que podría ser efectivo para combatir la enfermedad de Alzheimer al alterar la producción de beta-amiloide y tau. Estos son dos factores principales que se sabe que contribuyen al desarrollo de la enfermedad.47 Los niveles de proteínas beta-amiloides podrían aumentar de forma anormal y agruparse para formar placas que interrumpen la función de las neuronas.

El hecho de que la proteína tau se acumule de forma normal también puede contribuir a que se acumule dentro de las neuronas y formar ovillos neurofibrilares que interrumpen la comunicación. Un estudio realizado en animales48 con la enfermedad de Alzheimer demostró que el sulforafano mejoró los depósitos de beta amiloide y la función cognitiva. Esto insinuó un tratamiento potencial que también podría ser efectivo en humanos.

El sulforafano es un activador de Nrf2 que funciona según la dosis para detener la desregulación. Un estudio realizado en animales49 sugirió que la desregulación de Nrf2 podría disminuir a través del sulforafano. Los datos del laboratorio50 también demuestran que el sulforafano “activa las respuestas antioxidantes y antiinflamatorias al inducir las vías Nrf2” y es muy impide para prevenir la neurodegeneración y los signos del envejecimiento.

Comer más vegetales crucíferos con alto contenido de sulforafano o tomar un suplemento de alta calidad es bueno para muchas más cosas que solo la salud del cerebro. Por ejemplo, el sulforafano podría ser efectivo para tratar la diabetes, reducir los niveles de glucosa en la sangre51 y también para mejorar la expresión génica en su hígado.52

El sulforafano también puede mejorar la apoptosis en el colon53 y células de cáncer de pulmón.54 También puede reducir las ROS dañinas hasta en un 73 %, lo que disminuye el riesgo de inflamación.55

El sulforafano desempeña una función importante en el aumento del glutatión. Por lo general, el glutatión se conoce como el antioxidante maestro,56 ya que es el antioxidante más poderoso y se encuentra dentro de cada célula del cuerpo. El glutatión se diferencía de otros antioxidantes ya que funciona de manera intracelular57 y tiene la única habilidad de maximizar la actividad de otros antioxidantes.58

Los altos niveles de estrés oxidativo tienen un impacto en la fisiopatología de los trastornos del cerebro. Un estudio59 descubrió que existe una correlación entre los niveles periféricos de glutatión y los niveles de glutatión que se encuentran en el cerebro. También descubrieron que el sulforafano aumentaba los niveles en la sangre del glutatión en humanos después de consumir suplementos orales por siete días.

Los resultados del estudio piloto sugirieron que existe una relación entre el glutatión y el sulforafano que vale la pena explorar, ya que parece tener un impacto en las medidas neuropsicológicas que se alteran en los trastornos neuropsiquiátricos.

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FGR investiga ecocidio en santuario de mariposas monarcas

Por Redacción, Contralínea, 20 de mayo de 2022.

El Ministerio Público de la Fiscalía General de la República (FGR) inició una carpeta de investigación contra quien o quienes resulten responsables por el delito contra el medio ambiente derivado de la tala ilegal de 1 mil 602 árboles adultos en la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca en Zitácuaro, Michoacán, lo cual afectó el hábitat de la especie y con ello el ecosistema de la zona.

El delito se trata de la tala de 230 metros cuadrados de pino y cedro blanco, un total de 1 mil 602 árboles adultos, en una superficie de 2 mil 500 metros cuadrados. En lugar de los árboles, autoridades encontraron un cambio de uso de suelo por plantas de aguacate, lo que dañó de gravedad el núcleo de hábitat de la mariposa monarca. Tras observar los daños verificaron la extinción por tala.

El expediente fue conformado por una denuncia hecha por el representante legal de la Asociación Núcleos Agrarios, a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.

Tanto los inspectores de la Asociación Núcleos Agrarios, como los de la Comisión de Áreas Naturales Protegidas se constituyeron en los parajes Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, llamados Cerro Pelón de la comunidad de Nicolás Romero, y el Capulín de la comunidad de Donato Guerra, pertenecientes al municipio de Zitácuaro.

Los predios fueron inspeccionados por peritos y elementos de la Policía Federal Ministerial, quienes aportan al Ministerio Público federal los dictámenes correspondientes a fin de integrar la carpeta de investigación, en contra de quien o quienes resulten responsables.

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Plaguicidas y monocultivos, principales amenazas para las abejas en la Península de Yucatán: UNAM

Por Redacción Desinformémonos, Desinformémonos, 19 de mayo de 2022.

El uso indiscriminado de agroquímicos y plaguicidas, el cambio climático y los monocultivos son los principales amenazas para las colonias de abejas en la Península de Yucatán, señaló la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la víspera del Día Mundial de las Abejas, que se conmemora el 20 de mayo.

“Aunque en México no hemos tenido un colapso, existen pérdidas fuertes de población de estos insectos, sobre todo por empleo de plaguicidas en la península de Yucatán, Jalisco y en la Comarca Lagunera”, señaló Ricardo Anguiano Báez, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.

De acuerdo con Anguiano Báez, se han hecho esfuerzos para tratar de conocer las causas y proteger a las abejas, pero hace falta mayor coordinación entre apicultores, autoridades y académicos para guiar a una política apícola nacional que las salvaguarde.

En México, el 88 por ciento de los cultivos depende de las abejas para ser exitosos, entre ellos los de chile, mango, calabaza, frijol o el jitomate. Sin embargo, los monocultivos, la deforestación, el cambio climático, los megaproyectos y la contaminación afectan la vida de las colonias, así como la de los apicultores y productores locales.

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Para vencer el hambre, relocalizar la producción

Por Eugenio Fernández Vázquez, Pie de Página, 16 de mayo de 2022.

Hasta ahora México sigue lejos de las crisis por hambre, sin embargo, es altamente vulnerable por su dependencia e interrelación con los mercados internacionales. Debería centrarse en producir alimentos que nos alimenten a todos, a través de la relocalización y redistribución de la producción y de la restauración de suelos y vegetación 

Las crisis alimentarias en el mundo no harán más que multiplicarse en los próximos años por el aumento de las temperaturas globales, por los estragos de la pandemia de covid-19 y por los destrozos de la guerra de Rusia en Ucrania. Ante este panorama, no queda de otra que empezar a reorientar las economías agrícolas de cada país, incluido México, para dejar de depender de la agroindustria nacional e internacional y tejer una red de economías campesinas que restauren el  medio ambiente, alimenten a la población y nos permitan  adaptarnos con mayor facilidad a la crisis climática. 

Hasta ahora México sigue lejos de las crisis por hambre, y eso es un alivio. El último Reporte Global sobre Crisis Alimentarias del Programa Mundial de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas ubicó a cinco países latinoamericanos con algún grado de crisis de acceso a los alimentos, pero México no está entre ellos. Se trata, más bien, de nombres dolorosamente conocidos: los de Honduras, Haití, Guatemala, El Salvador y Nicaragua. La situación del país, sin embargo, sí es altamente vulnerable por su dependencia e interrelación con los mercados internacionales.

Por ejemplo, el año pasado México rompió sus récords de importación de alimentos por hasta un 36 por ciento, principalmente de cereales —sobre todo de trigo y de maíz—. Aunque el país mantiene un saldo positivo en su balanza comercial agropecuaria desde hace siete años, la caída de ese saldo de 2020 a 2021 fue de casi 40 por ciento, según cifras del Banco de México. A nivel nacional, además, los mercados agropecuarios enfrentan una creciente concentración en algunos pocos centros de abasto y distribución, donde se distribuye en torno al 70 por ciento de lo que produce el campo mexicano. 

Esta honda vinculación con los mercados internacionales, el superávit en la balanza comercial agropecuaria y la concentración en centros de abasto es consecuencia de políticas que han favorecido a los grandes agroindustriales a costa de los pequeños productores en México. El campo no produce alimentos: produce commodities, y la política agropecuaria —en gran medida hasta ahora, aunque sí ha habido algunos cambios— ha estado centrada en generar divisas, no en alimentar a la población ni en generar fuentes de ingreso que hagan rentable quedarse en el campo.

En un contexto mundial tan volátil como el que vivimos y que la crisis climática no hará sino agravar, urgiría una intervención de choque por parte del Estado mexicano. Valdría la pena, por ejemplo, replantear el programa Sembrando Vida ya no como un esfuerzo de distribución de subsidios, sino como un verdadero pilar de las economías campesinas —es decir, lo que pensábamos que iba a ser al principio del sexenio—. Urgiría acompañar los esfuerzos de siembra de frutales y otras plantas con construcción de mercados y canales que permitan llegar más directamente a los consumidores. 

Urgiría también acompañar emprender una campaña por la recuperación de los suelos del país y acompañarla por un fortalecimiento de la política forestal, para que pueda conservar los bosques y selvas nacionales y restaurarlos donde se han perdido. Como se informó hace unos días, estudios recientes han mostrado que los entornos agrícolas con técnicas productivas de baja intensidad —es decir, sobre todo las orgánicas— que están rodeadas por manchones importantes de vegetación primaria registran impactos relativamente bajos en las poblaciones de insectos polinizadores, lo que les da mayor resiliencia ante el cambio climático. Sería urgente emprender ese camino.

En pocas palabras, el país debería dejar de apostar por producir valor que se quedan unos pocos, para centrarse en producir alimentos  que nos alimenten a todos, a través de la relocalización y redistribución de la producción y de la restauración de suelos y vegetación. 

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El ajo negro fermentado podría bajar la presión arterial

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 16 de mayo de 2022.

HISTORIA EN BREVE

  • El ajo negro añejado o fermentado (ABG por sus siglas en inglés) junto con algunos cambios en la alimentación, lograron bajar la presión arterial diastólica en participantes masculinos que tenían hipercolesterolemia moderada
  • También se sabe que el ajo tiene un resultado positivo en las enfermedades cardiovasculares y metabólicas, como la aterosclerosis, trombosis y la diabetes. Tan solo dos gramos de ajo fresco podrían aumentar los niveles de plasma de óxido nítrico, que son necesarios para la función endotelial normal
  • Casi el 80 % de la insulina se elimina cuando pasa por el hígado, lo que afecta el control del nivel de glucosa en la sangre. El ajo puede ayudar a aumentar la cantidad de insulina disponible al prevenir el metabolismo de primer paso
  • Los compuestos organosulfurados del ajo contribuyen a los beneficios que tiene en la microbiota intestinal, el cerebro y la memoria. El ajo tiene propiedades antivirales y antibacterianas y además ayuda reducir el riesgo de sufrir algunos tipos de cáncer, como el de mama

Un estudio descubrió que el ajo negro fermentado (ABG por sus siglas en inglés), en combinación con algunos cambios en la alimentación, puede bajar la presión arterial diastólica en los participantes masculinos.1,2 Este no es el primer estudio que demuestra los beneficios del ajo. El ajo ha sido reconocido desde hace muchos siglos, incluyendo referencias en tabletas de arcilla de la civilización sumeria que datan del año 2 600 a.C.3 En el antiguo Egipto, le ofrecían ajo a la clase trabajadora para apoyar el trabajo pesado, de hecho, en los primeros Juegos Olímpicos, los atletas consumieron ajo para aumentar su resistencia.

El ajo también se ha utilizado en la medicina tradicional china para favorecer el proceso de digestión, tratar la diarrea y erradicar los parásitos intestinales. En India, el ajo se utiliza para promover la recuperación general, tratar la fatiga, los problemas digestivos, las enfermedades cardíacas y la artritis. Investigadores que escriben en el Journal of Nutrition4 observaron que varias culturas llegaron a la misma conclusión sobre la importancia del ajo en la salud y la enfermedad. Y escribieron:5

“Debido al inicio del Renacimiento, se prestó cada vez más atención en Europa a los usos médicos de las plantas. Pietro Mattioli de Siena, un médico muy destacado del siglo XVI, realizó muchos escritos que se tradujeron en varios otros idiomas. Recetó el ajo para tratar los trastornos digestivos, parásitos intestinales y los trastornos renales, así como para ayudar a las madres durante los partos difíciles.

En Inglaterra, sin embargo, el ajo se consideró cómo el alimento de las clases trabajadoras, opinión que no impidió que la sociedad británica más poderosa disfrutara de sus propiedades terapéuticas, es decir, se recomendaba para el estreñimiento, el dolor de muelas, la hidropesía, las mordeduras de animales y la peste”.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades,6 el 47 % de los adultos en Estados Unidos tiene presión arterial alta. Esto se define como una presión sistólica superior a 130 miligramos de mercurio (mmHg) o una presión diastólica superior a 80 mmHg. Los datos demuestran que consumir ABG podría tener un efecto positvo en las personas con presión arterial alta.7

El ajo negro fermentado ayuda a bajar la presión arterial diastólica

De acuerdo con los investigadores,8 el hecho de consumir ajo fermentado ha demostrado ejercer una mejoría en diferentes factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los beneficios se relacionan con el proceso de envejecimiento y los compuestos químicos que contiene.

El objetivo del estudio fue analizar cómo el consumo diario del extracto de ABG con S-alil-L-cisteína (SAC) estandarizada impactaba los factores de riesgo cardiovascular en personas con hipercolesterolemia moderada y que seguían las recomendaciones alimenticias.

Los investigadores involucraron a 67 personas en un estudio de intervención doble ciego, cruzado, sostenido y controlado. Todos los participantes consumieron 250 mg de una combinación de SAC/AGE o un placebo, todos los días durante seis semanas. Después, los participantes suspendieron la combinación por tres semanas y continuaron durante las siguientes seis semanas con la intervención opuesta.

Al final del estudio, los investigadores descubrieron que ciertos biomarcadores de riesgo de enfermedad cardiovascular disminuyeron en las personas que tomaron el extracto de ABG. Esto incluyó un descenso en la presión arterial diastólica de 5.85 mmHg en comparación con los que tomaron el placebo, en especial en hombres con presión arterial diastólica mayor a 75 mmHg.9

Rosa M. Valls, Ph.D., de la Universitat Rovira i Virgili, Reus, España, y una de las investigadoras, comentó en un artículo en Medscape: “El descenso que se observó en la presión arterial diastólica (PAD) por el extracto de ABG fue similar a los efectos de enfoques alimenticios, incluyendo los efectos de los alimentos para detener la hipertensión (DASH) sobre la presión arterial”.10

Los autores señalaron que los estudios de investigación anteriores no se habían centrado en ABG, sino en otros tipos de ajo añejados y tenían debilidades en el método o el diseño. Durante el estudio, los investigadores descubrieron que el 96.5 % de los grupos cumplieron con el protocolo y no reportaron eventos adversos. Las diferencias en la presión arterial diastólica se presentaron a las tres semanas, pero estadísticamente significativas a las seis semanas.

De acuerdo con Medscape, los científicos escribieron que el aumento de la presión arterial sistólica también influye en los resultados de riesgo cardiovascular y que, tanto la presión arterial sistólica como la diastólica influyen de forma independiente en los eventos de enfermedades cardíacas. A partir de los datos, concluyeron:11

“Por lo tanto, reducir la PAD en 5 mm Hg da como resultado un riesgo 40 % menor de morir por un derrame cerebral y un riesgo 30 % menor de morir por cardiopatía isquémica u otra muerte vascular”.

El ajo tiene beneficios para el corazón y el nivel de azúcar en la sangre

El ajo no solo afecta la presión arterial, sino que se sabe que tiene un impacto positivo en las enfermedades cardiovasculares y metabólicas, que incluyen la aterosclerosis, trombosis y la diabetes.12 El ajo ejerce un efecto antimicrobiano13 y tiene fuertes propiedades antioxidantes14 que apoyan la salud y estimulan la función inmunológica. La investigación también demuestra que el ajo fermentado es un antioxidante más potente que el ajo fresco.15

Además, el polvo de ajo ha demostrado tener un efecto protector en las propiedades elásticas de la aorta en adultos mayores. La aorta es la arteria más grande que sale del corazón. Por lo general, la rigidez de la aorta ocurre en el envejecimiento y se relaciona con un mayor riesgo de sufrir un infarto, insuficiencia cardíaca, derrame cerebral y enfermedad cardíaca.16 Sin embargo, un estudio17 descubrió que los pacientes de edad avanzada que tomaban ajo en polvo tenían una respuesta atenuada en la rigidez de la aorta.

Un segundo estudio18 demostró que las personas que tomaron 2 gramos de ajo fresco aumentaron las concentraciones en plasma de óxido nítrico (NO). Este es un gas soluble que su cuerpo produce a partir del aminoácido L-arginina. Aunque es un radical libre, también es una molécula de señalización biológica muy importante, ya que es necesaria para la función endotelial normal19 y para proteger sus mitocondrias.20

El NO también es un potente vasodilatador21 que promueve un flujo sanguíneo saludable, lo que contribuye a una buena oxigenación de sus tejidos y órganos, además de ayudar a eliminar los desechos y el dióxido de carbono. Asimismo, mejora la neuroplasticidad de cerebro22 al mejorar la oxigenación en el complejo somatomotor, un área del cerebro que a menudo se ve afectada en las primeras etapas de la demencia.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades,23 más de 37 millones de personas que viven en los Estados Unidos tienen diabetes. Por lo general, la diabetes tipo 2 tiende a desarrollarse en personas mayores de 45 años y puede presentarse con pocos síntomas. Uno de esos síntomas es un nivel alto de azúcar en la sangre.

A medida que sus células están expuestas a mayores cantidades de glucosa, desarrollan resistencia a la insulina. Sin embargo, la insulina es necesaria para transportar la glucosa de la sangre a las células. Una forma de ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre es retener más insulina en el torrente sanguíneo. Sin embargo, se elimina casi el 80 % cuando pasa por el hígado,24 lo que reduce la cantidad de insulina que se puede utilizar.

La investigación descubrió que los compuestos en el ajo previenen este metabolismo de la insulina, por lo que libera una mayor cantidad para que la pueda utilizar.25 Se han utilizado estudios en animales para analizar el efecto de un compuesto de ajo llamado aliina, en el nivel de azúcar en la sangre. Se realizó un estudio26 con ratones donde se les dio agua potable con y sin aliina durante ocho semanas.

No hubo cambios en el peso corporal, la energía ni los depósitos de grasa, pero los que bebieron agua con aliina demostraron una sensibilidad mayor a la insulina y un mejor perfil de lípidos. Los investigadores creen que esto también se podría atribuir a la capacidad del compuesto para modular la microbiota intestinal.

Los compuestos organosulfurados contribuyen al poder del ajo

Los organosulfuros son fitoquímicos que por lo general se encuentran en el ajo y la cebolla. Los estudios epidemiológicos descubrieron que estos compuestos tuvieron un efecto contra el cáncer en un modelo experimental.27 Estos son una subclase de azufre que se encuentra en todo el medio ambiente y un componente necesario de enzimas, proteínas y vitaminas.28

Aún no está claro el mecanismo exacto que utilizan los compuestos organosulfurados para proteger a las células. Se sabe que modulan la actividad para impedir que se formen los aductos29 o segmentos de ADN unidos a sustancias químicas muy cancerígenas.30 Los compuestos organosulfurados también han demostrado tener actividad contra la proliferación celular en tumores que podrían producirse por el inicio de la apoptosis.31

Los compuestos de azufre también tienen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antimicrobianas.32 Se relacionan con una síntesis más baja de colesterol en el hígado,33 que disminuye el nivel de colesterol total. En un tubo de ensayo, impiden la agregación plaquetaria,34 lo que puede reducir el riesgo de sufrir eventos trombóticos, incluyendo derrame cerebral, embolia pulmonar y además de proteger su sistema cardiovascular.

Beneficios del ajo para el intestino, cerebro y la memoria

Un estudio35 presentado en la reunión anual de la American Physiological Society’s en 2019 por investigadores de la Universidad de Louisville, agregó credibilidad al estado del ajo como un superalimento y apoyó todas sus poderosas propiedades medicinales. El estudio involucró a ratones de 24 meses de edad, lo que equivale a 56 y 69 años en humanos.

Algunos ratones recibieron sulfuro de alilo, lo que provocó una mejor memoria a largo y corto plazo y bacterias intestinales más saludables, en comparación con los ratones de control que no recibieron el suplemento. Los ratones que tomaron el compuesto de ajo también tuvieron una mayor expresión génica del factor natriurético derivado de neuronas (NDNF),36 que es un gen necesario para consolidar la memoria.

Una menor expresión de NDNF se podría relacionar con el deterioro cognitivo. Esto fue lo que un autor del estudio comentó para un comunicado de prensa: “Nuestros hallazgos sugieren que administrar ajo que contiene sulfuro de alilo podría ayudar a mantener los microorganismos intestinales saludables y mejorar la salud cognitiva en los adultos mayores”.37

La relación que existe entre las bacterias intestinales y la salud neurológica no es ninguna novedad. Los datos demuestran que las personas con demencia tienen una composición microbiota intestinal muy diferente que las que no tienen demencia. La investigación en la revista Protein & Cell explicó que:38

“La microbiota del tracto gastrointestinal se relaciona con la patogénesis de la demencia al provocar enfermedades metabólicas y el progreso de la inflamación de bajo grado. Se propone una estrategia novedosa para el manejo de estos trastornos y como adyuvante para el tratamiento psiquiátrico de la demencia y otras enfermedades relacionadas al modular la microbiota (con el uso de probióticos, por ejemplo).”

Los datos de investigación también respaldan el uso del extracto de ajo fermentado (AGE) para mejorar la memoria de reconocimiento a corto plazo y aliviar la neuroinflamación en animales que sufren una enfermedad similar al Alzheimer.39 Este estudio utilizó ajo fresco añejado para crear el extracto y producir SAC, que se encuentra en cantidades mucho más altas en el ajo añejado y el ajo negro fermentado que en el ajo crudo. El AGE también podría proteger el cerebro de otras maneras, incluyendo:40

  • Proteger contra afecciones neurodegenerativas
  • Prevenir la lesión cerebral después de la isquemia
  • Proteger las células neuronales contra la apoptosis
  • Prevenir la muerte oxidativa inducida por la proteína betaamiloide

Los investigadores de la revista Nutrients también explicaron que el tratamiento con AGE o S-alilcisteína “ha demostrado prevenir la degeneración del lóbulo frontal del cerebro, mejorar el aprendizaje y la retención de la memoria, y prolongar la esperanza de vida”.41 El mismo extracto podría aumentar la riqueza y diversidad de microbios en el intestino después de solo tres meses.42 El ajo fresco también ha demostrado ser una promesa para mejorar la función de la memoria, incluyendo un estudio en animales donde el ajo mejoró la retención de la memoria.43

El ajo combate las infecciones y el cáncer

Como se mencionó antes, el ajo y la cebolla contienen fitoquímicos que han demostrado tener efectos anticancerígenos. Se creó un estudio de base poblacional en Puerto Rico44 cuando se notó que había una tasa más baja de casos de cáncer de mama en la isla en comparación con el continente.

Los investigadores de la Universidad de Buffalo buscaban evidencia para relacionar el consumo de cebollas y ajo con la forma de prevenir el cáncer de mama. Descubrieron que existía una relación inversa entre el consumo y el riesgo de padecer cáncer de pulmón, próstata y estómago que se había establecido antes.

El investigador principal, Gauri Desai, dijo para un comunicado de prensa:45 “Descubrimos que, entre las mujeres de Puerto Rico, el consumo combinado de cebolla y ajo, así como el sofrito, se relacionó con un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama”. El sofrito es un condimento base hecho de cebolla y ajo que por lo general se utiliza en casi todos los platillos puertorriqueños.

Los datos finales demostraron que “las personas que consumían sofrito más de una vez al día tenían un riesgo 67% menor en comparación con las mujeres que nunca lo comían”. Desai46 señaló que la cantidad total de cebolla y ajo que comían las mujeres, era lo que proporcionaba el efecto protector y no solo el sofrito.

Los datos también demostraron que el ajo es un antiviral y antibacteriano natural, y los investigadores de alimentos sugirieron que los extractos se podrían utilizar al preparar hamburguesas para disminuir el crecimiento de Staphylococcus aureus.47 Aunque se puede usar como saborizante, también tiene propiedades antibacterianas contra algunas bacterias grampositivas y gramnegativas.

Propiedades antivirales de los suplementos de ajo

El ajo también tiene una larga historia de pruebas contra virus. Un estudio realizado en 198548 demostró que el ajo tenía actividad contra la influenza B y el herpes simple. Un ensayo en humanos con 146 participantes que se llevó a cabo durante la temporada de gripe demostró que las personas que consumían suplementos de ajo tenían una probabilidad menor de enfermarse y, si se enfermaban, se recuperaban más rápido. Los que consumieron un placebo tenían una mayor probabilidad de enfermarse más de una vez en un período de 12 semanas.

En una revisión histórica de la literatura, se descubrió que el ajo tiene actividad contra varios virus, incluyendo la gripe, resfriado común, VIH, herpes tipo I y II y el rinovirus.49 Cuando comenzó la pandemia de COVID-19, científicos de Vietnam50 validaron las propiedades antivirales del ajo y demostraron que dos de los compuestos organosulfurados más comunes que se encuentran en el aceite esencial de ajo tenían actividad contra el SARS-CoV-2.

Los investigadores escribieron que los resultados del estudio de laboratorio “sugieren que el aceite esencial de ajo es una valiosa fuente antiviral natural, que contribuye a prevenir la invasión del coronavirus en el cuerpo humano”.51

Un estudio de Turquía52 que se publicó durante el proceso de la pandemia explicó como el ajo influye en la forma en que se libera la leptina del tejido adiposo, lo que ayuda a regular la saciedad y desempeña un papel muy importante en incrementar las citoquinas inflamatorias. Llegaron a la conclusión de que el ajo podría ayudar a “suprimir la producción y secreción de citoquinas proinflamatorias, así como una hormona leptina derivada del tejido adiposo, lo que genera un efecto proinflamatorio”.53

No hay efectos secundarios por el consumo de ajo. Pero, si no le gusta el sabor picante o desea aumentar aún más los beneficios, considere el ajo negro, que se produce al fermentar bulbos enteros de ajo fresco en condiciones climáticas controladas. Las personas que odian el ajo podría aceptar el sabor de ABG. Los investigadores escribieron en la revista Molecules y descubrieron que el ABG es una preparación de ajo “con un sabor agridulce y sin un olor tan fuerte”.54

Cuando elija ajo fresco, tenga en cuenta que los dientes se deben triturar o picar para estimular la liberación de una enzima, que a su vez cataliza la forma en que se crea la alicina. Para activar las propiedades medicinales, comprima el ajo con una cuchara o píquelo finamente antes de tragarlo.

Las pruebas demuestran que puede reducir el mal aliento al masticar una manzana cruda, hojas de menta o lechuga.55 Ahora ya sabe que puede comer todo el ajo que quiera, sin preocuparse por ofender a los demás.

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