Profeco publica LISTA de pastelitos con etiquetado erróneo y dañinos para la salud

Por Redacción Sin Embargo, Sin Embargo, 03 de febrero de 2022.

La Revista del Consumidor de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un estudio en el cual alertó en contra de pastelitos empacados de distintas marcas por su alto contenido calórico y de azúcares, los cuales son nocivos para la salud en grandes cantidades.

En su estudio analizó 25 productos –entre ellos los Pingüinos marca Marinela, Gansito marca Marinela, Cinnamon Roll marca Hostess y Délice marca Kinder–, los cuales tienen un exceso de grasas saturadas, de grasas trans, calorías y de azúcares.

La Profeco determinó que los productos Vualá Swich Vualá Swich Roll incumplen con la normatividad del etiquetado porque declaran tener 0 gramos de azúcares, a pesar de que realmente tienen 35 y 36 gramos de azúcares, respectivamente.

La Profeco denunció que dos pastelitos de la marca Vualá incumplieron con la normatividad sobre empaquetado. Imagen: Profeco.

En tanto, los pastelitos Hostess Cinnamon Roll, Marinela Napolitano y Mrs.Freshley’s Balonazos superan en cada una de sus unidades la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de consumo diario de azúcares. “Aún cuando hay otros pastelitos que pueden contener menos azúcar, su consumo junto con otros alimentos podría exceder dicha recomendación”, advirtió la Procuraduría.

Hostess Cinnamon Roll también fue calificado como el producto que más calorías aporta, con un valor de 398 kilocalorías. El consumo en exceso de calorías puede conducir al sobrepeso y a la obesidad.

Además, la Profeco indicó que el consumo de cinco pastelitos no es recomendado para niños y niñas debido a que contienen edulcorantes como el sorbitol:

Los pastelitos con edulcorantes no son recomendados para su consumo en menores de edad. Imagen: Profeco.

Cocinar

Por Alejandro Calvillo, Sin Embargo, 03 de febrero de 2022.

Cocinar es la alquimia social de una cultura con su entorno

Perder la cocina, dejar de cocinar, olvidar las técnicas y recetas para preparar los platillos de nuestra sociedad, de nuestras tradiciones, es perder nuestra identidad y es quedar a la deriva de los intereses comerciales globales y sumergirnos en los daños a la salud y las epidemias creadas por productos que no buscan alimentar, sólo vender. Pero también, dejar de cocinar es dejar de encontrarnos alrededor de la mesa, de transmitir los conocimientos de una generación a otra, dejar de convivir y arrojarnos a la soledad del encontramos con productos diseñados en los laboratorios de las grandes corporaciones con un coctel de aditivos artificiales.

Cocinar es la alquimia social de una cultura con su entorno, expresa una relación de siglos y miles de años con las plantas y los animales, el descubrimiento y la herencia de saberes locales y regionales. Las mujeres han sido las creadoras y depositarias de estos conocimientos que en nuestro país tienen una de sus más refinadas expresiones entre las cocineras oaxaqueñas, refinación que encontramos en cientos y miles de mujeres en diversas regiones del país.

Cocinar es la relación más profunda de la humanidad con el mundo vivo del cual nuestra especie forma parte. Un milagro que solamente sabemos que se ha dado en este Planeta que no es más que un grano de arena en la infinita arena del Universo. Es la condición de sobrevivencia en su esencia más básica, pero también es la expresión de su múltiple y diversa identidad. La identidad cultural se da tanto en la lengua que se habla como en la cocina, en lo que se ha dado en llamar la cultura culinaria.

Hipócrates, el padre de la medicina, dijo: “Sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento”. A partir de la mercantilización en la salud y en la vida en general se dejó de lado la alimentación no sólo como fuente de salud, también como forma de tratamiento de enfermedades, para ser sustituida por los medicamentos de marca producidos en base a la industria petroquímica realizando una guerra con gran éxito contra las muy diversas expresiones de la herbolaria tradicional. El poder de las corporaciones de los medicamentos, la llamada Big Pharma, ha llegado al extremo de utilizar principios activos de diversas plantas en medicamentos de difícil acceso por su alto costo, al tiempo que ha cabildeado en diversos países para que las plantas no puedan comercializarse informando de su potencial medicinal, solamente como suplementos alimentarios.

La relación íntima de las diversas sociedades humanas con su entorno, en especial con las plantas, no sólo ha determinado el tipo de alimentación de cada cultura y ha sido fuente de medicina para curar malestares y enfermedades, ha sido también la base de rituales que son descritos como puertas a otras percepciones, otras realidades, como experiencias de una comunión espiritual con el resto de la vida. Esto último ha formado parte de la cosmovisión de muy diversas culturas.

La cultura culinaria de nuestro país, que se permea a través de las fronteras hacia el norte y el sur, es una de las más ricas y diversas de la Tierra. Ha sido el resultado de una ecuación compleja entre la enorme diversidad biológica y la gran diversidad cultural que ocurre en este territorio que llamamos México. En todas esas culturas, en todas esas sociedades, se desarrolló la convivencialidad alrededor del fogón donde se transmite aún, en muchas regiones, el saber sobre las plantas, los condimentos, sus mezclas y las formas de prepararlos, de cocinarlos.

En varias de las lenguas originarias se encuentra que no existe clara distinción entre la siembra y el cocinar. Nueve mil años de agricultura para desarrollar la gran diversidad de maíz que es la base, la materia prima, de una gran diversidad de platillos, hablan de esos vínculos con la tierra y de la tierra con la cocina.

Cuando un pueblo pierde su cocina no sólo pierde su identidad, pierde su relación con la tierra, pierde el espacio de convivencialidad más importante, donde compartimos no sólo el alimento, donde compartimos la vida.

Tenemos la riqueza de la diversidad de alimentos y de cultura culinaria para redescubrirla, para hacerlo con nuestras niñas y niños, jugando a reconocer los sabores, a preparar los platillos, a ir a los huertos, a sembrar donde se pueda, a reconectar con la tierra.

En nuestros alimentos está la salud y en ella la protección de la tierra. Es así que los alimentos que nos dan salud se convierten en abono, vida, para la tierra. Hay que cocinar para entender parte importante del sentido de la vida, de esa vida que forma parte de un entramado interconectado e interdependiente con las demás formas de vida con las que compartimos esta nave que habitamos llamada Tierra.

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Podríamos estar ante el fin de la pandemia

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 01 de febrero de 2022.

HISTORIA EN BREVE

  • Al fin, muchas de las autoridades de salud y líderes mundiales han reconocido que las vacunas no acabarán con la pandemia, por lo que debemos aprender a vivir con este virus. Algunos incluso han comenzado a rechazar el uso de dosis de refuerzos
  • Un factor importante de este inesperado giro en la narrativa de la pandemia es la variante ómicron. Aunque es muy infecciosa, en la mayoría de las personas solo causa síntomas leves de resfriado, además, esta variante ya contagió a gran parte de la población, lo que está provocando una inmunidad colectiva natural. Ahora, muchos afirman que podría tratarse del fin de la pandemia
  • Ómicron es la variante dominante en casi el 100 % de los casos de COVID en el área de Boston. En Nueva Inglaterra, se prevé que el brote actual disminuya a un ritmo acelerado y desaparezca durante el mes de febrero de 2022. A principios de enero de 2022, ómicron causó alrededor del 73 % de los casos de COVID en los Estados Unidos
  • Después de dos años de vivir en medio del miedo, las personas ya están hartas. Al parecer, ya están listas para recuperar sus vidas, incluso si la amenaza del COVID sigue latente
  • Gracias a la inmunidad natural que proporciona la variante ómicron, el mundo estará mucho mejor preparado para enfrentar cualquier nueva cepa que surja en el futuro, sin provocar un incremento significativo en la mortalidad

Tras casi un año, los expertos ya constataron que las vacunas antiCOVID no ayudan a desarrollar la inmunidad colectiva que se necesita para poner fin a la pandemia, ya que las inyecciones de transferencia de genes no previenen ni la infección, ni la transmisión.

Aunque era algo lógico, las autoridades de salud y los líderes gubernamentales de todo el mundo afirmaban todo lo contrario y se encargaron de censurar a todas y cada una de las personas que se atrevieron a recomendar enfoques alternativos, sin importar sus acreditaciones.

Pero de la noche a la mañana, la narrativa comienza a cambiar, y aunque no lo crea, muchos de estos mismos “expertos” ahora reconocen que las “vacunas” antiCOVID no acabarán con la pandemia, por lo que debemos aprender a vivir con este virus. Algunos incluso han comenzado a rechazar el uso de refuerzos, al menos a intervalos de tres a cuatro meses.

Un factor importante de este inesperado giro en la narrativa de la pandemia es la variante ómicron que, aunque es muy infecciosa, en la mayoría de las personas solo causa síntomas leves de resfriado, además, esta variante ya ha contagiado a gran parte de la población, lo que está provocando una inmunidad colectiva natural. Ahora, muchos afirman que podría tratarse del fin de la pandemia.1

Llegó el momento de dejar la pandemia atrás

El 15 de enero de 2022, en un artículo de Trial Site News, Mary Beth Pfeiffer informó lo siguiente:2

“El director de enfermedades infecciosas del Hospital General de Massachusetts hizo un pronóstico que hace menos de un mes era inimaginable: el fin de la pandemia. El Dr. Edward Ryan hizo comentarios fantásticos y alentadores sobre la variante ómicron que dan esperanza de un regreso a la normalidad.

Entre las que se encuentran: ómicron hará que no sea necesario poner refuerzos. El virus del COVID será como el ‘resfriado común’ y muy pronto experimentaremos una última ola que será un ‘modo de limpieza’. “Estamos librando la última batalla contra el COVID y pronto volveremos a la vida normal”, dice el resumen de los comentarios del Dr. Ryan. ¡Se espera una primavera y un verano muy agradables!”

Según el Dr. Ryan, ómicron es la variante dominante en casi el 100 % de los casos de COVID en el área de Boston, lo cual es una buena noticia, al considerar que no parece causar los efectos secundarios graves de otras cepas, como la Delta. En Nueva Inglaterra, se prevé que el brote actual disminuya a un ritmo acelerado y desaparezca durante el mes de febrero de 2022. A principios de enero de 2022, ómicron causó alrededor del 73 % de los casos de COVID en los Estados Unidos.3

Pfeiffer también informa que, según el Dr. Ryan, no será necesario administrar dosis de refuerzo para ómicron, ya que para el momento en el que la vacuna especial para esta variante esté disponible, la ola ya habrá terminado. Además, al referirse a la infección por ómicron, el Dr. Ryan afirmó que “todos nos vamos a contagiar, lo que nos dará la inmunidad que necesitamos para superarla”.

Los comentarios del Dr. Ryan contradicen las recomendaciones médicas convencionales sobre los refuerzos, que buscan aplicar dosis de refuerzo a toda la población, incluyendo a los niños. Pero algo es claro, los comentarios del Dr. Ryan tienen mucho sentido. Aunque parece que los refuerzos tienen la capacidad de incrementar la resistencia de una persona que tiene dos dosis a la variante ómicron, esta vacuna se diseñó para proteger contra el SARS-CoV-2 original que ya no existe.

En general, parece que la única razón por la que una persona que tiene dos dosis necesitaría un refuerzo contra ómicron, es porque las dos primeras dosis afectaron su sistema inmunológico de tal manera que ahora son más vulnerables, incluso a una cepa más leve. Esta espiral descendente de inmunidad negativa solo continuará a medida que se sigan aplicando refuerzos.

Al fin admiten que las vacunas no producen inmunidad colectiva

A principios de agosto de 2021, el profesor Sir Andrew Pollard, director del Grupo de Vacunas de Oxford, se pronunció en contra de la idea de que las vacunas antiCOVID eran la respuesta que todos buscaban. En aquel momento, dijo que la idea de que las vacunas antiCOVID producirían inmunidad colectiva era “mítica”. Como lo informó el portal Yahoo! News el 10 de agosto de 2021:4

“Pollard afirmó que, con la variante Delta, la inmunidad colectiva “no es una posibilidad”. Dijo que esta idea es “mítica” y advirtió que las campañas de vacunación no deberían girar en torno a ella.

“Por lo que sabemos del coronavirus, queda claro que esta variante actual, Delta, seguirá infectando a las personas que tienen la vacuna y eso significa que cualquiera que aún no esté vacunado, en algún momento, se topará con el virus”, dijo Pollard en una sesión del Grupo Parlamentario de Todos los Partidos (APPG, por sus siglas en inglés) sobre el coronavirus.

Dijo que, si bien las vacunas podrían “ralentizar el proceso” de transmisión, por ahora, no pueden detener por completo la propagación.

Señaló, “creo que, en el caso de esta variante, estamos ante una situación en que la inmunidad colectiva no es una posibilidad porque todavía infecta a las personas que tienen la vacuna” y predijo que se podía esperar “una variante aún más contagiosa entre las poblaciones vacunadas.” También agregó: “esa una de las razones principales por la que las campañas de vacunación no deben girar en torno a la inmunidad colectiva”.

Durante esa misma sesión, el profesor Paul Hunter de la Universidad de East Anglia, enfatizó que las variantes capaces de evadir las vacunas antiCOVID eran “inevitables”. Pues resultó que tanto Pollard como Hunter tenían razón, ya que ahora se ha documentado que ómicron tiene la capacidad de evadir las vacunas.

Las personas ya están hartas del COVID

La esperanza que representa ómicron no pudo llegar en mejor momento. Porque después de dos años de vivir en medio del miedo, las personas ya están hartas. Al parecer, ya están listas para recuperar sus vidas, incluso si la amenaza del COVID sigue latente, porque la vida ya no puede esperar más.

Las ganas por recuperar nuestras vidas son cada vez más grandes y tal vez forman parte de la naturaleza humana… Sin importar el daño inmediato que pueda causar ómicron, lo más probable es que pronto nuestras vidas se parezcan mucho más a las que teníamos en la primavera de 2019 que a las de la primavera de 2020. ~ Yascha Mounk, profesor asociado, Universidad Johns Hopkins

El 22 de diciembre de 2021, en un artículo que se publicó en el portal The Atlantic, Yascha Mounk, profesor asociado de la Universidad Johns Hopkins y miembro principal del Consejo de Relaciones Exteriores, señaló que “no importa la gravedad de la variante, los cierres y confinamientos ya no son una opción.” Además, señala lo siguiente:5

“Parece que todas las personas que conozco tienen COVID. El patrón entre mi círculo de amigos coincide con lo que está sucediendo en Sudáfrica, donde se identificó por primera vez la nueva variante ómicron del coronavirus.

La cantidad de casos en el país se disparó de forma muy rápida, pero hasta ahora la cantidad de muertes ha incrementado de forma muy, pero muy gradual, lo que podría indicar que ómicron es más contagiosa, pero causa una enfermedad menos grave que las variantes anteriores.

Apuesto a que, sin importar el rumbo que tome ómicron, o las futuras cepas de la enfermedad, nos encontramos ante el final de la pandemia como un fenómeno social.

A pesar de la gran cantidad de casos, pocas autoridades o políticos han impuesto medidas estrictas para frenar su propagación. Los cierres y los confinamientos ya no son una opción.

Aunque los científicos tienen su propia forma de decidir que una pandemia ha terminado, un marcador científico social muy práctico es cuando las personas se han acostumbrado a vivir con la presencia constante de un patógeno en particular.

Según esa definición, el incremento masivo de infecciones por ómicron, que en la actualidad experimentan decenas de países desarrollados, que no han hecho demasiado alboroto al respecto, podría representar el final de la pandemia”.

Al igual que muchos otros, Mounk señaló que si ómicron resultaba ser tan leve como parecía desde un inicio, algo que ya se confirmó, se desarrollaría una inmunidad colectiva natural mientras este virus tan infeccioso se propaga a un ritmo acelerado alrededor del mundo. Gracias a esa inmunidad natural, el mundo estará mucho mejor preparado para enfrentar cualquier nueva cepa que surja en el futuro, “sin provocar un incremento significativo en la mortalidad”.

Aprender a vivir con el riesgo

Mounk también señala que, con el tiempo, las personas se acostumbran y aprenden a vivir con todo tipo de riesgos, que incluyen amenazas directas a la vida y la integridad física, y ese es justo el tipo de resiliencia que estamos viendo en estos momentos:6

“Durante mi infancia en Alemania, me fascinaban las noticias sobre la vida en lugares muy peligrosos. Para los residentes de Bagdad o Tel Aviv era peligroso salir de compras o reunirse con sus amigos para tomar una taza de café.

Con una mezcla de horror y admiración, me preguntaba, ¿cómo las personas son capaces de vivir de esa manera?

Pero la verdad es que casi todos, durante prácticamente toda la historia de la humanidad, se han enfrentado a riesgos cotidianos como enfermedades o una muerte violenta, que son aún mayores a los que enfrentan los países desarrollados en este momento.

Y a pesar de todos los horrores de los últimos 24 meses, eso es algo muy cierto, incluso ahora. Las ganas por recuperar nuestras vidas son cada vez más grandes y tal vez forman parte de la naturaleza humana.

En ese sentido, la primavera de 2020 se recordará como uno de los períodos más sorprendentes de la historia, una época en la que las personas renunciaron por completo a su vida social para frenar la propagación de un patógeno peligroso. Pero el hecho de que se haya logrado durante algunos meses, no significa que sea posible hacerlo durante años o incluso décadas.

Sin importar el daño inmediato que pueda causar ómicron, lo más probable es que pronto nuestras vidas se parezcan mucho más a las que teníamos en la primavera de 2019 que a las de la primavera de 2020″.

Diferencia entre el resfriado, la gripe y el COVID

Al parecer, era cierto que la variante ómicron infectará a todos. En este momento, hay una gran cantidad de personas enfermas. La buena noticia es que esta situación no ha causado pánico. Ahora, las personas saben que no deben tener miedo.

Pero recuerde que es muy importante tratar a tiempo cualquier síntoma de COVID. Como se mencionó, la mayoría de las infecciones por SARS-CoV-2 ahora se relacionan con la variante ómicron y los síntomas principales son muy similares a los del resfriado común o la influenza. Los síntomas más comunes de infección por ómicron son los siguientes:7

FatigaTos
Congestión, estornudos y secreción nasalDolor de garganta
Dolor de cabezaFiebre

Además de estos, otros síntomas comunes de la infección por SARS-CoV-2, que incluyen la variante delta, son los siguientes:

  • Pérdida del olfato y el gusto
  • Dolor estomacal/gastrointestinal (que en algunos casos podría ser un signo de microcoágulos en los intestinos8)
  • Náuseas o vómitos
  • Diarrea

Una diferencia clave en la sintomatología entre la variante delta y ómicron, es que la variante ómicron no parece causar la pérdida del gusto y el olfato que a menudo ocurre con la infección por delta (al igual que con las cepas anteriores). Por suerte, la variante ómicron tampoco parece relacionarse con coágulos de sangre, como las cepas anteriores (en especial las iniciales), al igual que es mucho menos probable que cause una infección y daño pulmonar severo.9,10

Es indispensable tratar los síntomas a tiempo

Si tiene en cuenta las incertidumbres en torno al diagnóstico, es mejor tratar a tiempo cualquier síntoma de resfriado o gripe. Comience el tratamiento en cuanto empiece a sentir los síntomas. Tal vez sea un resfriado común o un caso de influenza normal, tal vez es ómicron, pero, como es difícil saberlo, lo mejor que puede hacer es tratar los síntomas justo como lo haría con el COVID.

Si se tiene en cuenta lo contagioso que es la variante ómicron, es probable que la contraiga, así que le recomiendo comprar hoy mismo lo que necesitará, para tenerlo a mano en caso de que aparezcan los síntomas. Y recuerde, esto también aplica para las personas que ya recibieron la vacuna, ya que es probable que se infecten y tal vez incluso más. Los protocolos de tratamiento temprano con efectividad demostrada incluyen los siguientes:

Revisé estos protocolos y desarrollé el siguiente resumen de los tratamientos específicos que creo son los más sencillos y efectivos.