La hierba que podría ayudar en casos de diabetes e hipertensión

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 14 de febrero de 2022.

HISTORIA EN BREVE

  • La albahaca sagrada, que también se conoce como tulsi, es una hierba medicinal predilecta en la medicina ayurveda y tiene el potencial de reducir los niveles de glucosa en la sangre debido a que estimula la secreción de insulina. Reduce el cortisol sérico y puede ayudar a bajar los niveles de presión arterial elevada
  • La albahaca sagrada forma parte de la familia de la menta y cuenta con propiedades antibacterianas, antifúngicas, antiinflamatorias, analgésicas y antioxidantes
  • Los practicantes de la medicina aryuveda usan tulsi para tratar afecciones de la piel como el eccema y la psoriasis
  • Esta planta puede brindar protección contra infecciones bacterianas y virales, además, ha demostrado tener la capacidad de reducir el estrés y mejorar la función cognitiva en diversos estudios, tanto en animales como en personas

Las culturas indígenas han utilizado la medicina tradicional herbolaria para tratar y prevenir enfermedades durante miles de años.1 Los compuestos bioactivos que se encuentran en las plantas medicinales se han convertido en un tema primordial de investigación en lo que respecta a los tratamientos con medicamentos2 y la gran industria farmacéutica, o Big Pharma, las replicó en el laboratorio.3

La albahaca sagrada, o tulsi, (Ocimum sanctum) es una hierba medicinal predilecta en la medicina ayurveda debido a los vastos beneficios que ofrece para la salud.4 Se ha utilizado mucho en el sudeste de Asia y cada vez es más popular en la medicina occidental.

El tulsi es una poderosa hierba adaptógena que goza de diversas propiedades antibacterianas, antifúngicas, antiinflamatorias, analgésicas y antioxidantes, las cuales son muy conocidas. En la actualidad, es posible encontrar a la venta diversos productos que contienen tulsi, entre los que se encuentra el té, el extracto y el aceite esencial del mismo.5

La albahaca sagrada es una planta floral que pertenece a la familia de la menta. Se considera sagrada en el hinduismo debido a que se asocia con Lord Vishnu, quien es una de las deidades principales de dicha religión.6 Además de sus usos medicinales, el tulsi también se cultiva en grandes cantidades y se utiliza como hierba culinaria.7 El picor de la menta se hace más fuerte y se concentra durante la cocción. Se considera una especie invasora en cualquier lugar que no sea su región nativa.

Puede alcanzar una altura de 2 metros en la India debido a las altas temperaturas, pero, por lo general, alcanza un poco menos de un metro en zonas más templadas.8 Puede ser un arbusto perenne de vida corta o una planta anual, según la región en la que crezca. No es el caso de la albahaca dulce, la cual es una hierba culinaria muy popular que crece en diversas áreas y se puede cultivar en interiores. A pesar de que pertenecen al mismo género, es evidente que difieren en sabor y apariencia.9

El tulsi tiene el potencial de reducir el riesgo de diabetes y la presión arterial

Tener diabetes implica un mayor riesgo de hipertensión10 y viceversa.11 Existe evidencia de que la albahaca sagrada tiene incidencia en los niveles de glucosa en la sangre y puede ayudar a reducir la presión arterial.

En 1996, diversos investigadores estudiaron los efectos de la albahaca sagrada en los niveles de glucosa en la sangre de ratas albinas.12 Los resultados indicaron que administrar esta planta podía reducir la glucosa en la sangre después del ayuno y la comida. De la misma forma, tuvieron niveles más bajos de glucosa en la orina.

Estos resultados se asemejan a lo que se ha comprobado durante muchos años de usar la albahaca sagrada en las intervenciones ayurvédicas para tratar a pacientes con diabetes. Una revisión de la literatura en el campo de la medicina aryuveda13 reveló muchos estudios en los que se mencionaba que esta planta se utilizaba para tratar la diabetes, la hepatitis, las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades infecciosas.

Hace poco, diversos científicos analizaron varias plantas con potencial antidiabético y compuestos bioactivos y una de ellas fue: la albahaca sagrada.14 Las hojas de la planta contienen eugenol, ácido ursólico, carvacrol y linalool. Es rica en vitaminas, minerales, clorofila y otros fitonutrientes, tales como los flavonoides, las saponinas y los triterpenoides.

Se informó que, como sucedió en un modelo animal, las hojas estimulan la secreción de insulina y reducen los niveles séricos de cortisol y glucosa.15 De igual manera, se demostró tener un efecto hipoglucemiante y dependiente de la dosis en otro estudio que se realizó en animales.16 Se llevó a cabo una búsqueda en una base de datos de estudios en personas17 y los resultados revelaron que el tulsi ayudó a reducir la glucosa en la sangre en ayunas, al igual que los niveles de colesterol en pacientes mayores de 40 años y todo esto sin cambiar su perfil general de lípidos.

La albahaca sagrada cuenta con propiedades antiinflamatorias que tienen el potencial de reducir la presión arterial.18 En un estudio19 de 2016, se demostró que la albahaca sagrada y el clavo podían reducir la presión arterial sistólica y diastólica en un modelo animal, en comparación con el grupo de control.

El tulsi puede mejorar la apariencia de la piel y los dientes

El tulsi puede favorecer a la piel de diversas maneras.20 Puede ser de ayuda para disminuir el eccema y la psoriasis, así como para tratar infecciones cutáneas por estafilococos. El aceite esencial de esta planta combate los hongos y las bacterias.

Como ya se mencionó, las hojas contienen ácido ursólico, un ingrediente que se utiliza mucho en la industria cosmética, ya que ayuda a quitar las arrugas y mejorar la elasticidad. En la medicina ayurveda, el tulsi se mezcla con pimienta negra y se aplica por vía tópica para tratar la tiña y para reducir la irritación que ocasionan las picaduras de insectos.

Los profesionales21 de este campo se refieren a ella como una planta “incomparable”, “madre medicina de la naturaleza” y la “reina de las hierbas”, y esto se debe a la amplia gama de beneficios para la salud que han descubierto. Por ejemplo, su utilidad para tratar enfermedades cutáneas, tiña y muchos otros padecimientos que afectan al sistema respiratorio, digestivo, circulatorio y neurológico.

Además de lo anterior, el extracto de albahaca sagrada puede mejorar la apariencia de los dientes y las encías. En un estudio22 que se publicó en 2014, los investigadores compararon la eficacia de un enjuague bucal a base de albahaca sagrada con uno de agua esterilizada y clorhexidina. Descubrieron que el extracto era capaz de inhibir los patógenos periodontales en varias concentraciones con la misma eficacia que la clorhexidina y

Sugieren que el efecto antiplaca puede tener algunos beneficios profilácticos. A pesar de ello, los profesionales en aryuveda advierten que lo recomendable es evitar masticar las hojas.23 Estas contienen mercurio y hierro en altas cantidades, los cuales se liberan cuando se mastican,

Y también tienen un alto grado de acidez. Los expertos recomiendan dos o tres hojas frescas antes de comer, para comenzar el día. No obstante, si se hace todos los días, el esmalte de los dientes podría decolorarse y sufrir un desgaste anormal.

Brinda protección contra infecciones

Una reseña del Journal of Ayurveda and Integrative Medicine24 denominó al tulsi como una “hierba multiusos”, ya que señaló que es eficaz contra “una gran variedad de patógenos humanos y animales” con actividad antimicrobiana de amplio espectro, e incluso sugirió que podría utilizarse en la fórmula de algún desinfectante para manos, purificador de agua o como tratamiento para curar heridas.

También es una de las hierbas que compinen el Ayush Kwath, una fórmula herbolaria ayurvédica que recomendó el gobierno de la India para estimular el sistema inmunológico y combatir el COVID-19.25 Tras una revisión de la literatura de Ayush Kwath, los investigadores sugirieron lo siguiente:

“Debido a las propiedades inmunomoduladoras, antivirales, antioxidantes, antiinflamatorias, antiplaquetarias, antiateroscleróticas, hepatoprotectoras y renoprotectoras del Ayush Kwath, parece promover la inmunorregulación que ayuda a controlar infecciones virales como el COVID-19”.

Los investigadores escribieron lo siguiente en un artículo que se publicó en 2017 en Nature Plants:26 “Aunque el reino vegetal sigue siendo un complemento importante de las terapias con medicamentos, la medicina herbolaria tradicional que se desarrolló por ensayo y error en seres humanos durante miles de años contiene información biomédica invaluable que espera ser descubierta a través de enfoques científicos modernos”.

El tratamiento de enfermedades respiratorias por medio de la medicina tradicional herbolaria recuperó cierto interés durante la pandemia. La medicina herbolaria es una poderosa herramienta para prevenir y tratar enfermedades respiratorias como resfriados, gripe y COVID-19. En China, recomiendan a los niños y adultos27 utilizar un tratamiento herbolario para combatir el COVID-19 y en los Estados Unidos cada vez hay más interés en estos remedios tradicionales.

Las hierbas son únicas porque contienen múltiples componentes beneficiosos que promueven el bienestar. Se cree que el Tulsi ayuda a aliviar numerosas infecciones bacterianas que afectan las vías respiratorias, como la neumonía; el tracto urinario;28 y la dermis, como la que origina el Staphylococcus aureus y otras bacterias.29,30

Tiene el potencial de aliviar el estrés y la ansiedad, así como estimular la función cognitiva

Después de la pandemia, más del 80 % de las personas que participaron en la encuesta anual informaron que experimentaban emociones relacionadas con estrés crónico. El informe de la Asociación Americana de Psicología,31 en febrero de 2021, reveló que las personas presentaron niveles más altos de estrés que en años anteriores y muchos experimentaron ansiedad, tristeza y enojo.

El director ejecutivo de la asociación advirtió que: “si no se incluye el estrés como parte de un plan de recuperación nacional, tendremos que lidiar con las repercusiones de esta pandemia en la salud mental durante los años venideros”.32

El consumo de medicamentos es una señal de mucho estres Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades33 informan que hubo alrededor de 100 306 muertes por sobredosis en un período de 12 meses que finalizó en abril de 2021: una tasa de muertes que fue 28.5 % mayor durante el mismo período del año anterior.

En un estudio,34 se analizaron varios extractos de albahaca sagrada en un modelo animal al que se le indujo estrés agudo mediante cambios bioquímicos. Muchos compuestos de la planta demostraron tener efectos antiestrés cuando se emplearon de forma independiente, ya que ayudaron a regular la hiperglucemia sérica, la corticosterona, la creatinina quinasa y la hipertrofia suprarrenal que se produce en situaciones de mucho estrés.

En un estudio secundario35 se analizó la utilidad de la planta para combatir los trastornos de ansiedad generalizada en un grupo de 35 participantes, quienes tenían una edad promedio de 38.4 años. Los resultados revelaron que el tratamiento aminoró de forma considerable los trastornos de ansiedad, así como el estrés y la depresión correlativos. Los investigadores concluyeron que la albahaca sagrada podría funcionar muy bien como tratamiento y como un “agente ansiolítico prometedor en el futuro”.

Los trastornos de estrés podrían triplicar el riesgo de desarrollar demencia. Se descubrió que esto tenía mayor incidencia en los hombres que en las mujeres, excepto en aquellas que sufrían de un trastorno de estrés postraumático.36,37

Resulta interesante que, en un estudio,38 la albahaca sagrada ayudó a controlar la disfunción cognitiva que se indujo en diversos animales, así que la intervención ayudó a mejorar la función cognitiva. En un estudio que se realizó en personas,39 los investigadores observaron sus efectos sobre la cognición y el estrés cuando administraron cápsulas de 300 mg de extracto de hoja de tulsi por 30 días.

Los investigadores compararon varios aspectos entre el grupo que recibió la intervención y el que recibió el placebo, tales como el tiempo de reacción y las tasas de error en las pruebas, así como el cortisol salival; hicieron uso del Inventario de Ansiedad Rasgo-Estado. De acuerdo con los resultados, quienes tomaron el extracto aprovecharon las propiedades para la salud cognitiva.

Es una hierba impresionante pero no hace magia

Es importante recordar que, aunque la albahaca sagrada tiene una lista impresionante de beneficios, no se trata de una solución mágica. En general, no debemos depender de un suplemento ni de una sola hierba para mantener un buen estado de salud y bienestar. Es fundamental implementar otras estrategias para mejorar el estilo de vida y, por ende, la salud.

Algunas de ellas pueden ser: optimizar su dieta, hacer ejercicio de forma regular, exponerse lo menos posible a las toxinas ambientales y dormir bien. Es caso de que esté considerando usar la albahaca sagrada como suplemento, debe tener algunas precauciones.

No existen estudios suficientes que avalen que no hay riesgos al suplementar con esta planta durante el embarazo; si bien puede parecer beneficiosa para su salud, no hay certeza de que sea segura para el feto. Por lo anterior, las mujeres no deben utilizarla durante el embarazo o la lactancia.40

Asimismo, dos estudios en animales sugieren que su uso en grandes cantidades podría perjudicar la fertilidad. En un análisis que se publicó en 2020 sobre los efectos de esta hierba en las personas,41 se reveló que consumirla en grandes cantidades puede provocar daño hepático, náuseas, diarrea y taquicardia.

Además, las hierbas tienen compuestos biológicamente activos, como el ácido ursólico o el eugenol (en el caso del tulsi) los cuales pueden reaccionar a los compuestos de otros suplementos o medicamentos. Debido a que trabajar con hierbas puede ser complejo, si desea obtener mejores resultados, consulte a un profesional de salud natural capacitado para que lo oriente sobre las soluciones apropiadas según sus circunstancias.

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El capitalismo verde, la amenaza a la especie

Por Alejandro Calvillo, Sin Embargo, 10 de febrero de 2022.

Para evitar un aumento de la temperatura promedio global mayor que entre a un umbral de no retorno y de consecuencias catastróficas que pongan en riesgo la sobrevivencia de la especie, las emisiones promedio anuales por persona no deberían ser mayores a 2.5 toneladas de CO2.

¿Qué es lo que está poniendo en riesgo la sobrevivencia de la humanidad? ¿Es la dependencia energética de la civilización en los combustibles fósiles o el incontrolado crecimiento en el consumo? Entre 1950 y el 2000 el consumo global aumentó siete veces. Actualmente, el 86 por ciento de este consumo lo realiza el 20 por ciento de la población mundial. En el otro extremo, el 20 por ciento de los más pobres solamente son responsables del 1.3 por ciento del consumo.

Si consideramos las emisiones de gases de efecto invernadero por persona, aparece la gran desigualdad. Hablando de consumo y cambio climático, se estima que el siete por ciento de la humanidad es responsable del 50 por ciento de las emisiones de CO2, principal gas invernadero, mientras que el 40 por ciento de la humanidad con menores ingresos emite el seis por ciento del CO2. Para evitar un aumento de la temperatura promedio global mayor que entre a un umbral de no retorno y de consecuencias catastróficas que pongan en riesgo la sobrevivencia de la especie, las emisiones promedio anuales por persona no deberían ser mayores a 2.5 toneladas de CO2. Actualmente, las emisiones promedio por persona en los Estados Unidos son de alrededor de 25 toneladas de CO2 al año.

Cuando hablamos de cambio climático nuestra visión tiene que ampliarse para entender este fenómeno que tiene como principales variantes: el aumento sin freno del consumo promedio por persona y la explosión demográfica que se da de manera totalmente descontrolada en el siglo XX. Nos llevó alrededor de medio millón de años alcanzar una población global de mil millones en 1800 y solamente 127 años más para arribar a los dos mil millones en 1927. Tuvieron que pasar solamente 60 años pasamos de dos a cinco mil millones en 1987, y en 13 años más llegamos a seis mil millones de habitantes en el 2000. En solamente 21 años más llegamos la población aumentó mil 800 millones más para llegar al último día del 2021 con un total de siete mil 800 millones de personas.

La fórmula de la crisis civilizatoria que pone en riesgo no solamente a gran parte de la población mundial sino también a gran parte de los ecosistemas y especies que habitan este planeta, se obtiene multiplicando este aumento de la población mundial por el aumento del consumo promedio por persona. El consumo de energía extrasomático por persona al día -que considera la energía contenida en el vestido, la comida, el transporte, el calentamiento del hogar, etc., es decir, toda la energía contenida en lo que consumimos como productos o servicios- se estima que en la Edad Media era de26 mil kilocalorías, para el inicio de la Revolución Industrial arribó a las 77 mil kilocalorías, llegando en nuestros días a 230 mil kilocalorías en promedio por persona al día.

Hablar de promedios de consumo por persona en un momento histórico determinado nos oculta las profundas diferencias sociales. Existe un sector social, más extendido en las naciones ricas, pero también presente en las naciones pobres, que ejerce un hiperconsumo que rebasa fácilmente el medio millón de kilocalorías por persona al día. Gran parte de la producción se dirige a elaborar productos y brindar servicios para ese 20 por ciento de la humanidad, mientras un 40 por ciento está excluido de satisfacer parte importante de sus necesidades básicas.

Mientras parte importante de la población global sufre pobreza alimentaria, parte importante de la producción de alimentos es procesada quitándole su valor nutricional y convirtiéndola en lo que conocemos como comida chatarra. Lo mismo sucede con muchos otros recursos, por ejemplo, a mediados de los 90s, el consumo de los estadounidenses en cosméticos de aproximadamente ocho mil millones de dólares, sumado al de los europeos en helados de alrededor de 11 mil millones de dólares, es superior al gasto en agua potable, educación básica y alcantarillado para las dos mil millones de personas que carecen de estos servicios.

Investigadores de la Universidad de Princeton realizaron una propuesta que parece más justa y no compromete el desarrollo de los más pobres: establecer un límite de emisiones por persona y determinar a través de él cuáles tendrían que ser las reducciones de emisiones por país. La propuesta va más allá de consideraciones per cápita para identificar a las personas que emiten más cantidad de CO2 en el mundo, con presencia en todos los países. Esta fórmula sería más equitativa frente a las estrategias actuales, que utilizan el promedio de uso de energía en un país, y que son rechazadas como injustas por una amplia mayoría ya que enmascaran las emisiones de los países ricos, los más contaminantes.

En la propuesta actual, a China se le pone mucha presión, ya que como país es el mayor emisor, sin embargo, sus emisiones por persona son decenas de veces más bajas que las de los estadounidenses. Si la historia fuera otra y en el territorio de China existieran ocho países, no aparecerían en la lista de países bajo presión para disminuir emisiones, aunque fuera la misma población con el mismo nivel de emisiones. El problema ahora es que el consumo y las emisiones en China comienzan a dispararse siguiendo el mismo modelo de consumo de occidente, aunque aún están lejos.

El asunto de fondo es ideológico, el capitalismo verde se niega a abordar el modelo de consumo como la causa central de la crisis de la especie ya que lo cuestiona. El Capitalismo verde no pone nada en cuestión, se trata solamente de cambiar la fuente energética, no el sistema industrial que está dirigido a producir más y a que se consuma más. Las grandes corporaciones que dominan el mundo están sumergidas en la lógica bursátil de lograr mayores ganancias a sus accionistas cada tres meses, y para ello deben aumentar sus ventas. De ahí la obsolesencia programada para que los productos tengan una vida corta y vuelvan a adquirirse porque ya no operan o porque han quedado fuera de moda o porque no son compatibles. De ahí también, la lógica de sustituir la comida de verdad por productos chatarra con un alto grado de adicción, o el poder de las industrias del alcohol y el tabaco, convertidas en nuestro mundo en corporaciones muy poderosas. La adicción es el mejor negocio en esta lógica del hiperconsumo.

Se requerirían los recursos de cinco planetas similares a la Tierra para que la población humana accediera al modelo de consumo estadounidense que es el que se propaga por la publicidad y todos los medios a todo el planeta. Y no habría energías renovables suficientes para cubrir la demanda energética para mantener ese modelo de consumo. Basta pensar en los requerimientos energéticos intensivos para producir un aerogenerador que tiene una vida limitada a unos cuantos decenios para quedar abandonado o de una instalación fotovoltaica.

El modelo de hiperconsumo, introducido desde la más tierna infancia a través de una publicidad perversa, a través de las pantallas, dirigida de manera personalizada a las niñas y los niños gracias a los algoritmos obtenidos al registrar sus preferencias, está en la raíz de la sociedad de hiperconsumo, de la crisis de recursos planetarios, del cambio climático y las profundas desigualdades sociales.

No hay opción de sobrevivencia más que acabar con este modelo, dirigir la producción a satisfacer las necesidades más básicas de la población marginada, a dar preferencia a las formas sustentables de producción, a la vez que desarrollamos fuentes de energía renovables de escala más humana. Todo dependerá de si los intereses colectivos y de sobrevivencia de la especie logran imponerse sobre los de las grandes corporaciones. Puede sonar utópico pensar en la posibilidad de acabar con este modelo de hiperconsumo, lo que está claro es que sí no lo hacemos para garantizar condiciones mínimas de sobrevivencia de la especie, lo harán las catástrofes generadas por la continuidad de ese modelo.

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Entre las balas y los surcos

Por Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Pie de Página, 09 de febrero de 2022.

Cada año, antes de la temporada de lluvia, cuando realizan la tumba y quema de las hierbas, empieza en la Montaña de Guerrero la lluvia de balas, para impedir la siembra y causar la muerte de quienes se atreven a trabajar las tierras. Entre las balas y los surcos, indígenas jornaleras libran las batallas contra el hambre y se aferran a la vida

El recuerdo de la infancia de Fabiola son las balas que libraron las familias de Tierra Blanca, municipio de Cochoapa el Grande, cuando salían al campo a preparar los terrenos para la siembra del maíz. Desde 1979 luchan a contracorriente para revertir la resolución presidencial que incorporó más de la mitad de su territorio ancestral y que los dejó en una situación sumamente desventajosa. Es un conflicto añejo que se remite a 1789, cuando los habitantes de San Juan Huexoapa, municipio de Metlatónoc, irrumpieron a la comunidad de Tierra Blanca para desalojar a las familias. Quemaron sus viviendas y sus precarias cosechas que guardan en costalillas y en sus casas de bajereques. Desde aquella declaración de guerra las hostilidades no han cesado. Cada año, antes de la temporada de lluvia, cuando realizan la tumba y quema de las hierbas, empieza la lluvia de balas, con el fin avieso de impedir la siembra y más bien de causar la muerte de quienes se atreven a trabajar las tierras.

Daniel Cuellar, el padre de Fabiola, tiene muy presente la fecha del 23 de mayo de 1935, cuando de nueva cuenta los comuneros de San Juan Huexoapa llegaron armados para quemar las casas. En esa fecha varias familias optaron por vivir en los cerros, otras decidieron irse como jornaleros a los campos agrícolas de Sinaloa. La violencia siguió cobrando vidas como la de Felipe Cuellar y Juana de la Cruz, familiares de Daniel. Un matrimonio mayor que se negó a salir de su casa y por oponer resistencia les quitaron la vida.

La noticia que Fabiola tiene más fresca es el asesinato de su abuelo, Vicente Cuellar, en 1972 lo asesinaron junto a otro principal, el señor Amado García, privándolos de la vida con piedras y palos. Fabiola con mucho dolor relata cómo despedazaron sus cuerpos de los abuelos. Para ella son almas errantes ya que a la fecha no se sabe dónde los enterraron. Estos hechos de violencia han sido de conocimiento del ministerio público, sin embargo, en ninguno de los casos se han ejecutado órdenes de aprehensión. Las autoridades dejan que las comunidades cobren venganza, sin que nadie los obligue a investigar a fondo los delitos para proteger el derecho a la vida.

Los conflictos agrarios son ignorados por las autoridades federales, desde la reforma constitucional impuesta por Salinas de Gortari que impulsó la privatización de las tierras de uso colectivo. Dejó en desamparo a las comunidades indígenas para resolver sus conflictos agrarios por la vía institucional. La Procuraduría Agraria ha sido una instancia simuladora e inoperante para conciliar las partes en conflicto. Más bien, se ha erigido como una institución encargada de legalizar el desmantelamiento de la propiedad ejidal y de promover proyectos extractivistas. Se encargó de introducir el PROCEDE a la mayoría de los ejidos y trató de desactivar la organización comunitaria, promoviendo la explotación forestal y extracción de agua. Ha suplantado a las mismas autoridades agrarias al catalogarlas como simples representantes de núcleos agrarios, y en varios ejidos han metido las manos para realizar negocios truculentos que benefician a los empresarios.

El 20 de septiembre de 2002, San Juan Huexoapa obtuvo una resolución favorable en el Tribunal Agrario de las 438 hectáreas de tierra que estaban en disputa. Esta determinación ha hondado la confrontación con el fin de ejecutar la sentencia. Al interior de la comunidad de San Juan Huexoapa ha ganado la postura de fuerza para desalojar con violencia a las familias de Tierra Blanca. El 2 de julio de 2020 más de 100 personas entraron al pueblo de Tierra Blanca para quemar sus viviendas y algunos vehículos que se encontraban en la calle principal. Sus pobladores habían ido a la cabecera municipal para recibir el fertilizante. Su ausencia la aprovecharon para destruir varias viviendas. El conflicto ha dejado en los últimos dos años el asesinato de cuatro personas mayores y un niño. Hasta la fecha existen cinco personas desaparecidas, sin contar las mujeres y hombres mayores que quedaron heridos.

Ante la ausencia del estado de derecho en comunidades indígenas, las familias han abandonado sus casas para refugiarse en comunidades vecinas, otras más han optado por trabajar como jornaleras y jornaleros agrícolas, sin encontrar un lugar seguro donde vivir. Fabiola es una madre soltera que huyó de la violencia comunitaria y ahora como jornalera sufre la violencia de su esposo que regularmente la abandona después de tener a sus hijos. Forma parte de las generaciones de familias indígenas que han sufrido el desplazamiento interno causado por la violencia agraria y por la indolencia de las autoridades. El rol que asumen como jornaleras agrícolas es la única opción que les queda para sobrevivir dentro de los surcos. Su analfabetismo le impide encontrar un trabajo mejor remunerado. Lo único que aprendió es a trabajar en el tlacolol, actividad que le permite emplearse en el corte del jitomate y de chile jalapeño. En cada jornada gana 120 pesos, que no le alcanzan para comprarle ropa y huaraches a sus hijos. Es víctimas de abusos, de maltratos y de engaños. 

Mauricio se ha desentendido de la manutención de sus tres hijos, con el pretexto de que buscara cruzar la frontera con Estados Unido. La abandona constantemente, dejando a Fabiola con toda la carga económica, que le imposibilita financiar la educación de sus pequeños hijos.

El caso de Fabiola condensa el drama de muchas madres indígenas que son desplazadas por la violencia que enfrentan en sus comunidades y que, sin ningún apoyo institucional, se desplazan a los campos agrícolas para ser presa de la violencia infligida por los patrones y capataces. Es imposible que las madres solteras puedan rehacer su vida en condiciones dignas debido a la explotación laboral, a la discriminación racial, al trato desigual por ser mujeres indígenas y la violencia sistemática por parte de sus esposos y los capataces. La mayoría de las mujeres jornaleras no son beneficiarias de los programas federales. No están inscritas como madres trabajadoras dentro del padrón de beneficiarias. Sus hijas e hijos tampoco tienen becas porque no hay escuelas en los campos agrícolas. Son víctimas de un destino funesto que reproducirán el ciclo de la pobreza, desempeñándose como jornaleros y jornaleras agrícolas, cargando el estigma de su indianidad, y llevando en su corazón una herida abierta, causada por la violencia agraria.

Entre las balas y los surcos, las mujeres indígenas jornaleras libran las batallas contra el hambre y se aferran a la vida realizando jornadas extenuantes, para que por lo menos, una tortilla diaria no les falte a sus hijos. 

Photo by GreenForce Staffing on Unsplash

Un pueblo de México prohíbe las plantaciones de aguacate para proteger a su comunidad y frenar la deforestación de sus bosques

Por RT Actualidad, Biodiversidad LA, 07 de febrero de 2022.

Los habitantes de Cherán se preocupaban no solo por los daños medioambientales, sino también por los cárteles de droga, que se veían atraídos por el negocio fructífero, dedicándose a la extorsión violenta.

Los residentes del pueblo indígena de Cherán, México, han avanzado significativamente en su lucha contra la tala y el cultivo ilegales hasta dividir literalmente la zona montañosa en dos partes: una, llena de las plantaciones de aguacates, y la otra, con los auténticos bosques de pinos,  informa AP.

Sin embargo, para conseguir estos resultados, los habitantes de Cherán tardaron unos diez años en realizar un  levantamiento político regional y declararse autónomos para formar su propio Gobierno, que vele por los intereses de la comunidad. 

Durante los últimos años, la población intentó proteger de la tala ilegal sus laderas cubiertas de pinos, que se cortaban para dar paso a las plantaciones de aguacates. Estos frutos ofrecen a los agricultores grandes beneficios, y muchos los bautizan como “oro verde”. Sin embargo, para plantar aguacates, hace falta talar los bosques, lo que afecta a la biodiversidad de la región. Además, quienes se dedican a este tipo de cultivo agotan las reservas locales de agua.

Los habitantes de Cherán se preocupaban no solo por los daños medioambientales que causaban las plantaciones, sino también por los  cárteles de droga, que se veían atraídos por el negocio fructífero, dedicándose a la extorsión violenta. Otros pueblos de la región, acosados por los agricultores y pistoleros de los grupos delictivos, siguen luchando, aunque con menos éxito.

“Nos dimos cuenta de que lo único que trae el aguacate es violencia y sangre, a costa de las comunidades indígenas”, comenta David Ramos Guerrero, miembro de la Junta autogobernada de Cherán.

Las autoridades de Cherán también formaron una unidad de patrulla voluntaria que vigila la zona para detectar a los agricultores que se niegan a dejar de talar pinos o plantar aguacates. Los voluntarios van en parejas armados con fusiles tipo AR-15 e incautan hachas y motosierras a los que desobedezcan las normas del municipio.

“A la gente se le permite tener tres, cuatro, cinco o, como mucho, 10 aguacateros para consumo propio, pero la plantación comercial está prohibida“, explicó Ramos. “La comunidad es la que exige y pide que se respete la naturaleza, tal y como nos enseñaron nuestros antepasados”, concluyó.

Fuente: RT Actualidad

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BMJ exige que se publiquen los datos de la vacuna

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 06 de febrero de 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • Peter Doshi, editor de BMJ, exigió que se publiquen los datos sin procesar de los ensayos clínicos que se presentaron para que las vacunas antiCOVID obtuvieran la autorización de uso de emergencia. Tras aprobar la vacuna, la FDA tiene la obligación legal de publicar los datos de Pfizer, ahora solo falta que Moderna, Johnson & Johnson y AstraZeneca quieran proporcionar sus datos sin procesar
  • Esta falta de transparencia nos recuerda a lo que sucedió con el Tamiflu de Roche y la insistencia de Gilead por obtener la autorización de remdesivir para tratar el COVID-19, a pesar de que los datos clínicos demuestran que el medicamento produce muy poco o ningún efecto positivo
  • En el caso de Pfizer, al menos un centro de pruebas tenía malas prácticas, como falsificación de datos, falta de grupo de control y contratación de personal que no estaba capacitado para administrar las vacunas
  • En un artículo de opinión que por casualidad se publicó el mismo día que la FDA anunció la aprobación total de la vacuna de Pfizer, Doshi señaló que el artículo de preimpresión que publicó Pfizer en agosto de 2021 no se había actualizado desde abril de 2021, y que en Israel que solo pusieron la vacuna de Pfizer, se produjo lo que se conoce como inmunidad menguante

Aunque otros fabricantes desarrollaron y lanzaron su vacuna antiCOVID de terapia genética, solo las de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson obtuvieron la aprobación en los Estados Unidos.1

Peter Doshi, editor de British Medical Journal (BMJ) y profesor asociado de investigación en servicios de salud farmacéutica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Maryland, exigió que se publiquen los datos sin procesar de los ensayos clínicos en los que se basaron las autorizaciones de uso de emergencia.2

Para diciembre de 2021, había 12 países capaces de producir las vacunas que se distribuyen alrededor del mundo y 200 vacunas candidatas en etapa de desarrollo preclínico.3 Según OpenVAERS,4 hasta el 14 de enero de 2022 había 1 053 828 reportes de eventos adversos y de esos, 593 078 (56.2 %) se relacionan con la vacuna de Pfizer/BioNTech.

De las tres vacunas que recibieron la autorización de uso de emergencia en los Estados Unidos, la vacuna Comirnaty de Pfizer es la única que, en agosto de 2021, recibió la aprobación total por parte de la FDA.5 Pero el problema es que en Estados Unidos no aplican la vacuna Comirnaty y no lo harán hasta que se acaben las dosis de la vacuna BNT162b2 de Pfizer, que es la que obtuvo la autorización de uso de emergencia.6

En otras palabras, la vacuna que causó más de la mitad de todos los eventos adversos es la que se promociona como aprobada por la FDA, pero en realidad, la vacuna que recibió la aprobación total, aún no está disponible. El Dr. Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica de la FDA, trató de justificar la aprobación en un comunicado de prensa de la FDA:7

“Nuestros expertos científicos y médicos realizaron una evaluación muy exhaustiva y cuidadosa de esta vacuna. Evaluamos cientos de miles de páginas de información y datos científicos, realizamos nuestro propio análisis de la seguridad y efectividad de Comirnaty, además, realizamos una evaluación detallada de los procesos de fabricación, que incluyen inspecciones en las instalaciones de fabricación”.

La FDA tiene la obligación legal8 de publicar esta evaluación “tan exhaustiva” de los datos, así como su propio análisis, dentro de un periodo de 30 días tras aprobar el medicamento. Pero después de que un grupo sin fines de lucro presentara una solicitud a través de la Ley de Libertad, así como una demanda para exigir estos datos,9 la FDA dijo que publicaría todos los documentos que han recopilado durante décadas.

Al final, le pidieron a un juez federal que les diera 75 años para completar el proceso,10 pero en enero de 2022 el juez federal le dio a la FDA un periodo de 8 meses para presentar esta información.11

Pfizer aceptará solicitudes de datos hasta 2025

Según Doshi,12 Pfizer tardará al menos 24 meses a partir de la fecha en que finalizó el estudio que aparece en ClinicalTrials.gov13 para aceptar solicitudes de cesión de datos primarios. Doshi dice que esto es un “retraso inaceptable”, pero Pfizer no es la única farmacéutica que restringe el acceso a sus datos.

Moderna y AstraZeneca14 declararon que tendrán retrasos similares en la publicación de sus datos.15 Dado que la FDA solo puede publicar los datos de Pfizer, Moderna, Johnson & Johnson y AstraZeneca deben proporcionar sus datos sin procesar de manera voluntaria. Doshi señala que también es difícil tener acceso a los datos sin procesar de otras terapias antiCOVID.

Por ejemplo, los reportes que se publicaron sobre la terapia con anticuerpos monoclonales de Regeneron afirman que los datos sin procesar no se divulgarán a terceros.16 Solo se darán a conocer los métodos y los hallazgos, y los datos sin procesar solo se considerarán una vez que el medicamento reciba su aprobación y solo si hay una autoridad legal para compartirlo.

Del mismo modo, Doshi señala que los datos sin procesar de los Institutos Nacionales de Salud para el remdesivir, un medicamento para tratar el COVID-19, son limitados y dice que: “el conjunto de datos longitudinales solo contiene un pequeño subconjunto del protocolo y el objetivo del plan de análisis estadístico”17 y Doshi argumenta el punto, al señalar:“Tenemos publicaciones, pero si lo solicitamos, no tenemos acceso a los datos subyacentes. Esto debería ser alarmante para los participantes del ensayo, los investigadores, los médicos, los editores de revistas, los legisladores y el público en general. Las revistas que publicaron estos estudios principales podrían argumentar que se enfrentaron a un difícil dilema, hacer un resumen de los hallazgos para acelerar su publicación o apegarse a los valores éticos que respaldan el acceso oportuno a los datos subyacentes.

En nuestra opinión, no hay tal dilema, los datos anónimos de cada participante de los ensayos clínicos deben estar disponibles para que se pueda realizar un análisis independiente”.

Para que haya transparencia se debe tener acceso a los datos subyacentes. Todos son pasos esenciales para la seguridad de la salud pública. Doshi también menciona18 que si se hubiera publicado la información sobre por qué no se utilizaron los ensayos de las vacunas para probar la efectividad contra la infección, los países habrían sabido con anticipación que las vacunas no evitan la transmisión y de esa forma, habrían podido planificar estrategias de salud pública para hacerle frente a este problema.

Se sabe que Pfizer ha incurrido en un gran número de faltas, por lo que tiene muchas demandas por realizar pruebas poco éticas, prácticas de marketing ilegales,19 soborno en varios países,20 violaciones ambientales,21 violaciones laborales y de seguridad de los trabajadores y mucho más.22,23

Doshi cita documentos24 que demuestran que tres de las compañías han tenido acuerdos penales y civiles que les costaron miles de millones de dólares, una se declaró culpable de fraude y las otras compañías farmacéuticas comenzaron a desarrollar una vacuna de terapia génica desde antes de la pandemia. Estas acciones hacen que nos preguntemos si los datos sin procesar en realidad respaldan las afirmaciones de los fabricantes.

Esta situación es muy similar a lo que sucedió con el Tamiflu

Doshi recuerda que hace 12 años la comunidad científica solicitó la publicación de los datos sin procesar de los ensayos clínicos de otro medicamento que los gobiernos de todo el mundo compraron de forma excesiva en medio de otra pandemia.25

En este caso, la mayoría de los ensayos en los que se basó la aprobación del gobierno y la compra excesiva de Tamiflu, los patrocinó el fabricante y los escribieron escritores fantasma que también contrató el fabricante. De manera irónica, los autores principales no tenían acceso a los datos sin procesar.

La historia de Tamiflu también se parece mucha a la del remdesivir, un medicamento que tiene poco o ningún efecto positivo en el COVID.26 El Dr. Tom Jefferson es un epidemiólogo que trabaja para Cochrane Collaboration, una organización que recopila y revisa los hallazgos de investigaciones médicas.

En su presentación en el Simposio sobre Libertad Científica en Copenhague,27 Jefferson describió lo difícil que fue para él y su equipo realizar la única revisión de Cochrane sobre el Tamiflu, que solo se basó en datos sin procesar regulatorios que jamás se publicaron.

Al final, los resultados de la revisión demostraron que el Tamiflu disminuyó la duración de los síntomas del virus de la influenza en menos de un día. Pero la lucha por obtener los datos fue casi tan sorprendente como los resultados.

Roche tardó cuatro años en entregar las 150 000 páginas de datos clínicos al equipo de Jefferson.28 Después de obtener los datos, Jefferson descubrió que, aunque el medicamento se usaba en todo el mundo, la OMS, la Agencia Europea de Medicamentos y los CDC jamás analizaron los datos sin procesar.

Pero la FDA sí lo hizo y solicitó que la etiqueta dijera lo siguiente: “las infecciones bacterianas graves pueden comenzar con síntomas similares a los de la influenza o podrían coexistir con o sin complicaciones, pero no se ha demostrado que Tamiflu prevenga tales complicaciones”.29 Por lo que, Jefferson comentó: “la FDA estaba diciendo, esto de las complicaciones, no hay evidencia de ello”.

Jefferson también señala que los datos de los ensayos fase 3 de Tamiflu permanecieron sin publicar por una década. Con base en el análisis, el equipo determinó que “no había evidencia convincente de que el Tamiflu afectara las complicaciones y el tratamiento de la influenza o las infecciones de influenza en la profilaxis”.30

Al menos una instalación de prueba de la vacuna de Pfizer tuvo malas prácticas

Paul Thacker, periodista de investigación de BMJ, informó sobre la evidencia que presentaron los investigadores en un laboratorio de investigación clínica de propiedad privada en Texas de que la integridad de los datos en el ensayo de la vacuna de Pfizer era de dudosa procedencia.31 Aunque en 2021, esta noticia debió aparecer en primera plana, los principales medios de comunicación la ignoraron por completo.

Según Brook Jackson, una coordinadora de investigación clínica con 20 años de experiencia, el ensayo fase 3 de la vacuna antiCOVID de Pfizer incluyó falsificación de datos, y el personal no contaba con la capacitación ni información apropiadas para administrar las vacunas. Además, se retrasó mucho el seguimiento de los efectos secundarios adversos que reportaron los participantes.

Thacker comenzó su artículo de la siguiente manera: “el descubrimiento de las malas prácticas de una de las compañías de investigación por contrato que ayudan a realizar el ensayo base de la vacuna antiCOVID de Pfizer, pone en duda la integridad de los datos y la supervisión regulatoria”.32

Jackson intentó informar sobre esto a sus superiores en varias ocasiones. Al ver que la ignoraban, llamó a la FDA y presentó una queja por correo electrónico. Horas más tarde la despidieron después de solo dos semanas de trabajo. Según su carta de despido, la dirección decidió que no era lo que la compañía “buscaba”. Según Jackson, esta fue la primera vez que la despidieron en 20 años de carrera como coordinadora de investigación clínica.

Aunque el documento informativo que Pfizer presentó ante la FDA en su solicitud de autorización de uso de emergencia no decía nada sobre algún problema en el laboratorio, desde entonces Jackson ha proporcionado a BMJ “docenas de documentos internos de la compañía, fotos, grabaciones de audio y correos electrónicos”.33 Que demuestran que sus preocupaciones tienen fundamentos.

BMJ también se enteró que otras personas respaldaron las acusaciones de Jackson. Meses después, Jackson se volvió a poner en contacto con los empleados del laboratorio que despidieron o renunciaron. Uno de ellos le envió un mensaje de texto a que decía: “Todo lo que dijiste es cierto”.34

Otros dos exempleados hablaron con BMJ de forma anónima y confirmaron todas las acusaciones de Jackson, incluso una persona dijo que durante su carrera había trabajado en más de cuatro docenas de ensayos, pero que nunca había estado en un tipo de ambiente laboral como el del ensayo de Pfizer en Ventavia.

Por ejemplo, en varios casos no había suficientes empleados para tomar las muestras de los participantes del ensayo que reportaban síntomas, a pesar de que el ensayo requería la confirmación de laboratorio de COVID-19 sintomático como el principal criterio de valoración. El empleado se refirió a los datos del laboratorio de Ventavia para el ensayo de Pfizer como “un desastre”.35

Datos demuestran inmunidad menguante

Doshi también habló sobre la necesidad de estudios adecuados y controlados con seguimiento a largo plazo antes de aprobar una vacuna antiCOVID, sobre todo las de terapia génica.36 En un artículo de opinión que se publicó el 23 de agosto de 2021, habló sobre los resultados actualizados que Pfizer publicó para su ensayo fase 3 en curso de la vacuna antiCOVID.37

Meses antes, la compañía anunció que se estimaba que la efectividad de la vacuna durara “hasta seis meses” a partir de su aplicación.38 Aunque los resultados actualizados se publicaron un año después de comenzar el ensayo,39 no hubo 10 meses de datos en el seguimiento. El documento parecía basarse en los mismos datos que se reportaron el 1 de abril de 2021 en el comunicado de prensa de Pfizer.40

Los resultados de efectividad fueron idénticos, al afirmar una efectividad del 91.3 % contra la enfermedad sintomática durante “hasta seis meses de seguimiento”. Doshi señala que esto es importante porque hasta ahora es la mayor cantidad de información que Pfizer hizo pública mientras buscaban la aprobación total de la FDA. Tanto Pfizer41 como los CDC42 afirman que la vacuna tiene una efectividad del 95 %.

Sin profundizar en que ese 95 % es una reducción del riesgo absoluto o relativo, o cómo llegó Pfizer a esas conclusiones, también es importante considerar que poco se puede decir sobre cuánto tiempo podría durar la inmunidad que induce la vacuna si los investigadores solo analizaron dos meses de datos.

La “inmunidad menguante” es un problema conocido para algunas vacunas, como la vacuna contra la influenza.43 Doshi dice44 que hay algunos estudios que encontraron una efectividad casi nula solo tres meses después de administrar la vacuna contra la influenza. La pregunta crucial es el nivel de efectividad de la vacuna después de que una persona se expone al virus.

A principios de julio de 2021, el Ministerio de Salud de Israel informó que la efectividad contra la enfermedad asintomática se redujo de manera drástica algunos meses después de aplicar la vacuna. Israel solo utiliza la vacuna de Pfizer y Philip Dormitzer, director científico de Pfizer, dijo en una reunión de Zoom:45

“Al principio de la pandemia, establecimos una relación con el Ministerio de Salud de Israel, donde solo utilizaron la vacuna de Pfizer y luego la monitorearon muy de cerca, por lo que teníamos una especie de laboratorio donde podíamos ver el efecto”.

Solo el 7 % de los participantes del ensayo alcanzaron los 6 meses de datos

Los datos publicados por Israel demuestran que la efectividad se redujo al 64 % durante un periodo de un mes, desde el 6 de junio de 2021 hasta el 5 de julio de 2021.46 A finales de julio, la efectividad había disminuido al 39 %.47 Si bien estos números son bajos, la expectativa de la FDA es que cualquier vacuna aprobada debe tener al menos un 50 % de efectividad.48

A partir de diciembre de 2020, Pfizer notificó a la mayoría de los participantes del ensayo y permitió que el grupo de placebo se vacunara. Para el 13 de marzo de 2021, el 93 % de los participantes conocían todos los detalles del ensayo. Esto significa que la referencia de seis meses de seguridad y efectividad en el documento de preimpresión solo representa al 7 % de los participantes del ensayo que alcanzaron los seis meses de seguimiento.

Aunque el documento se publicó un año después de que comenzó el ensayo, los datos no superan los primeros seis meses, que es el período de tiempo en el que Israel informó que la efectividad se redujo al 39 %. Doshi también dice que:49

“Es difícil imaginar que el <10 % de los participantes del ensayo que permanecieron cegados a los seis meses (que supuestamente, disminuyó aún más después del 13 de marzo de 2021) se pueda considerar una muestra confiable o válida para obtener más hallazgos. Y la preimpresión no menciona nada sobre una comparación demográfica para justificar futuros análisis”.

Aunque se ha afirmado que la vacuna previene enfermedades graves, los ensayos no se diseñaron para estudiar enfermedades graves, como detalla Doshi en otro artículo que publicó BMJ.50 En este artículo, Doshi escribe:51

“Pero aquí estamos, con la FDA a punto de otorgar una autorización de comercialización a solo 13 meses del ensayo fundamental de dos años, sin datos nuevos después del 13 de marzo de 2021, una efectividad poco clara después de seis meses debido a la falta de cegamiento control, evidencia de inmunidad menguante sin importar la variante y reportes limitados de datos de seguridad”.

Por casualidad, el mismo día que se publicó el artículo de Doshi en BMJ, la FDA anunció la aprobación de la vacuna antiCOVID de Pfizer que se comercializará como Comirnaty.52

A pesar de que no cuenta con un análisis de datos adecuado y tiene un número creciente de eventos adversos que se reportan ante el VAERS,53 la FDA amplió la elegibilidad para la vacuna con el fin de incluir a niños de 12 años en adelante para recibir una sola dosis de refuerzo y autorizó su uso de emergencia en niños de 5 años en adelante.54 Doshi termina con una solicitud lógica y razonable para la FDA:55

“La FDA debería exigir que las compañías completen el seguimiento de dos años, como se planeó de forma original (incluso sin un grupo de placebo, aún se puede aprender mucho sobre la seguridad). Debería exigir estudios adecuados y controlados que utilicen los resultados de los pacientes en la población ahora sustancial de personas que se han recuperado de COVID. Y los reguladores deberían tratar de recuperar la confianza del público al garantizar que todos puedan acceder a los datos subyacentes”.