El peor ingrediente para su sistema inmunológico

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 31 de enero de 2022.

HISTORIA EN BREVE

  • Existe un agresor que es peor que el azúcar para su sistema inmunológico y su salud: los aceites de semillas procesados de forma industrial, a menudo denominados “aceites vegetales”
  • En la base de las reacciones bioquímicas dañinas causadas por los aceites de semillas se encuentra el ácido linoleico, que es el principal ácido graso en los ácidos grasos poliinsaturados (pufa)
  • El consumo elevado de aceite de semillas en las últimas décadas es un culpable esencial para las altas tasas de enfermedades cardíacas, cáncer, degeneración macular relacionada con la edad, diabetes, obesidad y demencia
  • Consumir grasas no saturadas se relaciona con una mayor mortalidad por covid-19, mientras que consumir de grasas saturadas reduce el riesgo de muerte
  • El ácido linoleico se encuentra en la mayoría de los alimentos procesados, incluyendo las salsas y los aderezos para ensaladas, junto con los alimentos “saludables” como la carne de pollo, cerdo y el aceite de oliva

Su alimentación es muy importante para el funcionamiento óptimo de su sistema inmunológico. Como resultado, puede apoyar la capacidad de su cuerpo para evitar afecciones agudas y crónicas. U obstaculizarlo.

¿Cuál es el peor ingrediente para tu sistema inmunológico? Si pensó en el azúcar, no estuvo tan mal, pero existe un culpable aún peor que es muy frecuente y no se reconoce tanto debido a su influencia nefasta en la salud; la respuesta son los aceites de semillas procesados de forma industrial, a menudo denominados “aceites vegetales”.

La causa de las reacciones bioquímicas dañinas producidas por los aceites de semillas se debe al ácido linoleico, que es una grasa omega-6 con 18-carbonos. El ácido linoleico es el principal ácido graso presente en los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) y representa alrededor del 80 % de los ácidos grasos de los aceites vegetales. Es necesario equilibrar las grasas omega-6 con las grasas omega-3 para que no sean dañinas, pero este no es el caso de la mayoría de las personas en los Estados Unidos.

Por qué los aceites de semillas son peores que el azúcar

Hace poco tiempo, un inmunólogo de CNBC News nombró al azúcar como el “peor ingrediente alimenticio para su sistema inmunológico”,1 ya que consumir demasiado puede contribuir a la resistencia a la insulina y la obesidad, lo que aumenta la inflamación en el cuerpo y afecta los vasos sanguíneos.

CNBC indica que, mientras su sistema inmunológico se encarga de estas áreas, “distrae el sistema inmunológico y prepara el escenario para que las bacterias y virus peligrosos se escabullen en las defensas de nuestro cuerpo”.2 De hecho, desde al menos la década de los 70´s se ha sabido que el azúcar debilita el sistema inmunológico (mientras que el ayuno lo fortalece),3 por lo que, si tiene resistencia a la insulina o diabetes, le recomiendo limitar los azúcares agregados a un máximo de 25 o 15 gramos diarios.

Pero la mayoría de los “expertos” en salud no entienden que los aceites de semillas son peores que el azúcar. Estas grasas ingresan en las membranas celulares y permanecen allí alrededor de siete años hasta causar problemas.

La mayoría de las grasas omega-6 que consume, incluyendo los aceites de semillas, no solo se dañan y oxidan durante el procesamiento, sino que incluso si no se calientan y están puros cuando se consumen en cantidades pequeñas, su cuerpo los degrada en radicales libres que dañan todos los tejidos.

“Cuando la mayor parte de este ácido linoleico se oxida, desarrolla hidroperóxidos lipídicos y luego estos se convierten en metabolitos de ácido linoleico oxidados”, dice el Dr. Chris Knobbe, oftalmólogo, fundador y presidente de la Fundación Cure AMD.4

Los metabolitos del ácido linoleico oxidado (OXLAM por sus siglas en inglés) crean una mezcla perfecta, ya que son citotóxicos, genotóxicos, mutagénicos, cancerígenos, aterogénicos y trombogénicos, según Knobbe. La aterosclerosis y sus acciones trombogénicas son preocupantes porque pueden producir derrames cerebrales y coágulos, sin embargo, también pueden desarrollar disfunción metabólica.

Durante la cascada de peroxidación de lípidos causada por el consumo excesivo de aceites omega-6, los PUFA se acumulan en las membranas celulares, lo que genera una reacción de peroxidación. Debido a que existen muchas especies reactivas de oxígeno, esto fomenta la resistencia a la insulina a nivel celular. Los OXLAM también son tóxicos para el hígado y se relacionan con inflamación, fibrosis y enfermedad del hígado graso en humanos.5

El Dr. Paul Saladino, un periodista médico, también explicó que el ácido linoleico “modifica la sensibilidad a la insulina al nivel de las células grasas”,6 al hacerlas más sensibles a la insulina y, dado que las células grasas controlan la sensibilidad a la insulina del resto del cuerpo al liberar ácidos grasos libres, las personas desarrollan resistencia a la insulina.

El ácido linoleico provoca enfermedades crónicas y empeora el COVID-19

En realidad, no hay nada más destructivo que los aceites de semillas, ya que provocan enfermedades cardíacas, cáncer, degeneración macular relacionada con la edad, diabetes, obesidad y demencia.7 Cuando entrevisté a Tucker Goodrich, quien desarrolló un sistema de administración de riesgos de TI utilizado por dos de los fondos de cobertura más grandes del mundo y luego pasó a la investigación médica, explicó que por lo general los animales desarrollan cáncer una vez que el ácido linoleico en su alimentación alcanza del 4 % al 10 % de su aporte energético.

Sin embargo, la mayoría de las personas en Estados Unidos obtienen casi el 8 % de sus calorías de los aceites de semillas. “Entonces, con base en las investigaciones de laboratorio en animales, estamos muy por encima de lo que estos umbrales en el laboratorio sugerirían es un nivel seguro de estas grasas”, dice Goodrich, y agrega:

“Tenemos esta gran desconexión entre lo que la ciencia del laboratorio nos dice que deberíamos hacer y lo que nuestras directrices alimentarias nos dicen que deberíamos hacer. Los científicos dicen: ‘Oh, mira, es veneno. Causa todas las enfermedades crónicas’, y el gobierno dice:’ Coma mucho’. Eso es lo contrario”.

Los datos también señalan que consumo de grasas no saturadas influye mucho en las tasas de mortalidad por COVID-19. Es decir, consumir grasas no saturadas se relaciona con una mayor mortalidad por COVID-19, mientras que consumir grasas saturadas reduce el riesgo de muerte.8 Los autores escribieron que las grasas no saturadas “provocan lesiones [y] problemas en los órganos, de forma muy similar al COVID-19”.

En especial, se sabe que las grasas no saturadas producen pancreatitis aguda lipotóxica, sepsis y la insuficiencia orgánica multisistémica que también experimentan las personas con enfermedad grave por COVID-19. En resumen, el ácido linoleico contribuye al efecto dominó inflamatorio que mata a algunas personas con COVID-19. Goodrich explicó:

“Hice una publicación sobre esto donde analicé los efectos del ácido linoleico [LA] en el SARS COV-2 y el SARS. El SARS es un síndrome respiratorio agudo severo. El SARS puede matarlo al provocar el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).

El SDRA tiene muchas causas. Puede desarrollarse por la influenza. O al inhalar ácido en los pulmones. Lo interesante es que la literatura humana es muy clara en cuanto a que se puede inducir el SDRA a través de comer aceites de semillas.

Las personas muy enfermas que no pueden comer se alimentan por vía intravenosa. Se llama nutrición parenteral total (TPN por sus siglas en inglés). Por lo general, esto se usa con un producto llamado Intralipid, que está hecho de aceite de soya y azúcar. Esto lo dejará atónito mientras más lo comprenda. Los médicos hicieron un experimento después de que notaron que muchos de sus pacientes que ingresaban a la UCI y recibían TPN, desarrollaban SDRA.

Entonces, comenzaron a experimentar con lo que les daban de comer, y descubrieron que el aceite de soya aumentaba la tasa de SDRA del paciente. La tasa de mortalidad por SDRA es del 30 % al 60 %. La alimentación con aceites de semillas aumentó siete veces la tasa de SDRA”.

Se esconde en alimentos ‘saludables’, como la carne de pollo y el aceite de oliva

Otra razón por la que el ácido linoleico es tan dañino es porque se encuentra en casi todos los alimentos procesados, incluyendo los alimentos de restaurantes, las salsas y los aderezos para ensaladas. Muchos alimentos procesados con alto contenido de azúcar también contienen aceites de semillas, por lo que es muy importante eliminarlos de su alimentación para mejorar y mantener tu salud.

Sin embargo, si elimina los alimentos procesados y evita las salsas y aderezos para ensaladas cuando come fuera de casa, es posible que aun consuma aceite de semilla porque se esconde en alimentos “saludables” como el pollo y el cerdo. El problema es que estos animales consumen granos ricos en ácido linoleico,9 lo que hace que la carne también sea una fuente importante. Entonces, si consume pollo y cerdo porque cree que es bueno, déjeme decirle que es una mentira.

El aceite de oliva es otro alimento saludable que es una fuente oculta de ácido linoleico; sin embargo, existen algunas advertencias. Como explicó Goodrich, el contenido de ácido linoleico del aceite de oliva puede variar de manera significativa. “Los porcentajes que he visto en la literatura varían entre el 2 %, que es increíble, hasta el 22 %, que no es bueno”, dijo.

El aceite de oliva también tiene la ventaja de contener ácido oleico beneficioso, que protege contra la oxidación de cardiolipina y la oxidación de LDL. La cardiolipina es un tipo de grasa que se encuentra en las mitocondrias, y la oxidación de la cardiolipina es una de las cosas que controla la autofagia.

Entonces, alterar la composición de cardiolipina en su mitocondria a una que contenga más grasas omega-6, la hace mucho más susceptible al daño oxidativo. Goodrich cita investigaciones que demuestran que cuando el ácido linoleico de la cardiolipina se reemplaza por ácido oleico como el que se encuentra en el aceite de oliva, las moléculas de cardiolipina se vuelven muy resistentes al daño oxidativo.

La otra variable es que el aceite de oliva a menudo se mezcla con aceites de semillas más baratos, lo que aumenta el contenido de ácido linoleico. Entonces, si consume aceite de oliva, le recomiendo que registre su consumo total de LA.

¿Cuánto ácido linoleico es demasiado?

Muchas personas comprenden que la proporción de grasas omega-6 a omega-3 es muy importante, y debería ser de 1 a 1 o hasta 4 a 1, mientras que aumentar su consumo de omega-3 no contrarrestará el daño causado por el exceso de ácido linoleico. Es necesario minimizar los niveles de omega-6 para evitar daños.

De preferencia debe reducir el ácido linoleico a 2 o 3 gramos por día, que es similar a lo que consumían nuestros antepasados antes de que se popularizaran todas estas afecciones crónicas de salud, como la obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas y el cáncer. Si el aceite de oliva lo pone por encima del límite, considere cocinar con sebo o manteca de cerdo. El sebo de res tiene un 46 % de ácido oleico y la manteca de cerdo un 36 % de ácido oleico.

Recuerde, el ácido linoleico se considera una grasa esencial, por lo que no debe eliminarlo por completo. El ácido linoleico actúa como un veneno metabólico solo cuando se consume en cantidades excesivas, pero casi todo el mundo consume cantidades excesivas.

¿Qué cantidad es “excesiva”? Es probable que cualquier cantidad superior a 10 gramos al día sea dañina, aunque aún se desconoce el límite exacto. En 1909, las personas en Estados Unidos comían 2 gramos al día de aceite vegetal, según Knobbe, pero en 2010 aumentó a 80 gramos diarios.10

Si no sabe qué cantidad consume, todo lo que necesita hacer es ingresar su consumo de alimentos en la aplicación de Cronometer, que es un rastreador en línea gratuito, que calcula el consumo total de LA. Es importante pesar los alimentos con una báscula digital para que pueda ingresar el peso más cercano.

El cronómetro le dirá cuánto omega-6 obtiene de sus alimentos hasta la décima parte de un gramo, y puede suponer que el 90 % es ácido linoleico. Una vez más, es probable que cualquier cantidad superior a 10 gramos cause problemas. Como no hay inconveniente en limitar su nivel de LA, debe mantenerlo lo más bajo posible, y lo consigue al limitar los alimentos con alto contenido de LA. Esto significa eliminar todos los siguientes aceites:

SoyaMaíz
CanolaCártamo
GirasolCacahuate

Otros alimentos con alto contenido de LA incluyen papas fritas en aceite vegetal, aderezos y salsas comerciales para ensaladas, casi todos los alimentos procesados y cualquier comida rápida frita, como las papas fritas. Tengo un proyecto en proceso sobre este tema, así que esté atento para obtener más información sobre lo que creo que es la principal causa de casi todas las enfermedades crónicas que hemos presenciado durante el último siglo.

Photo by Susan Wilkinson on Unsplash

Universitaria candelariza milpa maya para agricultores

Por Joana Maldonado, La Jornada Maya, 27 de enero de 2022.

Experta señala que el cambio climático en la península de Yucatán afecta a esta práctica

Desde Reino Unido, Karla Hernández Aguilar, estudiante de doctorado en la Universidad de Nottingham, generó un calendario de la milpa maya de utilidad para los milperos y cualquier agricultor. Pese a que es una práctica que se mantiene en México y Belice, el sistema ya no es de uso tan común, además de que, debido al cambio climático, ha presentado modificaciones.

Karla Gabriela Hernández, originaria del Estado de México, pertenece a la iniciativa Future Food Beacon y estudia desde hace algunos años el potencial de los sistemas tradicionales agrícolas en México y Belice, específicamente la milpa maya. “Estamos tratando de entender cómo se están adaptando estos conocimientos tradicionales a todos los impactos que se dan debido al cambio climático”, señala Karla Hernández.

La bióloga añade que los estudios que se han hecho en la península de Yucatán revelan que existe una variabilidad climática importante en la región, la cual está fuertemente impactada por sequías y precipitaciones, por lo que, en el caso de la milpa maya, sistema que depende de las lluvias, afecta el ciclo y al mismo tiempo todos los conocimientos que se aplican en el mismo.

Estos conocimientos están relacionados a algunas prácticas tradicionales como la predicción del clima (el caso de las cabañuelas), y algunas ceremonias como la del ch’ak cháak, un ritual de las comunidades mayas dirigido a deidades para que llueva o exista buena cosecha.

“Ahora justamente por esta variabilidad climática o vemos que ya no se hace o ya no se ajusta a las fechas que normalmente se haría; entonces el sistema milpa debemos verlo no sólo como un sistema agroalimentario, sino como un sistema que define la identidad cultural de muchas personas y obviamente tiene muchos conocimientos asociados, es una forma de vida”, señala.

En entrevista vía videoconferencia desde la Universidad de Nottingham, Karla Hernández sostiene que son los propios milperos quienes hacen notar los cambios registrados a la milpa desde hace 10 o cinco años, visto desde el aumento a la temperatura, disminución de lluvias y sequías mucho más largas. Sin embargo, estos sistemas tradicionales se están adaptando y el gran reto, no sólo son los cambios climatológicos sino los cambios en el manejo del sistema. 

“Antes los agricultores realizaban las prácticas de forma tradicional, ahora se adaptan no sólo a la falta de agua, sino a la existencia de más plagas y fertilizantes y pesticidas; obviamente las prácticas han tenido que adaptarse dependiendo de los retos o impactos, el problema es que se amplifican en corto tiempo”, acota.

Es así que la práctica de la milpa maya tiene sus propios conocimientos y se adapta en relación a sus prioridades y retos.

Para la especialista es arriesgado sostener que en teoría este sistema milpa podría extinguirse, pero es importante la manera en cómo se ha adaptado, considerando también otros riesgos como el monocultivo y la pérdida de semillas nativas y locales. 

Derivado de estas observaciones y en el contexto de la pandemia, Karla Hernández y otros colaboradores documentaron el sistema milpa a través de un calendario que es público y puede visitarse en https://drive.google.com/file/d/1qDXVWDS1zcroNss0665oHbt9GqdJAIIt/view.

“A pesar de practicarse tanto en países como México y Belice, ya no es tan común y el calendario puede ser de utilidad para los milperos y en general para agricultores”, indica. En el calendario colaboran maestros milperos y muestra además del conocimiento, factores culturales que se asocian a la milpa. 

Edición: Laura Espejo

Lo que se calla en la polémica eléctrica

Por Alejandro Calvillo, Sin Embargo, 27 de enero de 2022.

Gran parte de la demanda de energía y recursos de la sociedad de hiperconsumo no es para satisfacer las necesidades básicas de la población mundial, se destina a satisfacer una serie de necesidades creadas.

La Tierra puede proporcionar lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada persona, pero no la codicia de unos cuantos“.

Mahatma Gandhi

La polémica que se ha generado en torno a la reforma eléctrica propuesta por el Presidente López Obrador frente a la reforma energética que se aprobó en 2013 promovida por el entonces Presidente Peña Nieto, no expone la magnitud de la profunda crisis energética, ambiental y climática que enfrentamos. No es de extrañar que esto ocurra en nuestro país, ya que se mantiene así en gran parte del mundo. Existe miedo, ignorancia o claro ocultamiento a hablar del contexto en que nos encontramos, de a dónde nos lleva este proceso civilizatorio basado en los combustibles fósiles y el hiperconsumo.

Partamos del hecho de que no hay manera de realizar la transición energética hacia fuentes renovables manteniendo el actual nivel de hiperconsumo, así como no hay futuro con los combustibles fósiles que nos llevan al cataclismo climático. No podrá haber energía renovable suficiente para abastecer la demanda de producción de bienes, promovidos en todo el mundo, a partir del modelo de hiperconsumo estadounidense. Tampoco se podría hacer a partir de los combustibles fósiles sin llevarnos a un umbral de caos climático, además de los problemas de desabasto que ya se presentan en varias regiones del mundo.

La transición energética significa una transformación tecnológica de toda una civilización que es ya global. La energía intensiva que se requiere para extraer los minerales demandados para fabricar e instalar los aerogeneradores, las plantas de paneles solares, las plantas geotérmicas, las plantas maremotrices, etc, no podrá más que venir de los combustibles fósiles. Hay quienes proponen como opción revivir la energía nuclear a pesar de los muy graves riesgos que representa, la falta de solución a sus desechos radiactivos por miles de años, además de requerir también inmensas inversiones de energía fósil para la construcción de las plantas y la extracción del uranio.

La gran demanda de minerales escasos para esta transición tendrá muy graves impactos. Tomemos el ejemplo del litio requerido para las baterías de los automóviles eléctricos. General Motors estima una demanda de 38 mil 400 toneladas de litio en la próxima década, una cantidad aproximada también la requerirán Volkswagen y Daimler. La producción de litio requiere por cada tonelada 2 millones de litros de agua que en su mayor parte saldrán del proceso de producción contaminadas. En Nevada, a más de 240 kilómetros aguas abajo de una planta de procesamiento de litio se han encontrado de contaminación en peces. En la exploración que se proyecta en el Ártico se estima que por cada mil toneladas de litio se generarán 50 mil toneladas de desechos tóxicos. En el Ártico ya se sufren los impactos de extracción de niquel, altamente demandado en los autos eléctricos, reconociéndose la mina de Norilsk como el lugar más contaminado del planeta.

La realidad debe ser abordada tal cual es, sin conflicto con otros intereses, con el único objetivo de poder continuar como especie en este planeta en condiciones mínimas de bienestar. Las pretensiones de presentar soluciones a la crisis civilizatoria (energética, ambiental) bajo intereses puramente económicos o ideológicos, solamente agudiza el problema. Y el reto mayor es reconocer que la ideología ha penetrado a tal grado que no se reconoce que forma parte de ella la creencia en que la tecnología todo lo solucionará, que las fuerzas del mercado por si solas resolverán nuestro devenir en el mundo, que el progreso ha sido el camino de la humanidad.

El asunto es que el reto es enorme y se prefiere, en muchos casos, ignorarse, y dejar que las cosas sigan en la misma dirección, sea con una opción de libre mercado o el control del Estado. La crisis civilizatoria está provocada no sólo por el cambio climático, se origina en un modelo de producción e hiperconsumo que se sustenta en esa ideología que tiene la característica de actuar como si el planeta y sus recursos fueran infinitos. El modelo de consumo que se promueve en todo el mundo es el estadounidense, es el que se publicita y entra a todos los hogares en cada rincón del planeta, es el que se expone en las ciudades, en las películas, en las series televisivas, es el que demuestra ascenso social y se convierte en aspiración, en un valor central.

En el pasado las clases sociales se diferenciaban muy claramente por los productos que consumían, actualmente no es así, unos consumen más y otros menos, pero el acceso a la mayor parte de los productos y servicios se ha “democratizado”: marcas de ropa, teléfonos celulares, juegos en línea, etc. La magnitud de la demanda creciente de recursos puede observarse en la demanda de energía y recursos del estadounidense promedio a mediados de los 90s, de acuerdo al Worldwatch Institute era cada día de:

  • 52 kilogramos de materias básicas:

– 18 kilogramos de petróleo y carbón

– 13 kilogramos de otros minerales

– 12 kilogramos de productos agrícolas

– 9 kilogramos de productos forestales

La demanda de energía por individuo a lo largo de la historia de la humanidad se ha disparado a partir de la revolución industrial y, de manera especial, en la era de la tecnología actual. La gráfica muestra un estimado del consumo energético individual diario en diversas etapas de la historia de la humanidad.

Consumo energético estimado por persona al día. Gráfica: Alejandro Calvillo.

La ecuación que está reventando los límites del planeta es este crecimiento del consumo energético por persona multiplicado por el aumento de la población mundial. Se estima que la población mundial en 1700 era de 600 millones y 200 años después, en el 2000, llegó a 6 mil millones, es decir, aumentó 10 veces en un periodo muy breve en el tiempo de la historia de la. Solamente del año 2000 al 2020 la población mundial aumentó en 1,870 millones de personas. Es decir, en solamente 20 años la población creció 3 veces el total de la población que existía en el año 1800.

Aumento de la población mundial. Gráfica: Alejandro Calvillo.

Gran parte de la demanda de energía y recursos de la sociedad de hiperconsumo no es para satisfacer las necesidades básicas de la población mundial, se destina a satisfacer una serie de necesidades creadas. Mientras, un porcentaje importante de la población mundial no tiene como satisfacer su necesidad de acceso a agua para beber, los alimentos necesarios para mantener su estado de salud, las condiciones de vivienda adecuadas, su acceso al estudio, a una vida mínimamente digna.

Sabemos que es urgente iniciar el proceso para dejar los combustibles fósiles bajo un modelo y condiciones diferentes a las que establecieron las grandes corporaciones de las renovables en contubernio con las administraciones anteriores, pero no podrá ocurrir sin un cuestionamiento profundo y cambios radicales para desmontar el hiperconsumo y sus desigualdades. De lo contrario, no habrá mas que un maquillaje a las causas centrales de la destrucción y la desconección de la especie humana con el mundo viviente, con el planeta.

Jornaleros en Guanajuato: sin alimento ni hogar

Por Florencia Martínez Sánchez y Mayo Meza Trejo*, Pie de Página, 25 de enero de 2022.

En León, Guanajuato, año con año llegan familias de Guerrero, Oaxaca y Veracruz a cosechar verduras y hortalizas que nutren al país. Sin embargo, no cuentan con vivienda, seguridad social ni acceso a alimentos. Las mujeres son las más castigadas al tener que cuidar a hermanitos o nietos mientras los adultos van al campo

Las personas jornaleras de pueblos originarios resisten en contextos complejos. Desde el Centro de Desarrollo Indígena les hemos acompañado por 8 años en su llegada a trabajar a los campos agrícolas en Guanajuato. 

A partir  de la indignación compartida  de no ver cambios estructurales que impacten en la vida de las personas jornaleras, nos detuvimos a hacer un análisis con la metodología del desempaque de derechos, ya que retoma los principios de universalidad, indivisibilidad, interdependencia, inalienabilidad, imprescriptibilidad y su carácter de absolutos como directrices para interpretar a los derechos pero, esencialmente, para aplicar las obligaciones que derivan de esos derechos (Serrano, S. y Vázquez, D, 2013). Desde esa mirada, con el foco en las personas y en las obligaciones del Estado, hemos podido reflexionar si, el municipio de León, ha realizado acciones públicas con una mirada de derechos. 

Las familias jornaleras se encuentran en movilidad dentro del país, sus estados de origen son principalmente Guerrero, Oaxaca y Veracruz. Generalmente las familias están compuestas por 8 a 10 integrantes, hijas, hijos, esposa, esposo, abuelas y abuelos. Algunas causas de expulsión identificadas son la falta de trabajo 51.4%, la necesidad de efectivo 30.7% y no tener o tener poca tierra para cultivar 7.6% (Clériga y Ledón, 2018), lo anterior vinculado con la extracción y explotación de las tierras por megaproyectos que va  resultando en el agotamiento paulatino de recursos. 

En algunas familias y municipios podemos identificar situaciones de desplazamiento interno forzado por razones de crimen organizado y por falta de alternativas de subsistencia, pues hay comunidades que carecen de todos los servicios elementales para subsistir. Frente a la movilidad es de suma importancia la coordinación entre las autoridades en los distintos niveles y estados de origen, tránsito y destino.

Año con año cientos de familias arriban al municipio de León, se establecen cerca de los campos agrícolas en las localidades de Barretos, Nuevo Lindero, Rancho Nuevo, San José de los Sapos, La Esmeralda, el Jagüey, La Cinta, El Maguey, San Cristóbal, La Arcina, Los Ramírez, etcétera. 

Contrario a lo que estipula la Ley Federal del Trabajo, las personas jornaleras en León no tienen acceso a la vivienda, por lo que también resaltamos la importancia de coordinación entre empleadores y autoridades de los distintos niveles para transitar de acciones asistenciales, como entregas de cobijas y lonas, a acciones que garanticen a las personas jornaleras para que puedan tener acceso a una vivienda con servicios básicos, cerca de su lugar de trabajo.  

Otros derechos en los que reflexionamos fueron el de la salud y la alimentación, ya que estos  se ven afectados por la falta de agua, el contacto con fertilizantes en sus viviendas o bodegas donde duermen y al momento del corte, así como el poco acceso que tienen a alimentos frescos y ricos en nutrientes, lo anterior aunado a una serie de enfermedades digestivas, desnutrición, sobrepeso, infecciones en la piel, los ojos y resfriados constantes. Es preocupante que aun después de años, el acceso a sus derechos no se materialice. Es de suma importancia que el personal de salud tenga una mirada intercultural que brinde la atención médica debida sin tratos discriminatorios. Para cumplir con las obligaciones, se debe transitar de una política que canaliza a centros de salud, a una política de prevención, de accesibilidad y pertinencia cultural, garantizar mitigación de riesgos sanitarios por estar en contacto con los agroquímicos, así como que las personas tengan acceso a un seguro médico.  

Respecto al derecho al trabajo digno, generalmente toda la familia participa del trabajo, ya sea trabajo remunerado, o no remunerado, o de ambos. Quienes trabajan en el campo, no cuentan con seguro ni con medidas adecuadas que regulen las jornadas de trabajo, el pago y su seguridad. 

La carga de cuidados atribuida socialmente a las mujeres está presente desde que son niñas y hasta la vejez. Las mujeres desde adolescentes, además de trabajar en el jornal, realizan trabajo doméstico y de cuidados. En los campos, las niñas cuidan durante el día a sus hermanos/as más pequeñas, su trabajo es de suma importancia puesto que les resguarda, cuida y evita accidentes en los campos tales como picaduras de animales o atropellamientos. En otros casos, algunas mujeres mayores se quedan en casa cuidando de los nietos y nietas, ya que las viviendas no cuentan con seguridad para dejarles e ir a trabajar. No obstante, esto no debe deslindar a las autoridades y patrones involucrados a cumplir con su obligación de que el campo, como lugar de trabajo, sea seguro para todas y todos. 

El trabajo de cuidados que hacen las mujeres no es reconocido puesto que se invisibiliza el aporte y sostén que hacen a la economía familiar y social. Por otro lado, las infancias que trabajan son criminalizadas. Es necesario que los Sistemas de Protección Integral, así como las Procuradurías de Protección generen programas, políticas y planes de restitución de derechos con miradas de género, intercultural de derechos de niñas, niños y adolescentes. Se deben dejar atrás acciones que intimiden y asusten a las niñas y niños, así como la detección ilegal, asumiendo que es una medida de protección, cuando más que protegerles integralmente, generan un impacto negativo en ellas.

Finalmente, hacemos un llamado para asumir nuestra responsabilidad como sociedad que sostiene y perpetúa las desigualdades. En necesario cuestionarnos qué alimentos estamos consumiendo, dónde fueron sembrados, quién los cosechó, bajo qué condiciones y cuál fue la cadena a seguir para que llegara a nuestra mesa. 

Invitamos a las personas a que puedan leer la investigación sobre Migración jornalera en las zonas agrícolas de León, Guanajuato, que si bien es a partir del acompañamiento en León, recuperamos derechos, tomamos como punto de partida las voces de las familias, así como las obligaciones del Estado para puntualizar acciones necesarias y urgentes frente a  la falta de conocimiento e interés en abordar las problemáticas de forma integral y coordinada entre autoridades y empleadores, así como realidades que suceden en innumerables campos agrícolas en México.  

*Laboran en el Centro de Desarrollo Indígena Loyola, organización parte de la Red Nacional de Jornaleros y Jornaleras Agrícolas.

El neoliberalismo abandonó al campo mexicano: ANEC

Por Redacción, Contralínea, 21 de enero de 2022.

El neoliberalismo dejó un campo enfocado en la producción de alimentos para la exportación, se dedicó a la inversión en grandes unidades de producción, en  formas de la producción de la agricultura que atendían otras necesidades de la población, critica Leticia López Zepeda, directora ejecutiva de Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC).

Sin embargo, con el cambio de administración que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, el trato al campo mexicano ha virado en el retorno de la soberanía alimentaria, el derecho de un país de producir lo que consume, de producir lo que necesita la población para estar alimentada sanamente, indica la socióloga por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Hablar de soberanía alimentaria no solo toca el tema de la autosuficiencia en la producción de alimentos sino recomposición de todas las formas de producción, producciones locales, cadenas cortas de suministro. Es un cambio radical el que estamos viviendo y sí se están sentando las bases. Lo vemos, por ejemplo en el decreto para  la prohibición de la siembra de maíces y el uso del glifosato, ya habla también de un cambio en cómo debemos de producir los alimentos, ahora se está priorizando la alimentación y no tanto la agricultura”, dice la experta.

López Zepeda calcula que restaurar el campo mexicano llevará un aproximado de dos décadas. Cubrir toda la deficiencia de alimentos y de producción de granos, implica una reestructuración profunda. “Durante 35 años -así declarados- se dejó de apoyar a la pequeña agricultura y todos los apoyos se concentraron en una forma de producción intensiva de grandes producciones y no se trabajó para cubrir esa deficiencia de maíz. Se consideraba que era mejor importar que producir, entonces revertir este proceso sí implica un esfuerzo grande”, comenta.

Una de las afectaciones que dejó el sistema económico impuesto en México por más de tres décadas, indica, dejó suelos degradados por todo el abuso en el uso de agroquímicos. “Deconstruir la agricultura campesina, las comunidades rurales y todas las formas de alimentación, también va a requerir un esfuerzo de inversiones que implica cambiar las formas de producción, ¿cómo cambiamos el uso de agroquímicos por el uso de bioinsumos naturales, regionales, locales?, las alimentaciones de cada región, el abasto de esos alimentos en cada región implica un esfuerzo grande”, señala.

Otro de los esfuerzos que se requieren, expone la directora de ANEC, es mejorar las condiciones de la productividad. “Existe el mito de que sólo con los agroquímicos puede haber rentabilidad y productividad y ¡no! Está comprobado que regresando a las formas ancestrales y con tecnologías adecuadas se puede aumentar la productividad a partir del mejoramiento de nuestros suelos. Estamos viviendo un problema muy grave efecto de la globalización, del incremento en los alimentos y en el incremento de los precios de los insumos y esto es efecto de toda la dependencia que tenemos del exterior”.

Contrasentidos en Agricultura

La directora de la ANEC identifica que hay oposición al interior del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Además de la oposición que lleva el grupo de poder en el sector, en contra de sus políticas públicas.

— ¿Observa también resistencias al interior del propio gobierno y del sector empresarial?

— Sí, estamos muy preocupados. Por parte del gobierno, hay un contrasentido, hay una demanda de las organizaciones campesinas que decimos tenemos que trabajar para la soberanía alimentaria con agricultores de pequeña y mediana escala, que eso es lo que  se abandonó durante 35 años; y entonces encontramos al interior del gobierno y nada menos que de la Secretaría de Agricultura, sectores que representan los intereses de estas grandes corporaciones y de esta agricultura industrial.

Entonces, mientras se firma y buscan la manera de hacer acuerdos internacionales para traer tecnologías disfrazadas de tecnologías ambientales, no están abocados a defender a la pequeña agricultura, eso lo vemos al interior del gobierno, pareciera que hay dos gobiernos: un gobierno que si está con la soberanía alimentaria y otro gobierno que sigue conectado a los intereses de estas grandes corporaciones.

Por parte de los empresarios de las Consejo Nacional Agropecuario, estaban acostumbrados a recibir grandes apoyos y subsidios;  durante 35 años recibieron y concentraron los grandes apoyos en este tipo de agricultura sobre todo en el norte del país. El 80 por ciento de los apoyos a la comercialización se concentraron en el 10 por ciento de los productores del norte; entonces los subsidios en  infraestructura concentraban apoyos de subsidios energéticos, subsidios al agua, todo tipo de subsidios y eso es un privilegio que hoy están perdiendo.