Tumban vegetación y siembran con agrotóxicos donde nace agua en Veracruz

Por Rodrigo Soberanes, Pie de Página, 21 de diciembre de 2021.

Personas que no se identifican llegan a comunidades, ofrecen sumas de dinero irrechazables para campesinos y siembran el monocultivo. Esto supone un riesgo para la cantidad y la calidad del agua en zona de Xalapa y Coatepec en Veracruz

Primero se tumban los árboles y “limpian” la superficie, eliminando la captación de agua. Cambia el paisaje: donde había maleza o bosque quedan parajes sin vegetación, animales ni sombras. Después esparcen fertilizantes y siembran papas en los surcos.

Comienzan los brotes y la aplicación de agrotóxicos que fertilizan, atacan las plagas y permiten el éxito de las plantaciones.  

Está sucediendo en la región de Xalapa, Coatepec y Xico, una región poblada por 622 mil personas aproximadamente, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El Programa de ordenamiento ecológico regional de la región capital de Xalapa, Veracruz regula la siembra de monocultivos con sustancias químicas tóxicas en esa ciudad y los 11 municipios aledaños, como Coatepec. 

Ese documento obliga a autoridades estatales y municipales a cumplir el ordenamiento y señala que aún los agrotóxicos permitidos no deben aplicarse a menos de 500 metros de “casa habitación, espacio público, poblado o cuerpo de agua utilizado para el abasto de agua para uso humano (ríos, manantiales, cajas de agua, presas) o de ecosistemas importantes para sostener la vida en la región”.

Sin embargo, muchos otros que se usan están prohibidos por los riesgos demostrados a la salud de las personas. 

Es exactamente lo que está sucediendo en diversos puntos localizados en la zona montañosa que se encuentra entre la zona urbana que incluye a la capital de Veracruz y el Cofre de Perote, donde están los principales brotes de agua que abastecen a cientos de miles de personas.

La papa es un cultivo que tiene sus condiciones ideales, por ejemplo, en las faldas del Cofre de Perote. 

En la organización SENDAS han visto cómo los cultivos han ido bajando hacia zonas boscosas año con año debido a que los parajes que se utilizan quedan contaminados por lo menos 10 años, con lo cual, lo “paperos” tienen que ir buscando más terrenos para continuar el negocio.

El problema es que para sobrevivir en zonas de vegetación húmeda necesita protección contra las plagas, y la solución para quienes la siembran, es esparcir químicos prohibidos que causan graves daños a la tierra, a las personas que viven cerca, y a los cuerpos de agua.

“Estos terrenos no son los agrosistemas propios de la papa, requiere terrenos más arenosos para desarrollar el tubérculo. Estos suelos son andosoles, una esponja de humedad, eso trae más presencia de plagas y tienen que echar más fungicidas. Son 17 productos que le echan”, dijo Georgina Vidriales, coordinadora de SENDAS.

La Marea consultó a personas que viven en tres regiones afectadas por la siembra de papa con modelo de monocultivo: Rancho Viejo, en Xalapa, y Cinco Palos y el camino a Jinicuil Manzo, en Coatepec. 

Todas tomaron el acuerdo de aceptar dar sus testimonio para esta publicación siempre y cuando no sean reveladas sus identidades por motivos de seguridad. 

“La gente tiene mucho miedo de decir algo porque se sabe perfectamente que dentro de los paperos hay gente que no es buena gente”, dijo una de ellas.

De acuerdo con este testimonio, Cinco Palos, la zona donde más ha avanzado el cultivo de papa “está controlada” por el líder de un grupo de delincuencia organizada que tiene intereses en el negocio. 

Por eso, cuando se le pregunta a un campesino quién le rentó su terreno, la respuesta suele ser: “Yo nomás lo rento a un señor. ¿A quién? Quién sabe”.

Ella ha visto cómo en menos de dos años el paisaje ha cambiado drásticamente. En la comunidad se habla de mareos y otros malestares asociados a los olores que se desprenden de las plantaciones. También se habla de tomar acciones legales, pero todo se detiene ahí porque el miedo está instalado.

“Muchos de los plaguicidas son persistentes, de liberación lenta, liberan sus moléculas y llega al agua o vía alimento”, dijo la representante de SENDAS. 

Esa organización ha documentado casos de intoxicación en personas que viven en las inmediaciones de los cultivos.

En la parte alta de Coatepec, un apicultor que observaba cómo un cerro había sido “pelado” para preparar la siembra de papa, contó que tras su primer contacto con “los paperos” aprendió que “trabajan igual que los aguacateros”.

Se refería a tres cosas: no son oriundos de la región, actúan con “prepotencia” y se acercan a los campesinos para pedir que les alquilen sus tierras ofreciendo sumas de dinero que no podrían ganar de otro modo. 

El apicultor tiene claro que, cuando comience la aplicación de pesticidas, las abejas de su apiario morirán. Ya se lo dijo a “los paperos” pero no consiguió nada. 

“Estábamos tan tranquilos y ahora respiramos estos fertilizantes tan violentos que echaron para la siembra”, dijo, por su lado, otra persona directamente afectada que vive a menos de 500 metros del cultivo.

La persona entrevistada ha intentado descubrir cuáles químicos están utilizando para la siembra que le queda enfrente, pero sus esfuerzos fueron notados y ahora los trabajadores “que vienen de fuera y duermen en un camión” llevan las soluciones preparadas en contenedores sin ningún rótulo que permita saber de qué se trata. “Ahora ya no dejan ningún rastro”, dijo.

El cerro “pelado” que observaba el apicultor tiene por un costado un registro del sistema de agua potable que abastece a Xalapa y Coatepec. Los pesticidas caerán a menos de cinco metros del registro agua.

A menos de 500 metros se encuentra el Río Suchiapa, que abastece a Xalapa y Coatepec. Esto significa que se está infringiendo el Programa de ordenamiento ecológico. Además, ese y los demás predios que se están preparando para la siembra camino arriba contaminan el agua producida por los productores dentro de Fidecoagua, uno de los programas bandera del municipio de Coatepec que entrega recursos a propietarios que conservan la masa forestal de sus predios para la producción de agua para Coatepec.

La Marea ha intentado contactar a autoridades relacionadas con el tema de esta publicación, pero hasta el momento no ha obtenido respuesta.

Los sembradores, que son personas ajenas a las comunidades donde alquilan los terrenos, pagan alrededor de 15 mil pesos por hectárea a los dueños de los predios, recogen sus cosechas y se las llevan a las centrales de abastos de Puebla y Ciudad de México.  

“No se dice no a las cantidades que ellos ofrecen. Son entre 15 y 20 mil pesos por cosecha y lo pueden hacer dos o tres veces al año”, dijo una de las personas afectadas. 

Cuatro distintas personas consultadas coincidieron en que esas son las cifras de dinero que ofrecen a campesinos por alquilar sus tierras. También están de acuerdo en que “no se les puede culpar por eso”, debido a que son sumas que no ganarían de otra manera. 

“Traen sus propios trabajadores, traen sus semillas. Cosechan todo y se lo llevan. También se llevan la fertilidad del suelo, los ecosistemas y la salud de las personas”, añadió Georgina Vidriales.

De acuerdo con las personas de las comunidades afectadas, que fueron consultadas por La Marea, los “paperos” están concretando un negocio de “ganar, ganar”.

Para las personas que habitan en las ciudades que reciben el agua producida en las zonas boscosas, es una situación de “perder, perder” que todavía no conocen.

*Esta nota fue realizada por LA MAREA, integrante de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.

El papel de las mujeres en nuestras tierras

Por Pablo Moctezuma Barragán, Contralínea, 18 de diciembre de 2021.

Sabemos que los primeros pobladores de nuestra tierra llegaron aquí hace más de 30 mil años. Las migraciones fueron varias, se sabe que hay en México 14 troncos lingüísticos y de estos surgieron casi 200 lenguas.

Los primeros habitantes fueron nómadas y vivían fundamentalmente de la caza y recolección. En esa época comenzó la especialización en las actividades productivas. Los hombres se dedicaron fundamentalmente a la caza (aunque hubo también mujeres cazadoras) y las mujeres a la recolección. Esto se debe a que las mujeres pasaban tiempo engendrando y cuidando a sus bebés, por lo que eran las encargadas del hogar.

Dentro del clan, el centro de la vida lo desempeñaba la mujer. Dado que dentro del clan se evitaron las relaciones endogámicas, los padres eran personas de otros clanes y al interior de estas familias ampliadas sólo se sabía quiénes eran las madres biológicas, no quienes eran los padres. Los hombres del clan todos eran tíos de los pequeños. En el náhuatl tío se dice tlahtli, y padre tahtli derivado de ese papel que jugaron los tíos. Todas las mujeres eran consideradas “madres”, aunque la niña o niño sabían quién era su madre biológica.

Para la subsistencia del clan, el papel de la mujer era primordial, pues durante miles de años la principal fuente de alimentos fue la recolección que dependía de las mujeres. Así como la preparación de la comida, la confección de vestimentas, la adecuación de espacios para vivir, etc así que se puede hablar que durante decenas de miles de años existió el matriarcado. Con una característica distintiva: la mujer no sometía ni reprimía al hombre sino que se ayudaba de su papel y rol en el clan.

Además la mujer era la médica, arquitecta, educadora, guía espiritual de la comunidad, por eso su papel preponderante. A fuerza de recoger semillas y frutas fue la mujer la que desarrolló la agricultura, lo que permitió abandonar el nomadismo y establecerse en aldeas.

El hecho de que la mujer participaba activamente en la vida productiva, social, política y cultural le daba un lugar importante y no fue marginada durante decenas de miles de años. La fuerza de la mujer dentro del clan era tal que castigaban a los hombres perezosos o nocivos expulsándolos del mismo, y haciendo justicia, por lo que la vida comunitaria era muy fuerte y sólida. El papel de la mujer en todos los avances sociales fue significativo. Esto es importante para tener claro que no es por “naturaleza” la mujer haya sido excluida y sometida en los últimos siglos. Lo natural es que la mujer tenga pleno espacio para su desarrollo y contribución hacia la sociedad.

Muy distintas eran las concepciones en el Anáhuac. A nivel religioso había representaciones (que no diosas) y en el Omeyecan (lugar de la dualidad) donde residía la energía suprema Ometéotl contaban con una dualidad mujer-hombre Omecihuatl  (energía femenina) y Ometecutli (energía masculina). No existía un antagonismo entre los géneros. Todavía en tiempos de la invasión europea existían los clanes y es curioso como la energía suprema el Ometéotl (energía dual) era femenina-masculina.

De modo que la mujer ha sido fundamental durante miles de años en nuestras tierras, cientos de años de patriarcado, a partir de la invasión europea, no pueden ocultar los orígenes, ni el valor y grandes contribuciones que han dado a la sociedad las mujeres.

Antes de la invasión española en el Anáhuac la mujer desempeñaba un papel muy importante en la sociedad. Ellas podían ser sacerdotisas (cihua-tlama-casqui), en donde sus funciones eran: organizar los principales ritos, elaborar lienzos y atizar el fuego sagrado. También eran las parteras, curanderas, astrólogas, gobernantes y eran reconocidas dentro de la sociedad, participaban en la agricultura, el comercio, la manufactura y había una asamblea de mujeres. Las ancianas tenían funciones importantes, ya que eran sabias, maduras y serenas.

Las mujeres tenían una participación económica importante, pues intercambiaban en el tianguis productos elaborados o cosechados por ellas mismas, además de animales, producían textiles y trabajos de alfarería.

El género femenino  tenía muchos espacios de respeto y la posición social de la mujer en la época prehispánica era de gran dignidad. Su participación política lejos de ser pasiva fue muy destacada. Había incluso asambleas de mujeres.

La situación de la mujer cambió drásticamente con la colonización que comenzó dramáticamente con el genocidio contra mujeres, niñas, niños, y población en general; además de la violación masiva de mujeres y su sometimiento total, por lo tanto se le explotó al máximo.

En la colonia únicamente se instruía a las mujeres de la élite en las labores de cocina, costura, repostería etcétera para que fuesen buenas “amas de casa”, y se dedicaran a asistir a la iglesia. Donde una actividad que sí podían realizar era participar en los coros de las cofradías religiosas; también en ocasiones les enseñaban danza para acompañar al hombre en reuniones sociales, festejos y mitotes. Pero no sólo en la vida familiar o en el trabajo se vivía el control masculino también los espacios públicos que eran controlados por el hombre.

El colonialismo extranjero siempre ha sido un poder que somete a la mujer. Nunca como en esta época de subordinación al Imperio Español, vivió sometido el sexo femenino. Toda propiedad le correspondía al marido. Ahí encontramos el origen principal del actual sometimiento de la mujer en México. Y el triunfo cabal del patriarcado.

Ni siquiera podían escoger libremente a su pareja, los padres le podían imponer el matrimonio con un rico anciano o con un ser detestable. Si la mujer se negaba era encerrada en un convento. Si un novio a quien amaba osaba irlas a rescatarlas de su encierro, eran buscados por la policía y castigados, ella volvía al encierro. Desde el inicio de la invasión española fue sometida y sujeta. Ultrajada, marginada. Y el patriarcado las separó de las principales funciones sociales. A pesar de todo la lucha de la mujer mexicana durante la colonia fue constante, tenaz, sutil y valiente. Y se efectuaba de 1 mil modos.

Fue de hecho una mujer la que se adelantó a Hidalgo, Morelos y Guerrero en la abolición de la esclavitud. Tecuixpo Ixkaxochitl, más conocida como Isabel Moctezuma desde 1550 escribió en su testamento:

“Dispongo, pues sé que he de morir, que todos mis esclavos y esclavas naturales del país devengan personas libres, pues yo siempre los he considerado así.”

Las mujeres de conocimientos y que eran activas, creativas, curiosas o rebeldes frecuentemente eran acusadas ante la Inquisición y sufrían largos años en tétricas cárceles y algunas eran quemadas vivas en la plaza pública. O les hacían vestir un sanbenito para escárnio público.

A pesar de que las mujeres de la Nueva España pocas veces podían acceder a la educación y a conocimientos que les estaban vedados, hubo en muchas el interés y buscaron oportunidad de educarse y conocer, ya cercana la Independencia, todo tipo de literatura incluyendo también las obras de la ilustración, que eran libros muy prohibidos por la siniestra inquisición española. Por dar un ejemplo. Allá en Patzcuaro, Gertrudis Bocanegra siempre inteligente y valiente fue lectora de los principales autores y comulgó con el pensamiento liberal de Voltaire y Rousseau.

El mejor ejemplo del afán femenino de conocimiento, lo tenemos en Sor Juana Inés de la Cruz. Que fue una niña sencilla que vivió en Amecameca, también estuvo en Yecapixtla, Nepantla y en Panoaya donde su abuelo tenía tierras, allí Juana aprendió náhuatl con los indios de la región que en las tierras del abuelo sembraban trigo y maíz.

A los 3 años aprendió a leer y escribir, tras que su hermana mayor le enseñó a escondidas de su mamá quien como todas las mujeres de su época no sabía leer y escribir. Se enamoró de la lectura y devoró toda la biblioteca de su abuelo Pedro Ramírez. Al mismo tiempo convivió con esclavos negros, peones indígenas, campesinos mestizos y de dio cuenta de la discriminación existente, que siempre repudió. De muy niña asistió a la modesta escuela rural “La Amiga” y pronto se distinguió por su aplicación.

En 1660 su afición al conocimiento, la traslada a la ciudad a vivir con unos parientes. Aprendió todo cuanto era conocido en su época, es decir, leyó a los clásicos griegos y romanos, así como, teología del momento. Su afán por saber era tal que intentó convencer a su madre de que la enviase a la Universidad disfrazada de hombre, puesto que las mujeres no podían acceder a esta. Ella contaba que, al estudiar una lección, cortaba un pedazo de su propio cabello si no la había aprendido correctamente, pues no le parecía bien que la cabeza estuviese cubierta de hermosuras si carecía de ideas.

Así se forjó a sí misma esta extraordinaria mujer y poeta, astrónoma, música, gastrónoma, filósofa. En el momento clave, la mujer mexicana jugó un papel relevante en la lucha por la independencia de México. Desempeñando en todo momento un papel clave; muchas fueron las grandes heroínas: Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra.

Hubo muchas otras mujeres impulsoras de la soberanía nacional: Carmen Camacho, María Josefa Huerta y Escalante, Rafaela López Aguado de López Rayón, María Josefa Martínez Navarrete, María Josefa Natera, María Ubalda Sánchez, Mariana Rodríguez del Toro, Ana Villegas y muchas, muchísimas otras patriotas que se entregaron a la lucha por la liberación.

Pánico injustificado por la nueva variante del virus

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 18 de diciembre de 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • A pesar de lo aterrador que puede sonar el nombre que decidieron darle, todo parece indicar que el pánico que ha causado la variante Ómicron no es más que una exageración. Los síntomas más comunes de esta cepa del SARS-CoV-2 son fatiga, dolor de cabeza, dolores corporales, comezón en la garganta y tos seca intermitente durante un par de días
  • Sudáfrica reporta que hasta ahora, ningún paciente ha requerido oxígeno, ni hospitalización a causa de esta variante, ya que sus síntomas han sido muy leves. Los primeros cuatro casos en Botsuana fueron personas con esquema de vacunación completo
  • Pero contra toda lógica, se culpa a la baja tasa de vacunación de África por la aparición de la variante Ómicron, a pesar de que, a diferencia de Estados Unidos, Canadá y Europa, este continente tiene niveles de propagación extremadamente bajos
  • Al dar a conocer la noticia sobre Ómicron, un avión con 600 pasajeros se desvió de su rumbo para realizar pruebas y se encontró que el 10 % de los pasajeros tenían COVID, 13 de los 61 pasajeros afectados dieron positivo a la variante Ómicron, mientras que el resto portaba la variante Delta o alguna cepa previa. Lo que queda claro es que los pasaportes de vacunación no evitan que el virus se propague, ya que las personas con esquema de vacunación “completo” tienen la misma probabilidad de portar y propagar el virus que las personas sin vacunar

Justo cuando se acerca la época más feliz del año, cuando las familias y amigos tienden a reunirse y celebrar, los globalistas lanzan otra variante del SARS-CoV-2 como parte de su plan encubierto (o ya no tanto) para apoderarse del mundo. A pesar de lo aterrador que puede sonar el nombre que decidieron darle, todo parece indicar que esta variante es otra de sus cortinas de humo. Como señaló Kim Iversen, reportera del programa llamado “Rising” del portal The Hill,1 el pánico alrededor de Ómicron no tiene ningún sentido.

Según la Dra. Angelique Coetzee, presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica, quien descubrió la variante Ómicron, los síntomas más comunes son fatiga y malestar que duran un par de días.

Hasta el momento, ningún país ha reportado ni un solo caso de enfermedad grave. Además, ningún paciente ha requerido oxígeno, ni hospitalización a causa de esta variante. A pesar de todo el pánico y exageración, Ómicron no es peor que un simple resfriado. En una entrevista reciente, la Dra. Coetzee dijo:2

“Al observar lo leves que son sus síntomas, todo parece indicar que no hay razón para entrar en pánico, ya que hasta el momento no hay pacientes con enfermedad grave.

El síntoma más común es la fatiga extrema durante uno o dos días, acompañada de dolor de cabeza, dolor corporal y malestar general. Algunos experimentan comezón en la garganta y otros tos seca que aparece y desaparece. Pero, en general, esos son los síntomas que hemos visto”.

Exagerar para crear pánico

A pesar de todos los datos que demuestran que se trata de una variante que no representa una amenaza importante, muchos países decidieron imponer confinamientos y cerrar fronteras. Sin evidencia alguna, el Dr. Frank Ulrich Montgomery, presidente de la sociedad mundial de médicos de la Asociación Médica Mundial, dijo a los reporteros alemanes que cree que Ómicron podría ser tan mortal como el virus del Ébola y pidió que cierren los mercados navideños de todo el país.3

A pesar de que ya hay casos de esta variante en muchos otros países, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y la Unión Europea solo prohibieron la entrada de viajeros del sur de África.

De hecho, algunos informes afirman que el primer caso de Ómicron no fue en Sudáfrica, sino en los Países Bajos.4 También se ha encontrado en Australia,5 a pesar de que las fronteras de este país han estado cerradas a los no vacunados desde marzo de 2020.6 Entonces, ¿cómo llegó Ómicron allí?

Como era de esperarse, también se ha culpado a las personas sin vacunar y a todos aquellos sin refuerzo o esquema de vacunación completo por la aparición de esta variante. De hecho, tener solo una o dos dosis de la terapia génica antiCOVID lo hará igual de vulnerable a los ataques ilógicos de los que han sido víctimas las personas sin vacunar todo este tiempo.

Es decir, ahora tener una o dos dosis no es suficiente. Debe ponerse todas las dosis de refuerzo que pidan o formará parte del grupo segregado. Debe agachar la cabeza y obedecer cualquier orden o se le considerará un terrorista doméstico que niega la ciencia y le darán el mismo trato que han recibido quienes desde un principio se negaron a formar parte de este experimento.

En resumen, sin importar el número de dosis de las vacunas antiCOVID que tenga hasta el momento, si se niega a ponerse la próxima dosis de refuerzo o si se queja de los mandatos, entonces es un antivacunas y será tratado como tal.7

Estamos ante una situación de todo o nada. Ya no se puede ser neutral. O nos resignamos y renunciamos a todo, o nos negamos a renunciar a la poca libertad que nos queda, porque algo es seguro, su objetivo es dejar a todos sin nada.

No existe correlación entre las tasas de vacunación y los casos de COVID

Pero contra toda lógica, se culpa a la baja tasa de vacunación de África por la aparición de la variante Ómicron, a pesar de que, a diferencia de Estados Unidos, Canadá y Europa, este continente tiene niveles de propagación muy bajos.

El análisis de datos del mundo real8 ha demostrado una y otra vez que las tasas de vacunación no tienen nada que ver con las tasas de infección. En todo caso, las áreas con las mayores tasas de vacunación tienen las mayores tasas de infección y viceversa. África “no es una fuente de propagación”, dijo Iversen.

También señaló el curioso momento en el que apareció Ómicron. Apenas unos días antes de que la Organización Mundial de la Salud declarara a Ómicron como una variante de preocupación, Sudáfrica había solicitado que se retrasara la entrega de más vacunas antiCOVID porque ya tenían muchas dosis. Nadie quiere ponerse la vacuna.

A finales de noviembre de 2021, solo el 6 % de la población adulta en África tenía su esquema de vacunación completo.9 La preocupación por las nuevas variantes y el COVID en general también es muy baja. Según una encuesta, el 77 % de los encuestados en cinco países africanos dijeron que creen que el COVID no será un problema grave durante los próximos seis meses.10

Y de pronto, aparece Ómicron, y el mundo cierra sus puertas a todos los sudafricanos y culpan a su bajo porcentaje de vacunación por esta nueva variante. Qué coincidencia ¿no lo cree? Pero lo más curioso de todo es que los primeros cuatro casos de Ómicron que se identificaron en Botsuana fueron personas con esquema de vacunación completo.

En general, toda la evidencia apunta a que tanto las vacunas antiCOVID como los pasaportes de vacunación no son efectivos y no sirven para evitar que el virus se propague. Iversen también señalo que al dar a conocer la noticia sobre Ómicron, un avión con 600 pasajeros se desvió de su rumbo para realizar pruebas y se encontró que el 10 % de los pasajeros tenían COVID, 13 de los 61 pasajeros afectados dieron positivo a la variante Ómicron, mientras que el resto portaba la variante Delta o alguna cepa previa.

Así que, aunque la mayoría de los viajes intercontinentales requieren de un certificado de vacunación, queda claro que se trata de una medida que no ha ayudado a evitar que el virus se propague, ya que las personas con esquema de vacunación “completo” tienen la misma probabilidad de portar y propagar el virus que las personas sin vacunar.

Australia propone un nuevo sistema de identificación digital

Mientras Ómicron acapara todos los titulares del mundo, Australia, uno de los pioneros y campo de prueba del totalitarismo, de manera muy discreta, ha tratado de aprobar una ley que busca expandir el sistema de identificación digital que en la actualidad permite que los australianos tengan acceso a los servicios gubernamentales. Como se señaló en el portal The Conversation:11

“Después de preguntar a las principales partes interesadas, parece que desde que se dio a conocer el 1 de octubre, esta ley ha pasado desapercibida para muchos [2021].

El sistema de identificación digital que propone el gobierno promete una “forma segura y práctica de demostrar su identidad cada vez que accede a los servicios gubernamentales”. En otras palabras, su objetivo es optimizar su experiencia al evitar la necesidad de identificarse de forma repetida cada vez que accede a los servicios gubernamentales.

Por el momento, puede crear una identificación digital a través de “myGovID” para acceder a 80 servicios gubernamentales. Esto le permite vincular sus datos a través de servicios como Medicare, Centrelink y la Oficina de Impuestos de Australia.

Pero, la nueva ley propone ampliar el sistema para subcontratar el proceso de verificación de identidad a compañías australianas aprobadas. Se cree que esto podría incrementar la aceptación del sistema de identificación digital para que pueda usarse para muchas más cosas, además de los servicios gubernamentales.

Pero esto va en contra de todos los consejos sobre no vincular toda su información personal, como el historial fiscal y el historial médico, ya que eso puede facilitar los análisis masivos, perfiles de comportamiento, publicidad dirigida y mucho más (como vimos en el escándalo de Cambridge Analytica).

El gobierno dice que el sistema de identificación digital que propone será completamente voluntario y que el sistema no está diseñado para reemplazar documentos de identificación como su acta de nacimiento, visa, licencia de conducir o pasaporte.

También dice que el sistema no se utilizará para acceder al registro de las vacunas antiCOVID, y que la información recopilada no se utilizará para fines como elaborar perfiles de consumidores o vender la información. Por supuesto que se les pide a todos los australianos que optan por utilizar el sistema que confíen en el gobierno para compartir sus datos con proveedores con identidad ‘verificada'”.

Australia es la ‘zona cero de la influencia china’

Pues ¿qué le puedo decir? Ya se sabía. Una pista es el hecho de que este sistema es “voluntario”. Así es como consiguen que la población acepte algo que a la larga se volverá obligatorio. Es una trampa.

Es muy probable que no siga siendo voluntario, ya que este es precisamente el tipo de sistema que los tecnócratas quieren implementar en todo el mundo para tener el poder de controlarlo todo, y ese poder solo lo tendrá un grupo aún no identificado de líderes no electos.

Muchos se han sorprendido por la velocidad e intensidad con la que Australia se está convirtiendo en un infierno distópico, sin rastro de democracia o libertades individuales. A finales de noviembre de 2021, el ejército australiano comenzó a trasladar por la fuerza a los residentes de los Territorios del Norte a un campo de cuarentena en Darwin (otra “teoría de la conspiración” que se ha hecho realidad), además de que se han impuesto confinamientos muy estrictos.12

Pero tal vez todo esto no debería sorprendernos. Según Rob Schmitz, corresponsal internacional de la cadena de noticias NPR, Australia (y Nueva Zelanda) son la “zona cero de la influencia china” y habló a detalle sobre esa influencia en un artículo que se publicó el 2 de octubre de 2018.13

La embajada china se encuentra en el mismo recinto que la Organización de Inteligencia de Seguridad de Australia y la policía federal de Australia, mientras que PCCh se ha infiltrado en gran parte de la sociedad australiana, incluyendo universidades, centros de estudios, asociaciones académicas, medios de comunicación y organizaciones religiosas.

En artículos previos, hablé sobre cómo el totalitarismo tecnocrático que, los países buscan imponer, es el modelo del estilo de gobierno autoritario del Partido Comunista Chino y el sistema de vigilancia digital que permite que el PCCh llegue a los hogares y las vidas de todos sus residentes.

Ni una sola expresión de disidencia pasa desapercibida (y por lo general no queda impune), ya que los ojos y oídos automatizados del PCCh están en todas partes y se encargan de analizar cada palabra que se escribe y cada acción que se realiza. Un sistema de identificación digital forma parte integral de esa estructura de control.

Necesitamos luchar contra todos aquellos que buscan infundir pánico

El objetivo de las contramedidas del COVID es bastante claro y no tiene nada que ver con protegernos de un virus mortal. No. La pandemia es el pretexto que utilizaron para implementar una serie de cambios sociales radicales que nos llevarán a una civilización antihumana distópica de la que no hay salida.

Nuestra única esperanza es rechazar todas y cada una de las medidas, viejas o nuevas, que solo forman parte de la estructura de control que se está levantando, porque somos nosotros mismos quienes estamos construyendo lo que en un futuro se convertirá en nuestra propia cárcel. La mayoría de las veces nos engañan para que accedamos, pero eso no es excusa.

En este punto, el plan es muy claro para que la mayoría de las personas racionales lo comprendan y, una vez que lo comprendan, debemos comenzar a actuar. Estamos construyendo nuestra propia cárcel al acceder a todos los planes que fortalecen o extienden la vigilancia, la recopilación, el intercambio y la integración de datos.

Estamos construyendo nuestra propia cárcel al aceptar cualquier cosa que límite o restrinja nuestra libertad. Entonces, debemos quitarnos la venda de los ojos y dejar de decir “solo es un cubrebocas”, “solo es otra vacuna”, “si hace que los demás se sientan seguros, vale la pena”, “no tengo nada que ocultar, así que no me importa que me vigilen”.

Debemos rechazar todos estos argumentos y enfocarnos en el objetivo final, que es detener esta tiranía y recuperar los derechos y la libertad que Dios nos dio.

Ya no se puede ser neutral. O nos resignamos y renunciamos a todo, o nos negamos a renunciar a la poca libertad que nos queda, porque algo es seguro, su objetivo es dejar a todos sin nada. Como señaló Juliet Samuel en un artículo del portal Telegraph del 26 de noviembre de 2021:14

“Nadie ha hecho la pregunta sobre cuándo planeamos regresar a un nivel normal de tolerancia al riesgo, por lo que nadie sabe la respuesta. No sabemos mucho sobre la última variante, pero si se saben algunas cosas. Sabemos que, de ahora en adelante, las nuevas variantes formarán parte de nuestra vida cotidiana.

Pero lo que no podemos permitir es que jueguen con nuestra libertad, hoy nos la dan, mañana nos la quitan. En las sociedades libres no obligan a sus ciudadanos a recibir vacunas nuevas cada año para que puedan llevar una vida normal. No permiten que los maestros cierren escuelas en un abrir y cerrar de ojos.

No suspenden la Navidad ni cierran oficinas ni prohíben socializar cada vez que surge algo inusual en un laboratorio de algún lugar del mundo. El año pasado, cuando el Reino Unido entró en su tercer y más deprimente confinamiento durante la Navidad, los políticos que apoyaban las restricciones nos prometieron que la libertad estaba más cerca que nunca.

“No debe decaer el ánimo, ya es el último”, dijeron. ‘¡Tenemos la vacuna!’ también dijeron. ‘Solo espere a que esté disponible y recuperará su libertad’. Bien, todo eso ya pasó. Y el virus sigue aquí y evoluciona, y así será para siempre.

Se volverá parte de nuestra vida. Así que debemos saber cuándo y cómo cambiaremos del ‘modo COVID’ a la ‘vida normal’, pero las personas detrás de todo este pánico se oponen al cambio, así que no sucederá, a menos que luchemos por ello”.

Cajita (in)feliz

Por Paula Mónaco Felipe, Pie de Página, 16 de diciembre de 2021.

Una hamburguesa, una porción de papas fritas, una gaseosa , un postre y un juguete. Azúcares, grasas y mucho sodio, un menú probadamente dañino que sin embargo se vende en mil millones de veces por año en el mundo bajo la consigna “cada vez más saludable”. Viajamos al lugar de origen de la Cajita feliz de McDonalds, Guatemala donde la comida se ha vuelto el arma más poderosa de conquista

Taco Bell, Burger King, Dunkin Donuts, Dennys, Little Ceasar’s, Wendy’s, Pizza Hut, Papa John’s, McDonalds. Los íconos de la comida rápida estadounidense están por todas partes en el lugar menos pensado: la Ciudad de Guatemala. Acá donde nacieron el pueblo maya y el maíz, donde se habla más en lenguas indígenas que en español y donde muchas personas visten trajes ancestrales, todo está repleto de nuggets, gaseosas y plástico.

El paisaje resulta abrumador: repleta de chatarra la capital de un país con 17 millones de habitantes, el 46.7% de sus niños desnutridos y uno de los peores índices de desarrollo humano del continente y el mundo (lugar 127 entre 180 países). 

Tan poderoso resulta el fenómeno y la pregnancia de esta cultura que, desde una oficina corporativa de esta ciudad, se creó uno de los símbolos más poderosos de la infancia malcomida de todo el mundo: la cajita feliz de McDonalds. 

10 millones de dólares al día

Yolanda Fernández de Cofiño, una mujer blanca, de origen chileno que emigró a Guatemala junto a su familia porque su padre era diplomático, fue la mentora del invento que dejaría ganancias millonarias diarias para McDonalds. 

Yolanda era la esposa de José María Cofiño, dueño de la primera sucursal de la marca en Guatemala, inaugurada en 1974. De él poco se habla, casi no aparece en los relatos, opacado por la inventiva de la madre de sus 5 hijos. Yolanda, quien aparece en las fotos siempre con ropa formal, cabello corto y peinado de salón, fue una mujer que, según cuenta en entrevistas, sólo soñaba con casarse y tener hijos pero se sumó al negocio de su esposo después de asistir a cursos de mercadeo en Estados Unidos. En 1978, ella tuvo la idea de crear un menú infantil de hamburguesa, papas y refresco, agregarle un juguete y meter todo dentro de una caja colorida. Así, Yolanda inventó el combo que llamó Menú de Ronald y después la transnacional adoptó con el nombre de happy meal.

Una idea millonaria: según la firma de investigación de datos Sense360, sólo en 2017 ese combo le generó a la transnacional de comida rápida ingresos de 10 millones de dólares por día

Y hay más. En 1977 Yolanda inventó las fiestas infantiles dentro de los restaurantes -que aquí en Guatemala cuentan con edificios exclusivos y lista de espera para usar los salones-, y unos años más tarde la entrega de todo a domicilio: el ejército de repartidores en motocicleta que siempre espera fuera de las sucursales de todo el mundo.  

Yolanda Fernández de Cofiño -así aparece en todas las menciones- es símbolo de éxito, una heroína nacional a quien han rendido muchos homenajes. Acaba de morir y la noticia estuvo en cada medio guatemalteco, en redes sociales, en boca de todos. 

Los Cofiño son una de las familias más poderosas de la región. El apellido detrás de la inevitable M amarilla que lo conquista todo: en Guatemala, una ciudad de montañas verdes y rodeada por volcanes, no es posible andar más de 15 minutos en auto sin encontrar una sucursal de McDonalds. Hay muchas en las zonas de clase media pero también en la elegante carretera a El Salvador y ahora se expanden en zonas con más carencias. Sus anuncios también están en todas partes: en paradas de autobuses, en carteles con forma de bolsa, en anuncios luminosos, en papas gigantescas que aparecen a media carretera. 

Junto a mi hijo Camilo, de 10 años, y mi pareja, Miguel, llegamos de Ciudad de México y recorremos la capital de Guatemala intentando entender el fenómeno. Mi vocación periodística no llega a la valentía de Morgan Spurlock, quien comió en McDonalds durante un mes para hacer la película Súper Engórdame. Yo exploro con premisas: permanecer al menos una hora dentro de sucursales de varias zonas; visitarlas en diversos momentos del día; hablar brevemente con trabajadores (no están autorizados a dar entrevistas); y acompañar a un cliente frecuente de la cajita feliz. También encuentro un informante clave. 

Hamburguesas vs. tortas de yuca

Mármol verde recubre el Palacio Nacional, sede de la presidencia de Guatemala. Enfrente, una plaza amplia y abierta es punto de encuentro para muchos. Hay personas en situación de calle, un anti-monumento por las 56 niñas calcinadas en 2017 y la Catedral de bardas talladas con nombres de desaparecidos. A una cuadra está la sucursal más céntrica de McDonalds. 

Son las 13, hora del almuerzo. El lugar está prácticamente lleno. Hay familias, un par de mesas con adultos mayores, empleados de comercio, parejas y algunos trabajadores en su pausa de alimentación.

Hay televisores encendidos con noticieros y partidos de fútbol pero en los parlantes suena música en inglés que no corresponde a las imágenes. Hay aire acondicionado, internet con una red que se llama “En McDonalds el wifi es gratis” y relleno infinito de refresco por 14 quetzales (2 dólares): un local típico, un no lugar como los llamó el Marc Augé, pero aderezado con detalles tentadores porque afuera hace calor y todo el mundo siempre quiere estar conectado y con el aire encendido.

Los trabajadores son jóvenes y amables con los clientes aunque se los nota estresados bajo la mirada atenta de los supervisores. Sonríen nerviosos, tensos. Hoy la cajita feliz incluye juguetes de la nueva película de Disney, tan nueva que ni siquiera la hemos visto en cines. El combo cuesta 29 quetzales (4 dólares). “Sí, se vende más por los juguetes”, dice la cajera mientras mi hijo Camilo, de 10 años, ordena una y confiesa: “Lo peor es que es riquísimo”.

Un combo para adultos cuesta entre 40 y 50 quetzales (5-7 dólares), el triple del costo de un menú típico enfrente, en el Mercado Central. Aquí las personas piden hamburguesas, papas fritas y gigantescos refrescos; enfrente picado de carne, tortas de yuca y chiles rellenos que ofrecen restaurantes como Refacciones Doña Mela. Fundado en 1960, es más antiguo que la franquicia aquí, ofrece 27 opciones y despacha comida sin pausa en medio de un mercado con música de marimbas que se mezclan con olores de frutas, flores, ajo trenzado en ramilletes y canela. 

Cautivos de la infancia a la adultez

Noé tiene 14 años. Es corpulento, tímido aunque también amable y sonriente. Se declara fan de estos restaurantes.

Recuerda perfectamente la primera vez que los visitó. Tenía 8 años y “fue un día muy feliz”, resume. Estaba con sus padres, tíos y primos; jugaron mucho, tanto que comieron las hamburguesas frías. Por supuesto, pidieron cajita feliz.

“Desde ese momento fue mi comida favorita. Por el sabor y aparte porque podía ir a jugar. Había otros lugares para ir a jugar pero me gustaba más McDonalds”. Entre hamburguesas, espacio de juegos y regalos, McDonalds ha sido para Noé un una fábrica de recuerdos felices.

Quien va a McDonalds de niño llevará a su familia a repetir el momento vivido: ese compromiso con la marca es explotado aquí, donde de algún modo nació, en cada escena que encuentro.

El muchacho es parte de una familia trabajadora de un barrio popular de la capital guatemalteca. Aunque viven a veces con lo justo, sus padres lo llevan al restaurante unas dos veces por mes (en quincenas, días de pago). 

Estuvo al menos cuatro años atado a una propuesta alimenticia que, con mucho mercadeo, ha logrado acallar las sospechas. Porque sigue vendiéndose como un combo de felicidad y mimo a las infancias cuando muchas voces han documentado que contiene excesivas grasas, sales y azúcares, porciones insalubres para niños.

Una década atrás las críticas obligaron a la marca a no superar las 600 calorías por combo infantil, ahora la franquicia guatemalteca asegura que no alcanza las 400 calorías pero hay truco en su reporte: no cuenta al refresco cuando la mayoría de los niños eligen esa bebida.

Eso más el gancho infalible del juguete -que Noé colecciona orgulloso-, una estrategia que han denunciado expertos de todo el mundo. Un incentivo-espejismo hacia alimentos no saludables, según un estudio liderado aquí por el doctor Joaquín Barnoya.

A los 12 años, Noé se enfrentó a un dilema: la cajita feliz ya no lo llenaba pero no se atrevía a pedir otra cosa. “No estaba seguro si las demás hamburguesas iban a estar bien”. Tuvo miedo de dejar el menú, lo tenía cautivo.

Un día se animó a probar la Big Mac -hamburguesa más vendida del mundo- y el Big Tasty. La fórmula del payaso Ronald funcionó: capturó a Noé con la cajita infantil y lo mantuvo después como cliente seguro. “Desde pequeño me gustaban y me siguen gustando”, dice mientras recorre y explica el menú a toda velocidad, es un experto.

Sentado en la sucursal Utatlán, el muchacho alto y corpulento saborea su nueva preferida, Big Tasty. Sabe que no le hace bien pero siente que al limitarse a dos veces por mes no habrá problema. Además, dice, “al comienzo piensas que puede ser dañino para la gordura pero ya cuando empiezas, todo bien y delicioso”. El flechazo a los sentidos encandila cualquier flaqueza.

Mi hijo pide su segunda cajita feliz, guarda un juguete que será de los últimos en ese estilo porque ahora la marca presume su conciencia ecológica y promete eliminar los juguetes de plástico en 2025. Presionado por mi presencia, elige manzana como postre y no Danonino, el postre lácteo azucarado de la multinacional Danone, la alternativa más popular entre los demás niños en el restaurante.

En una mesa hay una pareja con hijas de unos 4 y 6 años: cuatro combos de los cuales dos son cajitas felices. Llegan después tres mujeres con seis niños e igual número de cajitas felices. Tienen edades diversas pero hasta al más pequeño, un bebé de brazos, le compran su happy meal.

Sin espacios públicas, quedan los McDonalds

Guatemala es el decimoquinto país del mundo donde se instaló McDonalds y en cuatro décadas su crecimiento ha sido exponencial. De aquella primera sucursal en 1974 a las 131 que ahora tiene el corporativo McDonalds Mesoamérica (94 Guatemala, 19 El Salvador, 11 Honduras, 7 Nicaragua) y el plan de llegar pronto a 150. 

Visitamos un restaurante especial: con forma de Cajita Feliz. 

Está rodeado por un estacionamiento que resalta la inusual figura. En Jardines de Utatlán, una zona residencial de clase media pudiente. Tiene muebles beige claro de madera tipo nórdica con detalles en colores pastel. Mesas con bancas circulares forman ambientes separados. La música es ambiental, poco intrusiva. Hay pantallas y proyecciones sobre las mesas, video mapping.

En un costado está el café con una propuesta gourmet: pasteles, batidos y frapés. Hay bancas vanguardistas, sillones cómodos, y eso aquí es un peligro.

McDonalds quiere “sillas en las que no pasen más de 15 minutos sentados”, cuenta alguien a quien llamaremos María para resguardar su identidad. Ha trabajado en construcciones y remodelaciones, conoce al negocio desde dentro. No más de 15 minutos es la instrucción precisa que -dice- deja fuera de competencia a modelos bonitos. Recuerda que un tiempo atrás en la compañía rechazaron a un contratista por llevar sillas demasiado cómodas y a otro le pidieron agregarle un pedacito a media espalda a fin de hacerlas incómodas.

María con su experiencia en diseño tiene la certeza de que la máquina de hamburguesas, que dice vende unas mil por minuto en Guatemala, es muy estresante: “Si se atrasan las obras, al contratista le descuentan por horas o minutos”.

Habla pausado porque medita cada palabra. Al éxito de la franquicia en este país lo explica en la falta de parques o lugares públicos seguros: “no hay muchos puntos de recreación aquí, entonces para los niños están los juegos porque no hay un McDonalds sin un play room”.

Sin embargo, hay de juegos a juegos, de sucursales a sucursales. Unos brillantes, acolchonados, hermosos, y otros avejentados y rotos. “Los mobiliarios son diferentes -explica-. En algunas vienen de Europa, en otros son reutilizados de sucursales antiguas”. Clasismo llevado al diseño, evidente. 

En las antípodas del estilo vanguardista de Utatlán está la sucursal de Avenida Bolívar, en el centro, zona industrial con galpones y una central de abasto que es hormiguero de personas que trajinan con todo tipo de objetos a cuestas.

Dentro de este McDonalds todo se ve anticuado. Muebles de los 90, plástico descolorido, sillas atornilladas al piso. El área de juegos también es de otros tiempos y afuera el cartel completa el escenario decadente, tiene algunas luces de neón fundidas.

Un hombre de unos 60 años, solo en una mesa, come hamburguesa con papas y refresco. Una joven abuela carga a un recién nacido, la madre no tiene más de 20 años. Sale una embarazada tomando un vaso gigantesco de refresco. Si hay niños, en sus mesas hay cajitas felices, pero los adultos que les acompañan -padres, abuelos, tíos- sólo piden papas, refresco, un café. Aquí los clientes son personas de clase trabajadora, popular. Consumen poco, por eso el corporativo no invierte en remodelar, me explica la informante.

Igual está tan lleno que toca esperar para conseguir mesa aunque son las 17:30, pasado el horario de comidas (lo mismo que nos ocurrirá en otra sucursal, de zona 5). En dos horas aquí, con policías siempre rondando a ver qué hacíamos, sólo entra una persona con traje tradicional indígena pese a ser este un país con la mitad de la población perteneciente a pueblos originarios.  

Falsa caridad

El día del año con más tráfico en Guatemala es el McDía Feliz (también invento de la señora Yolanda de Cofiño). Una jornada, aunque en 2021 fue toda una semana, en la cual la empresa vende su famosa hamburguesa Big Mac en oferta y dona esas ganancias -sólo de esa hamburguesa- a fundaciones filantrópicas como la Ronald McDonald. Una vuelta más del perverso modelo: inventar la comida insalubre, sumarle un juguete como gancho y luego generar una imagen caritativa. 

En Ciudad de Guatemala, el McDía Feliz miles de personas hacen largas filas para comprar vales y entra en juego una especie de concurso público de caridad con actores que incluyen al gobierno. Como ocurrió en 2018, cuando el entonces presidente Jimmy Morales y su gabinete se sumaron al Mc Día feliz. Fueron al local. Comieron. El mandatario compró vales por mil hamburguesas. 

Fotografías de niños y familias pobres están siempre presentes en las sucursales de los restaurantes en zonas acomodadas. La caridad, una carta que la transnacional ha sabido jugar siempre, cobra más valor en este país saqueado y empobrecido donde la mitad de los niños sufren desnutrición infantil. Pero sí ayudan a la gente necesitada, dicen varias personas con el dilema a flor de piel, terminando la frase con puntos suspensivos por la contradicción.

“Parte del dinero va a una de las instituciones donde yo trabajé, la Fundación Aldo Castañeda, y a la Unidad de Cirugía Cardiovascular de Guatemala”, dice el médico Joaquín Barnoya, maestro en salud pública. Sigue: “En una discusión que tuve con el doctor Castañeda, muy inteligente por cierto, le dije ‘¿Cómo puede ser que usted opere niños del corazón con dinero de Big Macs que luego les tapan las arterias?’.

Me respondió ‘Estoy completamente de acuerdo pero ¿de dónde consigo sinó el dinero para operar a estos niños? Los niños que yo opero son pobres. Cada operación cuesta 65,000 quetzales (9,000 dólares) y viene McDonalds y me ofrece un millón de quetzales por vender Big Macs en un día. Es complicado’.

La perversa caridad de las marcas, que se ahonda en lugares que los estados abandonan. 

Barnoya, quien ha estudiado el modelo de McDonalds desde la ciencia, explica el efecto exacto de la hamburguesa más famosa del mundo: “Con sólo comer una Big Mac puede dañar el endotelio, que es la primera capa de la arteria, es como el teflón a una sartén. El teflón protege que la grasa se pegue en la sartén, el endotelio lo que protege es que se pegue la grasa en la arteria. A todos nos hace mal un Big Mac. El daño es reversible y es temporal, pasa rápido, pero es acumulativo”.

Mi hijo no siente la alteración coronaria pero, en su tercer día por esos restaurantes, ya no quiere la cajita feliz porque le duele la panza. Se siente empachado. Por propia voluntad, además, ya no pide refresco, sólo agua.  

Barnoya, médico, pide evitar la discusión desde el ángulo nutricional porque acabaría rindiéndose ante el argumento de que con moderación todo se puede. Piensa que la clave está en el modelo: la “colonización alimentaria” de su país acorde al “estilo de vida gringo”. Tan grave, dice, que la cajita feliz ayudó a cambiar el concepto mismo de qué significa comer: “el impacto para los niños es que la comida debe ser preparada rápida, debe venir en una caja de cartón; comer rápido, irse rápido (para volver a trabajar). Cuando el concepto de alimentarse es de sobrevivencia pero también es la manera más eficiente de socializar”.

La expansión en McDonalds en Guatemala tiene un lado innegablemente aspiracional, admite cada persona consultada para este reportaje. Comer en esos restaurantes es una forma de demostrar que puedes pagarlo y reafirmar un lugar en la estrecha clase media que representa apenas entre un 10 y 15% de la población cuando cerca del 80% es vulnerable o pobre, según datos del BID de los últimos años.

Cayalá es un barrio bastante nuevo en la capital. Edificios idénticos, estilo europeo y pintados de blanco con techos de teja. Perfección perturbadora que despuntó hace unos diez años con hoteles, restaurantes, galerías de arte, elegantes oficinas corporativas. Allí, en zona de ricos, McDonalds está semi vacío.

Pero hay varios grupos de adolescentes. Muchachos de clase media-alta que usan bermudas y camisas en colores pasteles, calcetines blancos, zapatillas nuevas, relojes inteligentes. 

Cautivos tal vez desde niños por el juguete de la cajita feliz, ahora conviven en un lugar seguro, consumen sabores conocidos y publican fotos sus redes sociales. Un mundo donde los community manager guatemaltecos se mueven muy bien: tienen un millón 300 mil seguidores en Facebook (cerca del 10% de la población del país), publican historias todos los días en Instagram, lanzan ofertas diarias que circulan en su aplicación y dan súper-rápidas respuestas a clientes en todas las plataformas.

En McDonalds de Guatemala encuentro instalaciones más acogedoras y vanguardistas que en otros países, incluso que en Estados Unidos. Han recibido premios por su arquitectura. 

María, la mujer que ha trabajado en esos restaurantes y conoce al modelo desde dentro, me dice que 20 años atrás las familias guatemaltecas iban a esos restaurantes dos veces por año y ahora van dos veces por mes. La señora Yolanda, la Midas ya fallecida, sigue vigente como modelo de éxito. Y la M amarilla avanza con más sucursales -después de conquistar la capital van ahora por departamentos de fuerte presencia indígena como Cobán, Quetzaltenango y Chimaltenango-, pero avanza también como un modelo que se multiplica.

Todos quieren ser como ellos, ya todos los restaurantes de comida rápida ofrecen combos. Ejemplo, la cadena Pollo Súper Rapidito, la versión más popular y barata de todas. Vende su versión de cajita feliz: una pequeña porción de pollo frito con papas, un mini-refresco y un postrecito. Es lo que se vende en muchos pueblos indígenas.

La cajita gancho para niños. Aliada del refresco y de todo lo azucarado. Conquistando a un país de infancias desnutridas. Una cajita como modo de vida (in) feliz. 

*Este reportaje fue producido por la red de periodismo latinoamericano Bocado.lat.

El poder de… El ponche

Por El Poder del Consumidor, 13 de diciembre de 2021.

  • El origen de esta bebida es de la India y su nombre deriva del sánscrito pañc, que significa “cinco”, debido a sus ingredientes originales.
  • La receta tradicional en nuestro país se prepara con caña, ciruela pasa, manzana, canela, tejocote, guayaba y piloncillo.
  • Sus ingredientes aportan vitaminas C, A, B3, potasio, calcio y sodio, compuestos fenólicos, flavonoides, carotenoides y terpenoides.

¿Qué es?

El ponche de frutas se ha convertido en toda una tradición gastronómica en nuestro país, al igual que en algunas otras partes del mundo, incluyendo Europa. Esto se debe a la facilidad de prepararlo en casa, así como a sus múltiples ingredientes y la versatilidad de los mismos para el gusto de cada persona.

Debido a su fama en nuestro país, algunos llegan a pensar que esta bebida tiene orígenes mexicanos, sin embargo el ponche proviene de la India y su nombre deriva del sánscrito pañc, que en el español significa “cinco”, debido a los ingredientes que originalmente contenía, alcohol, azúcar, agua, limón y té o distintas especias.

Esta bebida fue introducida a tierras británicas, para después esparcirse a todo el continente europeo. Fue así como los españoles lo trajeron al continente americano durante La Conquista, de la mano de los cultos católicos y sus prácticas religiosas.

La actual receta del ponche mexicano es poco parecida a la original, proveniente de India o de Europa. Para el caso de México, la receta ha sido resultado de la combinación de tradiciones europeas e indígenas. La receta tradicional en nuestro país se prepara con caña, ciruela pasa, manzana, canela, tejocote, guayaba y piloncillo.

Al ser una bebida caliente, la época más común para consumirlo es durante los meses más fríos del año, entre diciembre y enero. Usualmente se prepara en las posadas y en la Navidad, sin embargo su consumo puede ser posterior a estas fechas.

¿Qué nutrimentos y beneficios aporta?

Además de darnos calor y quitarnos el frío, el ponche aporta múltiples beneficios a nuestro cuerpo y a nuestro sistema inmunológico si lo consumimos con moderación (una porción, una a dos veces a la semana), debido a la variedad de sus ingredientes, los cuales aportan vitaminas, minerales y antioxidantes.

La guayaba es una fruta rica en vitamina C (su contenido es cuatro veces más que el de la naranja), ideal para prevenir problemas respiratorios en el invierno. Además, aporta una importante cantidad de vitamina A, niacina (vitamina B3), potasio, calcio y sodio. Es alta en fibra, por lo que tiene propiedades laxantes y ayuda a reducir niveles elevados de glucosa o azúcar en la sangre. También contiene compuestos bioactivos, como los compuestos fenólicos, flavonoides, carotenoides y terpenoides, los cuales le dan su poder antioxidante, evitando el daño de las células y el ADN.

El tejocote es una fruta rica en vitamina A, así como en calcio y hierro, vitaminas y minerales indispensables para diferentes procesos biológicos como el adecuado funcionamiento del sistema inmunológico, el mantenimiento de la salud ósea y evitar la anemia por deficiencia de hierro.

El tamarindo es otro fruto que suele ser ingrediente del ponche. Además de su rico sabor, tiene un alto contenido de vitaminas del complejo B, así como C y E y es alto en fibra (20 gramos en cada 100 gramos de tamarindo). Además, contiene importantes minerales como el calcio, el hierro, el potasio, el magnesio, el zinc y el fósforo.

La manzana también tiene propiedades nutricionales importantes, contiene potasio, calcio, vitamina A y carbohidratos que dan energía al cuerpo.

La ciruela pasa aporta potasio, calcio, magnesio, sodio, hierro, zinc y vitaminas del complejo B, además por su sabor puede ser usada para agregar un dulzor natural al ponche.

La flor de jamaica suele ser reconocida por sus propiedades terapéuticas o medicinales. Esto se debe a que, como la mayoría de las plantas, concentra múltiples vitaminas, minerales y compuestos bioactivos llamados fitoquímicos, con diversas propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antihipertensivas.

La caña contiene calcio, potasio, hierro, magnesio, vitaminas (B2, B3, B6 y B9) y minerales (zinc, fósforo, sodio y selenio). Además, a través de los ácidos alfa hidroxi que contiene, contribuye a mejorar la salud e hidratación de la piel. Sin embargo, es necesario moderar su consumo, por su alto aporte calórico y su contenido en azúcares.

¿Cuánto cuesta?

El precio varía dependiendo del lugar de consumo o si lo preparamos en casa.

El costo ronda entre los $15 y los $35 pesos por vaso, si lo consumimos fuera de casa.

¿Cómo se recomienda consumirlo?

Es una bebida que se sirve caliente.

Los ingredientes y frutas utilizados para la preparación varían según cada región. Principalmente se utilizan frutas de temporada como guayaba, jamaica, tejocote, ciruela pasa, caña, manzana, tamarindo y canela.

Se sugiere no agregar azúcar o piloncillo en su preparación, el ponche puede endulzarse con las mismas frutas que se usan como ingredientes. De usar algún azúcar añadido, se sugiere sea en pequeñas cantidades, además de moderar su consumo (no más de dos veces a la semana).

Al igual que en México, la adaptación de la receta ha ocurrido en algunos otros países de Latinoamérica, en donde se suele utilizar leche, huevo, clavo y canela, algo muy similar a lo que conocemos como rompope.

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Referencias:

Encuentra aquí recetas para hacer ponche

Ponche de frutas tradicional reducido en azúcar

Ingredientes:

Ponche de frutas tradicional reducido en azúcar en una taza transparente

• 1 kilo de caña

• 5 manzanas

• 5 peras

• 10 guayabas

• 500 gramos (g) de tejocote

• 5 litros de agua

• 200 g de tamarindo

• 200 g de ciruela pasa

• 50 g de flor de Jamaica

• 2 clavos de olor

• 100 g de piloncillo

• 2 rajas de canela

Preparación:

1. Pela las cañas y córtalas en bastones delgados.

2. Retira el corazón a las manzanas y córtalas en piezas pequeñas del tamaño de un bocado, repite el procedimiento con las peras. Corta las guayabas y los tejocotes en cuartos.

3. Calienta el agua en una olla, agrega la fruta y hierve por 20 minutos. Añade el tamarindo, las ciruelas, jamaica, los clavos de olor, canela y el piloncillo si así lo deseas, calienta hasta que la fruta este cocida.

4. Sirve.

Receta adaptada de: https://www.kiwilimon.com/receta/bebidas/bebidas-mexicanas/ponche-de-frutas-navideno

Ponche de frutas sin azúcar en tres tazas transparentes

Ponche de frutas sin azúcar

Ingredientes:

• 5 tazas de agua

• 1 manzana roja, cortada en cubos

• 2 guayabas, cortada en rodajas

• ½ tazas de pasita

• 1 vaina de tamarindo, pelado y sin semillas

• 1½ cucharadas de flor de Jamaica

• 1 barita de canela

• 5 ciruelas pasas o 3 higos deshidratados

Preparación:

1. En una olla calienta fuego medio el agua, agrega la manzana, la guayaba, las pasas o higos, el tamarindo, la canela y la jamaica.

2. Espera a que hierva y cocina por 10 minutos más.

3. Separa las ciruelas pasas o los higos, licúalas con un poco del agua con la que cociste las frutas y agrega a la mezcla, esto basta para endulzar tu ponche.

Receta adaptada de: https://www.kiwilimon.com/receta/bebidas/bebidas-calientes/ponche-de-frutas-sin-azucar#:~:text=En%20una%20olla%20calienta%20fuego,Agrega%20ron%20si%20lo%20deseas