La vitamina D reduce a la mitad la tasa de infección por SARS-CoV-2

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 08 de diciembre de 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • Según los datos de 191 779 pacientes en los Estados Unidos, aquellos con un nivel de vitamina D de al menos 55 ng/mL (138 nmol /L) tenían una tasa de positividad 47 % menor en la prueba del SARS-CoV-2, en comparación con las personas que tenían un nivel por debajo de 20 ng/mL (50 nmol/L)
  • Según los datos de 7807 pacientes israelíes, aquellos con un nivel de vitamina D superior a 30 ng/ml (75 nmol/L) tenían un riesgo menor del 58 % y 59 % de dar positivo en la prueba de SARS-CoV-2, en comparación con aquellos con un nivel de vitamina D por debajo de 29 ng/mL (74 nmol/L)
  • De acuerdo con los investigadores israelíes, tener un nivel de vitamina D por debajo de los 30 ng/ml también podría duplicar el riesgo de ser hospitalizado por COVID-19
  • Investigadores españoles encontraron que administrar calcifediol (un análogo de la vitamina D3) junto con el estándar de atención a los pacientes hospitalizados por COVID-19, redujo las tasas de ingreso en la UCI de un 50 % a un 2 % y eliminó los casos de muerte
  • Un estudio de agosto de 2020, encontró que los pacientes que tenían un nivel de vitamina D por debajo de 12 ng/mL (30 nmol/L) tenían un riesgo 6.12 veces mayor de enfermedad grave que requería ventilación mecánica invasiva, así como un riesgo 14.7 veces mayor de muerte, en comparación con aquellos con un nivel de vitamina D por encima de 12 ng/mL

Cada vez hay más evidencia que demuestra que la vitamina D reduce el riesgo de infección por SARS-CoV-2, hospitalización, complicaciones graves y muerte. Hace poco, un artículo publicado el 17 de septiembre de 2020, en la revista PLOS ONE,1 encontró que las personas con menores niveles de vitamina D en la sangre tenían un riesgo significativamente mayor de dar positivo en la prueba de SARS-CoV-2.

Tener niveles elevados de vitamina D reduce el riesgo de dar positivo en la prueba de SARS-CoV-2

El Dr. Michael Hollick fue el investigador principal de este estudio y además es uno los expertos en vitamina D más reconocidos a nivel mundial. Ya lo he entrevistado dos veces. Él y su equipo utilizaron un análisis observacional retrospectivo de las pruebas de SARS-CoV-2 para determinar si los niveles de vitamina D en sangre afectaban las tasas de positividad.

Según los resultados sobre la vitamina D de los 12 meses previos y de los datos de las pruebas de SARS-CoV-2 que se obtuvieron de 191 779 pacientes de 50 estados de los Estados Unidos (a partir de mediados de marzo hasta mediados de junio de 2020), aquellos pacientes con un nivel de vitamina D de al menos 55 ng/mL (138 nmol /L) tenían una probabilidad 47 % menor de dar positivo a la prueba del SARS-CoV-2, en comparación con las personas con un nivel por debajo de 20 ng/mL (50 nmol/L).2

Como señalaron los autores:

“La tasa de positividad por SARS-CoV-2 fue del 9.3 % y la media ajustada por factores estacionales de 25 (OH) D fue de 31.7 [ng/ml]. La tasa de positividad por SARS-CoV-2 fue mayor en los 39 190 pacientes con valores de 25 (OH) D “deficientes” (<20 ng/ml) (12.5 %) que en los 27 870 pacientes con valores “adecuados” (30-34 ng/mL) (8.1 %) y los 12 321 pacientes con valores ≥55 ng/mL (5.9 %).3

El riesgo de positividad por SARS-CoV-2 continuó disminuyendo hasta que los niveles séricos alcanzaron los 55 ng/mL. Este hallazgo no sorprende, dada la relación inversa establecida entre el riesgo de patógenos virales respiratorios, incluyendo la influenza, y los niveles de 25 (OH) D.4

La positividad por SARS-CoV-2 tiene una relación estrecha e inversa con los niveles circulantes de 25 (OH) D, una relación que persiste sin importar la latitud, raza, etnia, sexo y rango de edad. Nuestros hallazgos abren la puerta para explorar el papel de los suplementos de vitamina D para reducir el riesgo de infección por SARS-CoV-2 y la enfermedad de COVID-19″.5

El siguiente gráfico de GrassrootsHealth,6 muestra cómo la tasa de resultados positivos por SARS-CoV-2 disminuye a medida que aumentan los niveles de vitamina D. Le repito, a medida que aumenta su nivel de vitamina D de 20 ng/mL a 55 ng/mL, su riesgo de tener un resultado positivo en la prueba de SARS-CoV-2 disminuye en un 47 %.

Incluso después de ajustar las variables como el género, la edad, la etnia y la latitud de las personas, el riesgo de tener un resultado positivo en la prueba fue un 43 % menor entre aquellos con un nivel de vitamina D de 55 ng / mL, en comparación con aquellos con un nivel de 20 ng / mL.

Entiendo que la prueba para el COVID-19 puede ser inútil y contraproducente dado sus resultados falsos positivos, pero es la única métrica que tenemos actualmente para evaluar las intervenciones.

La vitamina D reduce las tasas de infección y hospitalización

En julio de 2020, un estudio7,8 poblacional israelí también confirmó que los niveles elevados de vitamina D reducen el riesgo de infección por SARS-CoV-2 (es decir, obtener un resultado positivo en la prueba). Este documento examinó los datos de 7807 personas que tenían datos disponibles sobre sus niveles de vitamina D y que se realizaron la prueba de infección por SARS-CoV-2 entre el 1 de febrero y el 30 de abril de 2020.

En este estudio, aquellos con un nivel de vitamina D por encima de 30 ng/mL (75 nmol/L) tenían un riesgo 59 % menor de dar positivo al SARS-CoV-2, en comparación con aquellos con un nivel de vitamina D entre 20 ng/mL y 29 ng/mL (50 a 74 nmol/L), al igual que un riesgo 58 % menor en comparación con aquellos con un nivel de vitamina D por debajo de los 20 ng/mL (50 nmol/L).

La siguiente gráfica se obtuvo de un reporte de GrassrootsHealth e ilustra los hallazgos:9

riesgo de infeccion por covid 19 segun el nivel de vitamina d

La vitamina D reduce las tasas de hospitalización y de ingreso a unidades de cuidados intensivos

Al ver cómo los niveles elevados de vitamina D reducen el riesgo de dar positivo en la prueba del SARS-CoV-2, no es sorprendente que otros datos demuestren que los niveles elevados de vitamina D también reduzcan las tasas de hospitalización y de ingreso a la unidad de cuidados intensivos.

Por ejemplo, el análisis israelí10 que mencioné anteriormente, encontró que entre las personas que dieron positivo en la prueba de infección por SARS-CoV-2, aquellos que tenían un nivel de vitamina D por debajo de 30 ng/mL también tenían una probabilidad entre 1.95 (razón de momios en bruto) y 2.09 (razón de momios después de ajustar los datos demográficos y trastornos psiquiátricos y somáticos) más elevada de ser hospitalizado por COVID-19.

En otras palabras, tener un nivel de vitamina D por debajo de 30 ng/mL podría duplicar el riesgo de ser hospitalizado por COVID-19. La vitamina D, cuando se administra a pacientes hospitalizados, también podría reducir el riesgo de necesitar cuidados intensivos.

Esto quedó demostrado en un pequeño estudio11,12,13,14 clínico aleatorizado realizado por investigadores españoles y que fue publicado en línea el 29 de agosto de 2020. En este encontraron que los pacientes hospitalizados por COVID-19 que recibieron calcifediol suplementario (un análogo de la vitamina D3 también conocido como 25-hidroxicolecalciferol o 25-hidroxivitamina D) junto con el estándar de atención, que incluyó el uso de hidroxicloroquina y azitromicina, tuvieron una tasa significativamente menor de ingreso en la unidad de cuidados intensivos.

Los pacientes del grupo de vitamina D recibieron 532 microgramos de calcifediol el día que ingresaron (equivalente a 106 400 UI de vitamina D15) seguidos de 266 mcg los días 3 y 7 (equivalente a 53 200 UI16). Después de eso, recibieron 266 mcg una vez a la semana hasta el alta, la admisión en la UCI o la muerte.

De los que recibieron calcifediol, solo el 2 % requirió ingreso en la UCI, en comparación con el 50 % de los que no recibieron calcifediol. Ninguno de los pacientes que recibieron suplementos de vitamina D murió, mientras que el porcentaje de los casos de mortalidad entre el grupo de pacientes que recibieron tratamiento convencional fue del 7.6.

ingresos a uci y muertes de pacientes hospitalizados por covid-19

La vitamina D reduce la mortalidad por COVID-19

Otros estudios también han confirmado que los niveles elevados de vitamina D reducen el riesgo de complicaciones y muerte por COVID-19.

Entre ellos se encuentra un estudio17,18 de agosto de 2020 publicado en la revista Nutrients, que encontró que los pacientes que tenían un nivel de vitamina D por debajo de 12 ng/mL (30 nmol/L) tenían un riesgo 6.12 veces mayor de enfermedad grave que requería ventilación mecánica invasiva, y un riesgo 14.7 veces mayor de muerte, en comparación con aquellos con un nivel de vitamina D superior a 12 ng/mL.

necesidad de ventilacion medica invasiva

Un estudio19,20 iraní, publicado en línea a mediados de julio de 2020, también encontró que los pacientes con niveles de vitamina D superiores a 30 ng/mL (75 nmol/L) tenían mejores resultados clínicos y un riesgo de muerte mucho menor.

Entre los pacientes con COVID-19 mayores de 40 años que tenían niveles de vitamina D por debajo de 30 ng/mL, el 20 % murió, en comparación con el 9.7 % que tenían niveles iguales o superiores a 30 ng/mL. Entre aquellos con un nivel de vitamina D de al menos 40 ng/mL, solo el 6.3 % murió.

Los niveles bajos de vitamina D son un factor de riesgo de insuficiencia respiratoria

Otro estudio, publicado en el Journal of Endocrinological Investigation en agosto de 2020, encontró que en Italia, la deficiencia de vitamina D era un factor común entre los pacientes hospitalizados que habían sido diagnosticados con insuficiencia respiratoria relacionada con COVID-19.Estas consideraciones respaldan la recomendación de que las personas en riesgo de influenza o COVID-19 deben considerar la suplementación con vitamina D, con el fin de aumentar sus concentraciones de 25(OH)D por encima de 40-60 ng/mL, y que el tratamiento de pacientes infectados con influenza o COVID-19 incluye dosis elevadas de vitamina D. ~ Journal of Endocrinological Investigation, Agosto 2020

Según lo que informó GrassrootsHealth:21

“Se midió el nivel de vitamina D de cada paciente y se definió como insuficiente (20-29 ng/mL o 50-74 nmol/L), deficiencia moderada (10-19 ng/mL (25-49 nmol/L) y deficiencia grave (<10 ng/ml o <25 nmol/L). Un nivel normal de vitamina D se definió como 30 ng/mL (75 nmol/L) en adelante.

El 81 % de los pacientes con insuficiencia respiratoria aguda por COVID-19 tenían niveles de vitamina D por debajo de los 30 ng/mL (75 nmol/L); mientras que el 24 % tenía deficiencia grave de vitamina D (≤10 ng/mL o ≤25 nmol/L).

Al observar las tasas de mortalidad después de 10 días de hospitalización, se encontró que aquellos con deficiencia grave de vitamina D tenían una probabilidad de muerte del 50 %, en comparación con el 5 % entre los que tenían un nivel de vitamina D superior a 10 ng/mL (25 nmol/L).

Este es un riesgo 10 veces mayor de muerte entre los pacientes con deficiencia grave de vitamina D, en comparación con los pacientes con niveles de vitamina D > 10 ng/mL (> 25 nmol/L) a los 10 días de hospitalización”.

tasa de supervivencia entre pacientes con covid-19

Según los autores del estudio:

“En conjunto, estas consideraciones respaldan la recomendación de que las personas en riesgo de influenza o COVID-19 deben considerar la suplementación con vitamina D con el fin de aumentar sus concentraciones de 25 (OH) D por encima de los 40-60 ng/mL, y que el tratamiento de pacientes infectados con influenza o COVID-19 debería incluir dosis elevadas de vitamina D”.

Cómo y por qué la vitamina D reduce el riesgo de COVID-19

En mi artículo titulado: “La hipótesis de la bradicinina explica las complicaciones del COVID-19“, analicé cómo la vitamina D reduce el riesgo de complicaciones y muerte por COVID-19 al inhibir la tormenta de citoquinas22 y de bradicininas.23 La vitamina D también genera los siguientes beneficios:

Reduce la replicación viral24
Fortalece la función inmunológica en general al modular las respuestas inmunes, tanto innatas como adaptativas
Reduce la dificultad respiratoria25
Mejora la función pulmonar en general
Ayuda a producir tensioactivos en los pulmones que ayudan a eliminar los líquidos26
Reduce el riesgo de comorbilidades relacionadas con un mal pronóstico de COVID-19, incluyendo la obesidad,27 la diabetes tipo 2,28 la presión arterial alta29 y las enfermedades cardíacas30

Todos estos factores hacen que la vitamina D sea un componente importante para prevenir y tratar el COVID-19. A medida que bajan las temperaturas y los niveles de humedad, que son dos factores que influyen en la viabilidad del SARS-CoV-2 en el aire y en las superficies, es muy probable que veamos un rebrote durante el otoño y el invierno.

Mi cuestrionario de riesgo para el COVID-19 busca crear conciencia sobre lo importante que es optimizar los niveles de vitamina D para prevenir un rebrote de COVID-19 que provoque más hospitalizaciones y muertes. Una vez reciba sus resultados, también tendrá acceso gratuito a mi reporte titulado “Estrategias poderosas para parar en seco al COVID”, donde le brindo información detallada sobre la mecánica biológica detrás de los efectos protectores de la vitamina D.

Ahora, a medida que el hemisferio norte se acerca al invierno, si sus niveles de vitamina D están por debajo de 40 ng/mL (100 nmol/L), entonces es el momento ideal para aumentarlos y tomar las medidas necesarias para lograrlo.

Los expertos recomiendan un nivel de vitamina D entre 40 y 60 ng/mL (100 a 150 nmol/L). Una forma fácil y económica de medir su nivel de vitamina D es ordenando el kit de prueba de vitamina D de GrassrootsHealth. Una vez que conozca su nivel actual de vitamina D, utilice la calculadora de vitamina D de GrassrootsHealth31 para determinar cuánta vitamina D podría necesitar para alcanzar su nivel óptimo.

Para absorber y utilizar mejor la vitamina D, asegúrese de tomarla junto con vitamina K2 y magnesio. Tal como lo explico en mi artículo titulado: “El magnesio y la vitamina K2 mejoran la absorción de la vitamina D“, tomar magnesio y vitamina K2 puede reducir hasta en un 244 % su requerimiento de vitamina D oral. Además, los tres trabajan sinérgicamente para controlar el metabolismo del calcio.32

Por último, recuerde realizarse la prueba cada tres o cuatro meses para asegurarse de haber alcanzado su nivel óptimo. De ser así, sabrá que está tomando la dosis correcta. Si todavía tiene niveles bajos (o ha alcanzado un nivel superior a 80 ng/mL), deberá ajustar su dosis según lo requiera y volver a realizar la prueba en otros tres o cuatro meses.

Ambientalistas piden campaña de difusión sobre decreto que prohíbe el glifosato

Por Rosa Santana, Proceso, 07 de diciembre de 2021.

Ambientalistas pidieron impulsar una campaña de difusión para informar que el decreto que prohíbe el glifosato es competencia del gobierno federal, ya que la medida generó descontento contra los activistas.

Ambientalistas pidieron impulsar una campaña de difusión culturalmente adecuada y adaptada a la población para informar que el Decreto sobre la prohibición del glifosato es competencia y responsabilidad del gobierno federal, ya que la medida generó descontento contra los activistas.

En un comunicado conjunto, Greenpeace, Indignación, Alianza Maya por las Abejas Kaabnalo´on, Rémy Vandame –investigador del Colegio de la Frontera Sur– y el Colectivo de Comunidades Mayas de Hopelchén hicieron ese llamado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y a dependencias involucradas.PUBLICIDAD

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Reiteraron que la campaña gubernamental que se requiere debe involucrar a las instituciones de gobierno competentes en su desarrollo, difusión e implementación.

Asimismo, detallaron que las autoridades locales que intervienen en las reuniones de trabajo con los sectores productivos del país tienen un rol “fundamental en la construcción de la confianza en que esta prohibición trae beneficios para el campo, los agricultores y la población en general”.

En ese sentido, resaltaron que la prohibición de glifosato es “un avance en la restricción de sustancias altamente tóxicas y dañinas para la salud de las personas”.

Y advirtieron que “de no transmitirse claramente el contexto, origen y objetivos del Decreto en los espacios para ello, lejos de generar tranquilidad y certeza entre las comunidades se puede generar un tema de confrontación y hostilidad”.

Viridiana Lázaro, especialista de Greenpeace en Agricultura y Cambio Climático, aclaró que si bien en Campeche hay colectivos y comunidades que han trabajado desde hace décadas por la agroecología, por la preservación de los usos, costumbres y conocimientos ancestrales en el trabajo de la tierra y contra los transgénicos, no son responsables del decreto de prohibición del agrotóxico.

“No significa que sean los responsables de la prohibición del glifosato para 2024, medida tomada por el gobierno federal en respuesta a las evidencias científicas de los daños que ocasiona a los ecosistemas y a las personas el uso de dicho herbicida, y a un reclamo generalizado de amplios sectores como el académico, de ambientalistas de derechos humanos, etc”.

La aclaración se hizo necesaria dadas las hostilidades contra los activistas por parte de los productores inconformes con la medida gubernamental.

“Para el colectivo de Comunidades Mayas de Hopelchén es importante recalcar que no ha habido una participación vinculada y directa de ellos en el decreto, como se ha entendido equivocadamente, ya que al carecer de información precisa sobre el decreto y sus beneficios, las comunidades no están del todo conformes con la medida gubernamental, y al vincularlos con la misma existe un descontento injustificado hacia el colectivo”, explicaron.

“Lo único que se ha hecho en el seno del colectivo es visibilizar las afectaciones por el uso de los plaguicidas, en este caso el glifosato, sin embargo, el colectivo ha hecho visible la problemática por daños ambientales y de salud por el incremento de estos químicos altamente tóxicos a causa del crecimiento exponencial de la agroindustria”, abundaron.

Por ello insistieron en la necesidad de que el gobierno federal se responsabilice de la medida y dé a conocer “por todos los medios posibles y a todas las comunidades en las que se venía usando glifosato como parte de los paquetes de la agricultura industrial, el origen, contexto, objetivo, beneficios, así como los tiempos de implementación del decreto presidencial del uso del glifosato, a fin evitar la tergiversación o manipulación de la información que pueda resultar en confrontaciones y represalias entre productores”.

Registran 65 basureros de residuos mineros en Áreas Naturales Protegidas

Por Redacción Desinformémonos, Desinformémonos, 06 de diciembre de 2021.

Actualemente hay 65 basureros de residuos mineros «altamente peligrosos» en 17 Áreas Naturales Protegidas (ANP) de México, mientras que otras 157 presas de jales se ubican a una distancia de entre 1 y 5 kilómetros de diversas ANP, denunció el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS).

«Es muy grave que en las ANP se permita la operación de proyectos mineros (actualmente, hay 73 proyectos mineros en operación dentro de estas áreas protegidas) y, más grave aún, que haya 65 presas de jales con residuos altamente peligrosos en zonas protegidas», señaló el CCMSS.

El Consejo explicó que los remanentes de la actividad minera o jales mineros son apilamientos de residuos sólidos que quedan al extraer los minerales de las rocas. Estos jales permanecen en los territorios por décadas y se consideran residuos peligrosos por sus altas concentraciones de metales pesados, que contaminan de manera irreversible los suelos, los cuerpos de agua y el aire.

Pese al impacto ambiental de los residuos mineros, generalmente no se les da ningún tipo de tratamiento para evitar afectaciones en los ecosistemas, por lo que dañan la flora y fauna silvestre, añadió el CCMSS.

Los defensores del Consejo calificaron de «urgente» que el Senado dictamine y apruebe ya la reforma al artículo 46 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), que prohíbe las actividades mineras dentro de las ANP.

A continuación el comunicado completo:

De las 585 presas de jales de la industria minera identificadas por la Secretaría de Medio Ambiente, un total de 65 (11%) se encuentran ubicadas dentro de 17 Áreas Naturales Protegidas (ANP), 11 federales y 6 estatales. 

Asimismo, otras 157 presas de jales están ubicadas a una distancia de entre 1 y 5 km de diversas áreas naturales protegidas del país.

Esta información forma parte del Inventario Homologado Preliminar de Presas de Jales presentado por la Semarnat en septiembre pasado, en la que se reúne la información sobre 585 presas de jales de la industria minera distribuidas por todo el país. 

Los remanentes de la actividad minera o jales mineros son apilamientos de residuos sólidos que quedan al extraer los minerales de las rocas; éstos jales permanecen en los territorios por décadas, generalmente sin que se les dé ningún tipo de tratamiento para reducir su impacto ambiental. Se consideran residuos peligrosos por sus altas concentraciones de metales pesados, que contaminan de manera irreversible los suelos, los cuerpos de agua y el aire.

La información oficial muestra que en la Reserva de la Biósfera Santuario Mariposa Monarca, una de las cinco Reservas de la Biósfera afectadas por actividades mineras, existen 3 presas de jales, una de ellas en la zona núcleo, un área que por ley, debería estar blindada de actividades industriales. Hay otros casos alarmantes, como el del área de protección de recursos naturales Cuenca Alimentadora del Distrito Nacional de Riego, Estado de Nayarit, donde se identificaron 17 presas de jales. En la Reserva de la biósfera del Vizcaíno en Baja California Sur, estratégica para la conservación de los recursos hídricos en la región, se identificaron 5 presas de jales. Además, se suma la presencia de jales en sitios que albergan un gran valor histórico y cultural como Wirikuta, área protegida estatal ubicada en San Luis Potosí. 

El impacto ambiental de los residuos mineros en los ecosistemas es incalculable: la dispersión constante de metales pesados en el aire, agua y los suelos afecta gravemente a la flora y la fauna silvestres; esto se debe a que los metales pesados que se dispersan por el agua o el viento tienden a acumularse y filtrarse en la superficie del suelo y en la vegetación; la fauna silvestre consume plantas y agua por lo que también puede acumular metales pesados. A esto se suma que, con el cambio climático, se presentan fenómenos meteorológicos extremos como lluvias prolongadas e inundaciones que son un factor de riesgo para el derrame de las presas de jales y de dispersión e infiltración de los contaminantes que éstas contienen. Por ello, las presas ubicadas a pocos kilómetros de las ANP también representan una amenaza para estos espacios naturales únicos.

La existencia de este tipo de residuos peligrosos dentro de las áreas protegidas del país representa un peligro para estas zonas, que han sido expresamente protegidas para garantizar la conservación de cientos de especies (de flora y fauna silvestres) en riesgo. Las ANP resguardan entornos naturales fundamentales para la cultura y la identidad nacional, en especial, de los pueblos originarios que las habitan. Es muy grave que en las ANP se permita la operación de proyectos mineros (actualmente, hay 73 proyectos mineros en operación dentro de estas áreas protegidas) y, más grave aún, que haya 65 presas de jales con residuos altamente peligrosos en zonas protegidas.

Dadas las amenazas que la minería representa para las ANP, es urgente que el Senado dictamine y apruebe ya la reforma al artículo 46 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA) que prohíbe las actividades mineras dentro de las ANP; ésta reforma ya fue aprobada por la Cámara de Diputados en el pasado periodo de sesiones. 

Desde la sociedad civil colaboraremos con el Senado para lograr en este período la aprobación inmediata de la iniciativa, fundamental para proteger el patrimonio natural del país.

Photo by Jeremy Bezanger on Unsplash

Consecuencias del consumo de aceites vegetales para la salud

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 05 de diciembre de 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • Uno de los componentes más dañinos de nuestra alimentación son los aceites vegetales, ya que contienen grandes cantidades de ácido linoleico omega-6 oxidado, que es una grasa poliinsaturada (PUFA, por sus siglas en inglés). El daño biológico que provoca es incluso peor que el daño causado por el jarabe de maíz alto en fructosa y la azúcar refinado
  • Casi todas las enfermedades metabólicas y degenerativas, incluyendo a la degeneración macular relacionada con la edad, son causadas por consumir aceites vegetales industriales
  • Los aceites vegetales se degradan a productos de oxidación muy tóxicos después de calentarse, incluyendo a los aldehídos cíclicos, que contribuyen al desarrollo de enfermedades cardíacas y neurodegenerativas
  • Dos fuentes comunes de PUFA son el pollo y el cerdo criado de manera convencional. Estos animales se alimentan con granos como el maíz. Como resultado, la carne absorbe grandes cantidades de ácido linoleico omega-6, ya que el maíz es rico en este tipo de grasa
  • Reemplazar los aceites vegetales procesados (y los alimentos que los contienen) con grasas saludables puede ayudar a mejorar la salud y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas

El Dr. Paul Saladino es el autor del libro titulado The Carnivore Code, a quién entrevisté sobre la dieta carnívora y el impacto de la salud metabólica en los resultados del COVID-19.

Es importante conocer los puntos de vista de Saladino sobre los aceites de semillas omega-6, y el hecho de que el pollo y la carne de cerdo son fuentes importantes de grasas omega-6 oxidadas que pueden contribuir a la mala salud al deteriorar la señalización mitocondrial.1

Los aceites vegetales son responsables de la epidemia de la mala salud

Está claro que uno de los componentes más dañinos de nuestra alimentación son los aceites vegetales, ya que contienen grandes cantidades de ácido linoleico omega-6 oxidado, que es una grasa poliinsaturada (PUFA, por sus siglas en inglés). El daño biológico que provoca es incluso peor que el daño causado por el jarabe de maíz alto en fructosa y la azúcar refinada.

De acuerdo con el Dr. Chris Knobbe, quien ha investigado este tema, casi todas las enfermedades metabólicas y degenerativas, incluyendo la degeneración macular relacionada con la edad, son causadas por el consumo de aceites vegetales industriales.

Reemplazar los aceites peligrosos por grasas saludables es una forma sencilla de mejorar la salud y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.

La razón de esto es porque estos aceites generan una disfunción mitocondrial que luego activa el proceso de la enfermedad, y varios estudios2,3,4,5,6,7,8 lo han demostrado. La buena noticia es que con tan solo reemplazar estos aceites por grasas saludables, puede ayudar a mejorar la salud y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.

Por desgracia, numerosas autoridades de salud insisten en que los aceites vegetales ricos en omega-6, como el aceite de soya, son más saludables que las grasas animales como la mantequilla y la manteca de cerdo, mientras que esta información ha sido difícil de eliminar a pesar de la evidencia en su contra.

Cómo los aceites vegetales dañan la salud

Existen muchas razones para evitar los aceites de semillas procesados de manera industrial. Cómo se mencionó antes, los aceites vegetales son una fuente repleta de ácido linoleico de grasas omega-6, lo que ha causado un grave desequilibrio entre la proporción de grasas omega-6 y omega-3 en la alimentación.

De hecho, descubrí que es muy difícil corregir este desequilibrio solo al consumir mayores cantidades de omega-3. De hecho, el exceso de omega-3 también puede contribuir a la mala salud. El primer paso es reducir los omega-6, o de lo contrario, siempre habrá un desequilibrio.

Incluso el aceite de oliva orgánico y biodinámico puede modificar la proporción de manera incorrecta, ya que el aceite de oliva también es una fuente de ácido linoleico omega-6. Si consume aceite de oliva, es importante que limite su consumo a 1 cucharada por día o menos. Aun así, existen los siguientes problemas:

  1. La mayoría de las personas consumen demasiadas cantidades de omega-6 y muy pocas cantidades de omega-3, por lo que desarrollan un desequilibrio entre ambos que afecta la salud. De manera ideal, esta relación sería de 1 a 1.
  2. La mayoría de los omega-6 que consumen las personas se ha dañado a través del procesamiento.

Luego está la toxicidad directa de los pesticidas y herbicidas. La mayoría de los aceites vegetales que se producen hoy en día, en especial el de canola, maíz y soya, están preparados con cultivos genéticamente modificados y, por lo tanto, son una fuente importante de exposición al glifosato tóxico.

Además, los aceites vegetales se degradan a productos de oxidación muy tóxicos después de calentarse, incluidos los aldehídos cíclicos 4-hidroxinonenal (4HNE),9 que son los que causan las lipoproteínas de baja densidad oxidadas (LDL) relacionadas con enfermedades cardíacas. Los aldehídos también entrecruzan la proteína tau y crean ovillos neurofibrilares, lo que contribuye al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.

Los aceites vegetales también dañan la salud de las siguientes maneras:

Aumentan la inflamación.10
Dañan el endotelio (las células que recubren los vasos sanguíneos) y provocan un aumento en la penetración de LDL y partículas de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) en el subendotelio. Es decir, estos aceites se integran a las células y membranas mitocondriales, y una vez que estas membranas son dañadas, se establece el escenario para todo tipo de problemas de salud.Como se comentó en mi entrevista con Knobbe en julio de 2020, los PUFA de las grasas poliinsaturadas de aceites vegetales, aceites de semillas y grasas insaturadas se almacenan (en lugar de usarse como combustible) y tienen una vida media de 600 a 680 días.11 También se incorporan a los tejidos, incluyendo el corazón y el cerebro.El resultado podría ser un deterioro de la memoria y un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer, que es lo que encontraron con el aceite de canola.12 Como se informó en un estudio de 2017:13“Nuestros hallazgos no respaldan ningún efecto beneficioso del aceite de canola en dos aspectos importantes de la fisiopatología de la EA que incluye problemas de memoria, así como la integridad sináptica. Aunque se necesitan más estudios, nuestros datos no justifican la tendencia dirigida a reemplazar el aceite de oliva con aceite de canola”.
Dañan las mitocondrias y el ADN al hacer que las membranas celulares sean más permeables, lo que permite que ingresen elementos que no deberían.
Detienen la fluidez de la membrana celular que impacta en los transportadores de hormonas en la membrana celular y detiene la tasa metabólica.
Inhiben la cardiolipina, que es un componente importante de la membrana interna de las mitocondrias que necesita saturarse en la grasa omega-3 DHA para funcionar de manera correcta.La cardiolipina puede compararse con un sistema de alarma celular que desencadena la apoptosis (muerte celular) al señalar la caspasa-3 cuando algo sale mal en la célula. Si la cardiolipina no está saturada con DHA, no puede indicar la caspasa-3 y, por lo tanto, no ocurre la apoptosis. Como resultado, se permite que las células disfuncionales continúen creciendo, lo que puede convertirse en una célula cancerígena.
Inhiben la eliminación de las células senescentes, es decir, las células dañadas que han perdido la capacidad de reproducirse y que producen citoquinas inflamatorias que aceleran la enfermedad y el envejecimiento.
Despojan al hígado de glutatión (que produce enzimas antioxidantes), lo que reduce las defensas antioxidantes.14
Inhiben la delta-6 desaturasa (delta-6), que es una enzima involucrada en la conversión de omega-3 de cadena corta en omega-3 de cadena larga en el hígado.15
Aumentan la exposición a 4-hidroxinonenal tóxico (4HNE), que se forma durante el procesamiento de la mayoría de los aceites vegetales, incluso si el aceite se obtiene de cultivos orgánicos, ya que el 4HNE es muy tóxico, en especial para las bacterias intestinales, mientras que el consumo de 4HNE se ha relacionado con un equilibrio obesogénico del microbioma intestinal.También causa daño al ADN e radicales libres que dañan las membranas mitocondriales.16

Biología molecular de los PUFA

Saladino entrevistó al veterinario Peter Dobromylskyj, quien es el encargado del Blog Hyperlipid.17 En esta entrevista, describen con gran detalle cómo el consumo de estos aceites y de otros alimentos con alto contenido de ácido linoleico (LA), como el pollo y el cerdo, destruyen la señalización mitocondrial en el adipocito y detienen el funcionamiento metabólico.

Un punto importante mencionado en esta entrevista con Dobromylskyj, es cómo los PUFA detienen el mecanismo metabólico y contribuyen a la obesidad. Como lo explica Saladino, al revisar un estudio sobre este tema:

“Observemos lo que sucede cuando un humano consume un montón de grasas poliinsaturadas. Se supone que las personas son resistentes a la insulina en la cetosis, que es la manera en la que el cuerpo distribuye la glucosa a las células que la necesitan.

Y aquí tenemos una dieta cetogénica que se basa en aceite de canola, cártamo o soya, mientras que se continúa observando que las personas siguen siendo sensibles a la insulina al estar en cetosis. Esta es una clara evidencia de que las grasas poliinsaturadas detienen el metabolismo. La glucosa es menor porque ingresa a las células y aumenta su tamaño”.

¿Esto significa que una dieta cetogénica, que es una dieta alta en grasas saludables y baja en carbohidratos, sube de peso? No. La moraleja es que una dieta cetogénica adecuada debe basarse en grasas saturadas saludables y no en aceites vegetales repletos de LA.

Una alimentación alta en grasas, cuando las grasas provienen de aceites vegetales procesados, es mucho peor que consumir una alimentación crónica con muchos carbohidratos. El tipo de grasa es importante, ya que afecta el funcionamiento mitocondrial, celular y metabólico.

Las grasas como la LA pueden persistir en las membranas celulares durante meses o años y continuar dañando el metabolismo todo el tiempo, mientras que el azúcar se metaboliza muy rápido.

Aparte de eso, esto también ayuda a explicar por qué los alimentos procesados provocan un aumento de peso. No es solo que estén repletos de azúcares añadidos, sino que también están repletos de LA que daña el metabolismo y que promueve la acumulación de grasa y la inflamación.

Elija las grasas con cuidado

Otras grasas saludables que se recomienda incluir son los aceites de coco orgánicoghee, mantequilla de animales alimentados con pastura, manteca de cerdo, sebo, aceite de semilla negra (Nigella sativa), aguacates, productos lácteos crudos, aceitunas, huevos orgánicos y frutos secos crudos.

Para mayor información sobre las grasas alimentarias, consulte mi libro Súper Keto, coescrito con el Dr. James DiNicolantonio, quien brinda más detalles específicos sobre cómo elegir entre grasas saludables y nocivas. También se recomienda consultar la lista de la Dra. Catherine Shanahan que habla sobre esto.

grasas buenas malas

Fuentes de PUFA nocivas

Como explicó Saladino, además de los alimentos procesados (que están repletos de aceites vegetales) y de los aceites vegetales para cocinar, también existen dos fuentes comunes de PUFA en la alimentación moderna: el pollo y el cerdo criado de manera convencional.

El consumo de carne ha aumentado a lo largo de las décadas, pero el consumo total no es lo que está causando el problema, señala Saladino. El problema no está relacionado con el consumo de carnes rojas, que en realidad ha disminuido. Más bien, las carnes “blancas y magras”, en especial el pollo, pero también el cerdo, son las que ayudan al desarrollo de enfermedades crónicas.

El pollo ha sido considerado durante mucho tiempo como un tipo de carne más saludable, en especial porque es más delgada que la carne roja, pero podría ser perjudicial porque es una fuente de ácido linoleico dañino, gracias a que estos animales son alimentados con maíz, de variedades genéticamente modificadas que se cultivan con glifosato.

¿Y qué sucede cuando los animales se alimentan con maíz? La carne absorbe grandes cantidades de ácido linoleico omega-6, ya que el maíz es rico en este tipo de grasa.18 Entonces, como señala Saladino, un mayor consumo de pollo en realidad se suma al consumo de aceite vegetal y, por lo tanto, puede ayudar a la inflamación sistémica, la disfunción mitocondrial y la mala salud metabólica.

“Los PUFA actúan de manera diferente en nuestro cuerpo”, explica Saladino. “A nivel mitocondrial, parece que este aceite vegetal, rico en ácido linoleico, está mostrando las cosas de diferente manera.

Existe mucha evidencia convincente que sugiere que el ácido linoleico está desarrollando la hipertrofia de los adipocitos, ya que las células grasas están aumentando de tamaño. Las células grasas pueden aumentar de tamaño o dividirse. Cuando las células grasas crecen y no se dividen, comienzan a filtrar mediadores inflamatorios”.

Esto no significa que no pueda consumir pollo o cerdo. Sin embargo, a diferencia de las vacas, búfalos y corderos, estos animales tienen un solo estómago y, como tal, las grasas omega-6 que consumen no se metabolizan ni se almacenan en los tejidos. Dado que estos animales se alimentan con granos, están repletos de grasas omega-6 y podrían tener mayores cantidades de LA que la carne de res, cordero o búfalo.

Por eso considero que es bueno evitar estas carnes y reemplazarlas con aquellas que tienen un menor contenido de LA. Si desea saber las cantidades de LA que está consumiendo, solo visite el sitio web cronometer.com (disponible solo en inglés) e ingrese sus alimentos para determinar las cantidades que está consumiendo. Se recomienda consumir menos de 10 gramos de LA al día.

Evite el consumo de aceites vegetales para proteger su salud

En resumen, si desea evitar las grasas peligrosas de todo tipo, lo mejor es reducir o eliminar los siguientes alimentos:

  • Alimentos procesados de todo tipo
  • Aceites de cocina procesados como el aceite de maíz, canola, soya y de semillas de algodón
  • Pollo de granja convencional
  • Cerdo de granja convencional

Mi plan de nutrición ofrece una guía beneficiosa para este proceso. El aceite de coco, la mantequilla, la manteca de cerdo y el ghee son opciones más saludables para cocinar. También se recomienda cambiar la margarina y los productos de aceite vegetal por mantequilla orgánica preparada con leche cruda de vacas alimentadas con pastura. La mantequilla es un alimento entero y saludable que ha recibido una mala reputación.

Para equilibrar aún más la proporción de omega-3 a omega-6, también podría necesitar una fuente de alta calidad de grasas omega-3 de origen animal, como el aceite de kril o salmón salvaje de Alaska, si no acostumbra a consumir pescados grasos como sardinas, anchoas y caballas (macarelas).

El glifosato y la plaga de los pesticidas

Por Servindi, Desinformémonos, 03 de diciembre de 2021.

A pesar de los diversos estudios que evidencian los daños a la salud y al ecosistema que genera el glifosato, pocas son las medidas que se han tomado a nivel mundial.

Este pesticida, extendido por más de cuatro décadas, ha sido identificado como posible cancerígeno, además de generar afectaciones a los mismo cultivos y de contribuir con la mortandad de las abejas.

En el marco del Día Mundial del No uso de Plaguicidas, presentamos un breve recuento sobre los hallazgos acerca del glifosato y las medidas que se han tomado a nivel nacional e internacional para restringirlo.

Ecosistema alterado

El glifosato no solo es uno de los pesticidas más comunes, también es de los más perjudiciales para los ecosistemas. Su extendido uso para eliminar la maleza suele afectar a todas las plantaciones a las que llega.

Como señala Eva Sirinathsinghji, del Instituto de Ciencia en Sociedad (Institute of Science in Society – ISIS), el pesticida debilita el sistema de defensa de las plantas y está relacionado con enfermedades que estas desarrollan.

Sin embargo, como indica un estudio de Walter Pengue para GRAIN, también se han registrado casos de maleza resistente al glifosato, situación que conlleva a un aumento del uso de este y otros herbicidas más tóxicos.

Mortalidad de abejas

A los daños causados a los cultivos, se le agrega el generado a las abejas, principales polinizadoras, cuya población se ha visto dramáticamente reducida a nivel global en los últimos años.

Como reveló un estudio de la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), el glifosato contribuye a la mortalidad de estos insectos que cumplen un rol elemental en el ecosistema forestal.

La exposición a este químico, produce alteraciones en el organismo intestinal de las abejas, situación que las hace más vulnerables a infecciones por microorganismos dañinos que se encuentran fácilmente en el ambiente.

Toxicidad

En el 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) identificó a estos pesticidas como «probablemente cancerígenos para los seres humanos”.

El impacto de estas revelaciones fue grande, ya que, hasta el 2004, el equipo de expertos de la Reunión Conjunta en Residuos de Plaguicidas de la FAO y la OMS no vinculaba a estos pesticidas con el cáncer.

Con la nueva información, el químico utilizado desde la década de los setenta y patentado por Monsanto (ahora Bayern), pasó a la lista de pesticidas que pueden ocasionar afectaciones a la salud humana.

Como recuerda la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los pesticidas son potencialmente tóxicos para las personas y, además de cáncer, pueden llegar a desencadenar problemas en el sistema nervioso, inmunológico y reproductivo.

El caso del glifosato representa solo una parte del gran problema que implican los pesticidas en la salud de las personas del mundo entero.

Como detalló un estudio de BioMed Central (BMC), alrededor del 385 millones de agricultores y trabajadores agrícolas del mundo se intoxican con pesticidas cada año. Estos casos tienen mayor prevalencia en el Sur de Asia.

A través del análisis de base de datos y publicaciones científicas de 141 países, entre 2006 y 2018, se identificaron estas cifras que incluyen alrededor de 11 mil muertes por año a causa de estos químicos.

Asimismo, el estudio identificó la necesidad de cambiar el enfoque con que se abordan estos temas, pues al estar centrado en las consecuencias mortales de los pesticidas, no permite desarrollar esfuerzos en la evaluación y prevención de intoxicaciones.

Medidas urgentes

Teniendo en cuenta los numerosos estudios que alertan de los múltiples impactos negativos del glifosato en el ambiente y en la salud de las personas, la comunidad internacional viene tomando medidas de protección.

Hasta el momento, son más de veinte países los que han prohibido o restringido el uso del glifosato dentro de sus territorios. Entre estos se encuentran Austria, Costa Rica, Vietnam, Bermudas o Sri Lanka.

Otros, como México o Alemania, han anunciado restricciones que entrarían en vigor en los próximos años.

¿Y en el Perú?

En el contexto nacional, la lucha contra los pesticidas está marcada por avances y retrocesos.

Como se sabe, el glifosato también suele ser utilizado en la erradicación de cultivos ilícitos. Justamente, en abril de este año, un decreto del Ministerio de Justicia (Minjus) iba en ese sentido.

A través del Decreto 380-2021-JUS, el Minjus dejaba abierta la posibilidad para que el Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE) apruebe la reanudación del uso del pesticida, mediante aspersión aérea para erradicar cultivos.

En su momento, esta medida fue cuestionada por la WWF en Perú, no solo por los riesgos ambientales y sociales que implicaba, sino también por la poca efectividad comprobada para el control de estas plantaciones.

Propuesta de prohibición

En junio del 2020, mediante el proyecto de ley “que promueve la agroexportación y la seguridad alimentaria nacional” (N°05540), se presentó en el Congreso la prohibición del glifosato.

En octubre del 2020, la iniciativa legislativa, presentada por el exparlamentario Hans Troyes, buscaba que la prohibición del pesticida entre en vigencia desde inicios de este año.

La propuesta terminó acumulándose, junto a otras, a la Ley de seguridad alimentaria y nutricional (N° 31315), que fue aprobada el 26 de julio de este año.

La ley de seguridad alimentaria y nutricional promulgada contiene entre sus principios el de la sostenibilidad, donde se tenía en cuenta modelos que “protegen los recursos naturales y la diversidad biológica”.

No obstante, hasta la fecha, según el presidente de la Asociación Nacional de Productores Ecológicos (ANPE PERÚ), Eusebio Vásquez Ayala, el uso y comercialización del glifosato no está oficialmente prohibido en Perú.

“Pese a los intentos que se han hecho para limitar el uso del glifosato y otros productos agroquímicos por ser dañinos, oficialmente no está prohibido”, dijo Vásquez en diálogo con Servindi.

Contó que en una reciente reunión que tuvieron con el ministro Desarrollo Agrario y Riego, Victor Mayta Frisancho, pusieron el tema sobre la mesa, pero la respuesta no fue positiva.

“Los representantes del SENASA (Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú) explicaron que no era tan fácil sacar normas, ya que en el Congreso hay gente que defiende a las transnacionales que comercializan estos productos”, indicó.

Nuevas prohibiciones

Pero, además del camino de las normas, se han realizado otros intentos para frenar el uso de estos químicos. En el 2018, el Ministerio de Agricultura anunció la prohibición del uso y venta de pesticidas altamente tóxicos.

En noviembre del 2020, la medida se materializó en la prohibición de los plaguicidas que contenían Methamidophos, elemento químico que era tóxico para abejas y aves.

De igual forma, en el 2021, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego prohibió de manera preventiva el registro e importación de los productos con Forato, químico que fue calificado como extremadamente peligroso para las personas.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por prohibir el uso de plaguicidas en el país, el glifosato se sigue comercializando bajo distintas marcas que cuentan con el permiso del Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa).

Publicado originalmente en Servindi

Photo by Steven Weeks on Unsplash