Salvar al Planeta NO al Sistema

Por Eduado Lucita, de Biodiversidad en Ame.Latina y el Caribe, Diciembre 18, 2009

Mientras los principales líderes y especialistas del mundo acudían a la cita de la ONU para tratar las consecuencias, en muchos sentidos aterradoras, del cambio climático, miles y miles de manifestantes recorrían las calles de Copenhague bajo las consignas “No a los gases contaminantes, si a la vida” o “No hay planeta “B”.

La reacción de esos manifestantes la mayoría jóvenes provenientes de distintas latitudes, que fueron reprimidos, encarcelados y aún deportados en estos días de la Cumbre, no debe desestimarse. Obedece a la convicción que el planeta esta jugando en tiempo de descuento.

Es que el cambio climático es ya una realidad inocultable. Los informes científicos dan cuenta que en el Siglo XX la temperatura promedio de la superficie de la tierra aumentó 0,6 grados centígrados, el nivel del mar subió entre diez y veinte centímetros y los glaciares muestran un pronunciado retroceso.

La tierra misma se ha rebelado. Las catástrofes naturales de los últimos tiempos, el Tsunami en la costa asiática; los terremotos en Cachemira o los tornados en el Caribe y en el sur de los EE.UU, las inundaciones en América del sur, han mostrado una capacidad destructiva que registra pocos antecedentes. Constituyen una verdadera insurrección de la naturaleza contra un sistema económico que maximiza ganancias sin considerar sus efectos sobre el hábitat natural y sus necesarios equilibrios.

Calentamiento global

Para los científicos el fenómeno que estamos atravesando es un cambio estructural provocado por un fuerte desequilibrio global del sistema climático. Es que el aumento en la temperatura promedio de la superficie terrestre ha alcanzado niveles sin precedentes y este aumento está fuertemente relacionado con otro: el incremento de carbono en la atmósfera, bajo la forma de gas carbónico y gas metano, cuya importancia en el efecto invernadero está científicamente comprobada.

Es que la exacerbación de la sociedad de consumo y los sistemas productivos actuales hacen que se bombardee la atmósfera con un volumen de gas que casi duplica la capacidad de absorción natural. El excedente se acumula, provocando el aumento del efecto invernadero y por consiguiente de la temperatura. Esta acumulación tiende a aumentar con el calentamiento.

Actividad humana y aceleramiento del cambio

Es el calentamiento del planeta, producto de la actividad humana, la fuerza motriz del cambio climático estructural. Las alteraciones climáticas y su aceleración, especialmente desde la década de los ’90, obedece a actividades económicas que incrementan las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero -deforestaciones; uso de campos para cultivo; drenaje de humedales; uso de fertilizantes especiales a base de nitratos; ciertos procesos industriales. Sin embargo no se trata de estigmatizar a la “actividad humana” en general, como suelen hacer los informes del GIEEC, sino responsabilizar a las formas que adquirió esta actividad desde la revolución industrial en adelante. Sobre todo la quema de combustibles fósiles y las deforestaciones.

Según el GIEEC, la estabilización del clima a nivel lo menos peligroso posible requiere que las emisiones de gases con efecto invernadero terminen antes de 2015 y disminuyan de 50 a 85% de aquí al año 2050, en relación con el 2000. El grupo diferencia los países imperialistas de los menos desarrollados.. Estima que los primeros en virtud de su responsabilidad en el calentamiento global deben reducir sus emisiones de 25 a 40% de aquí al 2020 y de 80 a 95% de aquí al 2050, tomando como referencia base las emisiones de 1990, en tanto que la curva de emisiones de los segundos debe bajar de 15 a 30%.

La Cumbre de la ONU

Cuando la cumbre, que inició el 7 de este mes, fue convocada despertó innumerables expectativas. La discusión previa estaba centrada en reducir las emisiones para no superar un incremento de 2 grados centígrados en la temperatura global, pero un grupo de 43 países, las llamadas islas/Estado, que albergan unos 40 millones de personas, han planteado que no se puede superar 1,5 grados porque corren el riesgo de desparecer en los próximos 20 años.

A poco de comenzar las negociaciones las esperanzas en alcanzar una serie de compromisos, firmado por los 192 países presentes, especialmente EEUU y China los mayores contaminadores, se han desvanecido. Los grandes países del norte se niegan a firmar un documento que cuantifique las metas a alcanzar y no reconocen su deuda histórica con los países del sur. EEUU no quiere comprometerse con una reducción sustancial de sus emisiones, China no acepta que las reducciones que se acuerden resulten obligatorias y controladas por un organismo internacional. Por si algo faltara se discute quien pondrá los fondos para financiar la reconversión de los procesos productivos en los países menos desarrollados