Orden judicial: No al Azúcar de Betarragas Transgénicas e Intereses de Monsanto

Por Ana María Quispe, dietista, ecóloga de Vía Orgánica

El Centro para la Seguridad en Alimentos y Justicia al Planeta, dos organizaciones vigilantes que representan a agricultores y consumidores en Estados Unidos, pudieron probar en corte este pasado 21 de Septiembre,  que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA siglas en Inglés) bajo la administración de Bush violaron las leyes al permitir azúcar de betarragas transgénicas en el mercado.  Además la corte ha ordenado rigurosos estudios de los impactos al medio ambiente y económicos de este cultivo transgénico.

El cultivo de betarragas, betabel o remolachas transgénicas utiliza el poderoso herbicida de glifosato comercializado por la compañía transnacional Monsanto con el nombre de “Round up”. Según el abogado de Justicia al Planeta, Paul Achitof “los cultivos transgénicos no brindan ningún beneficio, han sido creados con el propósito de vender herbicidas”. Los efectos del glifosato son devastadores para el medio ambiente ya que ha creado millones de hectáreas de “hierbas resistentes” que hacen que los agricultores requieran de más glifosatos beneficiando el  mercadeo de este herbicida. Según un estudio independiente del Dr. Charles Benbrook Director Ejecutivo de la Academia Nacional de Ciencias en Agricultura, los cultivos genéticamente modificados (transgénicos) han incrementado el uso de herbicidas en los Estados Unidos en 70 millones de kilos desde su introducción en 1996. Este triunfo en corte significa dejar en claro los objetivos de USDA de proteger a los agricultores y consumidores y no a los intereses de Monsanto.

El uso del glifosato en los terrenos de Estados Unidos donde se siembran betarragas amenaza la contaminación de los cultivos de acelgas y también de los cultivos orgánicos. En el 2008 un estudio científico reveló que la fórmula del Round Up y sus metabolitos causan la muerte de células embriónicas humanas, en la placenta, y células umbilicales en vitro, aún en mínimas concentraciones. Otros recientes estudios sugieren que los ingredientes en el Round Up son disruptores endocrinos, causando daños al funcionamiento hormonal de humanos y animales. Round up es letal para algunas especies de anfibios y en países como Paraguay y Argentina ya hay reportes de aumento de niños que nacen con defectos congénitos relacionado al uso del glifosato en los cultivos de la soja o soya transgénica. Existen ya otros cultivos transgénicos en todo el mundo: maíz, algodón, canola, trigo, arroz, papas, papayas, caña de azúcar y tabaco.

Sin embargo a pesar de la orden judicial American Crystal, la compañía azucarera más grande de los Estados Unidos  parece continuar con sus intenciones de seguir usando azúcar de betarragas transgénicas, según una declaración de su presidente David Berg al New York Times. Los consumidores deben tener en cuenta que el azúcar de betarragas transgénicas no se enlista en los ingredientes, y no hay manera de saber a menos que el producto sea totalmente certificado orgánico. Más de 100 compañías responsables han iniciado un registro oponiéndose al uso de azúcar de betarragas transgénicas en sus productos. La Asociación de Consumidores Orgánicos de Estados Unidos (Organic Consumer Association) ha creado una campaña de recolección de peticiones a American Crystal para boicotear el uso de esta azúcar de betarragas transgénicas.

Fuentes:

http://www.earthjustice.org/news/press/2009/court-finds-usda-violated-federal-law-by-allowing-genetically-engineered-sugar-beets-on-the-market.html

http://www.seedsofdeception.com/includes/services/nongm_sugar_beet_registry_display.cfm

http://salsa.democracyinaction.org/o/642/campaign.jsp?campaign_KEY=12700