Las mentiras detrás de la ‘pandemia de personas sin vacunar’

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 23 de agosto del 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Casa Blanca y la mayoría de los medios de comunicación, lo que enfrentamos ahora es una “pandemia de personas sin vacunar” en la que entre el 95 % y el 99 % de las hospitalizaciones y muertes por COVID corresponden a quienes no se han vacunado o no lo hicieron en su momento
  • Los CDC tomaron en cuenta datos de hospitalización y mortalidad entre enero y junio de 2021 para llegar a estas estadísticas. La mayoría de la población de los Estados Unidos no se había vacunado durante ese período
  • Solo el 0.5 % de la población de Estados Unidos había recibido una dosis de la vacuna antiCOVID para el 1 de enero de 2021. A mediados de abril, alrededor del 31 % había recibido una o más dosis, y para el 15 de junio, el 48.7 % ya se había “vacunado” por completo
  • La inmunidad natural ofrece una protección sólida contra todas las variantes, a diferencia de la inmunidad que se induce a través de la vacunación. La razón es que cuando una persona se recupera de la infección de forma natural, tiene tanto anticuerpos como células T que combaten todos los componentes del virus, no solo la proteína spike
  • El Dr. Anthony Fauci sostiene que la variante Delta es más transmisible y peligrosa que el virus original y las variantes anteriores cuando, a decir verdad, datos reales han demostrado que es más débil y mucho menos peligrosa, aunque sí se propaga con mayor facilidad

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Casa Blanca y la mayoría de los medios de comunicación, lo que enfrentamos ahora es una “pandemia de personas sin vacunar”.

La narrativa oficial indica que el 99 % de las muertes y el 95 % de las hospitalizaciones por COVID-19 se han presentado entre personas sin vacunar. En una rueda de prensa de la Casa Blanca del 16 de julio de 2021, la Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC, afirmó que “más del 97 % de las personas que están ingresando a los hospitales en este momento no han recibido la vacuna”.

Aun así, Laura Ingraham, presentadora de Fox News informó en “The Ingraham Angle” que “esas estadísticas son muy engañosas”, además, Walensky reveló de forma sorpresiva cómo fue que se llegó a tales cifras en una declaración en video que se llevó a cabo el 5 de agosto de 2021.

Manipulación de datos engañosa

En estas estadísticas, los CDC tomaron en cuenta datos de hospitalización y mortalidad de enero a junio de 2021 y omitieron información reciente o que se relacionara con la variante Delta, que es la cepa que prevalece hoy en día y que se está propagando mucho más. El problema es que la mayoría de la población de los Estados Unidos no se había vacunado durante ese período.

Solo el 0.5 % de la población de Estados Unidos había recibido una vacuna antiCOVID para el 1 de enero de 2021. A mediados de abril, alrededor del 31 % había recibido una o más dosis, y para el 15 de junio, el 48.7 % ya se había “vacunado” por completo. Tenga en mente que solo se puede decir que una persona está “vacunada por completo” hasta que transcurren dos semanas tras recibir la segunda dosis (en el caso de Pfizer o Moderna), la cual se administra seis semanas después de la primera, según los CDC.

Si es así, aquellos que reciben una dosis inicial en junio, por ejemplo, no estarán “vacunados por completo” hasta ocho semanas después, es decir, entre julio y agosto.

Al utilizar estadísticas de un período en el que la mayoría de personas en Estados Unidos aún no se vacunaba, los CDC afirman que estamos en una “pandemia de personas sin vacunar” para satanizar a aquellos que aún no han aceptado recibir esta vacuna experimental de modificación genética.

La presión selectiva contribuye a que surjan nuevas variantes

Esto es lo que Dr. Byram Bridle, inmunólogo canadiense e investigador en el campo de las vacunas, dijo Para Ingraham respecto a la afirmación de que estamos en una pandemia de personas sin vacunar, las cuales son culpables de la aparición de variantes que representan un gran peligro:

“Llamar a esto una pandemia de personas sin vacunar es completamente falso. Tan falso como decir que esas personas están impulsando de alguna manera la aparición de variantes nuevas. Esto contradice todos los principios científicos que conocemos.

La verdad es que la naturaleza de las vacunas que estamos usando en este momento y la manera en que se están aplicando, ejercerán una presión selectiva sobre este virus para promover la aparición de nuevas variantes. Reitero que esto se basa en principios sólidos.

No tenemos que mirar más allá de cuando se originó la resistencia a los antibióticos. El principio es este: si se tiene una entidad biológica que es propensa a la mutación (y el SARS-CoV-2 lo es, al igual que todos los coronavirus), ejercer una presión selectiva que no es letal durante un largo período de tiempo, es el proceso ideal mediante el cual surgirán nuevas variantes.

Eso es justo lo que estamos haciendo. Nuestras vacunas se centran en una sola proteína del virus, por lo que este solo tiene que alterar una proteína, y las vacunas no están ni cerca de brindar inmunidad esterilizante.

Las personas que ya se vacunaron no han dejado de infectarse, por lo que la vacunación solo aparenta ser efectiva para mitigar la enfermedad y esto nos muestra que las vacunas que se están aplicando a la mayoría de las personas están ejerciendo una presión no letal, que se centra en una proteína, durante un largo período de tiempo. Esa es la receta para desarrollar nuevas variantes”.

La inmunidad natural ofrece una mayor protección

Bridle también explica por qué la inmunidad natural ofrece una protección sólida contra todas las variantes, a diferencia de la que se induce a través de la vacunación. Cuando alguien contrae la infección de forma natural, su cuerpo desarrolla anticuerpos contra TODAS las proteínas virales, mientras que las vacunas antiCOVID solo desencadenan la producción de anticuerpos contra una de ellas: la proteína spike.

Como se mencionó con anterioridad, cuando se tienen anticuerpos que combaten solo una de las proteínas virales, lo único que el virus requiere para evadir el sistema inmunológico es mutar esa proteína. Por otro lado, los anticuerpos reconocen todos los componentes del virus cuando se adquiere la inmunidad natural, así que, a pesar de que la proteína spike haya mutado, el cuerpo reconocerá otros componentes del virus y buscará la manera de combatirlos.

El SARS-CoV-2 funciona de la misma manera que otros virus y esto se demostró en un estudio que se publicó en octubre de 2020 en Nature Reviews Immunology y estuvo a cargo de Alessandro Sette y Shane Crotty. En el estudio, que se titula: “Cross-Reactive Memory T Cells and Herd Immunity to SARS-CoV-2”, se argumentó que la inmunidad que se adquiere de forma natural contra el SARS-CoV-2 es potente y duradera, además de que tiene un alcance muy amplio, ya que desarrolla tanto anticuerpos como células T, los cuales se dirigen a múltiples componentes del virus.

Si dependemos de la inmunidad que se induce a través de la vacunación, tal como recomiendan los funcionarios de salud pública, terminaremos atrapados en un ciclo de refuerzo sin fin. Los refuerzos serán imprescindibles, ya que la vacuna ofrece una protección mínima contra una sola proteína del virus. Ahora, diversos datos que circulan en todo el mundo demuestran que la protección que brindan las vacunas frente a las nuevas variantes está disminuyendo a un ritmo frenético y, Moderna ha declarado de manera pública que es muy probable que sea necesario aplicar refuerzos adicionales.

¿Qué tan peligrosa es la variante Delta?

El Dr. Anthony Fauci sostiene que la variante Delta es más transmisible y peligrosa que el virus original y las variantes anteriores. El 4 de julio de 2021, comentó lo siguiente para NBC News:

“Es más eficaz y eficiente en términos de contagio: tiene una mayor capacidad de transmitirse de una persona a otra. Hemos visto estudios en los que esta ha sido la variante que ha predominado en otros países, así que está claro que parece ser más letal en el sentido de que los síntomas que produce son más graves: la enfermedad conduce a la hospitalización y, en algunos casos, a la muerte”.

En una entrevista del 29 de junio de 2021, Fauci se refirió a la variante Delta como “un cambio de juego” para las personas sin vacunar, ya que serán ellas quienes perecerán a causa de la misma, mientras que las personas que sí se han vacunado cuentan con protección para combatirla.

La variante Delta es más contagiosa, pero, a la vez, es menos probable que conduzca a la muerte, por lo que es un motivo de preocupación mucho menor. De hecho, es un virus mucho más débil que las variantes que se han presentado en el Reino Unido[Alpha] y Sudáfrica[Beta]. ~ Dr. Peter McCullough

No olvide que Fauci no es médico y nunca ha tratado a alguien que se haya infectado con SARS-CoV-2. Otros expertos en salud y médicos que tratan a pacientes con COVID-19 no están de acuerdo con las afirmaciones de Fauci y argumentan que la variante Delta no es más peligrosa ni en términos generales ni para aquellos que no se han vacunado.

En junio de 2021, Ingraham dio a conocer que existe una teoría genética evolutiva de nombre Trinquete de Muller la cual establece que a medida que un brote comienza a desaparecer, el virus tiende a mutar a una forma que se transmite con mayor facilidad, pero es más débil y provoca una infección mucho menos grave (consulte el video a continuación). De acuerdo con el Dr. Peter McCullough, quien es epidemiólogo y cardiólogo, esto es justo lo que estamos presenciando. Comentó lo siguiente:

“La buena noticia es que el 18 de junio, el Reino Unido presentó su decimosexto informe acerca de las mutaciones y demostraron que Delta es la más contagiosa, pero es mucho menos mortal, por lo que no debe causar tanta preocupación. Cabe destacar que se está haciendo un excelente trabajo en el Reino Unido, mucho mejor que el de los CDC de los Estados Unidos. De hecho, es un virus mucho más débil que las variantes que se han presentado en el Reino Unido[Alpha] y Sudáfrica[Beta]”.

Las mutaciones de la proteína spike hacen que los vacunados sean vulnerables a Delta

Es importante destacar que la variante Delta contiene tres mutaciones diferentes en la proteína spike. Tal como explica McCullough, esto permite que esta variante evite las respuestas del sistema inmunológico de aquellos que han recibido alguna vacuna antiCOVID, mas no las de aquellas que tienen inmunidad natural que, una vez más, es mucho más amplia. McCullough hizo una aparición en Fox News el 30 de junio de 2021, donde declaró lo siguiente:

“El Informe Técnico de Reino Unido que se publicó el 18 de junio deja claro que la vacuna no protege contra la variante Delta, la cual no es grave.

Todos los pacientes, sin importar si se vacunaron, presentarán algunos síntomas muy leves que se pueden controlar sin problema (como un resfriado). Quienes presenten síntomas graves o estén en alto riesgo, pueden superar la enfermedad en su hogar al tomar combinaciones simples de medicamentos de acuerdo a lo que prescriba su médico. Por lo anterior, ya no hay motivos para fomentar la vacunación”.

El Ph.D. Brian Hooker, director científico de Children’s Health Defense, hizo eco de los comentarios de McCullough. The Defender cita a Hooker:

“Esto que presenciamos es la evolución del virus 101. A los virus les gusta sobrevivir, así que matar al huésped (el humano que se ha infectado) no sirve para dicho propósito: la muerte del huésped implica la del virus. Por esta razón, las nuevas variantes que circulan entre la población tienden a volverse más contagiosas, pero menos patógenas. En otras palabras, se propagarán con mayor facilidad de una persona a otra, pero causarán menos daño a quien se contagie.

La vacuna se centra en la proteína spike, mientras que la inmunidad natural se enfoca en el virus en su totalidad.

La inmunidad natural, que brinda una gama más diversa de anticuerpos y receptores de células T, puede brindar una mejor protección general ya que puede atacar diferentes componentes del virus, mientras que la inmunidad que se obtiene al recibir la vacuna solo se enfoca en uno de ellos, en este caso: la proteína spike. Una vez que esa parte del virus haya mutado lo suficiente, la vacuna perderá su eficacia”.

Los datos reales demuestran que la mayoría de las personas que se han infectado se ‘vacunaron’ por completo

La información que se ha obtenido en zonas donde ha habido un índice alto de vacunación contra el COVID difiere con lo que nos dicen los medios de comunicación, los CDC y los funcionarios de la Casa Blanca. Además del British Technical Briefing 16, que se citó arriba, contamos con datos adicionales de Israel, Escocia, Massachusetts y Gibraltar:

•El 1 de agosto de 2021, la Dra. Sharon Alroy-Preis, directora de los Servicios de Salud Pública de Israel, anunció que la mitad de los infectados por COVID-19 se habían vacunado por completo. También están surgiendo signos de enfermedades más graves, sobre todo en las personas mayores de 60 años que ya se vacunaron.

El 5 de agosto, el Dr. Kobi Haviv, director del Hospital Herzog en Jerusalén, apareció en Channel 13 News, donde informó que el 95 % de los pacientes que se habían enfermado de COVID-19 y presentaban síntomas de gravedad habían recibido todas las dosis de la vacuna y que representan del 85 % al 90 % de las hospitalizaciones que tienen algo que ver con esta enfermedad. Para el 2 de agosto de 2021, el 66.9 % de las personas en Israel habían recibido al menos una dosis de la vacuna de Pfizer, la cual se utiliza en ese país de forma exclusiva, y el 62.2 % ya había recibido dos.

•En Escocia, los datos oficiales sobre hospitalizaciones y defunciones indican que el 87 % de los que murieron por COVID-19 en la tercera ola, la cual comenzó a principios de julio, se habían vacunado.

•Los CDC investigaron un brote que se presentó en el condado de Barnstable, Massachusetts, entre el 6 de julio y el 25 de julio de 2021; en dicha investigación, se descubrió que el 74 % de las personas a las que se les diagnosticó COVID-19 y el 80 % de las hospitalizaciones correspondían a quienes habían recibido todas las dosis de la vacuna. La mayoría se había infectado con variante Delta del virus, pero no fue el caso de todos.

•Los CDC también descubrieron que las personas que se han vacunado y contraen la infección tienen una carga viral en sus fosas nasales igual de elevada que las personas sin vacunar, lo que significa que todos somos focos de infección sin importar nuestro estado de vacunación.

•En Gibraltar, donde el 99 % de los habitantes se ha vacunado contra el COVID, los casos de enfermedad han aumentado en un 2 500 % desde el 1 de junio de 2021.

Aquellos que se benefician de mantener la pandemia en marcha estarían encantados de que se acobardara ante la idea de la variante Delta, aunque en realidad, no hay evidencia de que sea peor que la original. Es cierto que es más contagiosa, pero también es mucho menos peligrosa, ya que los síntomas principales que la caracterizan son los mismos de un resfriado común.

De acuerdo con diversos profesores de Harvard y Stanford, el número real de defunciones por COVID-19 en Estados Unidos es un mínimo histórico, por lo que no es necesario alarmarse tanto.

En cuanto a las publicaciones virales en redes sociales de médicos y enfermeras que afirman que los hospitales están llenos de pacientes sin vacunar, no crea nada de eso, la mayoría son bots. En repetidas ocasiones, hemos visto evidencia de que los que se encargan de esparcir el miedo no son personas reales sino cuentas falsas que se administran mediante inteligencia artificial. Esto incluye las cuentas que tienen la insignia azul de verificación.

No tenga miedo, recuerde que es posible tratarlo

Para terminar, recuerde que hay varios protocolos de tratamiento diferentes para la COVID-19 que son igual de efectivos para las variantes como para el virus original, los cuales son:

Photo by Steven Cornfield on Unsplash