Las bayas de espino podrían beneficiar la salud cardíaca, hepática y cutánea

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 11 de marzo del 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • Las bayas de espino se han utilizado como refuerzo cardíaco desde el año 659 d.C. Las investigaciones demuestran que su extracto produce efectos anti-ateroscleróticos y tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y de protección endotelial
  • Durante años, las bayas se han utilizado para tratar los problemas digestivos. En estudios con animales, han reducido los efectos de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) y mejorado la función hepática
  • Las propiedades antienvejecimiento y fotoprotectoras podrían relacionarse con su alto contenido de polifenoles. El extracto de espino también ha demostrado promover la densidad, rugosidad y elasticidad de la piel
  • Es originaria de Norteamérica, crece de forma silvestre y se puede cultivar como planta ornamental. Aunque la mayor parte de la planta es comestible, las semillas producen cianuro de hidrógeno que puede ser toxico para los intestinos

Las bayas de espino (género Crataegus) son ricas en flavonoides que ayudan a revertir los efectos de las enfermedades cardiovasculares, mejorar la apariencia de la piel y estimular la digestión y el metabolismo del hígado.

Casi 6 de cada 10 adultos que viven en los Estados Unidos tienen al menos una enfermedad crónica y 4 de cada 10 tienen dos o más, que son las principales causas de muerte y discapacidad. Su estilo de vida no solo influye en su salud en general, sino también en su riesgo de muchas enfermedades crónicas. Así que es bueno implementar algunos cambios, en algunos casos dejar de hacer y en otros empezar a hacer.

De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, casi el 50 % de todos los adultos que viven en los Estados Unidos padecen alguna enfermedad cardiovascular. Este término general incluye varios problemas de salud, que incluyen enfermedades cardíacas, aterosclerosis, derrame cerebral, insuficiencia cardíaca, presión arterial alta y arritmias cardíacas.

Las enfermedades cardiovasculares afectan el corazón y los tejidos de apoyo que transportan sangre, oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la enfermedad cardíaca es la principal causa de mortalidad en el país y el derrame cerebral ocupa el lugar número 5, mientras que la aterosclerosis es un factor determinante en las enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, hay algunas estrategias que pueden ayudarlo a optimizar su salud, incluso si ya tiene una enfermedad crónica. Y consumir bayas de espino o su extracto es una de ellas.

Las bayas de espino fortalecen su corazón

En China, el uso medicinal de las bayas de espino se remonta al año 659 d.C. A principios del siglo XIX, los médicos estadounidenses la utilizaban para tratar problemas cardíacos como presión arterial alta, insuficiencia cardíaca y aterosclerosis.

Los estudios de investigación modernos descubrieron que el extracto de baya de espino produce efectos anti-ateroscleróticos que podría atribuirse a las vías de señalización que afectan la inflamación y la apoptosis. Los científicos descubrieron que las bayas de espino influyen en el sistema cardiovascular a través de cuatro vías principales. Que incluyen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, de protección endotelial y reductoras de lípidos.

Una revisión de la literatura encontró que las flavonas en el espino tienen capacidad de reducir el deterioro endotelial después de una cirugía de baipás coronaria con injerto. El extracto de espino también demostró tener la capacidad de mantener la función endotelial normal en el laboratorio e in vivo.

El extracto ayuda a reducir la retención de lípidos y la formación de placa vascular. Esto activa un proceso que reduce la producción de citoquinas inflamatorias y especies reactivas de oxígeno (ROS) que, a su vez, ayuda a mantener la función normal y proteger el sistema vascular de la infiltración de macrófagos y monocitos circulantes, lo que reduce aún más la inflamación.

Varios ensayos en humanos demostraron que los participantes que tomaron extracto de espino aumentaron su capacidad de trabajo y redujeron los síntomas de insuficiencia cardíaca congestiva. En un estudio de 952 pacientes con insuficiencia cardíaca documentada, los investigadores descubrieron que aquellos que recibieron espino durante dos años como terapia complementaria, mostraron una reducción significativa en los síntomas de insuficiencia cardíaca congestiva: fatiga, disnea y palpitaciones.

La protección vascular también incluye la capacidad de promover la actividad de señalización del calcio en el corazón y los vasos sanguíneos. Varios estudios en animales demuestran que el espino actúa como vasodilatador, incluso aumenta los niveles de óxido nítrico.

En un estudio de 16 semanas de duración que incluyó personas con diabetes tipo 2 e hipertensión arterial, los participantes tomaron 1200 miligramos (mg) de extracto de espino al día o un placebo. Las personas que tomaron el extracto demostraron más mejoras en la presión arterial que el grupo de placebo. Los investigadores informaron que no hubo interacciones con los medicamentos que los pacientes ya estaban tomando y los participantes de ambos grupos solo reportaron molestias leves.

Las bayas de espino tienen beneficios hepáticos

Durante años, las bayas se han utilizado para tratar los problemas digestivos como el estreñimiento. Las bayas contienen fibra que actúa como prebiótico para alimentar a sus bacterias intestinales saludables. En un estudio con animales, el extracto de espino redujo el tiempo de tránsito de los alimentos en el tracto digestivo.

En otro estudio que utilizó ratas con úlceras de estómago, el extracto mostró efectos protectores en el revestimiento del estómago similares a los de un medicamento antiulceroso. En animales alimentados con una dieta rica en grasas, el extracto de espino también demostró tener la capacidad de disminuir la acumulación de grasa dentro del hígado.

La acumulación de grasa en el hígado que se produce sin el consumo de alcohol se denomina enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA). Una forma más grave de esta enfermedad se conoce como esteatohepatitis no alcohólica (NASH), que produce hinchazón y daño permanente al órgano.

Las enfermedades hepáticas se están volviendo un problema de salud mundial, y la EHGNA y la enfermedad hepática alcohólica son las dos más comunes. Aunque varía mucho de un país a otro, la prevalencia combinada a nivel mundial es del 25.24 % de la población.

La mayor prevalencia más alta se encuentra en los países de Oriente Medio y Sudamérica, mientras que la menor prevalencia se encuentra en África. En los Estados Unidos y Norteamérica, la prevalencia está entre el 21 % y el 24.7 %. En un estudio con animales, los investigadores encontraron que los flavonoides de las hojas de espino, los extractos más bioactivos que se encuentran en las hojas de espino, tenían una influencia positiva sobre la esteatosis hepática inducida por la alimentación.

También descubrieron que la suplementación redujo el peso corporal y el peso del hígado de los animales, y mejoró los parámetros séricos y la función hepática. Parecía que esto fue el resultado del aumento en los niveles de adiponectina circulante que es una hormona que participa en la degradación de la glucosa y los ácidos grasos.

Además, activó AMPK. Esto llevó a los investigadores a concluir que el extracto de hoja de espino ayuda a mejorar la “esteatosis hepática al mejorar la vía de adiponectina/AMPK en el hígado de ratas con EHGNA inducida por HFG [alimentación rica en grasas]”.

Ayuda a combatir el envejecimiento

Durante mucho tiempo se han estudiado los polifenoles debido a su capacidad para proteger la piel de la luz ultravioleta y mejorar el aspecto de la piel. Aunque la baya de espino es rica en varios flavonoides, tiene una mayor concentración de proantocianidinas, proantocianidina oligomérica (OPC) u oligómeros procianidólicos (PCO). Un análisis del extracto de espino con cromatografía líquida de alta resolución mostró que también tiene un alto contenido de epicatequinas.

La combinación de ácido clorogénico, proantocianidinas B2 y epicatequinas representó el 51.4% de la cantidad total de polifenoles en la fruta. Estos compuestos son poderosos antioxidantes. Al igual que a otras áreas de su cuerpo, la inflamación crónica y las especies reactivas de oxígeno pueden dañar el tejido conectivo de su piel.

Los estudios demuestran los poderosos efectos que producen las epicatequinas y proantocianidinas en la fotoprotección, la estructura y función de la piel. Un estudio evaluó el efecto que tiene el extracto de espino en el envejecimiento de la piel por la luz UVB, que aumenta la producción de metaloproteinasas de la matriz (MMP) y la degradación del colágeno.

Esta combinación de daño de la luz UVB provoca la formación de arrugas. Con un modelo animal, los investigadores encontraron que los tratamientos revirtieron el engrosamiento epidérmico y el daño causado por la luz UVB, que “suprimió la expresión de MMP y estimuló la producción de procolágeno tipo I”, lo que llevó a los investigadores a concluir que el extracto de espino puede ayudar a “prevenir el fotoenvejecimiento cutáneo inducido por la radiación UVB”.

Otra revisión de la literatura encontró que el PCO y la quercetina son bioflavonoides específicos que benefician el tejido conectivo, ya que se relacionan con una mayor circulación local y promueven el desarrollo de una matriz de colágeno fuerte.

Las catequinas también son poderosos antioxidantes que tienen propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas. En un estudio sobre los polifenoles del té verde, los investigadores incluyeron a 60 mujeres en un estudio doble ciego y controlado con placebo. El grupo de intervención tomó una bebida con 1402 mg de catequinas totales por día.

A lo largo del estudio, se midió la estructura, función y fotoprotección de la piel. Después de la exposición a un simulador solar, los investigadores encontraron que quienes tomaron la bebida de polifenoles tenían un mejor suministro de oxígeno y un mayor flujo sanguíneo a la piel. En el grupo de intervención también experimentó mejoras en la densidad, elasticidad, rugosidad y descamación de la piel.

¿Qué es la baya de espino?

La planta de espino es originaria de las zonas templadas del norte y puede encontrarse en Norteamérica. Crece de forma silvestre y se puede cultivar como planta ornamental. Recibe el nombre de manzana de espinas en referencia a su fruta que se parece a una manzana y está cubierta de espinas. A veces se planta como una circa de espinas para el ganado.

La planta pertenece a la familia de las rosas. A principios de la primavera, la planta tiene flores blancas o rosadas y produce una pequeña fruta que se parece a una manzana, que puede variar en color del rojo al negro. Aunque la fruta también puede variar en cuanto a sabor y textura, dependiendo del tipo de planta de espino, son comestibles y, como ya mencioné, suele utilizarse como medicina herbal.

Dependiendo de la especie, las plantas pueden crecer como un arbusto redondeado más corto o un árbol que puede alcanzar hasta casi 8 metros de altura. Los árboles de espino pueden encontrarse en los viveros como plántulas o árboles injertados. Son plantas que necesitan los rayos del sol, ya sea total o parcial y son susceptibles a una serie de plagas.

Si decide plantar uno en su jardín, busque una variedad que sea resistente a las plagas. Si no quiere utilizarlo como barrera, evite plantar un árbol con espinas, ya que las espinas pueden crecer hasta 8 centímetros de largo. Aunque los árboles no necesitan poderse mucho, se recomienda eliminar las ramas que provienen de la base del tronco, ya que con el tiempo aumentan el tamaño y la densidad de la planta.

Durante una época, este árbol se conoció como el “árbol del pan y el queso” ya que las flores, las bayas y las hojas se comían de forma segura en tiempos de hambruna. A veces, las bayas también se utilizan para hacer vino, mermelada o almíbar.

Incorpore las bayas de espino en su alimentación

Las bayas de espino suelen ser difíciles de encontrar en los supermercados locales. Sin embargo, puede encontrarlas en mercados de agricultores, en línea o en tiendas especializadas de alimentos naturales. Hay varias formas diferentes de incorporarlas en su alimentación. Las bayas crudas tienen un sabor ligeramente dulce pero ácido y puede ser un excelente bocadillo.

Sin embargo, aunque las bayas no son venenosas, las semillas sí lo son. Las semillas contienen amigdalina, que se convierte en cianuro de hidrógeno que puede ser toxico para el intestino delgado. Un adulto puede tolerar una o dos semillas, pero en el caso de los niños, incluso esta pequeña cantidad podría ser letal.

También puede encontrar té de espino hecho con hojas o bayas, o puede secar las hojas y preparar su propio té. También hay suplementos de espino disponibles en el mercado. Según un artículo que se publicó en el Journal of the American College of Cardiology de Foundation Task Force on Clinical Expert Consensus Documents, la dosis mínima efectiva de extracto de espino para reforzar la salud cardíaca es de 300 mg al día.

En la mayoría de los ensayos que revisaron, los autores encontraron que el beneficio máximo se produjo después de seis a ocho semanas de tomar el suplemento. En varios estudios que revisaron, se demostró que también aumenta la tolerancia al ejercicio en personas con insuficiencia cardíaca congestiva. También se determinó que la preparación era “bien tolerada y segura”.