El glutatión y la NAC desempeñan un papel importante en la salud y el ejercicio

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 11 de marzo del 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • El azufre es el tercer mineral más abundante en su cuerpo. Los aminoácidos que contienen azufre aumentan sus niveles de glutatión y N-acetilcisteína (NAC), que desempeñan un papel importante en la salud y el estado físico
  • El metabolismo del glutatión influye en el control de los mecanismos epigenéticos a varios niveles, incluida la disponibilidad del sustrato, la actividad enzimática para la metilación del ADN y la expresión de microARN
  • La suplementación con NAC puede ser útil para la prevención de problemas cardiovasculares en personas mayores, ya que reduce el estrés oxidativo y mejora la función mitocondrial
  • La deficiencia de glutatión puede inducir cambios epigenéticos en los genes que regulan el metabolismo de la vitamina D en el hígado; una investigación sugiere que la suplementación con glutatión podría ayudar a reducir el riesgo de deficiencia de vitamina D en personas con obesidad
  • El glutatión y la NAC también reduce el estrés provocado por el ejercicio y reducen la fatiga muscular. El glutatión también puede desempeñar un papel principal en el síndrome de fatiga crónica

Como explico en mi artículo “Beneficios del MSM: un poderoso proveedor de azufre“, el azufre es el tercer mineral más abundante en su cuerpo y desempeña un papel importante en una variedad de procesos corporales, incluidos el metabolismo, la desintoxicación y el control de la forma y estructura de proteínas y enzimas.

Los aminoácidos que contienen azufre aumentan sus niveles de glutatión y N-acetilcisteína (NAC), además estos dos desempeñan un papel importante en la salud y el estado físico.

Conceptos básicos del glutatión

El glutatión se compone por tres aminoácidos: cisteína, glutamato y glicina. Se le conoce como “el antioxidante maestro”, ya que es el antioxidante más poderoso de su cuerpo y se encuentra dentro de cada una de sus células.

Los antioxidantes combaten los radicales libres, que son las partículas altamente reactivas que se encuentran alrededor de la célula y que dañan todo lo que tocan. Estos radicales libres ocurren durante el proceso del metabolismo, pero también pueden surgir durante el ejercicio o por la exposición a toxinas, irradiación y metales tóxicos.

Debido a que los radicales libres son muy destructivos, las células tienen una red de defensas diseñadas para neutralizarlas. Esta red antioxidante se compone de numerosos componentes que incluyen vitaminas, minerales y químicos especiales llamados tioles (glutatión y ácido alfa lipoico).

El glutatión se diferencia de otros antioxidantes gracias a que es intracelular y tiene la habilidad única de maximizar la actividad de todos los demás antioxidantes, incluyendo (entre otros) a las vitaminas C y E, al CoQ10 y al ácido alfa lipoico. También elimina las toxinas de sus células y lo protege de los efectos dañinos de la radiación, los productos químicos y los contaminantes ambientales.

Conceptos básicos de la NAC

La NAC es un precursor y un nutriente limitante para la formación de glutatión. El glutatión tiene mala absorción, por lo que, en muchos casos, es más fácil aumentar los niveles de glutatión al consumir NAC.

En medicina de emergencia, la NAC se usa como antídoto para la toxicidad del acetaminofén resultante de una sobredosis. Prácticamente, se ha podido eliminar la mortalidad causada por la toxicidad del paracetamol cuando se administra NAC con rapidez.

Se cree que el daño hepático que causa el acetaminofén se debe en gran medida al agotamiento de los niveles de glutatión, el cual es un antioxidante secretado por el hígado como respuesta a la exposición tóxica.

Adicionalmente, la suplementación con NAC puede ayudar a hacer un “pre-tox” de su cuerpo cuando se consume antes del alcohol, lo que minimiza el daño relacionado con el consumo de alcohol, un dato que puede ser útil para las celebraciones de Año Nuevo.

Tomar NAC (al menos 200 miligramos) 30 minutos antes de consumir bebidas alcohólicas, puede ayudar a disminuir los efectos tóxicos del alcohol. La vitamina B6 también puede ayudar a disminuir los síntomas de la resaca.

Aunque la NAC es comúnmente utilizada para el apoyo del hígado, también ha demostrado beneficios prometedores como un neuroprotector. Los científicos investigan su uso como un tratamiento para la enfermedad de Parkinson, la cual se ha relacionado con la deficiencia de glutatión en la sustancia negra, una región que alberga neuronas de dopamina.

La investigación que analiza cerebros autopsiados sugiere que los pacientes con Parkinson tienen niveles apenas detectables de glutatión en esta región del cerebro. Estudios posteriores encontraron que la deficiencia de glutatión en la sustancia negra también es común en otras afecciones neurodegenerativas, incluida la enfermedad de Alzheimer.

Otra área donde la NAC demuestra una promesa particular es en el tratamiento de los trastornos de salud mental, incluido el trastorno de estrés postraumático, la depresión y los trastornos por uso de sustancias. Se analizan docenas de beneficios de salud adicionales en un artículo de SelfHacked del 29 de noviembre de 2019.

La NAC mejora la función cardiovascular y mitocondrial

Según un estudio realizado en el año 2018, la suplementación con NAC puede ser útil para la prevención de problemas cardiovasculares en personas mayores. Como era de esperarse, el estrés oxidativo con el tiempo puede inducir cambios metabólicos y funcionales que aceleran el envejecimiento y la disfunción cardiovascular. Además, sus niveles de glutatión disminuyen con la edad, lo que lo pone en un riesgo mayor.

En este estudio, los ratones adultos recibieron NAC o una combinación de NAC y glicina. Después de siete semanas, se evaluó su función cardíaca y se descubrió que aquellos que recibieron NAC más glicina mejoraron varios parámetros de su función cardiovascular, que incluyen:

  • Función diastólica mejorada
  • Menor tiempo de relajación
  • Menor volumen auricular izquierdo
  • Menor presión diastólica final del ventrículo izquierdo

La NAC no fue la única responsable de agregar estos beneficios cardiovasculares. La combinación de NAC y glicina también mejoró la función mitocondrial y los genes mitocondriales regulados ascendentemente en el corazón, los cuales normalmente se regulan negativamente con la edad.

Según los autores, “Nuestros datos indican que la suplementación con NAC + Gly puede mejorar la función diastólica en el ratón adulto y puede tener el potencial de prevenir morbilidades importantes para las personas mayores”.

La deficiencia de glutatión reduce los niveles de vitamina D en personas con obesidad

Otra investigación reciente publicada en Scientific Reports demuestra que la deficiencia de glutatión puede inducir cambios epigenéticos en los genes que regulan el metabolismo de la vitamina D en el hígado. Señalan los autores que: la evidencia emergente también sugiere que el metabolismo del glutatión desempeña un papel en la regulación epigenética de las reacciones de reducción-oxidación (redox).

Según este documento, la obesidad se ha correlacionado con bajos niveles de glutatión y 25-hidroxivitamina D3, especialmente en las personas con diabetes tipo 2 y en las personas con obesidad. Cuando alimentaron a los ratones obesos con una alimentación deficiente en glutatión, disminuyeron los genes del metabolismo de la vitamina D en los receptores del hígado. Como resultado, aumentó el estrés oxidativo.

Según los autores, sus hallazgos sugieren que la suplementación con glutatión podría ayudar a reducir el riesgo de deficiencia de vitamina D en personas con obesidad.

También se ha demostrado que la suplementación con L-cisteína, un precursor limitante de la velocidad del glutatión, aumenta los niveles de vitamina D y reduce el estrés oxidativo, señala el documento, que respalda la relación entre el glutatión y la vitamina D.

El glutatión y la NAC mejoran el estrés inducido por el ejercicio

Como se mencionó anteriormente, el ejercicio es una de las formas en la que aumenta la producción de radicales libres y, con ello, el estrés oxidativo. Este estrés oxidativo es lo que hace que el ejercicio sea tan beneficioso, siempre y cuando descanse lo suficiente entre los entrenamientos.

Dicho esto, como se señaló en un artículo del año 2005, “Regular de manera efectiva el equilibrio celular entre la oxidación y la antioxidación es importante cuando se considera la función celular y la integridad del ADN, así como la transducción de señales de la expresión génica”. En otras palabras, el ejercicio excesivo puede causar más daño que beneficio. Según los autores:

“Los amantes del ejercicio y los investigadores se han interesado en los últimos años en identificar cualquier medio que ayude a minimizar los efectos perjudiciales del estrés oxidativo que se relacionan con el ejercicio intenso y poco habitual. Es posible que al disminuir la cantidad de estrés oxidativo a la que está expuesta una célula pueda aumentar la salud y el rendimiento …

Para proteger contra los efectos nocivos de las ROS [especies reactivas de oxígeno], nuestros cuerpos tienen un complejo sistema de protección antioxidante endógeno en forma de enzimas como la superóxido dismutasa, la catalasa y el glutatión peroxidasa.

En condiciones normales de reposo, se eliminan las especies reactivas de oxígeno de la célula evitando así cualquier daño posterior.

Sin embargo, en condiciones más extremas, tales como: 1) consumo inadecuado de alimentos que contienen antioxidantes, 2) consumo excesivo de prooxidantes, 3) exposición a productos químicos nocivos o luz ultravioleta, 4) lesiones/heridas o 5) el ejercicio intenso, especialmente el ejercicio excéntrico, el sistema antioxidante endógeno del cuerpo no puede eliminar eficazmente la producción excesiva de ROS.

En situaciones como las mencionadas anteriormente en las que la producción de moléculas prooxidantes aumenta hasta un punto en el que el sistema antioxidante no puede eliminarlas de manera efectiva, es cuando ocurre el estrés oxidativo.

El estrés oxidativo se ha relacionado con una serie de enfermedades que incluyen aterosclerosis, fibrosis pulmonar, cáncer, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple y envejecimiento.

La investigación sobre el estrés oxidativo durante el ejercicio indicó que el entrenamiento regular mejora la capacidad de estos mecanismos para responder de forma eficaz al aumento del producto oxidativo”.

El ejercicio aumenta su nivel de glutatión

El artículo del año 2005 también explica cómo el ejercicio afecta su nivel de glutatión y, por lo tanto, su salud, estado físico y el riesgo de padecer alguna enfermedad.

En resumen, cuando realiza ejercicio intenso su nivel de glutatión en la sangre disminuye de forma significativa, mientras que aumentan los niveles circulantes de glutatión oxidado, lo que indica que se ha utilizado dentro del músculo para extinguir los radicales libres producidos durante el esfuerzo.

Ya que se tiene en cuenta la importancia del glutatión para contrarrestar los radicales libres, una preocupación importante es la regulación efectiva de los niveles de glutatión al hacer ejercicio. La buena noticia es que cuanto más ejercicio haga, mayores serán sus niveles básicos de glutatión.

Esta adaptación le permite a su cuerpo lidiar de forma efectiva con el aumento de radicales libres que produce el ejercicio. Aunque el ejercicio en sí aumentará su nivel de glutatión con el tiempo, una estrategia que utilizan los atletas es aumentar el glutatión a través de la suplementación.

Como se mencionó, la suplementación con glutatión es ineficaz debido a su mala absorción, por lo que NAC se considera una opción mucho mejor. Otros estudios también confirmaron que la suplementación con NAC ayuda a retrasar la fatiga muscular durante el ejercicio y así mejora la resistencia. En un estudio, la infusión de NAC aumentó el tiempo de agotamiento en un 26.3%.

La capacidad de NAC para reducir la fatiga y mejorar el redox celular (reducción de la oxidación) también insinúa su beneficio potencial para quienes padecen el síndrome de fatiga crónica (CFS, por sus siglas en inglés).

La teoría del agotamiento de glutatión en el síndrome CFS

Según lo explicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el CFS, también conocido como encefalomielitis mialgica o ME, se caracteriza por “una fatiga abrumadora que no mejora con el descanso”. Esta fatiga con frecuencia desafía su capacidad para realizar las tareas más comunes de la vida diaria, como ducharse o preparar la comida.

El papel del glutatión en esta condición se aborda en el documento titulado “Una explicación simple de la teoría del agotamiento del glutatión/metilación de ME/CFS”, realizado por el Dr. Rich Van Konynenburg, creador del protocolo de metilación utilizado por muchos en la comunidad CFS.

Según Van Konynenburg, el estrés oxidativo “es probablemente el aspecto bioquímico mejor probado del síndrome de fatiga crónica”, y para que su estrés oxidativo abrume su sistema, algo debe demandar demasiado suministro de glutatión.

Ya se mencionaron varios ejemplos, como un consumo inadecuado de antioxidantes o prooxidantes inadecuados, exposiciones tóxicas y lesiones físicas. El estrés emocional a largo plazo también puede ser un factor. Como se señaló en el artículo de Van Konynenburg:

“Todas las personas experimentan una variedad de factores estresantes todo el tiempo, y el cuerpo de una persona sana puede mantenerse al día con las demandas de glutatión al reciclar las moléculas de glutatión usadas y al producir otras nuevas según sea necesario.

Sin embargo, si el cuerpo de una persona no puede seguir el ritmo, ya sea por demandas muy altas o polimorfismos genéticos heredados que interfieren con el reciclaje o con la producción de glutatión, o ambos, los niveles de glutatión en las células podrían desplomarse …

Uno de los trabajos que el glutatión hace es proteger su suministro de vitamina B12 para que no reaccione con las toxinas … Cuando su nivel de glutatión es demasiado bajo, su B12 está expuesto y vulnerable, y es atacado por toxinas.

Además, cuando no hay suficiente glutatión para eliminar los niveles de toxinas que aumentan en el cuerpo, hay dos cosas que funcionan juntas para sabotear su vitamina B12 cuando el glutatión baja demasiado”.

La conexión entre la vitamina B12 y el glutatión

La vitamina B12 ayuda a convertir los alimentos en glucosa para obtener energía, por lo que la fatiga es uno de los síntomas de niveles bajos de B12. Curiosamente, muchas personas con CFS tienen niveles elevados de B12. Sus cuerpos simplemente no pueden usarla de forma adecuada, y un posible culpable es un bajo nivel de glutatión.

“La mejor forma de descubrir esto es por medio de una prueba de ácidos orgánicos en la orina que incluye ácido metilmalónico. Será alto si la B12 se desvía, y esto se ve en personas con CFS”, afirma Van Konynenburg, y agrega:

“El trabajo más importante que tiene la B12 en el cuerpo es formar metilcobalamina, que es una de las dos formas activas de B12. La enzima metionina sintasa necesita esta forma para hacer su trabajo. Una enzima es una sustancia que cataliza o estimula una cierta reacción bioquímica.

Cuando no hay suficiente metilcobalamina, la metionina sintasa tiene que retrasar su reacción. Su reacción se encuentra en la unión del ciclo de metilación y el ciclo del folato, por lo que cuando esta reacción se ralentiza afecta a ambos ciclos…

El ciclo de metilación tiene trabajos importantes que debe hacer. Primero, actúa como una pequeña fábrica para suministrar grupos de metilo (CH3) a una gran cantidad de reacciones en el cuerpo. Algunas de estas reacciones producen cosas como la creatina, carnitina, coenzima Q10, fosfatidilcolina, melatonina y muchas otras sustancias importantes para el cuerpo.

No es una coincidencia que estas sustancias sean bajas en CFS… No producen suficientes debido al bloqueo parcial en el ciclo de metilación.

El ciclo de metilación también suministra grupos de metilo para que se unan a las moléculas de ADN, y esto ayuda a determinar si la estructura del ADN se utilizará para producir ciertas proteínas de acuerdo con sus patrones.

La ‘lectura’ del ADN se conoce como ‘expresión génica’. Los grupos metilo evitan o ‘silencian’ la expresión génica. Se ha observado una sobreexpresión de genes en pacientes con CFS, y sospecho que se debe al menos en parte a la falta de metilación para silenciar la expresión génica”.

El mecanismo bioquímico básico del CFS

El ciclo de metilación también regula el uso de azufre en el cuerpo y la producción de sustancias que contienen azufre, incluido el glutatión. Los pacientes con CFS tienen niveles anormales de metabolitos de azufre. Una vez que comprenda la interconexión del glutatión, la vitamina B12 y el ciclo de metilación, es más fácil ver cómo surge el CFS crónico. Como lo explicó Van Konynenburg:

“Cuando el glutatión disminuye demasiado, el efecto sobre la vitamina B12 ralentiza el ciclo de metilación. Los metabolitos de azufre se vierten en la vía de transulfuración (que está conectada al ciclo de metilación), se oxidan para formar cistina, pasan a través del sulfuro de hidrógeno, y finalmente se convierten en tiosulfato y sulfato y se excretan en la orina.

Esto reduce la producción de glutatión, que requiere cisteína en lugar de cistina, y ahora hay un círculo vicioso que preserva este mal funcionamiento y lo mantiene enfermo. Ese es el mecanismo bioquímico básico del CFS, todo lo demás fluye de esto.

Así es como creo que ocurre la fatiga: las células tienen pequeñas centrales eléctricas llamadas mitocondrias. Su trabajo es utilizar los alimentos como combustible para producir ATP (trifosfato de adenosina). El ATP actúa como una fuente de energía para generar una gran cantidad de reacciones en las células.

Por ejemplo, impulsa la contracción de las fibras musculares y proporciona la energía para enviar impulsos nerviosos. También suministra la energía para producir ácido estomacal y enzimas digestivas para digerir nuestros alimentos y muchas otras cosas.

Cuando el glutatión baja demasiado en las células musculares, incrementan los niveles de radicales libres oxidantes, y estos reaccionan con partes de la “maquina” en las pequeñas centrales eléctricas, de esta manera se reduce su producción de ATP.

Entonces, las células musculares experimentan una crisis energética y eso es lo que causa la fatiga. Con el tiempo, debido a la falta de glutatión, se acumulan más problemas en las mitocondrias, incluidas las toxinas, el ADN viral y los desequilibrios minerales”.

Todos estos factores finalmente diezmarán su función inmunológica y permitirán que las bacterias, virus y hongos patógenos asuman el control. Los pacientes con CFS tendrán varias infecciones al mismo tiempo. El bajo nivel de glutatión también impide las vías naturales de desintoxicación de su cuerpo y permite que la toxicidad se acumule con el tiempo con una disfunción cada vez mayor.

La respuesta para el síndrome CFS

Entonces, ¿cómo cambia estos eventos? Como se señaló en el artículo de Van Konynenburg:

“La clave principal para cambiar este proceso es ayudar a que la enzima metionina sintasa funcione de forma más normal, de modo que se levante el bloqueo parcial en el ciclo de metilación, el ciclo del folato y que el glutatión vuelva a la normalidad.

Para eso está diseñado el enfoque de tratamiento simplificado y, hasta ahora, la evidencia es que provoca estas cosas en la mayoría de las personas que tienen CFS.

Recomiendo que las personas con CFS tengan el panel de vías de metilación de diagnóstico de vitamina para averiguar si realmente tienen un bloqueo parcial del ciclo de metilación y el agotamiento del glutatión antes de decidir si es necesario probar este tratamiento con sus médicos.

Esto también proporciona una base para juzgar el progreso más adelante y repetir el tratamiento cada ciertos meses. Los síntomas no son una buena guía para juzgar el progreso durante el tratamiento, porque la desintoxicación puede empeorar los síntomas, mientras que en realidad son justo lo que se necesita para la recuperación”.

Se puede encontrar un resumen del plan de tratamiento de metilación simplificado de Van Konynenburg para el CFS en HealthRising.org. El punto clave de este tratamiento es el uso de suplementos específicos, que incluyen folato, B12, un multivitamínico, SAMe y fosfatidil serina.

En su protocolo explica la teoría detrás del uso de cada uno de estos suplementos, la forma en la que impactan el ciclo de metilación y sus interacciones con otros suplementos.

Mi recomendación es que los suplementos de glutatión y NAC no siempre son el camino ideal. Las personas con CFS pueden estar mejor respaldadas por una evaluación personalizada realizada por un médico experimentado que también puede incluir metil folato y metil vitamina B12.

Pautas generales de dosificación y seguridad para la NAC

Sin embargo, para muchos otros, la NAC se puede usar de manera segura para aumentar los niveles de glutatión. Para obtener más información sobre cómo NAC puede beneficiar su salud, consulte mi artículo “Los muchos beneficios de la NAC“.

La NAC está disponible como un suplemento oral y es muy económico. Por desgracia, al igual que el glutatión, la NAC tiene mala absorción cuando se consume por vía oral, aunque es mejor que el glutatión.

Según algunos estudios, la biodisponibilidad oral de NAC puede variar entre el 4 % y el 10 %, por lo que la dosis recomendada puede llegar hasta los 1800 miligramos (mg) por día. Su vida media es de alrededor de dos horas, por lo que la mayoría de los sujetos del estudio lo consumen dos o tres veces al día.

No se ha determinado una dosis máxima segura, pero como regla general, se tolera bien, aunque algunos experimentan efectos secundarios gastrointestinales como náuseas, diarrea o estreñimiento. Si esto ocurre, reduzca su dosis. Para reducir la probabilidad de efectos gastrointestinales es mejor combinarlo con alimentos.

También tenga en cuenta que debido a que la NAC aumenta el glutatión, el cual es un poderoso agente de desintoxicación, puede experimentar síntomas debilitantes de desintoxicación si comienza con una dosis demasiado alta. Para evitar esto, comience con poco, digamos de 400 a 600 mg una vez al día, y aumente poco a poco.

Además, si toma un antidepresivo o está bajo tratamiento contra el cáncer, asegúrese de hablar sobre el uso de NAC con su médico, ya que puede tener una reacción con algunos antidepresivos y quimioterapia.