Foro “El conflicto de interés en el diseño de políticas públicas”

Por Mariana Escalante, Vía Orgánica AC

El 9 de abril se efectuó el foro “Políticas de salud del conflicto de interés” donde estuvieron presentes Patti Rundall de Inglaterra, participante activa del boicot a Nestlé; Guillermo Ávila de Fundar, Alejandro Calvillo, del Poder del Consumidor y Eduardo Bohórquez del Instituto de la Transparencia.Patti Rundall comentó que está interesada en defender el bienestar de niños y bebés. Comentó que las compañías multinacionales están muy interesadas en vender, por lo que brindan mala información sobre sus productos, diciendo que son buenos para la salud, e incluso apoyados por médicos y científicos.

Estas empresas manejan libre y muchas veces fraudulentamente, la calidad o cualidades de sus productos para niños. Mostró su desacuerdo ante el hecho de que el Gobierno Mexicano incluyó en la Cruzada contra el Hambre a compañías como Pepsi Co. y Nestlé, que son culpables de la mala nutrición de generaciones enteras. Comentó que se va a reclutar a madres de bajos recursos para que promocionen productos de Nestlé, brindándoles información nutrimental falsa. Mencionó el hecho de que la comida procesada no es nutritiva y que las compañías no quieren que la gente consuma productos locales. Un resultado del consumo de comida procesada es la obesidad. “La gente debería de levantarse y decir que no a esta participación de compañías transnacionales en la Cruzada contra el Hambre” destacó Patti Rundall.

Acerca del conflicto de intereses, comentó que las políticas o leyes alimentarias deben plantearse al margen de los intereses de las compañías, buscando proteger a las y los consumidores. Destacó la importancia de asegurar la veracidad de los estudios científicos sobre los productos que consumimos.

Igualmente, comentó que es importante que el gobierno mexicano retome el control de los productos y regule los niveles de azúcar, sobre todo en productos para bebés o niños. Destacó la importancia de la acción de las y los consumidores, pues nosotros tendríamos que decir a las compañías qué hacer y no al revés. El problema es que las personas creen que es mejor alimentar a sus bebés con esta comida procesada en vez de productos frescos.

Para terminar comentó sobre la importancia de proveer con información a las personas, pues una vez que se sabe que estos productos son dañinos y matan bebés, como es el caso de Nestlé, no se pueden quedar sin hacer nada.

Por su parte, Eduardo Bohorquez dijo que respecto al conflicto de intereses, la sociedad requiere mayor información, ya que pese a que este tema se ha abordado por el IFAI, se necesitarían declaraciones patrimoniales o juradas, respecto a si un/a funcionario/a público/a trabajó o trabaja para alguna compañía Para terminar comentó que debe ser una práctica cotidiana el que cuando llegue un funcionario al gobierno, informe sobre posibles conflictos de interés.

A su vez, Guillermo Ávila contó que en Fundar realizaron una investigación sobre los subsidios y presupuestos agrícolas, para lo cual realizaron solicitudes de información y uno de los hallazgos fue el desequilibrio en el reparto de recursos, pues los recibían los grandes empresarios agrícolas y no quienes más los requerían.

Dijo que en el padrón de beneficiarios aparecieron nombres de funcionarios públicos que recibían dinero de subsidios, bajo el argumento de que ellos también eran productores, sin admitir el conflicto de intereses y alegaban que excluirlos de los recursos sería discriminación.

Por último, Alejandro Calvillo habló sobre la vinculación de funcionarios públicos con grandes empresas y cómo algunos omiten esta información de su curriculum. Dijo que la colaboración de Nestlé en la Cruzada contra el hambre es hacer política pública con empresas que tienen relacionadas con problemas de salud y eso no se puede permitir.

El hecho de impartir más de 2000 horas de cursos a mujeres para que vendan productos y se hagan asesoras nutricionales, es ponerle en bandeja de plata a Nestlé la alimentación mexicana, con lo que van a introducir y a borrar la cultura de los productos locales. Más del 95% de sus productos no cumplen con los lineamientos de salud.

Aseveró que se tendría que recuperar la producción nacional, establecer un comité científico y promover un consumo nutritivo. Mencionó el caso de Brasil, con el proyecto Hambre Cero, en donde participó Nestlé en un principio, pero después de protestas civiles y de funcionarios públicos, la transnacional salió del proyecto. En Brasil cuentan con un Consejo en Alimentos y Seguridad Nutricional donde 2/3 partes de sus miembros son de la sociedad civil, lo cual no sucede aquí. En las escuelas 70% de los alimentos provienen de productos frescos y al menos un 30% de éstos tienen que ser productos locales. Comentó que Brasil nos manda una advertencia con el agua embotellada.

Regresando a México, comentó que Diconsa está distribuyendo productos muy malos y que si consumiéramos productos locales el dinero iría para los productores. Necesitamos modificar los círculos viciosos a virtuosos. Igualmente, es necesaria la participación del gobierno.