Los medios de comunicación empiezan a comprender el efecto de la vitamina D en el COVID

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 24 de agosto del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Al parecer, los periodistas de los medios de comunicación reconocieron el efecto de la vitamina D en las tasas y la gravedad del COVID-19, así como en los casos que requieren hospitalización
  • Los resultados de un reciente estudio poblacional demuestran que el nivel plasmático de vitamina D es un factor aislado que puede determinar el riesgo de infección y hospitalización
  • Los investigadores de varios países han recolectado datos observacionales y clínicos, y han llegado a conclusiones similares
  • La vitamina D ofrece una alta protección y se puede combinar con otras estrategias para proteger su salud

Como hemos informado en este sitio y en casi todas las noticias recientes sobre el COVID-19, la vitamina D desempeña un papel único e importante que respalda y protege su sistema inmunológico de enfermedades graves. Sin embargo, lo que muchos expertos no consideran es que no es la “cura para todo”.

Muchos buscan solo una respuesta a la pandemia, lo que podría ser la razón por la que dudan en tomar en cuenta a la vitamina D. La evidencia científica de muchos años nos dice que vitamina D desempeña un papel muy importante en la salud y aunque los datos demuestran que aquellas personas con niveles séricos más altos tienen un menor riesgo de complicaciones por la enfermedad, una de las formas más fáciles y económicas de proteger su salud es asegurarse de que sus niveles de esta vitamina sean adecuados.

Cada vez es más la evidencia que demuestra los efectos de la vitamina D para reducir la mortalidad

Un estudio poblacional reciente de Israel, publicado en el FEBS Journal, se suma a la creciente evidencia que demuestra que los niveles plasmáticos de vitamina D son un indicador autónomo del riesgo de infección y hospitalización por COVID-19. Los investigadores estudiaron a 14 000 personas de un servicio de salud, desde el 1 de febrero de 2020 hasta el 30 de abril de 2020, a los que se les hizo la prueba del virus.

Identificaron bajos o supóptimos niveles plasmáticos a los 30 nanogramos por mililitro (ng/mL). Dentro del grupo de estudio, el 10.1 % dio positivo al COVID-19 y el 89.9 % dio negativo.

Los datos demostraron que el nivel plasmático de vitamina D en los que dieron positivo fueron más bajos que en los que dieron negativo. La relación de un nivel plasmático bajo incrementó la probabilidad de infección y el riesgo de requerir hospitalización.

Además, los datos demostraron otras condiciones de comorbilidad que aumentaron el riesgo de infección, las cuales incluyen la edad (50 años o más), ser hombre y tener un nivel socioeconómico bajo a medio. Aquellas personas que tenían 50 años de edad o más tenían un mayor riesgo de requerir hospitalización. El Dr. Eugene Merzon, líder del estudio, comentó:

“El hallazgo principal de nuestro estudio fue la relación de un nivel plasmático bajo de vitamina D con la probabilidad de infección por COVID-19 entre los pacientes que se sometieron a la prueba del virus, incluso después de ajustar la edad, sexo, nivel socioeconómico y trastornos mentales crónicos y desordenes físicos.

Además, el nivel bajo de vitamina D se relacionó con el riesgo de requerir hospitalización debido a la infección por COVID-19, aunque esta relación no fue relevante después del cambio de factores”.

Merzon advirtió que la cantidad de vitamina D debe ser “personalizada y se debe tomar en cuenta la edad, sexo, raza, origen étnico, estado nutricional y de salud de los pacientes”.

Los resultados del estudio también se publicaron en Medscape Medical News. Milana Frenkel-Morgenstern, Ph.D., miembro del equipo de investigación dijo que los resultados indicaron que los médicos deben “analizar los niveles de vitamina D de los pacientes y mantenerlos en un nivel óptimo para gozar de buena salud, así como para obtener una mejor respuesta inmunológica contra el COVID-19.”

Optimizar sus niveles de vitamina D podría ser la mejor forma de tomar el control de su salud: es fácil lograrlo, es económico y cuenta con una larga línea de investigación para respaldar su reputación en la lucha contra las infecciones.

Un estudio publicado en el Irish Medical Journal señaló que las personas que viven en países de latitudes del sur y que reciben rayos del sol, como España y el norte de Italia, tenían niveles bajos de vitamina D y las tasas de infección y muerte más altas de Europa. Medscape Medical News señala que estos países no refuerzan la alimentación ni sugieren que las personas consuman suplementos de vitamina D. Los investigadores concluyeron:

“Optimizar los niveles de vitamina D según las recomendaciones de las agencias de salud pública nacionales e internacionales, tendrá beneficios para la salud ósea y para combatir el COVID-19. Existe una hipótesis, sólida, biológica y plausible, junto con datos epidemiológicos que respaldan el papel que desempeña la vitamina D en el COVID-19”.

Los niveles séricos de vitamina D predicen la gravedad de la enfermedad

Los resultados de investigaciones posteriores han demostrado que el nivel sérico de vitamina D de una persona predice la gravedad de la enfermedad. En un estudio realizado en Inglaterra, se recopilaron datos de 134 pacientes que dieron positivo al COVID-19 y cuando fueron admitidos en el hospital se les extrajeron los niveles séricos de vitamina D.

Los investigadores descubrieron que los niveles eran comparables entre los pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y los tratados en la enfermería. Sin embargo, los que estaban en la UCI tenían más probabilidades de tener deficiencia. Cabe destacar que no hubo relación con las muertes, ya que lo que las suposiciones de los investigadores tienen que ver con el diagnóstico y tratamiento oportuno de la deficiencia de vitamina D después de ingresar al hospital.

En el análisis de un artículo los investigadores concluyeron que aquellas personas con riesgo de influenza o COVID-19 deberían considerar la administración de 10 000 UIs/d de vitamina D3 para elevar rápido las concentraciones con el objetivo de alcanzar de 40 ng/mL a 60 ng/mL. En un estudio retrospectivo en el que participaron 212 pacientes con COVID-19, los datos demostraron una correlación entre la vitamina D y la gravedad de la enfermedad.

GrassrootsHealth define el límite inferior de un nivel óptimo de vitamina D como 40 ng/mL. Como escribí antes, creo que para mejorar su función inmunológica y reducir su riesgo de infecciones virales, es necesario aumentar su nivel de vitamina D de entre 60 ng/mL a 80 ng/mL (150 nmol/L y 200 nmol/L).

Un equipo de científicos de Indonesia descubrió que “el estado de la vitamina D está muy relacionado con el resultado de la mortalidad por COVID-19…” En otro estudio publicado en el portal de preimpresión Medrxiv, los investigadores de la Northwestern University descubrieron una correlación entre una deficiencia severa de vitamina D y las tasas de mortalidad más altas en países a nivel mundial.

Este es solo un ejemplo de la recopilación y publicación de datos que demuestran que existe una fuerte correlación entre los niveles de vitamina D, el riesgo de infección y la gravedad de la enfermedad. Algunos expertos advierten que los estudios observacionales, en los que los investigadores recopilan datos y observan un efecto sin cambiar el entorno, limitan la capacidad de utilizar los datos.

Lo preocupante es que los datos de observación no pueden descartar otros factores que podrían explicar los resultados. Sin embargo, a pesar de que podría haber otros factores de confusión, es muy importante comprender que los datos se han recopilado en varios países, en varios estudios y que todos apuntan a la misma respuesta.

Los bajos niveles séricos se relacionan con la complicación de la enfermedad

A medida que algunas personas cuestionan la evidencia creciente de que la vitamina D podría contribuir a cambiar el curso de la enfermedad, los medios de comunicación ya están comprendiendo la evidencia científica.

USA Today publicó un artículo en junio en el que explicaba la importancia de la vitamina D para el sistema inmunológico, cómo afecta al sistema inmunológico innato y adaptativo y el papel que podría desempeñar en el COVID-19.

Aunque también señalan las limitaciones de los estudios observacionales, el reportero incluyó a muchas personas que tienen deficiencia y escribió: “Los bajos niveles de vitamina D son muy comunes y son causados por la poca exposición a los rayos del sol”.

Un artículo de The New York Times abarcó varios de los estudios en los que se relacionaron los niveles bajos de vitamina D con complicaciones de la enfermedad y dos estudios que utilizaron los mismos datos que resultaron negativos. En dichos estudios, la relación desapareció después de que los datos se ajustaran por edad, raza y obesidad. Un artículo del programa “ask-the-doctor” en Today habló sobre las opiniones que se reportaron.

La Dra. JoAnn Manson de la Facultad de Medicina de Harvard y del Brigham and Women’s Hospital cree que los estudios observacionales demuestran el efecto que tiene la vitamina D. Ella organiza un ensayo clínico aleatorio para evaluar la vitamina D en relación con la gravedad del COVID-19.

Por el contrario, el Dr. Pieter Cohen, médico de medicina interna, “desaconseja que las personas se realicen un análisis de sangre para conocer su nivel de vitamina D en este momento”. Y añade:

“No recomendamos la vitamina D a nuestros pacientes y no veo evidencia creíble de que la vitamina D desempeñe un papel en la prevención o el tratamiento del COVID-19. En el futuro, podríamos tener evidencia que evolucione y nos haga cambiar de opinión, pero por el momento, este no es el caso”.

Manson tiene una visión más equilibrada y dice:

“También sabemos que la vitamina D tiene un efecto inmunomodulador y puede reducir la inflamación y esto podría ser importante para la respuesta respiratoria durante el COVID-19 y la tormenta de citoquinas que se manifiesta”.

Ella recomienda:

“Para los pacientes que no pueden estar al aire libre y que también tienen un consumo alimenticio bajo de vitamina D, es muy razonable considerar un suplemento de vitamina D. La cantidad diaria recomendada de vitamina D es de 600 a 800 UIs, pero durante este período, sería razonable un multivitamínico o un suplemento que contenga de 1000-2000 UIs”.

Combine estas estrategias para mejorar su nivel de vitamina D

Creo que la optimización de la vitamina D es una estrategia poderosa y que proporciona ventajas para proteger su salud. La única forma en que sabrá su nivel de vitamina D es hacer un análisis. GrassrootsHealth tiene un kit de prueba casero que es fácil de usar y le brinda resultados en su casa.

Encontrará una calculadora que lo ayudará a usar su peso actual, nivel sérico y suplemento diario para calcular la cantidad de vitamina D3 que necesita para alcanzar el nivel deseado de vitamina D. Sin embargo, aunque es fundamental, no es lo único disponible para ayudar a proteger su salud.

Creo que es muy importante volverse metabólicamente flexible para ayudar a reducir la gravedad de la infección por COVID-19. El paso más importante para lograr y preservar la flexibilidad metabólica es disminuir el número de veces en que consume alimentos durante el día.

Al hacerlo mengua la resistencia a la insulina. En mi libro Contra el Cáncer, hablo de cómo ser metabólicamente flexible, incluyendo el ayuno intermitente y la cetosis nutricional cíclica.

El uso de hidrógeno molecular es otra estrategia, ya que es un poderoso antioxidante y un agente antiinflamatorio. La quercetina y el zinc pueden aminorar aún más el riesgo. La quercetina actúa como ionóforo de zinc y tiene sus propios efectos antivirales.

El tratamiento oportuno es importante si está hospitalizado. Existe una gran controversia sobre cuál es mejor, pero la evidencia clínica sugiere que se debe evitar la ventilación mecánica a toda costa. Hablo de esto en el artículo: “La ventilación mecánica podría aumentar el riesgo de mortalidad por COVID-19“.

Uno de los mejores tratamientos en la actualidad es el Protocolo MATH+, desarrollado por Front Line Covid-19 Critical Care Alliance. Está diseñado para usarse cuando alguien está hospitalizado y necesita suministro de oxígeno. Descubra más sobre cada una de estas estrategias en el artículo “Cómo solucionar la crisis de Covid-19 en 30 Días“.