El poder de… El arándano

Por El Poder del Consumidor, 21 de marzo de 2023.

  • México ocupa el 5° lugar como productor de arándano a nivel mundial. Los estados de Jalisco, Michoacán y Sinaloa destacan como los principales productores.
  • El arándano tiene un alto contenido de antioxidantes, vitamina C, potasio y fibra.
  • Tanto los arándanos azules como los rojos se pueden consumir de diferentes formas: frescos, en ensaladas, aguas, etc. Son muy versátiles y pueden incluirse en gran variedad de platillos.

¿Qué es?

El arándano es el fruto de un grupo de arbustos enanos perennes del género vaccinium, subgénero oxycoccus. Existen distintas especies y cultivos de arándanos, sin embargo se pueden agrupar en dos tipos: el arándano rojo (representante principal vaccinium macrocarpon) y el arándano azul (representante principal vaccinium corymbosum).

A los arándonos rojos se les conoce también por su nombre en inglés, cranberries, mientras que a los arándanos azules también se les nombra blueberries o moras azules. Ambos son producto de una planta recientemente domesticada. En los últimos años, la superficie cultivada de esta especie ha incrementado notablemente como resultado de la alta demandada propiciada por sus excelentes propiedades nutritivas. La vida productiva del cultivo puede extenderse entre 10 y 20 años con un buen manejo y bajo condiciones óptimas de clima y suelo.

El arbusto donde se cultiva varía en tamaño de acuerdo con la especie, posee raíces fibrosas y superficiales que, en gran medida, se benefician de la asociación con micorrizas, que es la simbiosis entre un hongo y las raíces de una planta. Su fruto, el arándano, es una baya cilíndrica de 0.5 a 1.5 centímetros de diámetro, de color azul a negro, cubierto por una capa cerosa con grandes propiedades nutritivas.

El cultivo del arándano ha traspasado las fronteras de su lugar de origen: el norte de Europa, Asia y América. En este último continente se cultiva desde Canadá hasta Chile.

El estado de Jalisco se ha especializado en la producción de arándanos azules. Dicho estado goza de las condiciones de suelo y clima, así como con toda la tecnología y recursos humanos de calidad para producirlos. Las moras, en general, requieren de un tratamiento profesional y especializado para su comercialización.

Estados Unidos es el principal consumidor de arándanos, y nuestra cercanía con este país ha favorecido el rápido crecimiento de la producción de esta fruta, así como el desarrollo de la industria.

La producción de arándano fomenta la creación de empleos. La época de recolección representa una importante derrama económica en favor de los productores agrícolas y de los sectores comerciales y de servicios de la región.

México produce 36,700 toneladas de arándanos azules al año. Los estados de Jalisco, Michoacán y Sinaloa son los que más los producen.

En cuanto a las exportaciones, el 95.4% del total comercializado se vende al mercado estadounidense, no obstante también se comercia con Japón, China, Singapur, Países Bajos, Canadá, Bélgica, Italia, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, y muy pronto Reino Unido.

¿Qué nutrimentos y beneficios aporta?

El arándano es uno de los alimentos con mayor contenido de antioxidantes, vitamina C, potasio y fibra. Cada 100 gramos (g) de arándanos contienen sólo 57 calorías, 14.5 g de carbohidratos, 0.3 g de grasas, así como 0.7 g de proteínas. Además, cuentan con vitamina A, K y minerales como calcio, hierro y manganeso.

Los arándanos son el mejor aliado contra las infecciones urinarias: el consumo continuo de arándano rojo es una alternativa eficaz a los antibióticos para el tratamiento y prevención de este mal.

Al incluir arándanos en el desayuno, la merienda o simplemente consumirlos como bocadillo, se reducen en un 10% las posibilidades de desarrollar hipertensión.

Sus vitaminas fortalecen el sistema inmunológico y combaten las infecciones. La vitamina C que contienen los arándanos te ayudará a evitar los molestos resfriados y aliviar los síntomas gripales. Como fruto deshidratado pueden ser empleados para tratar la diarrea, así como para ayudar en trastornos oculares, incluidos la poca visión nocturna, fatiga ocular y miopía.

¿Cuánto cuesta?

El arándano se encuentra disponible durante todo el año en el mercado mexicano, debido a la adaptabilidad de su cosecha. Sin embargo, la temporada formal inicia a mediados de febrero y termina en mayo.

El precio del arándano es variable, depende del lugar de compra, así como el tipo de arándano que obtengas. En promedio, el cuarto de kilo (250 g) oscila entre los $35 y los $60 pesos.

¿Cómo se recomienda consumirlo?

Tanto los arándanos azules como los rojos se pueden consumir de diferentes formas. La selección al momento de su compra es clave para que puedan durar mucho más tiempo en tu cocina. Principalmente, deben tener un aspecto general saludable, es decir, de color uniforme oscuro, con la piel tersa, sin arrugas, golpes o partes demasiado blandas.

Es recomendable observar la parte inferior del envase para comprobar que no hay pérdidas de jugos o líquido, ni piezas podridas o con moho.

La vida útil de los arándanos es corta, por ello es importante conservarlos en refrigeración en la parte menos fría del refrigerador. Se sugiere manipularlos poco, sin lavar, retirando las piezas que se puedan estropear y alejados de otras frutas o alimentos que puedan acelerar su maduración.

Solos o frescos, a cualquier hora del día son una opción fabulosa como refrigerio.

Por su tamaño, son muy fáciles de incorporar a gran variedad de platos o recetas, a menudo directamente sin tener que trocearlos.

Según en qué preparaciones los utilices, o si son frutos muy grandes, bastará con cortarlos por la mitad, en cuartos, o picarlos.

Podemos tomarlos con yogur, con queso cottage o con avena fría o caliente, para el desayuno o merienda.

Son un excelente ingrediente para batidos o licuados, combinados con frutos secos, semillas y otras frutas, y también se prestan de maravilla para triturarlos, tanto en fresco como directamente congelados.

Se encuentran fácilmente en postres como nieves, jugos y mermeladas.

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Referencias:

Encuentra aquí recetas para hacer con arándanos

Batido de arándano con plátano en dos recipientes sobre una mesa

Batido de arándano con plátano

Ingredientes (2 porciones):

• 100 g de arándanos o moras azules

• ½ plátano maduro

• 70 g de yogur griego natural o yogur natural sin azúcar

• 100 ml de agua natural o leche light

• 1 taza de hielo

Preparación:

1. Lava los arándanos y llévalos a la licuadora (puedes dejar un par para decorar).

2. Añade el hielo, plátano, yogur y agua o leche.

3. Bate hasta obtener una mezcla homogénea.

4. Vierte la mezcla en dos vasos.

5. Si lo prefieres, puedes agregar unas hojas de menta o albahaca para darle un toque fresco y colocar los arándanos encima. Listo, ¡A disfrutar!

Receta adaptada de: https://www.directoalpaladar.com/ingredientes-y-alimentos/redescubre-arandanos-su-temporada-fruto-bosque-versatil-propiedades-usos-recetas-para-disfrutarlos

Tazón de yogur con arándanos y frutas sobre una mesa con los ingredientes esparcidos alrededor

Tazón de yogur con arándanos y frutas

Ingredientes (2 porciones):

• 2 tazas de yogur natural sin azúcar

• 80 g de arándanos azules o rojos

• ½ taza de fresas desinfectadas y en rodajas

• 1 manzana picada en cubos

• 30 g de nueces o semillas

• 1 plátano picado en rodajas

• 2 cdas. de chía, coco y/o amaranto

Preparación:

1. Divide las porciones de frutas y semillas en dos y prepara dos tazones o platos hondos para servirlo.

2. Bate el yogur sin azúcar con los arándanos y coloca la mezcla en los tazones.

3. Sobre el yogur coloca las fresas, el plátano, la manzana y las nueces o almendras. Puedes separar cada ingrediente por secciones para hacer el plato más interesante.

4. Espolvorea la chía o el amaranto encima de la fruta.

5. Listo, ¡provecho!, si lo prefieres, puedes agregar media cucharadita de miel a cada tazón.

Receta de elaboración propia de El Poder del Consumidor.

Foto de Glen Carrie en Unsplash

Esta podría ser la razón por la que las fresas ya no tienen un buen sabor

Por Dr. Mercola, Tome Control de su Salud, 29 de marzo de 2023.

HISTORIA EN BREVE

  • Las prácticas agrícolas en las granjas convencionales dependen en gran medida de pesticidas, fungicidas y herbicidas para proteger los monocultivos de siembra habitual. Un estudio de 2023 ofrece información sobre por qué es posible que haya una diferencia en el sabor de las fresas que compra en la tienda
  • Los datos revelaron que dos fungicidas de uso común redujeron de forma drástica los azúcares solubles, los nutrientes, el sabor y el aroma de las fresas. Como demostró el artículo, las variedades tradicionales que se obtienen de cultivos orgánicos tienen mejor sabor y más nutrientes
  • Las prácticas agrícolas tradicionales están en peligro. Mientras los globalistas compran tierras de cultivo de primera calidad que no se destinan a prácticas de agricultura ecológica, biodinámica o regenerativa, desde el 2015, el Gobierno federal mantiene bajo lupa la granja ecológica de Amos Miller, donde los productos se cultivan sin pesticidas, transgénicos, gasolina ni fertilizantes
  • Las prácticas agrícolas regenerativas ayudan a proteger la tierra y la salud de los seres humanos, pero no son de gran ayuda para las ganancias financieras de la industria alimentaria. A medida que más personas reconocen que es necesario evitar los pesticidas, la demanda de semillas orgánicas ha crecido mucho. Procure comprar semillas ecológicas que provengan de plantas orgánicas

Las prácticas agrícolas en las granjas convencionales dependen en gran medida de pesticidas, fungicidas y herbicidas para proteger los monocultivos de siembra habitual. Un estudio de 20231 ofrece información sobre por qué es posible que haya una diferencia en el sabor de las fresas que compra en la tienda.

De acuerdo con las encuestas, la razón principal por la que las personas eligen alimentos orgánicos es para evitar exponerse a pesticidas. 2 Estos productos químicos no solo amenazan el medio ambiente, sino que también representan un riesgo muy evidente y directo para la salud humana.

El glifosato, el ingrediente activo del herbicida Roundup de Monsanto/Bayer, ha sido noticia porque es el químico agrícola que más se ha utilizado en la historia y porque la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) lo ha identificado como un probable agente cancerígeno para los humanos. 3

La IARC también llegó a la conclusión de que existían pruebas sólidas de genotoxicidad y basó estas conclusiones en una revisión de 1000 estudios, incluidos los que se realizaron en personas que se exponían al glifosato en su trabajo, así como otros modelos animales experimentales y estudios de laboratorio.

Dado que la IARC catalogó al glifosato como un probable agente cancerígeno para los humanos en 2015,4 se han planteado importantes preocupaciones debido a que este herbicida se relaciona con la enfermedad del hígado graso5 e insuficiencia renal. 6 El aumento de su uso está correlacionado7 con un aumento simultáneo en la incidencia de múltiples cánceres, como el cáncer de mama, páncreas, riñón, tiroides, hígado, vejiga y leucemia mieloide.

Ya que el glifosato se usa casi en todas las prácticas agrícolas, cada vez hay más estudios que demuestran sus efectos adversos sobre la salud humana. De acuerdo con los datos de los CDC,8,9 más del 80 % de los niños y adultos en Estados Unidos tienen niveles de glifosato en la orina que se pueden detectar. Por muy perjudicial y peligroso que haya sido el glifosato para el suelo10 y la salud humana, no es el único producto químico que se utiliza en la agricultura convencional.

Los investigadores del estudio 11buscaron determinar el mecanismo que usan los fungicidas para cambiar el sabor y el valor nutritivo de las fresas. Es interesante señalar que un estudio12 de 2003 que evaluó el efecto del glifosato en la actividad microbiana del suelo descubrió que, tras varios años de uso, aumenta el nivel de actinomicetos y hongos.

Los pesticidas ocasionan que las fresas sean insípidas

El sabor y el valor nutricional de las frutas son el resultado de su composición única y sus nutrientes esenciales. Como informa ZME Science,13 los fungicidas están diseñados para interrumpir los procesos celulares, de manera que sea posible controlar los hongos que dañan los cultivos. No obstante, estos mismos mecanismos también pueden dañar el cultivo de la fruta, lo que interfiere en la producción de los compuestos volátiles y nutrientes que son esenciales para el sabor de la fresa.

Los investigadores notaron que los consumidores se han quejado del cambio en el sabor y, aunque era posible que los pesticidas tuvieran algo que ver, el mecanismo no era claro. El estudio comenzó con el cultivo de tres grupos de fresas en condiciones idénticas. Después, los investigadores aplicaron fungicidas a dos grupos de bayas cuando aún estaban tiernas y verdes, mientras que no se le aplicó ninguna sustancia al grupo de control.

Los investigadores aplicaron los dos fungicidas que más suelen utilizarse en fresas, es decir, boscalid (BOS) y difenoconazol (DIF). Al final de la temporada de crecimiento, los tres grupos mostraron el mismo tamaño y color. Más tarde, los investigadores analizaron la composición química y descubrieron un patrón sorprendente entre los que tenían el fungicida y los que no.

Las fresas a las que se les aplicó el pesticida tuvieron una cantidad mucho menor de azúcares solubles y nutrientes, como la vitamina C. Algunos de los azúcares de la fruta madura también se convirtieron en ácidos, lo cual causó que su sabor fuera menos dulce. Asimismo, el daño oxidativo del pesticida también atenuó el aroma y el sabor.

Los investigadores descubrieron que el boscalid también afectaba de forma directa a los genes implicados en la producción de azúcares, nutrientes, aminoácidos y compuestos volátiles. Se hicieron pruebas de sabor a ciegas y, en ellas, las fresas no tratadas fueron las preferidas.

El sabor y el valor nutricional están relacionados

Como señala ZME Science,14el perfil de sabor de las frutas y las bayas se relaciona con su valor nutricional. Por ejemplo, la dulzura surge de la glucosa o la fructosa que contiene la fruta. El olor o aroma está ligado a los ésteres y terpenos, que son compuestos aromáticos que se caracterizan por su agradable olor.

Estos compuestos ejercen un rol importante en el aroma y el sabor que se desarrollan durante la vinificación. 15Los terpenos se encuentran, sobre todo, en las plantas y son los principales constituyentes de los aceites esenciales. 16 El té, los cítricos y el cannabis son algunas fuentes comunes. Tienen una larga historia en la medicina tradicional por sus propiedades antiplasmódicas y antivirales. Un terpeno que se utiliza mucho en la medicina popular y natural es la curcumina, que tiene propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas, antioxidantes y diuréticas.

Un artículo de 202217que se publicó en la revista PNAS señala que los consumidores suelen preferir el sabor de las variedades autóctonas cultivadas en el huerto que esas mismas frutas cuando están a la venta en las tiendas. Los agricultores comerciales suelen centrarse en rasgos importantes para los productores, como el rendimiento. En este artículo, los investigadores sugieren que ayudar a los agricultores a mejorar el sabor también puede mejorar la satisfacción del cliente y las ventas.

A pesar de ello, como demuestran ese artículo y el que se presentó antes, las variedades autóctonas podrían tener mejor sabor y más nutrientes porque se cultivan por medio de métodos orgánicos y sin pesticidas, herbicidas ni fungicidas que impidan su crecimiento y contenido nutricional.

Las prácticas agrícolas tradicionales están en peligro

Las prácticas agrícolas tradicionales, que incluyen la rotación de cultivos y el control natural de plagas sin pesticidas, han sufrido amenazas por parte de los globalistas y el gobierno federal. Por ejemplo, el multimillonario tecnológico Bill Gates, cofundador y ex director ejecutivo de Microsoft, podría parecer un candidato extraño para el cargo del principal agricultor de Estados Unidos, pero, de forma sigilosa, ha estado acumulando enormes extensiones de tierra bajo la firma de inversión Cascade Investment LLC.

Ahora posee un mínimo de 242 000 acres de tierras de cultivo de primera categoría en Estados Unidos. 18La compra que hizo en 2020 de 14 500 acres en el estado de Washington fue lo que llamó la atención de Eric O’Keefe. En su revista “The Land Report”,19 él determina que cualquier venta de más de 1 000 acres puede considerarse un evento fuera de lo común.

Tras indagar un poco más, descubrió que la compra estaba registrada como una pequeña empresa de Luisiana. “Eso llamó la atención de inmediato”, dijo O’Keeffe al New York Post. 20Se trataba de 14 500 acres en el corazón de algunos de los acres más costosos de Estados Unidos. Resultó que la pequeña empresa actuaba en nombre de Cascade Investment for Gates, que es propietaria de terrenos en Washington, Illinois, Iowa, California, Luisiana y muchos otros estados.

Gates tiene una gran visión para toda esa tierra, pero, por desgracia, no incluye prácticas agrícolas orgánicas, biodinámicas o regenerativas, que son esenciales para sanar el ecosistema y producir alimentos que en verdad sean sostenibles y nutritivos para las futuras generaciones. En su lugar, la superficie podría destinarse a producir más cultivos de maíz y soya transgénicos, que son la base de lo que Gates espera que se convierta en un suministro de alimentos cada vez más sintéticos y ultraprocesados.

El gobierno federal también se ha involucrado en la lucha para proteger los cultivos de semillas transgénicas cuando pusieron en marcha la granja ecológica de Amos Miller bajo la supervisión de los funcionarios del USDA. La Red de Seguridad Alimentaria ha informado en diversas ocasiones la difícil situación de Miller, hasta el punto de que tiene su propio blog21 y páginas de contenido sobre los problemas del gobierno con una granja agrícola que produce productos ecológicos, sin pesticidas, herbicidas ni semillas transgénicas.

En 2016, la corte de Estados Unidos permitió que los agentes armados de la ley acompañaran a los investigadores del Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria del USDA a la vivienda y a la granja del conocido pacifista amish Miller. David Gumpert informó22que durante estas inspecciones el USDA exigió los nombres de los clientes de Miller desde 2012.23Miller se negó y citó requisitos contractuales para mantener la información privada.

En 2022, siete años más tarde,24Miller el USDA estuvo al pendiente de sus movimientos de forma constante. En una incursión de la que informó Rebel News, varios empleados federales armados volvieron a visitar la granja. Miller no sólo no utiliza pesticidas ni herbicidas, sino que la granja tampoco depende de la gasolina ni de los fertilizantes.

Como señala Rebel News, la cuenta de resultados de Miller no se ve afectada por fuerzas externas como la guerra entre Ucrania y Rusia, lo que no ha sido la experiencia de otros que no cultivan como él. Los organismos federales han recurrido a la fuerza y a multas elevadas para que Miller cumpla la normativa. Los miembros del club privado de alimentación de la granja pagan una cuota para obtener alimentos de un agricultor independiente que no utiliza productos transgénicos ni procesa la carne ni los productos lácteos en instalaciones del USDA.

La agricultura regenerativa protege la tierra y la salud de los seres humanos

Will Harris es un pionero de la agricultura regenerativa que dirige White Oak Pastures en Bluffton, Georgia. Produce productos de animales alimentados con pastura de alta calidad, como carne de res y otros productos de origen animal, y es un ejemplo inspirador de cómo pasar de la agricultura convencional a la regenerativa y prosperar en el ámbito económico.

Antes de mediados de la década de 1990, Harris dirigía su granja de la misma forma que su padre y la mayoría de los demás agricultores del país: “como una explotación ganadera muy lineal y monocultural”, dijo durante un episodio de The Joe Rogan Experience. 25

Aunque es una emulación imperfecta, ayuda a restablecer los ciclos naturales que ha roto la agricultura industrial. Como se indica en la página web de White Oak Pastures, “la agricultura regenerativa es un sistema de principios y prácticas agrícolas que pretende rehabilitar y mejorar todo el ecosistema de la explotación, enfocándose en la salud del suelo y prestando atención a la gestión del agua, el uso de fertilizantes, entre otras cosas”.26

Antes de adoptar la agricultura regenerativa, Harris pasó 20 años explotando la granja de forma industrial, lo que incluía el uso de antibióticos e implantes hormonales para que los animales bovinos crecieran más rápido. Pero las tecnologías en las que se basa la agricultura industrial para “mejorar” la producción de alimentos son muy destructivas.

“Pesticidas, fertilizantes químicos, organismos transgénicos, antibióticos subterapéuticos e implantes hormonales… Estas tecnologías tienen consecuencias horribles e imprevistas que perjudican a nuestra tierra, el agua, el clima y el ganado”, Harris escribió en su blog. 27

Además, han permitido que la agricultura sea escalable hasta el punto de que un número limitado de empresas multinacionales controlan la mayor parte del suministro de alimentos. Un sistema alimentario centralizado no beneficia a nadie más que a quienes lo controlan, y pone en riesgo a los consumidores.

Opte por semillas ecológicas autóctonas para cultivos ecológicos

A medida que más personas reconocen la necesidad de evitar los pesticidas, están dándose a la tarea de cultivar sus propios productos en macetas y en sus patios traseros. Aunque la demanda de semillas orgánicas ha crecido, High Mowing Organic Seedses una de las únicas empresas que produce semillas orgánicas a partir de plantas que se cultivan por medio de métodos orgánicos. La mayoría de las compañías no cultivan sus propias semillas y, aunque usted podría cultivar las plantas sin sustancias químicas, es posible que las semillas no tengan raíces orgánicas.

Tom Stearns es el dueño y fundador de High Mowing Organic Seeds, que empezó como un pasatiempo en 1996. Al tercer año ya había vendido semillas por un valor de 18 000 dólares, y de 34 000 dólares al cuarto año. La demanda creció tanto que Stearns tuvo que convertir su pasatiempo en un negocio que, en poco tiempo, se convirtió en una empresa de medio millón de dólares.

Growing a Greener World entrevistó a Stearns en 2018,28 y él habló sobre la importancia de elegir semillas orgánicas para crear un plan de alimentación saludable. Aunque existen normas sobre el uso de productos químicos en los cultivos alimentarios comerciales, las normas son menos rígidas cuando se trata del cultivo de semillas convencionales, que en teoría no son un producto alimenticio:29

“Cuando se cultivan alimentos de forma convencional, existen normas sobre los distintos productos químicos que se pueden utilizar o no. Cuando se cultivan semillas de forma convencional, también existen reglas, pero se permiten muchos más productos químicos.

Así, los cultivos de semillas se rocían con muchas cosas, porque no es un cultivo alimentario, por lo que no se va a traducir en ese riesgo para las personas, pero, por supuesto, aún existen sustancias venenosas en el medio ambiente. Así que, un cultivo orgánico de semillas no tiene esas sustancias venenosas, y la cantidad de las mismas es mucho menor que en los cultivos convencionales”.

Otro dato revelador que expuso Stearns es que el 95 % de la superficie de las granjas de hortalizas ecológicas se planta con semillas convencionales. Esto no es siempre por decisión propia, ya que el sector de las semillas ecológicas aún está dando sus primeros pasos, lo que significa que no siempre hay suficientes para todos, o que las variedades adecuadas no siempre están disponibles.

De hecho, la mitad de las verduras que se cultivan hoy en día no tienen fuentes comerciales, sino que deben obtenerse a través del comercio de semillas. 30 High Mowing Organic Seeds intenta poner a disposición de los agricultores ecológicos más variedades de semillas ecológicas, lo que, según ellos, supone una gran diferencia con respecto al uso de semillas convencionales.

Si usted se dedica a cultivar, buscar semillas orgánicas de alta calidad le ayudará a producir las plantas más robustas y los alimentos más saludables. Otra alternativa es guardar semillas de sus propias plantas. Cuando guarda semillas de sus plantas de mejor rendimiento, en su tierra y en su propio ecosistema, poco a poco desarrollará variedades que se adapten mejor a su propio suelo, clima y condiciones de crecimiento.

Los grandes proveedores de semillas rara vez arrancan la raíz de las plantas que no cuentan con las características deseadas, por lo que las semillas de polinización abierta que venden contienen ejemplares inferiores en la mezcla. High Mowing es una de las pocas empresas de semillas que lo hacen, pero usted también puede seleccionar sus propias semillas para obtener uniformidad y calidad.

Puede controlar el acervo genético para optimizar la germinación, el tiempo de maduración, el sabor, el almacenamiento, la resistencia a las enfermedades y el color. Después de algunas temporadas, cada vez más plantas contarán con todas las características que usted seleccionó.


Fuentes y Referencias

Foto de Oliver Hale en Unsplash

El uso de este veneno ha aumentado y ahora se encuentra en casi todos los alimentos

Por Dr. Mercola, Tome Control de su Salud, 28 de marzo de 2023.

HISTORIA EN BREVE

  • Entre 1974 (el año en que el glifosato empezó a comercializarse en los Estados Unidos) y 2014, la aplicación de glifosato incrementó en más de 250 veces
  • En 1993, pocos tenían niveles detectables de glifosato en su orina, pero para 2016 esto cambió, ya que el 70 % de la población ya manifestaba niveles detectables. Entre 1993 y 2016, los niveles de glifosato en el cuerpo de las personas aumentaron en un 1208 %
  • Los correos electrónicos internos de la FDA revelan que el producto Roundup se ha encontrado en prácticamente todos los alimentos analizados, incluyendo a la granola, productos de avena, galletas y miel
  • Las pruebas independientes han encontrado cantidades significativas de glifosato en una amplia variedad de alimentos, incluyendo a los granos (especialmente avena), legumbres, frijoles, jugo de naranja, vino y helado

Los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, en San Diego, informaron que en las últimas décadas se había suscitado un incremento drástico en la exposición al glifosato, al igual que en los niveles encontrados en el cuerpo de las personas.1

Como era de esperarse, la introducción de los cultivos transgénicos (GE) denominados “Roundup Ready” ocasionó un aumento masivo en la aplicación del Roundup, cuyo ingrediente activo es el glifosato.

Además, el glifosato se ha convertido en una herramienta popular para desecar los granos, legumbres y frijoles que no son transgénicos, lo que ha fomentado aún más la aplicación de esta sustancia química.

Entre 1974 y 2014, la aplicación de glifosato se incrementó en más de 250 veces.2,3 A nivel mundial, el uso del glifosato se ha multiplicado casi quince veces desde 1996, dos años después de que los primeros cultivos transgénicos empezaran a comercializarse.

Ahora, cada año los agricultores aplican casi 5000 millones de libras (más de 2 mil millones de kilogramos) de glifosato a los cultivos agrícolas alrededor del mundo.4 En los Estados Unidos, se utilizan alrededor de 300 millones de libras en las tierras agrícolas.

Según los investigadores, pocos tenían niveles detectables de glifosato en su orina en el año 1993, cuando comenzó el estudio.5 Sin embargo, para el 2016, el 70 % presentaba niveles detectables.6 En general, entre 1993 y 2016, los niveles de glifosato en los cuerpos de las personas aumentaron en un 1208 %.

Las pruebas revelan que los alimentos están ampliamente contaminados con glifosato

A pesar de que Monsanto argumenta que el Roundup (y el glifosato) es absolutamente seguro, cada vez más investigaciones indican todo lo contrario, por lo que se ha vuelto indispensable evaluar qué cantidad de glifosato contienen los alimentos.

Por desgracia, aunque el Programa de Datos de Pesticidas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) cuantifican los residuos de pesticidas en los alimentos, ninguno ha incluido el glifosato en sus pruebas oficiales.

El USDA prometió empezar las pruebas de glifosato en 2017, pero pocos días antes de comenzar la prueba, el programa fue cancelado. La razón nunca se ha revelado. La única vez que el USDA analizó los niveles de glifosato fue en 2011, cuando se analizaron 300 muestras de soya y se descubrió que todas estaban contaminadas.

Mientras tanto, en 2016 la FDA comenzó un programa limitado de pruebas para el glifosato, en el que se encontraron niveles elevados de esta sustancia química en productos de avena y miel, pero la agencia no publicó los resultados.

Ahora, los correos internos de la FDA obtenidos por la periodista de investigación, Carey Gillam,7 a través de las solicitudes hechas de acuerdo con la Ley de Libertad de Información (FOIA, por sus siglas en inglés), revelan que el Roundup está presente en prácticamente todos los alimentos analizados, incluyendo la granola y las galletas saladas. Gillam escribe:

“Los documentos internos obtenidos por The Guardian demuestran que la FDA ha tenido problemas para encontrar alimentos que no contengan rastros del pesticida.

‘He traído galletas de trigo, cereal de granola y harina de maíz de mi casa y todos estos contienen una cantidad considerable’, escribió el químico de la FDA, Richard Thompson, a sus colegas a través de un correo electrónico sobre el glifosato, el año pasado… el brócoli era el único alimento ‘a la mano’ que no tuvo glifosato …

De forma independiente, el químico de la FDA, Narong Chamkasem, encontró que el maíz contenía glifosato ‘en niveles que superaban la tolerancia’ de 6.5 partes por millón [ppm], según un correo electrónico de la FDA.

El límite legal es de 5.0 ppm. Normalmente, se le informaría a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) si se encontrara un nivel ilegal, pero un supervisor de la FDA le escribió a un funcionario de la EPA que el maíz no se consideraba una muestra oficial’“.

Las pruebas independientes también señalan un problema generalizado con el glifosato

El Health Research Institute Labs (HRI Labs) es un laboratorio independiente que analiza los micronutrientes y toxinas que se encuentran en los alimentos, y a menudo es contratado para comprobar que alimentos son “totalmente naturales” y/o orgánicos.

Actualmente, una de las toxinas en las que HRI Labs se ha enfocado es el glifosato, y las pruebas públicas proporcionadas le han permitido recopilar datos sobre la omnipresencia de esta sustancia química en el suministro de alimentos.

Hace algunos años, HRI Labs fue el laboratorio encargado de analizar el helado de la marca Ben & Jerry’s, el cual también demostró contener glifosato. Las muestras fueron proporcionadas por la Asociación de Consumidores Orgánicos (OCA, por sus siglas en inglés) y Regeneración Vermont, que son organizaciones preocupadas por el impacto ambiental que los productores lácteos de Ben & Jerry’s han ocasionado en Vermont.

Por medio de un equipo de pruebas sensible y de última generación para analizar la calidad de los ingredientes, se encontró que 10 de las 11 muestras de helado contenían niveles considerables de glifosato.

El HRI Labs también ha investigado un sin número de diferentes alimentos, incluyendo los granos, legumbres y frijoles. La mayoría de estos tipos de cultivos necesitan secarse en el campo antes de ser cosechados y, para acelerar ese proceso, los campos son rociados con glifosato un par de semanas antes de la cosecha.

Como resultado de esta práctica, conocida como desecación, los productos a base de granos, legumbres y frijoles contienen enormes cantidades de glifosato. Por ejemplo, se encontró que la avena de la marca Quaker Oats tenía niveles muy altos de este químico.

Además, el jugo de naranja también contiene una extraordinaria cantidad de glifosato, ya que la maleza de los cultivos de naranja es controlada al fumigar con glifosato, el cual termina en las naranjas cuando se filtra de la tierra a las raíces de los árboles. Algo similar ha ocurrido en los viñedos, razón por la cual muchos vinos están contaminados.

Además, en los Estados Unidos, el HRI Labs ha analizado más de 1200 muestras de orina de los habitantes. Esta prueba se ha realizado como parte de un proyecto de investigación que proporcionará información valiosa sobre la presencia de glifosato en la alimentación y sobre cómo el estilo de vida y la ubicación afectan la exposición de las personas a los agroquímicos. Estos son algunos de los descubrimientos hasta la fecha:

  • El 76 % de las personas evaluadas tenía algún nivel de glifosato en su sistema
  • Los hombres son propensos a presentar mayores niveles que las mujeres
  • Las personas que consumen avena con frecuencia tienen el doble de glifosato en su sistema que las personas que no lo hacen (probablemente debido a que la avena es desecada con glifosato antes de ser cosechada)
  • Las personas que consumen alimentos orgánicos con regularidad exhiben niveles 80 % más bajos de glifosato, en comparación con los que rara vez consumen alimentos orgánicos. Esto indica que los productos orgánicos son una opción más segura
  • Las personas que consumen cinco o más porciones de vegetales al día presentan niveles 50 % más bajos de glifosato, en comparación con los que consumen menos vegetales

¿Cómo podría influir el glifosato en la salud humana?

El glifosato simula a la glicina (de ahí el “glI” del glifosato), un aminoácido muy común que el cuerpo utiliza para producir proteínas. Como resultado, el cuerpo podría sustituir a la glicina por el glifosato, lo que causaría la producción de proteínas dañadas. Según una investigación publicada en la revista Entropy en 2013, los principales efectos tóxicos del glifosato se traducen en lo siguiente:8,9

  • Inhibe la vía del shikimato, que se encuentra en las bacterias intestinales, tanto en humanos como en animales
  • Interfiere con la función de las enzimas citocromo P450 que son necesarias para activar la vitamina D en el hígado, al igual que para producir el óxido nítrico y sulfato de colesterol, que son necesarios para promover la integridad de los glóbulos rojos
  • Es un quelante de minerales esenciales, como el hierro, cobalto y manganeso. A su vez, la deficiencia de manganeso afecta en la función mitocondrial y podría ocasionar intoxicación por glutamato en el cerebro
  • Interfiere con la síntesis de la metionina y los aminoácidos aromáticos, lo podría causar la escasez del folato y los neurotransmisores vitales
  • Altera la síntesis y transporte del sulfato

El glifosato también interrumpe, destruye, deteriora o inhibe:10

  • El microbioma, debido a su acción antibiótica
  • El metabolismo del azufre
  • Las rutas de metilación
  • La liberación de la hormona estimulante de la tiroides en la pituitaria, lo que podría causar hipotiroidismo

El glifosato también ha sido relacionado con ciertos tipos de cáncer. En marzo de 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), que es un órgano de investigación de la Organización Mundial de la Salud, reclasificó al glifosato como un probable cancerígeno de Clase 2A.11

Esta reclasificación se realizó con base en “evidencia limitada” que demostraba que el herbicida podría causar Linfoma No-Hodgkin y cáncer de pulmón en humanos, junto con “evidencia convincente” que lo vinculaba al cáncer en animales.

Desde entonces, más de 3500 personas han interpuesto demandas contra Monsanto, al alegar que el herbicida había causado su Linfoma No-Hodgkin. Muchos de los casos en este litigio multidistrital se han manejado en un tribunal federal de San Francisco bajo la jurisdicción de un solo juez.

Los documentos internos obtenidos durante el descubrimiento fueron publicados por los abogados de los demandantes y se han dado a conocer como “The Monsanto Papers“.

De manera alarmante, algunas de estas pruebas revelaron que la EPA ha protegido los intereses de la empresa al manipular y evitar las investigaciones clave para comprobar el potencial cancerígeno del glifosato.

Según la toxicóloga, Linda Birnbaum, exdirectora del Instituto Nacional de Servicios de Salud Ambiental de los Estados Unidos, incluso una exposición menor podría tener un efecto perjudicial en la salud humana: “Aun cuando hay bajos niveles de pesticidas, estamos expuestos a tantos, y no consideramos el hecho de que esta exposición es acumulable”.

Monsanto es demandado por consumidores engañados

Aparte de las demandas contra Monsanto por los efectos del Roundup causantes de cáncer, la empresa también fue demandada por haber realizado un etiquetado falso y engañoso.12 La demanda, que acusa a Monsanto de declarar falsamente en la etiqueta del Roundup que el glifosato “ataca una enzima que se encuentra en las plantas, pero no a las personas ni mascotas”, fue presentada en abril de 2017 por OCA y Beyond Pesticides.

Como se señaló anteriormente, el glifosato afecta a la vía del shikimato, la cual participa en la síntesis de los aminoácidos aromáticos esenciales, como la fenilalanina, tirosina y triptófano. Si bien, esta vía no se manifiesta en las células humanas y animales, está presente en las bacterias intestinales de los mamíferos, incluyendo en los seres humanos.

Por lo tanto, a través de las bacterias intestinales, aún ejerce una influencia significativa en la salud humana.

Además de tener un posible vínculo cancerígeno, el efecto del Roundup en las bacterias intestinales también sugiere que este químico podría desempeñar un rol fundamental en los problemas digestivos, la obesidad, el autismo, la enfermedad de Alzheimer, la depresión, la enfermedad de Parkinson, las enfermedades hepáticas y muchos otros problemas de salud crónicos.

Monsanto presentó una petición para que se desestimara el caso, al alegar que la etiqueta era precisa porque “la enzima en la que se enfoca el químico no es producida por el cuerpo humano ni se encuentra en las células humanas”, pero el juez del distrito Timothy Kelly rechazó su moción.

En el fallo, Kelly declaró: “El tribunal concluyó que los demandantes han alegado adecuadamente que la declaración en cuestión era falsa o engañosa” y que “los demandados no pueden impugnar que la declaración de la etiqueta de que la enzima en cuestión ‘se encuentra en las plantas, pero no en las personas’ es, cuando menos en una sola lectura, literalmente falsa”.

¿Cuánto glifosato tiene en su cuerpo?

Según Gillam, la FDA publicará los resultados de las pruebas de glifosato en algún momento. El tiempo dirá si realmente sucederá o no.

La buena noticia es que en relación con las pruebas de glifosato, ya no necesita confiar en el gobierno; puede comprobar sus niveles y evaluar su propia exposición. Como se mencionó anteriormente, el HRI Labs ha desarrollado kits de pruebas caseras para comprobar los niveles de glifosato en el agua y orina.

Si sus niveles resultan elevados, sería prudente abordar su alimentación y considerar comprar más alimentos orgánicos. También, es posible que deba considerar algún tipo de protocolo de desintoxicación, y tomar medidas para reparar el daño intestinal causado por el glifosato y otros agroquímicos. Lo más probable es que si sus niveles de glifosato son altos, también tenga otros plaguicidas en su sistema.

Los alimentos fermentados, particularmente el kimchi, son poderosos quelantes de este tipo de sustancias químicas. Asimismo, tomar carbón activado después de alimentos dudosos podría ayudarle a unir y eliminar las sustancias químicas. Recuerde que debe mantenerse bien hidratado para facilitar la eliminación de toxinas por medio de su hígado, riñones y piel.

De igual manera, se recomienda utilizar con frecuencia una sauna para poder eliminar tanto los pesticidas como los metales pesados ​​que pueda haber acumulado. Para obtener las directrices sobre cómo reparar el daño y mejorar su salud intestinal, consulte mis artículos, “Apoye Su Intestino” y “El caso contra las lectinas“.

Fuentes y Referencias

Foto de nrd en Unsplash

La guerra contra la comida chatarra

Por Lydiette Carrión, Pie de Página, 25 de marzo de 2023.

Hay batallas que valen la pena, la guerra contra la comida chatarra en el país es una de ellas.

Este viernes el gobierno publicó un decreto en el que prohíbe las grasas trans en aceites y grasas para cocinar (por ejemplo, las margarinas). Y también se prohíbe que productos para consumir –como galletas y otros– contengan más de 2 partes de cien en su contenido graso. 

Esto es relevante, ya que las grasas trans juegan un papel determinante en el desarrollo de enfermedades metabólicas, como la obesidad, la diabetes mellitus, aumento de grasa en la sangre. Este es el tipo de enfermedades más extendidas en la actualidad en México. Acortan la vida, y disminuyen la calidad. 

Estas enfermedades son una auténtica epidemia en México. En nuestro país, según datos oficiales, del total de adultos de 20 años y más, el 39.1 % tienen sobrepeso y 36.1% obesidad. Es decir un  75.2 % de la población adulta padece –en diferentes grados– este problema. El asunto es además muy grave entre las infancias en el caso de los niños de 0 a 4 años, el 22.2% tiene riesgo de sobrepeso y los de 5 y 11 años 35.6% muestran esta condición. Esto condena a una alta cantidad de niñas y niños a padecer problemas de salud en su edad adulta, a que su vida se acorte, a que la calidad de ésta sea baja. 

Lo mismo ocurre con la diabetes mellitus, que tiene una prevalencia en el 10.3 % de la población

El desarrollo de estas enfermedades no tiene que ver solo con un tema individual o familiar, sobre hábitos alimenticios al interior de cada hogar. Es, como muchas otras cosas, un asunto de dinámicas públicas y de políticas públicas y economía. Expertas y expertos han alertado desde hace décadas sobre el ambiente obesogénico que existe en el país: la sobre oferta de alimentos chatarra o ultraprocesados, que contienen muchas calorías vacías, cero cualidades nutritivas, poca o ninguna fibra (ni hablar de vitaminas y minerales). Esta es la comida chatarra, las papitas, las sabritas, los chocolatitos, los productos saturados de grasas (porque son mucho más baratas), cuya publicidad por cierto está dirigida a nuestras hijas e hijos, y que inundan las cooperativas de las escuelas públicas hasta hace poco, y continúan en escuelas privadas.

La alimentación saludable no sólo pasa por la voluntad individual. Pasa por disponibilidad de alimentos y por políticas públicas: qué hay en la tiendita de la esquina, qué venden en las cooperativas de la escuela, para qué alcanza en la economía familiar, con qué tiempo contamos para cocinar, y también qué se promueve en la televisión abierta los domingos por la mañana. Si el cuate te regala papitas, es probable que generes un hábito de por vida. No es casualidad que entre los grupos más desfavorecidos de la sociedad mexicana se concentre no solo la desnutrición sino también la obesidad: son dos caras de la misma moneda. 

Ahora bien, este decreto claro que tendrá implicaciones económicas. Las empresas de comida chatarra conforman uno de los sectores económicos más poderosos de este país. Me tocó verlos en acción hace más de una década. 

Recuerdo por ejemplo cuando en 2008, la entonces secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota participó públicamente en el lanzamiento de programas de Coca Cola y Pepsico al interior de las escuelas públicas. 

También para 2010, cuando México ya contaba con el terrible primer lugar en obesidad infantil, y hubo una discusión profunda acerca de promover una Ley antiobesidad en las escuelas, el lobby de la comida chatarra ganó la discusión. 

Por ejemplo, el 8 de abril de aquel año se votaría una iniciativa en la Cámara de Diputados pero  fue retirada de la orden del día ‘para ser enriquecida’ y avalarse el martes siguiente, el 13 de abril. En aquel momento, un diputado del PRI acusó al presidente de la comisión de Salud, de haber bajado la iniciativa a instancias de Lujambio, entonces secretario de Educación Pública. Cabe mencionar que la propuesta regresó, pero completamente “endulzada”.

En aquellos tiempos también se discutía erradicar de las escuelas públicas prohibieran ciertos alimentos, pero el lobby de la comida chatarra ganó y simplemente se acordó que las empresas hicieran productos con raciones más pequeñas. Pero no cambió ni la naturaleza de los alimentos ultraprocesados, ni la implementación de alimentos frescos y vegetales. 

En lo personal, me tocó cubrir aquellas batallas en otro medio de comunicación, fui testigo de cómo una iniciativa originalmente digna y genuinamente preocupada por la niñez de nuestro país fue mutilada hasta el grado del ridículo. 

Por ello saludo este decreto. Ahora queda ver la forma en la que el enorme poder político y económico de las empresas de comida chatarra darán batalla para no salir del mercado. 

Imagen de evelynlo en Pixabay

Productores de EU: México tiene razón en la pugna sobre maíz

Por Jim Cason y Davin Brooks, corresponsales, La Jornada, 15 de marzo de 2023.

Entre granjeros y científicos en Estados Unidos no todos rechazan la decisión de México de desautorizar el uso del maíz genéticamente modificado para alimentación humana, así como el empleo de glifosato, el herbicida más utilizado en el cultivo del grano.

“Opinamos que México tiene todo el derecho de pedir lo que desea”, afirma Lynn Clarkson, ejecutivo en jefe de la empresa Clarkson Grain, con sede en Illinois. “Como proveedor, Estados Unidos debería darle a sus clientes lo que ellos quieren”, sostiene el granjero a La Jornada.

Agrega que Estados Unidos puede proveer a México todo el maíz blanco no transgénico que necesite, aunque para ampliar las exportaciones requiere un plazo de 18 meses de adelanto para hacer el pedido de semillas y cultivar ese maíz.

“Al cliente lo que quiere”

Clarkson Grain es una empresa pequeña en comparación con otras de esa clase en Estados Unidos, pero es pionera en su sector en la producción y venta de maíz y soya orgánicos y no genéticamente modificados.

El ejecutivo de Clarkson es experto en agricultura no genéticamente modificada y en el pasado ha sido parte de paneles de asesoría para la Secretaría de Agricultura y la Oficina de Comercio de Estados Unidos.

Asevera que “es absolutamente raro que una nación que dice ser capitalista esté negando al cliente lo que desea”. Agrega que “no soy misionero de los productos genéticamente modificados o no modificados. Soy misionero de darle al cliente lo que quiere”.

Sobre la afirmación de la estadunidense Asociación de Cultivadores de Maíz y otras organizaciones de que en ese país no es posible cultivar la cantidad de maíz no modificado que quiere México, responde que “no hay ni duda de que Estados Unidos sí podría proveer” esa demanda.

Agrega que quizás habría un pequeño aumento en el precio y tardaría un poco más, hasta dos años, para producir más semilla no modificada, pero si México lo quiere, se puede lograr.

“Escandalosa” presión de Washington

Bill Freese, asesor de políticas científicas en el Centro por la Seguridad Alimenticia, es más franco. “Es escandaloso que Estados Unidos esté intentando obligar a México a aceptar el maíz transgénico con residuo del glifosato”, comentó en entrevista con La Jornada.

“Pensamos que Estados Unidos debería dejar de hacer bullying a México para que importe este tipo de maíz. México es un país soberano que debe decidir qué importar o no.”

Freese cree que México le está haciendo un favor al mundo al elevar las preocupaciones sobre el maíz transgénico. “Está claro que el glifosato es un cancerígeno conocido”, expresa.

La Agencia Internacional por la Investigación sobre el Cáncer de la Organización Mundial de Salud (OMS) clasificó el glifosato como “probablemente cancerígeno para los humanos”, subraya.

La organización de Freese, el Centro de Seguridad Alimenticia, encabezó la demanda judicial que obligó a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) a retirar su declaración de que el glifosato es seguro para humanos y que no tiene impacto sobre los ecosistemas.

Pero Freese también advierte que México debería ser cauteloso al evaluar la evidencia científica sobre los peligros del glifosato y el maíz transgénico. Señala que mientras científicos en entidades como la OMS han concluido repetidamente que el glifosato en particular es peligroso para la salud, a menudo grupos de interés económico logran presionar con éxito a las agencias reguladoras, que supuestamente deben vigilar las buenas condiciones sanitarias.

En su demanda contra la EPA, la organización de Freese descubrió memorandos que sugerían que los empleados de la agencia federal trabajaban junto con Monsanto, la multinacional cuyo producto RoundUp usa glisofato (ahora esa empresa es parte de Bayer).

Imagen de Igor Lukin en Pixabay