¿“Efectividad del 90 %” en primera vacuna contra el COVID-19?

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 20 de noviembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • En un emprendimiento conjunto, Pfizer y BioNTech anunciaron que su vacuna candidata contra el COVID-19 desarrollada con ARNm, BNT162b2, tuvo “más del 90 % de efectividad” en un ensayo de fase 3
  • Aunque Pfizer publicó un protocolo clínico de su ensayo, solo emitió un comunicado de prensa; los datos para el análisis intermedio no se han revisado por pares ni han sido publicados
  • William Haseltine, experto en enfermedades infecciosas, criticó los ensayos de la vacuna contra COVID-19, incluyendo el de Pfizer, y dijo que sus protocolos demuestran que están “diseñados para probar que sus vacunas funcionan, incluso si los efectos medidos son mínimos”
  • Las infecciones asintomáticas no se examinan con regularidad en el ensayo de Pfizer, por lo que es posible que las personas que recibieron la vacuna aún puedan ser portadores asintomáticos del COVID-19, y propagar la enfermedad a los demás
  • En el comunicado de prensa de Pfizer también faltan los resultados de la vacuna en diferentes grupos de edad, un dato que es muy importante, ya que las personas mayores son las que corren mayor riesgo de sufrir complicaciones
  • Existe la preocupación de que las vacunas contra el COVID-19 puedan causar una “mejora dependiente de anticuerpos (ADE)”, ya que la vacuna mejora la capacidad del virus para ingresar e infectar sus células, lo que causaría una enfermedad más grave
  • Es muy pronto para saber si la vacuna es segura, ya que, en promedio, podrían pasar de 10 a 12 años para que se desarrolle una vacuna

Hoy en día se están desarrollando más de 180 vacunas contra el COVID-19, 53 de estas están en ensayos clínicos en humanos y los fabricantes se apresuran en ser los primeros en llegar al mercado. En un emprendimiento conjunto, Pfizer y BioNTech con sede en Alemania, probablemente tomaron la delantera con un comunicado de prensa sobre su vacuna desarrollada con ARNm, BNT162b2, que “tuvo una efectividad de más del 90 %” en un ensayo de fase 3.

La vacuna BNT162b2 fue seleccionada para avanzar a un ensayo de Fase 2/3 después de que una versión anterior llamada BNT162b1, otra vacuna candidata desarrollada con ARNm, provocó algunas reacciones adversas en el 50 % de las personas que recibieron la dosis más alta (100 microgramos) incluyendo fiebre, fatiga, dolor de cabeza y escalofríos.

Los efectos secundarios fueron más comunes después de la dosis de refuerzo y más del 70 % de los participantes experimentaron fiebre en la dosis media (30 microgramos). De hecho, los del grupo de dosis alta ni siquiera recibieron la dosis de refuerzo después de que se consideró que los efectos secundarios eran muy graves.

Aunque las vacunas son similares, con BNT162b2, el ARNm codifica por completo la proteína Spike, la proteína spike es una glicoproteína que sobresale de la cubierta de un coronavirus que permite la entrada a la célula.

En un estudio anterior, mientras que la BNT162b2 parecía causar menos efectos secundarios, los títulos de anticuerpos fueron más bajos en un grupo de personas mayores, con edades entre los 65 y los 95 años, en comparación con las personas más jóvenes.

Los títulos medios geométricos (GMT por sus siglas en inglés), que se utilizan como medida de la respuesta inmunológica, fueron casi un 40 % más bajos en las personas mayores que recibieron la vacuna BNT162b2 contra el COVID-19 de Pfizer en comparación con las personas más jóvenes, un hallazgo preocupante es que las personas mayores son las que tienen más riesgo de tener complicaciones por COVID-19.

¿Es realmente “90 % efectiva” la vacuna de Pfizer contra el COVID-19?

En un ensayo de eficacia de fase 3, se administra la vacuna a miles de personas y los investigadores esperan los resultados para saber cuántas personas terminan infectadas en comparación con las que reciben un placebo. La fase 3 clínica de Pfizer comenzó el 27 de julio de 2020, hasta la fecha inscribieron a 43 538 participantes con edades entre 12 y más de 55 años, con un mínimo del 40 % destinado a tener más de 55 años.

Los participantes recibieron dos dosis de BNT162b2, administrada en una dosis de 30 microgramos o un placebo con 21 días de diferencia. En un principio, se estableció que se realizara un análisis intermedio después de 32 casos de COVID-19, pero “después de discutirlo con la FDA”, lo cambiaron a un mínimo de 62 casos. De acuerdo con el comunicado de prensa del Dr. Albert Bourla, presidente y director ejecutivo de Pfizer:

“Una vez concluidas esas discusiones, el recuento de casos evaluables llegó a 94 y el Comité de Seguimiento de Datos (DMC por sus siglas en inglés) realizó su primer análisis en todos los casos.

La división de casos entre las personas vacunadas y las que recibieron el placebo indica una tasa de eficacia 7 días después de la segunda dosis de la vacuna superior al 90 %. Esto significa que la protección se logra 28 días después del inicio de la vacuna, que consiste en un programa de 2 dosis”.

Bourla agregó la advertencia: “A medida que avanza el estudio, el porcentaje final de eficacia de la vacuna puede variar”. De hecho, existen muchas preguntas sin respuesta con respecto a la tasa de eficacia del 90 %.

Aunque Pfizer publicó un protocolo clínico de su ensayo, no se han publicado datos para el análisis intermedio. “Esto es ciencia por declaración pública”, dijo William Haseltine, experto en enfermedades infecciosas y exprofesor de medicina de Harvard, para el medio digital estadounidense Business Insider.

Los ensayos de la vacuna contra el COVID-19 fueron “creados para tener éxito”

En septiembre de 2020, Haseltine criticó los ensayos de la vacuna contra el COVID-19, incluyendo el de Pfizer, y dijo que sus protocolos demuestran que los ensayos tienen el objetivo “de corroborar que sus vacunas funcionan, incluso si los efectos son mínimos”.

Señala que prevenir la infección es un criterio de valoración fundamental en un ensayo de vacuna normal, pero, prevenir la infección no es un criterio para el éxito de las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer, Moderna, AstraZeneca o Johnson & Johnson. De acuerdo con Haseltine:

“Cualquier ensayo de vacuna debe incluir pruebas de antígenos regulares cada tres días para analizar el contagio, detectar los primeros signos de infección y pruebas de PCR una vez a la semana para confirmar la infección a través de la prueba de SARS-CoV-2 para evaluar la capacidad de las vacunas y evitar la infección. Prevenir la infección no es un criterio para el éxito de ninguna de estas vacunas.

De hecho, todos sus criterios de valoración requieren infecciones confirmadas y todas aquellas que incluirán en el análisis para tener éxito, la única diferencia es la gravedad de los síntomas entre las personas vacunadas y no vacunadas.

La medición de las diferencias entre las personas infectadas por el SARS-CoV-2 indica que no se espera que las vacunas prevengan la infección, pero que si modifiquen los síntomas de las personas infectadas”.

También explica que, aunque la mayoría de las personas esperan que una vacuna prevenga las complicaciones en caso de que se infecten, “Tres de los protocolos de vacunas (Moderna, Pfizer y AstraZeneca) no requieren que su vacuna prevenga enfermedades graves, solo prevenir síntomas moderados como tos o dolor de cabeza”.

Pfizer no reveló datos importantes de sus vacunas

Aunque Pfizer dice que su vacuna tiene más del 90 % efectividad según los 94 casos de ensayo, “existen muchas preguntas sin respuesta”, dijo Haseltine.

Una de las principales preguntas sin respuesta tiene que ver con las infecciones asintomáticas, que no se examinan en el ensayo de Pfizer. Entonces, es posible que las personas que recibieron la vacuna aún puedan ser portadoras asintomáticas de COVID-19, lo que propaga la enfermedad a los demás.

“Ese es un punto importante que no creo que las personas comprendan”, dijo Haseltine para Business Insider. “No significa el fin de la epidemia”. También se desconoce si la vacuna disminuyó la cantidad de casos graves, hospitalizaciones y muertes, ya que no hubo diferencias entre los casos graves de COVID-19 y los que solo causaron síntomas menores.

En el comunicado de prensa de Pfizer también faltan los resultados de la vacuna en diferentes grupos de edad, un dato que es muy importante, ya que las personas mayores son las que corren mayor riesgo de sufrir complicaciones. También es importante conocer cuánto tiempo puede durar la protección que ofrece la vacuna, ya que el estudio comenzó en julio.

En cuanto a los efectos secundarios, Bourla de Pfizer dijo: “El DMC no ha reportado ningún problema grave de seguridad y recomienda que el estudio recopile datos adicionales de seguridad y eficacia según lo planeado”. Sin embargo, es demasiado pronto para saber si la vacuna es segura. El programa de la vacuna experimental del COVID-19 no tiene precedentes ya que, en promedio, puede tardar de 10 a 12 años para que se desarrolle una vacuna.

“No sabemos nada sobre los grupos que no se estudiaron, como los niños, mujeres embarazadas, personas muy inmunodeprimidas y los adultos mayores”, dijo el Dr. Gregory Poland, director del Grupo de Investigación de Vacunas de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota para la cadena de noticias NBC News.

En cuanto a los posibles efectos adversos, en su protocolo clínico, Pfizer enumeró lo siguiente, y señaló que los primeros cinco participantes de cada grupo en la fase 1 serían monitoreados cuatro horas después de la vacuna para evaluar los efectos adversos, mientras que otros serían observados durante “al menos 30 minutos.”

Enrojecimiento, hinchazón y dolor en el lugar de la inyecciónFiebre
CansancioDolor de cabeza
ResfriadoVómito
DiarreaDolor muscular
Dolor articularEfectos adversos desconocidos y anomalías de laboratorio relacionadas con una nueva vacuna
La posibilidad de una mayor exposición al SARS-CoV-2 debido a la necesidad de visitar los centros de atención médica durante el ensayoMejora de COVID-19, que indica: “Se ha observado una mejora de la enfermedad después de la vacuna con el virus sincitial respiratorio (VSR), el coronavirus felino y las vacunas contra el virus del dengue”

Las vacunas contra el coronavirus podrían aguidizar la enfermedad

Pfizer reconoció en su protocolo clínico que la agudización de la enfermedad de COVID-19 es un riesgo real después de algunas vacunas. En lo que se conoce como mejora dependiente de anticuerpos, o ADE, o en ocasiones llamada mejora paradójica del sistema inmunológico (PIE). En estos casos, en lugar de mejorar su inmunidad contra la infección, la vacuna mejora la capacidad del virus para ingresar e infectar sus células, lo que da como resultado una enfermedad más grave.

La inmunopatología Th2, en la que una vacuna induce una respuesta negativa de las células T que provoca otro riesgo grave como inflamación alérgica, anticuerpos poco funcionales y daño de las vías respiratorias.

Tanto la inmunopatología ADE como la Th2 ocurrieron en la década de 1960 cuando se desarrolló una vacuna contra el virus sincitial respiratorio (VSR), ya que provocó la muerte de dos niños pequeños y una enfermedad grave en otros niños que recibieron la vacuna experimental.

Hace 20 años surgieron preocupaciones similares en las pruebas de una posible vacuna contra otro coronavirus, el SARS. En ese momento, el antiguo defensor de las vacunas, el Dr. Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical y profesor de pediatría y virología molecular y microbiología en el Baylor College of Medicine, quedó conmocionado. De acuerdo con un artículo publicado en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS):

“Cuando el SARS (un coronavirus), apareció en China y se propagó a nivel mundial hace casi dos décadas, Hotez fue uno de los investigadores que comenzó a buscar una posible vacuna.

En las primeras pruebas fue testigo de cómo las células inmunológicas de los animales vacunados atacaban el tejido pulmonar, de la misma manera que la vacuna contra el RSV había provocado que las células inmunológicas atacaran los pulmones de los niños. “Pensé, ‘Oh, maldición”, dijo, y señaló su temor de que no exista una vacuna segura”.

A pesar de años de investigación adicional y estrategias de desarrollo alternativo, persisten las preocupaciones sobre la mejora inmunológica y, como explicó Robert F. Kennedy Jr. en nuestra entrevista de 2020, las vacunas contra el coronavirus son conocidas por crear una mejora inmunológica paradójica.

El ARNm es una nueva tecnología de vacunas

La vacuna contra el COVID-19 de Pfizer tiene una nueva tecnología de ARNm que nunca antes se había utilizado. En realidad, instruye a sus células para que produzcan la proteína spike SARS-CoV-2, que es lo que se une al receptor ACE2 de la célula. Esta es la primera etapa del proceso que usan los virus para ingresar a las células.

La idea es que al crear la proteína Spike del SARS-CoV-2 su sistema inmunológico comenzará a producir anticuerpos, sin enfermarlo en el proceso. Sin embargo, otra pregunta clave que se debe responder es cuál de los dos tipos de anticuerpos se produce a través de este proceso.

Los coronavirus producen tanto anticuerpos neutralizantes, también conocidos como anticuerpos de inmoglobulina G (IgG), que combaten la infección, como anticuerpos de unión (también conocidos como anticuerpos no neutralizantes) que no pueden prevenir la infección viral. En lugar de prevenir la infección viral, los anticuerpos de unión pueden provocar una respuesta inmunológica anormal como ADE o PIE.

En los ensayos de Moderna de la vacuna experimental de ARNm contra el COVID, 25 participantes que recibieron dos dosis de la vacuna de dosis baja o media tenían niveles de anticuerpos de unión, el tipo que usa el sistema inmunológico para combatir el virus, pero no para prevenir las infecciones virales, a un punto en el que se aproximan o superan los que se encuentran en la sangre de los pacientes que se recuperaron del COVID-19.

Los datos de los anticuerpos neutralizantes más importantes que impiden que los virus entren en las células, se reportaron solo en ocho personas.

Pfizer tiene un acuerdo de 1950 millones de dólares con el gobierno de Estados Unidos

Aunque los resultados del ensayo de fase 3 de Pfizer son confusos, como parte de la “Operación Warp Speed”, la farmacéutica llegó a un acuerdo de 1950 millones de dólares con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos y el Departamento de Defensa para proporcionar a las personas de Estados Unidos 100 millones de dosis de su vacuna contra el COVID-19 sin costo para los receptores, con una opción de 500 millones de dosis adicionales.

Pfizer y BioNTech también tienen un acuerdo con el gobierno del Reino Unido por 30 millones de dosis iniciales. La guía de la FDA para que una vacuna reciba la Autorización de uso de emergencia requiere solo un promedio de dos meses de datos de seguridad después de la segunda dosis, y de hecho Pfizer espera tenerlos para la tercera semana de noviembre.

Para ese entonces, esperan llevar la vacuna experimental al mercado, con la promesa de producir hasta 50 millones de dosis de vacuna en 2020 y hasta 1 300 millones de dosis a nivel mundial en 2021. Tras el comunicado de Pfizer de que su vacuna demostró una efectividad del 90 %, las acciones subieron un 16 %. Al día siguiente, el presidente ejecutivo Bourla vendió el 62 % de sus acciones, una cantidad de alrededor de 5600 millones de dólares. ¿Sabe algo que nosotros no?

Cuando la vacuna esté disponible, asegúrese de analizar los riesgos y los beneficios antes de elegir si recibirla o no.

Podría ser ideal saber que, si tiene menos de 40 años, su riesgo de morir por COVID-19 es solo del 0.01 %, lo que significa que tiene un 99.99 % de probabilidades de sobrevivir a la infección, y podría mejorar ese porcentaje si es metabólicamente flexible y tiene niveles óptimos de vitamina D.

La música ayuda a desbloquear los recuerdos y mejorar la calidad de vida de los pacientes con demencia

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 19 de noviembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • La música activa diversas áreas cerebrales, incluyendo a la amígdala, que está implicada en el proceso de las emociones, y la corteza prefrontal medial, que está involucrada en la recuperación de las memorias de corto y largo plazo
  • Asimismo, la música podría tener un poderoso efecto terapéutico en los pacientes que padecen demencia, al ayudarles a recordar memorias que, de otro modo, serian irrecuperables, recuperar el sentido de sí mismo y volver a vincularse con los miembros de la familia, en función de los recuerdos compartidos
  • Los pacientes que padecen demencia y escuchan su música favorita requieren tomar una menor cantidad de medicamentos psicotrópicos para controlar su comportamiento

La música es una poderosa forma de comunicación que transmite emociones, a menudo de una manera mucho más eficaz que las palabras por sí solas.

Cuando escucha música, muchas áreas de su cerebro se activan, incluyendo el núcleo accumbens, un área cerebral que libera dopamina, la sustancia química del sentirse bien, que está involucrada en la formación de las expectativas.

Asimismo, se activa la amígdala —que participa en el proceso de las emociones— y la corteza prefrontal, que hace posible la toma de decisiones abstracta. Además, se liberan ciertas hormonas. Por ejemplo, cuando canta con alguien se libera la oxitocina, la hormona del vínculo afectivo, la cual es liberada durante las interacciones con sus seres queridos.

Muchos biólogos evolucionistas creen que la música es fundamental en nuestra capacidad para funcionar como seres humanos y mantener a grandes comunidades de personas, ya que la música es capaz estimular la producción de oxitocina; es decir, hacer un vínculo y compartir emociones, en una escala masiva.

Durante la última década, los investigadores que analizan los tratamientos para la demencia y el Alzheimer han descubierto los beneficios de la música como una forma de terapia.

El documental “Alive Inside” (Vivos por dentro) demuestra los notables beneficios que podría tener la música en los pacientes que padecen demencia.

Las listas de reproducción musical personalizadas mejoran el comportamiento y reducen el uso de medicamentos

Para evaluar los efectos del tipo de terapia de música que presenta el documental “Vivos por Dentro”, los investigadores implementaron el programa “Music & Memory” en 98 casas de retiro para adultos mayores, y sus resultados fueron comparados con 98 casas para adultos mayores donde no aplicaron el programa.

Los criterios evaluados incluyeron la interrupción de la medicación antipsicótica o antiansiedad, menor comportamiento disruptivo y mejor estado de ánimo.

Descubrieron que, de hecho, los pacientes que padecían demencia y escuchaban música personalizada, según sus preferencias musicales, requerían tomar una menor cantidad de medicamentos psicotrópicos para controlar su comportamiento. A lo largo de seis meses:

•Más del 20 % de los pacientes que recibió una terapia musical fue capaz de interrumpir su medicación antipsicótica, en comparación con un promedio de 17.6 %, antes de implementar el programa.

En las casas de retiro para adultos mayores donde no se aplicó el programa de música, las tasas de interrupción se mantuvieron estables

•La proporción de residentes, con menores problemas de comportamiento relacionados con la demencia, aumentó de 51 a 57 %; los problemas de comportamiento del grupo de comparación se mantuvieron sin cambios

Como informó Reuters:

“Los programas de música personalizados y diseñados para casas de retiro de adultos mayores… no mejoraron los problemas del estado de ánimo, pero los pacientes que escuchaban música personalizada, de acuerdo con sus preferencias musicales y recuerdos, necesitaron tomar menor cantidad de ansiolíticos y antipsicóticos.

‘La enfermedad de Alzheimer, y otros tipos de demencia relacionadas, podrían desencadenar conductas agresivas u otros comportamientos difíciles, que afectan la vida de las personas y sus cuidadores’, dijo la autora principal Kali Thomas, profesora asistente en la Universidad Brown en Providence, Rhode Island.

‘Creemos que la música que es familiar podría tener un efecto relajante o placentero y reducir la necesidad de que los cuidadores utilicen medicamentos para controlar los comportamientos causados por la demencia…'”.

Un estudio similar llamado “Classical Connections”, encomendado a la Orquesta de Cámara de Santa Bárbara, investiga los beneficios terapéuticos de las presentaciones de composiciones clásicas en vivo, en comparación con las grabaciones. La investigadora principal y terapeuta musical, Lori Sol, habla con los participantes antes y después de cada presentación, y compara su reacción a las grabaciones de música.

En general, parece que las presentaciones en vivo tienen aún mayores beneficios, en gran parte, debido a la interacción social que ocurre. Curiosamente, los beneficios van mucho más allá de las meras mejorías en el estado de ánimo y el comportamiento. Al parecer, la música tiene la capacidad de activar o reactivar la memoria, e incluso ayuda a mejorar la movilidad física.

Cómo la música ayuda a reiniciar la memoria

Algunos de los beneficios que proporciona la música parecen tener origen en la familiaridad. Es decir, la música favorita de una persona, o las canciones que esta asociación con eventos importantes, las cuales podrían hacer recordar las letras de la canción, un evento relacionado, e incluso los sentimientos y la experiencia causada por la misma.

La razón por la que esto sucede es porque la música activa fuertemente las regiones cerebrales involucradas con la memoria, como la amígdala—en cierto sentido, al desbloquear los recuerdos que están asociados o relacionados con esa pieza musical, en particular.

“Activa los cuatro cuadrantes cerebrales. Así que todas las neuronas son estimuladas. Dinamiza y activa aún más al cerebro. Por lo tanto, hay una mayor posibilidad de que una persona que no puede recordar nada, pueda recordar algo”, explica Sunshine.

De igual manera, la música activa la corteza prefrontal medial, una región cerebral que se encuentra detrás de su frente, y que se cree que esta selectivamente involucrada en la recuperación de memorias, tanto de largo como de corto plazo.

Esta es una de las últimas áreas cerebrales que se atrofian, en los pacientes que padecen la enfermedad de Alzheimer, lo que ayuda a explicar por qué la música podría ayudar a reactivar recuerdos, inclusive en pacientes que tienen este padecimiento, que es la forma más grave de demencia.

Como señaló Petr Janata, Ph. D., profesor asociado de psicología en el Centro para la Mente y el Cerebro, de la Universidad de California (UC, por sus siglas en inglés), en Davis, quien ha mapeado la actividad cerebral de los participantes, mientras escuchaban música:

“Al parecer, lo que sucede es que, una pieza de música con la que está familiarizado sirve como una banda sonora para una película mental que comienza a reproducirse en nuestra cabeza.

Revive el recuerdo de una persona o lugar en particular, y de repente podría visualizar la cara de esa persona en su mente… Ahora, podemos vincular esas dos cuestiones: la música y los recuerdos”.

Cómo recuperar el sentido de la identidad

Asimismo, la remembranza de la música podría ayudar a revivir el sentido de la identidad de un paciente con demencia, y ayudarle a volver a vincularse con los miembros de la familia, en función de los recuerdos compartidos.

El éxito de esta técnica depende de que el personal encargado pueda averiguar las preferencias musicales de un paciente, por lo que quizás deba preguntarles inmediatamente a sus familiares de edad avanzada acerca de sus canciones favoritas (o enviarlas las suyas a sus cuidadores), por si acaso.

También, depende del interés que tenga una persona en la música, durante toda su vida. No tiene que ser excesivamente musical para apreciar la música de forma emocional, ya que prácticamente todas las personas lo hacen, pero como señaló la revista World Journal of Psychiatry:

“[La musicoterapia] no sería apropiada para una persona que no haya tenido aprecio por la música, antes de presentarse el deterioro cognitivo.

Se espera una correlación positiva entre el nivel de importancia que la música tenía en la vida de la persona antes aparecer la demencia y la eficacia de la intervención”.

La música y su cerebro

Como indica el sitio web de la organización sin ánimo de lucro Music & Memory:

“[L]a música favorita evoca los profundos recuerdos que no se han perdido debido a la demencia, y esta podría reanimar a los participantes, lo que les permitiría sentirse como ellos mismos de nuevo, para conversar, socializar y estar presentes… Los resultados podrían ser milagrosos”.

El objetivo de Music & Memory es formar profesionales que proporcionen servicios de atención sobre cómo configurar listas de reproducción de música personalizada para pacientes que padecen demencia, que están a su cuidado; y actualmente, existen cientos de organizaciones de atención, de Music & Memory, que están certificadas, en los Estados Unidos y Canadá.

Si desea contribuir a esta causa, no dude en hacer una donación a Music & Memory. También, podría donar sus viejos iPods al programa. Se aceptan todos los reproductores de música de Apple, que se encuentren en buen estado.

La música podría activar áreas relacionadas con la memoria y activar regiones cerebrales que controlan el movimiento. Este último es un descubrimiento que ha causado que la música sea utilizada para ayudar a personas que padecen enfermedades, tales como el Parkinson, esclerosis múltiple, derrames cerebrales y otros trastornos neurológicos.

Las investigaciones sugieren que la música podría ser una intervención efectiva no farmacológica para abordar estas enfermedades. Las personas que ordinariamente son incapaces de controlar sus movimientos, de repente son capaces de seguir el ritmo de una canción y bailar.

Al parecer, la música proporciona un ritmo externo que elimina las señales cerebrales que tienen un mal funcionamiento.

El auge de la medicina psicoacústica

Lo más probable es que, se sienta atraído a escuchar cada vez más acerca de la medicina psicoacústica, un término que describe la práctica de utilizar el sonido para impactar en la salud física y psicológica. Como señaló un artículo del sitio web The Mind Unleashed:

“[D]esde el principio de los tiempos, se ha realizado la práctica de utilizar el sonido y las frecuencias para impactar en la salud física y emocional del cuerpo. Desde los cantos gregorianos en las iglesias, y el canto de los monjes tibetanos, hasta las percusiones de los nativos americanos; la canción y el sonido han sido catalizadores para estimular la salud y la sanación del cuerpo y la mente en todas las culturas.

La definición de la medicina psicoacústica es descrita como la ciencia en la que la música y el sonido impactan el sistema nervioso, psicológica y fisiológicamente. Simplemente, la forma en cómo el sonido afecta a la mente y el cuerpo”.

En resumen, las frecuencias de sonido son el sistema de comunicación interna en su cerebro. Las diferentes frecuencias activan diferentes regiones cerebrales, lo que impacta a los neurotransmisores y a las hormonas.

En el caso de la memoria, al llegar a las áreas cerebrales que están vinculadas con las emociones y la memoria, la música podría actuar como un escape para ayudarle a acceder a eventos pasados, que de otro modo estarían perdidos. Como indica la organización Music & Memory:

“Incluso, para las personas que padecen una demencia severa, la música podría ayudar a tener acceso a un recuerdo emocional profundo.

En el caso de las personas que sufren de Alzheimer, la memoria de las cosas—nombres, lugares [y] datos—son afectados, pero los recuerdos de nuestra adolescencia podrían estar bien conservados. La música favorita o canciones asociadas con importantes eventos personales podrían hacerle recodar las letras y las experiencias relacionadas con la música.

A menudo, la música favorita, calma una actividad cerebral caótica y permite al oyente concentrarse en el momento presente y recuperar el vínculo con los demás.Las personas que padecen demencia, Parkinson y otras enfermedades que dañan la química cerebral, también se reconectan con el mundo y obtienen una mejor calidad de vida, al escuchar sus preferencias musicales favoritas”.

Si está a cargo de cuidar a alguien que padece demencia, crear una lista de reproducción de música personalizada para esta persona, es una forma sencilla de ayudarle a reconectarse con el mundo exterior y sentirse como ella misma de nuevo, incluso por un tiempo.

A una escala más grande, si tiene un ser querido que se encuentra en una casa de retiro para adultos mayores, podría sugerir que consideren utilizar listas de reproducción de música personalizada para todos sus residentes. La organización Music & Memory podría ser de ayuda.

Otras estrategias que podrían ayudar a prevenir la demencia y la enfermedad de Alzheimer

Es importante comprender que la demencia—incluyendo a la enfermedad de Alzheimer—en gran medida, es una enfermedad prevenible, basada en sus opciones de estilo de vida para mejorar su función mitocondrial. Esta es una buena noticia, ya que esto le proporciona el poder de controlarlo.

La alimentación es muy importante, por lo que seguir mi plan de nutrición optimizado le ayuda a prevenir y tratar enfermedades degenerativas crónicas, incluyendo a la enfermedad de Alzheimer.

Si consideramos la falta de tratamientos eficaces, realmente no exageramos en la importancia de la prevención. Las siguientes sugerencias podrían ayudar a proteger su salud cerebral, a medida que envejece:

Consuma alimentos reales, idealmente orgánicos: Evite consumir alimentos procesados de cualquier tipo, ya que contienen una serie de ingredientes dañinos para su cerebro, incluyendo al azúcar refinado, fructosa procesada, granos (especialmente el gluten), aceites vegetales, ingredientes transgénicos y pesticidas, tales como el glifosato (un herbicida que es considerado más dañino que el DDT; el DDT ya ha estado relacionado con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer).Lo ideal es mantener los niveles de azúcar añadido al mínimo, y su consumo de fructosa total debe ser inferior a los 25 gramos por día, o en cantidades tan mínimas como 15 gramos por día, en caso de que ya padezca una resistencia a la insulina/leptina, o cualquier otro trastorno relacionado. Optar por consumir productos orgánicos le ayudará a evitar exponerse a pesticidas y herbicidas sintéticos.La mayoría de las personas se benefician al llevar una alimentación que no contenga gluten, ya que este último provoca que el intestino sea más permeable, lo que permite que las proteínas entren en el torrente sanguíneo, donde podrían sensibilizar al sistema inmunológico y promover una inflamación y autoinmunidad, lo cual desempeña un rol en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
Reemplace a los carbohidratos refinados por grasas saludables: Su cerebro no necesita carbohidratos ni azúcares; las grasas saludables tales como las grasas saturadas y grasas omega-3 —ambas de origen animal— son sumamente esenciales para tener una óptima función cerebral.Las grasas saludables que debe incluir en su alimentación son los aguacates, mantequilla, yemas de huevo orgánicas de animales criados en pastizales, cocos y aceite de coco, carnes de animales alimentados con pastura y frutos secos sin procesar, tales como las nueces de macadamia o pecanas.Evite consumir todas las grasas trans o grasas hidrogenadas que fueron modificadas para poder extender su vida de anaquel en los estantes de la tienda de abarrotes. Esto incluye a la margarina, aceites vegetales y diversos tipos de mantequilla.Contrario a la creencia popular, el combustible ideal para su cerebro no es glucosa, sino las cetonas. Las cetonas son producidas por el cuerpo cuando este convierte a las grasas en energía.Los triglicéridos de cadena media (MCT, por sus siglas en inglés) presentes en el aceite de coco y aceite de MCT, son una excelente fuente de cuerpos cetónicos. También, debe asegurase de recibir suficiente cantidad de grasas omega-3 de origen animal.Consumir grandes cantidades de las grasas omega-3, EPA y DHA, ayuda a prevenir el daño celular ocasionado por la enfermedad de Alzheimer, lo que ralentiza su progresión y reduce su riesgo de desarrollar el trastorno.
Optimice su microbioma intestinal: Para ello, debe evitar consumir alimentos procesados, antibióticos y productos antibacterianos, agua fluorada y clorada, y asegurarse de consumir alimentos tradicionalmente fermentados, junto con probióticos de alta calidad, en caso de ser necesario.El Dr. Steven Gundry hace el excelente trabajo de profundizar sobre este tema en su libro The Plant Paradox (La aradoja vegetal). A finales de este año lo entrevistaré; no obstante, su enfoque innovador tiene un gran potencial para ayudar en la salud.
Ayune de forma intermitente: El ayuno intermitente es una poderosa herramienta para activar al cuerpo y ayudarle a recordar cómo quemar grasa y solucionar la resistencia a la insulina/leptina, que es un importante factor que contribuye a la enfermedad de Alzheimer.
Muévase de forma regular y constante, durante todo el día: Se ha sugerido que el ejercicio podría desencadenar un cambio en la forma en que se metaboliza la proteína precursora de amiloide; por lo tanto, esto ralentiza la aparición y progresión de la enfermedad de Alzheimer.Además, hacer ejercicio incrementa los niveles de la proteína PGC-1 alfa. La investigación ha demostrado que las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer tienen niveles inferiores PGC-1 alfa en sus cerebros; y las células que contienen una mayor cantidad de esta proteína, producen una menor cantidad de la tóxica proteína amiloide, asociada con la enfermedad de Alzheimer.
Optimice sus niveles de magnesio: La investigación preliminar sugiere fuertemente que al tener mayores niveles de magnesio en el cerebro, esto produce una disminución en los síntomas de la enfermedad de Alzheimer.Desafortunadamente, la mayoría de los suplementos de magnesio no superan los niveles sanguíneos cerebrales; pero al parecer, uno nuevo, el treonato de magnesio, representa una promesa para el futuro en el tratamiento de este padecimiento y podría ser superior a otras formas.
Expóngase prudentemente a los rayos del sol: La investigación demuestra que las personas que viven en las latitudes de la zona norte tienen mayores tasas de mortalidad por demencia y la enfermedad de Alzheimer, en comparación con las personas que viven en las zonas más soleadas, lo que sugiere que la vitamina D y/o exponerse a los rayos del sol, son factores importantes.Es imperativo contar con adecuados niveles de vitamina D, para tener un buen funcionamiento del sistema inmunológico y combatir la inflamación asociada con la enfermedad de Alzheimer.Si no puede exponerse a los rayos del sol en cantidades suficientes, asegúrese de tomar diariamente suplementos de vitamina D3, para que sus niveles sanguíneos se encuentren al menos entre 40 y 60 ng/ml. Por lo general, en el caso de la mayoría de los adultos, esto es alrededor de 8 000 unidades de vitamina D.Dicho lo anterior, es importante reconocer que exponerse a los rayos del sol es importante por razones que no están relacionadas con la vitamina D. Su cerebro responde a la luz del infrarrojo cercano, presente en la luz solar, en un proceso llamado fotobiomodulación.Las investigaciones demuestran que la estimulación del infrarrojo cercano mejora la cognición y reduce los síntomas de la enfermedad de Alzheimer, incluyendo etapas más avanzadas de la enfermedad.Llevar la luz del infrarrojo cercano a las mitocondrias que están comprometidas, sintetiza los factores de transcripción genética que desencadenan la reparación celular, y su cerebro es uno de los órganos mitocondriales más densos del cuerpo.
Evite y elimine el mercurio de su cuerpo: Los rellenos de amalgamas dentales son una de las principales fuentes de toxicidad por metales pesados; sin embargo, debe estar sano antes de que se las retiren.Una vez que haya hecho la transición para llevar la alimentación descrita en mi plan de nutrición optimizado, podría seguir el protocolo de desintoxicación de mercurio, y posteriormente, encontrar un dentista biológico para que le retire sus amalgamas.
Evite y elimine el aluminio de su cuerpo: Las típicas fuentes de aluminio incluyen a los antitranspirantes, utensilios de cocina antiadherentes y adyuvantes de vacunas. Para obtener más información, consulte mi artículo “El aluminio podría causar daño cerebral“. Hay algunos indicios de que ciertas aguas minerales que contienen un alto contenido de ácido silícico podrían ayudar a su cuerpo a eliminar el aluminio.
Evite las vacunas contra la gripe: La mayoría de las vacunas contra la gripe contienen mercurio y aluminio.
Evite las estatinas y los anticolinérgicos: Se ha demostrado que los medicamentos que bloquean a la acetilcolina —un neurotransmisor del sistema nervioso— aumentan el riesgo de demencia. Estos medicamentos incluyen a ciertos analgésicos nocturnos, antihistamínicos, auxiliares del sueño, ciertos antidepresivos, medicamentos para controlar la incontinencia y ciertos analgésicos narcóticos.Las estatinas son particularmente problemáticas, debido a que suprimen la síntesis de colesterol, agotan los niveles cerebrales de la coenzima Q10, la vitamina K2 y los precursores de neurotransmisores, e impiden tener un adecuado suministro de ácidos grasos esenciales y antioxidantes liposolubles, al inhibir la producción del indispensable portador de la biomolécula conocida como lipoproteína de baja densidad.
Limite su exposición a los campos electromagnéticos no nativos (teléfonos celulares, enrutadores de wifi y módems): La patología primaria que precede al daño ocasionada por los teléfonos celulares no se relaciona específicamente con los tumores cerebrales, ni siquiera con el cáncer. El verdadero peligro radica en el daño ocasionado por las especies reactivas de nitrógeno peroxinitritos.Al aumentar la exposición a peroxinitritos debido a los teléfonos celulares, esto podría dañar a sus mitocondrias, y su cerebro es el órgano que contiene la mayor cantidad de mitocondrias en todo el cuerpo.Además, tener una mayor producción de peroxinitritos se ha relacionado con mayores niveles de inflamación sistémica, al desencadenar tormentas de citoquinas, disfunción hormonal autonómica y mitocondrial.Un peroxinitrito es un ión estructural inestable producido por el cuerpo después de que el óxido nítrico es expuesto a un superóxido, y este proceso químico complejo comienza con exponerse a una radiación de ondas microondas de baja frecuencia, a través del teléfono celular, wifi y las torres de telefonía celular.
Desafíe a su mente todos los días: La estimulación mental, especialmente aprender algo nuevo, como aprender a tocar un instrumento o un nuevo idioma, está relacionada con tener un menor riesgo de demencia y Alzheimer. Los investigadores sospechan que el desafío mental ayuda a fortalecer el cerebro, lo cual le hace menos susceptible a las lesiones relacionadas con la enfermedad de Alzheimer.

Por qué las pruebas para el COVID-19 son un desperdicio de dinero

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 18 de noviembre del 2020

HISTORIA EN BREVE

  • Las pruebas PCR no están diseñadas para utilizarse como una herramienta de diagnóstico, ya que no pueden distinguir entre virus inactivos y activos
  • Amplificar más de 35 ciclos se considera poco confiable e injustificado; sin embargo, muchos laboratorios utilizan 45 ciclos. Esto amplifica cualquier secuencia diminuta de ADN viral que pueda estar presente hasta el punto de que la prueba arroje un resultado “positivo” incluso si la carga viral es muy baja o el virus está inactivo
  • La prueba PCR también puede detectar la presencia de otros coronavirus, por lo que un resultado positivo solo puede indicar que ya se recuperó de un resfriado común en el pasado
  • Millones de personas presentan ADN viral inactivo que no representa ningún riesgo; sin embargo, la tecnocracia está utilizando los resultados positivos para implementar un nuevo sistema económico y social que se basa en la vigilancia y el control totalitarios
  • Una investigación demuestra que el confinamiento global daña mucho más la salud pública que el virus mismo

Desde el comienzo de la pandemia del COVID-19, se han enfocado en hacer cada vez más pruebas. Sin embargo, desde el principio, surgieron algunas dudas sobre las pruebas que se utilizan para diagnosticar esta infección, mientras que las preguntas solo han aumentado desde entonces.

Se han utilizado las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa positiva (RT-PCR, por sus siglas en inglés) para mantener el confinamiento durante la mayor parte del 2020.

Esto, a pesar que las pruebas PCR no están diseñadas para utilizarse como una herramienta de diagnóstico, ya que no pueden distinguir entre virus inactivos y activos.

El Dr. Mike Yeadon, antiguo vicepresidente y director científico de Pfizer, incluso declaro que se están utilizando los resultados falsos positivos para “crear un resurgimiento del virus que se basa en ‘casos nuevos'”, cuando en realidad esto es poco probable.

Cómo funcionan las pruebas PCR

Antes de su muerte, el inventor de la prueba PCR, Kary Mullis, enfatizó que la prueba no debe utilizarse como una herramienta de diagnóstico por la simple razón de que no es capaz de diagnosticar una enfermedad. En realidad, una prueba positiva no significa que la infección se encuentre activa.

Como se indica en una publicación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) sobre el coronavirus y las pruebas PCR con fecha del 13 de julio de 2020:

  • Es posible que la detección de ARN viral no indique la presencia de un virus infeccioso o que el 2019-nCoV es la causa de los síntomas.
  • Aun no se establece el rendimiento de esta prueba para monitorear el tratamiento de la infección por 2019-nCoV.
  • Esta prueba no es capaz de descartar enfermedades causadas por otros patógenos bacterianos o virales.

Entonces, ¿cuál es la función de la prueba PCR? El hisopo de la prueba recolecta el ARN de la cavidad nasal. Este ARN luego se transcribe de forma inversa en ADN. Sin embargo, es necesario amplificar los fragmentos genéticos que son tan pequeños para que sean visibles. A cada ronda de amplificación se le conoce como ciclo.

Amplificar más de 35 ciclos se considera poco confiable e injustificado; sin embargo, las pruebas Drosten y las pruebas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud se establecen en 45 ciclos.

Esto amplifica cualquier secuencia diminuta de ADN viral que podría estar presente hasta el punto de que la prueba arroje un resultado “positivo” incluso si la carga viral es muy baja o el virus está inactivo. Esto resulta en un número mayor de pruebas positivas de las que se obtendría de otra manera.

También se han presentado problemas con pruebas defectuosas y contaminadas. Una vez que la secuencia genética estuvo disponible en enero, los investigadores alemanes desarrollaron una prueba rápida PCR para el virus.

En marzo de 2020, The New York Times informó que los kits de prueba desarrollados por los CDC presentaban fallas. El sitio web The Verge también informó que esta prueba defectuosa, se convirtió en la base de prueba de la OMS, la cual fue negada por los CDC.

Las pruebas PCR no pueden detectar la infección

Quizás lo más importante de todo es que las pruebas PCR no son capaces de distinguir entre virus inactivos y activos. Lo que eso significa es que las pruebas PCR no pueden detectar una infección. Punto final. No pueden determinar si una persona está enferma, si desarrollará síntomas en el futuro o si podría transmitir el virus.

Las pruebas pueden detectar restos o partículas inactivas que no suponen ningún riesgo para nadie. Además, la prueba puede detectar la presencia de otros coronavirus, por lo que un resultado positivo solo puede indicar la recuperación de un resfriado común en el pasado.

Una “infección” sucede cuando un virus penetra una célula y se replica. Cuando el virus se multiplica, es cuando aparecen los síntomas. Una persona solo puede ser contagiar si el virus se replica. Una persona es completamente inofensiva mientras el virus esté inactivo y no se esté replicando.

Es probable que, si no presenta síntomas, un resultado positivo solo signifique que ha detectado la presencia de ADN viral inactivo. Esto también significa que no es contagioso y no representa ningún riesgo.

Por todas estas razones, varios científicos muy respetados en todo el mundo dicen que no estamos viviendo una pandemia de COVID-19, sino una pandemia de pruebas PCR. En su artículo del 20 de septiembre de 2020, “Lies, Damned Lies and Health Statistics — The Deadly Danger of False Positives”, Yeadon explica por qué es muy problemático basar la respuesta pandémica en pruebas positivas PCR.

En resumen, parece que millones de personas tienen un ADN viral que no representa ningún riesgo; sin embargo, la tecnocracia global está utilizando estos resultados para implementar un nuevo sistema económico y social enfocado en la vigilancia y el control totalitarios.

Medidas injustificadas para un control total

De acuerdo con lo informado por el sitio web The Vaccine Reaction, el 29 de septiembre de 2020:

“El umbral de la prueba es tan elevado que detecta el virus vivo, así como algunos fragmentos genéticos que permanecen después de una infección que ya no representa un riesgo. Es como encontrar un cabello en una habitación vacía, dice Michael Mina, MD, epidemiólogo de Harvard T.H. Chan School of Public Health.

En tres conjuntos de datos que incluyen ciclos compilados por funcionarios en Massachusetts, Nueva York y Nevada, hasta el 90 % de las personas que obtuvieron un resultado positivo en las pruebas apenas portaban el virus, mientras que una revisión de The New York Times encontró:

‘Hemos estado usando ciertos datos para todo, y es solo más o menos’, dijo el Dr. Mina. ‘Lo estamos utilizando para diagnósticos clínicos, salud pública, y toma de decisiones de políticas’.

Pero un “sí” o “no” no es suficiente, agregó. Es la cantidad de virus lo que debe dictaminar los próximos pasos de la persona infectada. ‘Creo que es muy irresponsable no considerar que se trata de una cuestión cuantitativa’, dijo el Dr. Mina”.

Una vez más, los expertos coinciden en que cualquier ciclo mayor a 35 aumenta la sensibilidad de la prueba, ya que en ese momento comienza a detectar fragmentos de ADN inofensivos. Mina considera que un límite más razonable sería 30 o menos.

Cambiar el límite de 40 ciclos a 35 ciclos eliminó cerca del 43 % de los resultados positivos. Cuando se limitó a 30 ciclos, se eliminó el 63 %

De acuerdo con The New York Times, los cálculos de los CDC demuestran que es poco probable que se detecten virus vivos en muestras que han pasado por más de 33 ciclos, mientras que una investigación publicada en abril de 2020 concluyó que las personas con pruebas positivas que tenían una proporción superior a 33 no eran portadoras del virus y podrían ser dadas de alta del hospital o del confinamiento.

Es importante destacar que cuando los funcionarios del laboratorio del estado de Nueva York, el Centro Wadsworth, volvieron a analizar los datos de las pruebas solicitadas por The Times, descubrieron que cambiar el límite de 40 a 35 ciclos eliminó cerca del 43 % de los resultados positivos. Cuando se limitó a 30 ciclos, se eliminó el 63 %. El sitio web The Vaccine Reaction añade lo siguiente:

“En Massachusetts, si este límite hubiera sido de 30 ciclos en lugar de 40, cerca del 85 al 90 % de las personas que obtuvieron un resultado positivo en julio se habrían considerado cómo negativos, explicó el Dr. Mina. ‘Yo diría que no es necesario monitorear a ninguna de esas personas’, dijo.

‘Estoy muy sorprendido de la proporción tan elevada de personas con resultados tan elevados de CT’, dijo Ashish Jha, MD, director del Harvard Global Health Institute. ‘Esto podría cambiar nuestra forma de pensar acerca de las pruebas’.

A finales de agosto, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos aprobó la primera prueba rápida de coronavirus que no necesita ningún equipo especial. Esta prueba es fabricada por Abbot Laboratories y es conocida como BinaxNOW, la cual tiene un costo de 5 dólares y necesita la toma de un hisopo nasal.

La prueba Abbot es la cuarta prueba rápida que busca la presencia de antígenos en lugar del código genético del virus, tal como lo hacen las pruebas PCR”.

Desperdicio masivo de recursos

Como señalaron el Dr. Tom Jefferson y el profesor Carl Henegan en un artículo del 31 de octubre de 2020 en el Daily Mail, las pruebas PCR han sido un desperdicio de recursos, ya que no ofrecen la información necesaria, cómo quién es infeccioso, qué tan lejos se está propagando el virus y qué tan rápido se propaga.

En cambio, ha provocado una devastación económica por el cierre de negocios y el confinamiento durante semanas y meses a personas que no son infecciosas. Jefferson y Henegan afirman que compartieron su plan para combatir la pandemia con el primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, hace más de un mes, y se lo presentaron de nuevo. “Esperemos que lo tome en cuenta y lo acepte”, y agregan:

“Solo hay dos cosas de las que podemos estar seguros: primero, que estás medidas no funcionan a largo plazo, ya que la idea de que un mes de dificultades económicas permitirá algún tipo de ‘reinicio’, es una mentira. ¿Qué pensamos que sucederá? Mientras tanto, estas restricciones destruirán muchas vidas y la economía.

Lo segundo es que necesitamos encontrar una solución que no cause más daño que el virus. Nuestra estrategia sería abordar los cuatro problemas clave”.

Estos son los siguientes:

  1. Abordar los problemas relacionados a las pruebas masivas del gobierno
  2. Abordar “las estadísticas confusas y contradictorias”
  3. Proteger y aislar a las personas vulnerables, en especial a las personas mayores, pero también a las personas hospitalizadas y al personal, mientras se permite que el resto mantenga “una vida normal”
  4. Informar al público sobre los costos verdaderos y cuantificables del distanciamiento que “es tan fatal para las personas como el COVID-19”

“Si hacemos esto, existe una esperanza real de que podamos aprender a vivir con el virus. Después de todo, se suponía que ese era el plan”, señalan Jefferson y Henegan. Con respecto a las pruebas, ambos solicitan “un programa nacional de control de calidad para garantizar que los resultados sean exactos, precisos y consistentes”.

Es importante destacar que no debemos confiar solo en los resultados positivos/negativos. Los resultados deben evaluarse en relación con otros factores, como la edad y los síntomas, para determinar quién representa un riesgo infeccioso. Es posible consultar los detalles completos del plan al final de su artículo del Daily Mail.

Los peligros del confinamiento se han mantenido lejos de la atención del publico

Jefferson y Henegan no son los únicos que destacan que las medidas globales están causando más daño que el propio virus. En un artículo del 16 de junio de 2020 en el sitio web The Federalist, James Lucas, un abogado de la ciudad de Nueva York, escribió lo siguiente:

“Si vamos a permitir que los modelos dictaminen toda la naturaleza de la sociedad, uno esperaría que sean lo más completos posible. Sin embargo, los modelos epidemiológicos que han transformado nuestro mundo están incompletos y, por lo tanto, son inadecuados.

Se supone que cualquier terapia médica debe ser probada por su eficacia y seguridad. Se realizaron varios estudios que examinan la eficacia de estas medidas para combatir la propagación del virus COVID-19, pero todas tienen diferentes conclusiones.

Sin embargo, hasta ahora ninguno de estos estudios ha analizado la seguridad del confinamiento. En respuesta a las preguntas del médico, los senadores Rand Paul y Bill Cassidy, el Dr. Anthony Fauci admite que esto no se ha tomado en cuenta en los modelos que impulsan nuestro mundo.

Como se señaló en una carta firmada por más de 600 profesionales de la salud, los costos de salud pública de estas medidas, descritas como un ‘incidente masivo’, son reales y están en aumento.

Estos modelos son estimaciones con base en investigaciones existentes. Las proyecciones sobre las muertes por coronavirus se extrapolan de las investigaciones de epidemias anteriores. Sin embargo, los modeladores no tienen excusa para ignorar los costos masivos de estas medidas”.

Consecuencias del confinamiento

¿Cómo afecta el confinamiento a la seguridad pública? En su artículo, Lucas destaca lo siguiente:

•Mayores tasas de enfermedades crónicas debido al desempleo, la pobreza y la suspensión de la atención médica que no es para el COVID. La investigación de Veterans Administration demostró que retrasar el tratamiento del cáncer un mes generó una tasa mortalidad hasta 20 % mayor. Otro estudio encontró que cada retraso en el diagnóstico de cáncer de mama aumentaba la mortalidad hasta un 10 %.

•Mayores tasas de problemas de salud mental debido al desempleo y el distanciamiento social.

•Mayores tasas de mortalidad por suicidio. En un estudio, el desempleo se relacionó con un riesgo de dos a tres veces mayor de suicidio. Un estudio más reciente estima que en los Estados Unidos, las “muertes por desesperación” relacionadas al confinamiento pueden estar entre las 75 000.

•Menor esperanza de vida colectiva. El desempleo prolongado también se relaciona con vidas más cortas y menos saludables. Hannes Schwandt, investigador de economía de la salud de la Northwestern University, estima que un cierre económico mucho mayor podría acortar la longevidad de 6.4 millones de personas que ingresan al mercado laboral en un promedio de dos años. Lucas señala lo siguiente:

“Si los epidemiólogos no se preocupan por esta cifra, otra profesión debe hacerlo. Un estudio recién publicado por un grupo de actuarios de Sudáfrica estima que la reducción en la longevidad por el aumento del desempleo y la pobreza superará el aumento de la longevidad de las vidas salvadas por el COVID-19 de 30 a 1.

Es decir, cada año de vida atribuible al distanciamiento de posibles víctimas tiene un costo de 30 años perdidos debido a los efectos negativos para la salud pública”.

La falta de educación también se relaciona con una menor longevidad y una peor salud. Los jóvenes que abandonan la escuela mueren nueve años antes que los universitarios, mientras que el cierre de las escuelas afecta a los estudiantes más pobres.

¿Cuál es el precio más elevado?

Como señaló Lucas, además de calcular los costos generales para la sociedad, los modeladores también deben determinar “quiénes son los más afectados”, porque los costos no son iguales por todos.

Las consecuencias del confinamiento afectan más a las personas vulnerables, en términos económicos y de salud, como las que viven cerca de la pobreza, personas con enfermedades crónicas, enfermedades mentales y las minorías.

“Al contrario de la publicidad, NO estamos todos juntos en esto”, escribe Lucas. “Necesitamos una publicidad menos insípida que alabe las virtudes de los trabajadores esenciales, así como un análisis más serio del enorme costo de salud pública que estas medidas están causando.

De lo contrario, podemos considerar la era del coronavirus como el momento en que las élites sacrificaron a la clase trabajadora para protegerse a sí mismas”.

Una pandemia de alarmismo

Un artículo del 28 de octubre de 2020 presentado por el Instituto Ron Paul señala lo siguiente:

“Desde la llegada de la pandemia en marzo pasado, los principales medios de comunicación han publicado mucha desinformación que parece estar enfocada en generar mucho miedo entre los ciudadanos.

Pero los hechos y la ciencia no respaldan la grave imagen de un virus mortal que arrasa la tierra. Existe una pandemia, pero es una pandemia disfrazada de un hecho imparcial”.

Nueve hechos respaldados que “pintan una imagen muy diferente del miedo que se inculca en los cerebros de las personas desprevenidas”, afirma el artículo. Además de que las pruebas no son confiables, por todas las razones ya mencionadas, estos hechos incluyen los siguientes:

1.Una prueba positiva NO es un “caso”. Como explicó la Dra. Lee Merritt en su conferencia de Doctors for Disaster Preparedness en agosto del 2020, presentada en el artículo “Cómo la tecnocracia médica hizo posible la pandemia”, los funcionarios de los medios de comunicación y de salud pública parecen haber combinado los “casos” o las pruebas positivas con la enfermedad real.

Desde el punto de vista médico, un “caso” se refiere a una persona enferma y no a una persona que no presenta síntomas de enfermedad. Ahora, este término médico bien establecido, ha sido redefinido para referirse a una persona que obtiene un resultado positivo en la prueba de presencia de ARN viral. Como señaló Merritt, “Eso no es epidemiología, sino un fraude”.

2.De acuerdo con los CDC y otros datos de investigación, la tasa de supervivencia del COVID-19 es superior al 99 %, mientras que la gran mayoría de las muertes ocurren en personas mayores de 70 años, lo que se acerca a la esperanza de vida normal.

3.El análisis de los CDC revela que el 85 % de las personas que obtuvieron un resultado positivo “a menudo” o “siempre” utilizaron tapabocas en las dos semanas anteriores a la prueba. Como se señaló en el artículo de Ron Paul, “La única conclusión racional de este estudio es que los tapabocas de tela ofrecen poca o ninguna protección contra la infección por Covid-19”.

4.Existen terapias económicas y exitosas para el COVID-19. Los ejemplos incluyen varios tratamientos que incluyen hidroxicloroquina con zinc y antibióticosprotocolos a base de quercetina, el protocolo MATH+ y el peróxido de hidrógeno nebulizado.

5.La tasa de mortalidad no ha aumentado a pesar de las muertes. Los datos demuestran que la mortalidad general por todas las causas se ha mantenido estable durante el 2020 y no se desvía de la norma. Es decir, el COVID-19 no ha matado a más personas de las que habrían muerto en otro año por cualquier causa.

Como se señaló en el artículo de Ron Paul, “De acuerdo con los CDC, a principios de mayo del 2020, el número total de muertes en los Estados Unidos fue de 944 251 entre el 1 de enero y el 30 de abril. En realidad, esto es un poco más bajo que la cifra de muertes durante el mismo período en 2017, cuando se informaron 946 067 muertes en total”.

Miles de médicos y científicos solicitan el fin del confinamiento

En resumidas cuentas, existen muchas razones para sospechar que el confinamiento, el distanciamiento social y el uso obligatorio del tapabocas son completamente innecesarios y no alterarán el curso de esta enfermedad pandémica, o el recuento final de muertes.

Y, con respecto a las pruebas PCR, en las que las personas se someten a pruebas cada dos semanas o incluso con más frecuencia, este es un esfuerzo poco útil que produce datos inservibles. Es solo una herramienta para difundir el miedo, que a su vez permite implementar mecanismos de control necesarios para llevar a cabo “El Gran Reinicio”. Por fortuna, cada vez más personas comienzan a comprender todo lo que sucede.

Cerca de 45 000 científicos y médicos de todo el mundo firmaron la Declaración Great Barrington la cual solicita el fin de todas las medidas y enfocarse en la inmunidad colectiva, lo que significa que los gobiernos deben permitir que las personas que no corren un riesgo de contraer una enfermedad grave por COVID-19 vuelvan a la normalidad, ya que el confinamiento tiene En Massachusettsun efecto devastador en la salud pública, mucho peor que el virus. La declaración explica lo siguiente:

“De todos lados del mundo, hemos dedicado nuestras carreras a proteger a las personas. Las políticas actuales están produciendo efectos devastadores en la salud pública a corto y largo plazo.

El enfoque más compasivo que equilibra los riesgos y beneficios de alcanzar la inmunidad colectiva es permitir que las personas con poco riesgo de muerte vivan sus vidas de forma normal para desarrollar inmunidad al coronavirus a través de una infección natural, mientras se protege a los que están en mayor riesgo. A esto lo llamamos protección centrada”.

La declaración señala que las políticas actuales de confinamiento provocarán muchas muertes en el futuro, en especial entre los jóvenes y la clase trabajadora. Al 5 de noviembre de 2020, la Declaración Great Barrington se firmó por 11 791 científicos médicos y de salud pública, 33 903 médicos y 617 685 “ciudadanos preocupados”.

¿Es posible prevenir la degeneración macular?

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 16 de noviembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Mientras que la mayoría de las personas que padecen de degeneración macular aceptan su enfermedad como una triste consecuencia del envejecimiento o de su genética, un experto propone que esta enfermedad es prevenible mediante cambios en la alimentación
  • El oftalmólogo Chris Knobbe, fundador y presidente de la Fundación Cure AMD, sostiene que el rápido aumento de la degeneración macular asociada con la edad (DMAE) alrededor del mundo, en realidad está siendo provocado por el incremento en el consumo de alimentos procesados
  • El Dr. Knobbe afirma que aquellos que consumen alimentos altamente procesados no solo desarrollan DMAE, sino que también tienen más probabilidades de verse afectados por el cáncer, enfermedades cardíacas, hipertensión, obesidad, diabetes tipo 2 y derrames cerebrales
  • Debido a que la degeneración macular es una condición irreversible, su prevención es esencial. Llevar una alimentación a base de alimentos enteros, evitar la luz azul y dormir en la oscuridad total son unas cuantas maneras en las que puede protegerse de padecer DMAE

El oftalmólogo Chris Kobbe, fundador y presidente de la Fundación Cure AMD, sugiere que el argumento popular sobre la degeneración macular causada por la edad o la genética, es incorrecto.

Tomando en cuenta la realidad sobre cómo la degeneración macular ha pasado de haber sido una enfermedad extremadamente rara en el siglo pasado a ser una que se encuentra en un crecimiento cada vez más alarmante en países desarrollados alrededor del mundo, el Dr. Knobbe señala al aumento en el consumo de alimentos procesados como el causante principal en vez del envejecimiento o la genética.

Knobbe afirma que aquellos que consumen alimentos altamente procesados no solo desarrollan degeneración macular asociada con la edad (DMAE), sino que también tienen más probabilidades de verse afectados por el cáncer, enfermedades cardíacas, hipertensión, obesidad, diabetes tipo 2 y derrames cerebrales.

¿Qué es la degeneración macular?

De acuerdo con la Academia Americana de Oftalmología (AAO, por sus siglas en inglés), la degeneración macular surge cuando se daña la parte de la retina conocida como mácula, lo que provoca que pierda su visión central.

Si padece de DMAE quiere decir que no puede ver a detalle tanto de cerca como de lejos; sin embargo, su visión periférica (mirada lateral) funciona de manera normal.

La Fundación BrightFocus define la DMAE como “una destrucción irreversible de la mácula que resulta en la pérdida de la visión precisa, detallada y “directa” que se necesita para realizar actividades como leer, manejar, reconocer rostros y ver el mundo a todo color”.

Knobbe señala que la mácula mide 6 milímetros de largo y se encarga de los 10 grados de la visión central. “Podría decirse que estos son los 6mm más importantes en nuestro cuerpo”, asegura el doctor.

Con respecto a la degeneración macular, la AAO dice lo siguiente:

  • Es la causa principal de pérdida de la visión en personas de 50 años en adelante
  • Alrededor del 80 % de las personas con DMAE padecen degeneración seca, la cual se caracteriza por la reducción de algunas partes de la mácula, así como por el crecimiento de pequeñas concreciones de proteína conocidas como drusas, lo cual provoca que pierda poco a poco su visión central
  • La DMAE húmeda es un tipo de pérdida de visión menos común pero más grave ya que provoca el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anormales debajo de la retina, lo cual puede provocar un derrame de sangre u otros fluidos que le generan cicatrices a su mácula
  • La DMAE húmeda provoca una pérdida de visión mucho más acelerada que la DMAE seca
  • Ver borroso puede ser el primer síntoma de la degeneración macular. Las visitas regulares con el oftalmólogo pueden ayudarle a identificar las señales de advertencia tempranas de esta enfermedad

¿Quiénes se ven afectados por la degeneración macular?

La DMAE no hace ninguna distinción entre personas, ya que se estima que millones de personas son afectadas en todo el mundo por esta enfermedad potencialmente devastadora.

Según Knobbe y los expertos de la Fundación BrightFocus, la DMAE es:

  • La causa principal de pérdida irreversible de la vista en personas mayores de 65 años que viven en países desarrollados
  • Una de las principales causas de ceguera irreversible y discapacidad visual en todo el mundo. Se espera que la cantidad de personas que padecen de DMAE alcance los 196 millones en todo el mundo para el año 2020 y que aumente a 288 millones para el 2040
  • Se sabe que esta enfermedad afecta a unos 11 millones de personas en los Estados Unidos y se espera que este número se duplique para el año 2050

Aunque Knobbe esté en desacuerdo, la relación entre el envejecimiento y la degeneración macular se basa en estadísticas que sugieren que su riesgo de contraer esta enfermedad pasa de ser del 2 % para las personas de 50 a 59 años a cerca del 30 % en personas de 75 años en adelante.

Causas de la degeneración macular

La oftalmología tradicional relaciona la DMAE con el envejecimiento, de ahí el nombre de “degeneración macular asociada con la edad”, y en tiempos recientes también ha sugerido que la genética puede ser un factor contribuyente. La AAO afirma que también es más probable que desarrolle DMAE si:

Es mayor de 50 añosTiene una alimentación alta en grasas poco saludables
Tiene sobre pesoEs una persona caucásica
Tiene antecedentes familiares de casos de DMAEEs fumador

En contraste con la opinión habitual, Knobbe cree que los alimentos procesados creados por el hombre son los principales culpables, aunque también considera que haya un posible vínculo genético.

Sus creencias, las cuales surgieron a través de una combinación de investigaciones periodísticas, entrevistas e investigación, se concluyeron en la publicación de su libro Cure AMD — Ancestral Dietary Strategy to Prevent & Reverse Macular Degeneration (Cura para la DMAE – Estrategias de alimentación ancestral para prevenir y revertir la degeneración macular) en 2016.

Además de lo anterior, en 2017 se publicó un resumen del trabajo de Knobbe en la revista Medical Hypotheses. Mientras que el riesgo de contraer DMAE era casi cero en 1900, según él, para 1992, se creía que afectaba a 1 de cada 3 personas mayores de 75 años.

Knobbe afirma que en la actualidad en todo el mundo se diagnostican 20 000 nuevos casos diarios de DMAE. Basándose en su investigación, Knobbe declara lo siguiente: “Creo por completo que esta enfermedad es causada exclusivamente por la alimentación. Desde luego la genética desempeña su papel en esta enfermedad, pero el estilo de vida es lo que la detona. Ese ‘estilo de vida’ es nuestra alimentación”.

Los alimentos procesados que se vinculan con el rápido aumento de casos dedegeneración macular

Basándose en su investigación, Knobbe afirma que la clave para abordar el rápido aumento de casos de DMAE debe centrarse en reducir nuestro consumo de alimentos procesados y regresar a la denominada alimentación ancestral. Esto, de acuerdo con Knobbe, puede ser nuestro mejor medio para prevenir y, tal vez, tratar la enfermedad.

Knobbe define una alimentación ancestral como cualquier programa de alimentación que existía en el planeta antes de 1880, cuando aparecieron los primeros alimentos procesados (sobre todo la harina blanca refinada y los aceites vegetales poliinsaturados). Knobbe destaca que las grasas trans se introdujeron por primera vez en 1911.

Después de observar que la alimentación occidental tiene más de 600 000 productos alimenticios que hoy en día pueden ponerse en su plato, Knobbe dijo que “Cuando analizamos esto, lo que sabemos es que el 63 % de estos productos alimenticios se componen de alimentos refinados, procesados y deficientes en nutrientes, en forma de azúcares añadidos, harina blanca refinada, aceites vegetales poliinsaturados y grasas trans”.

Knobbe dice que la dependencia a los alimentos procesados es “la receta para el desastre metabólico y la degeneración física”.

A partir del trabajo realizado por el fallecido Weston A. Price, Knobbe menciona las siguientes categorías problemáticas de los alimentos procesados, a los que Price se refería como los “alimentos desvirtuados del comercio moderno”:

Productos enlatadosAzúcares
Aceites vegetalesRepostería
DulcesHarina blanca

La degeneración macular: ¿otra enfermedad de la civilización occidental?

Tomando en cuenta el incremento de estos “alimentos modernos” durante los últimos 140 años, Knobbe dice que no es de extrañar que su mayor consumo se relacione con lo que él denomina como “enfermedades de la civilización occidental”.

En esta lista se encuentran varias enfermedades conocidas como el Alzheimer, trastornos autoinmunes, cáncer, enfermedades cardíacas, síndrome metabólico, obesidad y diabetes tipo 2. Knobbe dice que tuvo algo así como una epifanía en 2013 cuando se planteó esta pregunta: “¿Podría la DMAE ser otra ‘enfermedad de la civilización occidental’?”.

Después de comparar históricamente las tasas de incidencia de DMAE en relación con el aumento de la disponibilidad y el consumo de azúcar y aceites vegetales, Knobbe comenzó a deducir que la DMAE podría estar relacionada con el incremento en el consumo de alimentos procesados.

“Después de tan solo 30 años de consumir estos alimentos procesados, nos encontramos con enfermedades crónicas en proporciones epidémicas”, comenta el doctor.

En Japón, a partir la década de 1970, el incremento en el uso de aceites vegetales ha disparado el aumento en la incidencia de DMAE.

Según Knobbe: “La tasa de prevalencia de DMAE [en Japón] era del 0.2 % en 1970. Para 2007, su prevalencia era del 11.4 %. Eso es un aumento de 57 veces en la prevalencia de la DMAE en tan solo 30 años. No es posible explicar esta situación con base en la genética y el envejecimiento”.

Al comparar las tasas de DMAE en Nigeria, Knobbe indicó que el acceso a los alimentos procesados en las principales áreas metropolitanas era un factor en la tasa del 3.2 % de incidencia de DMAE en las ciudades. Comparó esa tasa con la prevalencia de la DMAE entre los nigerianos que viven en una zona rural donde no había acceso a alimentos procesados. El resultado fue de solo 0.1 %.

La relación entre la pobreza y la pérdida de la visión: la DMAE no es una cuestión de envejecimiento o genética

Con información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), Knobbe observó que había una relación entre la pobreza y las enfermedades crónicas, como la prevalencia en la pérdida severa de la visión, incluyendo la DMAE.

Los estados del sur de Estados Unidos tuvieron una mayor incidencia tanto de pobreza como de pérdida severa de la visión. Con respecto a esa relación, Knobbe afirma lo siguiente:

“¿Por qué la pobreza es un problema? Porque en [Estados Unidos] puede comprar alrededor de 2000 calorías de alimentos procesados por aproximadamente 3.50 dólares. Esas mismas 2000 calorías obtenidas de alimentos enteros … le cuestan alrededor de 13 dólares o más. Es un hecho triste … pero es la realidad”.

Si la DMAE se basara solo en el envejecimiento, se esperaría que las personas en los estados del sur, en donde existen las tasas más altas de pérdida severa de visión, tuvieran una mayor esperanza de vida. Sin embargo, Knobbe señala que los datos no apoyan este supuesto.

La esperanza de vida en el sur de Estados Unidos en realidad es más baja que el promedio nacional. “En donde tenemos la mayor pérdida de visión, incluyendo la mayoría de los casos de degeneración macular, tenemos vidas más cortas. Esto no es consistente con la teoría de que la degeneración macular es una enfermedad causada por el envejecimiento”.

Como tal, el doctor concluye que “la degeneración macular no es una enfermedad causada por el envejecimiento. Tampoco es una enfermedad atribuida a la genética. Es una enfermedad causada por el consumo de alimentos procesados. Y eso tiene como resultado más enfermedades crónicas, metabólicas y degenerativas, más degeneración macular y muertes a temprana edad”.

En el sitio web de la Fundación Cure AMD, Knobbe escribe lo siguiente:

“Cada fragmento de evidencia que puedo encontrar apoya la hipótesis de que son los ‘alimentos desvirtuados del comercio moderno’ los que constituyen la causa principal y próxima de la DMAE. La prevención de esta enfermedad, así como su tratamiento, se basa en eliminar esos elementos de la alimentación y solo consumir nuestros propios alimentos nativos y tradicionales”.

Cómo ayudar a prevenir la degeneración macular

Sin duda, comer alimentos ricos en nutrientes es la mejor manera de preservar la vista. Knobbe recomienda una alimentación a base de alimentos enteros como el mejor antídoto para los problemas de la vista, como la degeneración macular. Si bien un cambio en la alimentación no puede revertir un caso establecido de DMAE, esto puede ser útil como medida preventiva antes de que aparezca la enfermedad.

Knobbe sugiere llevar una alimentación “rica en carnes, pescado, huevos, frutas, verduras, algunas nueces y semillas, y quizás de manera crítica, algunos alimentos ‘sagrados’ de nuestros antepasados, como el hígado de res o pollo, huevos de pescado (huevas) … o mantequilla de animales alimentados con pastura”.

Además, añade lo siguiente: “Yo prefiero elegir las carnes de alimentados con pastura y huevos de gallinas camperas siempre que sea posible, así como frutas y verduras orgánicas”.

Si bien estoy de acuerdo con la mayoría de las recomendaciones del Dr. Knobbe, para tener una salud óptima será mejor que limite su consumo diario de fructosa, incluyendo a la fructosa de frutas enteras, a 25 gramos (g) o menos si está sano. Si padece alguna enfermedad crónica como cáncer o diabetes, sería prudente restringir aún más su consumo de fructosa a 15 g hasta que su afección mejore.

Más allá de lo anterior, las grasas omega-3 de origen animal ayudan a mejorar la estructura celular y protegen la vista, mientras que los alimentos enteros con alto contenido de antocianinas y bioflavonoides ayudan a proteger a las células del daño provocado por los radicales libres.

La luteína y zeaxantina, que son potentes antioxidantes carotenoides que se encuentran en los vegetales de hojas verdes como la col rizada y espinacas, así como en las yemas de huevo orgánico de gallinas criadas en libertad, también son conocidas por su papel para promover una visión saludable.

Se cree que la presencia de la luteína, zeaxantina y meso-zeaxantina en la mácula impide que la luz azul alcance las estructuras subyacentes en su retina. De esta manera ayudan a reducir el riesgo de daño oxidativo inducido por la luz que podría conducir a la degeneración macular.

Los antioxidantes naturales como el betacaroteno y las vitaminas C y E también ayudan a los ojos, al igual que la astaxantina, la cual se encuentra en ciertas plantas y animales marinos, incluyendo el aceite de kril. Descubra más sobre los alimentos que su cuerpo necesita para proteger su visión en mi artículo anterior “Coma bien para proteger su vista”.

Otras maneras para reducir el riesgo de degeneración macular

Además de su alimentación, evitar la luz azul puede ayudar a reducir el riesgo de degeneración macular, además de mejorar su sueño. En seguida hay algunos consejos sobre cómo limitar su exposición a la luz azul:

•Use lentes que bloqueen la luz azul: Bloquear la luz azul le ayuda a regular su reloj corporal interno para controlar los patrones de sueño. Además, reduce el efecto negativo que tienen las longitudes de onda de alta energía en su mácula. Recomiendo usar lentes que bloqueen la luz azul a partir de las 7 pm o cuando el sol se oculte.

•Instale un software para bloquear la azul en sus dispositivos digitales: Si no le encanta la idea de usar lentes para bloquear la luz azul, tal vez quiera probar con Iris, un programa de software gratuito que puede ajustar de manera automática la configuración de la pantalla para reducir la luz azul. En lo personal, he usado Iris durante muchos años y lo recomiendo con absoluta confianza.

•Reemplace las luces LED por focos incandescentes: Muchas de las luces LED que se venden hoy en día emiten un enorme porcentaje de luz azul agresiva, por eso le aconsejo usar focos incandescentes. Para obtener más información sobre cómo protegerse, lo invito a leer mi artículo “Los peligros más graves detrás de las luces LED”.

•Duerma en oscuridad total: Para alcanzar un sueño más profundo y reparador, debe proteger sus ojos de la luz durante la noche. Usar un antifaz para dormir o cortinas de bloqueo de luz son dos soluciones fáciles. Además, asegúrese de mantener los dispositivos electrónicos fuera de su área para dormir.

Si bien las tasas de degeneración macular continúan al alza, hoy puede tomar medidas para reducir el riesgo de esta enfermedad ocular debilitante. Tal como sugiere Knobbe, eliminar los alimentos procesados de su alimentación es una de las mejores medidas preventivas contra la degeneración macular.

Mientras que la medicina convencional puede intentar convencerlo de que la DMRE y otras enfermedades crónicas son solo un factor del envejecimiento o la genética, dos áreas sobre las cuales no tiene casi nada de control, la verdad es que es posible hacer cambios positivos.

Con base en su investigación, Knobbe concluyó que el término DMAE es un nombre inapropiado. En lugar de nombrar a la pérdida de la visión central como “degeneración macular asociada con la edad”, sostiene que sería más apropiado nombrarla “degeneración macular asociada con la alimentación” o “DMAA”.

Aunque el envejecimiento no es algo que pueda controlar, lo más seguro es que tenga cierto control sobre su alimentación y, por lo tanto, también sobre la salud de sus ojos.

El uso de tapabocas y la inevitable realidad del COVID-19

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 15 de noviembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • La ciencia no respalda las recomendaciones universales sobre el uso de tapabocas
  • Un artículo de revisión de políticas publicado en mayo de 2020 en ‘Emerging Infectious Diseases’, la revista de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), no encontró evidencia que respalde el uso de tapabocas como medida de protección en entornos comunitarios
  • Un metaanálisis y una revisión científica recientes —que se enfocaron en estudios controlados aleatorizados en lugar de estudios observacionales— encontraron que utilizar tapabocas no redujo los casos de influenza o enfermedades similares a la influenza, en comparación con no utilizar tapabocas, ya sea en la población general o entre los trabajadores sanitarios
  • Un estudio en los Estados Unidos encontró que, en comparación otros estados del país, los estados que exigen el uso de tapabocas solo experimentaron una reducción del 2 % en las tasas de pruebas positivas por COVID-19
  • Otra investigación demuestra que las medidas sobre el uso de tapabocas no han influido en las tasas de infección después de todo, ya que sin importar qué tan estrictas sean o si las personas cumplen con ellas, los casos han aumentado y disminuido más o menos al mismo tiempo

Nueve meses después de la pandemia de COVID-19, sigue el debate sobre el uso del tapabocas. En mi opinión, esto se debe a que las personas detrás de la ciencia que impulsa estas nuevas medidas no están preparadas para hacer este tipo de recomendaciones, además, los medios de comunicación hacen un horrendo trabajo.

Y al final, solo tenemos al Dr. Anthony Fauci con declaraciones como “los datos sobre el uso de tapabocas hablan por sí mismos”, pero no dice que casi todos los estudios que se han publicado hasta la fecha demuestran que el uso universal de tapabocas no evita que las enfermedades virales se propaguen. Creo que una investigación periodística sería la respuesta, el problema es que los medios de comunicación dejaron de hacer su trabajo hace mucho tiempo.

Una cosa es cuando alguien decide confiar en la opinión al momento de tomar alguna decisión sobre su persona. Y otra muy diferente es basarse en una opinión para crear órdenes de salud pública. Pero cuando hablamos de la salud de miles de millones de personas, las decisiones deberían basarse en la ciencia, lo que significa revisar cada parte de la literatura científica.

Un periodista investiga

En el siguiente video, Robert F. Kennedy Jr., fundador de Children’s Health Defense, entrevista al periodista de investigación Jeremy Hammond, quien ha escrito una gran cantidad de artículos sobre política exterior, finanzas, vacunas, y su trabajo más reciente habla sobre las medidas de respuesta a una pandemia.

En la entrevista, revisan una variedad de preguntas, que incluyen: ¿Cómo surgió el SARS-CoV-2? ¿Es posible que sea el resultado de una investigación de ganancia de función? ¿Cuál es el objetivo final de las medidas globales como el confinamiento y el uso de tapabocas? ¿Quieren proteger la salud pública o hay un plan oscuro detrás de todo esto?

Con respecto al uso de tapabocas ¿qué dice la ciencia sobre su efectividad contra las enfermedades virales? ¿Podría el uso de tapabocas tener algún efecto dañino para la salud? ¿Debería el uso de tapabocas también ser obligatorio en niños sin importar que representan un vector significativo de propagación y que su riesgo de sufrir una enfermedad grave por COVID-19 o morir a causa de esta enfermedad es casi nula?

¿Cuáles son las principales consecuencias económicas y sociales del uso de tapabocas? ¿Cuál es el papel de los medios de comunicación en estas medidas sobre el uso de tapabocas obligatorio que socavan la libertad de las personas?

Como señala Kennedy, la táctica más común en estos casos es el consenso científico, ya que, de alguna manera, la ciencia es inequívoca y no suele cuestionarse. Es importante comprender que esto es no tiene sentido. La ciencia está en constante cambio, por esta razón es muy raro llegar a un consenso científico sobre algo, porque una investigación rara vez es unilateral.

¡Es ridículo decir que existe consenso científico sobre este tema cuando gran parte de la evidencia contradice sus argumentos!

Todo esto no es más que gaslighting, un término que se utiliza para describir un tipo de manipulación psicológica que consiste en presentar información falsa de manera sistemática para hacer dudar a la víctima de sí misma. Con el tiempo, la víctima se vuelve incapaz de distinguir entre lo que es cierto y falso y comienza a dudar de sus propias percepciones.

El video está disponible solo en inglés

Pero la ciencia establece algo diferente

Con respecto al uso universal de tapabocas, la conclusión, dice Hammond, es que la ciencia no respalda estas recomendaciones. Bajo ciertas condiciones y en ciertos entornos, puede tener algo de utilidad; pero, en general, no existe evidencia que demuestre que utilizar tapabocas todo el tiempo y en todos lados ayude a reducir las tasas de infección y salve vidas.

Hammond señala que incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su guía del 5 de junio sobre el uso de tapabocas de 2020, señaló que no hay evidencia directa de que su uso en personas sanas sea una medida eficaz contra las enfermedades respiratorias. De acuerdo con la OMS:

“Los metaanálisis en las revisiones sistemáticas de la literatura han reportado que el uso de respiradores N95 comparados con los tapabocas médicos no está relacionado con ningún riesgo significativo de los resultados clínicos de enfermedades respiratorias, influenza o infecciones virales confirmadas por laboratorio…

En la actualidad, no existe evidencia directa (de estudios sobre el COVID-19 y en personas sanas) de que el uso del tapabocas en personas sanas sea una medida eficaz para prevenir la infección con virus respiratorios, incluyendo el COVID-19″.

En aquel momento, la OMS recomendó que los tapabocas de tela “solo deberían ser utilizadas por personas infectadas en entornos comunitarios y no como una medida de prevención”.

Sin embargo, al igual que Fauci, la OMS ha cambiado su postura en una serie de medidas, y en su actualización del 20 de octubre de 2020, la OMS recomendó a las personas utilizar el tapabocas “como parte de una estrategia integral de medidas para evitar la transmisión y salvar vidas”.

Y, a pesar del hecho de que no existen normas de calidad para los tapabocas de tela, a menos que pertenezca a uno de los grupos de alto riesgo, este es el tipo de tapabocas que le recomienda utilizar. Los tapabocas de grado médico solo se recomiendan para personas mayores de 60 años, personas con enfermedades de riesgo, quienes se sienten enfermos o quienes cuidan a un familiar enfermo.

La revisión de las políticas no encontró evidencia para el uso universal de tapabocas

Un artículo de revisión de políticas publicado en mayo de 2020 en Emerging Infectious Diseases, la revista de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), no encontró evidencia que respalde el uso de tapabocas como medida de protección en entornos comunitarios. De acuerdo con los autores:

“Aunque los estudios mecanicistas respaldan los beneficios de lavarse las manos o utilizar tapabocas, la evidencia de 14 ensayos controlados aleatorizados sobre estas medidas demostró que no produce efectos sustanciales en la transmisión de la influenza confirmada por laboratorio.

Los tapabocas médicos desechables (también conocidos como tapabocas quirúrgicos) son dispositivos que se diseñaron para que el personal médico los utilizara con el fin de proteger las heridas de los pacientes de la contaminación accidental, así como para protegerse a sí mismos de salpicaduras o fluidos corporales…

Existen pocas pruebas sobre su eficacia para prevenir la transmisión del virus de la influenza, ya sea cuando la persona está infectada o cuando lo utilizan personas que no están infectadas para evitar la exposición.

Nuestra revisión sistemática no encontró ningún efecto significativo de los tapabocas en la transmisión de la influenza confirmada por laboratorio… En esta revisión, no encontramos evidencia que respalde el efecto protector de las medidas de protección personal o medidas ambientales para reducir la transmisión de la influenza”.

En abril de 2020, el servidor medRxic publicó otro metaanálisis y revisión científica dirigidas por el respetado investigador Thomas Jefferson, cofundador de Cochrane Collaboration, las cuales se enfocaron en estudios controlados aleatorizados en lugar de estudios observacionales y encontraron que, en comparación con no utilizar tapabocas, ya sea en la población general o entre los trabajadores sanitarios, utilizarlo no redujo los casos de influenza o enfermedades similares a la influenza.

En un estudio sobre los trabajadores en cuarentena, su uso aumento el riesgo de contraer influenza, pero redujo el riesgo de ILI. También encontraron que no había diferencias entre los tapabocas quirúrgicos y los respiradores N95.

En países con transmisión comunitaria activa y sin inmunidad colectiva, el confinamiento no ha ayudado a detener la propagación de COVID-19; así que lo más sostenible y sensato que podemos hacer es aprender a vivir con el virus. Dejar a un lado el uso de cubrebocas obligatorio y adaptarnos a esta nueva realidad de propagación vírica nos ahorrará tiempo y recursos que ayudarán a proteger a las personas más vulnerables. ~ Profesor Joseph Ladapo

Jefferson también escribió un artículo interesante para el Center for Evidence-Based Medicine (CEBM) que se publicó el 23 de julio de 2020, en el que ofrece una breve reseña de estos estudios. En este artículo, también lamenta que la política trate de ocultar la falta de evidencia científica.

Los responsables de las políticas se basan en pruebas poco sólidas

En un artículo de opinión que se publicó el 28 de octubre de 2020 en del Wall Street Journal, Joseph Ladapo, profesor asociado de la Facultad de Medicina David Geffen de UCLA, señala que “una de las características distintivas de la política contra la pandemia de COVID-19 ha sido que los líderes políticos y funcionarios de salud no han podido anticiparse a las consecuencias imprevistas de sus acciones”, y eso incluye medidas como el uso de tapabocas obligatorio.

“Es importante considerar la evidencia científica y cómo ha ido evolucionando este debate. Se han realizado varios ensayos aleatorizados sobre el uso de tapabocas comunitario o doméstico”, escribe Ladapo.

“La mayoría de los ensayos han demostrado que utilizar tapabocas tiene poco o ningún efecto sobre la transmisión de virus respiratorios… En marzo, cuando Anthony Fauci dijo que ‘utilizar tapabocas puede hacer que la gente se sienta un poco mejor’, pero ‘no brinda la protección que la gente piensa’, su declaración reflejaba el consenso científico y coincidía con las directrices de la Organización Mundial de la Salud.

Pero las recomendaciones cambiaron, casi de la noche a la mañana. ¿Por qué? El riesgo de transmisión asintomática. Los funcionarios de salud dijeron que era necesario hacer más estrictas las medidas sobre el uso del tapabocas. Esta justificación me parece deficiente dado que la propagación presintomática de virus respiratorios no es un fenómeno nuevo en la salud pública…

El público asume que a lo largo de esta pandemia se han realizado investigaciones que respaldan las medidas sobre el uso de tapabocas. Los legisladores y los medios de comunicación hacen referencia a evidencia poco sólida, como un estudio que incluyó a un estilista que dio positivo en la prueba del COVID-19 en Misuri o un campamento de verano en Georgia con un brote.

Aunque estos casos son importantes, en realidad no nos dicen nada sobre la experiencia de otros estilistas u otros campamentos de verano que adoptaron prácticas similares o diferentes sobre el uso de tapabocas.

Otro ejemplo de evidencia poco sólida son los vídeos que muestra las microgotas que se esparcen por el aire mientras la gente habla, y aunque es una línea de investigación bien intencionada, ha avivado los temores sobre las interacciones humanas habituales”.

Y ya que hablamos de los videos que muestran cómo se dispersan las microgotas al hablar, déjeme decirle que, para cada uno de esos videos, hay otro con un contrargumento. Por ejemplo, el siguiente video muestra cómo los vapores de un cigarrillo electrónico se filtran a través de un tapabocas. Si el vapor puede filtrarse, los virus en el aire también.

La pregunta aquí es si los tapabocas reducen la tasa de infección

Ladapo nos ayuda a responder esta pregunta con un estudio que se publicó Health Affairs en junio de 2020, el cual demostró que en comparación con los estados del país que no aplicaron el uso de tapabocas, los estados que exigen el uso de tapabocas experimentaron una reducción de tan solo el 2 % en las tasas de pruebas positivas por COVID-19.

Con el tiempo, incluso “las pequeñas reducciones pueden hacer una gran diferencia”, señala. Tal vez sí, tal vez no. Considere lo que Jefferson señala en su artículo de CEBM:

“El Instituto de Salud Pública de Noruega informó que, si los tapabocas funcionaran, cualquier diferencia en las tasas de infección sería pequeña cuando las tasas de infección son bajas: es decir, si asumimos que 20 % son asintomáticos y usar tapabocas reduce el riesgo en un 40 %, entones 200 000 personas necesitarían utilizarlo para prevenir una nueva infección por semana”.

De cualquier manera, incluso si los tapabocas ayudaran a reducir un poco las tasas de infección, es algo completamente diferente a sugerir que estas medidas de uso de tapabocas obligatorio le pondrán fin a la pandemia.

“Si nos basamos en la evidencia científica disponible, la conclusión más razonable es que las medidas sobre el uso de tapabocas tienen, por mucho, un pequeño efecto en el curso de esta pandemia. Pero esto no es algo que verá en las noticias por cable”, escribe Ladapo.

“Afirmar que no utilizar tapabocas es la causa del aumento en el número de casos tampoco ha sido respaldado por los datos de Gallup, que muestran que el porcentaje de personas que viven en Estados Unidos que reportan usar tapabocas ha sido alto y relativamente estable desde junio.

Los funcionarios de salud y los líderes políticos le han dado al uso de tapabocas un papel protagonista que no está respaldado por las investigaciones empíricas”.

Y aunque nos gustaría creer en este argumento a favor del uso de tapabocas, es importante recordar que cuando la ciencia está bien hecha, debe ser reproducible y en este caso, otras investigaciones encontraron que las medidas sobre el uso de tapabocas no parecen influir en las tasas de infección.

En su artículo “These 12 Graphs Show Mask Mandates Do Nothing to Stop COVID,” Yinon Weiss señala que “sin importar qué tan estrictas sean las medidas sobre el uso de tapabocas, ni el nivel de cumplimiento de la población, todos los casos se reducen y aumenta casi al mismo tiempo”.

Para ver todos los gráficos, consulte el artículo de Weiss o el hilo de Twitter. Estos son algunos de los puntos más importantes:

Casos de COVID-19 en Austria
Casos de COVID-19 en Alemania
Casos de COVID-19 en Belgica
Casos de COVID-19 en Italia
Casos de COVID-19 en España
Casos europeos de COVID-19

Los tapabocas no nos protegen de esta cruda realidad

Quizás la recomendación menos científica de todas es el uso de tapabocas obligatorio cuando visitamos lugares públicos. Un estudio de rastreo de contactos que analizó 318 brotes de COVID-19 que involucraron al menos a tres personas encontró que solo un incidente se puede rastrear hasta la transmisión al aire libre.

“Al enfocarnos en la atención desmesurada y científicamente injustificada sobre el uso de tapabocas, el uso obligatorio de tapabocas tiene el objetivo involuntario de aceptar la verdad inevitable”, escribe Ladapo en su artículo de opinión del Washington Street Journal.

“En países con transmisión comunitaria activa y sin inmunidad colectiva, el confinamiento no ha ayudado a detener la propagación de COVID-19, así que lo más sostenible y sensato que podemos hacer es aprender a vivir con el virus.

Dejar a un lado el uso de tapabocas obligatorio y adaptarnos a esta nueva realidad de propagación vírica nos ahorrará tiempo y recursos que ayudarán a proteger a las personas más vulnerables…

Hasta que se acepte esta nueva realidad de propagación vírica en Estados Unidos, los líderes políticos seguirán justificándose por mantener cerradas las escuelas y los negocios, lo que evita que los jóvenes tengan la oportunidad de construir su futuro y los priva de las actividades cotidianas que hacían que la vida valiera la pena”.

Las revistas científicas se niegan a publicar un estudio que muestra la ineficacia de los tapabocas

La evidencia más reciente, que nos ayudaría a terminar con todo este debate sobre el uso de tapabocas, es un ensayo controlado aleatorizado danés de 6000 personas que tenía como objetivo demostrar la eficacia del uso de tapabocas contra la infección por COVID-19. Pero parece que no se obtuvieron los resultados que esperaban porque los investigadores no pudieron publicar su trabajo.

Según los investigadores, el estudio se publicará tan pronto como “alguien se atreva a hacerlo”. Y si consideramos que el argumento en contra del uso de tapabocas ha carecido de evidencia, entonces si este ensayo específico de COVID-19 demuestra que funciona, ¿por qué las revistas se negarían a publicarlo?

Un hilo de Twitter por Alex Berenson, un exreportero del New York Times habla sobre esta controversia. Una traducción superficial del estudio, que actualmente solo está disponible en alemán, revela que el estudio descubrió que cuando las personas no utilizan el tapabocas de forma correcta, se tocan la cara y no se lavan las manos podrían exponerse decenas de millones de contaminaciones todos los días.

Por esta razón, el uso universal de tapabocas puede producir más daños que beneficios. Está claro que este tipo de información debería difundirse al público en general, pero las revistas médicas no permiten que eso suceda. Según informa el CEBM, hay varios ensayos registrados en los que se busca evaluar la efectividad de varios tapabocas contra el COVID-19. El tiempo dirá cuáles serán los resultados y si alguna vez los conoceremos.

Peligros relacionados con el uso de tapabocas que se mantiene en secreto

Kennedy y Hammond también analizan la evidencia que sugiere que el uso crónico de tapabocas tiene sus riesgos y puede provocar otros efectos dañinos, como:

Daño pulmonar y consecuencias patológicas por inhalar fibras del tapabocas. Un artículo que aún no se ha sometido a revisión por pares sugiere que las fibras del tapabocas pueden representar un riesgo para la salud cuando se inhalan. De acuerdo con los autores:“Si inhala incluso un pedazo muy pequeño de fibra o si hay residuos por la fabricación, el empaque o la manipulación del tapabocas, entonces, no solo existe la posibilidad de inhalar materiales extraños, sino también de que lleguen a partes profundas del tejido pulmonar, lo que podría tener consecuencias patológicas…Si continúa todo este movimiento de uso universal del tapabocas, entonces cientos de millones personas estarán bajo un riesgo constante de inhalar fibras, desechos ambientales y biológicos. Esta situación debería ser alarmante para los médicos y epidemiólogos que conocen los gajes del oficio”.
Intensificar los ataques de asma: los plásticos con los que se fabrican los tapabocas representan otro problema potencial. Por ejemplo, los tapabocas quirúrgicos están hechos de plásticos como el polipropileno, que provoca asma. Si tiene asma, utilizar tapabocas podría empeorar su condición.
Dentistas de todo el mundo han advertido sobre los problemas de higiene dental (caries, recesión de la línea de las encías y mal aliento potente) que se relacionan con el uso de tapabocas. El Dr. Rob Ramondi, dentista y cofundador de One Manhattan Dental dijo para New York Post:“Personas que siempre han estado sanas y nunca habían tenido problemas dentales presentan inflamación y caries. Alrededor del 50 % de nuestros pacientes se han visto afectados por este problema”.
Quejas relacionadas con la hipoxia como fatiga, dolores de cabeza, dificultad para respirar y ansiedad.
Mayor riesgo de infección. Según el Dr. Russel Blaylock, los tapabocas “representan graves riesgos para la salud de las personas sanas”, ya que pueden provocar una concentración de virus en las fosas nasales donde pueden “entrar en los nervios olfativos y viajar al cerebro”. Tocarse la cara y el tapabocas con mucha frecuencia, también puede aumentar el riesgo de infección.

La mayoría de las personas que dan positivo a la prueba del COVID-19 también son las que más utilizan tapabocas

Para concluir, un análisis reciente de los CDC revela que el 85 % de los pacientes que dieron positivo a la prueba del COVID-19 reportaron que utilizaron su tapabocas “con frecuencia” o “siempre” durante las dos semanas antes de realizarse la prueba. No es un ensayo controlado aleatorizado, que es el estándar de oro, pero nos dice que, en general, los tapabocas no parecen ofrecer una muy buena protección. Si lo hicieran, la infección no afectaría a las personas que los utilizan.

Mientras tanto, las medidas sobre el uso de tapabocas obligatorio nos despojan de nuestra soberanía personal y nuestra humanidad. Como señaló Hammond, no parece importarles si estas medidas tienen sentido o no, más bien parece que lo que quieren es enseñarnos a seguir órdenes.

Todo esto se trata de obedecer, por desgracia, hay algunos que no saben mucho sobre ciencia e incitan el uso de la tecnocracia al tratar de hacer quedar mal a quienes no obedecen.

Es probable que en un futuro remplacen está medida de tapabocas obligatorio por la de vacuna obligatoria. Para entonces, es posible que muchos estén dispuestos a hacer casi cualquier cosa, solo para dejar de utilizar el tapabocas.

Lo invito a leer sobre las muchas preguntas relacionadas con las vacunas para el COVID-19 antes de tomar una decisión. En general, parece que la mejor opción es dejar de utilizar el tapabocas.