LA COVID-19 Y LA SOSTENIBILIDAD MEDIOAMBIENTAL DEL MAÑANA

Antes de esta crisis de salud nos enfrentábamos ya como sociedad a enormes desafíos que, lógicamente, han quedado relegados por el acuciante ahora de la emergencia sanitaria. Pero cuestiones como el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad siguen presentes y conectados con la situación que vivimos.

CAMBIO CLIMÁTICO, CONTAMINACIÓN Y COVID-19

Ya se vio en China. Y ahora también en Europa y España: la reclusión y la minimización de las actividades comerciales y el transporte debidos al estado de alerta han supuesto una disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, sobre todo de la industria y del transporte por carretera. En el corto plazo, esto es una buena noticia para la consecución de los objetivos de mitigación de gases de efecto invernadero (GEI).

De forma similar, la contaminación atmosférica en nuestras ciudades se ha reducido, tanto en China como en Europa. Cabría esperar que este hecho redunde positivamente en la salud de las personas que habitan estos núcleos, normalmente sometidas a altos niveles de contaminación.

Podríamos aventurarnos a pensar, con todas las cautelas, que las cerca de 10 000 muertes prematuras que se producen al año por la polución del aire en España podrían disminuir notablemente. Un descenso que podemos sumar a los fallecimientos por COVID-19 evitados gracias al confinamiento.

Cuando esta situación pase, problemas como el cambio climático, la contaminación atmosférica en las grandes ciudades o la pérdida de biodiversidad seguirán siendo desafíos de enorme magnitud, frente a los que proponer medidas también urgentes.

No obstante, podemos comenzar a afrontar ya los retos de ese mañana pospandemia teniendo en cuenta algunos factores relacionados con la crisis actual.

1. LOS PROBLEMAS AMBIENTALES DEL EFECTO REBOTE

Si la salida de la cuarentena no es paulatina, escalonada, se producirán picos en el consumo de bienes y servicios. Estos desencadenarán una emisión masiva de GEI y compuestos contaminantes en un modelo de producción y consumo todavía fundamentado en el uso de combustibles fósiles.

El efecto rebote, tan deseado desde el punto de vista económico, entraña un riesgo medioambiental serio. El repunte de emisiones podría incluso compensar la reducción registrada durante la etapa de confinamiento.

2. LA IMPORTANCIA DE LA CONCIENCIACIÓN Y EDUCACIÓN AMBIENTAL

Las personas que trabajamos en el ámbito de la ciencia y la sostenibilidad, la sociedad civil y los responsables políticos no podemos perder otra oportunidad de acercar a la ciudadanía las consecuencias de nuestras decisiones y hábitos cotidianos. Cómo nos movemos, cómo trabajamos y cómo nos alimentamos influye profundamente en problemas medioambientales de enorme calado, tiene repercusiones socioeconómicas graves y una incidencia transversal.

Seguramente esta crisis suponga nuestra entrada en una madurez como sociedad sin demasiados precedentes cercanos en el tiempo.

Muy probablemente esté naciendo una conciencia de la colectividad y la corresponsabilidad social determinantes para encarar los muchos desafíos que nos quedan por enfrentar como sociedad en las próximas décadas. Las muestras de generosidad, el apoyo mutuo, la importancia y puesta en valor de servicios públicos esenciales como la sanidad, la educación y la investigación son signos del cambio.

Será necesario también recordar, por ejemplo, que las elevadas tasas de contaminación atmosférica en ciudades como las del norte de Italia o Madrid –con graves consecuencias para la salud, especialmente en poblaciones vulnerables– podrían estar relacionadas con una mayor incidencia de enfermedades cardiorrespiratorias como la COVID-19.

Tendremos que reafirmarnos en la urgencia de reducir la emisión de GEI para frenar un cambio climático que ya causa el sufrimiento de muchos seres humanos en el planeta. Un cambio climático que también puede acelerar la llegada de enfermedades como la que estamos sufriendo.

Habremos de recordar que, si seguimos presionando los ecosistemas naturales con un consumo exacerbado de recursos y territorio, podemos acercarnos a focos de contagio. Podemos perder la capacidad de resistir el embate de eventos climáticos extremos. Perderemos, en definitiva, nuestra resiliencia como sociedad.

3. LA NECESIDAD DE UN CAMBIO DE SISTEMA

Pero quizás lo anterior no sea suficiente para abordar los cambios estructurales de modelo que se precisan para que la degradación medioambiental y sus consecuencias (pandemias como la de COVID-19, entre ellas) se palíen.

Esta crisis es una oportunidad para modificar hábitos, para asegurar un futuro digno a nuestra especie y a nuestra relación con el planeta.

Por ejemplo, la forma en que trabajamos y la forma en que nos relacionamos podrían dejar de ser tan sumamente presencialistas y demandantes de recursos. El teletrabajo podría imponerse como una norma y dejar de ser una excepción. En el ámbito de la investigación, por ejemplo, puede que los congresos y reuniones científicas en remoto sean mucho más frecuentes. Todo ello, con el consiguiente impacto positivo en la mitigación de GEI.

4. EL PAPEL IMPRESCINDIBLE DE LA INVESTIGACIÓN

Es muy probable, según experiencias previas no lejanas en el tiempo, que la previsible crisis económica que nos espera tras la salida de la sanitaria se cebe con la inversión en educación e I+D+i.

Si como sociedad no evitamos que esto ocurra, el riesgo de limitar nuestra capacidad de enfrentar los desafíos medioambientales antes mencionados (y otros en otros ámbitos directamente relacionados, como el de la salud) crecerá exponencialmente.

Alberto Sanz Cobeña, Profesor e investigador en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Ambientales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y Candela de la Sota Sández, Investigadora asociada en cambio climático y contaminación atmosférica, Stockholm Environment Institute

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Los Resultados Problemáticos De Los Falsos Negativos De La Prueba De COVID-19

El hecho de que un niño de 16 meses de edad en Florida diera positivo para coronavirus, y unos días más tarde, resultara negativo en una segunda prueba de laboratorio, puede ser algo problemático, según un profesional médico que cree que la prueba positiva fue la correcta, indicó The Wall Street Journal.

“Los falsos negativos son problemáticos porque le indican al paciente que no tiene el virus”, señaló el médico, Craig Deligdish, oncólogo de Omni Healthcare, un grupo médico de Melbourne, Florida. Y mientras tanto, ese paciente podría propagarlo de forma involuntaria, expresó este profesional de la salud, según el informe de WSJ.

De acuerdo con Boston Globe, a los médicos les preocupa que los resultados inexactos puedan brindarles a los pacientes una falsa sensación de seguridad, lo que podría ocasionar que sean menos estrictos en cuanto a su higiene y distanciamiento social y, en consecuencia, talvez propagar aún más el virus. Esta falsa sensación de seguridad también podría poner en mayor riesgo a los profesionales de la salud.

De inicio, generalmente las pruebas de seguridad para las vacunas son insuficientes, pero cuando se trata de una vacuna contra alguna pandemia acelerada, las pruebas de seguridad se apresuran y se tornan aún más inadecuadas.

Dado que algunos expertos en salud consideran que casi uno de cada tres pacientes infectados obtiene un resultado negativo, entonces al parecer podría ser una prueba inadecuada, ya que ya hay planes en proceso para acelerar la comercialización de la vacuna COVID-19.

Los investigadores que trabajan en una vacuna COVID-19 han renunciado a algunas de las pruebas de seguridad que normalmente se requieren, y al menos un fabricante de vacunas ha confiado en una técnica completamente nueva, mientras evita las pruebas convencionales en animales antes de realizar ensayos clínicos en seres humanos.

Pasará al menos un año o más antes de que la vacuna esté disponible para la población. Pero, ese es un lapso de espera significativamente más corto que los 15 a 20 años que usualmente se tardan para comercializar una vacuna experimental.

El desarrollo rápido de vacunas conlleva riesgos considerables. Puede ser ineficaz, lo que suele ser el caso de la vacuna contra la influenza estacional, o puede causar graves efectos secundarios, como fue el caso de la vacuna contra la gripe porcina H1N1 en 2009, o incluso podría agravar la infección, en vez de prevenirla.

La vacuna contra la gripe 2018-19, destinada a todas las infecciones causadas por el virus de la influenza relacionado con enfermedades respiratorias agudas (ARI) que requieren atención médica, tuvo la pésima efectividad del 47 % y una efectividad abismal del 8 % contra la influenza A (H1N1) que, por mucho, fue el tipo más común

Covid-19/ La Medicina Ayurvédica Fortalece El Sistema Inmunitario.

Por Fabiana Polinelli (artículo) y Alisail Estevez (vídeo)Actualizado el 7 de abril de 2020, 20:17

Narendra Modi, el primer ministro de la India, les recomendó a sus pares de los Estados Unidos, Donald Trump y de España, Pedro Sánchez, que apelen a la medicina Ayurveda para hacerle frente a la pandemia de coronavirus.

El primer ministro de la India, recomendó el Ayurveda a Donald Trump y a Pedro Sánchez, como medio para hacerle frente a la cuarentena.

Según Clarín, Modi habló públicamente acerca de los beneficios de esta medicina milenaria, explicando que sus principios de vida son ideales para garantizar la salud psicológica y física de la gente en la cuarentena.

El Ayurveda promueve el bienestar físico, mental y espiritual

En ese contexto, recomendó seguir las enseñanzas del Ayurveda y extendió sus consejos tanto a Donald Trump como a Pedro Sánchez, para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones del mundo en este escenario de pandemia de coronavirus.

El Ayurveda es una ciencia milenaria que promueve el bienestar físico, mental y espiritual de las personas por sobre el consumismo típico de Occidente.

La medicina ayurvédica está avalada por la Organización Mundial de la Salud

Con más de 5 mil años de antiguedad, el Ayurveda es una ciencia avalada por la Organización Mundial de la Salud, OMS. También conocida como ciencia de la vida, trata al ser humano de manera integral como cuerpo, mente y espíritu. Y lo hace con bases en la naturaleza, tanto para la prevención como para el tratamiento de las enfermedades.

El doctor José Harvey, médico especialista en el tema, le comentó al medio citado que el Ayurveda se dedica al desarrollo del estilo de vida sano y a la prevención de la enfermedad.

Recomendaciones para fortalecer el sistema inmune

– Preferir los alimentos naturales, antes que los procesados o enlatados, y consumirlos recién horneados.

– Antes de sentarse a comer es indispensable lavarse las manos y el lugar en el que se come debe estar limpio y debe ser agradable, tal como se afirma en Ayurveda Web.

– Hay que comer despacio, masticando muy bien cada bocado.

– Agregar cúrcuma a las preparaciones culinarias. Esta especia es antiinflamatoria, analgésica y ayuda al buen funcionamiento del sistema respiratorio.

– Para favorecer la digestión, tomar una cucharada de jengibre fresco rallado con sal antes de cada comida.

– La ciencia Ayurveda recomienda no comer si hay preocupación, tristeza o se está atravesando un momento de mucho estrés.

– Se recomienda acostarse temprano, antes de las 10 de la noche y levantarse antes de las 7.

– Tomar un vaso de leche tibia con una pizca de jengibre rallado antes de acostarse. Esta bebida ayuda a calmar la mente, además de ser nutritiva.

– Ejercitarse al aire libre, en el balcón o patio, durante 20 minutos todos los días, para fortalecer el cuerpo y absorber vitamina D proveniente del sol.

– Hacer posturas simples de yoga, para elongar los músculos.

– Practicar meditación, que ayuda a bajar los niveles de ansiedad y a fortalecer las defensas del organismo.

La Gran Guerra Del 5G: Tecnología En Contra De La Humanidad.

Por: Dr. Mercola. Artículo escrito el 5 de Junio del 2019

HISTORIA EN BREVE

  • La tecnología 5G se basa principalmente en el ancho de banda de onda milimétrica y es conocida por causar una sensación de ardor muy dolorosa. También se le ha relacionado con problemas oculares, cardíacos, función inmune débil, daño genético y problemas de fertilidad
  • La Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) admite que ni la agencia ni la industria de telecomunicaciones ha realizado ni financiado estudios de seguridad relacionados a la tecnología 5G, y que no está dentro de los planes
  • La FCC ha sido acaparada por la industria de las telecomunicaciones, que a su vez ha perfeccionado las estrategias de desinformación empleadas por la industria del tabaco antes de que las exposiciones persistentes a las frecuencias de microondas, como las de los celulares, pudieran causar disfunción mitocondrial y daño al ADN nuclear por medio de los radicales libres producidos por los peroxinitritos
  • Las exposiciones excesivas a los celulares y redes de wifi se han relacionado con enfermedades crónicas, como arritmias cardíacas, ansiedad, depresión, autismo, Alzheimer e infertilidad

La exposición a los campos electromagnéticos (CEM) y a la radiación de radiofrecuencia (RF) son un riesgo cada vez mayor para la salud en el mundo moderno. El sitio web de Cellular Phone Task Force ofrece una larga lista de gobiernos y organizaciones que han emitido advertencias o prohibiciones de las tecnologías inalámbricas de diversos tipos y circunstancias, desde 1993.

También podemos encontrar una larga lista de organizaciones que representan a médicos y científicos, incluyendo una solicitud de protección contra la exposición a los CEM no ionizante llevada a cabo por más de 230 científicos internacionales de los campos electromagnéticos a las Naciones Unidas en el 2015, la cual señala lo siguiente:

“Numerosas publicaciones científicas recientes han demostrado que los CEM afectan a los organismos vivos a niveles muy por debajo de la mayoría de los lineamientos internacionales y nacionales.

Entre estos efectos podemos encontrar: un mayor riesgo de desarrollar cáncer, estrés celular, aumento de radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductivo, déficits de aprendizaje y memoria, trastornos neurológicos e impactos negativos en el bienestar general de los seres humanos.

El daño rebasa ampliamente a la raza humana, ya que existe evidencia creciente de que los efectos dañan tanto a la vida vegetal como animal”.

En septiembre del 2017, más de 180 científicos y médicos de 35 países emitieron una suspensión específicamente para el 5G, “hasta que los peligros potenciales para la salud humana y el medio ambiente hayan sido investigados completamente por científicos independientes de la industria”.

Estos señalaron que se ha demostrado que la radiofrecuencia de los campos electromagnéticos (“RF-EMF”) es perjudicial para los seres humanos y el medio ambiente,” y que el “5G aumentará sustancialmente la exposición a los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF) por arriba del 2G, 3G, 4G, wifi, etc. para las telecomunicaciones ya existentes.”

En un artículo del sitio web de Environmental Health Trust, Ronald Powell, Ph. D y científico retirado de física aplicada de Harvard, señala que “no existe NINGUNA MANERA SEGURA de implementar el 5G en nuestras comunidades; más bien, solo existen ‘malos caminos’ o ‘peores'”, y en lugar de discutir sobre qué persona debería controlar su despliegue, deberíamos enfocarnos en la prevención de su uso por completo.

Abundan las preocupaciones relacionadas con la tecnología 5G

El analista de Wall Street, Sunil Rajgopal, advirtió recientemente que las crecientes preocupaciones sanitarias pueden retrasar la implementación del 5G, de acuerdo con la revista Fortune. Algunos países ya han tomado las medidas necesarias para retrasar el lanzamiento del 5G debido a los riesgos sanitarios que representa, señala Rajgopal. Pero ¿podemos detenerlo?

En Bruselas, Bélgica, se interrumpieron recientemente las pruebas del 5G mientras que, en Suiza, retrasaron su lanzamiento para crear un sistema para monitorear la radiación.

La ciudad de Syracuse, en el estado de Nueva York, también ha intentado establecer algunas garantías y ha “negociado el derecho de realizar inspecciones de seguridad bajo demanda de las antenas de 5G” para disipar todas las preocupaciones generales. Según Forbes:

“En New Hampshire, los legisladores han considerado establecer una comisión para estudiar los impactos sanitarios que causan las redes de 5G. Y el año pasado, en Mill Valley, California, cerca de San Francisco, se prohibieron las nuevas celdas inalámbricas de 5G.”

Sin embargo, muchas otras áreas han optado por confiar en la Comisión Federal de Comunicaciones y en la asociación comercial de la industria inalámbrica, CTIA, la última de las cuales ha creado un sitio web conocido como “Cellphone Health Facts,” el cual cita investigaciones que no demuestran los riesgos relacionados. Sin embargo, es erróneo considerar que la FCC se encuentra evaluando los riesgos sanitarios.

En una audiencia reciente del senado sobre el comercio (arriba), la FCC admitió que la agencia o la industria de las telecomunicaciones no ha realizado ni financiado estudios de seguridad relacionados al 5G, y que no está dentro de los planes.

En un discurso proporcionado en el National Press Club en junio del 2016, Tom Wheeler, expresidente de la FCC y jefe anterior del grupo de presión de la industria inalámbrica, aclaro la postura de la agencia al mencionar:

“Aléjese del desarrollo tecnológico. A diferencia de algunos países, nosotros no consideramos la necesidad de dedicar los próximos años a estudiar; es preferible otorgar la libertad a los innovadores que permitir que los comités y los reguladores definan el futuro. No esperaremos a los estándares.”

En relación con los más de 2 000 estudios que demuestran una amplia gama de daños biológicos causados por los CEM, las garantías de la FCC y de la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos, de que las exposiciones a las radiaciones inalámbricas son seguras, incluyendo las del 5G, parecen falsas en el mejor de los casos.

Tal como lo señaló un artículo reciente en Counterpunch:

“Los grupos de interés de las telecomunicaciones aseguran que los lineamientos ya existentes son adecuados para proteger al público. Sin embargo, dichos lineamientos de seguridad se basan en un estudio de 1996 sobre la cantidad de calor generada por un celular en la cabeza de un maniquí de plástico de tamaño adulto. Este es un problema, por tres razones:

Los organismos vivos se encuentran formados por células y tejidos altamente complejos e interdependientes, y no de plástico.

Aquellos individuos expuestos a la radiación de radiofrecuencia incluyen: fetos, niños, plantas y vida silvestre, no solo adultos.

“Las frecuencias utilizadas en el estudio del maniquí fueron mucho menores que las exposiciones asociadas con el 5G.”Publicidad


¿Qué cantidad de campos electromagnéticos pueden soportar los seres humanos?

La exposición a numerosas frecuencias de impacto biológico, como las que funcionan con los celulares y el wifi, han aumentado aproximadamente a 1 quintillón de veces en los últimos 100 años.

Desafortunadamente, la exposición a los CEM es muy extensa en estos días, y es prácticamente imposible realizar estudios de población controlada, ya que ninguna población se encuentra realmente indiferente o sin ningún tipo de exposición. La falta de un grupo de control dificulta determinar cuáles son los efectos causados en el mundo real.

Dicho esto, se ha realizado un estudio de exposición controlado, el cual revela que no es tan inofensivo como se considera. A principios del siglo XX, existían dos tipos de poblaciones en los Estados Unidos: rural y urbana. Las áreas urbanas fueron electrificadas totalmente, mientras que para las áreas rurales no fue así hasta cerca de 1950.

El Dr. Sam Milham, un epidemiólogo, analizó minuciosamente las estadísticas de mortalidad entre estas dos poblaciones a lo largo del tiempo, y demostró claramente que existía una gran diferencia entre la mortalidad por enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes entre estos dos grupos. Asimismo, a medida que las zonas rurales fueron electrificadas, las dos curvas se fusionaron en algún momento.

Hoy en día, no solo vivimos y trabajamos en entornos electrificados, sino que también nos encontramos rodeados de microondas provenientes de tecnologías inalámbricas. Dentro de poco, se puede añadir el 5G a la mezcla, lo que hace que las exposiciones sean más complejas y potencialmente dañinas. Como lo señaló Counterpunch:

“La radiación de radiofrecuencia 5G (RF) utiliza un “cóctel” de tres tipos de radiación diferentes, que van desde ondas radiales de energía relativamente baja, radiación por microondas con mucha más energía y ondas milimétricas con todavía más energía.

El mayor peligro se encuentra en las frecuencias extremadamente altas de 5G. Mientras que las frecuencias 4G alcanzan los 6 GHz, el 5G expone la vida biológica con señales pulsadas dentro del rango de 30 GHz a 100 GHz. El público en general nunca se ha encontrado expuesto a frecuencias tan elevadas durante largos períodos de tiempo.”

Problemas de salud vinculados a la exposición 5G

La preocupación adicional del 5G es la adición de las ondas milimétricas (MMW, por sus siglas en inglés). Se sabe que este ancho de banda, que alcanza los 30 gigahertz (GHz) hasta llegar a los 300GHz, penetra cerca de 2 milímetros del tejido de piel humana, lo que causa una sensación de ardor.

Esta es precisamente la razón por la cual el Departamento de Defensa de los Estados Unidos eligió a las MMW para las armas de control de multitudes (sistema de negación activa). Las MMW también se utilizan en los llamados “escáneres corporales” de los aeropuertos.

La investigación ha demostrado que los poros de la piel humana actúan como receptores o antenas para la radiación 5G y atraen la radiación al cuerpo, lo que provoca un aumento de la temperatura. Esto en cierta parte ayuda a explicar los efectos dolorosos.

El Dr. Yael Stein, quien estudió la tecnología de las MMW 5G, así como su interacción con el cuerpo humano, explicó en una carta del 2016 dirigida a la Comisión Federal de Comunicaciones lo siguiente:

“Las simulaciones por computadora han demostrado que las glándulas sudoríparas pueden concentrar las ondas subterahertz en la piel humana. Los seres humanos podrían percibir dichas ondas como calor.

El uso de la tecnología de comunicaciones en subterahertz (ondas milimétricas) (celulares, wifi, antenas) podría causar que los humanos perciban el dolor físico a través de los nociceptores.

Potencialmente, si el wifi de 5G es difundido al dominio público, podemos esperar mayores efectos sanitarios de los que se observan actualmente con las frecuencias de RF o microondas, incluyendo muchos más casos de hipersensibilidad (EHS, por sus siglas en inglés), así como nuevas quejas de dolor físico y una variedad desconocida de alteraciones neurológicas.

Será posible demostrar una relación causal entre la tecnología G5 y los efectos sanitarios específicos. Las personas afectadas podrían ser elegibles para recibir una indemnización”.

También se han vinculado a las MMW con las siguientes afecciones:

  • Problemas oculares como la opacidad del cristalino en ratas, relacionada con el desarrollo de cataratas y daño ocular en conejos
  • Afecta la variabilidad de la frecuencia cardíaca, la cual es un indicador de estrés en ratas y cambios en la frecuencia cardíaca (arritmias) en ranas
  • Dolor
  • Función inmunológica débil
  • Reducción del crecimiento y bacterias más resistentes a los antibióticos

Como se señaló en un artículo reciente del sitio web Gaia.com:

“Muchos científicos comprenden que la radiación electromagnética que se filtra por las puertas de los hornos de microondas es cancerígena y, por lo tanto, puede causar cáncer. La mayoría de estos científicos también consideran que estas ondas son mutagénicas, lo que significa que cambian la estructura del ADN en los seres vivos.

El lanzamiento del 5G será similar a los efectos de un microondas, como sí lo dejará encendido por el resto de su vida. Existe una buena razón por la que cientos de científicos implementan ciertas medidas contra la industria inalámbrica.”

Daños causados por los campos electromagnéticos

Como expliqué en la entrevista del 2017 con Martin Pall, Ph. D. y profesor emérito de bioquímica y ciencias médicas básicas en la Universidad Estatal de Washington, el principal peligro de los CEM es el desarrollo del exceso de estrés oxidativo en la disfunción mitocondrial.

De acuerdo con la investigación de Pall, la radiación por microondas de radiofrecuencia, como la del celular y el enrutador inalámbrico, activa los canales de calcio voltaje dependientes (VGCC, por sus siglas en inglés) ubicados en la membrana externa de las células.

Según Pall, los VGCC son 7.2 millones de veces más sensibles a la radiación de las microondas que las partículas cargadas dentro y fuera de nuestras células, lo que significa que los estándares de seguridad para dicha exposición se encuentran desactivados por un factor de 7.2 millones.

La radiación por microondas de baja frecuencia abre los VGCC, lo que permite un acceso anormal de iones de calcio en la célula, que a su vez activa al óxido nítrico (NO) y superóxido, los cuales reaccionan casi instantáneamente para formar un peroxinitrito que luego desarrolla radicales libres de carbonato, los cuales son una de las especies de nitrógeno reactivo más dañinas, conocidas y consideradas como una causa fundamental de numerosas enfermedades crónicas actuales.

Para una comprensión más profunda sobre los peroxinitritos y los daños que causan, consulte el documento de acceso gratuito conocido como “Nitric Oxide and Peroxynitrite in Health and Disease”, el cual se encuentra conformado por 140 páginas y 1500 referencias escritas por el Dr. Pal Pacher, Joseph Beckman y el Dr. Lucas Liaudet.

Uno de los peligros más importantes de los peroxinitritos es que pueden dañar el ADN. El estudio europeo REFLEX publicado en el 2004 reveló que los efectos no térmicos de las radiaciones 2G y 3G son en realidad muy similares a los efectos de los rayos X en términos del daño genético que causan.

Su cuerpo tiene la capacidad de reparar dicho daño a través de una familia de 17 enzimas diferentes llamadas poli ADP ribosa polimerasas (PARP). Sin embargo, aunque las PARP funcionan adecuadamente, requieren de NAD+ como combustible y cuando este se agota, dejan de reparar al ADN.

Esto a su vez puede conducir a una muerte celular prematura, ya que se necesitan cerca de 100 a 150 moléculas de NAD+ para reparar una sola ruptura de la cadena de ADN. El NAD+ es fundamental para mantener la salud celular y mitocondrial, por lo que el hecho de que las PARP consuman NAD+ para contrarrestar el daño causado por los CEM es una preocupación significativa.

El cáncer no es el riesgo principal de los campos electromagnéticos

El voltaje en el cuerpo parece desempeñar una función importante para la salud y las enfermedades. La producción de electricidad corporal permite que las células se comuniquen y realicen las funciones biológicas básicas necesarias para la supervivencia. Sin embargo, su cuerpo se encuentra diseñado para funcionar a niveles y frecuencias muy específicas.

Parecería lógico que estar rodeado de CEM artificiales, las cuales son cuatrillones de veces más elevadas que el entorno natural de la Tierra puede interferir con la capacidad del ADN para recibir y transmitir señales biológicas.

Aunque, la controversia que existe sobre los daños de los CEM se ha enfocado en la causalidad del cáncer, en especial tumores cerebrales, esta no es la mayor preocupación. Dado que el daño se encuentra fuertemente vinculado con la activación de los VGCC, es lógico considerar que las áreas donde los VGCC son más densos serían las más vulnerables a los daños.

Da la casualidad que la mayor densidad de los VGCC se encuentra en el sistema nervioso, el cerebro, el marcapasos cardiaco y los testículos masculinos. Como resultado, es probable que los CEM contribuyan a los problemas neurológicos, neuropsiquiátricos, cardíacos y reproductivos.

Esto incluye, pero no se limita a las arritmias cardíacas, ansiedad, depresión, autismo, Alzheimer e infertilidad. De hecho, esta es la evidencia encontrada por los investigadores, y todos estos problemas sanitarios son mucho más frecuentes y acaban con la vida de más personas que el cáncer cerebral.

Por si fuera poco, al observar cuántos individuos ya luchan con la hipersensibilidad electromagnética, saturar ciudades y áreas suburbanas con radiaciones por MMW indudablemente extenderá el problema y hará la vida insoportable para quienes ya perciben los efectos de la radiación inalámbrica.

Es realmente probable desarrollar cáncer cerebral

Aunque la enfermedad cardíaca, la demencia y la infertilidad eclipsan el riesgo de cáncer cerebral, la posibilidad de desarrollarlo aún persiste, y puede ser una preocupación mucho más importante de lo que creemos para los niños pequeños que crecen rodeados de más tecnologías inalámbricas.

El hecho es que no sabemos verdaderamente si el impacto sucede desde el útero o por el uso temprano de los teléfonos celulares, el cual aumentará las tasas de cáncer cerebral hasta dentro de una década o dos, cuando los jóvenes de hoy ya hayan crecido.

Cada vez son más las investigaciones que sugieren que la radiación de los teléfonos celulares ciertamente influyen en el riesgo, y existe una serie de informes anecdóticos convincentes que son difíciles de ignorar.

En este artículo, Davis menciona a Robert C. Kane, un ingeniero sénior de telecomunicaciones quien “había servido como voluntario de Motorola y otras compañías que desarrollan nuevas tecnologías inalámbricas desde la década de 1980.”

Él desarrolló un tipo de cáncer cerebral maligno que el National Toxicology Program confirmó posteriormente que fue un efecto secundario por la exposición a la radiación de los teléfonos celulares. Los resultados de los NTP fueron publicados en el 2018. Antes de su fallecimiento en el 2002, Kane publicó el libro titulado Cell Phone Radiation — Russian Roulette, en el cual afirmó que:

“Nunca en la historia de la humanidad había existido tal práctica, ya que ahora nos encontramos en la era de la comercialización y distribución de productos hostiles hacia el sistema biológico humano por parte de una industria con conocimientos previos de los efectos secundarios”.

Infórmese sobre los riesgos asociados a la tecnología 5G y proteja a su familia de los daños

Actualmente me encuentro escribiendo un libro sobre los peligros de los CEM, el cual será un recurso integral sobre las tecnologías actuales.

Mientras tanto, para mayor información sobre el 5G y para una mejor difusión, descargue el material informativo del 5G de dos páginas por medio del Environmental Health Trust. En este sitio web, también puede acceder a una larga lista de estudios científicos publicados que demuestran los motivos de inquietud.

Para disminuir su exposición a los CEM, puede consultar las siguientes sugerencias e implementar las que le sean posibles. También puede obtener orientación y soluciones adicionales para reducir los campos eléctricos y magnéticos al final del artículo “Healthy Wiring Practices”, creado por Oram Miller, un biólogo de construcción, a quien entrevisté sobre el tema.

Soluciones para la noche
Utilice los filtros Stetzer o Greenwave para eliminar las transiciones de voltaje de su electricidad y utilice los medidores para confirmar que se encuentran en un rango seguro.
Utilice un reloj con baterías, idealmente uno sin luz. Utilice un reloj parlante para personas con discapacidad visual.
Considere mover la cama de su bebé a su habitación, en vez de utilizar un monitor inalámbrico para bebés. También puede implementar las opciones que utilizan cables.
Si necesita el wifi, apáguelo cada que no lo utilice, sobre todo al dormir por la noche. Lo ideal sería que utilizara cables en su casa para poder eliminar el wifi por completo. Es crucial percatarse de que, si tiene un enrutador de wifi, funciona como una torre de telefonía celular dentro de su hogar. Lo ideal sería eliminar su wifi y simplemente utilizar una conexión por cable.Si es absolutamente necesario tener un enrutador, podría colocarlo dentro de una bolsa blindada cuando no lo utilice. Puede encontrar artículos blindados en línea, o fabricarlos con una tela Swiss Shield. Si tiene una computadora portátil sin puertos Ethernet, un adaptador USB de Ethernet le permitirá conectarse al Internet por cable.
Para generar un efecto de blindaje más extenso, podría considerar pintar las paredes y techo de su habitación con una pintura aislante especial, que pueda bloquear RF de fuentes externas, como torres de telefonía celular, medidores inteligentes y torres de radio/TV. Las ventanas se pueden cubrir con una película o malla. Para su cama, considere colocar doseles con efecto aislante.
Estrategias diarias para disminuir la exposición innecesaria a los campos electromagnéticos
Para reducir la exposición a los EMF durante el día, considere instalar filtros Stetzer para disminuir el nivel de electricidad sucia o interferencia electromagnética que se produce También podría llevarlos consigo al trabajo o cuando viaje. Esta podría ser la mejor estrategia para disminuir el daño por la exposición a EMF, ya que parece que la mayor parte es generada por las frecuencias que eliminan los filtros.
Conecte su computadora de escritorio al Internet por medio de una conexión Ethernet con cable y asegúrese de activar el modo avión. También, debe evitar los teclados, ruedas de desplazamiento, mouse, sistemas de juego, impresoras y teléfonos que sean inalámbricos en su hogar. Elija opciones con cable.
Evite llevar su celular consigo sobre el cuerpo a menos que se encuentre en modo avión y nunca duerma con este en su habitación, a menos que esté en modo avión Incluso en modo avión, puede emitir señales, por lo que es aconsejable guardarlo dentro de una bolsa de Faraday.Estas bolsas son realmente económicas, con un costo de 10 dólares por dos bolsas. Comprobé que son realmente efectivas para bloquear la radiación.
Al utilizar su celular, es recomendable aprovechar el altavoz y sostenerlo por lo menos a 3 pies de distancia del cuerpo. Intente disminuir drásticamente su tiempo de uso. Por lo regular, lo utilizo menos de 30 minutos al mes, y sobre todo cuando viajo.En vez de eso, uso teléfonos de software VoIP, que puede utilizarlos cuando está conectado al Internet, a través de una conexión por cable o, mejor aún, utilice un teléfono fijo.
Soluciones generales para el hogar
Si aún utiliza el horno de microondas, considere reemplazarlo por un horno de convección a vapor, el cual calentará sus alimentos de manera rápida y segura.
Evite utilizar electrodomésticos y termostatos “inteligentes” que dependan de señales inalámbricas. Eso incluye a todos los nuevos televisores “inteligentes”. Se llaman inteligentes porque emiten una señal de wifi y, a diferencia de su computadora, no puede apagar la señal de wifi. Considere utilizar un monitor de computadora de gran tamaño como televisión, ya que no emiten señales de wifi.
Reemplace los focos CFL por focos incandescentes. Lo ideal es eliminar todas las luces fluorescentes de la casa. No solo emiten luz poco saludable, sino que lo más significativo es que, realmente transfieren la corriente a su cuerpo, tan solo al estar cerca de los focos.
Los reguladores de intensidad son una fuente de electricidad sucia, así que mejor considere instalar interruptores regulares de encendido/apagado.
Evite los medidores inteligentes tanto como pueda, o coloque un escudo aislante en un medidor inteligente existente, que han demostrado disminuir en un 98 a 99 % la radiación.

¿Aún considera que la radiación de radiofrecuencia (RF) y exposición a campos electromagnéticos (EMF) sin comprobar no es motivo de preocupación? Si es así, le invito a ver el siguiente documental de Sasha Stone (disponible solo en inglés).

Debe comprender que, si bien, no estoy de acuerdo con algunas de las teorías de conspiración de Sasha sobre la militarización de estas frecuencias, los estudios científicos que expone van más allá de estar bien sustentados, para justificar la preocupación por la tecnología 5G, sin lanzar acusaciones de conspiración.

Creo que, en general, que el siguiente documental estaba bien realizado y la información sin conspiraciones está bien presentada.

COVID-19 Y El Sistema Inmunológico De Los Mexicanos

Los datos internacionales y nacionales muestran que la población de mayor riesgo a ser afectada gravemente por el COVID-19 son las personas de la tercera edad y las que sufren enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, cáncer, entre otras, además de aquellas que presentan obesidad.

En Italia, un reporte reciente indica que el 99 por ciento de las muertes por el coronavirus fueron de personas que sufrían enfermedades crónicas. Solamente el 0.8 por ciento de las personas que murieron no tenían patologías previas. 75 por ciento sufría hipertensión, 35 por ciento diabetes y una tercera parte, enfermedades cardiacas. El dato principal es que la edad promedio de estas personas era 79.5 años. Se ha informado que la tasa de mortalidad en Italia es la más alta, de 8 por ciento del total de las personas que se les ha detectado infección

No queda duda de que las características de las poblaciones marcan la vulnerabilidad frente al Covid-19. Los datos sobre mortalidad en relación a los declarados como infectados no son certeros porque las pruebas se están realizando principalmente a las personas que presentan síntomas. Por eso, hay estimaciones en Italia de que los contagiados son muchos más que los que han recibido pruebas y que la mortalidad sería de alrededor del 2 por ciento. El argumento anterior podría ser aplicado a varios países, ya que las pruebas se practican entre los que presentan alguna afección o están en mayor riesgo. Es decir, los infectados sin síntomas podrían ser mucho más y, por lo tanto, la mortalidad, sobre el total de infectados, bastante menor.

En el caso de México, la particularidad de nuestra población vulnerable no está en la edad, como en Italia, está en las enfermedades crónicas que nos ha generado, principalmente, el deterioro de nuestra alimentación. En todos los casos en que las personas han fallecido por Covid-19 en México se registra que habían padecido diabetes, hipertensión, obesidad o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), o una combinación de dos o tres de estos padecimientos.

Todas estas enfermedades provocan un debilitamiento del sistema inmunológico que pierde la capacidad de enfrentar el Covid-19. En el pasado, gran parte de estas enfermedades se presentaban entre la segunda y la tercera edad. Sin embargo, ahora se presentan a edades más tempranas convirtiéndose en epidemias, como la diabetes tipo 2, causada, principalmente, por el cambio en la dieta.

El sistema inmunológico de los mexicanos, en general, se encuentra muy debilitado por lo que comemos y bebemos. La dieta juega un papel fundamental en la inflamación crónica. La invasión de alimentos ultraprocesados basados en harinas refinadas, azúcares, grasas saturadas, provoca una reacción de defensa de nuestro sistema inmunológico que genera inflamación. Esta dieta pobre en frutas, vegetales y granos enteros no aporta antioxidantes al organismo, todo lo contrario.

El consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas endulzadas conforma una dieta proinflamatoria y esta inflamación permanente provoca un debilitamiento del sistema inmunológico, por desgaste. La dieta basada en vegetales y frutas es, al contrario, una dieta antiinflamatoria. Una gran variedad de fitoquìmicos, vitaminas y minerales que contienen los vegetales cumplen funciones protectoras específicas frente a enfermedades. La desgracia nos viene porque somos líder en consumo de estos productos ultraprocesados, alimentos y bebidas no saludables, en América Latina, y el cuarto lugar en el mundo.

La propia inflamación que produce el consumo de estos alimentos elaborados con harinas refinadas, con azúcares añadidos, con grasas saturadas, con altas cantidades de sodio, es reconocida como un factor clave en la patología de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, el cáncer, el síndrome metabólico, el Alzheimer y la obesidad.

Se ha venido trabajando un índice para establecer el grado inflamatorio de las diferentes dietas. Sin duda alguna, en México, con la invasión de la comida chatarra y los refrescos, nos encontramos con una dieta de un alto grado inflamatorio. Si consideramos que la inflamación es una reacción del organismo frente a una agresión, ya sea por un daño como un golpe o un corte en la piel o por una infección provocada por una bacteria o un virus, la inflamación debe verse como una alerta.

La inflamación puede evaluarse a través de la presencia de proteínas llamadas citosinas que pueden ser proinflamatorias o antiinflamatorias. A través de estas pruebas puede observarse que con una dieta alta en vegetales y frutas los marcadores de inflamación son bajos y lo contrario ocurre con una dieta rica en harinas refinadas, azucares, grasas saturadas, sodio, es decir, con la comida ultraprocesada, los marcadores inflamatorios son altos.

La vulnerabilidad de los mexicanos frente al Covid-19 es alta por nuestro debilitado sistema inmunológico afectado, en esencia, por una dieta proinflamatoria que lo desgasta.

Los efectos que tiene en el organismo alimentarnos con productos que han sido profundamente alterados, modificados, compuestos con una gran cantidad de ingredientes sintéticos, se presentan en diversos mecanismos de nuestro cuerpo, desde el metabólico hasta el inmunológico. Y no sólo se trata del daño que generan estos productos, se trata también de la sustitución y desplazamientos que hacen de alimentos verdaderos que nos traerían grandes beneficios a nuestra salud, a nuestro sistema inmunológico. Por lo tanto, el consumo de los productos ultraprocesados ha desplazado el consumo de verduras, frutas y granos enteros que nos brindan lo contrario: salud metabólica y un sano sistema inmune.

Hace más de 30 años, el Doctor Adolfo Chávez, decano de la nutrición, había advertido lo que ahora estamos viviendo: una epidemia de obesidad que ha desatado otra epidemia de diabetes. Advirtió, desde entonces, lo que el cambio de la dieta provocaría, refiriéndose a esta nueva dieta como “la comida de la televisión”, es decir, todo los alimentos y bebidas que se anunciaban y se promovían a través de la televisión. Práctica que continua por generaciones.

Durante años, en los que se ha querido impulsar políticas para bajar el consumo de estos productos, para recuperar una dieta saludable, las corporaciones que los producen, los publicitan y los comercializan, han repetido una y otra vez que “no hay alimentos buenos y malos”. Los efectos de las dietas conformadas por estos alimentos en el sistema metabólico y en el inmunológico son claros para distinguirlos de los alimentos saludables. El Covid-19 evidencia la vulnerabilidad y estado de salud debilitado que genera la dieta dominada por los ultraprocesados.

Ignorar el daño que ha generado esta alimentación con más de 200 mil muertes anuales ligadas a la obesidad y 40 mil asociadas al consumo de bebidas azucaradas, así como la alta vulnerabilidad que esto genera frente al Covid-19, ha sido práctica permanente de las grandes corporaciones y asociaciones como Concamin, el CCE y Canacintra.

Funcionarios que en el pasado se opusieron a las políticas dirigidas a reducir el consumo de estos productos, sirviendo a los intereses económicos y provocando estos daños en la salud de la población, hoy en día reclaman la falta de políticas efectivas contra el Covid-19, es el caso de ex secretarios de salud como Salomón Chertorivsky o el doctor José Narro. Ambos se negaron a avanzar en las políticas recomendadas por la OMS y le dieron el respaldo al etiquetado en los productos establecido en contubernio con la industria. No hicieron nada por sacar estos productos de las escuelas, ni por regular su publicidad a los niños.

Hay que reconocer el importante paso dado con la publicación de la norma del nuevo etiquetado frontal de advertencia. Es un gran paso, pero llega con muchos, muchos años de retraso, por culpa de las administraciones anteriores.

Ahora, nos enfrentamos a una desgracia anunciada, una pandemia que llega a nuestro país a retroalimentarse de otras epidemias, las de obesidad y diabetes, que se llevan cada año cientos de miles de vidas. El resultado lo veremos.