Xallicuillale: Cristina Barros y Marco Buenrostro

Por La Jornada,  mayo de 2015

Se adelantaron las lluvias y en muchos lugares se empieza ya a sembrar. En Milpa Alta, explica don Vicente Flores, de San Pedro Actopan, hay tres tipos de suelos y tres tipos de clima.

Los suelos son el tlapoctle, el tlacoztle y el xallicuillale o suelo arenoso, lo que muestra los conocimientos de los abuelos para clasificarlos. El mejor, según el señor Flores, es este último, pues habiendo buena lluvia se da mucho maíz.

En la zona fría de la delegación se siembra entre el 2 de febrero –día de La Candelaria– y el 25 de marzo; del 10 al 15 de abril se hará la siembra en la zona templada. Finalmente en la zona más cálida se siembra en junio, pues hay menor peligro de heladas cuando ya está madurando el maíz.

La sonrisa de don Vicente muestra el gusto que siente por los trabajos del campo que aprendió a hacer con su padre, según explica en el video que acompaña al libro Tlalmilli to huehue: la milpa de nuestros abuelos, recién editado por Semillas de Vida, el gobierno de Milpa Alta y el proyecto Sierra Nevada de la UAM Xochimilco.

Él y su esposa, la señora Agripina Gonzaga del Valle, fueron los anfitriones de los realizadores; se hace agua la boca al ver los frijolitos de la olla y las tortillas de maíz azul, que con suavidad deposita en el comal con mano experta.

Son varias las etapas del trabajo; antiguamente se iniciaban desde mediados de diciembre, poco después de cosechar.

Los campesinos saben que desde entonces hay que deshierbar bien y luego barbechar, que significa aflojar la tierra y deshacer los terrones; días después se aplana para emparejar el lugar.

Para sembrar los campesinos toman en cuenta varios indicadores naturales: la forma de las nubes, el que las hormigas empiecen a llevar piedritas a sus hormigueros como protección o que las arañas tejan sus telas.

La aparición de algunas aves es otra señal de que la lluvia está por llegar. Entonces hay que sembrar el maíz con haba y frijol, haciendo bien los surcos con la yunta formando curvas de nivel.

Viene luego la primera labor que es la escarda, deshierbe o “de a uno”; al mismo tiempo se cubre la matita con tierra para que se afiance bien.

La segunda labor o “de a dos” es en junio; entonces se forma un montón de tierra mayor en torno a las matas, para que se protejan, aunque vengan lluvias fuertes. El deshierbe es fundamental para que el maíz prospere.

Después de los días de Muertos se inicia la cosecha de las mazorcas; hay que recordar que antes, en septiembre, ya se cosecharon elotes, y que al final se recogerá el rastrojo para alimentar al ganado. Trabajo duro pero gratificante, cuando se hace con amor a la tierra y a la vida.

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