Velada por el maíz nativo mexicano

Calderón pretende irse dejando nuestro maíz en manos de Monsanto

Organizaciones de la sociedad se declaran en vela por el maíz mexicano

Por Campaña Nacional sin Maíz no Hay País, Boletín de prensa, 5 de noviembre de 2012

En el marco del cierre de consulta pública de las solicitudes de permiso de siembra comercial de las empresas Monsanto y Pioneer en más de dos millones de hectáreas en Sinaloa y Tamaulipas (1), integrantes de diversas organizaciones pertenecientes a la Campaña Nacional Sin Maíz no hay País, acordonaron las instalaciones de la Secretaria de Agricultura para exigir a Francisco Mayorga la protección del maíz nativo mexicano, y en consecuencia, la negación de los permisos.Cerca de medio centenar de ciudadanos, con veladoras y pancartas con el mensaje Monsanto: fuera del maíz mexicano, acordonaron las instalaciones de la Secretaría por cerca de 4 horas y se declararon en vela por el principal alimento de los mexicanos. Cabe mencionar que cibernéticamente han manifestado su rechazo a Felipe Calderón, Jefe del Ejecutivo Federal, cerca de 24 mil personas.

En el estado de Sinaloa se cosecha la mayor parte del maíz blanco para la alimentación de todos los mexicanos. La producción de este estado, junto con la de Chihuahua y Sonora cubre la demanda del mercado interno(2). El maíz blanco no sólo es el que preferimos en nuestra mesa los mexicanos, este tipo de maíz también es apreciado en el mercado internacional, donde tiene un precio mayor. Su contaminación por flujo genético de cultivos de maíz amarillo transgénico, cuyo principal uso es el forrajero, sería inminente e iría en detrimento de su calidad. Autorizar la siembra comercial de maíz transgénico en el granero de México, implicaría un atentado contra nuestra alimentación, no hay país en el mundo que consuma cotidianamente y de manera directa transgénicos en su dieta diaria. Señaló Adelita San Vicente de Semillas de Vida.

Hoy existe en el mundo un fuerte cuestionamiento a la inocuidad de esta tecnología, en términos de salud y de su impacto al ambiente. No podemos continuar con autorizaciones sin retomar el debate mundial que se ha suscitado en torno a los transgénicos. Lo que un gobierno responsable debería hacer sobretodo cuando esta de por medio su principal alimento y siendo centro de origen y diversidad genética de este cultivo, es apegarse al principio de precaución.

Argumentaron en voz del abogado René Sánchez que los 177 permisos de siembra otorgados por la Secretaría de Medio Ambiente y por la Secretaría de Agricultura han sido fuera de la ley y desatendiendo el llamado a no autorizar la siembra de maíz transgénico, no sólo por parte de los ciudadanos y de numerosos científicos independientes, sino de instituciones públicas como la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el Instituto Nacional de Ecología (INE) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) a las cuales están obligados, por la Ley de Bioseguridad y por el reglamento interno de la Semarnat, a hacer cumplir (4). El Gobierno mexicano esta pasando por alto los acuerdo internacionales firmados como el Convenio de Diversidad Biológica y el Protocolo de Cartagena, pasando por alto las reformas constitucionales que incluyen el drecho a una alimentación sana y suficiente.

Por otro lado el Estudio “Factibilidad de alcanzar el potencial productivo de maíz de México”, encabezado por el Doctor Antonio Turrent, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones, Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), demostró que México tiene el potencial para recuperar su autosuficiencia en maíz en un plazo relativamente corto, basándose en tecnologías existentes y sin recurrir al uso del controvertido maíz transgénico. Se podría incrementar de 23 hasta 33 millones de toneladas en un período de 10 a 15 años, sustituyendo las 10 millones de toneladas anuales de maíz importado de Estados Unidos por producción nacional (5). Recordemos que el rendimiento actual del maíz bajo riego en Sinaloa es en promedio de 10.12 toneladas por hectárea, el cual no se mejorará con el maíz transgénico (3).

Lo que se necesita es voluntad y visión política que generen proyectos de infraestructura y de riego, y la implementación de una política de conservación de la biodiversidad del maíz nativo, que brinde al país potencial de resiliencia ante el cambio climático y acorde con prácticas agrícolas sustentables. Los ciudadanos nos declaramos en vela por nuestro maíz. Francisco Mayorga, Elvira Quesada y Felipe Calderón deben saber que la decisión de autorizar maíz transgénico y poner en riesgo nuestra soberanía alimentaria tendrá consecuencias y los ciudadanos se los haremos pagar. No pueden actuar al margen de la ley y poner en manos de empresas como Monsanto nuestro principal alimento”, declaró Aleira Lara, coordinadora de la campaña de Agricultura Sustentable de Greenpeace.