Urge Sin Maíz no hay País a impulsar la agroecología

Por Jared Laureles, La Jornada, 16 de diciembre de 2022.

La Campaña Nacional Sin Maíz no hay País sostuvo que es urgente la transición agroecológica, garantizar mayor presupuesto y fortalecer el marco regulatorio, para transitar hacia una agricultura libre de transgénicos y de plaguicidas altamente peligrosos (PAP).

Existe una visión retrógrada que defiende los intereses de la élite agroempresarial unida a las trasnacionales que controlan las semillas (híbridas y transgénicas), así como los plaguicidas, señaló en un posicionamiento ante la campaña desinformativa que pone en duda la viabilidad del decreto presidencial sobre la eliminación progresiva del uso del glifosato y del maíz transgénico para 2024.

Señaló que hay un enfrentamiento entre dos visiones sobre el rumbo que debe tomar la política alimentaria de México. Una de ellas es la mencionada y la otra es progresista, pues busca la soberanía alimentaria para garantizar los derechos a una alimentación sana, a alimentos producidos en el país sin maíz transgénico y eliminar de manera gradual el uso de PAP.

Los plaguicidas, enfatizaron, pueden causar daños irreversibles a la salud, como cáncer, malformaciones, alteraciones hormonales, además de daños ambientales como la contaminación de los suelos y del agua, la muerte de las abejas y otros insectos polinizadores.

La organización reconoció la voluntad política del gobierno federal para dejar de importar maíz transgénico y prohibir gradualmente el uso de PAP en los campos mexicanos. Incluso, aseguró que el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, T-MEC, no nos obliga a la importación de transgénicos o productos de la biotecnología moderna, como lo llaman en el tratado (artículo 3.14), por lo que no es un impedimento para el cierre de importaciones.

A principios de este mes, México ofreció a Estados Unidos extender a 2025 el plazo para iniciar la prohibición en el país del maíz transgénico, informó la Secretaría de Economía.

“Es innegable que el maíz transgénico y los PAP que los acompañan son la punta del iceberg de un modelo agroindustrial depredador basado en monocultivos que erosionan los suelos, sobrexplotan y contaminan el agua”, expuso.