Una actividad diaria de la que todas las mujeres de mediana edad deberían cuidarse

El Hipotiroidismo es Común Entre las Mujeres

De acuerdo con PubMed Health, las mujeres de más de 50 años de edad son quienes están en mayor riesgo de desarrollar hipotiroidismo o insuficiencia tiroidea. Casi el 4 por ciento de la población estadounidense (más de 11 millones de personas) tiene hipotiroidismo. Quizá un 10 por ciento adicional de la población general (21 millones de personas) tiene hipotiroidismo subclínico, que es considerado un factor de riesgo para el desarrollo del hipotiroidismo público.

Es importante entender que inclusive estas sorprendentes cifras probablemente no incluyan a muchas mujeres que no reportar el problema, ya que los criterios de diagnóstico de hipotiroidismo son obsoletos.

La frecuencia de hipotiroidismo tiende a aumentar con la edad – un estudio realizado en el 2010 estima que más del 20 por ciento de los grupos de mayor edad tienen alguna forma de hipotiroidismo. Los medicamentos Synthroid y Armour, ambos son utilizados para tratar el hipotiroidismo, representaron el séptimo y el 73ª de los medicamentos más vendidos en los Estados Unidos en el 2009, con más de 24 millones de unidades vendidas.

Los síntomas de hipotiroidismo son muchos y podrían incluir:

Fatiga, pérdida de energía y letargo en general

Intolerancia al frío

Dolor muscular o en las articulaciones

Disminución de la sudoración

Depresión

Hinchazón

Aumento de peso

Piel y cabello seco

Pérdida de cabello

Apnea del sueño

Síndrome del túnel carpiano

Problemas de memoria, incapacidad para concentrarse

Debilidad en las extremidades

Bradicardia (disminución de la frecuencia cardíaca)

Alteraciones menstruales

Pérdida del apetito

Daños en la fertilidad

Estreñimiento

Oclusión de la garganta, ronquera

Aumento en el riesgo de enfermedades cardíacas

Aumento del colesterol malo “LDL”

Pérdida auditiva

Inestabilidad emocional

Visión borrosa

Alteraciones mentales

 

A pesar de la alta incidencia en la población de mayor edad, la tasa de hipotiroidismo congénito primario (neonatal) ha aumentado en los Estados Unidos casi un 75 por ciento durante las últimas dos décadas, actualmente afecta a 1 de cada 2,37017 recién nacidos. El hipotiroidismo neonatal no tratado puede provocar retraso mental y problemas del corazón. Los niños con hipotiroidismo infantil o juvenil han reportado tener un retraso en la erupción de dientes y/o defectos en el esmalte, a pesar de la conexión entre estos hallazgos y el impacto del fluoruro en la tiroides esto no ha sido estudiado.18

También es extremadamente preocupante la relación inversa entre la severidad del hipotiroidismo subclínico en mujeres embarazadas y la reducción del Coeficiente Intelectual de sus hijos.19 El hipotiroidismo subclínico materno también ha sido propuesto como una causa o factor en el desarrollo de autismo.20

El potencial del fluoruro para impactar en la glándula tiroidea, una vez más, necesita de un enfoque de prevención para el uso indiscriminado de fluoruros. La adición deliberada de fluoruro a los suministros de agua potable es particularmente problemática, ya que expone a todo su cuerpo- no sólo a sus dientes- a una sustancia biológicamente activa, sin tomar en cuenta las necesidades individuales o la sensibilidad y por lo tanto viola los principios fundamentales de la farmacología moderna.

Únase a la Lucha para Lograr que Eliminen el Fluoruro del Agua Potable

No cabe la menor duda de ello: el fluoruro no debe ser ingerido. Incuso si los científicos del National Health and Environmental Effects Research Laboratory de la EPA han clasificado al fluoruro como una “sustancia química que tiene evidencia substancial de neurtoxicidad.” Además, de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el 41 por ciento de los adolescentes estadounidenses actualmente padece de fluorosis dental- decoloración y manchas en los dientes que indican una exposición excesiva al fluoruro. Claramente, los niños están siendo sobreexpuestos y su salud y su desarrollo están en juego. ¿Por qué?