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Habrá Mil Millones de Migrantes Ambientales en 2030

Por Angélica Enciso L., La Jornada, Octubre 4, 2010

En los próximos 20 años, unos mil millones de personas serán migrantes ambientales. Es la población que estará obligada a dejar su tierra por el cambio climático, las privatizaciones de los recursos naturales, la construcción de megaproyectos, el despojo, la criminalización y la guerra, advierte Giuseppe de Marzo. Read more

Confirma FAO Inestabilidad en Mercados de Alimentos

Prensa Latin, Septiembre 9, 2010

La inestabilidad continuará marcando al mercado mundial de productos básicos, aunque el organismo descartó una nueva crisis alimentaria.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) confirmó que la inestabilidad continuará marcando al mercado mundial de productos básicos, aunque descartó una nueva crisis alimentaria.

El director adjunto de la FAO, Hafez Ghane, afirmó en una entrevista divulgada por internet que aún los mercados son sólidos y muy diferentes a las condiciones que tenían en 2007 y 2008, pero se espera una mayor volatilidad de los precios en los próximos años.

Pese al recorte en la producción de trigo en Rusia, la cosecha este año es la tercera mayor registrada hasta la fecha, y las reservas son elevadas, aseguró.

Ghane precisó que esa situación no indica la proximidad de una crisis alimentaria, aunque llamó a vigilar la situación e incrementar la disponibilidad mundial de alimentos.

El funcionario de la FAO también convocó a una reunión de urgencia el próximo día 24 en Roma, para analizar la debilidad del sistema alimentario global.

Apuntó que el panorama puede cambiar, si se produce otro vaivén en el suministro por adversidades climatológicas o políticas gubernamentales que llevan a un aumento de la ansiedad en los mercados, provocando una fiebre compradora.

Por la importancia de los mercados alimentarios en la lucha contra el hambre, la FAO cree que la comunidad internacional, bajo el liderazgo del G-20 (naciones desarrolladas y emergentes), debería estudiar fórmulas para garantizar estabilidad en los precios.

Vendiendo Aire

Por Silvia Ribeiro, La Jornada, Septiembre 11, 2010

Avanza uno de los más increíbles ataques a los bienes comunes del planeta y la humanidad: la privatización del aire. La principal herramienta para ello es un mecanismo llamado cínicamente REDD (reducción de emisiones por deforestación y/o degradación evitada de bosques), que está entre los puntos clave que promueve el gobierno mexicano en las negociaciones internacionales sobre el clima.

La propuesta de los programas REDD es que como la deforestación es un factor importante de la crisis climática, hay que compensar económicamente a quienes ya no lo hagan. Por ello se llama deforestación “evitada”: primero hay que deforestar para luego vender el dejar de hacerlo. Un típico escenario “ganar-ganar”, como dicen los empresarios y sus ONG amigas. Ganan los talamontes al deforestar y ganan por dejar de hacerlo. Quienes más se benefician de estos programas son los que más bosque y selva hayan destruido. Y que podrán seguir haciéndolo, ya que REDD acepta que dejando apenas 10 por ciento del área original se cuente como “deforestación evitada”.

Al programa original se le agregaron versiones llamadas REDD++, que incluyen pagos por “acrecentar los inventarios de carbono” y pagos por “conservación” y “manejo sustentable del bosque”. En el primer caso se trata de, además de deforestar, establecer en su lugar monocultivos de árboles, otra fuente de lucro adicional, con fuertes impactos ambientales y sobre las comunidades.

Lo más perverso de este mecanismo es lo que llaman “conservación y manejo sustentable”, porque apunta directamente a despojar a las comunidades indígenas y campesinas de sus derechos y territorios.

La propuesta de REDD es que “como se paga”, lo que se haga con el bosque y su capacidad de absorción de dióxido de carbono debe ser “verificable”, es decir, definido por agentes externos a las comunidades. Para éstas y los ejidos significa pagar caro a “expertos” para que les digan qué pueden o no hacer en sus propios bosques y territorios, y firmar “voluntariamente” (o engañados por instituciones gubernamentales y ONG que gestionan estos programas) la alienación de su manejo autónomo del territorio, para poder cobrar unos pesos por la supuesta capacidad de absorción de sus bosques. Esa capacidad la compran empresas altamente contaminantes y grandes emisores de gases de efecto invernadero, para seguir contaminando con la justificación (no probada científicamente, pero muy lucrativa) de que en otra parte del mundo habrá un bosque que absorberá sus emisiones. A su vez, esto entra en un mercado secundario de créditos de carbono donde la misma empresa puede revender a otros por un precio mayor, recuperar toda su inversión y además ganar dinero extra. El mayor volumen monetario de los mercados de carbono es la especulación secundaria, es decir, la venta y reventa de, literalmente, puro aire.

Este tipo de mercantilización y especulación ya existía antes de REDD, con el pago y comercio de servicios ambientales. Con REDD, se trata de consolidar globalmente una nueva forma de “derechos de propiedad”. No la propiedad directa del bosque, sino la de “derechos de emisión” de éstos, para comerciarlos en un mercado altamente especulativo.

Así, las empresas más criminales del planeta, además de devastar enormes zonas con sus actividades, calentar el planeta y maquillarse de verde con esta compra de “créditos de carbono”, reclamarán la propiedad de facto de los bosques, porque aunque las comunidades sigan teniendo sus títulos de propiedad, no podrán tocarlos ni decidir nada sobre ellos.

Un ejemplo reciente: el 7 de septiembre, la Red Indígena Ambiental y Amigos de la Tierra Internacional denunciaron que el proyecto REDD más grande hasta el momento, 100 mil hectáreas en Rimba Raya, Borneo, es financiado por la Shell, Gazprom y la Fundación Clinton. En realidad no es “financiación”, sino inversión, ya que Shell y Gazprom seguirán lucrando con sus actividades contaminantes (que producen más calentamiento global) y además ganarán millones de dólares con la venta de esos créditos de carbono en el mercado secundario. Reuters estimó que en ese proyecto se podrían captar más de 750 millones de dólares en 30 años.

Tom Goldtooth, de la Red Indígena Ambiental, declaró: “Shell ya cometió genocidio del pueblo Ogoni, en Nigeria, y ecocidio de la cuenca del Níger. REDD hace posible que ésta y otras empresas sigan con la extracción de combustibles fósiles mientras continúan destruyendo el clima y a los pueblos indígenas. La mayoría de los bosques del mundo están en territorios nativos. Los proyectos tipo REDD han resultado en despojos de tierras, violaciones de derechos humanos, amenazas a la sobrevivencia de nuestras culturas, militarización, engaños y servidumbre.”

En México, los que promueven este lucrativo negocio de las trasnacionales junto al gobierno, antes gestionaban contratos de biopiratería, luego metieron a comunidades a la venta de servicios ambientales y ahora, consecuentemente, promueven REDD++.

Por todo esto, la Vía Campesina, en su convocatoria a movilizarse frente a las negociaciones sobre el clima, que se realizarán en diciembre en Cancún, llama a denunciar y oponerse a los programas REDD y a los mercados de carbono, una demanda que también expresó claramente la Cumbre Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático, en Cochabamba.

* Investigadora del Grupo ETC

Estamos Arriesgando Nuestra Civilización al No Detener el Cambio Climático

Por Sol Ortega, de Canal Solidario

La politóloga Susan George* afirma que ha escrito ‘Sus crisis, nuestras soluciones’ porque está “enfadada y perpleja”. Se ha propuesto explicar cómo y por qué se ha llegado al caos actual y propone soluciones para contrarrestar el poder de las élites neoliberales.

Hace dos años todo el mundo decía que la crisis era la oportunidad de reformular el sistema, hoy los mismos mercados presionan a los Estados a recortar su gasto social ¿esperaba esta situación?

No esperaba que la crisis se moviera tan rápido hacia la deuda soberana, es decir, la de los gobiernos, si no que iría primero por otras deudas privadas como la del mercado inmobiliario. Aunque en realidad, en el caso en España, el gobierno se ha encargado de una gran cantidad de deuda privada tras el colapso de la burbuja inmobiliaria. Pero España tiene una deuda pública relativamente pequeña, en comparación con Grecia, por ejemplo.

También pensé que los problemas de la deuda golpearían primero a los Estados Unidos. Pero sí esperaba que la crisis continuase hasta hoy -y será así por un largo tiempo-y sigo pensando que podría ser una oportunidad para cambiar el sistema, en particular hacia una conversión verde.

Los Estados están recortando el gasto social, lo que significa que la gente va a seguir pagando por una crisis que no crearon. Los Estados deberían estar exigiendo una mayor tributación internacional, un presupuesto decente en Europa y reformas reales del G-20, pero en su lugar realizan estos pequeños cambios marginales.

Al mismo tiempo, los gobiernos de derecha ganan terreno en Europa y avanza la extrema derecha

Hay un gran peligro similar al de los años 30 del siglo pasado. Es más fácil para la gente usar algún chivo expiatorio (en el caso de la Alemania nazi fueron los judíos, en nuestro caso, la inmigración) y aceptar a estas figuras ‘milagrosas’ como fue Hitler. Este es el momento en que los partidos que están en la oposición de esa derecha deben atreverse con propuestas audaces para que evitemos este peligro. De lo contrario, la gente seguirá pagando esta crisis y este síndrome se agravará.

¿Cree que la ciudadanía tiene el poder suficiente para enfrentar y contrarrestar las decisiones de los mercados financieros?

La ‘sociedad civil’ no es nada más que la suma de un gran número de grupos y yo diría que el principal desafío de estos grupos es hacer alianzas y enfrentarse a los gobiernos con un programa común. Los movimientos ecologistas, agrícolas, sindicalistas, las personas jubiladas, la mayoría de las mujeres, las comunidades de inmigrantes, la pequeña y mediana empresa y muchos otros grupos están entre los perdedores de esta crisis.

El punto es hacer alianzas para transmitir que estos programas alternativos y existen. Yo propongo varias en mi libro. Hay políticas alternativas, pero los gobiernos no las aplicarán a menos que sean obligados porque ellos básicamente gobiernan en nombre de la industria financiera. Lo primero que debemos hacer es conseguir que los bancos estén bajo el control social.

En su libro dice que Dinamarca es un país extraordinario que ha reducido sus desigualdades ¿Cuál es la receta?

Las inequidades están creciendo en casi todos los lugares, incluso también puede que ahora en Dinamarca. Pero la receta es obviamente el Estado de Bienestar, la inversión masiva en servicios públicos, una labor política que fomente tanto la seguridad como la movilidad, sindicatos fuertes…. Los daneses y danesas no quieren las leyes de salario mínimo de Europa porque están seguros que un salario mínimo de nivel europeo sería mucho más bajo del que tienen ahora sin ninguna ley. Siempre están en los primeros lugares de estos estudios de felicidad, por algo será.

También asegura que las civilizaciones son mortales, ¿cree que el desgaste de nuestro modelo anuncia el fin de nuestra civilización?

Con esa frase me remitía a lo que dijo Paul Valéry, tras el fin de la primera guerra mundial porque es obvio, ¿no? Estamos corriendo riesgos enormes. Estamos arriesgándonos como civilización al no detener el cambio climático. Al no aplicar inmediatamente un gran programa de conversión verde, que además crearía un gran número de puestos de trabajo y nos ayudaría a salir de la crisis.

Un nuevo informe de Oxfam revela que la financiación climática se está diseñando en forma de préstamos y no donaciones a los países pobres, ¿qué opinión le merece?

No he visto aún ese informe pero más préstamos son lo último que necesitan lo países pobres. En su lugar, deberíamos cancelar su deuda a cambio de programas de reforestación o conservación de la biodiversidad. Nuestros gobernantes del norte parecen irremediablemente estúpidos.

El movimiento del decrecimiento va contra el estilo de vida capitalista, ¿cómo convencer a la gente de que consuma menos o de manera más responsable?

Creo que lo más importante es concentrarnos en qué consumimos y cuál es el costo medio ambiental de nuestro consumo. En otra palabras, medir el ‘rendimiento’ de nuestra economía (esta idea es del economista Herman Daly). Según el científico Ernst-Ulrich von Weiszächer podemos obtener el doble de bienestar si gastamos menos del doble (lo que se conoce como “factor cuatro”), además muchas cosas pueden crecer por siempre, como la cultura, la investigación, el conocimiento y la amistad.

Creo que el ‘decrecimiento’ es una palabra para convencer a los intelectuales pero no a las masas de gente común que necesitan términos que no suenen a demandas de sacrificios. Nuestros gobiernos están demandando sacrificios, pero nosotros podemos ofrecer la plenitud del crecimiento verde. Existen todos los medios para que eso se haga realidad ya.

*Susan George es miembro de Transnational Institute, es filósofa y analista política.

BRASIL: Ante Crisis Alimentaria, Apoyemos la Agricultura Familiar

por Lourdes Edith Rudiño, La Jornada del Campo, Enero 16, 2010

De la misma forma que Brasil expresa su liderazgo latinoamericano en indicadores económicos y estrategias frente a la conflictiva financiera mundial, sus políticas a favor de la agricultura familiar marcan pauta para confrontar la crisis alimentaria, mejorar el nivel de vida de los productores de pequeña y mediana escala e incluso para empezar a transformar el modelo de mercados libres trasnacionalizados. Read more