Slow Food Pide Defender el Maíz Mexicano

El presidente del Movimiento Internacional Slow Food, Carlo Petrini lanzó este 20 de Noviembre un llamado a la colaboración de todo el mundo para defender la gran biodiversidad alimentaria de México, patrimonio de sus pueblos indígenas, que con generosidad han compartido con el mundo entero y que hoy está gravemente amenazado. En su comunicado resalta que “Apenas hace un mes, el mundo se sorprendió y se alarmó al enterarse que el gobierno mexicano otorgó los primeros permisos para la siembra experimental de maíz transgénico en tierras mexicanas, cuna de la agricultura mesoamericana.” Anunció que el próximo 10 de diciembre, los más de 100,000 miembros activos de Slow Food en 132 países, se sumarán a la defensa de la pureza de los maíces originarios mexicanos, durante la celebración del Día Terra Madre, que promueve la filosofía de que la alimentación debe ser buena, justa y limpia; para lo cual 1) debe protegerse el inmenso patrimonio agrícola y pecuario mundial, 2) debe cuidarse que las relaciones económicas entre productores y co- productores estén regidas por los principios éticos de la justicia, y 3) que la producción y preparación de los alimentos sea inocua y garantice la salud y nutrición de la población.

Slow Food, es un movimiento eco-gastronómico fundado en 1989 para contrarrestar la tendencia mundial de la fast- food (comida rápida comercial), que amenaza con desaparecer la gran riqueza acumulada en las tradiciones alimentarias locales de cada región del mundo. Recordó que justo hace dos años se celebró en la ciudad de Puebla el Congreso Internacional de Slow Food, como reconocimiento mundial a la gran riqueza alimentaria, culinaria y gastronómica de la región de Puebla y Oaxaca, y por ser también la cuna del maíz, frijol, amaranto, calabaza, aguacate, chile y otros muchos alimentos que hoy enriquecen la dieta de pueblos de todo el planeta. En aquella ocasión, los delegados internacionales pudieron constatar la infinidad de preparaciones culinarias con maíces multicolores, que reflejan la riqueza genética del patrimonio alimentario conservado por familias campesinas, popolocas, mixtecas y nahuas, reunidas en el valle de Tehuacán – Coxcatlán.

Lo anterior fue informado por Raúl Hernández Garciadiego, representante latinoamericano en el Consejo Internacional de Slow Food, coincidiendo con la culminación de la Cumbre Mundial de Jefes de Estado y de Gobierno sobre Seguridad Alimentaria, que se reunió en Roma para reflexionar sobre este tema tan urgente como vital. En el plan de Acción de la Cumbre está definido que “existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos, a fin de llevar una vida activa y sana.” Sostuvo que los transgénicos amenazan esta seguridad alimentaria por los potenciales riesgos a la salud que se han detectado y porque las semillas que sean contaminadas con trans-genes patentados interrumpirán la libre disponibilidad de semillas para producir los alimentos que han sido desarrollados por los pueblos indígenas desde hace más de nueve mil años. En su comunicado, Petrini hace un llamado a los legisladores y gobernantes mexicanos para que “reconozcan el grave riesgo en que han colocado a esta insustituible riqueza alimentaria, cuya contaminación sería inevitable e irreversible, por lo que es urgente que asuman su responsabilidad y restablezcan la moratoria en contra de la siembra de maíces transgénicos, cumpliendo con el Principio de Precaución, ante los riesgos inminentes que estos representan.

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