Realizará universitario análisis para entender la adaptación de plantas ante el cambio climático

plantas de interior, houseplantsPor Boletín UNAM-DGCS-374, 13 de junio de 2012

• Erick de la Barrera, del CIEco, llevará a cabo un proyecto de estudio encaminado a ese fin, en el Centro David Rockefeller de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Harvard

• Responde a una necesidad de investigación del Laboratorio de Fisiología Ecológica y Agroecología, donde se investigan las respuestas de plantas como el maíz, algunas orquídeas, cactáceas y leguminosas ante esos escenarios

A fin de entender la vulnerabilidad y capacidad de adaptación de las plantas ante el cambio climático y aportar información encaminada a la toma de decisiones en conservación y manejo de la agricultura, Erick de la Barrera, titular del Laboratorio de Fisiología Ecológica y Agroecología del Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco) de la UNAM, campus Morelia, llevará a cabo un proyecto de estudio en la Universidad de Harvard.

A partir de septiembre, realizará una estancia sabática como profesor visitante en el Centro David Rockefeller de Estudios Latinoamericanos de la institución estadounidense; ahí, a lo largo de un año desarrollará un análisis climatológico para México, con énfasis en las temperaturas extremas, que en realidad son las que acotan la distribución de las especies, porque limitan su supervivencia.

Lo anterior será posible con la beca Antonio Madero, que le otorgó la Fundación México en Harvard, y cuyo programa de financiamiento se dirige a académicos mexicanos que trabajan temas prioritarios para el país, como el desarrollo económico, político, la educación y el medio ambiente.

De la Barrera explicó que el Centro Rockefeller anualmente invita a profesores distinguidos de América Latina a través de una competencia, que considera sus méritos académicos y propuestas de indagación.

Bajo los actuales escenarios de cambio climático en México, se han realizado esfuerzos para entender cómo pueden afectar a las especies biológicas a diversas escalas. Existen estudios experimentales sobre la respuesta de algunas ante la modificación del clima, así como diversos modelos al respecto, pero éstos se han enfocado en las temperaturas promedio que, efectivamente, determinan el desempeño de las plantas, aunque no necesariamente su supervivencia, explicó.

El proyecto que desarrollará De la Barrera responde a una necesidad de investigación del Laboratorio de Fisiología Ecológica y Agroecología, donde se estudian las respuestas de plantas como el maíz, algunas orquídeas, cactáceas y leguminosas ante esos escenarios.

“No sabemos cómo serán las temperaturas extremas en los próximos años, por lo que me interesa generar información que permita identificar tendencias, si las hubiera”, señaló.

Para su objetivo, el universitario se apoyará en la información de estaciones climatológicas del Servicio Meteorológico Nacional, y bases de datos del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua. Con ellos, elaborará un sistema de información geográfica para identificar los posibles patrones de temperaturas extremas de las diversas regiones del país.

Esta información aportará insumos para futuros estudios sobre la capacidad de adaptación de especies vegetales, en particular, para determinar cuáles cultivos se podrían desarrollar, anticipándose a un futuro más caliente y seco.

La Fundación

La Fundación México en Harvard A.C. fue establecida en 1989, por un grupo de exalumnos de la universidad estadounidense, con la misión de asegurar que los estudiantes mexicanos admitidos en programas de maestría, doctorado o posdoctorado cuenten con los recursos financieros para continuar su educación.

En los últimos 22 años ha otorgado 818 apoyos a estudiantes mexicanos de grado superior, y 27 becas a investigadores. En ese mismo periodo, el número de alumnos connacionales admitidos anualmente se ha triplicado; con ello, nuestro país tiene una de las comunidades más importantes de América Latina en la Universidad.

En particular, la beca Antonio Madero se otorga desde 1999 y ésta es la quinta ocasión en que se concede a un académico de la UNAM.