Presencia de Glifosato en orina: 70% de las muestras. Presencia de AMPA en orina: 70% de las muestras

Por Renace.com, julio de 2015

Un solo paciente de los muestreados (10%) dio negativo para ambos análisis. 

Podemos lograr que se alejen las aplicaciones de agrotóxicos de las casas… pero, ¿podemos impedir la lluvia? ¿podemos impedir la residualidad en los alimentos? 

El Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIMA – UNLP) ha producido en 2014 (con la firma de los Dres. Lucas Alonso, Alicia Ronco y Damián Marino) un trabajo de investigación que demuestra que estas sustancias también evaporan y caen, luego, con las lluvias. Es decir, llueven agrotóxicos.

El objetivo de aquél trabajo consistió en estudiar los niveles en aguas de lluvia en núcleos poblacionales urbanos y periurbanos de la Región Pampeana.

Se realizaron muestreos de los eventos de lluvia desde Octubre de 2012 a Abril de 2014 en provincia de Bs. As. Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. El glifosato fue el herbicida más detectado con 90% de resultados positivos.

Estos resultados son los primeros medidos para Argentina y aportan información respecto a una de las contribuciones atmosféricas en cuencas hídricas y poblaciones urbanas para este tipo de compuestos.

Recordemos que con BIOS hemos analizado en nuestras campañas sólo un puñado de sustancias. Pero en la vida real se usan cientos de diferentes sustancias base y formulados.

Esto quiere decir que probablemente recibimos lluvia (que cae en los aljibes, cursos de agua, techos, gentes, etc.) con cócteles de muchas cosas todas juntas.

El viejo concepto de que “la dosis hace el veneno” (Paracelso), no funciona en estas sustancias, puesto que muchas de ellas son acumulativas y porque las dosis bajas pero reiteradas producen efectos irreversibles.

Las sustancias producidas por la química de síntesis tienen la mala costumbre de poder combinarse y sinergizarse. Esto es, moléculas que solas eran relativamente inocuas, combinadas pueden resultar tóxicas.

Y hasta provocar ciertos efectos que son más intensos a bajas dosis que a altas. Además, estas sustancias impactan de modo diferente en los diversos estadios del desarrollo: su presencia en el período de gestación, o en un niño en crecimiento, o en un adolescente en desarrollo genera efectos dispares. Lo mismo en un anciano o en una persona mal nutrida.

Una persona expuesta a agrotóxicos de modo cotidiano, es más proclive a enfermar.

Ya demostramos que llevamos agrotóxicos en la sangre, que están en los vegetales, la UNLP demuestra que están en la lluvia, y ahora, demostramos que también, aun sin acercarnos a ellos, los recibimos a traves del agua, la lluvia, la comida, y los hallamos en la orina.

¿Qué esperamos para cambiar el modelo de producción de alimentos?

No es ingenuo que:

– Nunca antes se hayan hecho este tipo de mediciones.

– Que su detección en el cuerpo humano no aparezca en los grandes medios.

– Que ninguna agencia de salud del gobierno o laboratorio de las corporaciones químicas haya hecho mediciones de residualidad en sangre u orina.

– Que no se vean representantes de salud en las mesas de discusión para la adecuación de las normas que regulan estas sustancias.

– Que nunca se haya contemplado para las reglamentaciones que las rigen los efectos subagudos y crónicos.

Y varios otros “Que…”

Pero si: también en la lluvia. Y ahora además, si: también en la orina.

Lic. Silvana Buján silvanabujan@yahoo.com.ar

(0223) 479-2474

(0223) 155019937

BIOS – RENACE – GAIA – IPEN – Coalición Ciudadana Antiincineración

[1] www.foeeurope.org/sites/default/files/publications/foee_4_human_contamination_glyphosate.pdf