Por qué las deficiencias nutricionales generalizadas son una realidad que debe ser evaluada

El artículo continúa discutiendo ejemplos de cómo los gobiernos empeoran las cosas al “sacrificar el futuro de la tierra para detener que su gente se muera de hambre hoy en día.” Mientras que muchos de los ejemplos giran en torno a la deforestación y la destrucción de tierras fértiles en los países tercermundistas, el mismo argumento se puede utilizar para el mundo occidental. Aquí, la actividad ilícita preceptuada por las corporaciones en nuestras agencias federales ha creado sistemas alimentarios y agrícolas que están intencionadamente matando a las personas y a la tierra en la que vivimos.

Las Corporaciones No son Capaces de Crear Normas que Protejan y Beneficien a los Ciudadanos

A los productores de plaguicidas y a los fabricantes de alimentos chatarra se les ha permitido crear normas terriblemente ignorantes para la salud, a cambio de un modelo de negocio más lucrativo que beneficia a sus propias empresas. Esto ha estado sucediendo desde hace décadas, y una vez que comienza una mentira, hay que defenderla. Las reputaciones (por no hablar de los beneficios) están peligro.

Basta con ver a la historia de las grasas trans, que desde hace mucho tiempo hemos sabido que son una causa principal de enfermedades del corazón que mata a millones de personas en Estados Unidos. Tomó cerca de 60 años para que finalmente, en noviembre pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos tomara acción y eliminara esta sustancia dañina de la lista de Generalmente Reconocido Como Seguro (GRAS).

El modelo de las grandes tabacaleras también es paralelo con el actual modelo alimentario y agrícola–matar poco a poco a la gente sin que haya responsabilidad… Triste pero cierto, las empresas privadas dictan los alimentos, el medio ambiente y las políticas de salud en los Estados Unidos y en muchos otros lugares del mundo, y esto es una de las causas principales de cómo nos metimos en este lío.

En términos generales, parece que entendemos el problema y apreciamos la importancia de la diversidad cuando interfiere con un modelo de negocio, por eso es que siempre terminamos con un modelo tipo monocultivo industrializado que perjudica el medio ambiente y en última instancia, pone en peligro el futuro mismo de la humanidad. Por ejemplo, sólo en 2013, unos 1.6 millones de hectáreas de tierra (un área igual al estado de Delaware) fue eliminada del American Federal Conservation Reserve Program,11 que paga a los agricultores para que tiren y corten los bosques y/o árboles nativos. Estas hermosas áreas de conservación ahora son utilizadas en más campos de maíz y trigo. Según lo informado por NPR:12

“Hay una creciente demanda de más alimentos y biocombustibles… y los agricultores están respondiendo a esa demanda. La mayoría de ellos también quieren proteger el suelo, arroyos y vida silvestre… Sin embargo, puede ser difícil hacer las dos cosas”.

Las Puertas Giratorias Entre la Industria y el Gobierno Deberían Cerrarse

Según lo declarado por Veerle Vanderweerde, jefe del medio ambiente de la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha Contra la Desertificación (UNCCD):13

“No pueden tener un fácil acceso, tomar los recursos, y luego marcharse. Las grandes empresas tienen que cambiar su comportamiento y eso no sucederá al menos que se les obligue. ”

El problema es que no hay nadie que les diga a estas empresas que tienen que ser mejores protectores–del mar, del aire, de la tierra, del suelo, y sí, incluso de los microbios—ya que las mismas empresas que hacen y cosechan los beneficios inmediatos de los daños son, en esencia, quienes controlan las normas dentro de nuestras agencias gubernamentales… Las puertas giratorias entre la industria y los órganos gubernamentales responsables de la supervisión deben cerrarse. Según lo declarado por The Telegraph:14

“Nuevamente, nos estamos volviendo complacientes. La cruda realidad es que el mundo no puede permitirse el lujo de perder una hectárea de tierra al año, y mucho menos 12 mil hectáreas. El descubrimiento adicional de que estamos causando incluso más daño del que temen los mismos organismos del suelo, debería ayudarnos a hacer conciencia… La crisis mundial de la tierra ha sido causada por nosotros mismos. En este momento ya estamos sintiendo los estragos. La única manera de revertirlo es si los líderes mundiales optan por revertirlo”.