¿Por qué deberías evitar la comida rápida a cualquier costo?

Por True Activist, 24 de septiembre de 2012, Traducción de Mariana Escalante, Vía Orgánica AC

No es un secreto que la dieta de un estadounidense promedio va completamente en caída. Consumir alimentos empacados, comida rápida, productos mejorados artificialmente, y comida barata de muy baja calidad es la norma, no obstante, es una sorpresa tener sobrepeso y volverse víctima de una horda de enfermedades, lo cual es también parte de la norma. Ser criados(as) en esta era de salud deficiente, dificulta  conocer lo que es verdaderamente sano y lo no sano.

Los alimentos han cambiado drásticamente desde hace varias décadas, y los padres generalmente no están conscientes del severo declive en la calidad de los alimentos. La comida rápida en particular es una de las razones primarias de la caída drástica de la salud en la actualidad..

¿Por qué deberías evitar la comida rápida a cualquier costo?

Si todavía no lo has hecho, tómate un par de horas para ver las películas de Súper Engórdame O Nación de la Comida Rápida. Después de observarlas, puedes conocer de primera mano, cómo la comida rápida causa daños severos en tu cuerpo – aún si no la consumes cada día, como en uno de los filmes. La comida rápida es una mezcla de químicos dañinos para la salud, que pueden ser fácilmente entendidos si analizas por un momento cómo, cualquier restaurante podría ofrecer una hamburguesa de queso doble por un dólar.

Recientemente, se descubrió que estas hamburguesas con queso de un dólar, junto con el resto de la carne y pollo de McDonald’s, tenían sobras de carne “limo rosa” cubiertas con hidróxido de amoníaco. No sólo esta carne falsa no provee ningún valor nutricional, sino que está químicamente contaminada con amoníaco, el agente de limpieza tóxico que se encuentra bajo el lavabo. Esta carne está conformada por recortes de grasa y tejido conectivo que son separados del hueso – sobras de carne que no es buena para el consumo humano.

El tratamiento de amoniaco es en respuesta al riesgo de contaminación por salmonela o E.Coli, pero es más probable que las sobras de carne contengan patógenos. A pesar del tratamiento químico, la carne aún está en la línea de fuego por contaminación.

Además, los McNuggets de McDonald’s contienen 7 ingredientes diferentes, muchos de los cuales contienen sub-ingredientes. En vez de usar carne de verdad, se incorporan fosfato de sodio, aceite de cártamo, fécula de trigo, dextrosina y extracto de levadura autolisado – una sustancia particularmente peligrosa muy similar al tóxico MSG. Junto con estos ingredientes viene el uso del dimetilpolisoloxano, una sustancia de silicón usada como un agente anti-espuma y regularmente encontrado en implantes de seno y plastilina para niños.

Por supuesto el uso de estos ingredientes no sólo está limitado a McDonald’s. De hecho, todos los restaurantes de comida rápida son culpables de usarlos. ¿La peor parte? Están conscientes de la naturaleza destructiva detrás de estos ingredientes, pero realmente no les importa para nada.

La verdad detrás de esta declaración puede ser ejemplificada por el intento de Taco Bell de crear un auto-servicio de dieta donde las personas supuestamente podrían perder peso al comer comida rápida. Fue hace sólo unos años cuando Taco Bell anunció el “Auto-Servicio de Dieta”, donde mostraban sus alimentos bajos en grasas. Pero lo que no dijeron es que aunque su comida tiene 9 gramos de grasa, todavía está hecha con numerosos ingredientes contribuyendo al declive de la salud mundial.

Las razones por el crecimiento del consumo de comida rápida son muchas, una de las principales es la manipulación psicológica. Siendo una de las herramientas más poderosas para alcanzar tanto al consciente como al subconsciente, los anuncios juegan un enorme rol en cómo se maneja a la sociedad hoy en día, y eso incluye los alimentos que comemos. Aún más, las y los infantes son mucho más influenciables por lo que ven y escuchan, y las investigaciones lo prueban.

Un estudio hecho a finales del 2011 mostró que un 71 por ciento de menores escogerán comida chatarra como papas a la francesa sobre rebanadas de manzana, cuando se les dan cupones. El número se redujo en un 55 por ciento cuando los padres los alentaron a que escogieran las rebanadas de manzana. Pero el alcance deseado no se detiene en los anuncios directos y la influencia.

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