Piden que 2013 sea el año de resistencia contra el maíz transgénico

Por Pedro Matías, Proceso, 28 de enero de 2013

OAXACA, Oax. (apro).- La Red en Defensa del Maíz rechazó tajantemente la introducción, trasiego, comercialización, intercambio, experimentación, almacenaje y siembra de cualquier cultivo transgénico en México.De igual forma, se sumó a la propuesta de las comunidades y organizaciones de Oaxaca de declarar 2013 como año de resistencia contra el maíz transgénico.

En un pronunciamiento emanado de su primera asamblea del año, la Red rechazó principalmente todo lo relacionado con el maíz transgénico, ya que atenta directamente contra más de 10 mil años de cuidado del maíz nativo, así como contra la seguridad y la soberanía alimentarias.

Los participantes en el encuentro, al que asistieron representantes de casi un centenar de comunidades y organizaciones, consideraron que los productos transgénicos atentan contra la salud de la población en general.

También exigieron “la integridad política, biológica y territorial de México como país “centro de origen y diversidad continua, encarnado en la vigencia de los pueblos indígenas”.

A 11 años de resistencia –desde que se descubrió la contaminación a trasmano que intentó el gobierno en Oaxaca, lo que dio pie a la formación de la Red–, los activistas lanzaron su voz de “alarma ante la mera posibilidad de que se aprueben los permisos solicitados para sembrar transgénicos comercialmente en más de 2 millones 400 mil hectáreas, en los estados de Sinaloa y Tamaulipas”.

Al ser Sinaloa y Tamaulipas sitios que siembran enormes cantidades para consumo humano en las grandes ciudades del país, acotaron, esas entidades inundarían el mercado con un maíz contaminado que en otros países ha sido objeto de estudio y han hallado que es nocivo para la salud.

Afortunadamente, dijeron, “México sigue siendo un país donde todavía no nos vencen los transgénicos”.

Sin embargo, ante una emergencia tan grave como la que se vive es necesario redoblar esfuerzos, atención y cuidados para mantener y reforzar las semillas nativas y los canales de confianza que hacen posible su intercambio seguro, al tiempo de desterrar toda semilla ajena, sobre todo si son semillas que nos promueve el gobierno y las empresas.

Por último, hicieron hincapié en que “ahora debemos prestar atención a la procedencia de todo el maíz que consumamos, sabedores de que hay ahora infinidad de productos que contienen ese básico”.